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Tema 3: El Islam

1. Mahoma y el Islam

La media luna y la estrella son el


símbolo del Islam
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de DzWiki bajo Dominio Público

Para comprender mejor la aparición del Islam es necesario conocer tanto el marco geográfico como las
costumbres de los habitantes de la zona en la que se produjo el nacimiento de la religión islámica. Mahoma y
el Islam nacieron en la Península Arábiga, un amplio territorio aislado por mares y desiertos, con un clima
muy seco y sin apenas vegetación, salvo en el sur, donde sí existían zonas aptas para el cultivo. De este modo,
dos formas de vida convivían en la Arabia preislámica. En el norte y el centro de la península, las tribus solían
ser beduinas nómadas de creencias animistas que se dedicaban al comercio, el pastoreo y el pillaje. Mientras,
el sur estaba ocupado por hombres sedentarios, agricultores y de religión politeísta.
Tanto unos como otros tenían una estructura social similar de base familiar y articulada a través de
las tribus (qabila) y los clanes de tribus, y que funcionaban a partir del principio de la asabiya, un concepto
de solidaridad dentro de la tribu tan fuerte que para ellos era inconcebible la vida fuera de la comunidad.
En el centro y en el norte de Arabia existían algunas ciudades enclavadas en oasis como las de Yatrib o La
Meca, nacidas por la necesidad de una mínima organización administrativa y comercial. La Meca pronto se
convirtió en el principal centro religioso y mercantil de Arabia, ya que estaba situada en un punto donde
confluían varias rutas caravaneras, y además contaba con la Kaaba y la Piedra Negra, un santuario sagrado
que era destino de peregrinación para los beduinos. No se conoce demasiado de las prácticas religiosas de
estas comunidades, pero se cree que veneraban a una serie de demonios, espíritus, y genios protectores que
residirían en los distintos elementos de la naturaleza. Muy especial era la adoración que sentían por las piedras.
El gobierno de la ciudad lo detentaba un consejo general de clanes, pero, realmente, un grupo reducido de
mercaderes de la tribu quraysí (a la que pertenecía Mahoma) era el que detentaba el poder y los cargos más
importantes de la ciudad, lo que irá provocando una serie de tensiones sociales en la ciudad desde el siglo V.
Ciudades y tribus más importantes de la Arabia preislámica
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1.1. Mahoma

Ilustración del siglo XV en la que aparece Mahoma predicando el Corán en


La Meca
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Público

Gracias básicamente a la existencia de fuentes históricas conocemos bastante bien como se produjo el
nacimiento de la religión musulmana. Estas son:
 Corán. Libro sagrado de los musulmanes. Contiene la revelación de Alá a Mahoma. Tiene poco valor
histórico pero sirve para conocer el pensamiento de Mahoma.

 Sira. Biografía oficial de Mahoma. Data del siglo VII, aunque en el IX se eliminó una parte por ser
considerada escandalosa.

 Hadiz. Dichos y hechos pronunciados por Mahoma que fueron difundidos por sus discípulos. Son miles,
aunque muchos se consideran falsos.

Al tratar la figura de Mahoma hay que tener en cuenta que las fuentes históricas pueden alterar la realidad.
Las islámicas, como profeta principal, hablan de él con un halo divino y milagroso, mientras que las cristianas
lo descalifican continuamente como el gran hereje. No obstante, a diferencia de la mayoría de fundadores de
otras religiones, su figura está muy documentada históricamente. Conocemos muy poco de sus primeros 40
años de vida, ni siquiera su nombre real (Mahoma es solo un título honorífico que significa "muy alabado"),
aunque se cree que en su juventud la gente lo llamaba Amin (digno de crédito). Se cree que nació en el 570 y
se crió en La Meca en el seno de los Banu Hasim, un clan menor de la tribu quraysí dedicado al reparto de
agua y a alguna actividad comercial.
De Mahoma se sabe muy poco de sus primeros 40 años de vida, ni siquiera conocemos con seguridad su
nombre real (Mahoma es solo un título honorífico que significa "muy alabado"), aunque se cree que en su
juventud la gente lo llamaba Amin (digno de crédito). También se piensa que nació en el 570 y se sabe que
pertenecía a los Banu Hasim, un clan de la tribu quraysí de poca prosperidad en La Meca, ya que se encargaba
del reparto del agua y alguna función comercial. Mahoma fue hijo póstumo, por lo que fue criado por su
tío Abu Talib junto con su primo Alí y en su juventud se dedicó al comercio, a través del cual puede que
mantuviera contacto con los cristianos. Su capacidad y honradez le convirtieron en el hombre de confianza
de Jadiya, una rica viuda con la que acabaría casándose, lo que acabó reportándole una sólida estabilidad
económica.

La revelación
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de Mladifilozof bajo Dominio Público

En el 610, Mahoma a los 40 años recibe la Primera Revelación por parte del Arcángel Gabriel. En principio
creyó que era víctima del diablo pero, poco a poco, terminó por convencerse de que era un profeta y que debía
revelar a los hombres lo que Dios le dictaba, por lo que en el 613 inició la Predicación. En un principio su
misión profética se limitó a parientes y amigos. Sin embargo, poco a poco, sus ideas, que proclamaban una
doctrina monoteísta y atacaban ciertas actitudes morales, fueron difundiéndose hacia otros miembros de la
tribu quraysí, cuyas altas esferas las veían como amenaza para su poder. Los quraysíes no estarían dispuestos
a permitir que un miembro de un clan menor de su tribu terminase con todo un sistema de creencias que
otorgaba a la Meca una posición de preeminencia dentro la Península Arábiga, por lo que en el año 615 se
inició una dura persecución contra los seguidores de la nueva religión.
Sin embargo, su doctrina fue rechazada desde las altas esferas de la Meca, que la veían como una amenaza a
su poder. Los quraysíes no estaban dispuestos a permitir que un miembro de un clan menor de su tribu acabase
de un plumazo con todo un sistema de creencias que otorgaba a la Meca una posición de preeminencia dentro
la Península Arábiga, por lo que en el 615 se inició una dura persecución contra los seguidores de la nueva
religión.
En el 619, año de la tristeza para los musulmanes, murieron Jadiya y Abu Talib y Mahoma perdió la protección
de su clan, con lo que la situación en la Meca se hizo insostenible. Esta situación dio lugar a que el profeta
decidiera marchar a Yatrib, un oasis a 400 kilómetros de la Meca que le había requerido para arbitrar en las
disputas internas por el gobierno de la ciudad. Así, tras asegurarse de que su religión sería aceptada, emprendió
en el año 622 la huída o hégira a Yatrib, llamada desde entonces Medina (Madinat al-Nabi o Ciudad del
Profeta), suceso que marca el inicio del calendario musulmán. Aquí estableció una comunidad de carácter
teocrático y dictó una constitución que apostaba por una nueva confederación tribal basada en el concepto
de umma (comunidad islámica) y que consideraba a Medina como lugar santo, inviolable y núcleo de la
nación árabe.

Breve vídeo en el que se nos habla de la vida de Mahoma en Medina


YouTube, publicado por Artehistoria. Licencia de YouTube estándar.

Pero los inicios en Medina no fueron fáciles, ya que la escasez de comida y viviendas era alarmante, por lo
que Mahoma decidió que habría que dedicarse a asaltar las caravanas de la Meca y alrededores para solucionar
las carestías, convirtiéndose en un guerrero e introduciendo el concepto de la Guerra Santa (jihad). Las
victorias fueron extendiendo la idea de que Alá estaba con Mahoma, aumentando su prestigio y sus seguidores,
hasta que en el 625 Mahoma es derrotado en el Monte Uhud por los quraysies y el profeta comprende que
para vencer a La Meca debería aislarla, con lo que empieza a granjearse el afecto de las tribus caravaneras de
los alrededores. Ya en el 629, el Profeta decide probar sus fuerzas peregrinando a La Meca. A pesar de no
permitírsele su entrada en la ciudad, Mahoma consigue la promesa de que al año siguiente sí podría llevar a
cabo la peregrinación, lo cual suponía un gran logro para el profeta. Mahoma empezaba a estar bien visto por
algunas tribus de la ciudad y su doctrina empezaba a ser aceptada, y esto ayudó bastante para que al año
siguiente Mahoma se plantara en La Meca con 30.000 hombres y esta se le rindiera a cambio simplemente de
respetar la vida y los bienes de sus habitantes.
Mezquita de Masjid al-Nabawi en Medina,
Ilustración con la muerte de Mahoma donde se encuentra la tumba de Mahoma
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de lgiveup bajo Dominio Público Imagen en Wikimedia Commons
de Americophile bajo CC

Mahoma siguió viviendo en Medina. Los últimos años de su vida los dedicó a difundir el Islam por toda
Arabia. En el 632 peregrinó por última vez a La Meca al sentirse enfermo (peregrinación del adiós) y allí
estableció el ritual de la peregrinación (hayy). Poco después, ya de vuelta en Medina, Mahoma morirá a los
63 años sin haber resuelto nada acerca de su sucesión.

