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La sociedad argentina quedó profundamente dividida entre peronistas y antiperonistas. Tal división no fue resuelta por
los gobiernos que se sucedieron desde 1955. Por el contrario, se prolongó por la persecución al justicialismo y la
proscripción del general Perón.
Como resultado de estos enfrentamientos y de otros conflictos, a partir de 1955 se inició en la historia argentina una
etapa de inestabilidad política que recién se cerró en 1983. En esos veintiocho años se sucedieron quince presidentes
de la Nación y se produjeron cuatro golpes de Estado.
La “revolución libertadora”
Una amplia alianza civil y militar derrocó en 1955 al
gobierno peronista. Los miembros que componían
esta alianza se pusieron de acuerdo en derrocar a
Perón y para restablecer rápidamente el sistema
democrático. Sin embargo, una de las primeras
medidas que adoptaron fue la proscripción del peronismo.
Como resultado de la proscripción, la única rama del movimiento peronista que sobrevivió fue la sindical. Los
sindicatos se transformaron entonces en los canales por los que el peronismo pudo manifestar su oposición y
resistencia. Los peronistas estaban disconformes por el derrocamiento y el exilio forzoso de su líder en España.
También por las medidas económicas que tomaba el gobierno de la Revolución Libertadora y por la nueva actitud de
los patrones, quienes intentaban aumentar sus ganancias a costa de los salarios de los trabajadores.
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Prof. Natalia Barrera Unidad III Historia 3° Año
Dentro de la alianza antiperonista no todo era armonía y los desacuerdos estaban a la orden del día. Preguntas tales
como: ¿hay que integrar al peronismo o hay que mantenerlo excluido? o, ¿hacia dónde deben encaminarse la
economía y la sociedad argentina?, no tenían una única respuesta.
Los radicales estaban enfrentados con los liberales cuando discutían sobre el proyecto económico a impulsar. Pero,
además, la posición a adoptar respecto del peronismo llevó a la división de los radicales. Unos formaron la Unión
Cívica Radical del Pueblo (U.C.R.P.) y otros se agruparon en la Unión Cívica Radical Intransigente (U.C.R.I.).Los
militares no se mantenían al margen de estas discusiones; entre ellos eran comunes los enfrentamientos y las
divisiones.
El desarrollismo
A pesar de la importante llegada de capitales externos, esta política económica demandaba muchas importaciones y las
exportaciones no producían las suficientes divisas como para realizarlas. Pronto, una nueva crisis afectó la economía
argentina.
El gobierno intentó superarla, desde junio de 1959, reduciendo las importaciones y disminuyendo los gastos del
Estado. La desocupación y la reducción de los salarios de los trabajadores fueron algunas de sus consecuencias.
Ante esta situación, los sindicatos rompieron sus acuerdos con el gobierno. Las huelgas estallaron y fueron reprimidas
con dureza por el ejército. Los patrones, mientras tanto, aprovechaban la situación para despedir a los sindicalistas
más combativos.
Por su parte, las Fuerzas Armadas criticaban distintos aspectos de la política seguida por el gobierno (la alianza
electoral con el peronismo, los acuerdos con el sindicalismo, el mantenimiento de las relaciones diplomáticas con la
Cuba socialista).
Luego de llamar a elecciones que fueron mayoritariamente ganadas por el peronismo, el gobierno se vio presionado
por los militares a no reconocer los resultados y el 28 de marzo de 1962, Frondizi fue derrocado. Aunque fue
reemplazado por el Presidente del Senado, José María Guido (ver cronología), en realidad, quienes habían tomado el
poder eran nuevamente los militares.
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Prof. Natalia Barrera Unidad III Historia 3° Año
El derrocamiento de Frondizi no resolvió los problemas. Pronto se abatió sobre el país otra de las tradicionales
crisis económicas y en los cuarteles crecieron las tensiones. En medio de estas discusiones y enfrentamientos, se llegó
a las elecciones de 1963.
La U.C.R.P. (Unión Cívica Radical del Pueblo), que presentaba como candidato a la presidencia al cordobés Arturo
Illia obtuvo la primera minoría.
Arturo Illia dio importancia a la búsqueda de acuerdos políticos en el Congreso. Manifestó un gran respeto por
las normas y cuidó de no abusar del poder presidencial. Permitió la participación política de los peronistas, pero con la
condición de que no utilizaran el conflictivo nombre de Partido Peronista o Justicialista. A pesar de sus esfuerzos, Illia
no tuvo éxito en lograr un compromiso auténtico de todas las fuerzas políticas en defensa de la democracia y sus
instituciones.
Su política económica estaba orientada a aumentar los ingresos de los trabajadores y defendió el capital
nacional. Illia controló los precios de los artículos de primera necesidad y logró la aprobación de la Ley de Salario
Mínimo. En relación con el capital extranjero, trató de reduc ir las grandes ventajas que los gobiernos anteriores le
habían otorgado: anuló y renegoció los contratos petroleros que Frondizi había firmado, intervino en la
comercialización de los medicamentos controlada por grandes empresas extranjeras.
La política del radicalismo hacia el sector sindical buscó favorecer el surgimiento de un sindicalismo
independiente de las dirigencias de la C.G.T. Como respuesta, ésta lanzó entre mayo y junio de 1964 un demoledor
Plan de Lucha.
Por otra parte, los militares estaban cada vez menos dispuestos a respetar los regímenes constitucionales. En
junio de 1966, un nuevo golpe militar, encabezado por el general Onganía puso fin al gobierno constitucional de
Arturo Illia. En su mayoría, los sectores, más conservadores y los sindicalistas encabezados por el líder de la CGT,
Vandor, no brindaron respaldo al sistema democrático y aplaudieron por distintos motivos el golpe.
Durante estos diez años de inestabilidad política (1955-1966), se fueron produciendo profundos cambios en la
economía, la sociedad y la cultura argentinas. Como resultado de la instalación de sucursales de las grandes empresas
transnacionales, la economía se modernizó, creció y se transformó.
La modernización tuvo otra vez como escenario a Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, sobre todo a
sus ciudades. A ellas continuaron llegando migrantes desde el interior del país y desde países limítrofes.
Al compás de todos estos cambios, la sociedad se transformó profundamente y aparecieron nuevos conflictos.
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Prof. Natalia Barrera Unidad III Historia 3° Año
En estas circunstancias de efervescencia social, encontró lugar para crecer y fortalecerse una línea sindical combativa,
opuesta a una CGT que era acusada de burocrática y conformista.