Profesor: Lic.

José Müller

Alumnos/as: Pardo Paula

Velázquez Álvaro

Santa fe
2019
 SURGIMIENTO Y EXPANSIÓN DEL ISLAM

FORMACIÓN DE UN IMPERIO ÁRABE

La muerte repentina de Mahoma constituyó un choque terrible para la comunidad de los creyentes
(Umma). Nada se había previsto respecto de su sucesión. La comunidad se fundaba en la estrecha unión
de una ideología religiosa y de un Estado todavía embrionario. ¿Qué le sucedería a la muerte de su jefe, a
la vez profeta y jefe de Estado?
Las tendencias anárquicas de la sociedad árabe, las rivalidades clánicas, corrían el fuerte riesgo de volver
a despertarse. Se manifestaron, en efecto, desde su muerte: aquella misma noche (8-9 de junio de 632),
mientras que el cuerpo del Profeta yacía en la cabaña donde se había retirado para descansar, los jefes de
su entorno discutieron ásperamente para tratar de salvaguardar la unidad.
Arabia se encontraba superpoblada, era árida, poco apta para la agricultura, y estaba dirigida por una
aristocracia guerrera que, al despreciar el trabajo de la tierra, vivía sobre todo del comercio y valoraba la
razia. La solución consistía en extender las conquistas hacia las regiones fértiles y ricas de los
alrededores, Egipto el Creciente Fértil, para sacar de ello un doble beneficio: en lo inmediato, bajo forma
de botín; de manera más duradera, mediante la anexión o la sumisión.
La conquista armada podía aportar asimismo un remedio a las tensiones internas, podía constituir también
un factor de cohesión ideológica, un medio de consolidar la «paz árabe» en el interior del naciente Estado,
de unir en un mismo impulso político-religioso a los creyentes de los clanes rivales. Todos esos factores
empujaban a la conquista guerrera, más allá incluso de cualquier definición de un deber del Yihad aún
mal definido en aquella fecha.
Jean Flori, Guerra Santa, Yihad, Cruzada, pp. 108-1

Mahoma, Muhammad, Mohammed

o Mahomet;(La Meca, h. 575 -
Medina, 632)
Mahoma, fue un profeta árabe, fundador de la religión musulmana. De acuerdo a la historia del
Islam, Mahoma recibió su primera revelación a la edad de 38 años, cuando el Arcángel Gabriel
se le presentó en la montaña Hira para entregarle la primero aleya del Corán. De esta forma,
comenzaron las revelaciones que lo llevarían a creer en una nueva fe. De esta forma el Islam
comenzó a propagarse, consiguiendo sus primeros adeptos entre las masas urbanas más pobres,
al tiempo que se enemistaba con los ricos. Cuando sus seguidores se hicieron numerosos, las
autoridades empezaron a verle como una amenaza contra el orden establecido; se le acusó de
impostor y comenzaron las persecuciones. Por los conflictos Mahoma decide en el año 622
decidió huir a Medina y abandonar La Meca, considerándose el momento de esa huida, la
llamada Hégira, como fecha fundacional de la era islámica. En el año 624 las tensiones entre la
Meca y Medina se desencadenaron en una gran batalla, la cual finalizó en una victoria para el
pueblo musulmán. Este hecho selló la consolidación de Mahoma como líder político y
militar, además de ser considerado el sello de los profetas, escogido por Alá, para perfeccionar
su mensaje.

La Hégira, huida de La Meca a

Peregrinación a La Meca.
Medina. Año 622.

Los enfrentamientos entre Medina y La Meca finalizaron con la conquista de esta última ciudad
por Mahoma en el 630, fruto de la presión militar, de la negociación política y de convenientes
enlaces matrimoniales. Poco antes de morir, Mahoma realizó una peregrinación de Medina a La
Meca, que ha servido de modelo para este rito que todo musulmán debe realizar una vez en su
vida.

