Tras haber enfrentado las diversas responsabilidades inherentes a la pertenencia a una
empresa o equipo de trabajo,podemos destacar tanto los aspectos positivos como los negativos.En el camino,adquirimos valiosas lecciones de compañerismo,explorando conjuntamente virtudes y debilidades tanto del equipo como de cada individuo.La experiencia nos brindó la oportunidad de confeccionar con dedicación y esmero esta carpeta,abarcando desde la elección de materiales,la adquisición,la producción,hasta las ventas y el meticuloso empaquetado.A pesar de los desafíos,siempre nos embargó la satisfacción al ver a nuestros clientes felices con nuestros productos. Nos sumergimos en la responsabilidad de entregar productos de calidad,organizando meticulosamente nuestros tiempos y abordando aspectos personales que influían en un entorno de trabajo equilibrado.Esta travesía nos ha dotado de compromisos hacia nosotros mismos,nuestro equipo y nuestros apreciados clientes. Consideramos que esta microempresa es una ventana reveladora sobre cómo podría ser un entorno laboral genuino. Hemos aprendido a identificar con qué personalidades nos complementamos y nos sentimos cómodos para trabajar, así como aquellas con las que no somos tan compatibles. No obstante,nos adaptamos cuando fue necesario,enfrentando las dificultades del microemprendimiento con determinación.Esta herramienta no solo nos ha enseñado a generar ingresos,no también a forjar relaciones más serias y responsables con los demás. En conclusión,este proceso ha sido una experiencia gratificante de la cual extraemos abundantes conocimientos y vivencias. Aunque hubo momentos de considerable estrés,la emoción de vender productos hechos por nosotros y la gradual construcción de nuevos clientes nos guiaron hacia el cumplimiento de metas. Expresamos nuestra gratitud por lo aprendido, el constante acompañamiento y el sincero respaldo de los docentes que guiaron cada fase de este enriquecedor microemprendimiento.