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ASSADOURIAN

La metáfora del Anónimo de Yucay expresa además de la diferencia étnico-histórica


presente en la conquista, la dependencia religiosa, o sentido misional de la conquista y
poblamiento, a la inexcusable obtención de un “dote” sustanciada en la “riqueza
universal de forma pura”, el oro y la plata. El texto muestra la correspondencia que
guarda la acción ideológica colonial con la riqueza minera:
- “así digo de estos indios que uno de los medios de su predestinación y
salvación fueron estas minas, tesoros y riquezas, porque vemos claramente
que donde las ay va el evangelio bolando…y donde no las ay…jamás llega allí
el evangelio…a tierras donde no ay este dote de oro y plata, ni ay soldado ni
capitán que quiera ir, ni aun ministro del evangelio”.
Por ende vemos que el sistema colonial está fundado en la base material, con sus
puntos de apoyo del oro y la plata “…si no las huviese (minas), ni abría rey ni Dios”,
afirmación que se vuelve realmente justa. Por el desarrollo de su economía en
general, Europa solo podía ser impulsada a la práctica de la colonización por una
mercancía muy específica, la moneda mundial la cual superaba la dificultad del
transporte a larga distancia (si no había metales son valía la pena).
El Viejo Continente, por el grado de desarrollo de su producción mercantil y la crisis
que enfrentaba respecto a las fuentes proveedoras de oro y plata, volvía a Europa una
economía abierta a la alternativa de nuevos centros productores del medio
internacional de cambio y de pago. La puesta en marcha de la nueva y masiva fuente
de producción de la moneda mundial está determinada por otro interés internacional,
puesto que los metales preciosos americanos aseguran la continuidad y ampliación del
comercio de Europa con Oriente, marcando otro de los aspectos del sistema colonial:
la Europa expulsora de plata.
Este texto busca comprender la relación mercancía-dinero del sistema económico
colonial, tratándose desde tres enfoques:
- El primero, es el aspecto cuantitativo y la forma mercantil de la demanda de
medios de producción y de subsistencia del sector minero
- El segundo, el desarrollo en la minería de relaciones de producción con
predominio de pago de moneda o en metal y su incidencia en el mercado
interno, relaciones que no se pueden asimilar a la concepción capitalista d
trabajo asalariado, sino como una combinación mixta del sistema de salario y
los regímenes primitivos
- El tercero, el incremento de la circulación de mercancías agrarias en el
mercado interno, cambia la forma en que el trabajo excedente le es arrancado
al productor campesino
LA DEMANDA DE MERCANCIAS EN LA PRODUCCION DE LA MERCANCIA-
DINERO
Durante el S XVl, la producción de Potosí se divide en dos etapas: la primera
corresponde a la técnica de fundición indígena (huayra), la segunda corresponde a la
introducción del procesamiento del azogue.
Gracias a su simplicidad técnica para fundir solo metales de alta ley (alta pureza), hay
un consumo importante de nada más que dos bienes, los combustibles y el soroche,
en cuanto a la demanda de medios de producción la primera etapa revela una
capacidad de arrastre económico regional débil.
Con el arribo del azogue a partir de 1573-5, se instala un vasto complejo de
moliendas, con algunos ingenios movidos por fuerza animal y los más con fuerza
hidráulica que requieren de una vasta inversión en el sistema de represas.
La cadena de operaciones puede reunirse en el marco de una sola empresa, o
conducir a una relativa división de trabajo, con la aparición de algunos empresarios
especializados en alguna fase de producción. Por el lado del transporte (de gran
incremento en la época), motiva otra división de la rama de trabajo, y según el autor
todo indica que sería propiedad de un grupo especializado de indígenas.
En el ciclo anual de producción de plata con el azogue origina un consumo productivo
constante de diferentes tipos de combustibles y de maderas, materiales para la
construcción, recipientes, instrumentos de trabajo, hierro y acero, plomo, estaño,
cobre, etc. esta demanda toma la forma de un abanico anudando un espacio
constituido por regiones que se integran a través de la división geográfica del trabajo
en el que habría un solo elemento de origen externo, la importación de hierro y acero,
pero no suma más del 2 a 4 por ciento del costo de producción total. Estos medios de
producción tienen calidad de mercancías y se cambian por dinero en el asiento
minero, conduciendo a una operación mercancía-dinero.
Por otro lado el mercado minero genera un segundo tipo de demanda, la de medios de
vida la cual depende en términos gruesos de la cantidad de fuerza de trabajo
requerida por el sector minero y de la capacidad que él tenga de desvincular a la
fuerza de trabajo de su relación con la economía campesina, de convertirla a través de
un salario monetario, en compradora de subsistencia.
Para 1548, La Gasca escribirá una estimación de los indios en las minas “pudiendo
andar una décima de los indios en las minas”, los cuales, a diferencia de lo creído no
están TODOS producto de la obligación, explotación y esclavización de la población
indígena, sino que se ha de observar un tránsito en la economía campesina primitiva a
una nueva economía colonial a partir de “contrataciones” y empresas agrarias
mercantiles, creando una verdadera división del trabajo:
- La fuerza de trabajo indígena, aun aquella que solo se desvincula
estacionalmente de la economía campesina, recibe ingresos salariales con
nivel y calidad diferenciales
- Para la necesaria reproducción cotidiana del trabajo indio, ingresa al mercado
minero un flujo constante de medios de vida, de mercancías cuya compra y
consumo significa una operación de dinero-mercancía
- La repetición constante de trabajo-dinero-mercancía seria uno de los
aceleradores esenciales para el proceso de constitución del mercado interno
de la nueva economía y su posterior reproducción
La composición étnico-social
En Potosí, luego del rush provocado por el descubrimiento se puede calcular un
primera concentración de 20 mil habitantes hasta la década de 1560, luego del
florecimiento causado por la introducción del azogue se da otro vertiginoso proceso de
concentración demográfica, nucleando más de 50 mil personas, los datos sueltos del S
XVll arrojan una cifra de 100 mil.
Para la etapa de la huayra no menos del 80 por ciento de la población se compone de
indígenas, mientras que en el azogue se van ocupando otros grupos sociales. Para el
“censo” de 1611 de Vejerano la población de Potosí se encuentra en 150-160 mil,
reduciéndose la población indígena al 45 por ciento, mientras que los españoles
ocupan el 52 por ciento.

