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CRONOLOGÍA……………………………………………………………..…...3
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………….…5
ANTECEDENTES………………………………………………………………6
BIOGRAFÍA…………………………………………………………………….9
PENSAMIENTO……………………………………………………………….22
CONCLUSIONES……………………………………………………………...29
2
CRONOLOGÍA1
1400
1
FRASSETTO, M., Los herejes: De Bogomilo y los cátaros a Wyclif y Hus, Madrid, Ariel, 2008 (2007),
pp. 227-249.; MITRE, E., Las herejías medievales de Oriente y Occidente, Madrid, Arco Libros, 2000, pp.
70 – 75.; ------- y GRANDA, C., Las grandes herejías de la Europa cristiana (380 – 1520), Madrid, Istmo,
1983, (Colección fundamentos, 82), pp. 288 – 304.
3
nov. El papa Juan XXIII promulga la bula de indulgencias a favor de su
cruzada contra el rey Ladislao de Nápoles. Los grupos reformistas checos
encabezados por Hus protestan.
1412
1414
1415
1999 El papa Juan Pablo II pide perdón en nombre de la Iglesia Católica por la
muerte de Juan Hus y reconoce la equivocación de los jueces de
Constanza.
4
INTRODUCCIÓN
La aparición de las primeras universidades durante el siglo XII había hecho que la
actividad intelectual aumentara haciendo que en estos centros de sabiduría, hombres
laicos y religiosos, expresaran sus inquietudes intelectuales y discutieran sobre ellas
dando origen a nuevos pensamientos y teorías siendo consideradas unas como
auténticos avances para el hombre y otras como fruto del demonio el cual había
plantado la semilla en sus mentes haciéndoles discurrir pensamientos que atentaban
directamente contra las bases de la considerada perfecta estructura social e intelectual
establecida. En esta época van a ser dos los hombres que con sus nuevas ideas de
entender el cristianismo van a poner en jaque a la jerarquía católica. Estos dos hombres
fueron el inglés Juan Wiclef3 y el checo Juan Hus sobre el cual versa este trabajo.
La aparición de una mente erudita que sea capaz de plantear una idea
revolucionaria que ponga en cuestión lo anterior no es de manera fortuita. La capacidad
intelectual es algo que la naturaleza nos ha dado pero poner en marcha esa capacidad,
entrenarla y ponerla a trabajar en un sentido concreto va a depender de las
circunstancias históricas que la rodean por eso considero que es necesario que antes de
centrarme en la figura de Juan Hus es necesario esbozar el escenario en el que nuestro
protagonista nació y creció, el reino de Bohemia, pues de ese tiempo y lugar fue donde
bebió las influencias que hicieron de él un personaje digno de hacer historia.
2
El Cisma de Occidente o Cisma de Aviñón, es un período de la historia de la Iglesia católica en que
dos e incluso tres obispos se disputaron la autoridad pontificia y que duraría desde 1378 hasta 1417.
3
Traductor, teólogo y reformador inglés que fundó el movimiento que se conoce como Lolardos o
Wycliffismo y es considerado por muchos autores como el padre espiritual de los husitas y, en última
instancia, de los protestantes. También fue una de las primeras personas en realizar una traducción de
la Biblia a una lengua vernácula, en este caso el inglés, en 1382.
5
ANTECEDENTES
4
En 1198, el duque Pře sl Otaka I logró el título de Rey de Bohemia para sí mismo como aliado de
Federico II Hohenstaufen, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Se le concedió el título
hereditario en la Bula de Oro Siciliana (1212).
5
Mitre, E. y Granda, C. Las grandes herejías de la Europa cristiana (380 – 1520), Madrid, Istmo, 1983,
(Colección fundamentos, 82), pp. 279-280.
6
Ibíd., p. 280.
6
de reliquias de la época contribuyó a hacer de Praga un centro importante del culto a los
santos. Era un gobernante devoto y religioso, cuya piedad era muy tradicional.
Promulgó leyes severas contra la herejía y las beguinas, pero también intentó limitar la
mundanería7 y el excesivo materialismo tanto en su corte como en la Iglesia. En su
último año de vida alentó a los papas cismáticos a que se restituyese el papado a Roma8.
