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→ Relevancia del Hipocampo.

Estudios que hizo Brenda Milner dejan claro que la memoria humana no es una
entidad única, que esté hecha de una pieza, sino que está formada por
componentes independientes y que se encuentran ligados a sistemas cerebrales
distintos. Por este motivo, algunos tipos de memoria pueden aparecer afectados
tras lesiones cerebrales mientras que otros quedan a salvó.

Algunas investigaciones mencionan que el hipocampo es un componente clave


para poder registrar la información de entrada, crear y consolidar nuevos
recuerdos para el futuro.

Cabe mencionar que el hipocampo se encuentra ubicado en la cara interna de los


lóbulos temporales, a la altura de las orejas, y hay uno en cada lado del cerebro.
Este recibió su nombre por su forma curva que nos hace recordar a un caballo de
mar. En palabras de Tim Bliss, destacado neurofisiólogo de la University College
London:

“ la memoria que usamos en nuestro día a día, la que nos dice que hemos
hecho hoy, lo que comimos ayer, se almacena, al menos durante algún
tiempo en el Hipocampo ”.

En estrecha conexión con las funciones de memoria a largo plazo, el hipocampo


es determinante para la orientación o navegación espacial en humanos y
animales. Debemos tomar en cuenta que algunas de estas operaciones nos
exigen retener información sobre el entorno. Cuando se mide la estructura
neuroanatómica equivalente al hipocampo en las aves, se descubre que las
urracas poseen una estructura mucho mayor que los pájaros ordinarios.
→ El cerebro emocional.

En los últimos 30 años hemos asistido a una verdadera explosión de estudios


experimentales en la neurociencia afectiva orientados a conocer los sistemas
cerebrales que subyacen a las emociones. Está historia se remonta a Charles
Darwin cuando publica en 1872 La expresión de las emociones en los
animales y en el hombre, después de tres décadas de observaciones. El biólogo
reduce la variedad de emociones a unas pocas básicas y encuentra parecidos
asombrosos entre humanos y otros animales en la expresión de estas emociones
básicas, como lo era la ira o el miedo.

Defiende que la entrada sensorial procedente de los sentidos llega a la estación


de relevo del tálamo y desde allí la información se bifurca en dos circuitos.

El primero es el de el pensamiento que continúa con su camino hacia las áreas


sensoriales de la corteza cerebral y otras estructuras posteriores para que la
información sea procesada cognitivamente y podamos percibir y ser consientes de
los objetos que nos rodean.

El segundo es el de la emoción y este se dirige desde el tálamo a estructuras


centrales responsables del procesamiento emocional.
→ Técnicas avanzadas de exploración del cerebro.

Antes el modo en como se estudiaba las funciones de las diversas partes del
cerebro humano consistía en observar los efectos causados por una lesión
accidental y después está se delimitaba varias veces mediante una autopsia post
mórtem.

Los estudios basados en lesiones son muy valiosos, pero tienen importantes
limitaciones , las posibles causas del daño cerebral sean traumáticas, vasculares,
tumorales, infecciosas o degenerativas, son por su propia naturaleza de carácter o
incontrolado y accidental. Estás con frecuencia afectan a múltiples estructuras
adyacentes o superpuestas, siendo cada lesión un caso en si misma.

Sus efectos suelen atribuirse a la zona local dañada, pero las lesiones también
destruyen sustancias blancas o vías de conexión y la sintomatología puede
resultar de la desconexión de áreas cerebrales distantes y remotas al sitio dañado.
En la actualidad los neurocientíficos disponen de medios para estudiar las
estructuras cerebrales también en individuos neurológicamente intactos.

→ Potenciales evocados.
Está técnica utiliza electrodos colocados sobre el cuero cabelludo para detectar la
actividad bioeléctrica del cerebro. En realidad la respuesta registrada es la EEG o
señal electroencefalográfica la misma de los electroencefalograma clásicos, pero
tratada informaticamente para extraer de ella el potencial eléctrico relacionado con
la presentación de un estímulo.

La señal EEG que no son visibles por qué quedan subsumidos neuronales que
tienen lugar simultáneamente en todo el cerebro. La presentación de un estímulo,
sea visual o auditivo opera cambios débiles en la actividad EEG que nos son
visibles porque quedan subsumidos dentro del incesante movimiento oscilatorio.

Cada electrodo registra un potencial distinto y se utilizan varios de ellos a la vez,


colocados en zonas específicas de la cabeza: 64 o 128 electrodos son números
habituales, aunque recientemente se emplean 256. El cráneo al interponerse entre
el cerebro y los electrodos hace de elemento difusor de la actividad eléctrica, por
lo que la imagen global de los ERP de toda la cabeza resulta muy difuminada, con
poca resolución espacial y sin detalles topográficos. Por lo contrario la resolución
temporal es excelente y se puede seguir al milisegundo la forma de la onda desde
la aparición del estímulo.

→ Magnetoencefalograma.

También conocido como el estudios de los campos magnéticos que son generados
por la actividad eléctrica cerebral, y registrados a través de unos dispositivos
extraordinariamente sensibles. Estos microcampos magnéticos cerebrales son tan
débiles que su captura debe realizarse en cámaras especiales aisladas del campo
magnético terrestre. Un único campo es tan débil que es indetectable por si
mismo, pero si lo es el que emerge de varios miles de neuronas activas a la vez
con fibras paralelas. Ciertas estructuras cuentan con campos magnéticos en la
misma dirección, que se refuerzan como es el caso de la capa de células
piramidales de la corteza cerebral.

→ Técnica PET.

También conocida como tomografía por emisión de positrones e introducida en los


años 1980, aprovecha el flujo sanguíneo para ofrecer una imagen de la actividad
cerebral en un momento determinado. Antes se inyecta un marcador radiactivo
que se mezcla con la glucosa contenida en la sangre. El marcador emite
positrones de vida muy corta que pueden ser detectados y la mayor o menor
densidad de radiación muestra las zonas cerebrales más activas, es decir, las que
consumen más glucosa durante el transcurso de un proceso mental.
→Imágenes por resonancia magnética funcional.

Es una técnica de resonancia magnética convencional que todos conocemos y es


empleada en la obtención de imágenes detalladas de la anatomía interna de las
distintas partes del cuerpo, la resonancia funcional exige la comparación de dos
imágenes del cerebro, una obtenida de una situación de reposo y otra mientras se
hace la función mental que se quiere estudiar. Se fundamenta en las propiedades
magnéticas del átomo del hidrógeno, este se encuentra en el agua, la sustancia
más abundante del cuerpo, mediante un fuerte campo magnético externo se obliga
artificialmente a que los campos magnéticos de los átomos de hidrógeno se
alineen en la misma dirección.

→ Hacia el futuro.

Tratándose del cerebro, es difícil aventurar el futuro de forma realista más allá de
cinco o diez años. Avances más recientes apuntan a la combinación de técnicas
existentes aplicándolas de forma simultanea en un mismo experimento. El registro
sincrónico de potenciales evocados e imágenes por resonancia magnética
funcional sobre el mismo participante Aúna la excelente resolución temporal de los
primeros son la espacial de las segundas.

La estimulación magnética transcraneal permite la activación o desactivación


temporal y no invasiva de zonas específicas del cerebro, son esperables a corto
plazo avances significativos en muchos campos, sea la reparación de las lesiones
medulares, sea en la comunicación del cerebro con dispositivos mecánicos de
control motor como las manos, brazos o piernas artificiales y así una larga lista de

posibilidades que se atisban para los próximos años.

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