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CÓMO SER EL MEJOR TRABAJADOR SOCIAL

Los trabajadores sociales trabajan en agencias gubernamentales, hospitales, escuelas y consultorios privados
para ayudar a las personas necesitadas. Proporcionan una variedad de servicios, desde ayudar a las personas
a lidiar con el abuso o superar el abuso de sustancias, hasta ayudarlas a obtener vivienda, atención médica o
educación, hasta proporcionar asesoramiento o psicoterapia. También pueden trabajar para mejorar las
condiciones sociales generales en una comunidad. No es un trabajo fácil. En palabras de un terapeuta, "el
practicante que niega que el trabajo clínico sea agotador y exigente es... mendaz, iluso o incompetente". En
consecuencia, las partes más importantes de ser un buen trabajador social son asegurarse de que se adapte
bien a los rigores del trabajo y cuidarse adecuadamente.
1. Determinar si el trabajo social es adecuado para usted
Asegúrese de tener la personalidad de un buen trabajador social. El trabajo social puede ser un trabajo muy
exigente. Estás constantemente interactuando con personas necesitadas, y a menudo a pesar de tus mejores
esfuerzos, no puedes ayudarlos debido a factores sociales o a la propia resistencia de tus clientes. Aquellos
que tienen éxito como trabajadores sociales tienden a compartir rasgos de personalidad comunes.
Empatía – Debes ser cariñoso y comprensivo con aquellos que acuden a ti en busca de ayuda. )))
Paciencia – Debe trabajar a través de los problemas a la propia velocidad de sus clientes.
Confiabilidad: debe estar allí para sus clientes cuando lo necesiten si va a ganarse su confianza.
Organización: debido a que a menudo lidiará con una gran carga de casos, la capacidad de priorizar y
administrar múltiples proyectos de manera eficiente es clave.
Percepción: tratará temas de los que es difícil hablar, como el abuso. Más que solo ser un buen oyente, debe
poder leer entre líneas para llegar a lo que sus clientes quieren decirle, pero a menudo tienen miedo de
decir.
Objetividad: involucrarse demasiado emocionalmente puede agotarlo y hacerlo menos efectivo. Incluso
siendo empático, debes mantener la distancia emocional necesaria para ser efectivo.
Persistencia – Superar continuamente los contratiempos es la naturaleza del trabajo. La perseverancia es
vital. Tienes que perseverar todo el tiempo, sobre todo si tienes dificultades en tu trabajo, es importante
superarlos
Flexibilidad – El trabajo social no siempre es un trabajo de 9-5. Los mejores trabajadores tienen la flexibilidad
de ayudar a sus clientes cuando más los necesitan.
Resiliencia – Verás lo peor de la humanidad y enfrentarás problemas desgarradores todos los días. Debes ser
resistente para durar en el trabajo. Esto significa saber cómo cuidarse y recargar las baterías cuando no
funciona.
Date cuenta de que no puedes ayudar a todos tus clientes. La gente entra en el trabajo social con la
esperanza de cambiar el mundo y mejorar vidas, pero las cosas rara vez van tan bien como eso. Tendrá
clientes que han recibido el mandato de verlo y aquellos que no quieren estar allí. Tendrá clientes que faltan
a más citas de las que asisten. Tendrás clientes que no quieren cambiar. Tendrá montañas de papeleo que
ocupan más de su tiempo que sus clientes. Ser un trabajador social significa lidiar con la frustración, dejar de
lado la decepción y poder celebrar pequeños éxitos.
Hable con sus colegas: no tenga miedo de contarles sobre sus decepciones y frustraciones; sin duda, ellos
también las tienen. Saber que no estás solo puede ayudarte a lidiar con la frustración. [4]
No culpe a sus clientes: pueden perderse las reuniones. Es posible que no hagan lo que usted pide. Incluso
podrían mentirte. Culparlos a ellos no te ayudará a ti, ni a ellos. Están lidiando con enormes problemas.
Recuérdate eso todos los días. Son los problemas los culpables, no los clientes.
Concéntrese en los problemas que puede controlar: de todos los problemas que enfrenta, algunos tiene
control total sobre la resolución (por ejemplo, cuando hace su papeleo o cómo escribe sus informes), algunos
sobre los que tiene un control limitado (por ejemplo, su horario), algunos estarán totalmente fuera de su
control (es decir, si aparece un cliente), y algunos serán tan confusos que ni siquiera puede averiguar cuál es
el problema (por ejemplo, política de oficina; incompetencia gerencial). La clave es enfocarse en las cosas
que puede controlar o influir, y reconocer que no puede controlar el resto y dejarlo ir.
Obtenga experiencia en el área elegida lo antes posible. No hay mejor manera de ver si el trabajo social es
adecuado para usted que realmente hacer trabajo social. Debe obtener una pasantía o comenzar a ser
voluntario antes o poco después de comenzar la educación requerida para ser un trabajador social.
2. Obtén soporte. El trabajo social es un trabajo exigente, y para sobresalir necesitarás apoyo profesional y
social. Este apoyo lo mantendrá cuerdo y lo ayudará a progresar en su carrera.
Únase a organizaciones profesionales como la Asociación Británica de Trabajadores Sociales o la Asociación
Nacional de Trabajadores Sociales en los Estados Unidos para aprovechar las conferencias, talleres y tutorías.
[7]
Desarrollar relaciones de ayuda con grupos de pares, cónyuges o amigos. Las relaciones interpersonales son
clave para ayudar a los trabajadores sociales a lidiar con su propia angustia.
