Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Staff ................................................................................................................................................. 5
Disclaimer ...................................................................................................................................... 6
Sinopsis .......................................................................................................................................... 7
1 ....................................................................................................................................................... 9
Harper ............................................................................................................................................ 9
2 ..................................................................................................................................................... 14
Harper .......................................................................................................................................... 14
3 ..................................................................................................................................................... 20
Harper .......................................................................................................................................... 20
4 ..................................................................................................................................................... 26
Harper .......................................................................................................................................... 26
5 ..................................................................................................................................................... 33
Harper .......................................................................................................................................... 33
6 ..................................................................................................................................................... 41
Harper .......................................................................................................................................... 41
7 ..................................................................................................................................................... 49
Harper .......................................................................................................................................... 49
8 ..................................................................................................................................................... 59
Harper .......................................................................................................................................... 59
9 ..................................................................................................................................................... 69
Kai ................................................................................................................................................. 69
10 ................................................................................................................................................... 78
Harper .......................................................................................................................................... 78
11 ................................................................................................................................................... 83
Kai ................................................................................................................................................. 83
12 ................................................................................................................................................... 90
Harper .......................................................................................................................................... 90
Rose
Corrección
Aislinn
Diseño
Phinex
Lectura Final
Black
Trabajo sin fines de lucro, traducción de fans para fans, por lo que se
prohíbe su venta.
Favor de no modificar los formatos, publicar o subir capturas en redes
sociales.
El nuestro era un amor salvaje, voraz, que lo consumía todo.
Loco.
Irracional.
Tóxico.
Peligroso.
Pero imparable.
Nada podría interponerse entre nosotros.
Ni siquiera la verdad.
Advertencia: Tenga en cuenta que este libro es picante y contiene contenido para adultos
maduros que algunos lectores encontrarán problemático. Hay una página de advertencia al
principio del libro. Por favor, léala si tiene desencadenantes. No es una lectura segura. Si cualquier
tipo de engaño en una historia te altera, yo me saltaría esta historia. No hay nada en la página, pero
verás rápidamente en el primer capítulo por qué hay una advertencia de engaño. Si te gusta el drama
desordenado y los novios tóxicos literarios que mantienen picante la historia, genial. Si no,
probablemente este libro no sea para ti. En su lugar, visita mi serie Seahorse Tavern, mucho más
segura. ;)
Sé que algunos lectores desean advertencias desencadenantes, y esta historia de
amor es turbia y tóxica, así que quiero dejarlo muy claro: Kai y Harper se pelean y
follan. Tienen una relación muy caliente. Eminem y Rihanna cantarían canciones
sobre ellos. No son una pareja encantadora. Si estás buscando una lectura segura, por
favor busca en otra parte. Te lo digo ahora, esta historia no lo es. Esta historia
contiene todo tipo de depravación sexy y sólo la recomiendo para aquellos que
disfrutan del drama en sus libros. Si buscas personas perfectas que sólo toman
decisiones excelentes, Harper y Kai no son para ti.
Pero si lo que buscas es una pareja tóxica con una vida sexual de fuego que no
rehúyen de un poco de juego de impacto, ¡entonces tengo justo la historia para ti!
Dubcon desencadena también porque eso es sólo cómo se comportan.
Espero que te entretengan tanto como me han entretenido a mí. :)
Si usted es un lector que no le gustan estos temas, es posible que disfrute de mi
serie Seahorse Tavern mucho más romántico que este. Obviamente, hay una
advertencia en este libro. Si en un libro hay contenido desencadenante como el
engaño, lo dejaré claro en la advertencia de contenido para que quienes decidan
evitarlo puedan hacerlo.
¡Feliz lectura!
1
E stoy de camino a casa cuando oigo el familiar rugido del Dodge Viper de
Kai que se detiene en el carril a mi lado.
Esta no es una carretera con dos carriles para el tráfico en esta dirección, así que
mis ojos se abren de par en par y entonces lanzo una mirada de pánico hacia delante
para asegurarme de que no viene nadie.
Pulso el botón de la ventanilla y ni siquiera espero a que baje del todo para gritar:
—¿Qué demonios haces? Te van a matar.
Me mira a mí, no a la carretera.
—Detente.
—Vete a la mierda.
Siento que mi corazón empieza a acelerarse mientras vuelvo a centrar mi
atención en la carretera, sin perder de vista mi lado, pero más a su lado de la carretera
si he de ser sincera. No soy yo quien conduce por el carril equivocado.
—No estoy jodiendo, Harper. Detente. Tenemos que hablar.
—Eso no va a pasar —le digo sin mirarle—. Vete a casa con tu prometida. De
todas formas, ya le dijiste que lo mío se había acabado, ¿no? Entonces, ¿de qué
podríamos tener que hablar?
Su voz es dura y fría. Está perdiendo la paciencia conmigo.
—Para de una puta vez. No te lo volveré a pedir.
Está lo suficientemente loco como para sacarme de la carretera si confía en no
empotrarme contra un árbol o algo así, pero ese no es el problema más acuciante.
Más adelante, veo aparecer por la colina un todoterreno que se dirige hacia él.
Tocan el claxon pero no reducen la velocidad, seguramente esperando que Kai
retroceda y se ponga en su propio carril.
Pero Kai no retrocede. Ni siquiera aminora el paso. Lo miro y encuentro su
mirada feroz clavada en mí. Sabe que el todoterreno se dirige directamente hacia él,
pero el cabrón loco no aparta la mirada de mí.
Mi corazón da un salto mortal.
—¡Kai, te van a pegar, joder!
—Sabes lo que quiero, nena. Lo que pase después depende de ti.
Ugh, maldito chantajista emocional.
Me cabrea mucho, pero reduzco la velocidad y piso el freno, saliéndome al arcén
y apagando el motor.
Puedo respirar de nuevo cuando me sigue fuera de la carretera.
Abro de golpe la puerta del coche y me dirijo hacia él, con los tacones
perdiéndose en la grava de la carretera.
—¿Qué demonios te pasa?
Está ahí de pie, con su cazadora de cuero negra, sus labios perfectos y esa
mandíbula asesina. Quiero que me toque, pero también quiero pegarle, así que cedo
a este último impulso y lo empujo con fuerza.
Es tan fuerte que apenas se mueve, pero mi empujón es una invitación a que
ejerza un poco de violencia, así que me agarra y me lanza contra la puerta del Viper.
Me palpita el coño, pero ignoro esa mierda y vuelvo a empujarle.
—Déjalo —dice.
—Le dijiste que lo nuestro se había acabado —le digo, intentando golpearle de
nuevo, pero él me coge la mano y me agarra de las muñecas, sujetándomelas mientras
usa su cuerpo para empujar el mío contra el coche—. ¿Es ella la única a la que te has
estado tirando, Kai? ¿Soy la mayor idiota del mundo? Tú lo eras todo para mí. ¿Soy
sólo una de muchas para ti?
Se me llenan los ojos de lágrimas al confesárselo. Kai no es un tipo blando, pero
veo que algo se suaviza en su mirada cuando suelto esa frase.
—Por supuesto que no, Harper. ¿Cómo puedes pensar eso?
—¿Cómo podría no hacerlo? —Pregunto entrecortadamente.
—Cariño, te quiero. Ya lo sabes. Nada ha cambiado entre tú y yo. No hay nadie
más.
—¿Y se supone que debo creerte?
