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Identidad personal en John Locke: valoración desde una concepción


personalista y existencial del ser humano

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Diego Lopez
Ateneo Pontificio Regina Apostolorum
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ATENEO PONTIFICIO REGINA APOSTOLORUM

Facultad de Filosofía

La identidad personal en John Locke:


valoración desde una concepción personalista-
existencial del ser humano.

Profesor: Adrián Canal, LC


Estudiante: Diego López, LC.
Número de matrícula: 00016403
Historia de la Filosofía
Roma, 1/12/2022
1

I. INTRODUCCIÓN

Con este trabajo nos proponemos exponer y valorar la concepción de


identidad personal que John Locke ofrece en su obra Ensayo sobre el entendimiento
humano en el capítulo XXVII. Evidentemente, dado el reducido material de análisis
de la obra de este autor que estamos considerando no pretendemos ofrecer una
valoración ni definitiva ni global de lo que supondría una comprensión completa de
su concepción sobre la persona.

Los criterios de valoración que usaremos se fundamentan en una visión


personalista-existencial de la persona que iremos poniendo de manifiesto a lo largo
del análisis. Dada la extensión máxima que podemos alcanzar en este trabajo
algunos de los criterios de valoración (que fungen como presupuestos filosóficos)
no podrán ser justificados suficientemente, pero remitiremos para ello a otras
fuentes.

II. EXPOSICIÓN DE IDENTIDAD PERSONAL

a) Concepto de identidad

Locke comienza definiendo qué entiende por identidad. Este concepto se


refiere a la constatación de que algo que ha estado en un momento y lugar
determinado en el pasado es la misma cosa que está en otro momento y lugar
determinado en el presente.

When we see anything to be in any place in any instant of time, we are sure (be it
what it will) that it is that very thing, and not another which at that same time exists
in another place, how like and undistinguishable soever it may be in all other
respects: and in this consists IDENTITY, when the ideas it is attributed to vary not
at all from what they were that moment wherein we consider their former existence,
and to which we compare the present1.

1
J. LOCKE, Complete Works of John Locke, Delphi Classics, Hastings 2017, 299.
2

Partiendo de esta definición, y apoyándose en el principio de no


contradicción, concluye que la identidad de una cosa es intransmisible, de lo
contrario, sería otra cosa y no la misma, y perdería así su identidad.

For we never finding, nor conceiving it possible, that two things of the same kind
should exist in the same place at the same time, we rightly conclude, that, whatever
exists anywhere at any time, excludes all of the same kind, and is there itself alone2.

El fundamento de esta definición espacio-temporal del concepto de


identidad se encuentra en el hecho que “las cosas finitas comienzan a existir en el
tiempo y en el espacio; y la identidad de cada cosa estará determinada, en cuanto
exista, por sus relaciones con el tiempo y el espacio en los que comienza a existir”3.

Más adelante define este carácter intransmisible de la cosa como


“principium individuationis” que consiste en “which determines a being of any sort
to a particular time and place, incommunicable to two beings of the same kind”4.

Locke cree que en las cosas no vivientes la simple variación de la masa


supone la pérdida de identidad de esa cosa, es decir, es ya otra diversa. Pero en los
seres vivientes, diferenciando entre vida vegetal, animal y humana, considera que
“in the state of living creatures, their identity depends not on a mass of the same
particles, but on something else”5. Es decir, que los seres vivos tienen su identidad
en la invariabilidad, no de la materia, sino de otro principio, y este es “la
organización de todas las partes con vistas a un cierto fin o propósito”6 informadas
de una vida común. Nos enfocamos solamente en el desarrollo que hace de la
“identity of man” porque es el tema de nuestro trabajo.

2
J. LOCKE, Complete Works of…, 299.
3
F. COPLESTON, Historia de la filosofía. Vol. V De Hobbes a Hume, Ariel, Barcelona
19993, 99.
4
J. LOCKE, Complete Works of…, 300.
5
Ibid., 301.
6
F. COPLESTON, Historia de la…, 100.
3

Antes de ello, hay que partir del hecho de que Locke diferencia entre
substancia, hombre y persona “it being one thing to be the same SUBSTANCE,
another the same MAN, and a third the same PERSON”7.

Por hombre entiende, principalmente, la forma corpórea de hombre, es


decir, será el mismo hombre en la medida en que conserva el mismo cuerpo. El
hombre es, en definitiva, el animal.

