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MANTENIMIENTO DE
SERVICIOS
TEMA I: MÁQUINAS TÉRMICAS MOTORAS
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA Y GESTIÓN
CÁTEDRA: TECNOLOGÍA Y MANTENIMINETO DE SERVICIOS
ÍNDICE
1. Máquina ......................................................................................................................................... 2
2. Máquina Térmica ........................................................................................................................... 2
3. Máquina Térmica Motora .............................................................................................................. 2
4. Clasificación .................................................................................................................................... 2
5. Historia de las máquinas térmicas ................................................................................................. 4
5.1. Resumen de la evolución histórica del principio del aprovechamiento de la energía del vapor
de agua............................................................................................................................................... 5
5.2. Motores de Combustión Interna Alternativos ....................................................................... 5
5.3. Turbinas de Gas ...................................................................................................................... 7
5.4. Motores de Reacción .............................................................................................................. 8
6. Cuadro comparativo de evolución de las máquinas térmicas ....................................................... 9
1. Máquina
Es un conjunto de piezas de suficiente resistencia mecánica, vinculadas entre sí, de modo que el
movimiento de una de ellas origina, en las otras, movimientos preestablecidos.
2. Máquina Térmica
Una máquina térmica es un conjunto de elementos mecánicos que permite intercambiar energía,
generalmente a través de un eje, mediante la variación de energía de un fluido que varía su densidad
significativamente al atravesar la máquina.
Las máquinas térmicas pueden ser productoras de energía mecánica, también denominadas motoras y
sobre las que centralizaremos nuestro estudio; y las máquinas consumidoras de energía mecánica
(generadoras), como son las máquinas productoras de frío por compresión y los compresores en
general (alternativos y rotativos).
4. Clasificación
La clasificación primaria de las máquinas térmicas se realiza teniendo en cuenta las propiedades y forma
de sus constituyentes fundamentales:
a) El fluido activo o fluido de trabajo;
b) Los elementos mecánicos que canalizan las fuerzas creadas por la evolución del fluido activo.
Así, de acuerdo al primer criterio, si la energía interna del combustible se convierte primero en calor y
luego se transfiere a un fluido de trabajo (fluido activo) que evoluciona dentro de la máquina, ésta se
denomina MÁQUINA TÉRMICA DE COMBUSTIÓN EXTERNA.
Si, por el contrario, el fluido activo está constituido por los mismos productos de la combustión, la
máquina se denomina MÁQUINA TÉRMICA DE COMBUSTIÓN INTERNA.
Es decir, en el primer caso, el fluido activo está completamente separado de los gases productos de
combustión (en general, de la fuente de calor) y durante su evolución a través de la máquina sólo sufre
transformaciones físicas (variaciones de presión, temperatura, etc.). Esto implica que:
1. Puede utilizarse cualquier tipo de combustible;
2. Puede utilizarse como agente intermediario para transportar el calor (fluido activo) cualquier
sustancia dilatable. De todas maneras, únicamente las muy elásticas resultan de interés práctico.
En general, sólo se utilizan los sistemas gaseosos como aire, gases inertes, vapor de agua o de
metales líquidos, etc.
3. Para su operación necesitan contar con la presencia de un generador de calor y dos
intercambiadores, uno caliente y otro frío.
4. El fluido activo puede recircularse a través de la máquina, pues sólo sufre transformaciones
físicas.
5. La temperatura de combustión no es igual a la temperatura máxima de operación, ya que el calor
debe cederse a un fluido intermediario.
En las máquinas térmicas de combustión interna, en cambio, el fluido activo sufre trasformaciones
fisicoquímicas durante su evolución (proceso de combustión). Esto implica que:
1. Sólo pueden utilizarse combustibles que quemen completamente, sin dejar residuos nocivos para
los elementos mecánicos del equipo.
2. El fluido activo sólo puede ser gaseoso, debiendo permanecer en esa fase durante toda la
evolución.
3. No necesitan disponer de los intercambiadores de calor, puesto que la transformación de la
energía interna del combustible se realiza dentro del mismo fluido activo; además, la atmósfera
es la fuente fría de más baja temperatura que se puede disponer.
4. El fluido activo debe ser renovado una vez que ha completado su evolución dentro de la máquina,
pues ha perdido irreversiblemente su energía interna.
