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Neal Miller se doctoró en psicología en la Universidad de Yale en 1935. Sus antecedentes como
investigador lo situaban en el campo del aprendizaje y en 1950 fue designado profesor titular de Yale. Sus
actividades como teórico e investigador abarcaron un campo que va desde la postulación de un sistema
neohulliano y pasa por el aprendizaje imitativo. Se lo conoce por su colaboración con John Dollard en la
formulación de una teoría del aprendizaje nehulliana, que tradujo a Freud a términos hullianos y se refirió a
la ansiedad y conductas social e imitativa.
Las teorías de Miller y Dollard constituyen otros enfoques nehullianos del aprendizaje. Estas
sugirieron que el aprendizaje tiene dos etapas distintas. Ambas consideraron que el aprendizaje del
signo o del estímulo es un tipo de aprendizaje y que el aprendizaje de la respuesta o solución es un
segundo tipo.
Miller y Dollard propusieron un modelo de conducta imitativa que incluyó un análisis de las
funciones de la realimentación. También elaboraron un modelo de la adquisición de miedo como impulso
aprendido que ha sido útil para explicar la resistencia a la extinción de evitaciones fóbicas neuróticas.
Consideramos una posición conexionista del refuerzo, ya que trata las conexiones de los estímulos
con las respuestas. La importancia de Miller proviene de las aplicaciones de su teoría a distintos temas de
la psicología de la personalidad, de la social y de la anormal. Estas aplicaciones fueron efectuadas
conjuntamente por Miller y Dollard con antecedentes en psicología experimental y clínica y en ciencias
sociales.
Formularon los cuatro principios o elementos del aprendizaje: el impulso, la indicación, la respuesta
y la recompensa.
La reducción de la fuerza tiene una propiedad muy importante: cualquier respuesta que sirva para
reducir un impulso es reforzada y por lo tanto tiende a ser aprendida. En consecuencia, el individuo hace
rápidamente la respuesta aprendida y de este modo inmediatamente reduce el impulso de nuevo. La
reducción del impulso es la operación básica del aprendizaje.
No aprendemos simplemente una respuesta para reducir un impulso sino que ésta depende de las
condiciones. Los estímulos que orientan la respuesta y determinan cuál es la respuesta que se producirá
reciben el nombre de indicaciones. La reducción del impulso que termina con el aprendizaje puede
llamarse una recompensa.
Miller utilizó el término impulso para incluir lo que Skinner consideraría como tres conceptos
diferentes: el Reforzador negativo (nocivo, y al ser eliminado, produce refuerzo), el Mantenimiento y el
Incitamiento.
En 1948, Miller y Dollard realizaron un experimento. Se colocaron ratas en una caja con una cámara
blanca y otra negra. En la primera, se les aplicó un shock y desde allí podían escapar a la caja negra. Para
demostrar que el animal había aprendido un impulso de miedo ante esa señal representada por la caja
negra, finalizaron los shocks y se instaló una rueda de ejercicio que permitía abrir la puerta situada entre
las cámaras. Las ratas aprendieron rápidamente la respuesta de hacer girar la rueda, su fuga constituía
una recompensa y reforzaba los vínculos señal-respuesta.
Por tener el estímulo del miedo las propiedades de impulso, Miller pudo demostrar el aprendizaje de la
respuesta consistente en hacer girar la rueda para obtener la recompensa que suponía escapar de las
señales emanadas de la caja blanca. Concluyó que “el impulso adquirible que motivó el aprendizaje de
una respuesta nueva, la de hacer girar la rueda, fue el miedo, y que el agente reforzador fue una reducción
de la intensidad de ese miedo”.
Toda conducta supone impulsos en presencia de señales, los cuales preparan la ocasión para
las respuestas, que reducen la intensidad del estímulo derivado del impulso. Esa reducción
constituye la recompensa.