Extensión del Islamismo en la Península de Arabia a la muerte de Mahoma


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Importante
La vida de Mahoma es conocida gracias al Corán, la Sira y los Hadiz.
El profeta empezó a recibir la Revelación del Arcángel Gabriel en el 610 pero cuando intentó predicar su
doctrina fue perseguido por los clanes dominantes de La Meca, por lo que se vio obligado a huir(hégira) a
Yatrib (Medina, Ciudad del Profeta). Este año, el 622, marca el inicio de la era islámica.
Desde Medina, los musulmanes fueron extendiendo su poder por toda la zona hasta hacerse con el control de
La Meca en el 630. Una vez logrado esto, Mahoma dedicó sus últimos años a difundir el Islam por toda Arabia.

1.2. La religión islámica

La palabra Islam se suele traducir como "sumisión total a Dios", sumisión en el sentido en que un hombre se
encomienda a Dios con la total seguridad de que así se salvaguarda. El Islam supone, por tanto, todo un modo
de vida, ya que le proporciona al musulmán un conjunto de normas, pautas y comportamientos que debe
forzosamente cumplir, además de una serie de disposiciones políticas y sociales sobre las que edificar las
bases del estado musulmán.

Imagen del Corán


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de NGerda bajo Dominio Público

Mahoma insistía en que él no predicaba una nueva creencia, sino que solo restablecía la pureza inicial de la
religión que Dios le dio a Abraham, la cual había sido alterada por los judíos y los cristianos. El contenido de
la doctrina islámica es bastante claro: "No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta". Toda revelación
está en el Corán (el último de los libros revelados), que significa a la vez "lectura" y "palabra de Dios
encarnada". El Corán solo debe leerse en lengua árabe, es un libro semicantable y consta de 6.200 versículos,
donde se establecen todos los aspectos de la vida de un musulmán. Además se utiliza para estudiar lengua,
ciencia, teología y jurisprudencia.

En este vídeo se explican brevemente las cinco obligaciones principales


del musulmán.
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Como toda religión, el Islam se sustenta en una serie de obligaciones a las que todos los musulmanes están
sujetos. Estas son:
Los pilares del Islam se sostienen en las obligaciones a los que están sujetos los musulmanes. Estas son:

o Profesión de Fe (xahada). No basta solo con creer, sino que hay declarar la fe públicamente ante
dos testigos.

o Plegaria. Puede ser de dos tipos: espontánea, a raíz de una situación particular (dija), o formal
(sala), que se debe realizar en unas horas fijas mediante una serie de genuflexiones en dirección a
La Meca, siempre tras una limpieza (ablución). El almuédano es el encargado de llamar a esta
oración cinco veces al día. La plegaria del mediodía del viernes es comunitaria aunque no obligatoria
para las mujeres.

o Limosna. También la hay de dos clases: voluntaria (sadaqa) y legal (zakat). Esta última nace como
solidaridad entre creyentes, aunque pasará a ser un impuesto obligatorio desde el califato de Abu
Bark. Equivalía al diezmo y en principio era lo único que debía pagar un musulmán.

o Peregrinación. El musulmán que tenga capacidad para ello debe peregrinar a la Meca,
concretamente a la Kaaba de la Mezquita Masjid al-Haram, al menos una vez en la vida. Son
peregrinaciones grupales y en fechas determinadas. El peregrino no debe cortarse el pelo, tener
relaciones sexuales, cazar, derramar sangre, o recolectar durante el viaje. Además debe llevar un
vestido blanco y sin costuras en todo momento.

o Ayuno. Es el ramadán. Durante el noveno mes lunar del año, el creyente no puede comer, beber, ni
mantener relaciones sexuales mientras el sol no se ponga.

En este vídeo puedes ver como vive una familia musulmana en pleno
Ramadán
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Además de estas obligaciones fundamentales, el Corán recoge una serie de obligaciones morales como son el
respeto a la vida, el deber y devoción a los padres, la prohibición de la usura o la práctica de la caridad. La
yihad o Guerra Santa, se recogía como otra de las obligaciones fundamentales, aunque sólo con carácter
ocasional, para la defensa de la doctrina contra los politeístas opuestos al Islam. Sin embargo, esta obligación
fue recogida y generalizada por los sucesores de Mahoma para hacer uso político de ella.
En cuanto al matrimonio, en el Islam se permite la poligamia del tipo poliginia (cuando un hombre contrae
matrimonio con más de una mujer). Sin embargo, frente a la visión occidental de este fenómeno, que parece
generalizado a todo el mundo islámico, cabe decir que hoy sólo se produce en países con una arraigo cultural
más tradicional, como Arabía Saudí. El Corán limitó desde un principio el matrimonio a un número de cuatro
esposas (teniendo en cuenta que la tradición anterior no contemplaba esos límites) y obligaría al hombre a
dotar a cada una de sus mujeres de bienes y propiedades, lo que significaba una mayor limitación de esta
práctica sólo a quienes podían permitírselo.
Aparte de estas obligaciones fundamentales, el Corán legisla multitud de aspectos de la vida del creyente,
como son la Guerra Santa (defensa armada de la religión islámica ante el enemigo infiel), que únicamente
es obligatoria para los que pueden consagrarse a ella, o como el matrimonio entre musulmanes. El Corán
aconseja al musulman casarse con un máximo de cuatro esposas aunque esto debe verse más que como una
limitación de la poligamia, como un alegato a favor de la misma, ya que en aquella época lo común era tener
un número bastante más elevado de esposas.
La esclavitud es admitida aunque se aboga por un trato humano hacia el esclavo. La manumisión está bien
vista a los ojos de Alá y está totalmente prohibido esclavizar a un musulmán. También están prohibidas las
apuestas o el vino. Mahoma trató siempre con sus medidas atenuar los abusos y establecer garantías de justicia
entre la sociedad, aunque es cierto que muchas de estas disposiciones no eran más que respuestas que dio el
profeta para solventar determinadas situaciones locales.
Los baños del harem, de Jean-Leon
Gerome Miles de peregrinos alrededor de la Kaaba
Imagen en Wikimedia Commons Imagen en Flickr de Al-Fassam bajo CC
de Silenus bajo Dominio Público

2. El Califato Ortodoxo y el Califato Omeya

En el año 632 muere Mahoma y la comunidad islámica se encuentra sin ninguna directriz acerca de su
sucesión. Este hecho provocará una serie de tensiones que durarán más de 25 años provocando la aparición
de tres de las ramas del islam que aún existen hoy: el sunismo, el chiismo y el jariyismo. Sus características
principales serán:

 Sunismo: es una rama ortodoxa que aboga por el mantenimiento de la doctrina islámica inicial y la
tradición del profeta.
 Chiismo: serían los partidarios de Alí y sus sucesores.
 Jariyismo: creían qu cualquier musulmán podría llegar a ser califa, por lo que se posicionaron en contra
de los seguidores de Alí y sus sucesores y tampoco estaban en la línea sunní. Además defendían la
posibilidad de deposición del califa cuya conducta no se ajustase a los preceptos de la religión.

Pese a las tensiones generadas durante estos años, con los califatos Ortodoxo y Omeya la civilización
musulmana alcanzaría un desarrollo y expansión sorprendentes. En pocos años los musulmanes conquistarán
la mayor parte del mundo conocido.