La etapa huayra

Redondeado de 1545 a 1575, donde la población indígena tenía el predominio


demográfico de Potosí, Cieza da su impresión de que “fue tan grande la contratación,
que solamente entre indios…se vendían cada día… veinte y cinco y treinta mil pesos
de oro, y días más de cuarenta mil”.

Hacia 1567, Juan de Matienzo calcula el movimiento mercantil anual en 2 millones de


pesos, y que 1.3 millones son del consumo indígena de mercancías, lo que significa
que el total de las operaciones trabajo-dinero-mercancía de los indígenas alcanza el
87 por ciento de la producción de plata legal en Potosí. Matienzo escribe:

- “de aquí se colixe también que los que menos plata sacan son los españoles, y
de lo que sacan, lo mas de ellos vuelve a los indios por los jornales que les
dan, y por el carbón y las candelas y otras cosas que de ellos compran…”

La etapa azogue

De 1580 a 1584, la producción de plata del Potosí tiene un valor más que
quintuplicado respecto al último quinquenio del huayra, además el uso de la nueva
técnica causo un fuerte crecimiento absoluto de la población española y de su
consumo significante socialmente; asimismo, los indígenas perdieron el control
tecnológico (y la propiedad) de todo el proceso de refinamiento, y con ello
retrocedieron en la participación porcentual sobre la mercancía-dinero producida.

Esto abre un nuevo proceso de reproducción ampliada del mercado interno, un


crecimiento veloz y original en la producción agraria de mercancías:

- Población minera española modela, aparte de textiles importados, otra


demanda de medios de vida de varias regiones: vino, trigo, azúcar, leña, carne,
aceite, con un gran valor.
- En términos absolutos, la masa indígena continuaría en alza, entre 1575 y
1600 con una tasa anual de crecimiento del 4.5 por ciento, gracias a esto el
mecanismo T-D-M ensancha la circulación de mercancías regionales hacia el
mercado minero
- La técnica del azogue origina un gran consumo de medios de producción, los
cuales se ven abastecidos casi en su totalidad del mercado interno.

La especialización regional mercantil está determinada por la influencia directa del


mercado minero, el puerto de exportación-importación es un elemento de carácter
secundario. El capital comercial procede a la máxima concentración de plata en el
puerto exportador, lo que supone el proceso de recolección de la mercancía-dinero
distribuida por el mercado minero a las economías regionales; para ello, hay una
circulación interna de las mercancías importadas, haciéndoselas participar, con los
circuitos y rotaciones imbrincados en el mercado interno, o formula mercancía
regional-dinero.