Pero tras esta aparente prosperidad Bohemia ocultaba graves problemas sociales
que se mantuvieron latentes hasta que la fortaleza política de Carlos IV desapareció con
su muerte. Como hemos dicho antes la relación con el Imperio atrajo a numerosos
inmigrantes alemanes los cuales se forjaron una posición socioeconómica prominente
además de hacerse con los cargos eclesiásticos más importantes y los cargos
académicos. Esta dominación alemana de la Iglesia y de la Universidad de Praga
provocó la antipatía de la población checa de sustrato eslavo que había ido adquiriendo
una conciencia nacional a medida que la cultura había florecido durante estos años de
prosperidad. La aparición de este “nacionalismo” checo se sumó a un creciente deseo de
reforma 9 . La Iglesia destacaba como la fuerza social más poderosa extendiendo su
dominio a todos los niveles desde la enseñanza a la política. Era, además, el mayor
poder feudal del país poseyendo un tercio de las tierras (superando incluso al Rey) que
gracias al celibato eclesiástico se transmitían íntegras, sin llevar a cabo repartos como
en las familias de la nobleza. En este punto se ha de hacer una diferenciación entre el
alto clero (de componente mayoritario alemán) que era el que disfrutaba de estos bienes
y de la influencia política y el bajo clero (de componente mayoritario checo) que
distaban mucho de gozar de esos privilegios. Por lo tanto este clero privilegiado era
despreciado por su inmoralidad y su falta de devoción religiosa. El propio Juan Hus
denunció esta circunstancia hablando sobre “los sacerdotes que dilapidan
vergonzosamente el dinero para las misas de difuntos en fornicación, y adornan a sus
concubinas, sacerdotisas o prostitutas más suntuosamente que los altares y las imágenes
de las iglesias, comprándoles faldas, capas y abrigos de pieles con los diezmos y las
ofrendas de los pobres”10.
7
Acción de atender con demasiado interés las cosas del mundo, sus placeres, fiestas, pompas frente
a tener una actitud más espiritual.
8
FRASSETTO, M., Los herejes: De Bogomilo y los cátaros a Wyclif y Hus, Madrid, Ariel, 2008 (2007), p.
223.
9
Ibíd., p. 222.
10
LEFF, G., Herejía en la Baja Edad Media: La relación de la heterodoxia a disentir. 1250 – 1450,
Nueva York, Barnes and Noble, 1967, Vol. I, p. 608.
7
Este poderío le fomenta la enemistad de todos los sectores sociales: en su propio
seno, los eclesiásticos del bajo clero formarán una oposición que les aproximará a las
capas más humildes; en la nobleza, estará mal vista la competencia del clero en las
funciones públicas y en la economía; en la burguesía, habrá resentimiento contra ellos
porque son los dueños de los grandes inmuebles urbanos por los que tienen que pagar y
por último en la masa popular no será bien vista por la gran cantidad de tributos a los
que la somete11.
11
MITRE, E. y GRANDA, C. Op. cit., p. 281.
12
Ibíd., p. 280.
8
BIOGRAFÍA
Juan Hus nace en el sur de Bohemia entre 1369 y 137313 en el seno de una familia
campesina radicada en la localidad de Husinec. De hecho, su nombre de pila será Juan
de Husinec y no lo cambiará hasta su época universitaria cuando recorte su apellido para
dejarlo en Hus haciendo así un divertido juego de palabras pues “hus” en checo
significa “ganso”14. Poco se sabe de su familia e infancia pero de lo que se conoce se
puede decir lo siguiente. Según parece tuvo hermanos, pues poco antes de fallecer pidió
en una carta a un amigo que se hiciera cargo de sus sobrinos. Su padre se llamaba
Miguel y su madre, al igual que muchas a lo largo de la historia y como ya hicieran lo
propio la de San Agustín o la del emperador Constantino, tuvo una influencia decisiva
en su vocación religiosa pues como el propio Hus reconoce: “Fue ella la que me enseñó
a rezar y a decir “Amén, que Dios lo conceda””15. Hus empezó el colegio en la cercana
localidad de Prachatice en 1385 y durante el camino de ida tanto él como su madre se
pararon siete veces en el camino para arrodillarse a rezar. Aparte de la huella que dejó
en él su madre para toda la vida no existen más datos para poder hablar sobre los
primeros años de vida de Hus.
13
Se desconoce la fecha exacta.
14
FRASSETTO, M., Op. Cit., p. 228.
15
Ibíd., p. 227.
9
tener buen humor (en sus escritos llega a bromear sobre sí mismo acerca de su gordura),
elocuencia e ingenio.
16
Ídem.
17
Ibíd. p. 228.
10
estudiantes. Sus dotes de profesor fueron reconocidas por sus colegas de la facultad y
sus anteriores maestros, quienes le ayudaron a progresar en su carrera18. Finalmente fue
ordenado sacerdote en 1400 logrando un año después ser nombrado decano de la
Facultad de Artes estando en ese cargo durante un año hasta que el catorce de marzo de
1402 se alzó con el título de rector de la Universidad de Praga y el de predicador en la
capilla de Belén sita en la catedral de la misma ciudad19.
18
Ibíd. p. 229.
19
MITRE, E. y GRANDA, C. Op. cit., p. 289.
20
SPINKA, M., John Hus: A Biography, Princeton, Princeton University Press, 1968, p. 40.
21
FLICHE, A. y MARTIN, V., Historia de la Iglesia: La crisis conciliar, vol. XVI, Valencia, EDICEP, 1976, p.
431.
11
cargo Hus llegó a pronunciar unos tres mil sermones los cuales atrajeron a la capilla a
multitudes entusiastas que deseaban oír todo lo que nuestro protagonista decía. Hus sólo
predicaba en checo, a diferencia de los anteriores rectores que lo hacían también en
alemán, haciendo de esta actitud una seña de identidad y muestra de su ideología
nacionalista. A través de estos sermones Hus daba voz a los intereses de todos los
reformadores checos que le habían precedido convirtiéndose poco a poco en un líder
religioso nacional.