IMITACIÓN
Miller y Dollard en su libro titulado “Social Learning and Imitation” afirman que gran parte de la
conducta del aprendizaje humano implica imitación. La tendencia a imitar también se aprende. Cuando un
individuo efectúa una respuesta lo hace en presencia de indicaciones producidas por la conducta de otros.
Si la respuesta es igual a la del otro y es seguida por la reducción del impulso, el individuo ha sido
recompensado. Si la respuesta es diferente y no es seguida por la reducción, la tendencia a comportarse
en forma distinta no es recompensada y empieza a extinguirse. Por lo tanto, la conducta imitativa es
recompensada de modo que el individuo aprende a hacer lo que ve del otro. También, se destaca la
generalización de la imitación de una persona a otra y la discriminación entre la gente a quien se debe y a
quien no se debe imitar.
Miller y Dollard aplican los principios de la imitación de la conducta de las multitudes, personas que se
imitan unas a otras y se estimulan mutuamente para realizar actos que pocas personas llevarían a cabo
como individuos aislados.
MIEDO Y NEUROSIS
El elemento fundamental en este aprendizaje es el impulso aprendido del miedo. Este impulso es la
base del conflicto, la fuente de la desdicha y la causa de la necedad.
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¿Cuál es la naturaleza de un impulso secundario? Miller y Dollard aseguran que como todos los
impulsos es una fuerte estimulación. Los estímulos fuertes originados por las respuestas emocionales
constituyen el impulso de temor.
El hecho de que el miedo es un impulso puede demostrarse utilizándolo como base del nuevo aprendizaje.
¿Cómo se produce este tipo de aprendizaje cuando se efectúa en seres humanos neuróticos?
Cualquier conducta independiente llegará a producir miedo, mientras que la sumisión lo reduce. El niño
teme a la independencia y la conducta de sumisión del mismo es un escape de ésta que provoca tanto
temor.
¿Cómo se puede eliminar la neurosis por medio de la psicoterapia? Dado que el miedo es la causa
primaria, la extinción del miedo es el elemento fundamental de la cura. Si se puede persuadir al neurótico
para que dé respuestas independientes bajo condiciones en la que no será castigado, su temor se
extinguirá. Dado que las indicaciones para el temor provienen de las propias respuestas del individuo,
debe inducírsele gradualmente a responder, primero en forma muy débil e indirecta y después con más
fuerza y más directamente.
A medida que el paciente elimina su temor a expresar conceptos independientes será más capaz
de pensar sensiblemente en su conflicto.
Hemos considerado varias teorías del aprendizaje. Todas hasta ahora tienen dos cosas en común;
son teorías conexionistas, es decir, que tratan las conexiones de los estímulos con las respuestas. Y la
otra similitud es que son todas teorías de un tipo relativamente simple e informal.
¿Y en qué aspectos difieren estas teorías entre sí? Existe una división entre los teóricos de la
contigüidad (Watson y Guthrie) y los teóricos del refuerzo (Thorndike, Skinner y Miller). Podemos
considerar que el principio de contigüidad de Guthrie y el principio de reducción del impulso de Miller son
dos intentos diferentes de explicar por qué tendemos a aprender aquellas respuestas que no son
recompensadas. Thorndike y Skinner aceptan simplemente el principio de que las recompensas son
reforzadoras y desde este punto prosiguen hacia adelante. Miller llega a la conclusión de que todo
aprendizaje requiere recompensa y Guthrie que la recompensa probablemente no es requerida de ese
modo ya que es preferible hablar se la contigüidad antes que del refuerzo.
Otra diferencia se refiere al grado en que formulan enunciados acerca de lo que ocurre en el
interior del cuerpo. Watson, Guthrie y Miller explican toda suerte de cosas en función de las respuestas
internas que hacen los individuos y de los estímulos que estas respuestas producen. Skinner asevera que
todas esas explicaciones son inapropiadas, no se referirá a respuestas a menos que pueda señalarlas, en
tanto Watson, Guthrie y Miller están dispuestos a suponer que están allí, aun cuando no lo puedan
especificar.