A pesar de que con el azogue solo sea un 10 por ciento de la población indígena,
siguen constituyendo una amplia y potente parte del mercado interno.
FUERZA DE TRABAJO Y ENERGIA CAMPESINA EN LA PRODUCCION DE
MERCANCIA-DINERO

D. Brading sostiene que la minería peruana estaría sustentada bajo el trabajo forzado,
mientras que la mexicana “los dueños del grueso de las minas novohispanas estaban
obligados a contratar trabajadores indígenas libres. En contraposición Carmagnani se
opone a inscribirla como libre.

Este último sostiene que dentro de la órbita de producción opera un proceso de


servilizacion, debido a que el sistema de deuda-peonaje “garantiza la transformación
de la mano de obra originalmente libre en servil”, desvinculándola del mercado libre de
trabajo y de bienes de subsistencia. Estos dos autores nos ofrecen un esquema de
análisis del funcionamiento del mercado minero interno:

- Flujo forzado de energía campesina y la forma de vinculación economía


minera-economía aldeana
- La fuerza de trabajo voluntaria o libre, no corresponde a normas coactivas
expresas, y el grado de desvinculación que puede ofrecer respecto a la
economía campesina
- Las formas variadas en que se manifiesta el mecanismo T-D-M
- El mecanismo T-D-M como determinado y determinante para la economía
general y la economía interna.

En la etapa huayra del Potosí, uno de los grupos dominante de los primeros años
fueron los indios yanaconas (indios de carácter más libre), Benino y Capoche escriben
sobre estos indios con libertad de movimiento y elección económica: “como la fama de
la riqueza de este cerro fue divulgada por el reino, acudieron muchos indios
yanaconas…a la labor de sus minas”, indígenas que según Matienzo compondrían un
grupo de expertos mineros independientes de muy alto ingreso, pero para 1582, solo
quedarían unos 980 de ellos.

Este grupo es un fenómeno que brilla cuando los metales son ricos de ley y que
declina y desaparece cuando se imponen otros medios de producción, aun así
constituirían un grupo de verdaderos mineros profesionales con alta participación en
los beneficios de la plata.

Los yanaconas coexistirán con el sistema manipulado de energía campesina de la


mita representando el sistema de monetización directa (obligados a dar tributo y
trabajar para ello), agregando fuerza de trabajo a las minas en turnos rotativos
compuestos por un quantum (cierta cantidad de indios) de la energía total aldeana.

En la huayra para 1553, los indios lupaqa se le impuso el pago de 2,000 pesos en oro
y plata, 500 vestidos cumbi y 500 de avasca 1,200 fanegas de chuño, el sembrado de
100 fanegas de papa... para 1559, se mantendrá igual el tributo textil, pero eleva a
18,000 pesos ensayados, representando un aumento del 75 por ciento, ¿Qué significa
ello?, que esta comunidad debe de mandar 500 productores campesinos a Potosí,
dando una menor producción agrícola.

En su turno minero, los mitayos consumen valores de uso, producción aldeana que no
pasa por el mercado, pero en esta etapa representan solo un 10 por ciento de todo
Potosí.
¿Y el resto?, ya vimos la existencia de los yanaconas y mitayos, Garci Diez escribe “se
mueren muchos de los indios que van cada año…otros se quedan allá amancebados o
se vuelven a casar otra vez”. Potosí tiene su población fija a la que se le suma la
elección de algunos indios de quedarse allí, quizás por la presión global del nuevo
sistema, quizás por la atracción del asiento minero por la participación que les brinda
la huayra.

La estructura y participación indígena en la huayra

Los varas y punkus “…a su propia costa llevan sus barretas…y cuando se sacaban los
metales ricos, por serlos se les vendía el metal y lo demás de lampos y tierras se lo
llevaban gracioso en recompensa de la dicha su costa de trabajo….si no había
metales ricos, lo que sacaban se lo quedaban para ellos”, nos permite dar cuenta de la
existencia de equipos mineros indígenas.

En la fase de refinamiento, donde la técnica de fundición es originaria de la sociedad


dominada, los indígenas hacen uso de su técnica en condiciones muy definidas, como
propietarios de 5 o 6000 hornillos que funcionaban en la cumbre de los cerros,
teniendo en sus manos prácticamente todo el metal que se saca de Potosí.