La temática de los sermones cubría una multitud de áreas temáticas pero todas
relacionadas estrechamente con la idea de la reforma moral e institucional de la Iglesia.
Por ejemplo, en algunos exhortaba a sus oyentes a adoptar una vida de arrepentimiento
y santidad y a seguir a Cristo. También retó a los seglares, incluyendo nobles, clérigos y
hasta reyes, a que renunciases a la corrupción y a la inmoralidad para vivir una vida
virtuosa, sin avaricia, orgullo y pecado dónde la meta más alta era amar a Dios22.
22
SPINKA, M., John Hus at the Council of Constance, Nueva York, Columbia University Press, 1965,
pp. 31 -32.
23
FRASSETTO, M., Op. cit., p. 231.
12
económicas. Sobre la jerarquía eclesiástica criticó las demandas excesivas de poder y
autoridad del papado, planteando sus dudas acerca de la legitimidad del uso de las
indulgencias y excomuniones.
24
La a ió e a u a est u tu a o ga izativa ási a de las universidades medievales, constituida por
estudiantes del mismo país o la misma religión.
25
MITRE, E., Las herejías medievales de Oriente y Occidente, Madrid, ArcoLibros, S.L., 2000,
Cuadernos de Historia, num. 79, p. 71.
13
un principio los reformadores checos dieron su apoyo y apoyaron al nuevo Papa
conciliar esperando que este les apoyara en sus peticiones de reforma. A la vista de esta
maniobra política los maestros alemanes decidieron abandonar la Universidad de Praga.
El rey, además, obligó al arzobispo de Praga a jurar lealtad al nuevo Papa conciliar cosa
a la que se resistió, pues como buen soldado que había sido antes de acceder al cargo lo
consideraba como una traición, pero finalmente tuvo que ceder ante las presiones del
monarca. Esto fue considerado una humillación para él por lo que su ira cayó sobre el
movimiento reformista checo el cual apoyaba al papa de Aviñón. Como venganza
solicitó al nuevo Papa que promulgase una bula condenando las enseñanzas de Wyclef y
prohibiendo cualquier predicación fuera de la catedral y los monasterios. Ante este
ataque directo Hus no se amedrentó y siguió predicando mientras ganaba cada vez más
apoyo popular frente a la antipatía que despertaba el arzobispo entre las gente incluso
ante la monarquía. El arzobispo se enrocó en su postura y en 1410 tensó la cuerda
requisando y organizando una quema pública de libros de Wyclef. Hus protestó
argumentando que Wyclef no había sido condenado por hereje. El arzobispo respondió
excomulgando a Hus. La excomunión se hizo firme en 1411 tras la negativa de Hus a
responder a las preguntas que le hacían sobre su caso desde Roma. La inquina del
arzobispo se volvió a manifestar cuando volvió a excomulgar a Hus por una segunda
vez y declaró un interdicto26 sobre la ciudad de Praga. El rey declaró que no debía de ser
obedecido y las diferentes partes buscaron un acuerdo que consiguió llegar a buen
término. El arzobispo levantó el interdicto y la excomunión a cambio de que Hus
hiciese una confesión de fe declarándose adscrito a la doctrina ortodoxa, la cual fue
envidada al Papa 27 . Aún así el arzobispo decidió huir de la ciudad en dirección a
Hungría viendo las pocas simpatías con las que contaba en Bohemia aunque no pudo
completarlo pues falleció durante el viaje.
14
cruzada. La llamada de Juan a la cruzada y su oferta de indulgencias no fueron apoyadas
con entusiasmo por la totalidad de la Iglesia, y algunas facciones se opusieron. Sin
embargo, este no fue el caso de Wenceslado IV de Bohemia que apoyó firmemente a
Juan pues seguramente se le había garantizado una parte de las ganancias de la venta de
indulgencias 28 . El movimiento reformista checo se opuso en bloque al monarca y
criticaron con mucho ahínco esta venta de indulgencias. Desde clérigos hasta maestros
de la Universidad de Praga, tanto conservadores como reformadores, estaban en contra
incluso los reformadores más moderados, entre los que se encontraba Juan Hus se
opusieron. Fomentaron la protesta pública a pesar de la prohibición real lo que acabó
con la detención y la decapitación de tres reformadores los cuales fueron enterrados en
la capilla de Belén siendo estos considerados los primeros mártires de la reforma husita.
28
Ibíd., p. 237.
29
Ibíd., pp. 238 y 239.
30
MITRE, E. y GRANDA, C., Op. cit., p. 290.
15
Durante su estancia en Kozi Hradec tradujo íntegramente la Biblia al checo, lo
que contribuirá decisivamente a la difusión de las Escrituras y al arraigo de sus ideales.
