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NAVIDAD DEL SEÑOR (Misa del día) (25 de diciembre)

Citas bíblicas: Is 52,7-10/ Sal 97/ Heb 1,1-6/ Jn 1,1-18. (Lecc. I pág 432)

¿Cuál es el rostro de Dios?


La buena noticia que hoy, día de Navidad leemos es el comienzo del evangelio
de Juan, un himno hermoso que nos ayuda a los discípulos de Jesús a entrar
en el misterio encerrado en Jesús. Detengámonos en algunas afirmaciones que
consideramos centrales:
“La Palabra de Dios se ha hecho carne”. Dios no ha permanecido callado en la
historia, Él ha tomado la iniciativa de revelarse, ha querido hablarnos,
mostrarnos su AMOR, explicarnos su proyecto. Jesús es el proyecto de Dios
hecho hombre.
Su Palabra se ha encarnado en un ser humano, la imagen de ese niño es de
un “ser humano” concreto, para que lo puedan entender hasta los más sencillos
y humildes, quienes saben conmoverse ante la bondad, el amor, el sufrimiento,
el dolor y la verdad que encierra la vida.
“La Palabra de Dios ha acampado entre nosotros”. No busques a Dios en lo
alto, porque con la encarnación ha desaparecido las distancias, Dios se ha
hecho carne, habita entre nosotros. No estamos celebrando el cumpleaños de
Jesús, porque Jesús no se hace viejo; Jesús está vivo en cada ser humano que
lucha por una sociedad justa, por una comunidad de hermanos.
“A Dios nadie lo ha visto jamás”. Los profetas, los sacerdotes, los maestros de
la ley de ese tiempo hablaban mucho de Dios, pero ninguno había visto su
rostro. Lo mismo sucede hoy entre nosotros, en la Diócesis hablamos mucho
de Dios, hacemos ceremonias extremadamente confusas e inentendibles; pero
ninguno de nosotros lo ha visto.
Los cristianos tenemos muchas imágenes de Jesús y, en esta temporada de
Jesús niño; pero nosotros desde niños nos vamos haciendo nuestra propia
imagen de Jesús, condicionados por lo que hemos visto y aprendido. Hoy el
evangelio nos descubre la imagen de Jesús encarnado.
Necesitamos conocerlo en una comunidad que camina, en una Iglesia que
participa, superando las celebraciones privadas que son la Pastoral de la
complacencia. Quien conoce a Jesús se va apasionando por una comunidad
(Iglesia) que va purificando su fe y creciendo en compromiso por los pobres.
Como cambia todo cuando entendemos que Jesús es el rostro humano de
Dios. Ahora sabemos cómo nos mira Dios cuando sufrimos, como nos busca
cuando nos perdemos, como nos perdona y entiende cunado le negamos; ésa
es la Gracia de Dios que sobrepasa lo humano.
Mons. Geovanni Mauricio Paz Hurtado

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