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Tema 25. Concepto y principios de la Seguridad Social.

La acción protectora:
concepto y contenido. La enfermedad y el accidente ante la Seguridad Social.
Incapacidad temporal, incapacidad permanente y sus grados. Maternidad,
paternidad, adopción y acogimiento. Riesgo durante el embarazo y la lactancia,
corresponsabilidad en el cuidado de hijos menores y familiares dependientes.
Jubilación. Viudedad y orfandad. Protección de los desempleados.
1. Concepto y principios de la Seguridad Social
1.1 Concepto
La Seguridad Social es una técnica específica de protección de las necesidades sociales por medio de la cual
el Estado garantiza a las personas comprendidas dentro de su ámbito de aplicación la protección adecuada
frente a las contingencias y en las situaciones legalmente consideradas.

En nuestro Derecho tiene previsión constitucional, con un artículo 41CE que dispone: “Los poderes
públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la
asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de
desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres”.

El artículo 149.1.17º atribuye al Estado: “Legislación básica y régimen económico de la Seguridad Social,
sin perjuicio de la ejecución de sus servicios por las Comunidades Autónomas”.

El desarrollo de estas previsiones se contiene, en la actualidad, en Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de


octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.

1.2 Principios
El artículo 2.1 de esta ley es e que nos da los principios de la SS:

a) Universalidad: en cuanto que tiene por principio proteger a todos los ciudadanos.
b) Unidad: existiendo un único sistema de SS, sin perjuicio de que a su ejecución concurran varias
administraciones que deberán actuar coordinada y congruentemente.
c) Solidaridad: implica la obligación de todos de contribuir al sistema y que las prestaciones recibidas
no se corresponden directamente con lo aportado.
d) Igualdad: implica que todas las situaciones jurídicas iguales deben tratarse de la misma manera.

2. La acción protectora: concepto y contenido


2.1 Concepto
La acción protectora alude al conjunto de contingencias y prestaciones a las que alcanza la actuación
garantizadora del sistema.

2.2 Contenido
Su contenido va a venir definido por un ámbito subjetivo y otro objetivo.

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2.2.1 Á mbito subjetivo
A efectos de las prestaciones contributivas se extiende a: españoles que residan en España y extranjeros que
residan o se encuentren legalmente en España, siempre que, en ambos supuestos, ejerzan su actividad en
territorio nacional y se trate de: i) Trabajadores por cuenta ajena; b) trabajadores por cuenta propia o
autónomos; c) socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado; d) estudiantes; e) funcionarios
públicos, civiles y militares.

A efectos de las prestaciones no contributivas, la acción protectora se extiende a: todos los españoles
residentes en territorio español; así como a los extranjeros que residan legalmente en territorio español, en
los términos previstos en la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los
extranjeros en España y su integración social y, en su caso, en los tratados o convenios de que España sea
parte.

2.2.2 Á mbito objetivo


Alude a las distintas contingencias protegidas, es decir, eventos que dan lugar a situaciones cubiertas por la
acción protectora de la SS; y a las prestaciones correspondientes, es decir, al conjunto de medidas que
dispensa el Sistema de Seguridad Social para atender las situaciones de necesidad protegidas.

Las contingencias protegidas se clasifican en profesionales (accidente de trabajo y enfermedad profesional, e


igual tratamiento reciben el riesgo durante el embarazo, durante la lactancia natural y el cuidado de menores
afectados por cáncer u otra enfermedad grave), y comunes (accidente no laboral, enfermedad común,
maternidad, paternidad, cese por jubilación, desempleo y cargas familiares).

Las prestaciones, por su parte, pueden ser técnicas o en especie, en referencia, fundamentalmente a la
asistencia sanitaria; o pueden ser, mayoritariamente, económicas, ya se trate de indemnizaciones, de
pensiones vitalicias o temporales, como los subsidios.