Su predicación, también en checo, adquirirá tonos más revolucionarios y de mayor
alcance popular. Siguió en contacto con sus amigos de Praga entre los que se encontraba
Christian de Prachatice, rector de la universidad. Hus apeló al rey, buscando su perdón,
consiguiendo que este obligara al obispo a convocar un Concilio para tratar el asunto.
Celebrado en la localidad de Cesky Brod en enero de 1413 y con la asistencia de
miembros de la universidad, este concilio se puso como objetivo acabar con la herejía
en Bohemia. Algunos de los antiguos compañeros de Hus hablaron en su favor y
defendieron sus enseñanzas de Wyclef pero sus enemigos, mayoritariamente miembros
de la Facultad de Teología, se esforzaron en redactar un consilium31 en el cual obligaba
a Hus a admitir la autoridad legítima del Papa y de los cardenales, que todos los buenos
cristianos debían creer lo mismo que la Iglesia romana y que los cuarenta y cinco
artículos de Wyclef debían ser declarados heréticos. Hus, ante esta propuesta respondió
denunciando el texto y a los que lo habían redactado, especialmente a Stanislao de
Znojmo y Jan Pálec, afirmando que prefería morir a aceptar los términos del
documento. El fracaso del Concilio reveló la imposibilidad de llegar a un acuerdo
negociado, a pesar de que se intentó de nuevo más adelante32. Tras este revés Hus se
centró en la escritura de diversos tratados y cartas en las cuales atacaba los puntos de
vista de sus adversarios más acérrimos. Se dedicó a demoler con argumentos los de sus
enemigos así fue como en este periodo fue cuando escribió dos de sus tratados más
importantes: De ecclesia (“Sobre la Iglesia”) obra escrita en latín y O svatokupectiví
(“Sobre la Simonía”) en checo.
31
Es la redacción de una propuesta sobre las discrepancias teológicas tratadas en el concilio.
32
FRASSETTO, M., Op. cit., pp. 240-241.
16
elegidos. Los primeros están excluidos de la verdadera Iglesia, aunque no están
predestinados a la condenación sino que se alejan de Dios por voluntad propia. Tanto
los predestinados como los elegidos están unidos en una Iglesia militante, la Iglesia
terrenal, y no es posible distinguir a los unos de los otros. De esta forma Hus afirmaba
que los miembros del clero y los seglares de la Iglesia católica estaban en el grupo de
los predestinados pero no significaba que esa Iglesia debía de identificarse como la
verdadera Iglesia de Cristo. La influencia de Wyclef es clara en la obra pero Hus pese a
estar inspirado por el reformador inglés no era tan radical como él. Compartían puntos
de vista como era la crítica hacia la reivindicación sobre la primacía y autoridad del
Papa rechazando la demanda de plenitud de poderes sobre todos los cristianos. Pero por
otro lado disentían en aspectos como que Hus no negaba que el Papa y los cardenales
eran las figuras más estimadas y respetadas de la Iglesia. Negaba que el Papa fuese el
sucesor directo de Pedro, y sostenía que el papado era una institución humana y no
divina y que el Papa era falible y podía pecar. También recalca una vez más la
necesidad de una moralidad clerical declarando que sólo aquellos sacerdotes que
viviesen de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo eran dignos de su puesto.
Circunscribió el poder temporal a la nobleza y a los reyes. Negó la posibilidad de la
jerarquía eclesiástica para absolver los pecados, unir o desunir ni de excomulgar o
conceder indulgencias porque sólo Dios tenía la potestad para hacerlo. Defendía que la
eficacia de los sacramentos no estaba ligado sobre el que los administrara pues este es
eficaz en sí mismo por la gracia de Dios33.
33
Ibíd., pp. 242-244.
17
crítica era la aceptación de dinero por parte del clero para llevar a cabo sus funciones
sacramentales o cuando tenían que enterrar a los muertos. Aunque fue consecuente
hasta el final en su denuncia de la simonía se ganó la antipatía del Rey a causa de sus
ataques a los nombramientos reales34.
La última etapa de la vida de Juan Hus coincidió con la resolución del Gran
Cisma en el Concilio de Constanza. Hus en un primer lugar agradeció la oportunidad
que le brindaba el concilio con la esperanza de que sus puntos de vista y el movimiento
reformista checo obtuviesen el apoyo necesario para llevar a cabo sus propuestas.
Confiaba que en el concilio estarían de acuerdo con sus ideas, que creía podría expresar
libremente y confiaba también en el salvoconducto que el emperador Segismundo le
había otorgado como protección. Así, en esta circunstancia, se le unieron treinta
compañeros que le acompañaron en su viaje a Constanza partiendo de Bohemia el 11 de
octubre de 14143637. Poco después de su llegada, el 3 de noviembre, Juan XXIII levantó
el interdicto que pesaba sobre él concediéndole la libertad de ir y venir libremente y
participar en las numerosas discusiones que se llevarían a cabo sin embargo la situación
no tardó en torcerse para Hus. Sus enemigos se confabularon para atacarle y presionarle
acerca de sus afirmaciones presentando cargos contra él. El día 11 de noviembre el
concilio promulgó la primera denuncia de las enseñanzas de Wyclef y cuando
posteriormente se le dio la oportunidad de retractarse de los cuarenta y cinco artículos,
Hus los rechazó casi todos, pero adversarios suyos como Juan Pálec pusieron en duda su
credibilidad tachándolo de alguien que en el pasado había desobedecido al Papa y haber
aceptado la herejía.