Hay además unos 3,000 indígenas que son productores y vendedores del soroche,
mineral plomizo que se funde en las huayras, por último los indígenas también
componen uno de los sectores más importantes de la economía minera, la producción
de combustible.

Este proceso da lugar a la creación de un grupo de indígenas independientes, mineros


profesionales, así como un grupo de fundición indígena especializado, el transporte y
los combustibles esta también, en poder indígena.

Pero, que la mayor cantidad de producción se encuentre en manos del quantum


indígena, calza perfectamente en un engranaje de la estructura de dominación, de
manera que se termina despojando igualmente del metal a los indígenas

- El estado se apodera del 21.2 por ciento del total de la plata refinada a través
del quinto (impuesto directo a la producción)
- Los señores de las minas captan cierto valor del porcentaje productivo al
vender a los indígenas por plata la parte de su metal que se les es extraído.
- Los mitayos retiran una porción de plata, que sin entrar al sistema dinero-
mercancía pasa al grupo español en forma de tributo o renta de la encomienda

A partir de aquí, comienza a funcionar otro de los engranajes, el cambio no


equivalente donde los indios intercambian la plata por coca, ropa y alimentos. La
mayor cuantía de la producción es producida por la economía campesina y pasa a
manos de los españoles en forma de tributo.

Esta etapa la podemos colocar como la fase de tránsito en la constitución orgánica del
sistema de la economía colonial peruana:

- Desarrollo de la producción minera como economía dominante, transformando


el excedente de la producción campesina en valor de cambio.
- El punto anterior, está determinado en gran medida por la tecnología indígena,
por la inscripción del trabajo indígena en la esfera de la mercancía-dinero y
por la transformación de fuerza de trabajadora en consumidora directa de
mercancías agrarias
- Los mineros, grupo dominante de los encomenderos y mercaderes, participan
en la distribución de la masa de mercancía-dinero producida por los indígenas
mineros.

La estructura y participación indígena en el azogue

Francisco de Toledo es la figura a quien se atribuye el mérito de haber desarrollado


muchas ideas con respecto a la conformación orgánica del sistema colonial, sobre
todo como difusor de la técnica del azogue, acontecimiento que golpea en gran
manera a los indígenas porque “los privaba de sus granjerías, y que no tenían otro
remedio para sustentarse ni pagar su tasa si no era por el jornal”. Los indígenas son
degradados de su posición jerárquica en la producción, para ser subordinados,
generalizando el sistema de salario por jornal.

Aun así, la huayra no desaparece del todo, si bien llegarían a encontrarse según
Capoche unos 6,497 hornillos, el padre Acosta escribe en la etapa azogue “…si llegan
a mil o dos mil, será mucho…”, su desaparición habría sido del orden del 70 por
ciento, para 1573 producían 145,149 pesos ensayados, en 1584, produjeron 63, 385
pesos ensayados.

Con la llegada del azogue y el jornal, este nuevo sistema salarial manifiesta dos
categorías de trabajo, el compulsivo y el voluntario

- Los voluntarios constituyen el quantum mayor de la fuerza de trabajo en el


proceso de refinamiento, ocupando las operaciones más técnicas (trabajo
complejo)
- Los compulsivos son relegados a la molienda, tarea más dura y de menor
especialización, realizado por los mitayos (trabajo simple)

Cabe aclarar, que tanto varas y punkus permanecerían en Potosí, aunque


desaparecería, quizás en la década de 1580, ya que los propietarios de las minas los
veían como una amenaza al rechazar ser asimilados a la simple categoría de
asalariados jornaleros.

La aparición del salario

El salario se impondrá como relación económica dominante, a cada indio se le dará


tres reales y medio, a los mingos (alquilados), cuatro reales.

Con la rápida expansión de las nuevas condiciones técnicas de producción, se inicia


un activo proceso de acumulación de capital que desemboca en la concentración casi
absoluta de los medios sociales de producción en manos del grupo español, esta
nueva escala demanda un fuerte incremento de fuerza de trabajo, parte importante de
la cual se moviliza desde la economía campesina a través de un régimen coactivo;
creciendo así en magnitud el trabajo forzado. Sin embargo el último cuarto del S XVl
los mitayos representan el 30 y 40 por ciento del total de la fuerza de trabajo, habiendo
un predominio numérico de trabajo voluntario, que incluso aumenta en el S XVll.