The sound man in our mouths is the sign, is nothing else but of an animal of such
a certain form (…) For I presume it is not the idea of a thinking or rational being
alone that makes the IDEA OF A MAN in most people’s sense: but of a body, so
and so shaped, joined to it8.

Por substancia Locke entiende el sustrato desconocido de los accidentes


(cualidades/propiedades) que captamos por los sentidos.

The idea then we have, to which we give the GENERAL name substance, being
nothing but the supposed, but unknown, support of those qualities we find existing,
which we imagine cannot subsist SINE RE SUBSTANTE, without something to
support them, we call that support SUBSTANTIA; which, according to the true
import of the word, is, in plain English, standing under or upholding9.

Por persona, aunque lo desarrollaremos más adelante en detalle, entiende la


continuidad del ser pensante/consciente de sí mismo.

[A person is] a thinking intelligent being, that has reason and reflection, and can
consider itself as itself, the same thinking thing, in different times and places;
which it does only by that consciousness which is inseparable from thinking, and,
as it seems to me, essential to it10.

b) Identidad del hombre

El filósofo inglés defiende que el hombre será el mismo individuo


(mantendrá su identidad) en la medida en que goza de “a participation of the same

7
Ibid., 303.
8
Ibid., 303.
9
Ibid., 268-269.
10
Ibid., 304.
4

continued life, by constantly fleeting particles of matter, in succession vitally united


to the same organized body”11.

A pesar de constatar el hecho de que cambiando la materia en los seres


vivientes no cambia su identidad, hecho que sucedería en los seres inorgánicos, no
concluye que esa identidad debe residir en el otro principio sustancial que
constituye al hombre: el alma. Para probar su tesis, usa un argumento al absurdo
desde la teoría platónica de la transmigración del alma.

For if the identity of SOUL ALONE makes the same MAN; and there be nothing
in the nature of matter why the same individual spirit may not be united to different
bodies, it will be possible that those men, living in distant ages, and of different
tempers, may have been the same man12.

Resulta evidente que dicho argumento, aún más en el contexto escolástico


de su inicial formación universitaria, solo vale para hacer una valoración de la
inconsistencia, si es el caso, de la antropología platónica. Pero no para destruir el
hilemorfismo aristotélico según el cual el hombre es la unión sustancial de alma y
cuerpo. De hecho, Locke reconoce más adelante esta posibilidad destacando que lo
que da la identidad a un individuo es “the same existence continued” 13 ,
independientemente de la “the composition whereof the complex idea is made”14.

Supposing a rational spirit vitally united to a body of a certain conformation of


parts to make a man; whilst that rational spirit, with that vital conformation of parts,
though continued in a fleeting successive body, remains, it will be the SAME
MAN15.

c) Idea de persona

Ahora llegamos al punto central del presente estudio. Aunque Locke no es


cartesiano su entusiasmo por la filosofía surgió de la lectura de este autor16, y es
evidente la gran influencia que ejerció en su concepción de persona.

11
Ibid., 302.
12
Ibid., 302.
13
Ibid., 316.
14
Ibid., 316.
15
Ibid., 316.
16
F. COPLESTON, Historia de la…, 70-71.
5

El empirista inglés identifica persona con consciencia17. Un individuo es la


misma persona en la medida en que es la misma consciencia.

In this alone consists personal identity, i.e. the sameness of a rational being: and as
far as this consciousness can be extended backwards to any past action or thought,
so far reaches the identity of that person18.

Conviene en este momento aclarar a qué se refiere realmente Locke con la


palabra “consciousness”. Esta puede entenderse en dos niveles: el moral y el
existencial19. El primero hace referencia a la advertencia por parte de la persona de
las acciones que realiza con un fin determinado (bueno o malo). Es el término
forense al que Locke hace referencia, y que diríamos en español: conciencia moral.

Por otra parte, está la consciencia en cuanto lugar de la subjetividad y del


yo. Es la categoría filosófica que trata de describir que la persona tiene un mundo
interior dentro que lo hace sujeto, y que lo diferencia del resto de entes del cosmos.
Este concepto de consciencia presenta además dos dimensiones: la persona está
presente en todas las acciones que realiza, y además, puede reflexionar sobre ellas
e interiorizarlas (autoconsciencia o introspección).