—¿Por qué iba a mentir? ¿Cuándo iba a tener tiempo para ver a otra zorra?
Vamos, nena.
—Te odio tanto, joder —susurro, sacudiendo la cabeza.
Me agarra y me atrae hacia su pecho, rodeándome con sus brazos.
Me odio por ello, pero le rodeo con los brazos y aprieto la cara contra su pecho,
respirando su familiar aroma masculino. Jabón, cuero y un toque de algo que no
acierto a distinguir.
Dios, echaré de menos su olor.
No lloro, pero quiero hacerlo.
Me cuesta imaginar que él y esta chica Violet puedan tener la conexión intensa
y apasionada que tenemos. A veces es volátil y jodidamente tóxica, claro, pero nunca
he querido a nadie como le quiero a él, y realmente siento que él siente lo mismo.
Es tentador creerle cuando me dice que sí.
Estoy vestida para trabajar como anfitriona en el club de su amigo, así que llevo
un top negro escotado por el que prácticamente se me salen las tetas y una falda corta
y ajustada. Siento cómo me sube la falda por detrás hasta que la brisa nocturna me
da en el culo, entonces me pasa la mano por encima y me da un apretón firme y
posesivo.
—Te amo, Harper.
Me aparta de él para poder bajarme la camiseta. Me suelta las tetas, me agarra
una, me la aprieta con la palma y se inclina para llevarse el pezón a la boca.
Siseo mientras chupa con fuerza y luego me muerde, empujándome la camiseta
hacia abajo para que me rodee la cintura y me deje las tetas al aire. Aquí, a un lado
de la carretera, donde cualquiera podría vernos.
—Y te quiero así, joder —retumba contra mis tetas—. Cabreada como el
demonio pero tan jodidamente sexy, lo juro por Dios. Vendería mi puta alma por
tenerte, Harper. ¿No lo entiendes? Yo era de ella, pero debía tenerte. Ningún futuro
que planeara con otra persona podría detenerme.
Sus palabras son tan tentadoras.
Igual que su tacto.
Sus manos son ásperas y exigentes con mi carne sensible. Hace que me duela,
pero al mismo tiempo hace que me sienta de puta madre.
Siempre le han gustado mis tetas y me encanta que me las toque. Aunque ahora
me siento como una zorra, no me atrevo a detenerlo mientras me lame y me chupa,
luego mete la mano en mis bragas y empieza a follarme con los dedos.
Me agarro a él con fuerza mientras me aprieta contra la puerta del coche y me
folla con los dedos tan fuerte que podría llorar.
Quiero gritar y llorar y abofetearle, pero no puedo parar. Quiero esto. Él es mi
droga. Estoy loca por él.
A lo mejor estoy loca y punto.
Me tiene a punto de correrme cuando me suelta las muñecas y me hace girar,
me agarra por las caderas y me inclina sobre el capó de su coche.
Me separa los muslos y me baja las bragas hasta las rodillas, luego me golpea el
culo con fuerza, haciéndome gritar y agarrarme a la capucha para apoyarme.
Oigo el tintineo metálico de la hebilla de su cinturón y luego su cremallera. Se
baja los pantalones lo justo para sacar la polla y me penetra de golpe, haciéndome
gritar. Estoy mojada y palpitante, pero su polla es tan gruesa y su entrada tan violenta
que me hace estremecerme.
—Joder —digo, ajustando mi agarre al coche.
—Si crees que voy a dejar de usar este puto coño perfecto por una gilipollez, me
temo que te equivocas, Harper. Tristemente... jodidamente... equivocada —dice,
puntuando cada palabra con un empujón castigador—. Ni el mismísimo Dios podría
mantenerme alejado de este coño.
Se siente tan jodidamente bien, que estoy lista para subirme encima del coche.
Arrastrarme fuera de mi piel. Perder la puta cabeza.
Ojalá no tuviera una polla tan buena que me hiciera perder la puta cabeza. Eso
haría esto mucho más fácil.
Mi coño se aprieta a su alrededor cuando me penetra, rogándole que no se vaya,
pero lo hace siempre. Sin embargo, vuelve y la sensación es tan dulce que lloro
mientras me folla sobre el capó de su coche.
Duele, pero me encanta. Abro más los muslos para que pueda penetrarme más
profundamente. Lo quiero tan dentro de mí que nunca pueda salir.
—Nunca te dejaré marchar —me dice, con la voz tensa mientras me clava la
polla—. Eres mía, y sé que metí la pata al no ser sincero contigo. Fue culpa mía, pero
no vas a ir a ninguna parte. No te dejaré.
Siento que una lágrima me recorre la cara, pero estoy tan a punto de correrme
que no puedo hablar.
—Dilo —exige, martilleando mi coño tan fuerte como puede. —Di que eres mía.
Por supuesto que no.
Me agarro a la capucha y recibo el abuso de su polla, tan jodidamente
hambrienta de ella. Tengo miedo de que pare, pero como esta vez la ha cagado tan
fuerte, no lo hace. Me penetra hasta que grito pidiendo más y le suplico que pare al
mismo tiempo, corriéndome sobre su polla y convulsionándome mientras un violento
placer me desgarra.
—Joder, sí, nena —dice, clavándose en mí mientras me corro y gimiendo
mientras mi coño lo aprieta. Se corre en lo más profundo de mi coño, prácticamente
gruñendo mientras me llena de semen.
Siento como si fuera a salir flotando.
No podría moverme del capó de este coche si se incendiara. Me quedaría aquí
tumbada y dejaría que las llamas me consumieran.
Se recupera primero y sale de mí.
Me siento vacía, entonces siento su semen goteando fuera de mí y abriéndose
camino por mi muslo.
Su palma se desliza por el mismo camino. Recoge el semen que se me ha
escapado y lo vuelve a introducir con los dedos.
Respiro con dificultad y sigo sin huesos, pero reúno la voluntad para murmurar:
—¿Qué coño te pasa?
No se puede confiar en que nos molestemos en usar preservativos la mayoría de
las veces, así que tomo la píldora de todos modos.
Aun así, es jodidamente raro.
Estamos al borde de la ruptura, y él vuelve a meterme su semen como un puto
loco.
Cuando vuelvo a confiar en mis piernas, me empujo para levantarme del coche
y me subo las bragas. Me arreglo la falda y me subo la camiseta para taparme las
tetas.
Me doy la vuelta y le miro, con la mirada herida, pero él se limita a rodearme
los hombros con el brazo y a atraerme contra sí.
Joder, extraño esto.
Apoyo la cabeza en su hombro y le veo sacar un paquete de cigarrillos y liberar
uno de los cancerígenos.
Odio que fume.
No fumo, pero a veces le doy unas caladas después de un buen polvo.
Le veo encenderlo y darle una larga calada. No puedo evitar pensar en lo
jodidamente guapo que es.
Luego tiene que ir y arruinarlo diciendo:
—No irás a almorzar con Violet mañana.
Cojo su cigarrillo y le doy una calada.
—Sí, iré.
—Eso es jodidamente enfermo. ¿Por qué hacer eso?
Me encojo de hombros, exhalo y veo un anillo de humo flotar en el aire.
—Quiero la verdad, y creo que ella me la dará.
—Ya te he dicho la única verdad que importa.
—Eso es una mierda tóxica. —Sacudo la cabeza. —Eres lo puto peor. —Pierdo
el ritmo—. ¿Cómo sabes siquiera eso? ¿Te lo ha contado?