Una de las influencias del pensamiento psicoanalítico ha sido ampliar el contenido temático
estudiado dentro del campo del aprendizaje. El pensamiento psicoanalítico ha ayudado a borrar los límites
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entre lo neurótico y lo normal, de modo que lo que una vez se relegó a la “psicología anormal” ahora forma
parte de la psicología general. Se ha extendido, pues, la gama de asuntos que interesan a los estudiosos
del aprendizaje, hasta incluir la distorsión perceptual, la represión y el simbolismo, todo lo cual implica
modos personales y peculiares de expresar los resultados del aprendizaje.
Los aguijones del psicoanálisis para ampliar el contenido estudiado dentro del aprendizaje, para
conocer toda clase de determinantes motivacionales, incluyendo los inconscientes, y para construir una
psicología del ego, son aceptables, y la aceptación de estos desafíos ha demostrado ser fructuosa. Cabe,
empero, una advertencia. El pensamiento psicoanalítico es muy complejo y está formulado ambiguamente,
de modo que no es fácil ubicar que es lo esencial. Necesitamos ubicar los problemas que más nos
conciernan y luego tratar de hacer lo mejor para obtener testimonios adecuados a fin de resolverlos.
CONDUCTA CONFLICTUAL
Aumentar la motivación a acercarse a una meta puede determinar que el sujeto se acerque a
ella, lo cual intensificara el miedo. Ej.: si un estudiante teme a un profesor y recibe de él una notificación
donde le dice que concurra a su despacho porque quiere subirle sus calificaciones, la probabilidad de que
el estudiante se acerque es mayor que si el docente no hubiese enviado esa nota.
A partir de estos postulados, Miller y Dollard elaboraron un modelo que predice la conducta en los 4
tipos de situaciones conflictuales: aproximación-aproximación, aproximación-evitación, evitación-
evitación y doble aproximación-evitación.
Naturaleza/Crianza: sostienen que los cambios fisiológicos son respuestas innatas al miedo.
También suponen innata la generalización a partir de una señal que suscita el impulso de miedo a señales
similares.
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El cómo del aprendizaje: todo aprendizaje exige la recompensa derivada de la reducción del
impulso. Requiere también un impulso en presencia de señales, seguido por una respuesta que reduce el
impulso, lo cual recompensa la respuesta.
El qué del aprendizaje: la variedad de cosas susceptibles de ser aprendidas es muy considerable,
va desde las tendencias a imitar hasta el impulso del miedo. Consisten en conexiones entre estímulos y
respuestas, utilizadas en un sentido impreciso.
Sus puntos de vista son deterministas pues los determinantes complejos incluyen señales,
pensamientos, situaciones sociales y factores de realimentación.
LA PSICODINÁMICA DE FREUD
Paulatinamente, reemplazó tanto la sugestión hipnótica como el método catártico por la asociación
libre y la interpretación de los sueños. De igual modo, la búsqueda inicial centrada en la rememoración de
los traumas psicógenos como productores de síntomas fue abriendo paso al desarrollo de una teoría
etiológica de las neurosis más diferenciada. Todo esto se convirtió en el punto de partida del psicoanálisis,
al que se dedicó ininterrumpidamente el resto de su vida.
El curso tomado por los acontecimientos mentales está regulado automáticamente por el principio del
placer. Es decir, que el curso de los acontecimientos es puesto en movimiento por una tensión
displacentera. El displacer, corresponde a un aumento en la excitación; y el placer a una disminución. Hay
un aspecto importante en la teoría de la reducción de tensión que establece que una necesidad activada
que permanece insatisfecha produce una fantasía del objeto-meta, que podría satisfacer la necesidad.
