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(1)
Uno de los teóricos más importantes del estudio de la personalidad es Hans
Eysenck. Un psicólogo nacido en Alemania, pero que a los 18 años se instaló
en el Reino Unido donde creció profesionalmente. Llevó a cabo muchas
investigaciones, aunque se hizo famoso por su teoría de la personalidad.
Eysenck presentó una de las teorías más sólidas e influyentes de la
personalidad.
Su enfoque se enmarca dentro de la teoría de los rasgos, que asume que la
conducta está determinada por unos atributos relativamente estables que son
las unidades fundamentales de la propia personalidad, porque predisponen a
una persona actuar de una manera determinada. Esto significa que los rasgos
deben ser coherentes a través de situaciones y con el tiempo, pero pueden
variar entre los individuos.
Eysenck y las diferencias individuales
Para Eysenck, los individuos difieren en sus rasgos debido a diferencias
genéticas, aunque no descartó las influencias ambientales y situacionales en la
personalidad, como las interacciones familiares en la infancia. Por lo que se
basa en un enfoque biopsicosocial en el que estos factores genéticos y
ambientales determinan la conducta.
Eysenck propone que cada persona nace con una estructura específica a nivel
cerebral, que causa discrepancias en la actividad psicofisiológica y, por tanto,
provoca que el individuo desarrolle diferencias en el mecanismo psicológico,
determinando un tipo específico de personalidad.
Los estudios de Eysenck
Durante la década de los 40, Eysenck trabajaba en el Hospital Psiquiátrico de
Maudsley (Londres, Reino Unido). Su trabajo era realizar la evaluación inicial
de cada paciente antes de que su trastorno fuese diagnosticado por un
psiquiatra. En este puesto de trabajo recopiló una batería de preguntas sobre el
comportamiento, que más tarde aplicó a 700 soldados que estaban siendo
tratados en el mismo hospital por sus trastornos neuróticos.
Tras pasar los cuestionarios, se dio cuenta de que parecía haber un vínculo de
unión entre las respuestas de los soldados, sugiriendo que había rasgos de
personalidad que estaban siendo revelados.
La estructura de la personalidad según Eysenck (2)
Tras los resultados de sus investigaciones, Eysenck propone un modelo
jerárquico de la personalidad en el que el comportamiento se puede
ordenar cuatro niveles distintos. Este es el orden desde el nivel más bajo
al más alto:
Primer nivel: En este nivel se encuentran las respuestas que pueden
observarse una vez, y que pueden ser o no características de la persona
(por ejemplo, vivencias de la vida cotidiana).
Segundo nivel: Son las respuestas habituales, que suelen suceder
frecuentemente bajo contextos similares (por ejemplo, si se contesta a un
test por segunda vez, se darán respuestas similares).
Tercer nivel: Son los actos habituales que se ordenan por rasgos
(sociabilidad, impulsividad, vivacidad, etc.).
Cuarto nivel: Este nivel es el más extenso en el sentido de generalidad, y
se encuentran los superfactores que he mencionado antes: Neuroticismo,
Extraversión y Psicoticismo.
Las personas pueden puntuar alto o bajo en estos superfactores. Una
puntuación baja en Neuroticismo hace referencia a una estabilidad
emocional alta. Las puntuaciones bajas en Extraversión hacen referencia
a Introversión.
Los tres tipos o superfactores son suficientes para describir la
personalidad de manera adecuada, pues a partir de estos se pueden
hacer predicciones tanto a nivel fisiológico (por ejemplo, nivel de
activación cortical), psicológico (por ejemplo, nivel de rendimiento) y
social (por ejemplo, conductas delictivas).
La personalidad y Las dimensiones del Modelo de
Eysenck (3) (Angela)
Eysenck desarrolló una teoría basada en los resultados del análisis factorial de
las respuestas de unos cuestionarios de personalidad.
