Está en la página 1de 2

Cuando el querer nos sobrepasa

¿Debemos siempre pensar en el bienestar ajeno por encima del personal? Estas
preguntas se responden a lo largo de nuestra vida, cosas que ignoramos que sabemos,
en mi caso hace unos meses me tocó responder, en un caso personal donde el amor y
temor también hacia mi padre, no me permitía ver por las cosas que realmente quería
hacer, todo por ver el bienestar de él (mi padre), poniéndolo encima, y con base a dicha
experiencia, yo mismo me he podido responder dicho cuestionamiento, afirmando que
la respuesta es no, la respuesta es complicada, pero a lo largo de mi ensayo me
tomaré el atrevimiento de explicar porque llegue a dicha conclusión.
La novela nos muestra a una mujer que deja a su marido e hijas sobre un
“desconocido” en una época donde los principios eran de gran importancia para las
personas y el juicio abundante, siendo objetivo se podría decir que la mujer no pensó
en el bienestar ni de sus propias hijas, ni del marido, pero al mismo tiempo podría decir
que ella no tenía total conciencia de la decisión que tomaba y tal vez tampoco tenía en
mente el bienestar de sus seres queridos, ¿por qué?
Todo esto tiene una explicación más extensa, simplificando el punto se podría ver así:
las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la
vida, esto causa un ciclo de emoción-acción, ahora, planteando que el cerebro cuenta
con “2 mentes” la emocional (siente) y la racional (piensa) lograríamos entender ya que
el cerebro desempeña un papel ejecutivo en nuestras emociones, salvo en esos
momentos que las emociones quedan fuera de control, recordemos la temporalidad de
la historia y esta sucedió en 24 horas… (Fragmento tomado de “La inteligencia
emocional”, Daniel Coleman)
Dentro de la novela la Señora C. expresa la idea a su forma “Pero una categoría tal de
sentimientos no se puede descom­poner ni analizar en particular porque chocan entre sí
con tal confusión, de ma­nera tan violenta, tan furiosa, tan espon­tánea..”(pág 16, 24
horas en la vida de una mujer) De esta manera vemos el porqué la señora C. mantenía
esta empatía con la mujer, ella se sentía de la misma manera, dejándose llevar por esta
emoción sin tomar en cuenta realmente todo lo que sobrellevaba.
Viendo esta parte de la novela, ahora sí podría responder acerca de pensar en los
otros el “prójimo” sobre uno mismo, y es que justamente vivir esta filosofía de “Más
bienaventurado es dar que recibir." (Hechos 20:35) nos hace daño de alguna forma, en
mi caso personal gracias a la mala interpretación del pasaje, pensamos que la idea es
“Dar más de lo que podamos recibir” parece algo irracional, pero así me sentía,
tomando fuerzas en la búsqueda del dar.
La idea de poner al “prójimo” antes que nosotros “Al que te hiera en una mejilla,
preséntale también la otra” (Lucas 6:29-30) y realmente no es así!, y no estoy
contradiciendo a la biblia sino más bien buscando la traducción acertada, y esta sería
que el pensamiento del bien del prójimo debería estar presente y está sin ninguna
búsqueda de beneficio de regreso, al igual que el trato que nos “lastima” presentar
compasión y perdón más no prestarse a esto de la manera literal “preséntale también la
otra” (entregándonos al otro).
En mi caso me sentía presionado, de alguna manera presionado por nadie,
exactamente la poca presencia de las personas en una situación delicada acerca de la
vida de mi papá, me hacía sentir que era la única persona que se podría hacer cargo
de él, arrinconando a tomar la decisión de ponerlo encima de mi propio bienestar, de
alguna manera esto me hizo daño, y lo que hice fue poner la otra mejilla… (reitero una
idea incorrecta)
Con el tiempo entendí que era posible dar sin afectar mi bienestar propio, ver por los
demás sin ponerlos encima de mi, y entenderlo hizo que todo el esfuerzo hecho tomara
sentido para mi, por que se vive de una manera más sana y sin duda de alguna manera
se devuelve ese esfuerzo que no rompe mis propios límites como cierto proverbio chino
dice “La mano que te da unas rosas siempre conserva un poco de la fragancia” y si, a
esto se refiere realmente el más bienaventurado dar que recibir.
Al final “La vida se limita para cada uno de nosotros al tiempo presente” (Meditaciones,
Marco Aurelio) y la forma de ser feliz en este, es también estar pleno en consciencia
con nosotros mismos. Poner de nuestra ayuda a los demás buscando darle un sentido
a la acción, es importante tener en cuenta a los demás pero que esto no sobrepase
nuestro propio bienestar, no me arrepiento de ninguna manera de haberlo hecho
tampoco, ya que soy creyente que esas acciones por las que me desviví en tal
momento, hoy, me dan las bases para vivir de una forma más plena.
Si poner a otras personas sobre nuestro propio bienestar nos afecta, pero al mismo
tiempo no pensar en ellos también lo hace, entonces no sobrepasamos nuestro propio
bienestar y al mismo tiempo busquemos añadir un poco de valor al prójimo. Aún así, si
poner a alguien sobre nuestro bienestar al final nos da un sentido mayor a nosotros,
tampoco habrá sido la decisión incorrecta.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
- Castro, S. (2023, 26 febrero). El Amor. Instituto Europeo de Psicología Positiva
https://www.iepp.es/el-amor/

- Aurelius, M. (2021) Marco Aurelio, Meditaciones. Grupo Editorial Patria

También podría gustarte