Por medio del principio de la realidad, el organismo, en vez de insistir sobre la gratificación inmediata,
toma “el camino largo e indirecto hacia el placer”. Está ligado con el desarrollo del ego. Dollard y Miller
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relacionan el principio del placer con la ley del efecto, y establecen que la realidad se elabora de acuerdo
con las condiciones físicas y sociales del aprendizaje. (Mowrer establece que el aprendizaje de la realidad
está bajo el control del sistema autónomo, mientras que el aprendizaje del placer-dolor se encuentra
supeditado al control del sistema nervioso central.)
La mayor parte de lo que se re experimenta bajo la compulsión a repetir, debe causar el displacer del
ego; ya que trae a la luz actividades de los impulsos instintivos reprimidos...La compulsión a repetir
también trae recuerdos de las experiencias pasadas que no incluyen la posibilidad de placer, y que nunca
han podido, incluso hace mucho tiempo, traer satisfacción ni siquiera a los impulsos instintivos que desde
entonces han sido reprimidos (existencia de un instinto destructivo y eros)
Dollard y Miller señalaron que la compulsión a la repetición es un resultado de indicios que las
emociones proporcionan y que se activan por fragmentos sin sentido de recuerdos que se vuelven a
presentar en la asociación libre.
2. Las actividades aprendidas en demasía pueden ser resistentes al cambio, por lo que llevan
a la repetición excesiva.
3. La conducta adquirida bajo frustración excesiva se puede fijar “anormalmente” y por tanto,
volverse resistente al cambio.
La producción de ansiedad está asignada al ego. Cuando el ego percibe un peligro, esta percepción
activa la angustia, y entonces se toman medidas para reducirla. (Ej.: la formación de síntomas; la represión
cuando la angustia causa la misma).
La angustia está estrechamente relacionada con el ego. Hay tres clases de angustia:
1. La angustia objetiva: depende del peligro real, yace en el mundo externo e implica un
peligro conocido.
En la edad avanzada puede ser de origen involuntario y automático; o producido por el ego cuando
una circunstancia amenaza y ocurre porque se procura evitarla.
Dollard y Miller destacan la importancia que tiene el miedo como pulsión: la angustia es el miedo,
cuando su fuente de origen es vaga o está oculta por la represión. Existen tres razones principales por las
que el miedo resulta tan importante: porque puede ser muy fuerte, porque puede ligarse a nuevos indicios
muy fácilmente mediante el aprendizaje, y porque es la motivación que produce las respuestas inhibitorias
en la mayoría de los conflictos.
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Represión, olvido y recuerdo
Freud hace una distinción entre represión primaria y la represión propiamente dicha. La primaria
consiste en una negación a la presentación mental (ideacional) del instinto para entrar en la conciencia.
Por lo tanto, el contenido ideacional permanece inalterado y el instinto continúa ligado a él. La segunda
fase se refiere a los derivados mentales de la presentación reprimida del instinto, o a las secuencias de
pensamiento como las que, teniendo otro origen, han llegado a tener una conexión asociativa con ella. A la
tendencia a evitar estos derivados secundarios se lo llama posexpulsión.
La fijación
La regresión
Cuando se bloquea o se frustra un acto, ocurrirá algo sustituto, y posiblemente este sustituto una vez
se haya establecido fuertemente en el repertorio del individuo. Existen tres clases de regresiones:
La agresión y su desplazamiento
Freud reconoció la importancia de darle expresión a la hostilidad en vez de frenarla. Además, creía que
la agresividad era algo inherente al hombre. Dollard y Miller formularon la hipótesis de la frustración-
agresión, en donde se estableció que la frustración da la lugar a la acción agresiva, pero luego se debió
establecer que la agresión no era la única consecuencia; si se desconoce el agente responsable de la
frustración, se escogerá otro objeto, esto es llamado agresión desplazada.
Miller relacionó el desplazamiento con la generalización de estímulos en la teoría del aprendizaje y
estableció ocho deducciones, entre las cuales se encuentran: A) cuando se impide la respuesta directa al
estímulo original mediante la ausencia del mismo, las respuestas desplazadas se presentarán ante
estímulos similares y la que sea más fuerte se presentará ante el estímulo que se asemeje más al original.