2.1. El Califato Ortodoxo, Perfecto o de los Bien Guiados (632-661)


Cronología del Califato Ortodoxo
Imagen en Wikipedia bajo CC

Tras su muerte, los principales candidatos para suceder a Mahoma fueron su yerno Abu Bakr y el primo del
profeta, Alí. La decisión pertenecía al consejo de notables de Medina, quien decidió
proclamar Califa (significa sucesor) a Abu Bakr, padre de Aisha, la esposa favorita del profeta, además de
hombre de confianza hasta su muerte y una de las primeras personas que abrazaron la nueva fe.
Este nombramiento provocó algún que otro recelo en algunas tribus de la zona, fundamentado en la
no consanguineidad de Abu Bakr con el profeta. Además, por el hecho de que Mahoma ya no existía, muchos
clanes de Arabia que le habían jurado lealtad, una vez muerto este, ahora se creían liberados de la fidelidad
que le debían. Por tanto, la primera tarea con la que se encontró Abu Bakr fue la de sofocar las sublevaciones
de estas tribus, cosa que hizo a través tanto de las armas, como de la diplomacia, ya que derrotó a algunos en
el campo de batalla y se atrajo a otros con la promesa de los beneficios que les iba a proporcionar la Guerra
Santa.

Miniatura persa en la que se representa a Abu Investidura de Alí, primo del profeta y último
Bakr, yerno de Mahoma y su primer sucesor califa perfecto
Imagen en Wikimedia Commons Imagen en Wikimedia Commons de Ibn al-
de Peltimikko bajo Dominio Público Kutbi bajo Dominio Público

A Abu Bakr lo sucedería Umar (634-644), el más importante de los califas ortodoxos, quien llevó a cabo las
primeras conquistas y estableció las bases del estado musulmán, expulsando de Arabia a todos los no
musulmanes residentes en ella. Sin embargo Umar fue asesinado cuando llevaba solo diez años en el trono y
volvieron a aparecer los problemas sucesorios. En esta ocasión, Alí volvió a ser desechado como candidato
en favor de Utman (644-656), otro yerno de Mahoma que era de origen omeya y que se encargó de culminar
la primera expansión musulmana. Sin embargo, en el 656 Utman fue asesinado por un seguidor de Alí, y
gracias a esto el primo de Mahoma pudo por fin ser proclamado califa. Pero Alí (656-661) era un hombre
poco capaz y pronto fue abandonado por sus principales apoyos, con lo que los omeya, encabezados
por Muawiya, comenzaron a conspirar contra él. Así surgió la fitna (ruptura), una auténtica guerra civil entre
los seguidores de Alí (alidas primero, chiítas después) y los del clan omeya que se prolongó hasta que en el
661 Alí fue asesinado en la mezquita de Kufa por un jariyí. Los jariyíes eran una escisión dentro de los
partidarios de Alí que se produjo cuando este aceptó someterse a un arbitraje independiente tras la derrota
contra Muawiya en la batalla de Siffin. El plan jariyí era también acabar con Muawiya pero fallaron en este
propósito y le quedó el camino libre a Muawiya para ser nombrado califa, inaugurándose el Califato Omeya.
La Primera Expansión Musulmana
Pese al debate historiográfico sobre si Mahoma tenía o no proyectado extender el Islam
por todo el mundo, la realidad es que el profeta nunca salió de Arabia y que fueron los
primeros califas ortodoxos los que iniciaron la expansión de la religión musulmana. Es
asombroso ver como en tan poco espacio de tiempo, una tropa poco numerosa de
beduinos, sin prácticamente educación militar y poco equipados, aunque dirigidos por
míticos generales como Jalid, la "espada del Islam" o Amr ibn al-As, fueron capaces de
derrotar a ejércitos tan poderosos como el persa, extendiendo el islamismo rápidamente
por todo el Próximo Oriente Asiático.
Si bien las motivaciones religiosas relacionadas con la Guerra Santa motivó a los
ejércitos islámicos formados por beduínos seminómadas conocedores del terreno por el
que se desplazaban, se han dado otras explicaciones de índole económica o política para
esta rápida expansión. Por un lado, se han planteado las necesidades de migración por
parte de una población con importante escasez de tierras de cultivo, por otro lado, ante
las graves crisis políticas internas, la necesidad de expansión para evitar la disolución
de la unidad conseguida por Mahoma. Además, hay que tener en cuenta que bizantinos Espada de Umar
y persas, que habían subestimado a los musulmanes, estaban exhaustos por verse Imagen en
obligados a mantener numerosos frentes abiertos y por las importantes crisis internas Wikimedia
que vivían. Por último, no debemos olvidar la posición central de Arabia con respecto a Commons
estos dos imperios, los cual daba cierta ventaja posicional a las tropas islámicas. de Mohammad
adil bajo CC
Primero se conquistó Siria, que vivía una grave crisis religiosa, venciendo a los
bizantinos y llegando a las mismas puertas de Anatolia, mientras que por la misma
época también se luchó en el Este contra los persas, a los que se expulsó de Tesifonte conquistándose toda
Mesopotamia, a la que a partir de ese momento se llamaría Irak. El Imperio Persa, por tanto, desaparece por
completo del mapa en el 651 y en los siguientes años se realizaron continuas incursiones por Armenia, Asia
Menor, Islas del Egeo y Egipto. La primera expansión terminó con la conquista de Egipto, que abriría las
puertas al futuro control de todo el Norte de África, ya durante la Segunda Expansión.

AV - Reflexión
Responde a las siguientes cuestiones:

1. ¿Cuál es el nombre de los cuatro Califas Ortodoxos?

2. ¿Qué es la fitna?

3. ¿Con qué conquista finalizó la Primera Expansión Musulmana?

Bases del naciente Estado Musulmán


Desde que comenzaron las conquistas, se inició también la tarea de organizar todo lo que iba a ser el Imperio
Musulmán. Casi impresiona más lo ordenado de la expansión que la rapidez o la extensión de la misma. El
Corán no decía nada sobre lo que se debía hacer con los vencidos, por lo que los conquistadores optaron
por adaptarse a las circunstancias de cada lugar, aunque realmente se puede decir que la llegada de los
musulmanes no cambió apenas las formas de vida de los habitantes de los territorios conquistados. Es más, lo
normal es que estuvieran menos controlados que con bizantinos o persas, por ejemplo.
Los acuerdos de sometimiento de los primeros judíos, cristianos o zoroastrianos persas marcaron los pasos a
seguir por parte de los primeros califas que consideraron a éstos como protegidos, las "gentes del Libro"
(creyentes monoteístas de las religiones abrahámicas), o dimmis , a los que no se imponía el Islam y se les
daba la opción de mantener su religión a cambio de un impuesto denominado yizía y otro por conservar la
propiedad de la tierra, el jaray. Aunque al principio la mayoría de los pueblos inicialmente se acogían a la
opción de mantener su religión, lo normal es que, con el tiempo, todos acabaran por para evitar pagar el doble
impuesto. Además de los impuestos, tenían la obligación de fidelidad y dar albergue a los vencedores. Por su
parte, las tierras comunitarias y de los muertos en combate sí pasaban al botín de los conquistadores y del
califa (una quinta parte).
Poco a poco se fue configurando una administración de corte imperial, con el califa en la cúspide del poder
de la umma, como sucesor del Profeta, aconsejados por los visires. Por su parte, los qadis eran los encargados
de la administración de justicia. Los territorios anexionados fueron divididos en provincias en cada una de las
cuales se colocó al mando a un wali y a un amil encargado de ayudarles. Para favorecer el control del imperio
se crearon además nuevas ciudades, como Kufa, que fueron pobladas por árabes a los que se les entregan
tierras en la zona.

Expansión musulmana en tiempos de Mahoma (I), Abu Bakr (II), Omar (III) y
Utman (IV)
Imagen en Wikimedia Commons de Bontenbal bajo CC

Importante
Tras la muerte de Mahoma se llega al Califato Ortodoxo, en el cual se suceden cuatro califas: Abu Bakr, Umar,
Utman y Alí. Es en este califato cuando el imperio musulmán sale de Arabia para extenderse por Siria, Irak y
Egipto principalmente. El nuevo imperio se organiza dividiéndolo en provincias, adaptando las circunstancias
de cada posesión a las características previas de cada zona conquistada. Los musulmanes no exigían la
conversión al Islam de los vencidos.