5. La temperatura de combustión coincide con la temperatura máxima de operación.
Las consideraciones anteriores llevarían en primera instancia a suponer que las máquinas de
combustión interna (MCI) presentan características de operación superiores a las de combustión
externa (MCE), como por ejemplo la simplificación constructiva de la instalación, los menores costos
iniciales, la supresión del “generador de calor”, mayor rendimiento termodinámico, entre otras, pero
como sucede frecuentemente en la técnica, estas ventajas están balanceadas por limitaciones,
complicaciones y pérdidas particulares que hacen que las MCI no hayan suplantado a las MCE en
muchos campos de aplicación. Por el contrario, la historia confirma que la evolución de las máquinas
térmicas, cualesquiera ellas sean (motores alternativos, turbinas de vapor o de gas, etc.), no es
competitiva en el sentido que el progreso de un determinado tipo tienda a la eliminación de las
restantes; antes bien, el progreso de una rama determinada contribuye al progreso general de las
demás. Más aún, puede afirmarse, sin ninguna clase de exageración, que el campo de aplicación de una
determinada máquina térmica está limitado (de una manera esencialmente variable) por el campo de
aplicación actual o potencial de las otras máquinas térmicas primarias.
En cuanto a la manera como se canalizan las fuerzas creadas por las variaciones de las propiedades del
fluido activo, las máquinas térmicas pueden clasificarse en tres grandes grupos:
Alternativas
Rotativas
De reacción
En las primeras, la energía cinética adquirida por el fluido intermediario al producirse la combustión en
un recinto de capacidad variable (cámara de combustión) se transforma en trabajo, desplazando una
pared sólida (pistón) que cede ante su presión. El punto de aplicación de la fuerza así generada, igual al
producto de la presión en cada instante por la superficie del pistón, se desplaza con movimiento
unidireccional que, por medio de un mecanismo apropiado (biela-manivela), se transmite a un eje como
movimiento rotativo. A estos motores se los puede definir como de reacción estática.
En las máquinas rotativas, por el contrario, el proceso de transformación consiste en, primero orientar
parcialmente la energía cinética molecular del fluido en energía cinética de escurrimiento, haciendo
pasar, por ejemplo, el gas a través de una tobera, donde se produce una caída de presión correlativa
con un aumento de velocidad, y después, dirigiendo esa masa gaseosa sobre un juego de álabes móviles
(paletas) rígidamente vinculados a un eje y convenientemente orientados y curvados. Además, si la
caída de presión y el correlativo aumento de velocidad se producen por completo en las partes fijas
(toberas o álabes distribuidores), las máquinas rotativas se denominan de acción cinética o,
simplemente, de acción. Si esa transformación se realiza totalmente en los álabes móviles o parte en
éstos y parte en las toberas y/o álabes distribuidores, se denominan de reacción dinámica o,
simplemente, de reacción.
Por regla general, las turbinas industriales aprovechan ambos procesos simultánea o separadamente.
Es de señalar que las reacciones dinámicas ofrecen la posibilidad de realizar trabajo sin necesidad de
contar con álabes móviles o paredes deformables. En efecto, si bien la resultante de las presiones que
ejerce un gas en equilibrio sobre las paredes del recipiente que lo contiene es nula, no lo es cuando ese
gas escurre a lo largo de las paredes que lo limitan. La salida de los gases (acción) producirá una reacción
igual y de sentido contrario, haciendo desplazar el recipiente en la dirección opuesta a la que son
expulsados los gases. El empuje que recibirá el recipiente será, de acuerdo con el teorema de la
cantidad de movimiento, igual a la variación de la masa de propulsante en la unidad de tiempo por la
velocidad de los gases de escape.
De ahí la clásica construcción de los cohetes con una o varias aberturas en su parte posterior, por donde
se evacuan los gases.
De esta manera, es posible concebir una serie de motores propulsivos de reacción. Así, pueden
utilizarse motores abiertos en ambos extremos, en los que el aire entra por la parte delantera y
mediante un conveniente aporte de calor se le entrega la energía cinética suplementaria necesaria para
aumentar la cantidad de movimiento hacia la parte trasera que exige la propulsión (estato y
pulsorreactores). También es posible utilizar motores de reacción en que la caída de presión no es
creada por la reacción química del propulsante (combustión), sino que se debe a la descarga a presión
de los gases de escape de una máquina térmica primaria (turborreactor).
En resumen las máquinas térmicas motoras pueden clasificarse de la siguiente manera:
Alejandría y las primeras máquinas del siglo XVII, la crónica no ha registrado contribuciones de valor
esencial a dicho progreso.
posteriormente por los alemanes en una diversidad de formas distintas. La inyección piloto es otra de
las ideas ensayadas por Ackroyd Stuart antes que Rodolfo Diesel solicitara la correspondiente patente
de invención.