Sacude la cabeza.
—No tuve que hacerlo. Las dos mujeres de mi vida estaban hablando entre ellas
fuera del club de mi amigo. ¿Crees que no iba a enterarme de eso?
Las dos mujeres de su vida.
Hombre, eso me cabrea.
No voy a quedarme aquí fingiendo que no es así, así que, sin decir nada más, me
dirijo a mi coche.
—¿Dije que podías irte? —grita, pero no hay calor detrás de sus palabras. Sólo
lo dice para cabrearme.
Me doy la vuelta y levanto los dos dedos corazón, ganándome una risita y un
“Esa es mi chica” antes de darme la vuelta y abrir la puerta del coche.
6
C uando al día siguiente quedo con Violet para comer en Dante's, me siento
un poco más humana que las dos veces anteriores.
No sé qué esperar, pero ella ya está aquí y me espera en la mesa.
Hoy lleva unos vaqueros ajustados y un jersey blanco. Está guapísima, como las
dos últimas veces que la he visto.
No puedo decidir si es más intimidante o halagador que Kai engañara a una
mujer tan hermosa conmigo.
—Pedí agua para las dos —dice mientras me siento—. No estaba segura de qué
querrías beber.
Por supuesto que no. Somos unas completos desconocidas. Le sonrío mientras
dejo el bolso en una de las dos sillas vacías de la mesa.
—Gracias. Tengo que mantenerme hidratada.
—Por supuesto. —Sonríe de nuevo, esforzándose por ser educada.
No lo entiendo.
Tal vez sea todo una actuación y me invitó aquí para envenenarme o algo así,
pero no lo creo. Parecía genuinamente agradable la noche que la conocí, y tengo la
misma sensación de ella ahora.
No lo entiendo.
Si yo estuviera en su lugar, si yo fuera la del anillo sentada frente a una chica con
la que sé que me engañó y que admitió abiertamente que se lo folló después de enterarse
de que estaba comprometido... Le rompería la cara contra la maldita mesa, no le
pediría un agua.
Intento imaginarme a Kai con esta mujer, pero no puedo. Tal vez sea un bloqueo
mental porque no quiero, pero no puedo evitar pensar que ella es... bueno, demasiado
buena para él.
—Entonces —digo, esperando romper la incomodidad—, ¿qué hay bueno aquí?
—Miro el menú, pero no lo leo. Sólo mantengo los ojos ocupados para no tener que
mirarla.
—Oh, todo. No he comido aquí nada que no me haya gustado —dice, mientras
mira el menú.
Ambas nos tomamos un minuto para revisar nuestros menús mientras tenemos
una excusa para no hablarnos. Lucho entre mi cordura por venir aquí y mi rabia
porque Kai no quería que lo hiciera. Me recuerdo a mí misma la noche, que parece
que fue hace un puto año, pero que fue justo a principios de esta semana, cuando
aparecí en su puerta y él intentó echarme.
Me dice que no podría estar sin mí y me hace sentir elegida, pero luego hace toda
esta mierda para quedarse con ella, así que realmente no sé qué se supone que debo
creer.
Mi mirada se desvía hacia su dedo anular y sigue vacío. No sé por qué me siento
tan aliviada. Siguen comprometidos, ¿verdad?
Lo están si ella quiere, y eso es lo más jodido.
Hay tanto que no sé sobre su relación y llámame masoquista, pero quiero
saberlo.
Cuando llega la camarera, espero que Violet pida simplemente una ensalada,
parece una chica de las de (sólo una ensalada para mí, gracias) pero me sorprende
pidiendo pollo a la parmesana con pasta penne y una ensalada aparte con queso y
extra-aderezo ranch.
La camarera me mira.
—Tomaré el wrap César de pollo con patatas fritas. ¿Puedo pedir papas fritas
con queso y chile, o es raro?
Violet se ríe y la camarera sonríe.
—No es nada raro. Es sólo un extra, ¿está bien?
Recordando a Violet pagando, la miro al otro lado de la mesa.
—Por supuesto. —Le da el menú a la camarera—. Gracias. ¡Oh! Harper, ¿no
querías algo de beber?
—Tomaré una limonada cuando puedas.
La camarera asiente, toma mi menú y nos deja solas.
No me siento tan tensa como cuando llegué. Violet mantiene su tono amistoso,
así que no me callo.
—¿Por dónde empezamos? —pregunta finalmente, desplegando la servilleta de
tela y dejándola sobre su regazo.
—Probablemente deberíamos haber hecho esto con alcohol —señalo.
—Probablemente. La próxima vez —bromea.
—¿Cuánto tiempo llevan juntos?
Se muerde el labio inferior.
—Cinco años comprometidos, siete años juntos.
Se me cae la mandíbula.
—Oh, Dios mío.
Ella asiente, mirando hacia la mesa.
—¿Tú?
—Ocho meses.
—¿Dónde se conocieron?
—El club de Zane. Trabajo allí como anfitriona —menciono casualmente, ya
que ella sabe claramente que trabajo allí—. Vino una noche con los chicos y...
saltaron chispas. —Termino la frase con un entusiasmo apagado, ya que me siento
mal diciéndolo en voz alta.
Es difícil quitarse la sensación de que es la otra mujer por muchas veces que me
diga lógicamente que sí.
—¿Empezó enseguida, o...?
Suspiro, desenrollando mis cubiertos sólo por tener algo que hacer.
—Quiero decir, no ha tardado mucho. ¿Un par de semanas?
Ella asiente, sus bonitos ojos azules se oscurecen.
—Obviamente es un idiota —afirmo—. Quiero decir, mírate. Mírame a mí. No
soy un puto troll, pero ¿quién me perseguiría cuando te tiene esperando en casa?
Creo que aprecia mi intento de hacerla sentir mejor, pero veo que no funciona y
no me sorprende. Sea un idiota o no, es algo que pasó, y claramente llevaban mucho
tiempo juntos. Ella debe haber confiado en él.
—¿Alguna vez te engañó antes? —Le pregunto.
Ella sacude la cabeza.
—No que yo sepa. —Su mirada vuelve a la mía—. ¿Cuántos años tienes?
—Tengo 24 años.
Ella asiente.
—Cuatro años más joven que nosotros.
Así que tienen la misma edad.
Casi pregunto si se conocieron en la escuela, pero luego hago cuentas. Se
conocieron a los 21 y Kai no fue a la universidad, así que definitivamente no se
conocieron en la escuela. Es difícil imaginar cómo podrían haberse cruzado cuando
son tan diferentes, pero...
No pregunto cómo se conocieron. No es asunto mío.
Me da un poco de miedo la siguiente pregunta, aunque creo que sé la respuesta.
He pensado muchas cosas últimamente, y me he equivocado en la mayoría de ellas.
Necesito algo de beber, así que doy un rápido sorbo a mi agua y pregunto:
—Ustedes no tienen hijos, ¿verdad?
Ella niega con la cabeza.
—Todavía no.
Es como un cuchillo en las tripas.
—Quiero decir, supongo que ahora nunca —dice, alisando distraídamente su
servilleta—. Planeábamos tener hijos algún día, pero él aún no estaba preparado para
formar una familia.
Me siento como si tuviera la boca llena de plomo.
Cojo mi agua y le doy otro sorbo con la pajita.
—¿Estás...? Realmente no sé cómo preguntar esto sin que parezca que tengo
segundas intenciones—, ¿lo estás dejando oficialmente entonces?