Debemos tener en cuenta que la suma de los jornales anuales de los trabajadores
mineros voluntarios, no sobrepasa en modo alguno los valores de uso que produce la
familia campesina en una tercera o cuarta parte del tiempo anual, por tanto ha de
necesitarse una coacción exterior, por ende, seria Toledo quien incrementaría el
tributo de 20 mil pesos ensayados (cubierto por solo 500 hombres), a 35,200 pesos
ensayados, lo que requiere 2,200 hombres en la mita anualmente.

A partir de este momento, la mita provoca fuertes efectos de dislocación en la


economía aldeana, según Matienzo, los mitayos para 1567 eran unos mil por año,
pero luego de las reformas de Toledo llegarían a ser 13,500.

Mecanismo de monetización directa del trabajo forzado: el caso Chucuito

Se conoce que cada mitayo debe entregar, al cabo del turno de cuatro meses, 18
pesos ensayados, la relación entre la renta monetizada de la encomienda y trabajo
compulsivo en la materia resulta transparente: el 88 por ciento del salario monetario
que fija la ordenanza para el mitayo (orden de 2 pesos por semana), es pura
apariencia para el trabajador, puesto que asume la forma de renta en la encomienda.
De dicho salario, el encomendero percibe 65.09 por ciento, doctrineros 17.72 por
ciento, corregidores, defensores de naturales y justicias 12.48 por ciento, caciques y
hospitales indios 4.7 por ciento.

El excedente es monetizado coactivamente situándolo fuera de su práctica agraria


clásica, como trabajo forzado transferido estacionalmente al sector dominante de la
economía, utilizando las mismas normas de la mita de la economía campesina como
referencia principal.

La subsistencia de los mitayos

La economía campesina, con su excedente de valores de uso, financia la subsistencia


de los mitayos durante los meses de turno. En 1603 se miden 60 mil carneros y 40 mil
fanegas de comida, producidos como campesinos que luego consumirán como
mitayos, esto se produce y consume solo como valor de uso, o sea que pasa por fuera
del sistema mercancía-dinero, pero si se quisiera calcular su valor, sería de 440 mil
pesos ensayados.

Haciéndose cargo de la reproducción de su fuerza de trabajo en Potosí, la economía


campesina financia a la economía minera rebajando sus costos de producción, el valor
en pesos ensayados dado anteriormente, representa el 10 por ciento de la producción
de plata anual, ello además nos da a entender, que el trabajo forzado realmente no
forma parte del sistema trabajo-dinero-mercancía. Para observar ese accionar en el
sistema, debe de tratarse el corpa

La importancia de la corpa

La corpa consiste en una costumbre de hurto de los mineros indígenas como plus de
su jornal, dándose en la época de Toledo, un gran debate sobre su legalidad o
ilegalidad, ya que, representaba nada menos que un cuarto o 25 por ciento de todo el
mineral extraído de Potosí.

Toledo dispuesto a lograr que la corpa se encuentre dentro de la remuneración del


trabajo forzado, promete a los empresarios fijar un jornal realmente inferior al de los
trabajadores voluntarios, contemplando así la corpa dentro de tal salario, decretándose
así su legalidad por ordenanza.
A modo de resumen, se puede decir que la reproducción de fuerza de trabajo
compulsiva, en relación con el salario y el mercado interno, gira en torno a tres
elementos principales:

- El salario monetario fijado por la norma no constituye parte del mecanismo T-


D-M, ya que este termina siendo casi en su totalidad para el pago de la
encomienda
- La reproducción fisiológica del trabajo forzado depende, del consumo de
valores de uso, por tanto la economía campesina financia con una cuota de su
producción excedente una significativa rebaja en los costos de producción de la
mercancía-dinero
- Solo mediante el plus de la corpa los mitayos quedan inscriptos en la operación
T-D-M

LAS FORMAS DEL TRABAJO CAMPESINO EN LA PRODUCCION AGRARIA DE


MERCANCIAS

Las etapas mineras de la huayra y el azogue corresponden a etapas agrarias


específicas, diferentes en su forma dominante de arrancar el trabajo excedente del
campesino indígena.