2.2. El Califato Omeya (661-750)


La llegada de los Omeyas supuso el encumbramiento de la rama sunní. La capital del imperio pasó a
ser Damasco, la capital de Siria, de donde había sido gobernador el propio Muawiya, y Arabia dejó de ser el
centro del poder. La tradición musulmana no tiene muy buen concepto de esta dinastía ya que se le recriminan
cuestiones como la conversión en hereditaria de la dignidad califal, acabando con la familia de Mahoma, así
como comportamientos en cierta medida libertinos. Sin embargo, tenemos que entender que esta visión es
poco fiable, ya que viene bastante dirigida desde la dinastía abbasí, sucesora de la omeya, por lo que
simplemente trata de justificar la aniquilación de su dinastía predecesora. Es bien sabido que la historia la
escriben los vencedores y la manipulación de la verdad por parte de los poderosos es algo que sigue ocurriendo
en nuestros días. Lo que ni la historiografía clásica puede negar es que en los años del Califato Omeya, entre
el 661 y el 750, se produjo la máxima expansión y florecimiento del imperio islámico.

Además de Muawiya (661-680), del que ya hemos estudiado como llegó al trono, hay que decir que los
califas omeyas más importantes fueron Abd el Malik (685-705), quien llevó a cabo una política de
integración, introdujo unas importantes reformas económicas e impulsó la segunda expansión del imperio; su
hijo Walid I (705-715), quien pese a sus gustos por la ostentación tuvo grandes éxitos militares; Umar
II (717-720), que destacó por ser un califa justo y por su reforma del sistema fiscal; y Marwan II, al que
destacaremos porque fue el último califa omeya antes de que casi toda la dinastía omeya fuera aniquilada por
los abbasíes.
Los Omeyas tuvieron muchos enemigos durante este período, pero el principal escollo interno siguió siendo
la oposición de los alidas, quienes no cesaron en sus intrigas para devolver el trono a la familia de Alí. El
episodio más significativo en este conflicto se produjo tras la muerte de Muawiya, cuando los alidas creyeron
ver la oportunidad para que el hijo menor de Alí, Husayn, se hiciera con la dignidad califal. No obstante, las
tropas partidarias de la familia de Alí fueron masacradas por las del nuevo califa Yazid (680-683), en la batalla
de Kerbala en el 680, siendo en ella cruelmente ajusticiado Husayn (este hecho convirtió a la ciudad de
Kerbela en lugar de peregrinaje chií y la fecha en día de duelo para esta rama del islam).

En época Omeya el Imperio Musulmán alcanzó su mayor extensión


Imagen en Wikimedia Commons de Brian Sz y manski bajo Dominio
Público

La Segunda Expansión Musulmana


La segunda expansión, durante el dominio omeya, fue aun más espectacular que la primera. El Islam
conseguirá domina la mayor parte del mundo conocido desde el Atlántico al valle del río Indo. Las conquistas
se hicieron siguiendo tres direcciones:
 El avance más difícil se produjo hacia el territorio que pertenecía al Imperio Bizantino. Anatolia era un
terreno difícil de atravesar, tanto por su relieve como por la resistencia de su muy helenizada población.
No obstante, los musulmanes fueron penetrando en la zona, consiguiendo avanzar hacia la capital,
Constantinopla, a la que asediarían en varias ocasiones. Sin embargo, la capital era un reducto casi
imposible de tomar por lo que todos los intentos por conquistarla acabaron en fracaso.
 Respecto al Este, desde el Jurasán se fueron mandando continuamente expediciones hacia esa dirección
con el objetivo de ir sometiendo a todos los infieles de la zona, llegándose incluso a penetrar en la India
a través de la cuenca del Indo.
 La última dirección tomada es hacia el norte de África y la Península Ibérica. Los bereberes
norteafricanos eran un pueblo muy guerrero y costó más de 30 años poder someterlos y sólo lo
consiguieron con cuando lograron islamizarlos e introducirlos en la Guerra Santa. En cuanto a la
Península Ibérica, en el 711 Tarik cruzó el estrecho de Gibraltar y los musulmanes rápidamente se
hicieron con la mayoría del reino visigodo, naciendo Al-Andalus. En poco más de diez años casi toda la
península y parte de las Galias estaban dominadas por los invasores, pero en el 732, los francos,
comandados por Carlos Martel, lograron frenar el avance musulmán en Poitiers, evitando que el Islam
prosiguiera su expansión por Europa occidental.

Recreación en óleo de la Batalla de Poitiers del 732,


en la que los musulmanes fueron frenados
Imagen en Wikimedia Commons de Frank
Schulenburg bajo Dominio Público

Reformas Omeyas
Muawiya trasladó la capital de Medina a Damasco e hizo hereditaria la sucesión califal. Además, apostó por
una forma de gobierno muy centralizado basado en un enorme control sobre los gobernadores de las
provincias y en una administración en la que los cristianos bizantinos coparon la mayoría de los cargos. La
figura del califa evolucionó de patriarca a jefe absoluto del estado musulmán y aparecieron nuevas figuras
como el hayib (chambelán del califa) o el jefe de policía (sahib el surta). Ya con Abd el Malik los cristianos
fueron desplazados de la administración por población mawalí o muladí (conversos) y se implantó un sistema
monetario bimetalista basado en el dinar, de oro, y el dirham, de plata. El imperio se dividiría en nueve
provincias aunque esto estuvo sujeto a variaciones según la época y, pese al control de Damasco, la gran
extensión del estado hizo que los gobernadores (emires o walis), con poder civil y militar, se comportaran
como verdaderos califas en sus tierras.
Los califas omeyas tendieron a actuar como reyes, dedicándole poca atención a sus funciones como líderes
religiosos. Es más, en las ocasiones en las que lo religioso y lo administrativo podían chocar, solían decantarse
por el beneficio de la administración. De esta forma, resulta curioso que algunos califas omeyas llegaran
incluso a prohibir a los cristianos y judíos la conversión al Islam por cuestiones puramente económicas, ya
que los no musulmanes debían pagar más impuestos que los creyentes. Cosas como esta son las que
provocaron que desde algunos ámbitos se viera a los omeyas como malos musulmanes. Sin embargo, fue esta
una época sin grandes problemas de convivencia entre las diferentes nacionalidades, etnias y creencias del
Imperio.

Dinares de oro de época de Abd el-Malik


Imagen en Wikimedia Commons de Mike Peel bajo CC

Sociedad
La primitiva sociedad árabe se enriqueció con la llegada de los Omeyas. El
Islam solo legalizaba las diferencias de religión, por lo que, en principio,
solo distinguía entre fiel e infiel, aunque parece claro que no todos los
musulmanes gozaban de la misma consideración social.
Entre los fieles nos encontraríamos en primer lugar a los árabes, quienes
se consideraban superiores a los demás por ser depositarios de la revelación
del Profeta. Eran los grandes beneficiarios de la expansión, vivían en el lujo
y tenían cierta relación de clientelismo y protección con los mawalís (en
Al-Andalus maulas) o conversos, los cuales vieron como se les siguió
cobrando impuestos pese a su islamización, ya que era tal el volumen de
infieles convertidos al Islam, que el Estado se vio obligado a seguir
gravándolos para mantener sus ingresos.
En el bando infiel estaban los dimmies, los vencidos, que solían ser
cristianos o judíos y a los que se cargaba enormemente a base de impuestos.
Eran pocos los que aguantaban sin convertirse e incluso, como acabamos
de ver, hubo épocas en las que ni se les permitió abrazar la fe musulmana Musulmanes en un mercado de
para lograr una posición más desahogada. También seguía esclavos. Obra de Jean-Leon
habiendo esclavos, cuyo origen podía estar en el nacimiento o en la guerra Gerome
fundamentalmente. A decir verdad, estos no se hallaban en una situación Imagen en Wikimedia
demasiado penosa comparada con los esclavos de otras civilizaciones, ya Commons
que sus condiciones de vida no eran del todo lamentables y, por ejemplo, el de Calliopejen bajo Dominio
Corán prohibía maltratarlos físicamente. Público