Me mira a través de la mesa y es la primera vez que pienso que puede estar
pensando que soy idiota.
—Sí, claro que le dejo. No puedo quedarme con un hombre que me ha
engañado. Ni siquiera estamos casados y ya se está desviando. —Ella sacude la
cabeza, cogiendo su limonada de la mesa—. No. No, gracias. Me merezco un hombre
más leal que ese.
Estoy tentada de sentir alivio, pero una vocecita de odio en mi cabeza me dice
que él no lo aceptará. Es Kai, no tolera que las cosas vayan por un camino diferente
al que él quiere. Y ella es un buen partido. Intentará convencerla de que se quede, ¿y
cómo podría ella resistirse?
Sin embargo, vuelvo a pensar en lo diferente que es su relación.
Con sus ojos azules que brillan con algo casi parecido a la inocencia, no me lo
imagino dándole una bofetada en la cara cuando follan. Creo que si lo hiciera, sería
la última vez que la viera. Ella no tiene la energía de follar que él tiene, pero tiene la
energía de alguien que no deja que la jodan.
Energía de joder y largarse, eso es lo que tiene.
Pero de la forma más amable posible. Puede que te haga un sándwich para que
te lo lleves, pero no lo tomes a mal. No quiere volver a verte.
—¿Por qué sonríes? —pregunta, con los ojos entrecerrados juguetonamente.
Sacudo la cabeza.
—Me gusta tu energía. Pareces buena gente. Nuestro novio es un cabrón.
Se le escapa una carcajada. Se tapa la boca y mira a su alrededor, luego baja la
mano, pero sigue sonriendo.
—Sí, en cierto modo lo es..
—Siento que te haya engañado. Sé que esa mierda apesta.
Ella asiente.
—Yo también siento que te lo hiciera a ti. Creo que ambas merecemos algo
mejor.
Asiento con la cabeza, pero no puedo mirarla a los ojos.
Probablemente tenga razón, pero no estoy tan segura como ella de que pueda
dejar este hábito. No lo he amado durante tanto tiempo como ella, pero sus garras
están muy clavadas en mí.
Me gusta pensar que tengo energía para irme a la mierda, pero... quizá sea una
ilusión. No me siento impenetrable y firme en mi determinación.
Me siento herida y triste y, para ser jodidamente honesta, con miedo de perder
lo mejor a lo que me he agarrado.
Tal vez sea triste que sea lo mejor que ha sido mío, tal vez Violet no pueda
identificarse con eso, pero ella no ha vivido mi vida.
Ella no lo ha amado como yo.
—¿Puedo hacerte una pregunta que quizá no sea de mi incumbencia? Siéntete
libre de mandarme a la mierda, pero cuando le pregunto algo sobre ti, me cierra el
pico por completo, así que siento que eres mi única fuente posible.
Violet asiente.
—Claro.
—¿Hay alguna razón por la que te vigile tan de cerca? Es una de las cosas a las
que siempre vuelvo. Las cosas que me dice... pero luego la forma en que está
contigo... es difícil saber qué creer. Además, tengo una curiosidad desvergonzada. Si
hubiera un libro sobre su relación, tendría que leerlo entre lágrimas y seguro que lo
tiraría contra la pared un montón de veces, pero leería cada página. Tendría que
hacerlo.
Ella sonríe con simpatía.
—Sí, conozco la sensación.
¿Lo haces?
Tal vez es mejor poniendo una máscara agradable sobre sus verdaderos
sentimientos.
—Hace unos años, uno de sus chicos intentó secuestrarme.
Mis ojos se abren de par en par.
—¿Qué?
Ella asiente.
—Pensaba que estaba enamorado de mí. Él como que... me acechaba. Me seguía
a todas partes. Me enviaba mensajes desde teléfonos desechables. Cada vez que
bloqueaba uno, recibía otro. Fue todo esto, y desde entonces, Kai ha sido aún más
protector de lo que era antes .
—Mierda.
—Sí, daba miedo.
—¿Qué hizo Kai? No puedo imaginarme que aguantara eso.
—No, él no es realmente del tipo perdonar y olvidar. Él... lo manejó. —Sus ojos
brillan mientras habla, y puedo decir que hay más en la historia que no está
compartiendo—. Digamos que ese tipo no volverá a molestarme.
El ánimo se siente mucho más pesado ahora. Para ella, probablemente porque
está pensando en lo que sea que haya pasado con ese tipo al que Kai jodió (o mató,
seamos honestos. Probablemente lo mató) pero para mí, es el dolor egoísta de
imaginar a Kai tan protector con otra mujer. Nunca nadie se ha obsesionado
conmigo, así que supongo que no había nada que desencadenara eso en él conmigo,
pero aun así me deja sintiéndome menos importante que ella.
Esperaba que este encuentro me mostrara agujeros gigantescos en su relación y
en sus sentimientos por ella, que hubiera alguna otra explicación para que estuviera
con ella tanto tiempo. Demonios, si me quería tanto cuando me conoció pero sabía
que no sería su chica de compañía (a propósito, de todos modos) podría haber
empezado las cosas conmigo y tan pronto como supiera que era sólido, podría haber
terminado con ella.
Sí, seguiría siendo un tramposo, pero al menos entonces habría sentido que me
elegía a mí.
Ahora ella lo está dejando, así que no sé cómo lo hará.
Quizá Violet tenga razón.
Quizá ambas merezcamos a alguien mejor.
7
S abía que la excusa de Harper de que estaba trabajando era una gilipollez, así
que me sorprendo cuando salgo del club y veo su coche aparcado allí.
La irritación aumenta cuando vuelvo a ver su coche aparcado al final del maldito
aparcamiento.
Ya le he dicho antes que más me valía no ver su puto coche aparcado donde
algún asqueroso pudiera seguirla y pillarla allí sola. Me escuchaba mejor cuando sólo
la cabreaba por mierdas triviales, pero puedo verlo en mi cabeza cuando aparcó aquí
esta noche, sabiendo que podría pasarme para asegurarme de que estaba donde dijo
que estaría ya que está en esta mierda rebelde ahora mismo.
Apuesto a que estaba tan jodidamente orgullosa de sí misma cuando aparcó justo
donde sabía que me cabrearía, sin pensar siquiera en el peligro al que se estaba
exponiendo con su testarudez.
Dos pueden jugar a ese juego, nena.
Aparco justo al lado del suyo y cojo la navaja de la guantera. Camino alrededor
de su coche, apuñalando cada puto neumático como si insultaran a mi madre.
Ya veremos lo jodidamente engreída que es cuando vea lo que le toca por ser
una niñata de mierda.
Saco el móvil del bolsillo y le mando un mensaje a Zane para ver hasta cuándo
trabaja.
—Pensé que Harper estaba fuera esta noche.
Un minuto después me responde:
—Estaba, pero la necesitaba para cubrir un turno.
—¿Cuándo sale?
Puedo sentir la diversión del cabrón cuando me responde:
—¿No te lo dirá ella misma?
Cabrón.
Supongo que a mí también me haría gracia que su mujer se lo hiciera pasar mal
si alguna vez dejara de trabajar el tiempo suficiente para salir con alguien.
No me obliga a contestar, sólo me tienta y luego me asegura:
—Su turno ha terminado. Acaba de salir de mi despacho hace un minuto, así
que seguro que pronto estará en casa.
