Está en la página 1de 7

Soto Bartolo Jesús

Gobernabilidad

Termino derivado del griego que significa dirección, la gobernabilidad de los

pueblos empezó a adquirir importancia en la década de los años 70, entre otras

cosas por la pérdida de credibilidad de los pueblos en la eficacia de los gobiernos

y en la honestidad de los partidos políticos, el uso de estos conceptos se

generaliza al cerrarse la fase de la Guerra fría cuando el mundo se quedó sin la

terminología simplista de la confrontación Este-Oeste , capitalismo-socialismo,

democracia-dictadura y todas las demás dicotomías que se puedan recordar.

Una definición de diccionario nos diría que gobernabilidad significa, literalmente,

“calidad, estado o propiedad de ser gobernable”; gobernable significa, sin más,

“capaz de ser gobernado”. Así, por ejemplo, Juan Rial (Camou,2020) entiende la

gobernabilidad como la capacidad de las instituciones y movimientos de avanzar

hacia objetivos definidos de acuerdo con su propia actividad y de movilizar con

coherencia las energías de sus integrantes para proseguir esas metas

previamente definidas. Lo contrario, la incapacidad para obtener ese

encuadramiento llevaría a la ingobernabilidad. En este caso, la gobernabilidad

aparece como una propiedad específica de los gobiernos y los actores

sociopolíticos relevantes: la eficacia, vista como efectividad o eficiencia para llevar

adelante sus metas y encuadrar a los gobernados. En cambio, Ángel Flisfisch

(Camou, 2020) nos dice: se entenderá que la gobernabilidad está referida a la

calidad del desempeño gubernamental a través del tiempo, ya sea que se trate de

un gobierno o administración, o de varios sucesivos, considerando principalmente


las dimensiones de la oportunidad, la efectividad, la aceptación social, la eficiencia

y la coherencia de sus decisiones. En el mismo sentido se expresan Xavier Arbós

y Salvador Giner (Camou, 2020), aunque limitando un poco más el sentido de la

expresión, cuando señalan que la gobernabilidad es la cualidad propia de una

comunidad política según la cual sus instituciones de gobierno actúan eficazmente

dentro de su espacio de un modo considerado legítimo por la ciudadanía,

permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del poder ejecutivo

mediante la obediencia cívica del pueblo (Camou,2020). De acuerdo con estas

definiciones, y más allá de que algunos autores presten especial atención a un

elemento por sobre otro, es claro que eficacia, legitimidad y estabilidad en el

ejercicio del poder político aparecen como componentes básicos de la

gobernabilidad.

Las diferencias conceptuales apuntadas se deben a la combinación de diversas

tradiciones teóricas y valorativas que ponen de manifiesto un aspecto digno de ser

destacado: al igual que la idea de democracia, la noción de gobernabilidad tiene

no solamente una función denotativa o descriptiva, sino también una función

persuasiva y normativa, en la medida en que el debate sobre la misma está

abierto a, y depende de, la tensión entre hechos y valores. De modo general,

gobernabilidad podría definirse como el conjunto de condiciones que hacen

posible el funcionamiento efectivo de la sociedad, asimismo es lo que define el

objetivo de toda política que se respete y se usa para describir determinadas

situaciones de la política interna también de la política internacional (Seara, 2000).

A este ingrediente esencial se pueden añadir otros, principalmente los de justicia,


y se presenta además en envoltorios muy diferentes, con fórmulas autoritarias o

más democráticas, en las que hay una distribución del poder. Cada quién puede

utilizar la receta que mejor satisfaga sus intereses o sus inquietudes ideológicas.

Por último, y como dato impórtate para aprender a diferencias categorías, en el

idioma inglés existe el equivalente, governability con la misma significación, pero

además tiene otra de la que carecemos en el español y es govemance que más

que a las condiciones de gobernabilidad se refiere a los instrumentos jurídicos

políticos y al modo en que operan para tratar de ordenar el sistema social, a los

distintos niveles, incluido el internacional. El término se usa incluso para describir

aspectos del ámbito privado cuya práctica es ampliamente documentada.

Fuentes

Camou. A. (2020). Gobernabilidad y democracia. Cuadernillos de

divulgación de la cultura democrática. Instituto Nacional Electoral.

Seara, V. M. (2000). Gobernabilidad: Mitos y realidades. En González, P. J.

N. et Labra, M. A. (2000). La gobernabilidad democrática en México. Instituto

Nacional de Administración Pública.


Soto Bartolo Jesús

Introducción – ¿Qué es el neoconservadurismo?

