Campos pedagógicos.

Raimundo Dinello

“No se puede reducir el aprendizaje a la materia escolar; aprender se

conjuga primeramente con sobrevivencia y luego con caminos de vida.
La significación que se atribuye a los dibujos, a la música, a los objetos
creados es una representación del propio universo que conecta con el
proceso de individuación y de socialización.”

La heterogeneidad de los individuos, que en su diversidad representan la

riqueza de la especie humana, contrasta con la forzada homogeneidad de
alumnos que acarrea un empobrecimiento de interacciones en la sala de
aulas, por el hecho de reducir las diferentes características a una jerarquía
seleccionada.
El reconocimiento de la diversidad exige un abordaje metodológico
articulado en la multiplicidad de situaciones de aprendizaje y en el uso
polivalente del material pedagógico no estructurado. Flexibilizando los
programas de manera de manera de implementar los valores
comunitarios e intereses particulares grupales e individuales de los niños.
Reconociendo esto y entendiendo a la EXPRESIÓN LUDOCREATIVA como
instrumento metodológico por excelencia, Dinello plantea una propuesta
pedagógica centrada en los CAMPOS PEDAGÓGICOS.
“La expresión ludcreativa es siempre un desafío. Es una alternativa; es
manejarse en lo imprevisible; es preguntarse sobre la capacidad de
comprender la realidad más allá de las apariencias descriptas; es un
espacio de reconocimiento del sujeto que se manifiesta y asume
participación ciudadana.”
La metodología de Expresión ludocreativa es:
1. Una proposición global y contextual;
2. De respeto de la biodiversidad;
3. De experiencia interactiva.
4. De afirmación de identidades;
5. De formación de ciudadanos.
El Campo Pedagógico: es un espacio de protagonismos. Lejos de
encontrarse el adulto en el lugar del saber a traspasar, aquí el
protagonista de la situación de aprendizaje es el niño, quien se apropia de
sus aprendizajes a través de ensayos, descubrimientos y deducciones.
“El campo pedagógico es un espacio físico donde pueden evolucionar
varios sujetos modificando una diversidad de objetos; es, sobre todo, un
espacio donde las imprevisibles situaciones decurrentes de la expresión
creativa puedan plantearse como interrogantes y conflictos pedagógicos
que incitan el aprendizaje; es un espacio de interacción de los
protagonistas que desarrollan secuencias en las diversas áreas de
expresión que en definitiva son una prefiguración del saber, del saber
hacer y del ser.”

¿Cómo se arma un Campo Pedagógico?

Éste puede pensarse como una “sorpresa” que se prepara a los niños.
Partiendo de una sala de aula vacía el adulto referente, recogiendo
expectativas de los alumnos realiza la puesta inicial, disponiendo objetos
en el espacio que propicien el interés por la exploración y utilización por
parte del niño. Los materiales pueden ser animados o inanimados,
entendiendo que la mayor creatividad podrá partir del poder
transformador que brinde el campo.
Una vez habilitado el campo pedagógico a la exploración de los niños, el
adulto se mantiene es su cualidad de animador, esto es de dar ánimo, dar
vida, apoyando y fomentando el potencial expresivo- creador.
El docente tiene un plan de aula, pero es una representación amplia y
flexible; configurada como una secuencia posible, no única ya que a su
representación se suma el protagonismo de los niños.
La expresión a través de la animación pedagógica es una vía que favorece
la afirmación del sujeto, porque puede aprender y porque tiene una
identidad a configurar. Es una invitación a hacer uso de sus
potencialidades a relacionarse con otros sujetos e interaccionar con
múltiples objetos.
Las situaciones de aprendizaje se inician cuando la no-estructuración del
material pedagógico actúa como interrogante permanente sobre cada
sujeto acerca de la lógica interna de los hechos y de los objetos que son
transformados por la expresión creativa. Esta transformación alimenta al
proceso cognitivo, social y emocional del grupo y de cada niño.
Por ejemplo, del análisis de los desplazamientos de una danza surgen
figuras geométricas y estas a su vez solicitan una aplicación
logicomatemática, que se enlaza a los conocimientos de la física. A través
de la historia inventada de la “puesta en escena” se van organizando
frases se caracterizan personajes, se entiende la trama, la temporalidad.
Por la evolución de los símbolos, los garabatos se van transformando en la
escritura convencional; se va resolviendo la relación de representar el
volumen en algo plano. Etc