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TRANSFORMACIÓN EN EL LEGADO METAFÍSICO

TIEMPO, HISTORIA, PODER

En primer lugar, no quiero de dejar de dar las gracias a la UNED y a HERCRITIA por contar conmigo
en estas interesantes jornadas que honran la filosofía, al legado Heidegger y Vattimo, para nada
agotado, y a la UNED….

A lo largo de mi trayectoria, mis investigaciones se han centrado en el estudio de las filosofías de


Heidegger y Friedrich Nietzsche, partiendo de la ontología hermenéutica y centrándome en
especial en la noción de transformación y las implicaciones que ésta posee y posibilita. ¿Por qué?
Porque accediendo a la comprensión de esta noción, siempre profunda y transversal a la par, se
recorren los pilares que caracterizan el cambio, la transvaloración, el movimiento, que atraviesa la
propia estructura del devenir, e incluso su impulso. Esto es, porque permite entender mejor los
ejes presentes, cierto modo, en el desvelamiento del ser, en la ejecución del ente, en la sabiduría
de la physis -que podrían decir los griegos-. Entender mejor la transformación permite entender
cómo estos dos grandes ontólogos propusieron a través de sus filosofías perspectivas que
enuncian la realidad que vivimos para permitir visualizar la potencia que ésta posee y acceder a
nuevos caminos para mejorarla, para contribuir a transformarla.

Si se toma como punto de referencia nuestra temporalidad, los pensamientos de Heidegger y


Nietzsche se entrecruzan –cada uno con su estilo y su enfoque- en la clara identificación del legado
metafísico como uno de los principales focos del problema que la acecha. Esa metafísica,
caracterizada por la tradición del platonismo judeo-cristiano, como diría uno, y por el olvido de la
diferencia ontológica, como subrayaría el otro, converge en especial en situar el mundo en un
lugar que desplaza su dimensión intensiva y vital, y que agota sus posibilidades de multiplicidad y
creatividad. A continuación pasaré a desarrollar esto. Me he centrado en las nociones de tiempo,
historia y poder porque, además de ocupar las últimas investigaciones que he venido haciendo,
me parecen clave para aproximarse desde una perspectiva ontológica y hermenéutica, a
cuestiones de peso a la hora de tratar la transformación.

1) TIEMPO – problema teleología, problema olvido del ser

Ruptura de lo lineal, apertura del tiempo del ser (cíclico y eterno) y de la multiplicidad sincrónica

Hermenéutica…somos en un espacio-tiempo, desvelamiento del ser en él

A61,

Comenzando por el tiempo, de la mano de Nietzsche y Heidegger podemos adentrarnos con el


desafío a la temporalidad lineal y teleológica, con todas las implicaciones que esto puede tener.
Pero también en el problema del olvido del Ser y su “esfera”.

1
Heidegger es uno de los grandes autores del tiempo. No sólo por su famoso dasein y su obra Ser y
Tiempo, sino por el giro que daría a esto su segundo periodo, cuya obra Tiempo y Ser ya se torna
en declaración clara de intenciones. [AÑADIR DE EN QUÉ CONSISTE ESTE GIRO, DE LA MANO DE
EXPLICACIÓN DE TERESA]. Como la hermenéutica bien sabe, el tiempo siempre significa, siempre
otorga significado; digamos que todo ocurre enmarcado, influenciado, por unas circunstancias que
contextualizan, que modelan, a aquello que protagoniza un suceso, que caracteriza un evento.
Todo es –también nosotros- en un espacio-tiempo que nos . Aislar una realidad de ello significa
reducirla y manipular su verdadera esencia. Podríamos hasta afirmar que esto tienen una
traducción sencilla en la manipulación. La manipulación siempre descodifica, siempre juega a
olvidar el punto de referencia para resituarlo y resignificarlo desde el lugar que interese a su autor.