La primera etapa que dura hasta 1575, se encuentra dividida en dos fases, la primera
que va hasta 1550, hay un tipo de encomienda donde el volumen del excedente
campesino carece de cuotas normativas, la búsqueda de oro y plata se reduce al
pillaje de lo atesorado o bien a la práctica de una minería superficial, que solo araña la
tierra y cuyos requerimientos de medios de producción no rebasa el nivel de recursos
obtenidos de la propia encomienda, los efectos graves de dislocación indígena en esta
etapa, pareciera estar dados por la ininterrumpida serie de campañas militares, pero
sus efectos, tanto minería como campañas militares, parece estar circunscripto
geográficamente a aquellos lugares cercanos al camino real.

La segunda fase, se desenvuelve ligada al desarrollo minero de Potosí y Porco, donde


a partir de aquí, se reglamentaria la magnitud del tributo de acuerdo al número de
indígenas por encomienda.

La renta en productos constituiría el elemento dominante de la combinación, de los 1,


147,160 pesos anuales para 1560, un tercio de ello sería plata y oro, lo demás seria
ropa, maíz, coca, carneros y ovejas. El estado español, al reglamentar la renta del
tributo en mismos valores de uso que definían histórica y geográficamente la
producción comunal, confina a las aldeas en su espacio territorial y en su sistema de
posesión de la tierra.

Las condiciones técnicas, el ritmo y la distribución del tiempo entre el trabajo necesario
y el excedentes, son calcos del calendario agrícola y del modo de organización
indígena, aunque se impone un sistema económico que transforma los excedentes del
valor de uso de las comunidades en mercancías, la nueva circulación mercantil no
desintegra todavía la antigua cohesión de las aldeas campesinas, las modificaciones
son solo de grado.

La circulación del excedente campesino de todas formas, ha cambiado de naturaleza,


se ha transformado en un excedente de valores de uso-mercancía que realiza la
monetización indirecta de la renta de la encomienda.
La etapa del azogue, comienza la superación de la crisis de caída de productividad de
plata de la última etapa del huayra. Se incrementa la intensidad en la relación entre la
metrópoli y el flujo de importaciones, acompañado de una gran aceleración en las
producciones mercantiles regionales destinadas al mercado interno.

Este resurgimiento minero provoca un movimiento ascendente en los precios de los


artículos agrarios (por lo menos hasta 1630), paralelo a esta subida de precios y el
crecimiento del excedente mercantil, se fue implantando otro modo de producción
agrario.

La mayoría de los indios se encuentran trabajando en las minas, tambos, villas y han
ido perdiendo las tierras para sus chacras y sementeras además de que “de ordinario
siembran poco por ser haraganes”.

La demanda agrícola del principal mercado (Potosí) se halla cubierta por las cosechas
de las “empresas” españolas, la monetización directa que Toledo introdujo en la renta
de la encomienda, fue una de las medidas que ayudaría a la alteración radical de la
forma general de la producción agraria.

Esta monetización directa respondería a un fin superior: la degradación del sistema de


la encomienda como matriz dominante de las relaciones de producción agrarias, la
acción si se quiere, esta “determinada por el exterior”, o sea la presión del Estado para
elevar la producción de plata y su transferencia a la metrópoli.

La encomienda en términos normativos, representa estrictamente una programación


económica de corto y largo plazo caracterizada por la baja tendencial del producto
global agrario y del producto excedente particular, como forma dominante de la
producción agraria, el sistema se cobija bajo dos elementos:

- El producto necesario (PN) o masa de valores de uso consumida por la


comunidad
- El producto excedente (PE) o masa de valores uso-mercancía que constituye la
parte de monetización indirecta de la renta del encomendero

A nivel de PN, las escalas de producción aldeana están dadas por la capacidad de los
productores adultos del grupo para obtener los medios de subsistencia que equivalga
al total de individuos y su nivel de consumo, la crisis demográfica que se da en la
etapa colonial, señala la caída tendencial del PN.

A nivel de PE, las normas de la encomienda (sujetar la producción a las condiciones


técnicas y reglas de la sociedad indígena), sería una variable dependiente del
movimiento de la población, producto de la crisis demográfica, se provoca la aplicación
de la retasa (ajuste del tributo a la reducción en el número de productores adultos), se
asiste al proceso de baja tendencial del producto excedente, al buscarse prolongar las
reglas del antiguo sistema campesino de producción y al convertir al ciclo productivo
dependiente del ciclo demográfico.