Importante
La llegada Omeya al poder supone la sustitución de Arabia por Siria como centro del poder islámico. Durante
este califato la civilización musulmana llegó a su máxima extensión, expandiéndose por Anatolia, Asia
Central, Norte de África y la Península Ibérica.
Los Omeya se dedicaron mucho más a tareas administrativas que religiosas. Centralizaron enormemente el
Imperio y crearon nuevos cargos político-administrativos. La sociedad de este periodo estaba
fundamentalmente dividida entre creyentes e infieles.
3. El Califato Abbasí y la Disgregación del Imperio (750-1258)

La dinastía abbasí se legitimaría en el poder y gobernaría desde el 750 hasta el 1258, año en el que los
mongoles toman Bagdad. Sin embargo, hay autores que prefieren poner el fin de esta dinastía en el siglo IX
ya que, pese a que continuarán en el trono, verdaderamente vivirán sometidos al control de los turcos
selyúcidas, además de la disgregación que irán sufriendo los territorios del Imperio. Por esto, preferimos
dividir esta etapa en dos periodos, uno en el que los Abbasíes asumen todo el poder del estado musulmán, y
otro en el que viven bajo el dominio de imperios extranjeros.
.

Asedio mongol de Bagdad en 1258


Imagen en Wikimedia Commons de Bontenbal bajo Dominio
Público

3.1. El Califato Abbasí

Bandera de la dinastía Abbasí, con el negro como símbolo


Imagen en Wikimedia Commons
de Matmohair1 bajo Dominio Público

La Revuelta Abbasí
Pese al éxito de la expansión territorial y religiosa del Islam, el periodo gobernado por la dinastía Omeya había
seguido siendo una etapa marcada por los conflictos políticos internos. Por un lado, se había formado un
potente grupo disidente formado por los partidarios de la familia de Alí, por otro lado, se veía cierta
incapacidad de los gobernantes omeyas a la hora de introducir reformas administrativas suficientes para
mantener el control de los nuevos territorios conquistados. Todo este ambiente generó un clima de descontento
que acabaría en una sublevación, encabezada por Abbas al Saffar, que terminaría en el año 750 con la dinastía
Omeya.
Los Omeyas no eran demasiado bien vistos desde algunos ámbitos de la sociedad musulmana sobre todo por
el hecho de no contar con la sangre de Mahoma. De esta forma, a mediados del siglo VIII ya existía una fuerte
oposición a la dinastía de Damasco en torno a la familia de los Abbasidas, que eran descendientes de Abbas
ibn Abd al-Muttanid, un tío del profeta de conversión tardía que vivía apartado de la política en la aldea siria
de Humayma. La conspiración empezó a tejerse en Kufa, Irak, pero pronto se dieron cuenta que era mejor
desplazarla al Jurasán, una zona fronteriza menos controlada y llena de musulmanes descontentos. Los
conspiradores enviaron allí a Abu Muslim para que difundiera el mensaje antiomeya, el cual caló rápidamente
entre esclavos, fugitivos, mawalís y árabes que se sentían desplazados, lo que facilitaría la organización de un
ejército lo suficientemente potente para acabar con los Omeyas.
Junto a esto hay que añadir que la situación en Damasco era bastante caótica por el relajamiento de los califas
omeyas, lo que favoreció que los sublevados se hicieran fácilmente con todo el Jurasán hacia el 748, entrando
en Kufa al año siguiente, en cuya mezquita fue proclamado califa Abbas al Saffar, cuya primera tarea fue
iniciar una brutal persecución para borrar del mapa a todos los miembros de la familia Omeya. Los pocos que
se salvaron de ella se marcharían a Al-Andalus, donde fundarían el Califato de Córdoba.

Emisarios bizantinos son recibidos por Al-Mutasim


Imagen en Wikimedia Commons de Cplakidas bajo Dominio
Público

Desarrollo de la Dinastía
Pese a que el primer califa abbasí fue Abbas al Saffar, se suele considerar como verdadero fundador de esta
dinastía a su sucesor, Al-Mansur (754-775), quien se centró en primer lugar en desprenderse de todo aquel
que pudiera hacerle sombra (Abu Muslim entre ellos). Al Mansur crearía las nuevas bases del imperio apoyado
en tropas auxiliares persas. En el 762 trasladó la capital a Bagdag, terminando con la supremacía árabe y
otorgando más poder a los persas, entre los que destacarían la familia de los Barmakíes quienes, gobernando
como visires, controlarían gran parte de la burocracia estatal hasta que en el año 803, Harum al-Rashid (786-
809, el soberano inmortalizado porLas Mil y una Noches), ante el enorme poder que estaban adquiriendo,
acabara con ellos.
Al-Rashid marcaría el apogeo cultural y económico de la época abbasí. A su muerte en el 809, sus hijos
lucharían por la sucesión y paulatinamente la dinastía iría perdiendo poder. En primer lugar al-Mamum, quien
gobernaría entre el 813 y el 833, continuando en cierta medida con el esplendor de su padre y manteniendo la
capital en Bagdag. Sería con su hermano y sucesor Mutasim (833-842) , cuando se hizo evidente el
desmoronamiento del Califato, hasta que ya a mediados del siglo IX las sublevaciones, la inseguridad y la
corrupción que asolaban Bagdad hicieron la situación tan insostenible que el califa decidió rodearse de
mercenarios turcos para su protección y trasladar la capital de Bagdad a Samarra. Los califas vivirán desde
entonces cada vez más aislados y dependientes de su guardia, lo que provocará que finalmente sea la guardia
turca quien acabe imponiendo y deponiendo a los califas, sobre todo después de la muerte de Mutawakkil,
califa que fue asesinado por uno de sus guardias turcos en el 861.
El Califato Abbasí hacia el año 850
Imagen en Wikimedia Commons de Gabagool bajo CC

AV - Reflexión
Responde correctamente a estas preguntas:

1. ¿De qué familiar de Mahoma descienden los abbasidas?

2. ¿Quién fue el primer califa abbasí?

3. ¿Cuáles fueron las capitales del Califato Abbasí?

Funcionamiento del Estado.


Los Abbasíes, para justificar su conspiración, siempre insistieron en que su victoria fue ante un estado no
musulmán. Consideraban que los Omeyas se habían olvidado de la religión y, quizás por ello, los califas de
esta dinastía adoptaron el sobrenombre de imán, un título eminentemente religioso. El califa es el imán, es
decir, el soberano es también el jefe religioso y está por encima de los mortales por el simple hecho de ser el
representante de Dios en La Tierra. Los califas abbasíes no se dejaban apenas ver y se rodearon de todo un
ceremonial de origen persa y bizantino que buscaba reforzar esta apariencia de condición sobrehumana.
Pese a que fue una de las razones por la que se enfrentaron a los Omeyas, los abbasidas continuaron con la
sucesión hereditaria del título califal, si bien es cierto que intentaron legitimarla mediante la aprobación del
califa por parte, tanto de un consejo de sabios y notables, como de la muchedumbre. A decir verdad, al-Mansur
y al-Mamum fueron los únicos califas que verdaderamente gobernaron, ya que el resto delegaron en el visir
esta responsabilidad y se dedicaron más a asuntos religiosos.
Al-Mamun, a la izquierda del todo en esta miniatura, fue de
los pocos califas abbasidas que realmente gobernaron
Imagen en Wikimedia Commons de Cplakidas bajo Dominio
Público