En definitiva, aunque el acceso a la realidad siempre tiene límites y determinaciones, nunca


dejamos de pertenecer al espacio-tiempo –aunque como dijo en su Tiempo y Ser, sin reducirnos a
la mera temporalidad, cabe matizar-. Esta pertenencia condiciona el propio modo de entender el
tiempo, constituye un horizonte. Por una parte, porque en el ocultarse y el des-ocultarse del ser ya
hay una lectura ontológica del tiempo que dice mucho acerca de cómo asomarse y leer el mundo y
sus transformaciones. Por otra, porque todo ello apunta a ese punto de referencia que es el ser.
Esto es, su diferencia respecto del ente y lo que implica la nada y lo que no se desoculta, sino que
permanece velado. alteridad respecto al desistimiento, al olvido y a la nada. La riqueza que,
considerando la temporalidad, contiene lo oculto, lo velado, lo no acontecido, es una
semilla de una fertilidad asombrosa, pero nada sencilla de reconocer. En la pregunta por la
nada y por el ser, Heidegger en su obra De la esencia del fundamento, afirma:

La nada es el no de lo ente y, de este modo, el ser experimentado a partir de lo ente.


La diferencia ontológica es el no entre ente y ser. Pero del mismo modo que el ser, en cuanto
un no relativo a lo ente, no es una nada en el sentido del nihil negativum, del mismo modo,
en cuanto no entre lo ente y el ser, la diferencia no es el producto de una distinción del
entendimiento (ens rationis).
Aquel no de la nada y este no de la diferencia que consisten en desistir ciertamente
no son uno, pero sí son lo mismo en el sentido de aquello que forma parte conjunta de lo
esencial del ser de lo ente. Y esto mismo es lo digno de ser pensado [...]. 1

Con ello, vemos que la nada y el no de la diferencia muestran un reverso del ser, otro lado
del límite que forma parte del propio ser. Junto con la nada, el desistimiento también se
torna un concepto en el que detenerse a este respecto. Heidegger expone de manera certera
el papel que este desistir alberga, un papel profundamente relacionado también con la
alteridad:
1
HEIDEGGER, M.: "De la esencia del fundamento (1929)", en Hitos. Traducción de H. Cortés Gabaudan y
A. Leyte Coello. Alianza, Madrid, 2018, p. 109.

2
El desistimiento tampoco es la suma de negación y aniquilación. Es la propia nada
la que desiste.
Desistir no es un suceso cualquiera, sino que al remitir, en su rechazo, a lo ente que
escapa de su totalidad revela dicho ente, en toda su hasta hora oculta extrañeza, como aquello
absolutamente otro respecto a la nada. 2

Asimismo, el olvido también forma parte del propio ser. Pero procede ir
paso a paso. Por una parte, estamos ante un reconocimiento de la dimensión otra de todo
desvelamiento; porque Estamos ante el reconocimiento de que todo desvelar del ser lleva
consigo ya una parte oculta. Mientras que la metafísica cree que lo desvelado es lo que
equivale a lo real, desde el Segundo Heidegger una de las lecciones magistrales es el
aprendizaje de comprender que lo otro (incluidos el ser y el no-ser), que la alteridad y la
diferencia, no implican separación, sino "simplemente" una llamada a contemplar su co-
pertenencia y su potencia en el sentido de que todo lo desvelado alberga en sí lo no
desvelado, que posibilita una futuridad y encierra en sí el secreto del potencial del presente
de cara a ese futuro. Pero no sólo eso. Porque también lleva consigo el ver cómo toda
concepción lineal del tiempo carece de sentido; porque todo pasado contiene lo no-
revelado, lo oculto y velado, a la espera de un re-encuentro y una escucha. La ausencia y lo
no pensado se constituyen como una de las alteridades más esenciales en la reflexión sobre
el ser, y su posibilidad de enlace pasa por la comprensión de una temporalidad muy
particular. Como señala Teresa Oñate: «Sólo el tiempo como enlazar pasado, presente y
futuro puede alcanzar la presencia-ausencia y permitirla presenciarse: en el espacio-tiempo
acaece la presencia porque ésta la guarda [...]».3