—Sí, sobre eso... —Pulso enviar, y luego añado—: Puede que le haya arruinado
el coche. Tal vez quiera llamar a alguien para que lo remolque.
—¿Cómo arruinado?
—Aparcó donde le dije que no, así que le clavé un cuchillo en las ruedas.
—¿Por qué no te he vuelto a expulsar de mi club?
Sonrío.
—Te gusto demasiado, joder.
—Mmm, no lo creo. Debe ser otra cosa —bromea.
Aparto el teléfono y me apoyo en el coche. Mientras espero, me fumo un
cigarrillo. Está a punto de consumirse cuando veo que se abre la puerta del club y sale
el culo sexy de Harper haciendo cabriolas. Lleva el cabello oscuro recogido en una
coleta alta y las tetas se le salen por ese top tan ajustado. Su falda es corta y ajustada,
mostrando sus largas y tonificadas piernas.
No presta atención a lo que la rodea, otra jodida cosa más que le advertí que no hiciera
al salir de este club, así que disfruto de lo que me queda de cigarrillo observando a la
diosa con la que voy a follar esta noche.
Cuando me ve, se pone rígida, pero no pierde un paso.
—¿Qué haces aquí?
Alejo el cigarrillo de mí.
—Quizás estoy aquí para violarte y matarte, joder. Menos mal que te has
aparcado y me lo has puesto muy fácil.
Sus mejillas se sonrojan un poco, pero me mira con los ojos entrecerrados.
—Ya te he dicho que esta noche estoy ocupada. No voy a cenar contigo.
—No, te iba a dar de comer, pero tal y como estás actuando, todo lo que vas a
comer esta noche es una garganta llena de mi semen.
—Que te jodan —dice, pero sin mucho calor. Está decidida a ignorarme y saca
la llave del coche para irse a casa.
No me molesto en decirle que está perdiendo el tiempo. La sigo por el coche y
me apoyo en la puerta del acompañante para mirar, pero está demasiado distraída
conmigo para darse cuenta de que algo va mal en su coche.
La veo dejarse caer en el asiento del conductor, con sus tetas rebotando y
haciendo que la sangre fluya hacia mi polla, dios, cómo me gustan sus tetas, y luego deja
las piernas abiertas más de lo necesario para que pueda ver que esta noche no lleva
ropa interior.
—Veo que alguien ha salido en busca de problemas esta noche. —Me alejo del
coche y me acerco a ella—. Estás de suerte, nena. Has encontrado algo.
Tira el bolso en el asiento de al lado y vuelve a centrar su atención en mí, pero
cuando lo hace, ya tengo mis manos en su camiseta, rasgando el material para poder
liberar sus tetas.
—¡Kai, qué demonios!
—Sin sujetador. Qué mala eres. —Le acaricio las tetas posesivamente,
encontrándome con su mirada—. Sabes que estos pezones son míos. Me importan
una mierda tus puntas, no dejes que nadie más las vea a menos que busques castigo.
Sus ojos brillan de rabia mientras la acaricio.
—Quererte ya es suficiente castigo —dice, y me aparta las manos.
Quiero algo más que sus tetas, así que se lo permito. Entonces me agacho, agarro
sus caderas y saco su culo del coche.
Harper jadea cuando la empujo contra el coche, con la espalda pegada a la puerta
trasera.
—Quítame las putas manos de encima —me dice, pero no lo dice en serio y no
la escucho.
Atrapo su cuerpo con el mío y le agarro el cuello, tirando de ella y aplastando
sus labios bajo los míos.
Su boca está hambrienta de lucha, de posesión, pero sigue resistiéndose. Enrosco
su coleta en torno a mi mano para controlarla mejor y aprieto su garganta. Separo
mis labios de los suyos y tiro de su cabeza hacia atrás. Jadea cuando la fuerzo contra
el coche y luego gruñe y me empuja con más fuerza cuando ignoro sus forcejeos y me
inclino para besarle el cuello con rudeza.
—No olvides nunca a quién perteneces —gruño contra su piel—. Puedes luchar
contra mí todo lo que quieras, nena, pero eres mía y nada va a cambiar eso.
Espero a que me responda con una puya sobre cómo he cambiado eso con todo
mi comportamiento de mierda que acaba de descubrir, pero no lo hace. Le suelto la
garganta y le levanto la ajustada falda, apretándole el culo desnudo antes de rodearme
con su pierna, y luego le meto los dedos en el coño desprotegido.
Gime y sus estrechas paredes se agarran a mis dedos mientras la meto hasta el
fondo y luego la saco. Su coño ya está húmedo y me alegro porque me apetece ser
duro. Su coño está acostumbrado al castigo, así que cuando vuelvo a meterle los
dedos, se derrite contra el coche, agarrando el capó con una mano y mi cabello con
la otra.
Joder, sí.
La lujuria se apodera de mí al sentir sus dedos enredados en mi cabello. Aguanta
como una niña buena mientras meto y saco mis dedos de su coño una y otra vez, mi
mirada hambrienta recorre su hermoso cuerpo, observando cómo sus tetas rebotan
con la fuerza de mi mano al follarla.
Cuando empieza a jadear, no puedo contenerme más. Tengo que probarla, así
que aplasto mis labios contra los suyos y ella grita suavemente de necesidad.
—Te tengo, nena —digo, acunándole la nuca y acercándola a mí.
Suelta el coche y se agarra a mi hombro para sostenerme. Su respiración es
agitada y su piel está enrojecida. Noto cómo le tiembla el muslo mientras su pierna
se enrosca más fuerte a mi alrededor.
—Kai —gime contra mis labios.
Sé que está cerca, así que recorro con los labios la curva de su cuello y dejo que
mi lengua salga para saborearla.
—Córrete para mí, Harper.
Y lo hace.
Grita al llegar al orgasmo y su cuerpo tiembla contra el mío. Sigo metiéndole y
sacándole los dedos mientras ella se mece contra mí y su cuerpo me exprime los dedos
mientras la recorre el placer.
Su respiración sigue siendo agitada cuando termina y sé que sus músculos están
débiles, así que la atraigo hacia mí. Ella se apoya en mí, me rodea el torso con los
brazos y apoya la cabeza en mi pecho. Le beso un lado de la cabeza y sonrío al ver el
sudor.
—No estás cansada ya, ¿verdad? —Me burlo—. Tenemos una larga noche por
delante.
—Nunca podría cansarme de follarte —murmura, pero suena casi lúgubre. Algo
que la entristece, no una realidad que la haga feliz.
Entiendo.
En un mundo ideal, ella probablemente querría a alguien que nunca hubiera
tirado de la mierda que yo he tirado y hecho los movimientos que hice para
conseguirla a pesar de mis circunstancias.
Pero no vivimos en un mundo perfecto, y en éste, el único hombre que ella quiere
soy yo.
Ella lo sabe, y yo también.
Por mucho que quiera abrir la boca o fingir que se va a follar a un gilipollas que
conoció en un bar, al final del día, tan segura como de que el sol se pondrá por la
tarde y saldrá a la mañana siguiente, Harper sabe que es mía.
Lo que la confundió fue pensar que tal vez yo no era suyo.
He sido suyo desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron en este
mismo puto club, aquella fatídica noche que destrozó todos los planes que había
hecho como un martillo neumático rompiendo hormigón sin esfuerzo.
Amaba a Violet, pero me obsesioné con Harper.
No podía dormir sin verla en mis sueños.
No podría existir sin albergarla en mis pensamientos.