El papel esencial de la conciencia consiste en constituir el lugar del yo y de la


subjetividad. ¿Qué significa esto exactamente? Significa que somos personas no
solo porque seamos conscientes de nuestra actividad, sino por algo mucho más
profundo que posibilita ese darse cuenta, por la existencia de un espacio interior en
el que vivimos y habitamos, en el que introducimos y arraigamos nuestras
experiencias, del que surgen nuestros sentimientos, nuestros amores y nuestros
odios y al que vuelven una vez mezclados y enfrentados con el mundo. Ese espacio
interior es como el escenario de nuestra vida de donde proceden y a donde retornan
los fenómenos psíquicos particulares, es el lugar antropológico de la subjetividad
y es, por eso mismo, la puerta filosófica del yo que no puede existir si no es
amparado y acogido por la subjetividad20.

17
El término inglés que traducimos al español es “consciousness” y que definimos,
siguiendo el Diccionario de la Real Academia Española, como
“Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo” in
https://dle.rae.es/consciencia?m=form [15-11-2022].
18
J. LOCKE, Complete Works of…, 304.
19
Cf. J.M. BURGOS, Antropología: una guía para la existencia, Palabra, Madrid
20135, 126-138.
20
J.M. BURGOS, Antropología: una guía…, 128.
6

Locke presenta una doble peculiaridad en su uso del concepto


“consciousness”. En primer lugar, reconoce que el pensamiento es el fundamento
de la consciencia “since consciousness always accompanies thinking”21, y que éste
se encuentra en la naturaleza racional (“rational being”). En este sentido,
“consciuosness” significa la primera dimensión de la consciencia existencial (la
persona presente en todas sus acciones, como algo que le es propio). De hecho, deja
entrever que “se es consciente porque se es racional”22.

Pero no concluye que esta naturaleza racional, dada en una sustancia


individual, sea la persona, como definió Boecio “naturæ rationalis individua
substantia”23. Esta resolución es acertada, como explicaremos más adelante desde
la filosofía personalista, pero no por los argumentos del autor inglés.

No obstante, no parece que sea esta la intención de Locke, pues desarrolla


este “sameness of a rational being” identificándolo con la primera dimensión de la
concepción existencial de consciencia, es decir, el contenido experiencial en
concreto que el sujeto ha interiorizado y del cual tiene conocimiento “and as far as
this consciousness can be extended backwards to any past action or thought, so far
reaches the identity of that person”24. Por ello, reduce la identidad personal a una
operación del pensamiento como es la autoconsciencia25, o incluso, en términos
más contemporáneos, a la introspección26.

21
J. LOCKE, Complete Works of…, 304.
22
F.M. VIVAS (2021). La persona humana en el pensamiento de Karol Wojtyla
[Trabajo Final, Universidad de Córdoba]. Repositorio institucional de la Universidad
Católica de Córdoba, 55.
23
TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae, I-I, q.29, a.1, ob. Cf. De Duabus
Naturalis, C.3: ML 64,1343.
24
J. LOCKE, Complete Works of…, 304.
25
Cf. J.J. SANGUINETI, <<The ontological account of self-consciousness in Aristotle
and Aquinas>>, The Review of Metaphysics, 67(2) (2013), 311–344, in
http://www.jstor.org/stable/23597980 pag 318-320 [18-11-2022].
26
“L’introspezione si distingue pertanto dalla consapevolezza immediata o coscienza
concomitante che di necessità accompagna ogni atto psichico cosciente ch’è detto tale
precisamente per l’avvertenza che l’io ha di essere in atto di sentire, volere, pensare, ecc.:
qui si avverte unicamente come soggetto in atto rispetto ad un oggetto. Nell’introspezione
l’io diventa a un tempo soggetto e oggetto in quanto procede all’osservazione di se stesso
(Selbstbeobachtung): è quindi un processo di riflessione che suppone un certo grado di
maturità psichica ed è in questo senso che l’introspezione è stata assunta come il metodo
7

Es más, podría argumentarse finalmente que Locke identifica la persona con


su memoria en cuanto conjunto de experiencias que un sujeto tiene presente o puede
hacer presente, reales o imaginarias. Si persona es una “conscious thinking thing”27
independientemente de la sustancia en que se encuentre, y es la misma persona en
la medida en que se considera ella misma esa misma “conscious thinking thing” a
través de ese devenir experiencial, entonces se concluye que el contenido de la
persona (la identidad personal) será ese conjunto de experiencias que el sujeto
atribuye a su existencia (memoria).