La referencia al espacio y el tiempo no hace sino reclamar el no olvidar que todo pensar del
ser, remite a un plano ontológico que ha de ser historia y lenguaje, porque proponen una
comprensión de la temporalidad a través de ellos. El desvelamiento del ser se produce en un
espacio-tiempo cuyo horizonte supone ya conciencia hermenéutica y apertura a su radical
2
HEIDEGGER, M.: "¿Qué es metafísica? (1929)", en Hitos. Traducción de H. Cortés Gabaudan y A. Leyte
Coello. Alianza, Madrid, 2018, p. 102.
3
OÑATE Y ZUBÍA, T.: Materiales de Ontología Estética y Hermenéutica. Los hijos de Nietzsche en la
posmodernidad, I. Editorial Dykinson, Madrid, 2009, p. 73.

3
capacidad transformativa por su enorme potencial posibilitador de lecturas (y re-lecturas)
de la realidad.

Este modo de asomarse a la noción de Tiempo se muestra incompatible, como antes mencionaba,
con la concepción lineal, teleológica, que entiende el tiempo como un trazado unidireccional que
va siempre hacia un “adelante” que, desde la Ilustración, se nos dice que es siempre “progreso”.
Para Nietzsche, romper con esta lectura es también imprescindible. No ya sólo a través de su
célebre eterno retorno, sino por la llamada que esa temporalidad circular, en apertura con los
pasados, los presentes, los futuros, hace hacia el propio mundo de la vida. En Nietzsche, el tiempo
parece estar de continuo siendo una puerta de acceso, un puente, que remite a no entenderlo
nunca como algo objetivable, monosémico, medible (cosa que Heidegger también reivindicaría),
sino algo estrechamente ligado al devenir –siempre creativo- de la realidad, y de nosotros en ella.

La temporalidad Nietzscheana, pues, se erige como un lugar desde el cual afirmar la vida en su
tragicidad y su naturaleza artística. Tragicidad porque constituye un continuum vivencial de sus
claroscuros sin tratar de cegarse o evadirse a los mismos. Artística porque supone un eterno
ejercicio de crear y re-crear abierto a múltiples posibilidades no reducibles a un sentido
unidireccional del tiempo.

Y, por último, porque constiuye un punto de inflexión respecto a la temporalidad metafísica; en


Nietzsche, el tiempo y la vida poseen sentido en sí mismos. Es decir, su valor no se condiciona a un
fin ajeno a ellos.

PONER CITAS Y EXTENDERLO

, pero ellos solamente puede ser vislumbrado por espíritus no esclavos. G55

Asimismo, en sus obras también relacionaría el tiempo con el sujeto que lo vive y lo interpreta

Aunque en el acontecer ser y ente pueden llegar a ponerse en relación, , y es de pertinencia no


dejar nunca esto de lado. Porque principalmente esto se conecta con el problema del olvido del
ser. Sin embargo, como ya indicaba en su Tiempo y Ser, no se puede reducir la espacialidad del ser
humano a su temporalidad. 53E

“el destino del ser reposa en la regalía del tiempo” p.51E

“pensar el ser sin la referencia del ser de lo ente” 53E

historia del ser p.35E

vida como objetivación 25f

2) HISTORIA – problema ciencia, problema metafísica

4
La cuestión de la Historia recorre a su vez el pensamiento de estos filósofos y protagoniza lecturas
interesantes desde la ontología hermenéutica. Me centraré especialmente en dos: la que deriva
de la problematicidad de la exaltación de la dimensión científico-historiográfica y aquella que
acompaña a la propia cuestión de la historia de la metafísica.

La Segunda Intempestiva de Nietzsche, dedicada explícitamente a la Historia, recoge


especialmente las inquietudes de este pensador al respecto. Comenzaré con un fragmento que
bien nos puede introducir al respecto:

