PROCESOS DE FABRICACIÓN La deposición es un cambio de fase donde un gas se convierte directamente en sólido, sin pasar por la etapa líquida. Este proceso puede suceder con otros fluidos además de los gases. Es importante destacar que la composición química de la sustancia no cambia durante la deposición, ya que es un cambio físico. Además, la deposición libera energía al ocurrir, siendo un proceso exotérmico. Ejemplos: El congelamiento del aire en los polos y la cúspide de las montañas, pasando directamente de su estado gaseoso, a hielo o escarcha. Los diamantes sintéticos son creados a través de procesos de deposición de átomos gaseosos de carbono, un proceso complejo que se lleva a cabo en laboratorios industriales. La deposición física en fase de vapor de diferentes materiales, que primero son calentados hasta la evaporación o pulverizados a través del bombardeo de iones, para luego propiciar su retorno al estado sólido sobre una superficie que se desea cubrir con una fina capa de dichos materiales. La deposición física de vapor (PVD) nace de la combinación de electricidad, magnetismo y conocimiento químico en estado gaseoso. La técnica de deposición física en fase de vapor (PVD) implica depositar una capa delgada sobre un material, donde los átomos se agregan uno a uno en la superficie del sustrato. Este proceso térmico y físico implica convertir el material objetivo en partículas atómicas. Estas partículas se dirigen hacia el sustrato en forma de plasma gaseoso en un ambiente de vacío, generando un revestimiento físico a través de la condensación de estos átomos proyectados. Los recubrimientos obtenidos por PVD generalmente son muy delgados, desde capas atómicas, que pueden medir menos de 10 angstroms (Å), hasta 0.1 nanómetros (nm). DEPOSICIÓN CATÓDICA O SPUTTERING En este tipo de tecnología PVD, la aceleración de iones mediante plasma permite que el choque de éstas con la superficie del objetivo produzca la liberación de partículas del mismo. Los iones transfieren su energía cinética a la superficie del objetivo y se vaporizan. Este tipo de PVD se caracteriza por permitir depositar compuestos que surgen al reaccionar el objetivo con el gas presente en el plasma. El ejemplo más característico es la deposición de nitruro de titanio (TiN), en el que el gas presente es nitrógeno y el objetivo es titanio, reaccionando ambos para dar lugar a un recubrimiento de TiN. EVAPORACIÓN TÉRMICA Este tipo de metodología PVD se caracteriza porque el objetivo se evapora mediante un proceso de calentamiento en vacío y forma un flujo de vapor, que golpea al sustrato en la cámara de proceso, dando lugar a la adhesión del recubrimiento. En este proceso, la atmósfera de vacío tiene un especial protagonismo ya que impide la contaminación del recubrimiento formado. DEPOSICIÓN POR ARCO En esta tecnología de PVD, se aplica un arco de corriente eléctrica de alta intensidad y baja tensión, elevando la temperatura hasta que las partículas del objetivo subliman, evaporándose altamente ionizadas en la cámara de vacío. Las partículas ionizadas son dirigidas al sustrato mediante la aplicación de un potencial. Además, en la deposición por arco se puede dar que el objetivo actúe como cátodo (arco catódico) o como ánodo (arco anódico), dependiendo de su naturaleza y del recubrimiento que se desee obtener. Al igual que la deposición por sputtering, se pueden conseguir recubrimientos con determinadas composiciones haciendo reaccionar los iones del objetivo con un gas reactivo. DEPOSICIÓN IÓNICA (E-BEAM) En esta técnica de PVD, la evaporación del objetivo se da con los mismos procesos que los vistos previamente (sputtering, evaporación térmica o arco eléctrico). La diferencia radica en el uso de un bombardeo de iones inertes (comúnmente de Argón) de alta energía para controlar y modificar el recubrimiento obtenido sobre el sustrato. Por consiguiente, la principal característica de esta técnica es que permite la obtención de recubrimientos metálicos puros sin contaminación atómica. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA DEPOSICIÓN FÍSICA DE VAPOR VENTAJAS: No requiere el uso de reactivos químicos ni post tratamientos de limpieza, por lo que tiene muy bajo impacto medio ambiental. El PVD se puede aplicar en cualquier tipo de material inorgánico. Los recubrimientos obtenidos por PVD tienen una gran adherencia, resistencia y durabilidad. La técnica de PVD permite un gran control de la composición y espesor de los recubrimientos. DESVENTAJAS: El proceso de PVD utiliza equipamientos complejos, con un coste muy elevado La velocidad de producción de recubrimientos por PVD es lenta en comparación con otros procesos de deposición de recubrimientos. La técnica de PVD esta limitada en sustratos con geometrías complejas La deposición química de vapor (CVD, por sus siglas en inglés, Chemical Vapor Deposition) es un proceso fundamental en la fabricación de películas delgadas y recubrimientos. Implica la deposición controlada de materiales en forma de vapor sobre un sustrato, donde reaccionan químicamente para formar una capa sólida. En el proceso de CVD, se utilizan precursores químicos que se introducen en una cámara de reacción junto con el sustrato a recubrir. Estos precursores pueden ser gases, líquidos o sólidos que se vaporizan a temperaturas específicas. Una vez dentro de la cámara, los precursores reaccionan entre sí o con el sustrato a ciertas temperaturas y presiones, generando productos que se depositan en la superficie del sustrato. CVD TÉRMICO: Se basa en reacciones químicas inducidas por calor. Al aumentar la temperatura, los precursores se descomponen en especies químicas más simples, como átomos o moléculas, que reaccionan entre sí o con el sustrato para formar un recubrimiento sólido. La deposición ocurre cuando estos productos de reacción se depositan en la superficie del sustrato, creando una película delgada y uniforme. El CVD térmico se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde la fabricación de circuitos integrados en la industria de semiconductores hasta la producción de recubrimientos protectores en herramientas y componentes industriales. La temperatura y la composición de los precursores, así como las condiciones de la cámara de reacción, son cuidadosamente controladas para lograr recubrimientos con propiedades específicas, como conductividad, resistencia química o propiedades ópticas, según las necesidades del proceso o producto final. CVD POR PLASMA: Emplea plasma para activar o descomponer los precursores químicos, lo que permite depositar recubrimientos a temperaturas más bajas y a una velocidad mayor en comparación con el CVD térmico. En este proceso, se introduce un gas precursor en una cámara de reacción, y se aplica un campo eléctrico de alta energía para ionizar ese gas y crear plasma. El plasma, que consiste en iones, electrones y especies químicas activas altamente reactivas, interactúa con los precursores químicos introducidos en la cámara. El plasma puede: Activar los precursores: Rompiendo enlaces químicos para crear especies más reactivas. Facilitar reacciones químicas: Promoviendo interacciones entre los precursores o entre los precursores y el sustrato a temperaturas más bajas en comparación con el CVD térmico. Limpiar la superficie del sustrato: Removiendo contaminantes o mejorando la adherencia del recubrimiento. El CVD por plasma ofrece un mayor control sobre las propiedades del recubrimiento, como la estructura, composición, densidad y adherencia, lo que lo hace útil en aplicaciones donde se requiere precisión y control en la fabricación de películas delgadas para diversas industrias, incluyendo la electrónica, la industria automotriz y la producción de herramientas y dispositivos médicos. Control preciso: Permite un control detallado de las propiedades del recubrimiento, como espesor, composición química y estructura cristalina. Uniformidad: Produce recubrimientos uniformes en sustratos con formas complejas y superficies irregulares. Variedad de materiales: Se puede utilizar para depositar una amplia gama de materiales, desde metales hasta polímeros y cerámicas. Adhesión mejorada: Genera recubrimientos con una excelente adherencia a los sustratos, lo que mejora la durabilidad y la resistencia a la corrosión. Alta calidad y pureza: Permite la producción de recubrimientos de alta calidad y pureza con pocas impurezas. Alta temperatura: En el caso del CVD térmico, puede requerir altas temperaturas para la deposición, lo que puede limitar su aplicación en sustratos sensibles al calor. Costos: Requiere equipos especializados y costosos, lo que puede aumentar los costos de producción. Procesos complejos: Los procesos de CVD pueden ser complejos y requieren un control preciso de parámetros como la temperatura, presión y flujo de precursores. Contaminación: Existe el riesgo de contaminación del equipo, lo que puede afectar la calidad de los recubrimientos. Tiempo de procesamiento: Algunos procesos de CVD pueden ser relativamente lentos, especialmente en comparación con métodos de recubrimiento más rápidos.