3. Cuídate. Si estás interesado en el trabajo social, probablemente seas una persona empática, lo que
significa que muchos de los problemas de tus clientes te afectarán emocionalmente. Sus decepciones y
fracasos pueden sentirse fácilmente como sus propios fracasos. Es importante hacer tiempo para ti mismo,
leyendo, riendo, estando con tu familia, lo que necesites para recargar energías para que puedas enfrentar
los problemas de tus clientes nuevamente. Algunas estrategias clínicamente probadas de autocuidado
incluyen:
Autoevaluación: la capacidad de monitorear efectivamente la propia condición se ha citado como el rasgo
número uno de los terapeutas efectivos. Esto significa tanto usar la introspección como estar atento a la
retroalimentación interpersonal, como que un miembro de la familia o un colega note que se ve cansado o
que está trabajando más horas.
Crear un ambiente de trabajo agradable (también conocido como control de estímulos): cambiar el entorno
es una forma comprobada de afectar el estado de ánimo. Hay una variedad de pasos que uno puede tomar:
obtener una silla cómoda; reproducir música calmante mientras se escriben informes; poner plantas en su
oficina; tómese el tiempo para hablar con sus colegas; no comas en tu escritorio; etc.
Relajación, ejercicio y diversión (también conocido como contracondicionamiento): estas son actividades
que lo reponen física y psicológicamente, y son vitales para el éxito como trabajador social. Las actividades
típicas incluyen: leer o ver la televisión; hacer ejercicio; pasatiempos; vacaciones; meditación; adoración;
trabajo voluntario; y llevar un diario.
Busque terapia personal. Los peligros psicológicos del trabajo social son muchos: fatiga por compasión,
agotamiento y contratransferencia sin control (tomando el dolor y el trauma de sus clientes como propios)
entre ellos. Se ha demostrado que pasar tiempo con un terapeuta ayuda a mitigar estos problemas, lo que
resulta en una mejor vida personal y un mejor desarrollo profesional para los trabajadores sociales.
4. Establece límites. Cuando se enfrenta a personas que están lidiando con grandes problemas como el
abuso o la adicción, existe una tentación comprensible de invertir más y más de su tiempo en ayudarlos. Sin
embargo, para evitar el agotamiento y mantener la propia salud mental, un trabajador social debe aprender
a establecer límites tanto en el tiempo que dedica a cada caso como en los hitos que espera lograr.
Cree un plan de atención realista: no intente solucionar los problemas de un cliente de la noche a la mañana.
Si crea un plan de atención razonable con pequeñas metas intermedias, tendrá una hoja de ruta a la que
apegarse y es menos probable que dedvierte tiempo en buscar una solución inmediata.
Tenga cuidado de dedicar tiempo extra a clientes particulares: si bien algunos clientes requieren más
trabajo, tratar a un cliente de manera diferente a otros a menudo es una señal de que sus límites, tanto en
términos de tiempo como de su relación emocional con el cliente, están demasiado amplios.
Limite la comunicación con el cliente: utilice siempre el proceso de su organización para comunicarse con los
clientes. Permitir que un cliente se comunique con usted directamente lo deja fuera del control de su horario
de trabajo y, si no puede responder cuando sea necesario, puede crear una pérdida de confianza.
Discuta su carga de trabajo con su supervisor: hablar regularmente con su supervisor sobre su carga de
trabajo y casos particularmente difíciles puede ayudar a administrar su carga de casos y establecer límites.
Sepa que trabajar extra no ayudará a su organización, solo establecerá expectativas poco realistas para sus
compañeros trabajadores sociales.
5. Aprende de las evaluaciones. Como trabajador social, debe tener su propio trabajo evaluado de forma
regular. En lugar de temer estas evaluaciones, utilícelas como una herramienta para mejorar los servicios que
ofrece.
Aclarar términos vagos: si su gerente ofrece consejos vagos sin una indicación clara de cómo promulgarlos
(por ejemplo, usar su tiempo de manera más eficiente), pídale que aclare o proporcione una serie de pasos
claros. [12]
Traiga sus propias preguntas: es más probable que los gerentes den comentarios sinceros si los solicita. Así
que haga una pregunta general: "¿Qué dos cosas cree que puedo hacer para mejorar más mi trabajo?", o
pregunte sobre las áreas que cree que necesitan fortalecerse, como "¿Puede recomendar una estrategia
para lidiar con todo este papeleo?" [13]
Haga un plan: después de cualquier revisión de desempeño, tómese el tiempo para anotar las
recomendaciones de su gerente o las áreas en las que tiene un rendimiento inferior, y luego haga un plan
paso a paso sobre cómo promulgar las recomendaciones o mejorar su rendimiento. Consulte a su gerente o
colegas según sea necesario al crear su plan.
6. Diversifica tus actividades profesionales. Hacer el mismo trabajo social una y otra vez puede ser agotador.
Se ha demostrado que diversificar el tipo de trabajo que realiza mejora tanto la salud mental personal como
la producción profesional.
Llevar a cabo múltiples formas de terapia: individual; parejas; grupo
Trabajar con diferentes tipos de problemas
Trabajar con diferentes tipos de pacientes: etnia; edad; origen social; profesión
Intente enseñar, investigar o aprender junto con la consejería
7. Sigue aprendiendo. Su título lo califica para ser un trabajador social, pero definitivamente no le enseña
todo lo que necesitará saber. Los buenos trabajadores sociales siguen aprendiendo a medida que avanzan, ya
sea que eso signifique obtener otro título, tomar cursos o asistir a talleres, o investigar por su cuenta a
medida que surgen problemas.
MILDRE KARINA RIVERA CHACON
COD: 2340260

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