B76, sobresaturación histórica enemiga de la vida en cinco aspectos

Nietzsche tiene una profunda preocupación acerca del modo en el que se elabora y se percibe lo
histórico. De acuerdo con él, uno de los problemas –llega a hablar de “enfermedad histórica”- de
nuestro tiempo es, precisamente, cómo la elaboración de una Historia al servicio de objetivos
cienticistas y moralizantes ha debilitado la fuerza plástica de la vida. Es decir; para Nietzsche, la
Historia también tiene que brotar, tiene que estar en directa conexión, con lo vital 4. El haber
seguido un camino historicista ha traído el conservadurismo del discurso respecto del pasado. Este
se observa como un algo petrificado, desfasado respecto a un presente mejor, superior. La crítica a
la noción de progreso que esta perspectiva supone pasa por entender cómo este se transforma en
un discurso legitimador de una perspectiva dogmática, anquilosada, que anula la fuerza y la
creatividad de la realidad histórica. Pero no sólo eso; también su grandeza y su eternidad. Como él
llega a afirmar,

CITA B135-B136 enfermedad histórica, exceso de historia ha debilitado fuerza plástica de la vida.
No comprende eñ servici del pasado como un alimento vigorizante. Ciencia sólo considera las
cosas en virtud de su verdad y corrección, ve en todas partes algo que deviene, algo que es hist
´´orico, pero no algo que “es”, algo eterno. Se contradice con los poderes eternizantes del arte y
de la religión.

Así, la reivindicación de la Historia es una hermenéutica de la misma que sólo puede ser realizada
por seres “de experiencia superior y más vasta” que sean capaces de hacerlo desde la fuerza más
poderosa del presente. Una fuerza que desde la grandeza de lo vital y de lo creativo, se asoma a
evaluar el pasado con la gran meta de construir futuro. Sólo así se consigue “dominar el
desbordante impulso analítico” de la historiografía tradicional y dar pie a una reflexión histórica
que posibilite un “pacífico crecimiento y maduración”, afirma (p.93, 94,95).

Así, la esclavitud hacia los hechos, incapaces de vislumbrar con perspectiva lo que acontece
globalmente y de atender a los que se enmascara tras ellos, es una tiranía para una ontología
hermenéutica de la Historia. Obliga a un mero acomodarse, sin ponerse al “servicio de la vida
aprendida”. La Historia siempre ha de estar regida por un impulso de dirigirse a una meta de

4
B65 perspectivas monumental, anticuaria y crítica respecto a la historia, al servicio de la vida.
Enjuicia el pasado.

5
futuro mejor, de fundación de posibilidades. Ha de buscar una meta de grandeza y nobleza,
independientemente del éxito. Y la cultura que de ella se deriva, aspirar a esa conjugación entre –
y cito textualmente- entre vida, pensamiento, apariencia y voluntad. Esto es, se rompe con una
acepción como una especie de capa que se le añade a la historia, o como un nivel de ella
simplemente; no, la cultura se encuentra imbricada, sin separaciones metafísicas, siendo pura
parte de la propia physis. Es esta integración la que Nietzsche defiende.

Por su parte, con Heidegger encontramos una crítica semejante a los límites de la calculabilidad
del cientifismo que acompañan al saber historiográfico CITA LIMITES CALCULABILIDAD ZOLLIKON
p.210. Aquí se observa de fondo muy bien mucho esa defensa que realiza también del
conocimiento más humanístico, artístico, cualitativo. Heidegger, en numerosas ocasiones a lo
largo de su segundo periodo tras la Kehre, insiste en cómo la técnica está definiendo la realidad
óntico, profundizando en todas las dimensiones de nuestro estar-en-el-mundo. Y de ello tampoco
se escapa la historia. CITA CUADERNOS NEGROS AZUL p.117

Con la diferencia de ser que aquí se menciona, llegamos a uno de los temas centrales de la filosofía
heideggeriana. Es interesante ver cómo se interconecta ésta con la cuestión histórica y con la
evidenciación de que hay una apertura a la alteridad de la interpretación hermenéutica como
fruto de esta interconexión.

Sobra decir, por obvia, la importancia que contiene la mirada hacia la


Historia del pensamiento heideggeriano. Y es que a sazón de sus reflexiones se abre una
sugerente invitación a la reflexión de la linealidad histórica y de su interpretación plana
legada de con la metafísica. La Historia no es entendida como un mero relato o disciplina,
sino que en realidad la perspectiva histórica se inserta en lo más profundo del origen de la
creación de sentido, del propio acontecer de la verdad del ser. El espacio y el tiempo se dan
la mano en lo histórico, y esto se convierte en un marco ontológico preeminente a la hora
de plantear la visión hermenéutica del mundo.