Cuando la minería basada en el azogue crea una gran necesidad de trabajo excedente
y cuando el impulso que suscita el auge de la producción de plata, aparece otra
necesidad insaciable de trabajo excedente en el sector agrario, el estado impondrá a
los campesinos el sistema general de trabajo forzado.
A poco de ascender al virreinato, Toledo diseña los elementos y problemas principales
que están presentes en la crisis económica general:

- Hay una economía dominante que sustenta la tierra y la transferencia de


excedentes a la metrópoli
- Si el desarrollo del sistema económico está determinado por las escalas de la
producción minera, estas a su vez dependen del masivo aumento de la fuerza
de trabajo en Potosí, como los indios “hay que echarlos” a las minas, reside un
obstáculo: “todos los demás artificios que con ellos se pueden usar y se usaran
como vuestra merced me lo manda son de poco momento”
- La crisis demográfica, es necesario traspasar el trabajo indígena a las
empresas españolas planificando su empleo sectorizado: “siendo el número de
indios poco y el que es menester para servicio de los españoles que tengo
dicho mucho yendo creciendo este cada día…devese considerar. Si es más útil
que se den para la lavor de las minas o para las granjerías lavores y comidas
de la tierra”. Toledo incluso propone ampliar la dependencia respecto a las
importaciones metropolitanas, quitando algunas producciones locales.

Elementos que determinan la forma del crecimiento de la producción mercantil agraria


a partir de 1575:

l)El estado comienza a ejercer control directo sobre la fuerza de trabajo de las aldeas a
partir de la instalación de la autoridad del corregidor que está por encima del aparato
de poder comunal y de la presión y control de los grupos españoles, privados o
religiosos. Controlando el reparto estacional de trabajo campesino a las empresas
españolas, el estado se atribuye un mecanismo para ejercer la coacción sobre las
aldeas y sobre el bloque social dominante.

ll) La transferencia de fuerza de trabajo a las empresas agrarias españolas, con la mita
agraria, el trabajo necesario y el excedente quedan por completo des-identificados, en
el sentido de los territorios, de los tiempos y de las condiciones de producción. La
comunidad pierde el control que ejercía sobre el trabajo sobrante, ya que toda la
dirección y control del proceso de producción del excedente se trasfiere a los
empresarios españoles. Esta nueva área de empresas agrarias es la que desarrolla
fundamentalmente la reproducción ampliada mercantil y condiciona la expansión del
mercado interno.

lll) La intención de reproducir la economía familiar, manteniendo el equilibrio básico


interno de la unidad familiar de explotación, o sea la relación armónica entre el tamaño
de la parcela y el tamaño y composición de la unidad familiar; para ello el corregidor
está presente en el reparto anual de tierras, creándose así una economía campesina
dependiente, sujeta a la reproducción de un sistema económico mercantil muy vasto,
su problema de reproducción se encuentra en la cantidad de energía que el sistema
de dominación traslada fuera del territorio aldeano, empujando a las masas a una
autoexplotacion absoluta para cubrir la falta de individuos en las aldeas.

lV) el estado determina la medida del salario el cual puede tener dos destinos: formar
parte de la encomienda o puede significar un ingreso familiar, ya sea en alimentos,
tejidos o un medio de pago dentro el comercio coactivo que introduce el corregidor,
cosa lógica en lo textil, si pensamos que se desliga a la familia campesina de la
producción de autoabastecimiento textil para extender el tiempo de trabajo excedente.
Con la generalización del sistema de la mita el ciclo anual de trabajo campesino es un
integral compuesto de tres formas:

- La permanencia de la renta de la encomienda, carga que alude sucesivamente


al trabajo minero y a la parte del tributo que queda para ser pagado en
productos o en trabajo.
- Las empresas agrarias de los españoles, es el principal sector productor de
mercancías agrarias y que por lo tanto consume la mayor parte de la fuerza de
trabajo campesino
- Los mecanismos históricos de reproducción quedan degradados y
subordinados a la extensión progresiva de la producción de mercancías

La reproducción ampliada mercantil de la economía colonial desarrolla asimismo,


durante el S XVl otras formas de relaciones de producción agraria, que se expandirán
en el siglo venidero: la reconstrucción de la economía familiar campesina fuera del
ámbito de la aldea en los propios territorios de las empresas españolas, sobre todo en
la producción de la coca y cerealera en Charcas.

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