3. La enfermedad y el accidente ante la Seguridad Social


Artículo 156.1: “Se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con
ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena”. Y, seguidamente, en el apartado 2,
enumera una serie de supuestos que se consideran accidentes de trabajo, moderando el requisito de la
causalidad. Así, los que se sufran yendo o volviendo del lugar de trabajo, o en el ejercicio de funciones
sindicales de carácter electivo. El apartado 3 establece una presunción ‘iuris tantum’ de accidente de trabajo
cuando tenga lugar en el tiempo y lugar de trabajo. El apartado 4 excluye los supuestos de fuerza mayor
objetiva y de dolo o imprudencia temeraria del trabajador. Y el apartado 5 niega la influencia de la
imprudencia del trabajador y de la culpa de tercero en la calificación del accidente laboral.

Artículo 157: “Se entenderá por enfermedad profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado
por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones
de aplicación y desarrollo de esta ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que
en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional”.

Y el artículo 158 define negativamente los accidentes y enfermedades no laborales, como aquellos que no
reúnen los requisitos indicados.

Todas estas contingencias están cubiertas mediante asistencia sanitaria, si el accidente o la enfermedad
fueran laborales, habrá, además, derecho a indemnización. También habrá diferencias en relación con las
prestaciones correspondientes a la incapacidad a la que puedan dar lugar.

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4. Incapacidad temporal, incapacidad permanente y sus grados
4.1 Incapacidad temporal
Se regula en artículos 169 a 176.

Artículo 169.1: “Tendrán la consideración de situaciones determinantes de incapacidad temporal:

a) Las debidas a enfermedad común o profesional y a accidente, sea o no de trabajo, mientras el trabajador
reciba asistencia sanitaria de la Seguridad Social y esté impedido para el trabajo, con una duración
máxima de trescientos sesenta y cinco días, prorrogables por otros ciento ochenta días cuando se presuma
que durante ellos puede el trabajador ser dado de alta médica por curación.

b) Los períodos de observación por enfermedad profesional en los que se prescriba la baja en el trabajo
durante los mismos, con una duración máxima de seis meses, prorrogables por otros seis cuando se estime
necesario para el estudio y diagnóstico de la enfermedad”.

La prestación prevista en caso de incapacidad temporal es un subsidio para quienes estén afiliados y en
situación de alta o asimilada, sin necesidad de acreditar periodo previo de cotización en caso de accidente,
sea o no laboral, y de enfermedad laboral; o debiendo acreditar ciento ochenta días cotizados dentro de los
cinco años inmediatamente anteriores al hecho causante, en caso de enfermedad común.

4.2 Incapacidad permanente y sus grados


En relación con la incapacidad permanente, distingue la ley una modalidad contributiva y otra no
contributiva.

4.2.1 Incapacidad permanente contributiva


Se regula en artículos 193 a 200.

Artículo 193.1: “La incapacidad permanente contributiva es la situación del trabajador que, después de
haber estado sometido al tratamiento prescrito, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves,
susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad
laboral. No obstará a tal calificación la posibilidad de recuperación de la capacidad laboral, si dicha
posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo plazo”.

La misma se clasifica en:

a) Parcial, cuando ocasiona una disminución no inferior al 33% del rendimiento normal para la
profesión de que se trate, sin impedir realizar las tareas fundamentales de la misma.
b) Total, cuando impide la realización de dichas tareas, pero permite dedicarse a otras distintas.
c) Absoluta, que inhabilita para todo trabajo.
d) Gran invalidez, cuando el trabajador afecto de capacidad permanente necesita de la asistencia de
otras personas para los actos más esenciales de la vida, como vestirse, desplazarse o alimentarse.

Las prestaciones consisten en una indemnización en caso de incapacidad parcial y pensiones vitalicias para
los grados superiores.