La Teoría crítica, desarrollada por Horkheimer y Adorno, había empezado como

apoyo teórico de la lucha proletaria, sin embargo, había perdido por completo a

sus destinatarios, esto motivó al autor a que la obra sobre el Neoconservadurismo

buscara a un nuevo destinario capaz no solo de llevar a la praxis una teoría, sino

del cual se pueda aprender y actuar a la par en su práctica cotidiana. La obra tiene

como objetivo comparar dos orientaciones de pensamiento, la neoconservadora y

la teórica crítica, más allá de todo prejuicio político, además de buscar los

referentes políticos que pudieran llevar a cabo las propuestas normativas tanto del

Neoconservadurismo como de la Teoría crítica.

En la obra se plantea la conveniencia y límite de hablar de dos Teorías críticas. La

primera ería una teoría del puro poder; la segunda, concretamente la representada

por Habermas, sería una teoría de la abstracta emancipación. El discurso de

Dubiel estaría mas cerca de Habermas continuar el intento de este de integrar

ambos puntos de vista en su teoría de la acción comunicativa, pero con una

necesidad señalada por Dubiel, un fundamento teórico democrático y normativo.

La Teoría crítica de Dubiel apuesta por la rebelión moral contra las formas injustas

e irracionales de la sociedad, por los análisis que diagnostican crisis y rupturas en

el poder , por tanto, su superación potencial, y lucha por la formación de una

voluntad colectiva consciente, es decir por la formación de un contrapoder; y es


esta obra su intento por construir una teoría política que tiene en la crítica

ideológica de las nociones de cultura, democracia, igualdad, bienestar, nueva

clase y progreso defendidas por el neoconservadurismo su primer a tarea.

Dubiel recuerda constantemente dónde se contextualiza históricamente y en cada

caso su discurso, pero, sobre todo en un contexto como el europeo, eso significa

que este libro no se dirige a un testigo imaginario o a unos revolucionarios a la

espera de realizar lo irrealizable, sino una noción de ciudadanía que debería

sustituir a todas aquellas categorías que alguna vez fueron referente de ideas

revolucionarias como, por ejemplo. proletariado o nación; la cual ya no descansa

en semejanzas particulares dadas de antemano, ni tampoco en exigencias fácticas

calladamente aceptadas, sino que configura en la cadena de continuos conflictos,

de divergencias aceptadas correlativamente y de la apertura del rumbo histórico

admitida comunitariamente. LA utopía sería: ser de otra manera sin miedo.

Fuentes
Dubiel, H. (1993). ¿Qué es neoconservadurismo? (4). Anthropos Editorial.

Soto Bartolo Jesús

Neoconservadurismo – ¿Qué es el neoconservadurismo?

Los prefijos post y neo significan lo mismo con premisas invertidas

respectivamente, neo, niegan la autenticidad de lo realmente nuevo; mientras que

el prefijo post reprocha a su concepto haber perdido hace tiempo la fuerza

orientativa que anteriormente una vez le caracterizó.

El neoconservadurismo es el resurgimiento de intentos no previstos por nadie de

volver a poner en su sitio el Estado de Bienestar de la democracia de masas, en la

línea de desarrollo de las sociedades liberales-capitalistas. Existe el concepto

crítico-cultural de neoconservadurismo, que caracteriza todas las formas que se

alejan intelectual y de modo práctico-político de posiciones socialistas, sean éstas

concebidas al modo del socialismo real o de la socialdemocracia. El

neoconservadurismo no tiene un centro cognitivo, ni reglas para la derivación de

hipótesis; es más bien una doctrina social orientada para la solución de problemas

políticos. Esta doctrina no tiene una unidad en sí misma, sino que su unidad le

viene dada de lo que es criticado, efectivamente, de los fenómenos de crisis de los

sistemas liberales y de la supuesta descomposición de la autoridad del sistema de

valores burgueses. Nuevo no es el núcleo semántico del neoconservadurismo,

nuevo es el contexto histórico en el que es utilizado.

Los autores, a los que puede adscribírseles el término neoconservadurismo, se

dirigen a los actores de la política establecida. Producen conocimientos directrices


para una administración sobrecargada de problemas y plagada dde penurias de

legitimación. Por el contrario, los trabajos de los teóricos críticos de la sociedad, al

menos, son recibidos como si ofrecieses a los movimientos sociales orientaciones

críticas de saber frente al sistema.

Fuentes

Dubiel, H. (1993). ¿Qué es neoconservadurismo? (4). Anthropos Editorial.

También podría gustarte