34
Ibíd., p.245.
35
MITRE, E. y GRANDA, C., Op. Cit., p. 290.
36
Ibíd., p. 291.
37
FRASSETTO, M., Op. Cit., p. 246.
18
La situación de Hus fue entonces empeorando progresivamente haciendo que sus
partidarios, viendo en la difícil situación que se encontraba, pidieron al emperador
Segismundo que interviniera en el caso de una resolución desfavorable para Hus pues
“una decisión contra Hus sería un insulto a toda Bohemia”38. A pesar de todo Hus fue
arrestado y encarcelado el 28 de noviembre siendo atado a la pared en su celda. Se
formó una comisión para interrogarle, la cual estaba compuesta por viejos y nuevos
detractores, que incluían entre otros a los teólogos parisinos nominalistas Pierre D’Ailly
y Jean Gerson.
38
Ibíd., p. 247.
39
Idem.
40
La abjuración consistía en el reconocimiento por parte del acusado de los errores heréticos que
había cometido y el consiguiente arrepentimiento, lo que constituía el paso previo, y la condición
imprescindible, para su reconciliación, es decir, para su reintegración en el seno de la Iglesia católica.
19
La injusticia, el abuso y la iniquidad con la que se desarrolló el juicio quedó
plasmada en una de las últimas cartas que escribió Juan Hus, un día antes de su muerte,
dirigida a todo el mundo cristiano y la cual he decidido reproducir a continuación dando
así a nuestro protagonista, la oportunidad de hablar que le fue privada durante el juicio:
5 de julio de 1415
41
Berengario, muerto en el año 1088 en el Concilio de Roma de 1059, se retractó de su enseñanza
acerca de la transubstanciación pero cuando regresó a Tours, continuó enseñándola.
20
silencio, alguien comenzó a discutir ruidosamente sobre la creada esencia
común, pero fue callado por la multitud. Yo, sin embargo, levantándome, le
pedí que si argumentaba audazmente le contestaría gustosamente pero,
dándose por vencido y de malas maneras añadió: ¡Es una herejía! Qué
clamor entonces, qué de burlas e injurias se dirigieron hacia mí en la
asamblea, esto lo saben los caballeros Wenceslao de Dubá y Juan de Chlum
y su notario Pedro, los más firmes caballeros y amantes de la verdad de
Dios. De ahí que incluso yo, siendo abrumado por tal clamor, dije estas
palabras: Yo había supuesto que este concilio sería más reverendísimo,
piadoso y disciplinado. Entonces, todos guardaron silencio porque lo
ordenó el rey. El cardenal, sin embargo, presidiendo el concilio añadió:
¡Hablaste con más humildad en el castillo! Yo dije: porque entonces, nadie
me había gritado, mientras que ahora todos gritan contra mí. Y entonces
agrego: Mira, el concilio le pide a usted si está dispuesto a someterse a la
instrucción. Yo dije: Con mucho gusto estoy dispuesto a someterme a la
instrucción de acuerdo con mi declaración. Y él dijo: sí, eso constituye su
declaración, que los doctores han declarado que los artículos de sus libros
son erróneos. Debes revocarlos y abjurar de todos los que fueron depuestos
por los testigos. El rey dijo: Esto debes escribirlo lo más rápidamente
posible. Y el cardenal dijo: Se hará en la próxima audiencia. E
inmediatamente el concilio se levantó. ¡Dios sabe que grandes tentaciones
sufrí después!42
Finalmente el día 6 de junio de 1415 Juan Hus fue quemado en la hoguera. Pudo
confesarse en prisión y los espectadores se asombraron de su serenidad. Sus últimas
palabras fueron las siguientes: “Mi intención primera en mi predicación y en todos mis
actos ha sido arrancar el pecado de los hombres. Estoy presto a morir con alegría en la
verdad del Evangelio que he escrito, enseñado y predicado según la tradición de los
Santos Doctores”43.
Sus verdugos rompieron todos los huesos para que se convirtieran en cenizas así
los checos no tuvieran reliquias a las que venerar, arrojando estas al Rín, pero esto no
pudo impedir que sus ideas se extendieran y que toda Bohemia se declarara pronto su
discípula.
42
SPINKA, M., The letters of John Hus. Translated from Latin and the Czech, Manchester, Manchester
University Press, 1972, pp. 209-211.
43
FLICHE, A. y MARTIN, V., Op. Cit., p. 443.