Para disfrutar de ellas, se exige estar afiliado y en alta, y no haber alcanzado la edad de jubilación, pues
procederá dicha prestación, así como tener cubierto un periodo mínimo de cotización, salvo que la
incapacidad derive de accidente, laboral o no, o de enfermedad profesional. Este periodo varía en función
del grado de invalidez y edad.

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4.2.2 Incapacidad permanente no contributiva
Se traduce en una pensión reconocida en el artículo 363 a quienes cumplan los siguientes requisitos: a) tener
entre 18 y 65 años; b) residir legalmente en España o haberlo hecho durante 5 años, 2 de los cuales deberán
ser inmediatamente anteriores a la solicitud; c) afectación por una discapacidad o por una enfermedad
crónica, en un grado igual o superior al 65 por ciento; d) carecer de rentas o ingresos suficientes.

5. Maternidad, paternidad, adopción y acogimiento


En referencia a la prestación por lo que en la actualidad se denomina “nacimiento y cuidado del menor”,
regulada en artículos 177 a 182, consistente en un subsidio tendente a proteger los periodos de descanso por
nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción y acogimiento familiar, siempre que, en este último
caso, su duración no sea inferior a un año.

Se exige estar afiliado y dado de alta, así como acreditar ciertos periodos de cotización. Sin necesidad de
este último requisito se reconoce también la prestación a las trabajadoras en caso de parto.

6. Riesgo durante el embarazo y la lactancia, corresponsabilidad en el cuidado de


hijos menores y familiares dependientes
6.1 Riesgo durante el embarazo y la lactancia
Artículos 186 a 189.

Se reconoce subsidio para proteger aquellos casos en que, para evitar los riesgos por el embarazo o la
lactancia natural, en este caso hasta que el hijo cumpla 9 meses, la mujer trabajadora haya de cambiar de
puesto de trabajo, y no resultando ello posible o exigible, proceda la suspensión del contrato de trabajo.

6.2 Corresponsabilidad en el cuidado de hijos menores


Artículos 183 a 185.

Se reconoce subsidio que cubre la reducción de la jornada para el cuidado de los menores por parte de los
dos progenitores, adoptantes, guardadores con fines de adopción o acogedores permanentes, cuando ambos
trabajen, desde que el lactante cumpla 9 ‍meses y hasta que cumpla 12 ‍meses‍. Los requisitos son los mismos
que la prestación por nacimiento‍, y si ambos cuidadores los cumplieron la prestación sólo podrá ser
percibida por uno de ellos.

6.3 Cuidado de familiares dependientes


Ley de 2006, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de
dependencia, prevé una prestación económica para cuidadores no profesionales, siempre que se den
condiciones adecuadas de convivencia y de habitabilidad de la vivienda.

7. Jubilación
7.1 Jubilació n en su modalidad contributiva
Artículos 204 a 215.

Se reconoce una pensión a quienes, estando afiliados y de alta:

a) Hayan cumplido 67 ‍años de edad; o 65 ‍años, cuando se acrediten 38 ‍años y 6 ‍meses de cotización ‍
[…].

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b) Y tengan cubierto un periodo mínimo de cotización de 15 ‍años, de los cuales al menos 2 deberán
estar comprendidos dentro de los 15 ‍años inmediatamente anteriores al momento de causar el
derecho. ‍

Hay que tener en cuenta, no obstante, que hasta 2027 rige un sistema transitorio que supone un incremente
progresivo de la edad de jubilación con las consiguientes variaciones en cuanto a los años cotizados.

Se prevén, además, algunos supuestos de jubilación anticipada:

a) Por real decreto se puede rebajar la edad de jubilación para personas que ejerzan actividades
peligrosas y personas con discapacidad.
b) Cuando se produzca la extinción del trabajo por una crisis o cierre de la empresa, siempre que el
trabajador tenga una edad inferior a 4 ‍años a la general de jubilación, sea demandante de empleo
dentro de los 6 ‍meses anteriores a la solicitud y tenga 33 ‍años cotizados.
c) Y voluntariamente, quienes tengan una edad inferior en 2 ‍años a la general de jubilación y tengan
cotizados al menos 35 ‍años.