Respecto del sustrato de esta “conscious thinking thing”, el mismo reconoce


que no le interesa entrar en este debate porque aceptando la posibilidad de que la
persona pueda residir en una substancia individual inmaterial (el alma), lo que la
haría persona no es esta substancia sino la consciencia de sí misma como sí misma.

I agree, the more probable opinion is, that this consciousness is annexed to, and the
affection of, one individual immaterial substance. But let men, according to their
diverse hypotheses, resolve of that as they please. This every intelligent being,
sensible of happiness or misery, must grant — that there is something that is
HIMSELF, that he is concerned for, and would have happy28.

Esto nos lleva a cuestionar la consistencia filosófica de Locke, puesto que


no explica cuál es el sustrato de esta consciencia que parece tener, por sí misma y
en sí misma, entidad (acto de ser) propia. En el fondo, y solo esto justificaría dicha
inconsistencia, Locke al presentar el concepto de persona lo está identificando con
el “self”, es decir, desde un plano existencial, pero no ontológico, que
comentaremos en el siguiente apartado.

SELF is that conscious thinking thing, — whatever substance made up of, (whether
spiritual or material, simple or compounded, it matters not) —which is sensible or
conscious of pleasure and pain, capable of happiness or misery, and so is concerned
for itself, as far as that consciousness extends29.

principale della psicologia”. C. FABRO, L’anima. Introduzione al problema dell’oumo,


Verbo Incarnato, Roma 2018, 23.
27
J. LOCKE, Complete Works of…, 309.
28
J. LOCKE, Complete Works of…, 313-314.
29
Ibid., 309.
8

III. VALORACIÓN

a) Consideraciones

Para una mayor comprensión del modo en que hemos articulado la


valoración de la concepción lockiana de identidad personal debemos hacer algunas
aclaraciones. El punto de referencia, desde el cual realizamos la valoración sobre
estas ideas de Locke, es la concepción personalista de “persona” leída a la luz de la
filosofía de Cornelio Fabro.

Esto se expresa básicamente en dos presupuestos, que por razón del espacio
del trabajo no fundamentaremos, sino que daremos por aceptados remitiendo a
bibliografía para ello. En primer lugar, la dependencia metafísica y la
independencia existencial de los seres dotados de libertad30; y por otra parte, la
persona como:

En efecto, se denomina personas a un determinado tipo de supuestos, en los que en


virtud de que la esencia tiene una mayor capacidad, coarta de un modo diferente al
esse y este tiene una mayor plenitud. De tal modo que cualquier supuesto difiere
de la persona por la categoría del esse. En palabras de Tomás de Aquino «Persona
significa lo más perfecto de toda la naturaleza, es decir, el subsistente de naturaleza
racional» (De Aquino, Quaestionis Disputatae. De Spiritualibus Creaturis, q.1,
a.1)31.

Por tanto, no entendemos persona como sustancia individual de una


determinada naturaleza (racional), sino como “un ser espiritual constituido como
tal por su forma de subsistencia y de independencia en su ser” 32 cuyos rasgos
podemos resumir: substancialidad-subsistencia, intimidad-subjetividad,
corporalidad, espacialidad, temporalidad, y libertad (apertura)33.

30
G. TROMBINI, Sinteticità metafisico-esistenciale della libertad nel “tomismo
essenziale” di Cornelio Fabro, Verbo Incarnato, Roma 2021, 389.
31
B. CASTILLA DE CORTAZAR, <<Noción de persona y antropología trascendental>>,
Colloquia Revista de Pensamiento y cultura, 5 (2018), 67.
32
E. MOUNIER, Manifiesto al servicio del personalismo, Taurus, Madrid 1967, 75-76.
33
Cf. J.M. BURGOS, Antropología: una guía…, 27-29.
9

b) Valoración metafísica-ontológica

La definición de persona e identidad personal, tal y como la propone Locke,


es claramente inconsistente e insatisfactoria por cuanto no explica ni protege la
dignidad de la persona humana.

La identificación doble entre persona-consciencia, e identidad personal-


memoria plantea varias problemáticas. En primer lugar, Locke no fundamenta la
“consciencia” en ninguna realidad trascendente subsistente, y por ello, siguiendo
está lógica, la persona debería venir considerada, al menos como posibilidad, como
mortal. Esto entra en contradicción con las propias creencias de Locke y con
algunos pasajes de la obra que estamos analizando en que usa la inmortalidad como
instrumento de su reflexión filosófica.

