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Universidad Nacional Autónoma De México

Facultad De Ciencias Políticas Y Sociales

Instituciones y Sistemas Políticos


Comparados

TEMA: El estudio de las instituciones en la Ciencia Política

ACTIVIDAD: Las instituciones políticas

ALUMNO
Uriel Hernandez Bernardino

DOCENTE
Cristina Vázquez García

GRUPO
G9222

09/Febrero/2024
Las Instituciones Políticas

Introducción

El paso del hombre de la vida nómada hacia el sedentarismo fue sin duda
uno de los hechos más importantes dentro de la historia. Hablamos de lo que fue
la evolución de toda la sociedad, aquel punto de quiebre en el que el hombre tuvo
no solo que ingeniar nuevos métodos de convivencia y encontrar una identidad
para su nuevo “yo”, sino, tuvo que redefinir todo su entorno físico y con ello,
encontrar nuevos sistemas que le permitieran entender y sobre todo
conceptualizar y organizar todos aquellos nuevos procesos.

La reorganización de las comunidades humanas trajo en su momento y


quizá de manera indirecta o desconocida las primeras definiciones sobre las
instituciones, concepto que puede catalogarse como el pilar de todas las ciudades
y comunidades de hoy en día. Sin embargo, como se verá más adelante, la
identidad de estas ha sido un fenómeno de constante cambio, como es de
esperarse, ya que, al regir áreas de la sociedad como la economía, política o
cultura, estas tienen que seguir el paso de la propia evolución de conocimiento y
curiosidad del hombre. La propia historia nos ha demostrado el papel y el lugar
que estas ocupan y como su propia naturaleza tiende a volverse en un punto
específico obsoletas.

Esto no quiere decir que resulten innecesarias o quizá inútiles, sino todo lo
contrario, este comportamiento de cambios periódicos habla de un fenómeno
vigente y necesario que busca adaptarse a las demandas de los nuevos años y
con dicho paso del tiempo solamente nutre los vacíos del conocimiento dentro del
saber y de las necesidades del hombre.

Hacia la definición de institución, su aplicación y estudio

Entender al hombre como parte de un algo mayor implica reconocer las


relaciones que deberá entablar para poder ser parte de aquello que le brinda una
estabilidad y protección. Esta vida en conjunto supone nuevas formas de
organización y control; de la mano del nacimiento de las comunidades y primeras
ciudades surge el término de poder político, una nueva expresión del propio poder
del individuo que más allá de ser solamente físico, expone las capacidades de
dominación intelectual y sistemática de este.

Es sencillo remontarse al auge de las polis griegas cuando se habla de este


término, ya que dentro de ellas se vio y experimentó con la expresión más pura e
idealizada del poder político, además de la organización de este a través de
instituciones. La nueva vida del hombre significaba enfrentarse a nuevos retos, en
su mayoría ligados al reparto o división de los nuevos bienes que la comunidad

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adquiere y con ellos, de los beneficios o derechos que a cada uno le
corresponden. Ahora tenían la necesidad de nuevos sistemas que les otorgaran
leyes que los protegieran y por supuesto, de encargados que las vigilaran. Bajo
esta conceptualización tanto física como intangible es que se define el término de
institución. Estas van desde el conjunto de individuos en gran o menor medida con
objetivos claros para la mediación de un algo, hasta las propias costumbres,
ideologías o sistemas que apoyan dichas acciones.

Según Bo Rothstein en el Nuevo manual de ciencia política (2001) existen


cuatro tipos de instituciones que la sociedad necesita. Los primeros dos tipos
están ligados entre sí, sus funciones se complementan ya que una de estas
deberá ser la creadora de normas o leyes que regulen el comportamiento de la
comunidad, por otro lado, una segunda institución deberá ser la encargada de
poner en práctica dichas reglas. De igual forma, Rothstein hace mención de otros
dos tipos de instituciones que presentan una relación parecida a la anterior, es
necesario un sistema el cual funja como mediador para los conflictos entre
individuos y un cuarto sistema o institución que se encargue de aplicar los castigos
necesarios para aquellos que rompan con esta sociedad regulada.