En los dos últimos años de la vida de Mahoma, el Islam se extendió al resto de Arabia,
unificando a las diversas tribus paganas que habitaban aquel territorio. Mahoma convirtió esas
conflictivas tribus árabes en un pueblo unido y las llevó expansión sin precedentes, y culminando
la primer fase de las cuatro en la historia de la expansión musulmana. Al morir Mahoma sin
heredero varón, estallaron las disputas por la sucesión, y en medio de grandes tensiones, Abú
Bakr, fue convertido así en el primer califa o sucesor, y dando lugar a la segunda fase de
expansión, la del Califato Ortodoxo (632-661).
Tras la muerte de Mahoma, el conjunto de tribus comenzó a actuar por cuenta propia, surgiendo
un autoproclamado profeta en Yamama, el falso profeta Musaylima, y dando lugar a las llamadas
guerras de apostasía. Abu Bakr planeó su estrategia en consecuencia y dividió el ejército
musulmán en 11 cuerpos. Las tribus rebeldes del centro y nordeste fueron fácilmente derrotadas.
El cuerpo más fuerte, fue el de al- Jalid ibn y se utilizó para luchar contra Musaylima, el más
poderoso de las fuerzas rebeldes, quien fue derrotado y muerto. Finalmente Arabia central fue
reconquistada por el Islam. 

Batalla contra Musaylima en Aqraba.

Año 633

Tras la muerte de Abu Bakr en 634, lo sucedió el Califa Umar ibn al-Jattab. Durante su califato
(634-644) ocurrió una guerra contra el imperio Bizantino y Persia, por la cual se expandieron por
Siria, Palestina, Egipto y Mesopotamia. Las conquistas territoriales árabes fueron rápidas y de
gran extensión. Los ejércitos estaban bien organizados y eran enviados desde Medina con
objetivos bien claros, obligando a las poblaciones sometidas pagar un tributo.

Cuando el califa Umar es asesinado a manos de un esclavo personal en el año 644, lo sucedió
Uthman ibn Affán, quien pertenecía al clan de los Omeyas, entre el año 644 al 656. Su asunción
al poder fue de gran controversia al pertenecer a los Omeyas, tribu que anteriormente estaba en
contra de lo que predicaba Mahoma, por lo que para apaciguar el descontento impulsó nuevas
conquistas. Finalmente Uthman fue asesinado por un grupo de cabecillas del ejército al estar
descontentos con ciertas decisiones políticas que no los favorecían.

Finalmente, fue sucedido por Ali Ibn Ali Tálib, quien fue el último de los califas ortodoxos. Tras
su nombramiento se produjo un gran revuelo, ya que muchos consideraban que había sido
instigador de la muerte de Uthman, lo cual conllevo a una batalla, donde en el bando de enfrente
se encontraba la viuda de Mahoma y el candidato a califato Muawiyya de la familia de los
Omeyas, quienes finalmente fueron derrotados. La autoridad de Ali es entonces reconocida en
todos lados, excepto en Siria, donde Muawiyya esperaba el ataque de Ali para destituirlo de su
cargo. Esto desembocó en la batalla de Siffin en el año 657, donde es derrotado Muawiyya, y
como consecuencia los musulmanes se dividieron en tres grupos: suníes, chiíes, y jariyíes.
 Batalla de Siffín, año 657.

Estos tres grupos convivieron y se enfrentaron en toda la historia del Islam, los chiíes fueron los
partidarios de Alí, mientras que los suníes y jariyíes se consideraban más ortodoxos. Las
diferencias fueron solo políticas al principio, pero más tarde cada grupo fue adquiriendo claras
diferencias doctrinales con los demás.

En año 661, comienza la tercera fase en la expansión musulmana, luego del asesinato de Alí, la
fase del califato Omeya (661-750). Los Omeyas siguieron con las conquistas, y durante esta fase
se dan las últimas grandes expansiones territoriales, fue una época de desarrollo del Islam como
religión y también de consolidación del imperio.

Desde el año 750 al 1252 comienza la última gran fase en la expansión musulmana, la del
Califato Abbasí. Los Abbasíes llegaron al poder tras eliminar a los Omeyas, trasladando la
capital de Damasco a Bagdad

Expansión musulmana.

El Islam adquirió rasgos distintivos conformandosé una religión con caracteres propios, siendo el
Corán  el libro sagrado del islam, que según los musulmanes contiene la palabra de Dios
revelada a Mahoma quien recibió estas revelaciones por medio del arcángel Gabriel. Al ser la
palabra de Dios su transmisión debería realizarse sin el menor cambio en la lengua originaria,
el árabe clásico. Y teniendo como pilares de su religión la oración, el ayuno, la limosna, y la
peregrinación a La Meca. También posee un calendario propio, que comienza con la Hégira,
según el cual estaríamos transitando el año 1440.

Los musulmanes a su vez han dejado grandes legados, como sus grandes construcciones,
literatura, caligrafía, las bibliotecas públicas, el número 0, el álgebra y la trigonometría, el
sistema decimal, la exploración del Océano Indico y más.