B) cuando se impide mediante el conflicto la respuesta directa, la respuesta desplazada más fuerte
ocurrirá ante los estímulos que tiene un grado de similitud con el original. C) si se aumenta la fuerza de
pulsión que motiva la respuesta al estímulo, será posible que estímulos cada vez más diferentes
reproduzcan respuestas desplazadas. Por último, Miller establece que cuando la angustia es grande se
escoge como objeto de agresión, al menos similar de la persona constituyente de la fuente de agresión
que cuando la angustia es baja.
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El aprendizaje, conforme se relaciona a las etapas del desarrollo
Es una teoría genética y dinámica, deben tomarse en cuenta tanto las continuidades en la vida del
individuo, que derivan del pasado, como lo que está sucediendo en el presente, ya que existen
consecuencias en la vida adulta que tienen origen en las experiencias tempranas de la infancia. Si la teoría
genética del psicoanálisis contiene alguna verdad, el aprendizaje mostrará diferencias de un nivel a otro.
Que proceden de las historias personales de los que están aprendiendo, sumado a los conflictos de
autoridad que generar lastres paras el aprendizaje, en especial en materias como lectura o el habla.
Una distinción fundamental es entre el pensamiento del proceso primario, conducido por impulsos,
considerado irracional y que busca la gratificación inmediata y el pensamiento del proceso secundario que
es paciente, lógico y con una gratificación con miras a futuros logros.
Freud se dio cuenta de que la manipulación de la transferencia traía sugestión. Este es un proceso
sutil pero sigue siendo un problema, por lo tanto era necesario un registro objetivo. La principal conclusión
que se obtiene del reconocimiento de campos inexplorados en aspectos evolutivos del aprendizaje y de la
comprensión del aprendizaje que se hace dentro de la psicoterapia, es que estos problemas se pueden
solucionar por medio del esfuerzo cooperativo y la división de trabajo entre psicólogos académicos y
psicoanalistas.
Los psicólogos estaban listos para captar la sugestión de Freud referente a que los factores
afectivos podrían influir en el recuerdo. Debemos considerar la relación entre afecto y facilidad de
recuerdo. Esto prueba que la implicación de que el afecto es displacentero puede impedir el recuerdo a
través de los sucesos identificados (o análogos) con la represión freudiana.
Debemos tener en cuenta algunos informes experimentales típicos de cuatro enfoques para el
estudio de los factores afectivos del recuerdo:
Recuerdo de asociados a estímulos sensoriales de tono afectivo: Ratliff puso a los sujetos a que
clasificaran lo placentero y lo displacentero en olores, sonidos y colores. Luego, estos asociaron números
a los reactivos, y más tarde fueron sometidos a prueba de recuerdo. Los resultados con olores fueron en
contra de la hipótesis del olvido de lo displacentero; pero con sonidos y colores, el recuerdo de los
números asociados a los reactivos placenteros fue superior que el recuerdo de los números asociados a lo
displacentero.
Recuerdo de palabras memorizadas con connotaciones afectivas personales: Sharp acudió a los
archivos de sujetos neuróticos para encontrar palabras que fueran inaceptables emocionalmente para
sujetos individuales, y palabras que les expresaran gratificaciones. Luego comprobó su retención de
palabras aceptables e inaceptables y encontró que estas últimas fueron las menos bien recordadas.
Seleccionando palabras críticas y no críticas, Clemes constituyó listas individuales para sus sujetos;
estas listas se memorizaron mediante hipnosis y lo que prosiguió fue que se les pidió a los sujetos que
olvidaran la mitad de las palabras de la lista. La hipótesis era que las palabras críticas serían los objetivos
más probables de la amnesia. Para asegurar que se respetaba el paradigma de la represión, las únicas
palabras que se trataron estadísticamente fueron las que se olvidaron durante la amnesia pero que se
recordaron cuando ésta se hizo cesar.