La administración siguió de forma similar a la época anterior pero con un mayor perfeccionamiento y
centralización, con el diwan como eje de todas las oficinas. El ejército pasó de ser conquistador a un
instrumento destinado a cumplir con los intereses de la dinastía gobernante.La paralización de la expansión
territorial dio lugar a una reforma fiscal que, en cierta medida, aumentaría la carga fiscal sobre la población y
la exhaustividad en el cobro de impuestos, pero que también buscaba el desarrollo agrícola a través de la
explotación de tierras sin cultivar.
Se puede decir que, si socialmente en la época anterior principalmente se distinguía entre fieles e infieles,
ahora se abogaría más por la división entre la Jassa (aristocracia) y la amma (resto), lo cual no impide que en
este periodo se termine finalmente con las consideraciones de tipo étnico que quedaban, ya que se eliminarán
todos los privilegios que tenían los árabes sobre el resto de musulmanes. Solo los abbasíes y los alidas
(descendientes de Alí) son considerados nobles. La sociedad era mayoritariamente rural y con una gran mezcla
de etnias, lo cual no significa que no hubiera desigualdades entre la población. Sin embargo, la jassa realmente
era un grupo abierto en la que casi cualquiera podía ingresar si mostraba la capacidad necesaria. La componían
los ricos y los que gobernaban, y en su cúspide estaba la familia del califa y los altos cargos de la
administración. Más abajo encontraríamos a la aristocracia militar y provincial y, por último, a los intelectuales
laicos y religiosos. La Amma, por su parte, la componían los campesinos, los artesanos y demás habitantes
pertenecientes al pueblo llano.
Además debemos resaltar que, aunque la población fuera eminentemente rural, nos encontramos ante un
momento de expansión de la vida urbana y comercial, especialmente en ciudades como Bagdag, principal
encrucijada del mundo, que conectaba las rutas comerciales entre Oriente y Occidente.

Importante
El Califato abbasí se inició con la llegada al poder de al-Saffar tras la revuelta contra los Omeyas, pero, sin
embargo, el verdadero organizador y padre de la dinastía fue su sucesor al-Mansur. En cuanto al momento de
mayor apogeo abbasí, este se da con el reinado de al-Mamum aunque sea tras su muerte cuando el califato
empezará a desmoronarse. Al siglo IX se llega con la necesidad de que los califas sean protegidos por
mercenarios turcos. Este hecho provocaría más adelante que finalmente sean los turcos quienes acaben
dominando el gobierno de la civilización musulmana.
Los califas abbasidas adoptaron el nombre de imán, acentuando su papel de líderes religiosos además de
políticos. La sociedad de esta época estaba marcada por la división entre la aristocracia y el pueblo llano. Sin
embargo, la pertenencia a la aristocracia era un sistema bastante abierto y dependía, en bastante medida, de
los méritos personales.

4. Arte Islámico

Patio de la Mezquita de los Omeya en Damasco


Imagen en Wikimedia Commons de Theklan bajo CC

Mahoma considera que Alá es el único ser capaz de existir por sí mismo. Todo lo demás en el universo existe
por obra de Dios y, por lo tanto, es cambiante. Esta idea influirá siempre en el arte islámico, en el sentido en
que continuamente se imitará el elemento natural, dando especial importancia al agua y la vegetación, pero
además se tiende a evitar la idealización y la representación de la vida, optándose por la estilización y
geometrización. El arte debe mostrar que todo cambia menos Dios y eso lo hará mediante una serie de
recursos plásticos en los que la luz juega un papel principal y entre los que podríamos destacar el uso
de celosías (elementos decorativos que se colocan en las ventanas y otros vanos para permitir entrar la luz sin
mostrar el interior), o la aplicación de la cerámica a la arquitectura.
4.1. Características del Arte Islámico
La escasa tradición artística propiamente árabe y la vinculación a la nueva religión hizo que, desde sus inicios,
el arte islámico se caracterizara por las influencias de los territorios conquistados. En virtud de esta afirmación,
la expansión musulmana no suponía la eliminación de las culturas sometidas, sino la adaptación a sus modos
de vida, adoptando algunas de sus señas de identidad (como el arco de herradura visigótico) y reutilizando
elementos de edificios ya existentes (materiales de acarreo), lo cual otorga a estas construcciones una gran
originalidad y eclectitud. La disciplina artística fundamental del arte islámico es la arquitectura. La atención
a la escultura y la pintura es mínima, ya que Mahoma estableció la no conveniencia de que hombres y animales
fueran representados. De esta forma, tendremos que centrarnos en el estudio únicamente de las principales
construcciones de la civilización islámica.

Cúpula gallonada de la
Un ejemplo de material de acarreo es la Mezquita de Almonaster,
Mezquita de Kairuán
en la que se mezclan capiteles islámicos y clásicos
Imagen en Wikimedia
Imagen en Wikimedia Commons de José Luis Filpo
Commons de GIRAUD
Cabana bajo CC
Patrick bajo CC

Por lo general, los edificios contaban con poca altura, ya que siempre se buscaba la integración del edificio
en el paisaje. Se puede decir que la islámica es una arquitectura de volúmenes cúbicos y cúpulas que no se
preocupa demasiado en solucionar grandes desafíos arquitectónicos. Abunda más el ladrillo que la piedra, así
como el yeso y la madera también son muy utilizados. Al ser los techos ligeros, las columnas y pilares suelen
ser también bastante delgadas. Los musulmanes adoptan varios tipos de bóvedas. La más característica es
la cúpula de nervios o nervada (formada por una serie de arcos o nervios que tienen función estructural),
aunque también son frecuentes las gallonadas (cúpulas con nervaduras en forma de gajos). Usan muchísimo
los arcos de herradura, polilobulados y entrelazados, frecuentemente con las dovelas (piedras que forman
el arco) alternando el color rojo y el blanco, o con la superficie decorada.
Arco de herradura con decoración de tema
vegetal, elementos ambos típicos del arte Arcos polilobulados y arcos entrelazados
musulmán. Pertenece a la edificación mudéjar en la Aljafería de Zaragoza.
del Monasterio de Las Claras, en Tordesillas Imagen en Wikimedia Commons
Imagen en Wikimedia Commons de Locutus de Ecelan bajo CC
Borg bajo CC

La lacería es una decoración bastante común Observa como puede mezclarse la


en los azulejos de las construcciones decoración caligráfica con la de
islámicas temática vegetal
Imagen en Wikimedia Commons de José Imagen en Wikimedia Commons
Manuel 12394 bajo Dominio Público de Sting bajo Dominio Público

La arquitectura islámica se ve obligada, por su medio físico, a utilizar materiales pobres en la construcción de
sus edificios, por lo que no tendrá más remedio que volcarse en la decoración para dotar de monumentalidad
a sus construcciones. Se cuida mucho más la decoración interior que la exterior, por lo que las fachadas serán
simples y los interiores estarán tremendamente recargados. Como ya hemos visto, la representación de formas
animadas quedaba prohibido por el Corán, así que las formas de decoración más usuales fueron:


o La caligrafía. Decorar a través de la escritura, normalmente mediante epígrafes con versículos del
Corán. Si se tiende a usar líneas rectas se denomina decoración cúfica, mientras que a las formas
curvas se les llama nasjí.


o Lacería. Motivos decorativos con formas geométricas.


o Atauriques. Se decora representando formas vegetales.


o Mocárabes. Este tipo de decoración se usa en las cúpulas. Son especies de estalactitas en forma de
prisma que aparecen descendiendo en las cúpiulas a modo de panel de abejas.


o Elementos naturales. Se juega con la luz a través de celosías y filtros arquitectónicos que la tamizan
y con el agua como reflejo y duplicador de las formas.

Existe una variada tipología de edificaciones musulmanas. Fundamentalmente se construyen madrazas


(escuelas), alcazabas (fortificaciones), baños, palacios, bazares, maristanes (hospitales) y, por supuesto, casas.
Pero sin duda la construcción más importante del mundo islámico es la mezquita.

Ejemplo o ejercicio resuelto


¿Qué elementos característicos del arte islámico observas en esta imagen?