Los neuróticos son personas ansiosas, con estado de ánimo deprimido, con
baja autoestima. Con frecuencia tienden a reaccionar de forma
emocionalmente exagerada y tienen dificultad para volver a un estado normal
después de la activación emocional.
• Extraversión (extraversión-introversión)
Las personas con altos niveles de extraversión participan más en actividades
sociales. Tienden a ser más comunicativas y se sienten más cómodas en
grupo. En general, los extravertidos disfrutan siendo el foco de atención y, a
menudo, acumulan una red social más grande de amigos y asociados. La
extraversión se mide en un continuo, que va desde alto (extravertido) a bajo
(introvertido).
Los extravertidos se caracterizan por la sociabilidad, impulsividad,
desinhibición, vitalidad, optimismo y agudeza de ingenio; mientras que los
introvertidos son tranquilos, pasivos, poco sociables, atentos, reservados,
reflexivos, pesimistas y tranquilos.
Por su parte, los introvertidos tienden a ser más silenciosos, se alejan de las
grandes reuniones sociales y pueden sentirse incómodos al interactuar con
extraños. En cambio, mantienen grupos más pequeños de amigos cercanos y
es más probable que disfruten de ejercicios contemplativos.
• Psicoticismo
Las personas con puntuaciones altas en psicoticismo se caracterizan por ser
insensibles, inhumanas, antisociales, violentas, agresivas y extravagantes.
Estas puntuaciones altas se relacionan con distintos trastornos mentales, como
la propensión a la psicosis. En contraste con las otras dos dimensiones, el
psicoticismo no cuenta con un extremo inverso, sino que es un componente
presente en distintos niveles en las persona.
Cattell obtuvo por medio del análisis factorial una lista de 12 factores que
identificó con una letra fija del abecedario de la A a la O (eliminando las letras
D, J y K). a estos primero rasgos identificados por análisis factorial se les
denominó, Rasgos de Origen, porque se identificaron por medio del análisis
factorial a partir de aquellas variables que eran rasgos superficiales, a poder
ser observados y descritos de forma directa.
16 FP (parte 9)
El test elaborado por Cattel llamado 16PF mide 16 factores básicos que están
identificados con una letra de la siguiente manera: A, B, C, E, F, G, H, I, L, M,
N, O, Q1, Q2, Q3, & Q4; más cinco factores de segundo orden. Estos factores
están ordenados de acuerdo a su repercusión sobre la conducta en general,
siendo el Factor A el de mayor influencia. Los dieciséis rasgos primarios que
evalúa son:
Extraversión
Las personas extrovertidas tienden a ser más sociables, a ser atrevidas
socialmente, a buscar la compañía de los demás y a evitar la soledad. Se
sienten comprometidas más con el mundo externo que con el interno y tienden
a buscar nuevas sensaciones en compañía de otros. Además no sienten
incómodos al atraer la atención sobre sí mismos, al contrario, tienen buenas
sensaciones en este tipo de situaciones.
Esto no quiere decir que estas personas no sean sociales, sí disfrutan del
contacto social, pero de forma diferente a la de las personas más extrovertidas.
De hecho, en los momentos en los que se encuentran en un círculo de mucha
confianza, pueden mostrarse tan animados y sociales como las personas
extrovertidas.
Apertura a la experiencia
Esta dimensión mide la apertura al cambio. Las personas con una alta apertura
a la experiencia son personas creativas, con una alta imaginación, curiosidad
intelectual, con gusto por el arte y la estética. Son personas que están en
contacto con sus emociones y con las de las demás, se interesan por conocer
nuevas ideas y tener nuevas experiencias.
En el polo opuesto, cerrazón a la experiencia, se sitúan personas más
convencionales con ideas más conservadoras, muestran interés por las
tradiciones y prefieren las cosas familiares a las novedosas.
Responsabilidad
Este factor se basa en el autocontrol, la planificación, la organización, la
persistencia hacia el logro de metas y la autodisciplina. En su polo opuesto se
encuentran personas más informales, descuidadas o espontáneas.