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TITULO:

COMENTARIO
ALUMNO:
BARAJAS REMIGIO ANDREA MICHELLE
ASIGNATURA:
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y MANEJO DE CONFLICTOS
DOCENTE:
ALONSO LEYVA LORENA
GRUPO:
LAGE-197
FECHA:
23 DE NOVIEMBRE DE 2023
Comentario
Inteligencia Emocional basado en mi nicho profesional (Administración y gestión
de empresas)
La inteligencia emocional ha emergido como un concepto crucial en el ámbito de la
administración y gestión de empresas, desempeñando un papel fundamental en el éxito
y la efectividad de los profesionales en este campo. La comprensión y aplicación de la
inteligencia emocional no solo impacta la dinámica interpersonal en el entorno laboral,
sino que también influye en la toma de decisiones, el liderazgo y la gestión de conflictos,
aspectos esenciales en la conducción eficiente de empresas. En este comentario,
exploraré la importancia de la inteligencia emocional en mi futuro nicho profesional y
cómo las ideas de Daniel Goleman y Nora Molina de Colmenares han contribuido a
enriquecer mi comprensión sobre este tema.
Daniel Goleman, psicólogo y escritor, ha sido uno de los principales exponentes en la
popularización del concepto de inteligencia emocional. Según Goleman, la inteligencia
emocional se divide en cinco componentes clave: autoconciencia, autorregulación,
motivación, empatía y habilidades sociales. En el ámbito de la administración y gestión
de empresas, cada uno de estos elementos desempeña un papel esencial.
La autoconciencia implica el conocimiento y la comprensión de las propias emociones.
En el contexto empresarial, un líder que posee alta autoconciencia puede identificar sus
fortalezas y debilidades, lo que le permite tomar decisiones informadas sobre cómo
abordar situaciones desafiantes. Conocerse a sí mismo también facilita la adaptabilidad,
una habilidad crucial en entornos empresariales dinámicos y cambiantes.
La autorregulación, otro componente clave, se refiere a la capacidad de gestionar las
emociones de manera efectiva. Los profesionales en administración y gestión de
empresas se enfrentan a situaciones estresantes y desafiantes regularmente. Aquellos
que pueden mantener la calma bajo presión, tomar decisiones ponderadas y controlar
sus respuestas emocionales tienden a ser más efectivos en la resolución de problemas
y en la gestión de equipos.
La motivación, el tercer componente, implica la capacidad de canalizar las emociones
hacia metas y objetivos productivos. Los líderes motivados no solo son impulsados por
el éxito personal, sino que también tienen la capacidad de inspirar y motivar a sus
equipos. En un entorno empresarial, donde la motivación es clave para el rendimiento y
la productividad, la inteligencia emocional se convierte en un activo valioso.
La empatía, el cuarto componente, es esencial en la administración y gestión de
empresas. Comprender las emociones de los demás y mostrar empatía contribuye a
construir relaciones sólidas, mejorar la comunicación y fomentar un entorno de trabajo
positivo. Un líder empático es capaz de conectar con su equipo, lo que a su vez puede
aumentar la moral y la cohesión del grupo.

Finalmente, las habilidades sociales, el quinto componente, son cruciales en entornos


empresariales que requieren interacción constante. La capacidad de comunicarse de
manera efectiva, resolver conflictos y construir redes sólidas son aspectos
fundamentales en la administración y gestión de empresas. Las personas con
habilidades sociales desarrolladas tienden a liderar equipos más cohesionados y a tener
un impacto positivo en la cultura organizacional.
Nora Molina de Colmenares, experta en inteligencia emocional, ha complementado las
ideas de Goleman al enfocarse en la importancia de la inteligencia emocional en el
liderazgo y la gestión de equipos. Colmenares destaca la necesidad de que los líderes
sean conscientes de su impacto emocional en los demás. Un líder emocionalmente
inteligente comprende cómo sus acciones y palabras pueden influir en el bienestar
emocional de su equipo, lo que a su vez afecta el rendimiento y la productividad.
En el ámbito de la administración y gestión de empresas, el liderazgo basado en la
inteligencia emocional se vuelve especialmente relevante. Los líderes que pueden
adaptarse a las necesidades emocionales de su equipo y que fomentan un entorno de
trabajo emocionalmente saludable son más propensos a cultivar la lealtad y la dedicación
de sus colaboradores. Colmenares enfatiza que la empatía y la comprensión de las
emociones de los demás son fundamentales para construir relaciones de confianza, un
elemento clave en cualquier entorno empresarial.
En mi futuro nicho profesional, que se centra en la administración y gestión de empresas,
reconocer y aplicar los principios de la inteligencia emocional se vuelve esencial. La
capacidad de liderar equipos de manera efectiva, gestionar situaciones conflictivas y
tomar decisiones informadas se ve directamente afectada por el nivel de inteligencia
emocional que posea. Además, en un mundo empresarial cada vez más interconectado
y globalizado, las habilidades sociales y la empatía son herramientas poderosas para
construir relaciones comerciales sólidas y negociar con éxito.
En el contexto de la toma de decisiones, la inteligencia emocional desempeña un papel
crucial. Las emociones pueden influir en la percepción y en la forma en que se evalúan
las opciones disponibles. Un líder emocionalmente inteligente es capaz de considerar no
solo los aspectos racionales, sino también las implicaciones emocionales de las
decisiones que toma. Esto no solo mejora la calidad de las decisiones, sino que también
contribuye a la construcción de un clima organizacional donde la confianza y el respeto
son fundamentales.
La gestión de equipos también se beneficia enormemente de la inteligencia emocional.
Un líder que comprende las necesidades emocionales de sus colaboradores puede
adaptar su estilo de liderazgo para motivar y guiar de manera más efectiva. Además, la
empatía en la gestión de conflictos puede conducir a soluciones más colaborativas y
duraderas, evitando tensiones prolongadas que podrían afectar negativamente el
rendimiento del equipo.
En el ámbito de las habilidades sociales, la inteligencia emocional juega un papel
determinante en la construcción y mantenimiento de relaciones comerciales. La
capacidad de comunicarse de manera efectiva, comprender las necesidades y
perspectivas de los demás, y establecer conexiones auténticas son habilidades que
marcan la diferencia en la administración y gestión de empresas. Las relaciones sólidas
con clientes, socios y colegas son fundamentales para el éxito a largo plazo en cualquier
industria.
Conclusión
En resumen, la inteligencia emocional se revela como un componente esencial en el
futuro de mi carrera como administrador. La amalgama de las ideas de Daniel Goleman
y Nora Molina de Colmenares proporciona un marco sólido para comprender y aplicar la
inteligencia emocional en el entorno empresarial.
Al cultivar la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las
habilidades sociales, no solo mejoraré mi capacidad de liderazgo, sino que también
contribuiré al desarrollo de equipos efectivos y a un clima laboral positivo. En última
instancia, la inteligencia emocional no solo es una habilidad deseable, sino una
herramienta indispensable en el arsenal de cualquier administrador moderno que busca
el éxito sostenible en un entorno empresarial cada vez más complejo y dinámico.

REFERENCIAS
Goleman, D. (1995). Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairós.
Molina de Colmenares, N. (2002). Inteligencia racional versus inteligencia emocional:
implicaciones para la educación integral. Laurus, 8(14), 61-70. Universidad Pedagógica
Experimental Libertador, Venezuela.

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