Es interesante destacar, por otra parte, que las patentes de Stuart empezaron a explotarse en los
Estados Unidos en el año 1893 y constituyeron en ese país la base de la fabricación de los actuales
motores De La Vergne, que son verdaderos “diesel” en el sentido que se le da hoy a esa denominación.
Tanto Diesel como Stuart dedicaron preferente atención al problema de los combustibles que podrían
usarse en sus motores. Ambos se decidieron por los derivados del petróleo. Además, ya en el año 1891,
Stuart trabajó con aceite de palma en su motor. En 1912, o sea, 21 años más tarde, en una conferencia
pronunciada en Londres, Diesel habló de la posibilidad de que estos motores trabajaran con aceites
animales o aceites grasos.
La historia del motor moderno de encendido por compresión registra otros nombres ilustres. Otro
ingeniero inglés, Priestman, había estado trabajando en 1885 en un tema parecido, y con anterioridad
a éste, el ingeniero estadounidense Brayton describió un motor que empleaba petróleo y funcionaba
en un ciclo de combustión a presión constante. Esta idea fue luego reivindicada por Diesel. A Brayton
se debe, particularmente, el arranque por aire comprimido que tiene hoy tanta aplicación en los
motores industriales.
Por otra, parte, todas estas concepciones estaban basadas en un hecho de gran trascendencia. En el
año 1862 un ingeniero francés de locomotoras, Alfonso Beau de Rochas, describió el sistema de
funcionamiento que con razón puede afirmarse representa el adelanto individual de mayor
trascendencia registrado en la historia de los motores de combustión interna. Se trataba del ciclo de
cuatro tiempos con encendido al final de la carrera de compresión. La sucesión de tiempos en el ciclo
descripto por Beau de Rochas es prácticamente la misma usada en los motores de hoy; sólo se han
ajustado el comienzo y final de cada período, de manera de poder alcanzar altas velocidades y mayores
rendimientos.
En el año 1876 el ingeniero alemán Nicolás Otto construyó la primera máquina aplicando los principios
del motor de cuatro tiempos enunciados por Beau de Rochas catorce años antes.
permitido proponer y alcanzar proyectos de gran importancia y cada vez de mayores proporciones.
Los desarrollos básicos que han permitido la destacada ubicación actual de esta máquina en el campo
de la astronáutica deben acreditarse a la labor y al esfuerzo de investigadores, verdaderos pioneros,
tales como Ziolkovsky (1903) y A. Rynin, en Rusia - el primero de los cuales merece el título de “padre
de la astronáutica” - ; H. Oberth, Max Valier, Fritz von Opel, E. Sänger y otros, en Alemania; Robert
Esnault Pelterie, en Francia; y R. H. Goddard, en Estados Unidos. Por otra parte, es de notable interés
destacar que el primer cohete operativo a combustible líquido del que se tiene noticia es la obra de un
sudamericano, el ingeniero P. Paulet, del Perú, quien en 1895 demuestra la posibilidad de un artefacto
operado con gasolina y peróxido de nitrógeno e ignición por chispa.
posibilidades de aplicación. Ellas subsisten aún hoy en una diversidad de aplicaciones que no aparecen
asociadas con requerimientos de potencia o de rendimiento, sino con ese tercer parámetro de
aplicación que se define como aptitud o capabilidad para un determinado servicio (por ejemplo,
locomotoras, en utilización de combustibles inferiores o aplicaciones industriales como máquina de
contrapresión).
La tercera línea de progreso en el cuadro de la figura 6, se relaciona con los motores de combustión
interna. Allí también se encuentra un mercado bien definido, el transporte, tanto terrestre (automóvil)
como aéreo, y el desarrollo de estas máquinas en forma paralela a la de la industria del petróleo. En el
origen, ninguna de estas dos grandes aplicaciones del motor de combustión interna plantea a la
máquina misma, exigencias de potencia o de rendimiento. Otra vez aparece la capabilidad como
parámetro fundamental, lo que allí puede manifestarse como simplicidad de diseño, menor peso,
capacidad para aprovechar directamente (combustión interna) derivados del petróleo, etc. Esas
notables características de la máquina le permiten servir, primero, el mercado del automóvil, y luego,
el de la aviación.
1232 Chinos
Máquina Turbina Turbina 1800 Congreve
(Locomotora)
Aeronáutica
1950/70 Astronáutica
Petróleo
Carbón A B C
Transferencia
Figura 6