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La cuestión de lo “social”
Objetivos
Objetivo General:
Definir el sentido histórico de la llamada cuestión social como una fractura interna
del derecho entre el ideal político moderno de igualdad de la ciudadanía y la
desigualdad.
Clarificar la significación y el relieve de la cuestión de lo “social”
Objetivos Específico:
El “Leviatán”, monstruo bíblico con que Hobbes bautizó y representó el nuevo orden
político moderno. En la ilustración original de tapa del libro, el Leviatán posee en su
interior la fuerza de los miembros del pueblo que lo componen y de los que emerge la
soberanía. A la vez, constituye una única entidad soberana, un gigante que posee en sus
manos los fundamentos del poder público: el cetro de la ley y la violencia de la espada. El
Estado aparece aquí como una instancia fundada en el contrato social, pero a la vez es
trascendente, está por encima de la sociedad civil. La tierra y la ciudad a sus pies.
Leviatán es el dueño y garante del orden, de la seguridad y de la propiedad privada.
A continuación
Veamos algunas importantes teorías sobre la cuestión de la estratificación social y las clases sociales en el
capitalismo, tomando como punto de partida el clásico planteo de Marx, para luego ver la reformulación
bourderiana y el debate actual sobre las clases sociales.
La estratificación social supone pensar de modo muy general un orden de diferenciación social de
grupos horizontales como estratos, de modo jerárquico y vertical.
La “clase social” corresponde específicamente a las formaciones sociales capitalistas.
Capitalismo y lucha de clases
[i] “Las condiciones de vida de los diferentes burgueses o vecinos de los burgos o
ciudades, empujadas por su oposición a las relaciones existentes o por el tipo de trabajo
que ello imponía, convertíanse al mismo tiempo en condiciones comunes a todos ellos e
independientes de cada individuo [...].
La política liberal y la sanción jurídica de la propiedad privada y el proceso de
“acumulación originaria” de patrimonio y medios de producción por parte de las clases
dominantes en los orígenes del capitalismo sientan las bases del nuevo régimen de
acumulación y de la antedicha división social. Pero el orden de clases sociales sólo
deviene real y con fuerza sobre la vida de los sujetos al pasar de la “subsunción formal” o
jurídica (libertad de la fuerza de trabajo para venderse al mercado) a la “subsunción real”
del trabajo en su forma específicamente capitalista[i]: su disciplinamiento en la industria,
donde el trabajador repite operaciones parciales convertido en apéndice de la máquina,
perdiendo el conocimiento pleno y el dominio del proceso productivo[ii]
Esta división estructural entre clases a la vez debía condicionar (pero podría o no
“determinar”, he ahí la cuestión) el antagonismo o lucha de clases, y de ahí el imperativo
de la revolución (liberación del proletariado que ulteriormente sería la emancipación res-
pecto del capital de la humanidad toda). Pero he aquí que las condiciones materiales de
vida y situaciones objetivas comunes (no-propiedad, explotación laboral, pauperismo,
barrios y culturas obreras) habilitaban pero no garantizaban la efectiva identidad grupal y
organización del proletariado para la revolución. El ajuste de esa brecha entre clase “en
sí” y “para sí”, el dichoso problema del despertar de la “conciencia de clase”, era una
conquista siempre pendiente en el plano de la ideología y la labor de organización y lucha
política[iii]5. La política del socialismo y el comunismo, en adelante, también quedaría de
este modo permanentemente condicionada por el dilema entre “reformismo” y
“revolución”: la cuestión de si las conquistas de derechos políticos y sociales por la clase
obrera son un avance hacia la transformación radical de la sociedad o, por el contrario,
un retroceso en la conciencia de clase y un engaño o estrategia de captación de la clase
dominante para evitar la revolución. Esta discusión se actualizaría especialmente en el
siglo XX con la integración de los trabajadores en la economía fordista y el Estado de
bienestar y el apogeo hacia me- diados de siglo XX de partidos y regímenes políticos
conducidos por la social-democracia.
•El cómic del francés Jacques Tardi, El grito del pueblo, sobre los sucesos de la Comuna de París de 1971.
Disponible en: http://www. normaeditorial.com/libros_img/01203436101_g.jpg
• El cuadro Manifestación (1934) del argentino Antonio Berni, que muestra la muchedumbre multicolor de
inmigrantes y trabajadores en plena ebullición de la cuestión social en nues- tro país. Disponible
en:http://coleccion.educ.ar/ coleccion/CD5/contenidos/img/bernichicos/pop/ bg02_11.jpg
• Una escena de Tiempos modernos de Chaplin, representación paradigmática de la alienación y las luchas del
trabajador fabril. Disponible en: http://3.bp.blogspot.com/-NtFSFpwyCw4/UKiWYTl27vI/AAAAAAAABBI/
1HUXOJh4U2U/ s1600/tiempos+modernos+Chaplin.jpg
La nota común en todas es el protagonismo de las “masas”, un fenómeno históricamente novedoso, que funda la
representación de la cuestión social moderna
Con esto cerramos esta primera clase. En lo que c ontinua les otorgaremos la guía de actividades
que deberán realizar y la bibliografía.
La idea que les presentamos allí es que se presenten nos cuenten dónde viven, con
quienes, dónde desempeñan su tarea docente, en qué grado u año dan clases y qué
expectativas tienen sobre el estudio de las problemáticas socioculturales
contemporáneas y de la cuestión de lo “social” como una aproximación para la
construcción compleja, cambiante y determinante de nuestra vida social.
En ese marco, el capítulo 1 del Módulo de Lectura nos presenta de modo claro y
preciso, una aproximación acerca de cómo las características definitorias y los
orígenes históricos nos permiten comprender la influencia en la historia moderna y
reciente, tanto a nivel mundial, como en particular para apreciar acontecimientos de
la historia Argentina.
Plazo de participación quince días.
Lectura Obligatoria
Ignacio Amatrian. Módulo: “Problemáticas Socioculturales
Contemporáneas” .2014.Tecnicaturas Superiores Sociales y Humanísticas-
INDF Disponible en sección biblioteca del aula virtual.
[i] “La cooperación, esta fuerza productiva del trabajo social, se presenta como una fuerza productiva del capital, no del trabajo” (Marx,
2005: 22).
[ii] Así “no basta con el desarrollo tecnológico sino que el ordenamiento legal debe posibilitar la existencia de
trabajadores libres que ofrezcan su fuerza de trabajo en el mercado, de ahí la importancia de la Revolución
francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano que cimentaron los derechos de
ciudadanía política, frente a las limitaciones de la esclavitud o el vasallaje. (Murillo et al., 2007: 2).
[iii] “Los diferentes individuos sólo forman una clase en cuanto se ven obligados a sostener una lucha común
contra otra clase, pues de otro modo ellos mismos se enfrentan los unos con los otros, hostilmente, en el plano
de la competencia” (Marx y Engels, 1985: 61, citado en Murillo et al., 2007: 3).
[iv] • Podemos citar también otra clasificación distinta pero cercana, formulada originalmente por el jurista
checo y Director de Derechos Humanos y Paz de la Unesco Karel Vasak (1977), entre derechos humanos de
“primera, segunda y tercera generación”. Respectivamente: 1ra. derechos civiles y políticos; 2da. derechos
económicos, sociales y culturales; 3ra. derechos de solidaridad.