Al principio, pensé que sólo necesitaba follármela y sacármela de encima. Sabía
que era una gilipollez y que Violet no se merecía esa mierda, pero me engañé a mí
mismo pensando que, una vez me hubiera sacado a Harper de encima, podría volver
a ser el hombre que Violet se merecía.
No fue así.
La primera vez que probé el coño de Harper fue como la heroína y, en el fondo,
supe que nada volvería a ser lo mismo.
Estaba enganchado.
Cuanto más tenía, más quería, y nunca me saciaba. Cada sabor me hacía más
voraz. No había forma de sacármela de encima y seguir adelante.
Era como un veneno que corrompía cada parte de mí, reprogramando todas mis
intenciones más nobles para que todo mi sistema fuera consumido por ella.
El veneno más dulce que se pueda imaginar.
Con gusto moriría con su sabor en mis labios.
Algún día lo haré.
Porque entonces me mentía a mí mismo.
La carnicería era inevitable.
Nunca la dejaré ir.
12
— P
—¿Por qué?
onte esto.
Miro con escepticismo la venda de seda en la mano de Kai.
—Porque te voy a llevar a un sitio. —No espera a que lo coja, deja caer el trocito
de seda sobre mi regazo—. Póntelo. Sabes que no me gusta pedir las cosas dos veces.
—No lo pediste una vez, lo exigiste.
Comprueba su entorno por instinto y saca el Viper del aparcamiento del
restaurante donde acabamos de comer.
Es Kai, así que no se molesta en discutir conmigo al respecto, simplemente
espera a que haga lo que se supone que debo hacer.
Suspiro, cojo la venda y me la pongo en la cabeza.
—Será mejor que te alegres de tener la polla grande para acompañar a ese BDE1,
colega.
Veo cómo sonríe justo antes de deslizar la venda sobre mis ojos.
Conducimos unos minutos, pero no me molesto en preguntarle adónde me lleva.
Si quisiera que lo supiera, no se habría molestado en vendarme los ojos.
Después de unos minutos, varias carreteras sinuosas y suficientes curvas como
para que me perdiera imaginando adónde íbamos basándome en mi conocimiento de
la ciudad, se detiene lentamente y apaga el motor.
Estamos aquí.
Dondequiera que esté.
Le oigo tirar del pestillo y salir, pero como tengo los ojos vendados, me siento
con el bolso en el regazo y espero a que me deje salir.
Abre la puerta y me coge de la mano. Salgo con cuidado y él me saca del coche.
Me entran ganas de arrancarme la venda, pero espero a que me lo diga.
—Sé que no te he hablado mucho de mi familia a lo largo de los años.
Siempre pensé que no le gustaba hablar de ello por lo que yo sabía, pero cuando
se supo que tenía una prometida que no era yo, me di cuenta de la verdad.
Necesitaba ocultarme esa parte de su vida porque su familia sabría de ella.
Su verdadera pareja.
Han pasado unas semanas desde que se armó todo ese follón, y con Violet fuera,
sinceramente, me ha gustado no pensar tanto en ello.
—Mi madre era joven cuando se quedó embarazada de mí. Fue una mala
semana que cambió todo el curso de su vida. Así de rápido lo jodió todo. Era como
una planta venenosa, invasiva y agresiva. Ella decía que él tenía esa manera de hacer
que la gente aceptara cosas que ni siquiera considerarían y podía hacer que pareciera
tan natural. Era fácil dejarse arrastrar por sus tormentas de mierda.
1 Bid Dick Energy. Aura atractiva que desprende una persona que tiene una confianza en sí misma discreta pero inquebrantable.
Sé que los sentimientos de Kai hacia su padre distan mucho de ser cálidos y
difusos, así que aunque creo que Kai también tiene algo de esa magia, no lo digo.
—Los padres de ella eran amigos de los de él. Habían vivido aquí antes y eran
vecinos. Vinieron de visita y se quedaron con la familia de ella una semana mientras
estuvieron aquí.
Siento una suave brisa en el aire. No hace frío, pero siento un ligero escalofrío.
—Mi padre se llamaba Katon. Mi madre no le interesaba cuando eran niños, así
que no jugaron mucho juntos antes de que él se mudara. Era prácticamente un
desconocido para ella cuando se conocieron aquella semana, pero en cuestión de días
la tenía tan atrapada que le hizo seguir un plan para cometer un crimen atroz y sin
sentido contra alguien que le importaba sólo para divertirse. Ella dijo que comenzó
como una broma de mal gusto que la hizo sentir incómoda. Así fue como él probó la
idea para ver si podía convencerla, fingiendo que era una broma.
Me suena familiar. Kai también me ha hecho eso antes.
—Mi padre era malicioso simplemente porque se aburría, y se aburría con
mucha facilidad. Cuando su familia vino a pasar una semana con la suya, mi madre
era una adolescente. Tenía un novio con el que mantenía una relación inocente, de
amor juvenil. Se sentía insegura de que mi padre estuviera tanto por allí esa semana,
y no le faltaba razón. Mi madre se sentía atraída por mi padre, pero percibía algo
oscuro en él que la ponía nerviosa. El novio lo notó, lo que aumentó su ansiedad al
respecto, y mi padre también lo notó. Decidió que sería divertido follar con ella
mientras estaba en la ciudad, y la primera vez que su novio vino mientras él estaba
allí, él y mi padre empezaron inmediatamente con mal pie. Mi madre era joven y se
sintió halagada y excitada por la idea de que tal vez fuera algún tipo de celos por ella.
Casi se me escapa una sonrisa al pensar en las veces que Kai ha sido un maníaco
desquiciado, como aquella noche en el bar en la que pinchó al pobre como-se-llame
con el cuello de una botella rota.
—De todos modos, después de aquella primera noche en la que su novio lo
cabreó, mi padre esperó a que todos los demás estuvieran dormidos y se coló en el
dormitorio de mi madre. Ella dijo que la primera noche estaba reacia, todavía no
había estado con su novio ni con nadie, pero mi padre fue muy persuasivo, así que...
Niego con la cabeza.
—Sí, sé cómo va eso.
—Por la noche, cuando se acostaban juntos en la cama, él empezó a contarle sus
fantasías más oscuras. Al principio, ella pensó que era una prueba de que confiaba en
ella. Aún pensaba eso cuando él empezó a contar chistes sobre cómo deberían matar a
su novio.
Se me cae la mandíbula.
Eso se intensificó.
—Oh.
—Sí.
Esto me da muy mala espina.
—Así que —continúa Kai solemnemente—, un día sus padres y los de ella
salieron y los dejaron solos en casa por la noche. Él le dijo que debería invitar a su
novio para que pudieran jugar todos a un juego, y ella estaba un poco indecisa porque
por la noche, en la cama, así es como empezaba siempre. Le dijo que le invitarían a
jugar, pero que no le dejarían salir. Mi mamá estaba nerviosa, pero él la tranquilizó.
Mi madre no es una persona maliciosa, y dijo que no sabía cómo explicarlo, excepto
que él le hizo sentir que no era algo que realmente fuera a suceder. Ella creía de verdad
que él sólo quería asustarla, que la quería en vilo toda la noche mientras su novio
estaba en casa porque le gustaba hacer cosas para asustarla, sólo para obtener esa
respuesta de ella.
Suena genial, pienso irónicamente.