En primer lugar, sería necesario detenerse en el concepto de anticipación


que Heidegger expone del pensamiento jaspersiano. La anticipación busca un disponer y
comprender el ámbito de modo objetivo y concreto, desde un indiscutido asumirse a sí
misma desde la situación histórico-estética y desde una posición estética.5 Heidegger
advierte de la importancia de percibir desde la sospecha cualquier intento de uso de esta
anticipación para todo tipo de objetivaciones regionales, ya que de ellas se deriva una

5
Véase al respecto: HEIDEGGER, M.: "Anotaciones a la Psicología de las visiones del mundo de Karl
Jaspers (1919 -1921)", en Hitos. Traducción de H. Cortés Gabaudan y A. Leyte Coello. Alianza, Madrid,
2018, p. 35.

6
caracterización de modos de existencia específicos como si el modo concreto del ser que
representan fuera coextensivo a los demás, siendo visto con "el sentido que es". Hilado a la
reflexión en torno al yo, al Mismo y a la existencia, se evidencia el modo en el que el yo
está imbricado con la Historia. ¿Cómo? Podría que afirmarse que en tres puntos; por una
parte mediante la experiencia que radica en la propia concreción del yo y que cuenta con
una extensión histórica en el pasado que contribuye a la conformación de un horizonte de
expectativas que se anticipa a sí mismo el propio yo. Es decir, anima a entender la
experiencia vital como un fenómeno que se cumple históricamente. Por otra parte, se deja
fuertemente señalada cómo sólo desde lo histórico es posible atender a la multiplicidad de
sentidos que pueden configurar la propia comprensión del yo. Una comprensión del yo que
parte de la preocupación de uno mismo para vivir el contexto de la experiencia desde una
perspectiva activa y plenamente consciente de su aspiración histórica. ¿De qué historia se
está pretendiendo hablar aquí? Heidegger afirmará que

El contexto de experiencia, que de acuerdo con su sentido referencial está dirigido


históricamente hacia el yo mismo, tiene también un carácter histórico según el sentido de su
cumplimiento activo. Lo histórico no es allí un correlato de una consideración teórica de tipo
histórico-objetual, sino el contenido, como tal imposible de disolver, y el Cómo de la
preocupación del yo mismo por sí mismo.6

Contemplando las implicaciones históricas que contiene toda experiencia,


incluso aquella ligada al supuesto "yo", es posible percibir cuán hondo puede ser el calado
de lo histórico como ontología. Pero precisamente para percibir esto, se requiere ensalzar la
alternativa a la Historia legada por la tradición; se requiere poner de relieve el valor de la
alteridad. Una alteridad al relato histórico es posible; una alteridad basada en una
interpretación de un carácter histórico capaz de ver lo velado, lo silenciado, y no sólo
aquello presentado por la objetividad hecha Historia. Así,

"[...] para nosotros, la norma para el diálogo con la tradición histórica es la misma,
en la medida en que se trata de penetrar en la fuerza del pensar anterior. Sólo que nosotros no

6
HEIDEGGER, M.: "Anotaciones a la Psicología de las visiones del mundo de Karl Jaspers (1919 -1921)",
en Hitos. Traducción de H. Cortés Gabaudan y A. Leyte Coello. Alianza, Madrid, 2018, p. 38.

7
buscamos la fuerza en lo ya pensado, sino en un impensado del que lo pensado recibe su
espacio esencial.7

Esta visión se distancia del modo que tiene Hegel de pensar la historia
desde la superación y desde la dialéctica; se trata de un retorno, un repliegue, un diálogo
con un pasado no pronunciado en el que la fuerza de lo otro, del ser de las diferencias no
acontecidas y las alteridades ocultas puedan ser escuchadas y posibilitadas.