Ventanas de los Arrayanes


Imagen en Flickr de Freshwater2006 bajo CC

La Mezquita
Es el edificio destinado a lugar de oración y reunión de la comunidad islámica. Etimológicamente, mezquita
significa templo y originariamente su estructura estaba basada en la casa en la que vivía Mahoma en Medina.
A la mezquita mayor de una población, en la que se reúnen los fieles para la oración del viernes al mediodía,
se le llama mezquita aljama y, aparte de las dedicadas a la oración, también existen mezquitas que cuentan
con otros fines, como las conmemorativas (la Mezquita de la Roca, por ejemplo) o las mezquitas monásticas.
Las principales zonas de una mezquita son:

o El patio o sahn, al aire libre. Suele estar rodeado por una arquería y contar con una fuente para las
abluciones (limpieza purificadora previa al rezo). En la mayoría de los casos también presentan
una torre (alminar o minarete), normalmente de planta cuadrangular u octogonal, desde donde
el almuédano llama a la oración.

o Sala de oración o haram. Lugar diáfano sin mobiliario alguno donde los fieles llevan a cabo el
culto mediante genuflexiones dirigidas hacia la qibla, un muro orientado hacia la Meca que toda
mezquita debe tener. La quibla suele presentar en su centro un pequeño nicho llamado mihrab que
sería el equivalente al ábside paleocristiano. El mihrab es el lugar santo de la mezquita, por lo que
lo común es que aparezca profusamente decorado. Ante él se sitúan el mimbar, el púlpito desde
donde se dirige la oración y la maxura, una pequeña zona cercada destinada a la presencia del imán
o el califa.

 Iwan. Pabellón abovedado que se encuentra cerrado por tres de sus lados y abierto por el que mira hacia
el patio. Suelen aparecer más en la parte oriental del imperio, sobre todo desde época abbasí.

Las partes de una mezquita


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La mezquita de época omeya está muy influenciada por la basílica cristiana, que a su vez proviene de la
romana. De ella adopta su planta y sus partes fundamentales aunque la mezquita suele contar con un número
sensiblemente más elevado que las 3 o 5 naves propias de la basílica, además de contar con una orientación
diferente. La Mezquita de Damasco es una muestra de esto, pero el ejemplo más bello de este periodo es, sin
duda, la Mezquita de la Roca, de planta octogonal y una gran cúpula construida en el siglo VII. Está
construida sobre el lugar donde los musulmanes creen que Mahoma ascendió al cielo y donde los judíos creen
que se produjo el sacrificio de Abraham.
En época abbasida ganó fuerza la influencia oriental, sobre todo la persa, al trasladarse la capital de Damasco
a Bagdad. Podemos destacar como obras más importantes la casi totalmente desaparecida Mezquita de
Samarra, con su curioso alminar, y, sobre todo, la Gran Mezquita de Kairuán, del siglo IX, que presenta
muchos elementos comunes con la Mezquita de Córdoba. Respecto a los años en los que el imperio estuvo
controlado por potencias extranjeras, sin duda llaman poderosamente la atención las obras surgidas a raíz de
la entrada de los otomanos en Constantinopla, ciudad donde convirtieron en mezquita la iglesia de Santa Sofía
y donde construyeron, una vez empapados del arte bizantino, las magníficas Mezquita de Solimán el
Magnífico (XVI) y Mezquita Azul (XVII).
La Mezquita de la Roca, también
La Gran Mezquita de Damasco o Mezquita de llamada Cúpula de la Roca, data del
los Omeyas fue construida en el 705 siglo VII
Imagen en Flickr de Fernado Polo bajo CC Imagen en Wikimedia Commons de Ted
PP bajo CC

Poco más que el


minarete queda en pie
de la Mezquita de
La Mezquita Azul con sus seis minaretes
Samarra
Imagen en Wikimedia Commons de Robert.
Imagen en Wikimedia
raderschatt bajo Dominio Público
Commons
de Ulamm bajo Dominio
Público

Importante
El arte islámico se caracteriza por la geometrización y estilización. La arquitectura es su principal disciplina
y sus edificios destacan por su poca altura y por el uso de ladrillos, arcos de herradura y polilobulados, bóvedas
de crucería y gallonadas y una rica decoración interior en la que no aparecen los motivos animados.
La edificación más importante en el mundo musulmán es la mezquita, las cuales cuentan con tres zonas
fundamentales: el patio porticado (con la fuente para abluciones y el minarete), la sala de oración (donde está
la qibla, el mihrab, el mimbar y la maxura) y, en algunos casos, el iwan.

4.2. El Arte en al Andalus

Al Andalus fue durante más de siete siglos la frontera occidental del Islam. Esta lejanía otorgó un carácter
particular al arte que allí se produjo, aunque es cierto que sí existió una estrecha relación entre el arte
musulmán de la Península Ibérica y el del Norte de África.

Arte en el Emirato y Califato de Córdoba


Los nuevos gobernantes musulmanes aceptaron la arquitectura que se encontraron, incorporando elementos
visigóticos como los arcos de herradura o las columnas con capiteles corintios a los caracteres propios del arte
omeya. Mezquitas y palacios serán los máximos exponentes del arte cordobés.
Sin duda alguna el monumento más importante de este periodo es la Mezquita Mayor de Córdoba, levantada
por Abderramán I sobre la antigua basílica cristiana de San Vicente entre el 786 y el 788 y ampliada varias
veces por sus sucesores para poder acoger a la cada vez más numerosa población cordobesa. La Mezquita
original de Abderramán I tenía como planta un cuadrado perfecto del que la mitad norte lo constituía un patio
sin pórtico y la mitad sur la sala de oraciones. Esta sala contaba con 11 naves dispuestas longitudinalmente al
muro de la qibla y que estaban articuladas en arquerías de 12 vanos apoyados sobre columnas de fuste rojo
sobre las que se apoyan los arcos de herradura y sobre los que, a su vez, se levantan los pilares sustentantes
de los arcos de medio punto. Ambos tipos de arcos están decorados mediante la alternancia tanto del rojo y el
blanco, como la piedra y el ladrillo en sus dovelas. Se piensa que este bicromatismo de las dovelas tan
característico de la Mezquita está inspirado en el Acueducto de los Milagros de Emérita Augusta (Mérida en
época romana).
Partiendo de esta base, la Mezquita irá sufriendo sucesivas modificaciones durante toda esta etapa. De esta
forma, primero Hisham I la dotará de un alminar de planta cuadrada y, a continuación, Abderramán
II amplíará la sala de oración en el 833 hacia el lado meridional. Más adelante, será Abderramán III quien
realice la ampliación del patio hacia el norte y la construcción de un nuevo alminar más acorde a la grandeza
del edificio.
Sin embargo, la reforma más importante que sufrió la Mezquita correspondió a Al-Hakam II, quien en el 962
aumentó la longitud de las naves y la dotó de los actuales mihrab y maxura, ambos de una extraordinaria
belleza gracias a sus inéditos arcos polilobulados, sus espectaculares bóvedas y sus mosaicos de motivos
vegetales y epigráficos.
Finalmente, a fines del siglo X, Almanzor se encargará de ampliar el número de naves incorporando otras
ocho por el lado oriental, quedando el número definitivo de naves en 19 y perdiendo por esta ampliación
el mihrab su posición central dentro de la qibla.
En este vídeo de Artehistoria puedes observar mejor las sucesivas
ampliaciones de la Mezquita de Córdoba
YouTube, publicado por Artehistoria. Licencia de YouTube estándar.

El otro gran espacio arquitectónico de este periodo lo constituye el complejo residencial de Medina
Azahara (ciudad brillante), ordenado construir por Abderramán III en las cercanías de Córdoba. Consistía
en un recinto amurallado dividido en tres zonas, la más alta para la residencia califal, la del medio para
edificios administrativos y la más baja destinada a viviendas, mezquita, mercados, baños, etc. La ciudad fue
totalmente destruida por los almohades, quienes la consideraban excesivamente fastuosa para su concepción
del Islam, por lo que poco se conserva de ella, aunque parece que los espacios más destacables del recinto
fueron los propios de la zona oficial, en especial los Salones de los Embajadores.

