UNIVERSIDAD TÉCNICA DE AMBATO

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y DE LA EDUCACIÓN

CARRERA DE PSICOPEDAGOGÍA

Tercer Semestre

Neurodidáctica

TRABAJO AUTÓNOMO

3756
 EFECTOS DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS AL CEREBRO

La problemática del consumo de sustancias ilícitas es un fenómeno global que afecta a individuos de toda

Especialmente se nota un gran interés en el estudio del consumo de cocaína, se ha

comprobado que la cocaína es la sustancia más consumida luego de la marihuana con un
38,1% del total de entrevistados, así como por el terrible impacto que tiene en el cuerpo y
cognición su constante consumo.

Pero, ¿qué es la adicción? Según autores, se considera como la búsqueda compulsiva del consumo,
es decir, el sujeto pierde todo control y entra a un estado emocional de ansiedad e irritabilidad
hasta saciar su necesidad de ingerir dicha sustancia. Y según el DSM V hay diferentes criterios de
clasificación respecto a los trastornos por consumo de sustancias, primero, el control deficitario:
consumo en grandes cantidades y por un largo tiempo; segundo, deterioro social: consumo
recurrente que puede afectar a nuestras actividades cotidianas; y tercero consumo de riesgo:
ingesta recurrente de sustancias que lleva a problemas físicos, trastorno del cual se hablará a
continuación. (Andrade y Torres, 2023)
La adicción a la cocaína es un fenómeno complejo que involucra factores genéticos,
sociales y psicológicos. Desde una perspectiva neuropsicológica, la cocaína actúa como un
potente estimulante del sistema nervioso central, afectando la liberación de
neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina. Esta alteración
bioquímica genera una sensación de euforia y energía, contribuyendo a la formación de
hábitos compulsivos de consumo.

Respecto a los efectos nocivos de la cocaína, hay gran amplitud, pues provoca daños vasculares
que afecta a los circuitos cerebrales, teniendo graves consecuencias en el desempeño cognitivo,
modificando receptores y neuromoduladores.

Profundizando en el área cognitiva, se observan modificaciones en la atención sostenida,

focalizada y alternante; también afecta significativamente en la rapidez del procesamiento
de información por lo que se nota un relevante daño en el lóbulo frontal, así mismo, afecta
a las habilidades psicomotoras del consumidor por daños en el cerebelo, y una reducción
general en el flujo sanguíneo en el cerebro, reduciendo la corteza prefrontal. En cuanto a
los lóbulos temporales la cocaína tiene una gran corrosión en las funciones ejecutivas y de
memoria, mostrando deficiencias particulares en la memoria de trabajo visoespacial y en la
memoria verbal. No ligándose a estudios específicos de esta sustancia se evidencian que
drogas psicoactivas inhalables por sus mecanismos de acción, dañan específicamente vías
dopaminérgicas distribuidas en el cerebro, principalmente en el lóbulo frontal. (Said et al.,
2021)

Ahora bien, hoy en día la frecuente adicción a sustancias ha conllevado a terribles e irreversibles problemas e

ESTO NO TIENE SENTID9

DENTRO DEL ENSAYO
Por otro lado, según

Fernández et al (2021) esta problemática, para preocupación mundial, ha afectado princip

Tomando en cuenta lo que mencionan Andrade y Torres (2023) en Ecuador el consumo de

sustancias ha alcanzado niveles alarmantes, sobre todo en la juventud del país, la ingesta de
alcohol tiene un aproximado de 2.300 millones de personas. Además, el temprano consumo
predice el consumo de otras sustancias y conductas como el bajo rendimiento escolar. Los
adolescentes son 3 veces más propensos a consumir alcohol que un adulto, 8 veces más a
consumir marihuana y 22 veces más proclives a ingerir cocaína. Pero el consumo de drogas en la
juventud es un complejo fenómeno que no se puede explicar por una sola causa, puede ser por
traumas en la infancia, por genética, por movimiento social, en fin, a lo que se desea llegar es a los
efectos que tendrá estas sustancias en los consumidores, si el sujeto está en las primeras etapas
del consumo efectos como la demencia alcohólica puede ser reversible si cortamos el consumo,
pero si es un caso de varios años es muy poco probable, incluso imposible.

Según Delgado et al (2021) entre jóvenes de 18 a 20 años, en Ecuador el 17% de los universitarios
han consumido droga y el 75% tienen al menos un conocido que consume droga, y son vulnerables
al consumo de sustancias más fuertes como es la cocaína. El consumo crónico de cocaína produce
un exceso de monoamina, noradrenalina, este aumento de valores altera la presión arterial,
produce sudoración y temblores. Lo que detona que toda alteración cerebral afecta directamente a
las funciones corporales. Por ejemplo: la corteza prefrontal dirige las capacidades de análisis, la
amígdala extendida regula el estrés, la ansiedad, irritabilidad, características de la abstinencia del
consumo de cocaína, pero zonas como el cerebelo controlan funciones motoras. Por tanto, es de
suma importancia controlar a los jóvenes, no solo por su bienestar sino también por el futuro del
país.

Hay que recordar que el cerebro se vuelve adicto por la sensación de placer que puede brindar dichas sustanc
Ningún país escapa de esta realidad, el uso indebido de sustancias psicoactivas, incluso desde “la
primera probada” de esta sustancia tendrá un efecto en nuestro organismo, ya que una vez
introducida en el cuerpo activará sus funciones. La adicción a la cocaína no solo afecta la salud
individual, sino que también tiene consecuencias sociales y económicas. La pérdida de empleo, la
disolución de relaciones y el costo de los tratamientos de rehabilitación son solo algunas de las
ramificaciones que la adicción a la cocaína y cualquier otra sustancia puede tener en la vida de una
persona y en la sociedad en general. El abordaje de la adicción a sustancias ilícitas implica la
implementación de estrategias preventivas y de tratamiento efectivo. La educación sobre los
riesgos asociados con el consumo de estas, la disponibilidad de servicios de tratamiento accesibles
y la promoción de entornos de apoyo son elementos clave en la mitigación de esta problemática.