21
PENSAMIENTO
La trágica muerte de Juan Hus pone fin a la historia de la herejía medieval ya que
este puede considerarse como el último de los grandes herejes de la Edad Media. Pero,
¿por qué hereje? ¿Qué parte de su pensamiento fue considerada herejía? Para entender
cómo y porqué las herejías fueron perseguidas y castigadas debe comprenderse la
postura de los grandes teólogos romanos. Desde el punto de vista de la ortodoxia 44
medieval la Iglesia cristiana era, y siempre había sido, una, única, heredera directa de
las enseñanzas de Cristo y sus apóstoles, tutora de la comunidad de fieles, mediadora
entre los creyentes y Dios. Cuando uno o varios cristianos defendían ideas diferentes a
las establecidas por las autoridades eclesiásticas se les acusaba de herejes, porque
estaban atentando contra los preceptos cristianos y de algún modo intentando dividir a
la comunidad. La palabra “herejía” designaba la elección por parte de un creyente de
una ruptura con la Iglesia: la negación de un dogma45, o la manifestación pertinaz de
una duda en materia de fe. De esta manera el hereje no era el que se mostraba errado
sino que sabiendo que se estaba alejando de la verdad establecida por la Iglesia persistía
en sus ideas y se negaba a retractarse. Por lo tanto, eran los propios herejes los que se
marginaban, los que atentaban contra la unión de la cristiandad, y por ello eran
ejecutados de manera ejemplar: ardiendo públicamente en la hoguera46.
44
Del g iego O thós-do á ue sig ifi a opinión recta”.
45
Verdad única constituida por un conjunto de verdades que forman un todo compacto e
irrefutable.
46
VALDALI“O, C., Co t a el o opolio de la fe. He ejías edievales Historia National Geographic,
núm. 15, (2005), pp. 70-75.
47
Fue una corriente espiritual de la Baja Edad Media, nacida en los Países Bajos, especialmente en
Renania, a finales del siglo XIV. Los términos con los que se autodefine el movimiento es que era preciso
superar las limitaciones de la escolástica y también las meras normas litúrgicas para acomodarse a las
nuevas corrientes teológicas. Hacía además un llamamiento para una renovación apostólica a través del
22
checa anterior a él. De entre las influencias concretas hay que mencionar a San
Bernardo48, a San Agustín, las Escrituras y, dentro de estas, el Nuevo Testamento. La
mayor de todas ellas fue la de Agustín de Hipona del cual Hus se considera a sí mismo
discípulo y lo cita con frecuencia en sus obras, especialmente en De Ecclesia. En él se
inspira para su teoría de la predestinación y la jerarquía aunque recientes estudios que
han analizado los textos agustinianos que Hus cita, llegan a la conclusión de que “hay
errores interpretativos pues deforma sus ideas y les da una perspectiva diferente. Por
tanto, aunque influenciado, no puede decirse que su eclesiología sea idéntica”49. Pero el
gran inspirador fue, sin duda, Juan Wyclef. Está aceptado, en líneas generales, el hecho
de la influencia de este pero también se destaca la independencia de criterio de Hus a la
hora de reorganizar, seleccionar, cambiar u omitir los textos. A continuación se van a
exponer de manera esquemática aquellos puntos del pensamiento de Hus que hicieron
que fuera declarado hereje.
CONCEPTO DE IGLESIA.
redescubrimiento de las genuinas prácticas piadosas como la humildad, obediencia y un estilo de vida
sencillo.
48
Bernardo de Claraval (1090 – 1153)
49
MITRE, E. y GRANDA, C., Op. cit., p. 293.
50
Ibíd., pp. 295-297.
51
FLICHE, A. y MARTIN, V., Op. Cit., p. 437.
23
ACTITUD HACIA EL PAPA.
LA EUCARISTÍA.
Este es uno de los puntos que más polémica causaron y sobre el que más se mintió
a la hora de acusar a Hus de herejía. Sus adversarios, viendo como Wyclef rechazaba la
idea de la presencia real de Cristo en el pan y el vino, atribuyeron a Hus este mismo
pensamiento lo que es radicalmente falso pues Hus defiende la transubstanciación, esto
es, la conversión del pan y el vino durante la eucaristía en la verdadera carne y sangre
de Jesús. Nunca niega la presencia divina en las dos especies por lo que las acusaciones
son auténticas calumnias.
Otra cuestión por la que Hus fue también calumniado fue su afirmación por la
cual los sacerdotes indignos ponían consagrar y administrar la comunión. Hus defiendo
que el milagro de la conversión del pan y el vino no lo hace el sacerdote sino Dios por
lo tanto da lo mismo la virtud del ministro. En Constanza, se acusó a Hus de todo lo
contrario, de afirmar que los sacerdotes indignos no debían dar la comunión afirmación
contraria a la ortodoxia que si lo permitía.
52
Idem.
53
MITRE, E., y GRANDA, C., Op. cit., p. 297.
54
Ibíd., p. 298.
24
Por último, está la defensa de Hus de la comunión en las dos especies (pan y vino)
y que tuvo gran repercusión en el movimiento utraquista que se desarrollará
posteriormente a su muerte. Hus lo justifica primeramente en que fue un mandato
directo de Jesús pues en la última cena se consume tanto la sangre como el cuerpo:
“para conmemorar su pasión auténticamente, hay que comer su carne y beber su
sangre”55. Además expone fundamentos tradicionales para realizarlo pues en la Iglesia
primitiva se hacía así y para probarlo cita a diferentes padres de la Iglesia.