—Así que invitó a su novio. Dijo que, desde el momento en que entró por la
puerta, sintió como si un reloj marcase la cuenta atrás hasta el momento de no
retorno. Sin embargo, ella creía que tenía tiempo. Que en realidad él no haría nada,
sólo intentaba asustarla. Sabía que había algo raro en mi padre, pero no creía que
fuera un monstruo.
Trago saliva.
—Mientras se suponía que mi padre y su novio estaban preparando el juego de
mesa, mamá fue a la cocina por bebidas y algo de picar para todos. Estaba cortando
queso cuando oyó un disparo en la otra habitación.
Respiro con fuerza.
—Jesús.
—Disparó a su novio en el pecho. El terror se apoderó de ella y corrió por el
pasillo. Encontró a su novio en el suelo, salpicado de sangre por todas partes. Estaba
en las paredes y en la manta que cubría los muebles. También en Katon, que aún
sostenía la pistola.
—Oh Dios mío, Kai.
—Ella estaba aterrorizada. Él estaba tranquilo. Hizo que le ayudara a limpiar el
desastre.
Me llevo una mano a la boca y cierro los ojos aunque, de todos modos, no puedo
ver.
El horror que debió sentir.
—Entonces ella le tenía miedo y él no entendía qué había cambiado. Había
hablado exactamente de esto por la noche en su cama y ella seguía abrazada a él, pero
ahora que ocurría, se derrumbaba. Le molestaba. Ahora que todo era real y había
sucedido, se cuestionaba la logística de su plan. ¿Qué harían con el cuerpo? Mi padre
era unos años mayor que ella y tenía su propio coche, pero no estaba allí. Había
venido con su familia. En la cama, le hizo creer que él se encargaría de todo el trabajo
sucio, pero a medida que se desarrollaba, ella empezó a temer que la dejara con el
muerto en la mano. —Kai se burla—. Tal vez tenía razón. Pero mi padre salió de la
habitación para coger algo y mi madre notó que su novio se movía un poco. Le dio
un vuelco el corazón. Corrió hacia él y se dio cuenta de que, aunque le habían
disparado y había estado inconsciente un rato, no estaba muerto. Inmediatamente,
vio la oportunidad de enmendar su error. No era demasiado tarde, no estaba muerto.
Sabía que probablemente caería con Katon como cómplice de intento de asesinato,
pero no le importaba. Iba a hacer lo correcto y sacarlo de allí.
—Apuesto a que a tu padre no le gustó eso.
—Seguro que no lo hizo. Pero ella sabía que no lo haría, así que no esperó a que
volviera para terminar el trabajo. Ya le había quitado el teléfono cuando empezó a
actuar de forma extraña, pero ella encontró el de su novio y llamó al 911 desde su
teléfono. Cuando mi padre volvió a entrar, ella estaba hablando y él se dio cuenta de
lo que estaba haciendo por la cara de culpabilidad que tenía. Le arrebató el teléfono
de la mano, terminó la llamada y la agarró por el cuello. Ella estaba segura de que iba
a matarla allí mismo, pero sonó el timbre. Fue demasiado rápido para ser la respuesta
de emergencia.
Tengo los ojos muy abiertos bajo la máscara.
—¿Quién era?
—Sus padres eran protectores, así que habían mencionado a los vecinos que
estaría sola en casa con un chico esta noche y que estuvieran atentos. Oyeron el
disparo y.... —Se interrumpe y suspira.
Se me revuelve el estómago.
—¿Los mató a ellos también?
—No, pero la interrupción la salvó el tiempo suficiente para que apareciera la
policía. Se los llevaron a los dos esposados, pero sólo mi padre presentó cargos. Su
novio sabía que ella debía de haber sido cómplice hasta cierto punto, pero estaba tan
traumatizada por todo lo ocurrido que la protegió. Decía que todo era obra de mi
padre, que la había amenazado y obligado a ayudar en la limpieza después de que le
dispararan. Temía por su vida, y no sabía nada del plan de Katon de antemano.
Mamá dijo que no sabía cómo podía compadecerse de ella, pero menos mal que lo
hizo, porque su testimonio fue lo que la mantuvo fuera de la cárcel mientras a mi
padre lo encerraban y le negaban la libertad bajo fianza. Fue condenado a cadena
perpetua. Unas semanas después se enteró de que estaba embarazada de mí, así que
supongo que, en cierto modo, también le dieron cadena perpetua.
Joder.
Ya me había dicho antes que su padre estaba en la cárcel, pero nunca me contó
todo eso.
Cojo la venda y me la quito para poder mirar a Kai. Tiene la mirada perdida en
una casa a la que solo echo un vistazo antes de agarrarle la barbilla como a él le gusta
agarrar la mía y traer su mirada a la mía.
Me inclino hacia él y le beso. Un beso suave, de apoyo, no de los que provocan
incendios.
Al menos, no de los grandes.
Siempre hay calor en mi vientre para este hombre.
Su brazo me rodea la cintura y su mano se posa en mi cadera. Me estrecha y me
gira para que mire hacia la casa frente a la que se ha detenido.
—Esta es la casa en la que creció. Sus padres han vivido aquí desde entonces.
Han hecho esfuerzos para sacarlo, apelaciones y demás, pero nada de eso ha
funcionado. Supongo que la cárcel resultó ser un patio de recreo para sus tendencias
antisociales, así que le gusta estar allí. Dirige la mierda.
Baja la mirada, le cojo la mano y se la aprieto.
Kai no está ciego. Estoy seguro de que puede ver los paralelismos entre él y su
padre, pero espero que también pueda ver las diferencias. Parece que su padre era un
monstruo, pero Kai no lo es. Hay ternura y amor en él, y aunque probablemente
mataría a mi novio si tuviera uno para quitármelo de en medio, nunca me dejaría en
la estacada.
Yo tampoco le haría eso.
Si alguna vez caemos, caeremos juntos.
Ese pensamiento solía llenarme de orgullo. Cabalgar o morir. Siempre he sido
eso para él.
Mi mano libre se posa en mi estómago.
Pero ya no eres sólo tú.
Pienso en la historia que acaba de contarme, en lo diferentes que habrían sido
las cosas si la madre y el padre de Kai hubieran ido a la cárcel.
Aun así habría estado embarazada.
¿Quién habría criado a Kai?
¿Habría sido muy diferente sin una madre que le quisiera y que tal vez incluso
entendiera algunos de sus comportamientos menos saludables, teniendo en cuenta
quién sabía que era su padre?
Kai se aclara la garganta y levanta la vista, atrayendo de nuevo mi atención hacia
él.
—Han pasado casi 30 años y ya no luchan por él. Se están mudando, y como él
era su único hijo y yo soy su único hijo... —Me mira—. Me preguntaron si quería la
casa. Entendería que no quisieras vivir aquí, pero el lugar no está embrujado para mí.
Nunca conocí al tipo. Ni siquiera lo he visitado. Pero es una casa bonita, y pensé...
que tal vez podría ser nuestra.
Mi barriga se agita como si se hubiera desatado un enjambre de mariposas.
¿Nuestra?
Aún no le he hablado del bebé. No me he hecho la prueba y quiero estar segura
antes de hacerlo, pero noto la diferencia en mi cuerpo. No necesito orinar en un palo
para saberlo por mí misma, pero sí necesito la prueba antes de compartir la noticia
con nadie más.
—¿Quieres que nos vayamos a vivir juntos? —Pregunto suavemente.
Me aprieta la mano y tira de mí hacia la casa.