Y el artículo 215 regula una jubilación parcial, sin necesidad de contrato de relevo, cuando se cumplan los
requisitos para la jubilación, o con dicho contrato, cumpliendo ciertos requisitos de edad y cotización.

7.2 Jubilació n en su modalidad no contributiva


El artículo 369 reconoce una pensión de jubilación no contributiva a quienes: “habiendo cumplido sesenta y
cinco años de edad, carezcan de rentas o ingresos suficientes, residan legalmente en territorio español y lo
hayan hecho durante diez años entre la edad de dieciséis años y la edad de devengo de la pensión, de los
cuales dos deberán ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud”.

8. Viudedad y orfandad
Ambas se enmarcan en un más amplio catálogo de prestaciones en caso de muerte, reguladas en artículos
216 a 234, que incluyen: “a) Un auxilio por defunción.

b) Una pensión vitalicia de viudedad.

c) Una prestación temporal de viudedad.

d) Una pensión de orfandad.

e) Una pensión vitalicia o, en su caso, subsidio temporal en favor de familiares”.

Podrán causar derecho a estar prestaciones: “a) Las personas incluidas en el Régimen General afiliadas y en
situación de alta o asimilada.

b) Los perceptores de los subsidios de incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo, maternidad,
paternidad o riesgo durante la lactancia natural, que cumplan el período de cotización que, en su caso, esté
establecido.

c) Los titulares de pensiones contributivas de jubilación e incapacidad permanente.

8.1 Viudedad
La pensión vitalicia de viudedad se reconoce al cónyuge superviviente, siempre que el fallecido hubiera
estado en alta o en situación asimilada al alta y hubiera cotizado 500 días dentro de los 5 años anteriores al
fallecimiento o al cese de la obligación de cotizar, o 15 años, si no estaba dado de alta. Si la muerte se

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debiera a accidente, sea o no de trabajo, o una enfermedad profesional, no se exigirá ningún periodo previo
de cotización.

También se reconoce a la pareja de hecho en los mismos términos.

La pensión de viudedad se extinguirá cuando el beneficiario contraiga matrimonio o constituya una pareja
de hecho, sin perjuicio de las excepciones establecidas reglamentariamente.

Se reconoce una pensión temporal de viudedad, por 2 años, en los casos de muerte por enfermedad común,
cuando no concurran los requisitos de duración del matrimonio o de descendencia común.

8.2 Orfandad
Tendrán derecho a la pensión de orfandad cada uno de los hijos del fallecido siempre que en el momento de
la muerte sean menores de 21 años o estén incapacitados para el trabajo. También los hijos menores de 25
años cuando falleció el causante, si no tenían un trabajo lucrativo o sus rendimientos eran inferiores al
salario medio interprofesional.

En otro tema se estudia la prestación por orfandad de los hijos de las mujeres fallecidas por violencia de
género.

9. Protección de los desempleados


Es el Título III, artículos 263 a 304, el que regula la protección de quienes, pudiendo y queriendo trabajar,
pierdan su empleo o vean suspendido su contrato o reducida su jornada ordinaria de trabajo.

La protección por desempleo se estructura en un nivel contributivo y en un nivel asistencial:

a) El primero tiene como objeto proporcionar prestaciones sustitutivas de las rentas salariales dejadas
de percibir. Su duración varía en función de los períodos de ocupación cotizada en los seis años
anteriores a la situación legal de desempleo.

b) El nivel asistencial, complementario del anterior, garantiza la protección a los trabajadores


desempleados que se encuentren en alguno de los supuestos incluidos en el artículo ‍274, que incluye,
por ejemplo, a quienes hayan agotado la prestación por desempleo y tengan responsabilidades
familiares, o sean mayores de 45 años.

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