Columnas y arcos de la
Mezquita Arcos polilobulados y entrelazados en la Capilla de
Imagen en Wikimedia Villaviciosa de la Mezquita
Commons Imagen en Wikimedia Commons de Rafaelji bajo CC
de Justojosemm bajo CC
Al-Hakam encargó construir
este nuevo mihrab La Puerta del Primer Ministro de Medina Azahara
Imagen en Wikimedia Imagen en Wikimedia Commons de Wval bajo CC
Commons de LooiNL bajo CC

El arte en los Reinos de Taifas


En esta época de desintegración, se buscó seguir con un arte igual de ostentoso
que el de la anterior etapa, aunque la escasez de medios económicos disponibles
de este periodo sí provocó que se utilizaran unos materiales aun más pobres, por
lo que los esfuerzos en aparentar esplendor se manifestaron, sobre todo, en el
uso de una decoración extrema.
Los reyes elaboraron amplios programas arquitectónicos centrados
especialmente en la construcción de mezquitas y palacios, destacando sobre
todos los edificios levantados en la época la Aljafería de Zaragoza, un conjunto
palaciego que se caracteriza por su aspecto cerrado y por su rico interior lleno
de pabellones, estanques, pórticos y cámaras. Especialmente requieren nuestra
atención la complicación de los arcos de la parte más septentrional del complejo,
realizados en estuco y con un diseño entrelazado y lobulado (ver imagen del
apartado anterior). Portada de la Aljafería
Imagen en Wikimedia
También son de interés las alcazabas de Málaga, Granada y Almería, bellas Commons
fortalezas que servían como vivienda del gobernador y como cuartel de las de Escarlati bajo CC
tropas del ejército.

Ejemplo o ejercicio resuelto


Observa esta imagen de lo que fue la sala de oración de la Mezquita de Córdoba y responde a las siguientes
preguntas:
Imagen en Wikimedia Commons de Timor Esparllagas bajo CC

1. ¿De qué tipo son los arcos inferiores? ¿Y los superiores?

2. ¿Cómo se llaman las partes de los arcos que están coloreadas de rojo y de blanco?

3. ¿Cuántas naves tenía la sala de oración de la Mezquita original de Abderramán I? ¿Y la de Almanzor?

Arte almorávide
Los almorávides fueron unos bereberes norteafricanos de exacerbado puritanismo religioso que ocuparon el
sur de la Península Ibérica entre el 1089 y el 1146. Su presencia supuso la penetración de algunos rasgos
estilísticos bastante importantes, como son los mocárabes (especie de estalactitas que bajan de las bóvedas en
forma de lazo o prisma), los atauriques (arabescos decorativos con formas geométricas y vegetales) o el arco
de cortina (dos trozos de circunferencia que se cruzan en la clave formando ángulo). Además, en este periodo
las nervaduras de las bóvedas se hacen más finas y los pilares le ganan terreno a las columnas.
Los edificios almorávides más destacables son la Mezquita de Tremecén (Argelia), de la que destaca su bella
bóveda calada, y la Mezquita de Fez.
Arco de Cortina
Imagen en
Wikimedia
Commons de Mats
Halding bajo CC

Arte almohade
Los almohades fueron otra tribu norteafricana que acudió al rescate de los reinos musulmanes de Al-Andalus
ante el fuerte empuje cristiano. Su arte destaca por la abundante decoración, en especial a base de paños
de sebka (redes de rombos destinados a evitar que quedaran espacios lisos), la cerámica vidriada y el uso
de mocárabes.
Sevilla será el gran centro constructivo de este periodo y, como obra fundamental, nos encontramos a la Gran
Mezquita de Sevilla (siglo XII), con su enorme alminar (Giralda) como símbolo. La torre es lo único que se
conserva y aún goza de buena parte de su decoración exterior primitiva, como sus características calles de
arcos polilobulados en sus laterales que se entrecruzan formando paños de sebka. Otro bello ejemplo sevillano
de época almohade es la Torre del Oro, que era una albarrana, es decir, una torre fortificada colocada
independiente del recinto amurallado para poder vigilar lugares estratégicos. Se le llama así porque estaba
revestida originariamente de azulejos dorados.

La Giralda almohade y la
Giralda actual La sevillana Torre del Oro
Imagen en Wikimedia Imagen en Wikimedia Commons
Commons de Alejandro de Julo bajo Dominio Público
Guichot bajo CC

Arte nazarí
El Reino Nazarí de Granada fue el más rico y poderoso de los Terceros Reinos de Taifas y en él aparecerán
algunas de las obras más importantes de todo el arte islámico. Los edificios de este periodo siguieron la
tradición musulmana de exteriores sobrios e interiores ricamente decorados, el uso del ladrillo, los mocárabes
y la decoración vegetal, geométrica y epigráfica. Como novedad destaca un mayor uso de arcos peraltados y
cairelados, una gran originalidad en los capiteles de dos cuerpos y una mayor ligereza en las columnas de
mármol. Los mayores logros se alcanzarán en la arquitectura palatina, recintos que normalmente estaban
organizados en torno a un patio de planta rectangular con una alberca o un crucero y un jardín.

Si observas este vídeo de Artehistoria te será más fácil entender cómo


estaba organizada la Alhambra de Granada
YouTube, publicado por Artehistoria. Licencia de YouTube estándar.

La Alhambra de Granada es, sin duda, el último gran monumento islámico construido en la Península Ibérica.
Fue concebida como un intento tardío de realzar la grandeza de una monarquía nazarí francamente en
decadencia. Se trata de una ciudad palatina, por lo que en ella se aúnan funciones palaciegas, administrativas
y domésticas, por lo que aparecerán edificaciones tanto públicas como privadas. Además, el recinto también
gozaba de unas excelentes infraestructuras viarias e hidráulicas.
En la decisión de Muhammad I de trasladar el palacio zirí del Albaicín a la colina de la Sabika se encuentra
el germen de este conjunto arquitectónico. En tiempos de este monarca se construye la Alcazaba y se inicia
el recinto amurallado. Ya con Muhammad III se levantó la Mezquita Mayor y un baño público anexo,
dejando la Alcazaba también solo para fines militares, ocupando el rey y su familia el Palacio del Portal. El
recinto adquiriría así ya cierta autonomía respecto a la capital granadina.
Pero será con Yusuf I y Muhammad V cuando el conjunto alcance por fin un carácter verdaderamente
monumental. Yusuf I se encargó de erigir el Palacio de Comares, el recinto más rico del conjunto, con un
espectacular interior. Además edificó puertas tan destacables como la de Armas o de Justicia y torres tan
impactantes como la de la Cautiva. Muhammad V, por su parte, añadió la Torre de las Infantas a la muralla
y la gran fachada del Patio del Cuarto Dorado al Palacio de Comares.
El palacio de Comares está organizado en torno a varios patios, el de la Mezquita, el de Machuca, el
de Mexuar y el del Patio Dorado. Su zona central lo constituye el Patio de los Arrayanes, que está presidido
por la Torre de Comares. Muhammad V también fue el constructor del Palacio de los Leones, que cuenta
con un esquema diferente a lo usual, tanto por su tratamiento del agua a través de dos canales que se unen en
la fuente que da el nombre al palacio, como por la elección de mocárabes y juegos cromáticos como elementos
decorativos fundamentales, en lugar de los alicatados y las yeserías propias de las otras construcciones del
recinto.
Otros edificios de interés en la Alhambra serían el Palacio de los Abencerrajes y, como no, el Generalife,
una alquería con funciones palatinas que destacaba por sus jardines de gran originalidad.
Patio de los Leones
Vistas de la Alhambra
Imagen en Wikimedia
Imagen en Wikimedia Commons de Alejandro Mantecón
Commons
Guillén bajo CC
de Infrogmation bajo GNU

Patio de la Acequia del


Patio de los Arrayanes, con el Torreón de Comares al Generalife
fondo Imagen en Wikimedia
Imagen en Wikimedia Commons de Zeisterre bajo CC Commons de Andrew
Dunn bajo CC

Importante
La Mezquita de Córdoba es la construcción más importante de la época del Emirato y Califato de Córdoba.
Originalmente fue construida por Abderramán I pero posteriormente fue reformada en numerosas ocasiones
y hoy en día es la catedral de la ciudad andaluza.
Sevilla fue la ciudad más importante de al-Andalus en época almohade. La Mezquita de Sevilla y la Torre del
Oro son las muestras más importantes del arte de esta civilización.
La Alhambra es una de las construcciones más bellas de todo el arte el islámico. Fue construida durante los
tiempos del Reino Nazarí de Granada y entre sus formidables edificaciones destaca la espectacularidad del
Palacio de Comares.

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