Éstas últimas se erigen a su vez como un modo de desafiar la racionalidad


metafísica de la Historia, de naturaleza nihilista, violenta e ilimitada

[...] que consiste en dominar por completo el mundo, convertirlo en el cosmos-


orden de la sociedad transparente y disponible sin resto, sin resistencia, sin tierra, sin
diferencia, sin la naturaleza y sin lo divino, sin misterio ni diversidad, vaciada la realidad de
toda resistencia posible a la circulación de la nada-capital. 8

La alteridad, la concepción de lo divino, del misterio, así como toda


racionalidad dominadora, se dan la mano en una ontología de la historia del espacio-tiempo
que clama por ser oída e irrumpir en el relato heredado de la tradición. Irrumpir abriendo
brechas, permitiendo lo plural, retornando a lo callado y posibilitando un futuro que
construya desde los límites, desde sus enlaces, desde una historia de subjetualidad
comunitaria que rompa con la Historia de la salvación y su violencia dialéctica infinitista
revisando desde un devenir no determinado, desde la afirmación de la afirmación y desde la
alteridad y la multiplicidad.

Por último, la historia en relación con el nihilismo se convierten también en cuestiones a no olvidar
de la filosofía de Nietzsche y Heidegger al respecto. En el nihilismo, la verdad del ser no aparece; y
la nuestra es una epocalidad profundamente afectada por el nihilismo: CITA CAMINOS DE BOSQUE
P.197

7
HEIDEGGER, M.: Identidad y diferencia. Identität und Differenz. Anthropos Editorial, Barcelona, 1990, p.
111.
8
OÑATE Y ZUBÍA, T.: El retorno teológico-político de la inocencia. Los hijos de Nietzsche en la
posmodernidad, II. Editorial Dykinson, Madrid, 2010, p. 339.

8
Tras todo esto, se encuentra también un particular luz en ambos que invita a caminos otros. La
Historia para ambos es un eje, un punto de referencia que sirve de inspiración para apuntar
futuros otros, realidades que transformar del actual. Una (o unas) Historia otra es posible: ésta no
se encuentra agotada. Tanto la creatividad y la grandeza como el ser y el ámbito de lo otro no
revelado o calculable se convierten en guías para ello.

https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-24502007000100011

https://revistas.uma.es/index.php/myp/article/view/5332

https://institucional.us.es/revistas/themata/57/4.Bily.pdf

https://filosofiaenlared.com/2022/04/el-tiempo-en-nietzsche/

https://www.circulobellasartes.com/humanidades/ciclo-lecturas-contemporaneas-tragico/

https://www.youtube.com/watch?v=2LDdi7SxH50&ab_channel=NadieSabeNadaPodcast

https://www.youtube.com/watch?v=IagxyYK_W2M&ab_channel=Vulture

https://www.properstar.fr/suisse/acheter/maison/3p-chambres?price.max=910000

https://www.properstar.fr/listing/83367908

EL calcular solo deja que surja lo contable p.57 metafísica

Nihilismo caminos de bosque p.197

No científica

No metafísica

2.3 Y 2.6 TFM

A210 asuntos que resisten la calculabilidad

C117 técnica se apodera de la historiografía del pasado – desaparece diferencia de ser

D854 representatividad

B116 el tiempo actual se siente superior respecto a los demás. Antropocentrissmo y dogmatic
historiográfica trae endiosamiento. Crítica a noción de progreso

B135-B136 enfermedad histórica, exceso de historia ha debilitado fuerza plástica de la vida. No


comprende eñ servici del pasado como un alimento vigorizante. Ciencia sólo considera las cosas en
virtud de su verdad y corrección, ve en todas partes algo que deviene, algo que es hist´´orico, pero
no algo que “es”, algo eterno. Se contradice con los poderes eternizantes del arte y de la religión.

9
B65 perspectivas monumental, anticuaria y crítica respecto a la historia, al servicio de la vida.
Enjuicia el pasado.

B76, sobresaturación histórica enemiga de la vida en cinco aspectos

B65 perspectivas monumental, anticuaria y crítica respecto a la historia, al servicio de la vida.


Enjuicia el pasado.

