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Pudimos reflexionar respecto al segundo principio que dice esto de que “en el mundo virtual,
“contenido” es un verbo; podemos decir, que el contenido con el hacer forman un binomio.
Ya que un curso debe implicar contenido pero también interacción, diálogo y tutoría. En el
mundo virtual se ve un cambio en el rol del docente, es decir, el docente pasa a ser una
especie de proveedor o facilitador de contenidos a diseñar. Y las clases tienen más que ver
justamente con el hacer para alcanzar el conocimiento, que con el conocimiento en sí
mismo. La educación en línea es un recurso que tiene como área de oportunidad la
dimensión social ya que el docente tiene que crear una enseñanza efectiva que incluya el
diseño y desarrollo de actividades de aprendizaje. Para la educación en línea podemos
tomar como ejemplo las clases que se dictan mediante zoom y posteriormente las
actividades que suben a classroom. Los docentes que participan en la educación en línea
reciben el nombre de tutores porque a diferencia de un aula física el rol de ellos dentro del
aula virtual es acompañar y asistir a los alumnos en su proceso de aprendizaje. Estas
actividades hacen que los alumnos se apropien de los contenidos.
Respecto al tercer principio si bien entendemos que los avances en cuanto a tecnología se
desarrollan a paso acelerado, vemos cuantas apps han aparecido, cuantas nuevas formas
de comunicarse y frente a un nuevo hardware que se instala en la educación como en lo
popular hay cada vez más tecnologías y más dispositivos como por ejemplo: los Ipod,
teléfonos inteligentes, y estaciones de wifi. Pero vale aclarar que el incremento tecnológico
no asegura el aprendizaje, porque aunque contemos con todas las tecnologías o
dispositivos existentes se pueden ocasionar problemas en las clases, quizá al no poder
usarlos de manera adecuada. Lo vemos en diferentes estudios, integrar las mejores
tecnologías no siempre resultó positivo, muchas veces el docente que las incorporó terminó
dedicando mucho tiempo a resolver problemas técnicos. Otros estudios en cambio arrojaron
resultados positivos, se vio cómo los desarrolladores fueron prudentes en la aplicación de
tecnologías. Hay que saber que un buen educador debe ser crítico sobre qué tecnologías
va a utilizar con sus alumnos, tiene que poder evaluar su uso y según su decisión
pedagógica, continuará o no implementando dichas tecnologías.
Pero las audiencias cambian, y cada vez son más los alumnos que cursan en línea, por eso
no hay que quedarse solo con lo que antes funcionaba, hay que estar atento continuamente
para así discernir qué herramienta o estrategia es efectiva en determinado momento. Los
tiempos van cambiando, las dinámicas cambian y no todo es aplicable en cualquier
momento.
La excelencia no se logra solo con la aplicación conservadora de la tecnología, sino más
bien importa la aplicación prudente de esos recursos. Por eso decimos que la tecnología es
un vehículo, no un destino; y es que entonces la tecnología es una contribución para lograr
el aprendizaje propuesto.
Para concluir reflexionamos que como futuros docentes debemos ofrecer la mayor cantidad
de herramientas a los alumnos, recursos disponibles o tecnológicos siempre como habilidad
para apropiarse del contenido a aprender, pero además debemos ser críticos a la hora de
seleccionar qué tecnología se aplica más al tiempo y espacio en que nos encontramos.
En las clases en línea debemos seleccionar bien qué plataformas o apps vamos a utilizar,
debemos tener en cuenta que todos nuestros alumnos tengan acceso a ellas, para que
ninguno quede rezagado, y ofrecer opciones que permitan que todos avancen al mismo
ritmo dentro de lo posible, además debemos considerar que el material que ofrecemos en
línea sea claro y de fácil acceso, ya que no todos procesan de la misma forma ni al mismo
tiempo la información. Los cursos en línea no se tratan solamente de subir contenido, ese
contenido debe ser significativo, y debe ser trabajado de manera sincrónica como también
de manera asincrónica para permitirles a los alumnos apropiarse efectivamente de los
conocimientos que pretendemos transmitir.
Así como en las clases presenciales el docente debe ir cambiando de estrategias
dependiendo del grupo, también en los cursos virtuales va implementando otras estrategias
para no perder audiencia y alcanzar el aprendizaje propuesto; lo que queremos decir es que
son dinámicas distintas pero que buscan lo mismo, desarrollar una educación de excelencia
que solo se logra si estamos en constante actualización de nuestras prácticas.
Lo incluimos en las clases mixtas porque creemos que en la actualidad los alumnos ya
vienen con el hábito incorporado de utilizar dispositivos tecnológicos entonces enseñar un
contenido incluyendo el uso de las herramientas que nos da la tecnología también es un
método o forma para el aprendizaje que va cambiando la forma de trabajar, dentro y fuera
del aula.
Pero debemos estar atentos porque no podemos trabajar con la idea preconcebida de que
los alumnos saben utilizar tal o cual tecnología, porque muchas veces el uso que ellos le
dan no se condice con lo que les estamos pidiendo que realicen.
Muchos docentes fracasan en el intento de enseñar algún tema usando tecnologías, o
solicitando que usen alguna específica de determinada forma y esto pasa por no tomar
recaudos respecto a qué uso están acostumbrados a dar los alumnos a dichas tecnología,
por eso nuestras prácticas deben ir más allá de solo dar contenido, debemos poner en
marcha la parte pragmática de las tecnologías, enseñando muchas veces un uso que puede
significar algo novedoso para los alumnos.
El mundo en línea es un medio en sí mismo, y para que la transmisión de conocimientos
sea eficaz es entonces necesario que como futuros docentes contemos con un conjunto de
habilidades y conocimientos, porque dicha transmisión requiere acción, pero acción
adecuada con competencias acordes. Si usamos la tecnología con sabiduría, agregando
pequeños extras lograremos sin dudas hacer funcionar eso de que la tecnología es un
vehículo y no el destino, ya que el combustible para este vehículo será sin dudas la buena
fundamentación pedagógico-didáctica. Entonces concluimos en que un buen futuro docente
es el que se perfecciona y se empapa de las competencias desarrolladas.
Realizar o plantear actividades interactivas, grupales para fomentar vínculos entre los
estudiantes que faciliten la comprensión lectora.
Videos cortos con presentaciones del tipo redes conceptuales que puedan usar para
estudiar, como recursos y herramientas para los estudiantes.
Bibliografía Utilizada.
Schwartzman, G. - Tarasow, F.- Trech, M. (2014) Dispositivos tecnopedagógicos
para enseñar: el diseño en la Educación en Línea. En el Congreso Iberoamericano de
Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación.
Clases o videos de larga duración que hacen que las dudas o cuestiones reales del momento
no puedan ser satisfechas.
Que solo se faciliten clases asincrónicas, donde hay carencia de lenguaje no verbal
y no se puede observar interacción durante la clase.
Guías de estudio demasiado extensas o con consignas que no sean claras, eso
dificulta al alumno centrarse en los contenidos específicos.
Sobrecarga de textos para los alumnos sin la ayuda de videos o audios explicativos
que hace que el estudiante deba manejarse solo en su recorrido y posible frustración
o abandono.
Bibliografía Utilizada.