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03/11/2022

Resistencia y desobediencia a la autoridad y sus agentes

• Desobediencia a la autoridad o agente de la misma o personal de seguridad privada en cooperación con


las fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La desobediencia consiste en no hacer lo que se ordena, incumplir una
orden o un mandato.

La desobediencia ha de ser concluyente y clara, que ponga de manifiesto la rebeldía al cumplimiento de


la orden o mandato.

Debe ser una desobediencia grave. De no ser grave sino leve estaríamos ante un delito leve del art.
556.2º CP. La gravedad de la desobediencia la determinan varios parámetros como son la persistencia del
incumplimiento ante la reiteración del mandato, la categoría de la autoridad o agente del que emana, la
importancia o trascendencia que tiene el mandato y su incumplimiento, la intensidad de los actos
obstativos al cumplimiento y el mayor o menor desmerecimiento que en el caso concreto haya tenido para
la autoridad o sus agentes la desobediencia.

En cualquier caso para que sea considerado grave debe haber evidencia de la actitud de rebeldía, así
como la negativa persistente a cumplir el mandato. Son ejemplos de desobediencia grave retirar sin
autorización un coche inmovilizado por los agentes (SAP Málaga 18/10/05), o huir desoyendo las órdenes
de detención (SAP Madrid 30/01/08).

Si la desobediencia se produce mediante actos positivos de acometimiento, violencia o intimidación


amenazante, no estaríamos ante este tipo penal sino que los hechos se encuadrarían en el delito de
atentado a la autoridad.

El presupuesto necesario de la conducta típica, tanto de la resistencia como de la desobediencia es que haya una
orden o mandato que tiene que tener los siguientes requisitos:

Puede ser de hacer o de no hacer. Debe tener un contenido concreto, no ser una orden abstracta o indeterminada.

Tiene que ser legítima, es decir, emanar de quien está en el ejercicio de sus funciones, tiene competencia para dictar
esa orden o mandato y esta está revestida de las formalidades legales. No gozará de estos requisitos el mandato u
orden que constituya una infracción manifiesta, clara y terminante de un precepto de la Constitución o de la Ley. Pero
en momento alguno puede el ciudadano o particular proceder a hacer un examen de legalidad de la orden o mandato,
basta con que la autoridad o el agente tenga una competencia abstracta y las formalidades legales, existiendo una
cierta presunción de legalidad de la orden o mandato que expide.

Debe darse a conocer de forma expresa, clara y terminante, y requerirse al sujeto activo d e l d e l i t o a s u
cumplimiento de forma personal y directa. No se incurrirá en una infracción penal por desobediencia si no se conoce
la orden que ha de cumplirse. No es preciso sin embargo que al dictar la orden se le advierta al sujeto que de no
cumplirla podrá incurrir en un delito de desobediencia.

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