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Profesor

Madelin Estefani Martínez Bonifacio

Asignatura

Psicología social I

Tema del Trabajo

tema 5.2 atraccion e intimidad

Nombre

Rosmery Heredia Valenzuela

Matricula

100637974

Sección

08

Fecha

21/octubre/2023

Qué lleva a la amistad y atracción?


La amistad y la atracción tienen raíces psicológicas profundas que se exploran a través de diferentes
teorías en psicología social.

La teoría del atractivo por la similitud sugiere que las personas tienden a sentirse atraídas hacia aquellos
que comparten características, valores o intereses con ellos. Esta idea se apoya en la comodidad y la
familiaridad que se experimenta al interactuar con individuos que se perciben como similares. Cuando
nos relacionamos con personas que comparten nuestros gustos, creencias o experiencias, sentimos una
conexión más fuerte y esto puede ser el punto de partida para el desarrollo de amistades.

Otra teoría es la del efecto de mera exposición, que establece que la familiaridad con una persona tiende
a aumentar la atracción hacia ella. Esto significa que cuanto más frecuentemente interactuamos con
alguien, más probabilidades hay de que nos sintamos atraídos hacia esa persona. Esto puede explicar
por qué, con el tiempo, una persona puede desarrollar sentimientos hacia alguien que inicialmente no le
resultaba atractiva, simplemente porque ha estado expuesta a ella repetidamente.

La teoría del equilibrio social también es relevante. Esta teoría propone que buscamos relaciones que
sean equilibradas en términos de reciprocidad en gustos, valores y actitudes. En otras palabras,
queremos relaciones en las que sintamos que hay un equilibrio entre lo que damos y lo que recibimos. Si
percibimos que recibimos beneficios similares a los que ofrecemos, es más probable que nos sintamos
atraídos hacia esa persona y se desarrolle una amistad.

Además de estas teorías, la proximidad física también juega un papel importante. La teoría del
propinquity sugiere que la proximidad física o geográfica puede influir en la formación de amistades y
relaciones, ya que estar cerca de alguien aumenta las oportunidades de interacción y familiaridad.

En resumen, la amistad y la atracción se fundamentan en la familiaridad, la similitud percibida, la


exposición repetida y la reciprocidad en las relaciones. Estos elementos psicológicos contribuyen al
proceso mediante el cual las personas se sienten atraídas hacia otras y establecen relaciones de amistad
duraderas.

Además de las teorías mencionadas, el aspecto emocional juega un papel fundamental en la formación
de amistades y la atracción. La teoría del apego sugiere que nuestras experiencias tempranas de apego
con figuras de cuidado influyen en cómo nos relacionamos con otros más adelante en la vida. Las
relaciones seguras y afectuosas en la infancia pueden sentar las bases para relaciones adultas saludables
y cercanas.

La atracción inicial puede estar influenciada por la apariencia física, pero a medida que las personas
interactúan y se conocen mejor, la compatibilidad emocional y la conexión se vuelven más significativas.
La habilidad para compartir experiencias, sentimientos y pensamientos de manera auténtica fortalece
los lazos de amistad y atracción.

El concepto de reciprocidad emocional también es crucial. Cuando las personas sienten que son
escuchadas, comprendidas y apoyadas emocionalmente, se sienten más inclinadas a establecer y
mantener relaciones cercanas. La capacidad de ser vulnerables y auténticos en presencia de alguien
aumenta la intimidad emocional y fomenta relaciones duraderas.

Además, el contexto social y cultural también influye en cómo se forman las amistades y la atracción. Los
valores culturales, las normas sociales y las expectativas pueden moldear las preferencias y elecciones de
las personas en sus relaciones interpersonales.

En conjunto, la formación de amistades y la atracción están arraigadas en una combinación compleja de


factores psicológicos, emocionales y contextuales. La familiaridad, la similitud, la reciprocidad emocional
y la conexión auténtica son elementos clave que influyen en cómo nos sentimos atraídos hacia otros y
cómo establecemos relaciones de amistad significativas.

Qué es el amor?

El amor es un fenómeno complejo y multifacético que ha intrigado a psicólogos y filósofos a lo largo del
tiempo. En psicología, se aborda desde varias perspectivas para comprender sus aspectos emocionales,
cognitivos y conductuales.