—Sí, quiero.
Ahora que estoy centrada en la casa, veo lo que quiere decir con que es bonita.
Es bonita. Escondida en un barrio residencial, pero lo bastante diferente de las demás
casas como para pensar que probablemente la mandaron construir para ellos. Es una
casa moderna con claras influencias japonesas.
Un jardín bellamente cultivado proporciona un poco de intimidad a la parte
delantera de la casa. Seguimos un camino curvo de adoquines de piedra natural hacia
la puerta principal. Un gran arce japonés es la pieza central del jardín delantero, pero
en el lado opuesto del camino, cerca de la casa, hay otro más pequeño. Las rocas
están colocadas estratégicamente junto con flores y arbustos bien recortados. Hay
tanta armonía en el camino hacia la puerta principal que siento una inmediata
sensación de paz.
Dijo que su padre creció aquí, pero si la sensación que tengo es correcta, los
padres de Katon no se parecían en nada a él. Su hijo trajo caos y destrucción, y ellos
trajeron paz y armonía.
Eso me hace sentir mejor ante la perspectiva de vivir en su casa.
He disfrutado de mucho caos en mis tiempos, pero si vamos a criar niños,
necesitamos algún rincón tranquilo de nuestra vida en el que criarlos.
Es decir, aún puede estrangularme y zarandearme por el dormitorio, pero a la
mañana siguiente prepararemos el desayuno en una isla que enorgullecería a HGTV,
y yo prepararé los almuerzos del colegio y esas mierdas. Nuestros hijos pensarán que
somos aburridos porque algunas cosas no son de su incumbencia.
Me da una vuelta por la casa y me encanta. Cuatro dormitorios grandes y dos
cuartos de baño y medio. Los cuartos de baño tienen inodoros de los que sale agua;
me dice que son bidés y que son la norma en Japón, por eso los instalaron sus abuelos.
Al principio, me parece bastante raro, pero antes de irnos, tengo que hacer pis, y
aunque me costará acostumbrarme seguro... todo esto lo hará.
Kai y yo nunca hemos sido el tipo de personas que viven en casas de lujo en
alguna calle residencial donde los vecinos probablemente se llaman algo así como
Bob y Nancy, y lo más emocionante que les sucede es perderse un día de basura y
tener botes desbordados la semana siguiente.
No sé si encajaremos en un lugar así, pero nunca nos hemos preocupado por eso.
Si nos gusta el lugar, haremos que se adapte a nosotros, y a mí me gusta el lugar.
—¿Qué te parece? —pregunta.
Respiro hondo y lo suelto, mirando alrededor del patio trasero vallado.
—Creo que es genial.
—¿Sí?
Asiento con la cabeza, sonriendo mientras le miro.
—Quizá convirtamos la habitación de tu padre en un trastero o algo así para
estar seguros —digo, y él se ríe—, pero sí, creo que es... mejor que cualquier cosa que
hubiera esperado.
Me rodea la cintura con los brazos y me acerca para poder mirarme.
—Pensé que te gustaría.
—Sí, quiero. —Me inclino y le robo un beso, sólo porque sí.
Acepta el beso, pero también aprovecha para tomar más. Me agarra por la
cintura y me agarra el culo, inclinando la cabeza para acceder mejor a mi cuello y
poder besarlo también.
—¿Nos vemos haciendo unos cuantos bebés aquí? —murmura.
Mi corazón da un vuelco.
Realmente quería esperar hasta estar segura, pero es difícil imaginar un
momento mejor que éste.
—Creo que... tal vez ya lo hemos hecho.
Sus labios se congelan en mi cuello y se aparta para mirarme.
—¿Qué?
Cojo su mano y la pongo sobre mi estómago aún plano.
—Aún no he hecho ningún examen, pero aún no baja y he estado muy cansada
y....
—¿Estás embarazada?
—Creo que sí —digo con cuidado, sin querer darle esperanzas por si me
equivoco—. Deberíamos hacer una prueba para estar seguros, pero....
Antes de que pueda terminar, aplasta sus labios contra los míos, reclama mi
cintura y me levanta del suelo, está tan feliz.
Mis entrañas se llenan y luego se desbordan hasta que yo también reviento de
felicidad. Sé que fue él quien nos empujó a quedarnos embarazados en este momento,
pero una parte de mí estaba nerviosa por decírselo.
Después de todo, le dijo a Violet que aún no estaba listo para formar una familia.
Supongo que está listo para una conmigo.
—Vamos a tener un bebé —me susurra contra el cuello, con un tono lleno de
amor pero al mismo tiempo ferozmente protector.
—Sí, creo que sí —le susurro, acariciándole la nuca.
Se aparta para mirarme a los ojos.
—Te quiero muchísimo, Harper. Espero que lo sepas.
Se me derrite el corazón.
—Te quiero —le digo, acercando mi mano para acariciar su mandíbula
perfecta—. Te quiero. No puedo evitarlo —añado, poniendo los ojos en blanco.
Sonríe, sus ojos brillan con picardía.
—Es mi gran polla, ¿verdad?
Me río, empujándole juguetonamente.
—Oh Dios mío, Kai.
—Está bien, puedes admitirlo —se burla, haciéndome retroceder.
La mayoría de los muebles han desaparecido desde que sus abuelos se mudaron,
pero dejaron algunos muebles de patio.
Me tumba en el sofá exterior, aunque no tiene cojines. El armazón me aprieta la
espalda, pero no me quejo cuando se sube encima de mí.
Le miro a la cara mientras se desabrocha los pantalones.
—No puedes follarme en el mueble del patio de tus abuelos.
—Ahora son nuestros muebles de patio.
Sonríe y mi corazón da un vuelco.
No puedo creer que siga haciéndolo después de todo este tiempo, por todo lo
que hemos pasado.
Espero que nunca se detenga.
No creo que lo haga.
Kai dijo que ha sido mío desde el momento en que nos conocimos, y ahora, lo
tengo todo de él. Lo bueno y lo malo, lo duro y lo tierno. No hay parte de su vida que
no sea mía también.
Puede que no acabara con el “felices para siempre” perfecto con el que sueñan
las niñas pequeñas, pero encontré a la persona adecuada para mí y, sinceramente...
No cambiaría nada.
En primer lugar, quiero darte las gracias, querido lector, por arriesgarte con mi
libro. Sé que hay muchos ahí fuera, ¡y estoy muy agradecida de que hayas decidido
leer el mío! Significa mucho para mí poder compartir mis historias y que se escapen
a este maravilloso mundo de fantasía, amor, drama y emoción. Espero que hayas
disfrutado de la historia de Kai y Harper, ¡y espero que sigas con ganas de más! El
libro de Violet es el siguiente y, para cerrar la serie, tengo una historia más en mente.
Aún no conoces a ninguno de los dos personajes, así que les hablaré de ellos al final
del próximo libro.
Muchas gracias por su apoyo.
También quiero dar las gracias a mi querida amiga Sam Mariano por toda su
ayuda. Sam, no tengo palabras para expresar cuánto aprecio todo lo que has hecho
por mí. Sé que apenas tienes tiempo para respirar, pero sacaste tiempo de tu ya
demasiado ocupada vida para ayudarme con todo esto en mi momento de necesidad,
y te lo agradezco mucho. Literalmente no podría haber hecho nada de esto sin ti.
Gracias a The Bookish Girls Services por ayudarme a correr la voz sobre