Además, es una visión reduccionista de la persona. Identificar persona con


consciencia no dice nada sobre sus dimensiones constitutivas (corporeidad,
historicidad, relacionalidad, sexualidad, culturalidad y religiosidad34).

Sin embargo, el error más grave es hacer residir la persona, que como hemos
dicho está al nivel del ser, a niveles inferiores como una facultad/operación
intelectual (forma substancial/alma) u órgano corporal como la mente
(materia/cuerpo). Ello implica que si esta facultad u órgano no se da funcionalmente
en una “persona” debe concluirse que esa “substancia individual” ha perdido su
carácter de persona, y la dignidad que se le reconoce a nivel jurídico. Es más, en
cuanto un individuo de la especia humana no tenga desarrollada dicha facultad u
órgano (feto, infante) no adquiere aún la categoría de persona.

Por otra parte, la identificación entre identidad personal-memoria supone la


aniquilación de la vida de una persona en el plano ontológico si se produce la
destrucción de la memoria. Así, una persona que ha perdido la memoria de sus hijos,

34
Cf. J.G. ASCENCIO, Fodamento in movimiento: l’antropologia delle dimensioni
della persona, IF PRESS, Roma 2020.
10

siguiendo a Locke, pierde ontológicamente el hecho de su paternidad frente a esas


personas, que son sus hijos, aunque no los recuerde.

Como explicaremos en el próximo apartado, esta línea lógica del filósofo


inglés es acertada por cuanto se refiere a la independencia existencial, pero de
ningún modo, como Locke pretende, puede llevar este carácter existencial al nivel
de la dependencia metafísica, que es indisponible para la libertad humana.

c) Perspectiva existencial

Locke tiene una buena intuición cuando hace residir la persona en cuanto yo
en la consciencia, y su identidad en la memoria.

En primer lugar, y ya en la línea de Descartes, hace énfasis en el elemento


existencial-subjetivo del “ser humano” (el mundo interior que es exclusivo de la
persona), desviando la atención del elemento ontológico-objetivo (la persona
considerada en su naturaleza como “objeto” constituido de una determinada
estructura ontológica: alma/cuerpo).

En segundo lugar, intuye que la persona, en cuanto contenido de su


consciencia (memoria), crea su propio yo a través de su actuar. Este actuar está
fundamentado por la libertad (a través de la voluntad informada por el intelecto)
que tomando decisiones se determina a sí misma, o en palabras del Karol Wojtyla
“estando en posesión de sí mismo, el hombre puede autodeterminarse”35.

Dicho de otro modo, si la persona es la consciencia, entonces la persona a


nivel existencial es aquello que ha elegido y aquello que ha interiorizado (a través
de la consciencia), y en esto Locke acierta.

Es más, siguiendo al filósofo polaco, la persona es su consciencia en cuanto


que el yo está determinado no solo a través de su actuar libre (autoteleología y

35
K. WOJTYLA, Persona y acción, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1982,
124.
11

autodeterminación36), sino también “por sí mismo”, es decir, no hay otro que en


última instancia pueda determinar al yo existencial sino ese mismo yo37.

Por tanto, es correcto afirmar que el “yo” se forja “en el plano ontológico-
existencial del actuar, es decir, de su actividad espiritual, que es libre e
independiente”38, lo que Locke identifica, como fruto no como fundamento, en la
consciencia.

Por otra parte, en cuanto a la identificación entre memoria-identidad


personal, que propone el filósofo inglés, hay que valorarla también positivamente,
dado los límites del desarrollo científico-psicológico de su tiempo. Partimos del
hecho de que “la identidad es lo que soy en concreto, como persona específica
única”39 porque cada persona, a través de su libertad, perfecciona unos actos que le
hacen adquirir unas habilidades, experiencias, ideas, actitudes que ningún otro “yo”
puede replicar, e interioriza una serie de sucesos únicos acontecidos a ella.

Puesto que el conocimiento científico al que Locke tuvo acceso no había


descubierto aún la existencia y rol del inconsciente y del subconsciente, nuestro
autor solo pudo hacer residir la identidad en la memoria, por cuanto la memoria,
para él, era el único contenido posible de la consciencia.