Ahora bien, esto converge en lo que es la discusión por excelencia de los


expertos. Desde Platón a Aristóteles, retomando las ideas de Maquiavelo, Hobbes,
Locke, Rousseau, entre otros, el principal problema es establecer qué instituciones
políticas producen el mejor tipo de sociedad y de individuo (Rothstein 2001, 204).
A lo largo de la historia, lo que empezaría como una teoría política que se
transformaría en una ciencia y disciplina moderna e independiente, ha buscado no
solo entender, sino también definir con claridad el papel que cada uno de estos
organismos y sistemas ocupa. Las instituciones no fueron solo un tema dentro de
lo que Rothstein define como el laboratorio griego, hoy en día son el interés
primordial de los expertos.

Tendencia hacia el cambio

Las propias instituciones adquieren con el tiempo su propia identidad y


lugar dentro de la sociedad, sin embargo, estas características, como bien se
menciona, tienden a un comportamiento de cambio constante. La necesidad del
hombre de crear estos procesos y sistemas dentro del poder es velar por sus
intereses tanto colectivos como individuales, desde un gobierno que los
represente hasta subinstituciones que regulen procesos específicos dentro de la
sociedad.

La definición que se expresa en el punto anterior está basada bajo una


idealización democrática dentro de la sociedad, sin embargo, las instituciones
serán definidas a través de las ideologías sociodemográficas a las que estén
ligadas. Esto nos lleva entender que, dentro de un mismo espacio, dos o más
comunidades adoptarán sus propias expresiones de sistemas según les

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convenga, para las instituciones democráticas existe una contraparte autoritaria o
dictatorial, sistemas que brindan y cuidan el poder absoluto de una sola persona o
grupo de personas. Aunque los propósitos y la forma de expresión sean
diferentes, las instituciones políticas, en definición, serán las mismas, además de
funcionar tanto para comunidades pequeñas como un grupo de granjeros hasta
grandes ciudades con miles de personas conviviendo entre sí, lo que se percibe
en el mundo real son simplemente variaciones de estas instituciones.

Es primordial a su vez entender que dichas variaciones no solo se dan en


lugar, también en tiempo. La política clásica es el claro ejemplo de esto, tenemos
que las definiciones de justicia, democracia o incluso las propias leyes, que son
los pilares institucionales de los sistemas modernos, han sufrido cambios a lo
largo del tiempo a causa de los diferentes episodios dentro de las eras de la
humanidad. Los sistemas clásicos de una sociedad griega no funcionan del todo
dentro de una sociedad moderna y militarizada, o quizá en una sociedad sometida
bajo ciertos regímenes totalitarios. A su vez, se han vivido épocas de olvido, en
donde el interés por el estudio del funcionamiento y construcción de estas pasó a
segundo plano, sociedades de posguerra o incluso momentos de la historia donde
se les considerable un mero reflejo de lo que estaba mal dentro de la propia
sociedad fueron los detonantes de esta crisis institucional.

Conclusión

Dentro de todo este vaivén de interés e investigación, el tema institucional


actualmente sigue siendo el centro de atención por parte de los expertos y, lo será
por tiempo indefinido. Si bien hubo momentos históricos en los cuales el
oscurantismo de la razón impidió que se avanzara como sociedad, en la
actualidad la propia evolución de la sociedad empuja a las instituciones a etapas
de cambio constante. Los temas de las ciudades modernas van más allá de
beneficios individuales, las reglas que pueden ser consideradas como el factor
principal dentro del juego político, hoy consideran miles de ideologías y formas de
pensamiento nuevas.

La visión de la teoría o filosofía política clásica distintiva de las primeras


comunidades difiere del concepto de la sociedad perfecta de lo que a través de la
ciencia política moderna podemos definir como perfección dentro de la sociedad,
entendiendo que incluso hoy, la imagen de una utopía nos parece imposible,
perteneciente solamente a teorías que nos ayudan a comprender el
comportamiento humano

Fuente
Rothstein, B. (2001). “Las instituciones políticas: una visión general”. En
Nuevo manual de ciencia política, R. Goodin y H. D. Klingemann, Madrid: Istmo.
Pp. 199-246.

Hernández Bernardino Uriel Inst. Polít.

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