Más que un teólogo Hus fue un reformador y un predicador por lo que su mensaje
se centró más en resaltar las incorrecciones y los vicios de la Iglesia de su época. En
primer lugar considera como un grave problema la venta de las indulgencias. Sus
críticas fueron feroces cuando se vendieron para financiar la cruzada contra el rey de
Nápoles. Hus defiende que el papa no podía dar indulgencias redimiéndoles de sus actos
impuros así como tampoco podía condenar a los pecadores. Defendía la penitencia
como única manera de conseguir el perdón pues la indulgencia estaba presumiendo que
el papa sabía que Cristo estaba dispuesto a perdonar a esa persona, una idea blasfema a
los ojos de Hus. En Constanza, sin embargo, Hus aclara que lo que rechaza son las
indulgencias establecidas por dinero o las que derivan de la cruzada contra otros
cristianos reconociendo que los sacerdotes pueden perdonar los pecados en confesión si
la persona demuestra un sincero arrepentimiento56.
Otros problemas que ocupan el ideario de Hus son los vicios del clero entre los
que se encontraba la simonía, la lujuria, la soberbia, la belicosidad de los ministros, etc.
siendo por último la cuestión de la obediencia. Hus considera que las cuestiones morales
están por encima de las institucionales por lo que considera un error creer que los
súbditos deben obedecer a sus superiores en todo más si estos son indignos. Sin
embargo, dice que el deber del cristiano es creer en la virtud de sus superiores, pues
existe un poder legítimo al que se debe sumisión. Por tanto, no habría nada herético en
sus palabras , quizás sería criticable la vehemencia con la que realizaba sus discursos57 .
55
Ibíd. p. 300.
56
Ibíd. p. 301 -302.
57
Idem.
25
CONTENIDO SOCIAL.
58
Ibíd. p. 303 – 304.
26
violenta revuelta en Praga, lo que, combinado con la temprana muerte del Emperador,
dio inicio a la revolución husita, que se prolongaría hasta 148559.
En un primer momento entre los husitas había partidarios de que la reforma se
hiciera sin violencia, principalmente entre los universitarios y la nobleza, mientras que
había otro grupo dirigido por predicadores y laicos que consideraban la lucha como un
deber entre los que se encontraba Juan Zeliv. Desde 1419 hasta 1421 la revolución
atravesó su momento más violento debido a la reacción de la Iglesia católica romana la
cual publicó en marzo de 1420 la bula Omnium Plasmatoris Domini, por la que incitaba
a la cristiandad a la cruzada contra los husitas mientras que el rey Segismundo de
Hungría llevó a cabo políticas de represión. Ante esta situación el ala moderada que
estaba integrada por la pequeña nobleza y la burguesía se inclinaron hacia una postura
de negociación con los católicos, son los llamados “pragueses”, “calicistas” o
“calixtinos”. En el ala radical, formada principalmente por las clases más desposeídas,
la postura fue la de la lucha sin contemplaciones. Este grupo fue conocido por el
nombre de “Taborita” por tener su epicentro en la ciudad de Tabor 60 . Los taboritas
estaban dirigidos por Juan Zizka de Trocnov apodado “el Ciego”, un pequeño noble
arruinado que aportó al movimiento una rica experiencia militar y que organizó las
primeras tropas husitas. Según las crónicas de la época era “un jefe de una
excepcionalidad audacia, a quien la gente de los pueblos seguía fielmente, no pidiendo
más que oír su voz61”. Pese a las divergencias la primera cruzada contra ellos de 1420
les hizo olvidar sus desacuerdos haciendo que se unieran frente al enemigo común. Las
luchas fueron feroces con grandes victorias por parte del bando husita. En este ambiente
tanto pragueses como taboritas trataron de fijar los objetivos comunes que habían de
conseguir con lo que nacieron los llamados Cuatro Artículos de Praga. Estos son los
siguientes:
59
CORNEJ, P., El a te ilita de los husitas , Desperta Ferro, nº 9, (2012), pp. 48-53.
60
MITRE, E., Op. cit., p. 74.
61
MITRE, E. y GRANDA, C., Op. cit., p. 308.