Por tanto, si tomamos el hecho de que Locke hace residir la identidad


personal en el “contenido” de la consciencia, entonces, y desde el conocimiento
científico actual, podemos afirmar que también habría hecho residir la identidad en
el inconsciente y el subconsciente si hubiera conocido dichas realidades.

En conclusión, acierta al decir que la identidad de la persona en cuanto yo


existencial es el “contenido” de sus experiencias y decisiones, conscientes,
inconscientes y subconscientes.

36
“Decir que el hombre “es libre” quiere decir que depende principalmente de sí mismo
en cuanto a la dinamización de su propio sujeto” K. WOJTYLA, Persona y acción…, 140.
37
K. WOJTYLA, Persona y acción…, 126.
38
M. ARACOELI BEROCH, <<El “yo” a partir de Tomás de Aquino y Kierkegaard: la
propuesta de Cornelio Fabro>>, Anuario filosófico 53/1 (2020), 20.
39
J.M. BURGOS, Antropología: una guía…, 135.
12

IV. CONCLUSIÓN

Como valoración conclusiva de Locke podemos decir que acierta en la


medida en que entendamos que su teoría sobre la persona y su identidad se
encuadran en el plano ontológico-existencial, y no ontológico-metafísico.

Dicho de otro modo, Locke no logró hacer lo que Cornelio Fabro


desarrollará con su filosofía:

Establecer una relación de complementariedad entre la esfera metafísica y aquella


llamada “existencial”; complementariedad que no quita la unidad real que se da en
el ser humano que es visto aquí como una “persona/sujeto metafísico” en un yo
existencial40.

Desde este punto de vista confundir ambos planos, que Locke no diferencia,
tiene consecuencias gravísimas en el ámbito de la dignidad de la persona, cuyos
derechos podrían, aparentemente con una razón justa, ser gravemente violados.

Puede haber seres humanos que no sean en sí mismos un “yo” en cuanto no realizan
elecciones en su vida, no obra libremente (por incapacidad física o mental, por no
tener aún edad suficiente) pero que, de todas maneras, poseen un valor fundamental
a nivel metafísico en cuanto personas41.

40
M. ARACOELI BEROCH, <<El “yo” a…>>, 20.
41
M. ARACOELI BEROCH, <<El “yo” a…>>, 21.
13

BIBLIOGRAFIA

J. LOCKE, Complete Works of John Locke, Delphi Classics, Hastings 2017.


F. COPLESTON, Historia de la filosofía. Vol. V De Hobbes a Hume, Ariel,
Barcelona 19993.
J.M. BURGOS, Antropología: una guía para la existencia, Palabra, Madrid 20135.
F.M. VIVAS (2021). La persona humana en el pensamiento de Karol Wojtyla
[Trabajo Final, Universidad de Córdoba]. Repositorio institucional de la
Universidad Católica de Córdoba.
TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae, I-I, q.29, a.1, ob. Cf. De Duabus
Naturalis, C.3: ML 64,1343.
C. FABRO, L’anima. Introduzione al problema dell’oumo, Verbo Incarnato, Roma
2018.
G. TROMBINI, Sinteticità metafisico-esistenciale della libertad nel “tomismo
essenziale” di Cornelio Fabro, Verbo Incarnato, Roma 2021.
B. CASTILLA DE CORTAZAR, <<Noción de persona y antropología
trascendental>>, Colloquia Revista de Pensamiento y cultura, 5 (2018), 53-
78.
E. MOUNIER, Manifiesto al servicio del personalismo, Taurus, Madrid 1967.
J.G. ASCENCIO, Fodamento in movimiento: l’antropologia delle dimensioni della
persona, IF PRESS, Roma 2020.
K. WOJTYLA, Persona y acción, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1982.
M. ARACOELI BEROCH, <<El “yo” a partir de Tomás de Aquino y Kierkegaard:
la propuesta de Cornelio Fabro>>, Anuario filosófico 53/1 (2020), 11-36.
14

INDICE

I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 1
II. EXPOSICIÓN DE IDENTIDAD PERSONAL ................................................. 1
III. VALORACIÓN ................................................................................................ 8
IV. CONCLUSIÓN ............................................................................................... 12
BIBLIOGRAFIA .................................................................................................. 13
INDICE ................................................................................................................. 14

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