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Recuerdo de experiencias vitales con tono afectivo: Meltzer les pidió a 77 varones universitarios y a
55 mujeres universitarias que describieran sus experiencias en las vacaciones de Navidad; que hicieran
una lista y también las clasificaran en placenteras, displacenteras o indiferentes. Los sujetos compilaron en
esas listas más elementos placenteros que displacenteros. Seis semanas después, imprevistamente,
Meltzer les vuelve a pedir que confeccionen la misma lista que habían hecho semanas atrás. Los
resultados indicaron el predominio de experiencias placenteras sobre las displacenteras.
La represión inducida mediante las experiencias de fracaso: El desaliento inducido por el fracaso
puede dar lugar a una baja en el esfuerzo y por tanto llevar a una ejecución más pobre en una tarea
posterior sin una represión activa. Por consiguiente, una prueba completa debiera mostrar recuperación
cuando se alivia la amenaza asociada. Se han intentado demostrar dos fases: la represión inducida,
seguida por el levantamiento de la represión.
Aborn colocó en tela de juicio y comparó el aprendizaje incidental con el aprendizaje intencional. Sus
sujetos debían leer tarjetas que contenían números coloreados pensando que estaban sometiéndose a
una prueba para la ceguera del color. A algunos se les indicó expresamente que recordaran los números
en las tarjetas, mientras que a otros no. La “amenaza al ego” se introdujo para los sujetos experimentales
siguiendo las series de tarjetas numeradas en las que no aparecían números, lo cual indicaba que el
sujeto tenía debilidad ante el color. La amenaza se aumentaba haciéndolo fracasar en algunas tareas
perceptuales supuestamente relacionadas. Como prueba de memoria, el sujeto escribió los números
recordados y posteriormente los comprobó en una prueba de reconocimiento. Las pruebas se repitieron
inesperadamente dos días después y la amenaza fue retirada, revelándose la verdadera naturaleza del
experimento. Los resultados mostraron una mejoría progresiva sobre aquellos que habían recibido la
amenaza, mientras que los que no la habían recibido, tendieron a olvidar los números.
Capacidad: Como una psicología educativa, la teoría de Freud implica que el niño pequeño es más
impresionable; de manera que la represión primaria ocurre en los primeros años de infancia y los
síndromes de carácter encuentran sus orígenes en los conflictos sobre la alimentación, el entrenamiento
de los hábitos de limpieza, sexo y agresión. La solución de estos conflictos tiene lugar conforme a los
temas o estilos de respuesta fundamentales, y el resto de la vida se pasa en desplegar estos temas
tempranos con la asimilación de contenidos.
Comprensión: Freud subraya que existen posibilidades de control cognoscitivo. Nosotros podemos
obtener discernimiento de nuestros procesos inconscientes, si trabajamos para ello adecuadamente; lo
que significa un logro del intelecto. El desarrollo de la psicología del ego, manejando la “esfera del ego
libre de conflictos”, permite aún mayor espacio para la racionalidad en el control de la conducta.
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Preguntas acerca de las Teorías del aprendizaje de Miller y Dollard
1. ¿Cuáles son los 4 principales elementos que plantean en el proceso de aprendizaje? Explica, relaciona y
ejemplifica. ¿De qué otra manera puede darse el aprendizaje de la conducta humana?
2. ¿Qué es la neurosis? ¿Cómo se puede eliminar la neurosis por medio de la psicoterapia?
3. ¿Cuáles son los postulados sobre la situación conflictual? ¿Cómo era el modelo?
4. ¿Cuáles son los principales conceptos de la teoría psicoanalítica de Freud que influyeron en la teoría del
aprendizaje?
5. ¿Qué es la represión según el psicoanálisis? ¿Existe alguna forma de ilustrarla?