B93-94-95 solo desde la fuerza mñas poderosa del presente puede interpretarse el pasado.
Require experiencia superior y más vasta. La Historia es escrita por el hombre experimentado y
reflexivo. Sólo el ue construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado. Marcar una gran meta en
el futuro se domina el desbordante impulso analítico que devasta el presente e imposibilita
cualquier pacífico crecimiento y maduración.

B112-B113, B114 historia---conservadurismo---moral. Se transforma la historia en compendio de la


inmoralidad de lo dado. Se juzga. En la historia ha habido quien se rebela contra el poder ciego de
los hechos, contra la tirania de lo real, nadando contra las olas de la Historia. Afortunadamente la
historia también conserva la memoria de estos grandes lchadores. Ellas siguen, más que el “así
es”, el “así debe ser”. Les impulsa sin cesar o es el pensamiento de llevar su linaje a la tumba, sino
de fundar uno nuevo.

B121 La tarea de la historia consiste en ser la mediadora de los espíritus en las alturas, `prestando
sus fuerzas y roporcionndo cada vez más un lugar para la producción de grandeza. No, la meta de
la humanidad no puede ubicarse en el final, sino sólo en sus más excelsos ejemplares.

B123-124 Yo no conozco mejor finalidad de la vida que perecer intentando lo grande y lo


imposible. Pregúntate para que existes ti, e intenta en algún momento justificar el sentido de tu
existencia a posteriori, fijando una finalidad elevada y noble.

B125 El éxito histórico del Cristianismono demuestra nada respecto a la grandeza de su fundador.
Lo grande no debe depender del éxito.

B128-B130 Los excesos del actual exceso histórico se fomentan y utilizan intencionalmente. No
permite actuar ni sentir de manera no histórica y por ello se retira y repliega sobre sí mismo.
Pudiendo ser inteligente, pero no sabio. Se acomoda a los hechos, no se subleva. Se debe
aprender a vivir y utilizar la historia únicamente al servicio de la vida aprendida.

B139 La cultura no como decoración de la vida, continuo fingimiento e hipocresía, sino, como los
griegos, como physis, sin interior, exterior, convencionalismo o fingimiento: la cultura como
homogeneidad entre vida, pensamiento, apariencia y voluntad.

cientificidad, Mirada histórica desde lo otro, metafísica y nihilismo

3) PODER – problema afirmación vía negación, problema de la alteridad y


utilitarismo/objetivación en nuestra relación con el mundo

10
Que refleje el impulso, la fuerza, la capacidad

Que no sea dominio metafísico – SOMOS EN RELACION CON LO OTRO

H-N: C355

A273,

CONSECUENCIAS

CONSECUENCIAS TRANSFORMACIÓN TIEMPO

Salir de lo cuantitativo, apreciar lo cualitativo

Discernir temporalidades, romper con tiempo lineal monobloque

Recordar que pertenecemos a tiempos y espacios, que determinan la perspectiva de acceso al


mundo

CONSECUENCIAS TRANSFORMACIÓN HISTORIA

Conectar la historia con la vida; llamar a las humanidades frente al mero pensar del dato…. y lo
que ello conlleva. Lahistoria instruye y nos atraviesa (hasta en el genoma)

Reconectar con el ser, dejar de olvidar la diferencia ontológica

---más cosas del texto de Nietzsche

CONSECUENCIAS TRANSFORMACIÓN PODER

Identificar mecanismos del poder metafísico

Afirmar sin dominar, transformar como intento continuo de mejora en realidad imperfecta

Relación con el mundo; apertura a lo otro y a lo múltiple sin que afecte al “fundamento”---
constructivo

ONTOLOGÍA HERMENÉUTICA Y ESTÉTICA PARA TRANSFORMAR

ZOLLIKON = A

2ª INTEMPESTIVA = B

11
CUADERNOS NEGROS AZUL = C

NIETZSCHE DE H=D

TIEMPO Y SER = E

HITOS=F

HUMANO, DEMASIADO HUMANO = G

AÑADIR ALGO DE GADAMER

12

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