27
2. El utraquismo. – “Que el sacramento de la divinísima Eucaristía sub
utraque specie, a saber el del pan y el vino, debe ser administrado
libremente a todos los fieles de Cristo bien dispuestos en ausencia de todo
pecado mortal, según la sentencia y la institución del Salvador: Bebed
todos.” (la comunión bajo las dos especies)
3. Clero y “dominium”. – “Que la dominación secular sobre los bienes
temporales, que el clero tiene contra el precepto de Cristo y en perjuicio de
su misión, le sea retirada y que el clero vuelva a la regla evangélica y a la
vida apostólica que Cristo vivió con sus apóstoles.” (la vuelta a la
primitiva pobreza de la Iglesia)
4. Reforma moral. – “Que todos los pecados mortales especialmente los
públicos, en cualquier estado de la sociedad, sean prohibidos y suprimidos
de acuerdo con las reglas religiosas y las de la razón por aquellos que
tienen la responsabilidad de aquello. Quienes hacen tales cosas son dignos
de muerte, y no solamente quienes las hacen, sino también quienes
consienten que se hagan; estos pecados son, cuando se trata del pueblo,
fornicación, orgías, robos, crímenes, mentiras, perjuros, prácticas
superfluas, engañosas y supersticiosas, codicia avara, usura, etc.; y, en
cuanto al clero, simonía, exacciones con motivo del bautismo, etc.” (el
castigo de los pecados públicos por el poder civil)62
En los años siguientes, hasta 1434, las distintas operaciones militares contra los
husitas fracasaron ante la resistencia de Juan Zizka y luego por Procopio el Grande.
Incluso la iniciativa militar pasó en determinados momentos a los husitas que llevaron a
cabo incursiones con magníficos resultados en Silesia, Sajonia y Turingia. En el
Concilio de Basilea de 1434 se favoreció las ideas de los utraquistas, a la vista de las
diferencias que estos tenían con los taboritas por lo que posibilitó por primera vez una
victoria de los cruzados en la batalla de Lipany frente a los radicales taboritas. Sin
embargo, esta victoria no hizo que las cosas volvieran a antes de 1415 por lo que el
emperador Segismundo hubo de aceptar en 1437 los conocidos como Compactata que
eran los siguientes: La predicación libre, pero sólo para clérigos ordenados, El uso del
cáliz admitiendo la presencia íntegra de Cristo en cuerpo y sangre en la hostia y el vino,
62
FLICHE, A. y MARTIN, V., Op. Cit., pp. 445-446.
28
los bienes secularizados no volverán a sus antiguos dueños pero hay que proporcionar
recursos a los clérigos para su mantenimiento y la corrección de los pecados públicos
debe hacerse por el poder jurisdiccional correspondiente.
Por lo tanto la derrota en Lipany supuso el final de los taboritas como sociedad
organizada. Los utraquistas siguieron existiendo en Bohemia como Iglesia
independiente. Se trató de una Iglesia intransigente pues trató de imponer sus principios
como los únicos posibles viéndose alejada cada vez más de las corrientes humanísticas
que se fueron desarrollando en Europa en esos años. Se rigieron firmemente por los
Compactata hasta que la Reforma los radicalizó convirtiéndose en luteranos en el
momento en que el uso del cáliz fue extendido a todo el Imperio63.
CONCLUSIÓN
La vida y obra de Juan Hus se puede calificar como una excepcional aportación a
la historia ya que con sus actos se removieron las bases de la Iglesia y de la conciencia
de muchas personas haciendo posible que hechos históricos como la Reforma tuvieran
sus raíces en sus actos. Juan Hus fue un hombre de una capacidad intelectual enorme
unido a un carácter personal que le hacían ser querido por sus amigos y muy odiado por
sus enemigos. Sus ideas sobre el cristianismo parecen a priori radicales y cercanas a la
herejía pero si se entra en profundidad a valorarlas uno se da cuenta de que Hus no es un
hereje, sino al contrario, era un hombre comprometido con sus creencias cuya intención
principal era mejorar la institución y a aquellos que la componían para estar más cerca
del mensaje primitivo de Cristo. En una época convulsa, dónde la institución de la
Iglesia estaba sumida en luchas de poder, Hus intentó aportar su grano de arena pero
esto fue recibido por los jerarcas católicos como una seria amenaza a su estatus de
privilegio del que disfrutaban. Hus no se diferencia de otros reformistas de la Iglesia en
el mensaje espiritual sino que se mantiene firme en la gran mayoría de los dogmas. El
error de Hus fue, a mi modo de ver, cuestionar la institución lo que provocó una
furibunda reacción de los miembros de esta que decidieron atajar de raíz cualquier
posible problema condenando a Hus como hereje, pese a ser la mayoría de sus
acusaciones falsas, con el objetivo de silenciar sus denuncias. No lo consiguieron, y el
mensaje de Hus dejó una huella imborrable para siempre en la historia de Bohemia.
63
MITRE, E. y GRANDA, C., Op. cit., pp. 324-325.
29
BIBLIOGRAFÍA
Utilizada
Monografías:
CORNEJ, P., “El arte militar de los husitas”, Desperta Ferro, nº 9, (2012),
pp. 48-53.
VALDALISO, C., “Contra el monopolio de la fe. Herejías medievales”
Historia National Geographic, núm. 15, (2005), pp. 70-75.
30
FUDGE, T. A., The memory and motivation of Jan Hus, medieval priest
and martyr, Turnhout, Brepols, 2013.
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Media,Tomo II, Madrid, Ediciones cristiandad, 1977.
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Biblioteca Herder, (sección de Historia), vol. 41, 1984 (1975).
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Ciencia Nueva, 1967.
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Madrid, Siglo Veintiuno, 1975.
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Medieval, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2007.
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2008.
31