La teoría triangular del amor, propuesta por Robert Sternberg, destaca tres componentes
fundamentales: intimidad, pasión y compromiso. La intimidad implica la conexión emocional profunda,
el compartir pensamientos y emociones con otra persona, y desarrollar un vínculo emocional sólido. La
pasión, por otro lado, incluye el deseo físico y emocional, la atracción y el romance. El compromiso
implica la decisión y la voluntad de mantener una relación a largo plazo, comprometiéndose con el
compañero y trabajando juntos para superar desafíos.

Otra perspectiva importante es la teoría del apego, que se enfoca en cómo las experiencias tempranas
de apego influyen en la forma en que establecemos relaciones más adelante en la vida. Las relaciones de
apego seguras en la infancia pueden llevar a patrones de relación seguros y afectuosos en la adultez.

Desde un punto de vista biológico, el amor también tiene aspectos neuroquímicos. La liberación de
neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina se asocia con la sensación de bienestar, placer y
apego emocional, contribuyendo a la sensación de amor romántico.

El concepto de amor puede variar culturalmente. Las expectativas culturales y sociales influyen en cómo
percibimos, expresamos y experimentamos el amor. Algunas culturas pueden enfatizar más la pasión o la
intimidad, mientras que otras pueden poner énfasis en el compromiso y la estabilidad.

El amor es dinámico y puede manifestarse de diversas formas: amor romántico, amor platónico, amor
filial o amor propio, cada uno con sus características únicas. Además, las relaciones de pareja atraviesan
etapas, desde la fase inicial apasionada hasta la intimidad más profunda y el compromiso a largo plazo.

En resumen, el amor es un constructo complejo que involucra una combinación de emociones,


comportamientos, compromisos y componentes biológicos y culturales. Se manifiesta de maneras
diversas y evoluciona a lo largo del tiempo, siendo un fenómeno fundamental en las relaciones humanas
y enriqueciendo la experiencia humana.

En psicología, el amor se define como un estado emocional complejo que implica una conexión íntima y
afectiva hacia otra persona. Se considera una experiencia multifacética que engloba componentes
emocionales, cognitivos y conductuales en las relaciones interpersonales.

Desde una perspectiva psicológica, se aborda a través de diferentes teorías, como la teoría triangular del
amor de Robert Sternberg, que identifica tres componentes principales: intimidad, pasión y compromiso.
La intimidad se refiere a la cercanía emocional y el compartir profundo de pensamientos y sentimientos.
La pasión abarca la intensa atracción física y emocional, mientras que el compromiso implica la decisión
y la voluntad de mantener una relación a largo plazo.

Además, se estudia desde el enfoque del apego, que explora cómo las experiencias tempranas de apego
influyen en la forma en que establecemos relaciones en la vida adulta. Las relaciones de apego seguras
en la infancia pueden influir en la forma en que nos relacionamos y vinculamos emocionalmente con
otros en el futuro.

En términos neurobiológicos, se han identificado correlaciones con la actividad de neurotransmisores


como la dopamina y la oxitocina, asociados con emociones placenteras, apego emocional y sensaciones
de bienestar, que contribuyen a la experiencia del amor romántico.

Culturalmente, las normas, valores y expectativas de una sociedad moldean la forma en que se
experimenta y se manifiesta el amor. Las expresiones y manifestaciones del amor pueden variar
significativamente entre diferentes culturas.

En esencia, la definición psicológica del amor lo considera como un estado emocional y afectivo
complejo, con componentes emocionales, cognitivos y conductuales que afectan profundamente las
relaciones humanas y la experiencia emocional de las personas.

Qué permite las relaciones cercanas?

Las relaciones cercanas permiten una serie de aspectos fundamentales que contribuyen al bienestar
emocional y psicológico de las personas:

Apoyo emocional: Proporcionan un espacio seguro para compartir emociones, pensamientos y


preocupaciones, lo que ayuda a reducir el estrés y aumenta la sensación de apoyo.

Conexión emocional: Facilitan una conexión profunda y significativa con otra persona, lo que contribuye
a sentirse comprendido, valorado y aceptado.
Desarrollo personal: Las relaciones cercanas brindan la oportunidad de crecer y desarrollarse a nivel
personal y emocional. Pueden ayudar a superar desafíos, comprender diferentes perspectivas y aprender
nuevas habilidades sociales.

Mejora en la salud mental: Estas relaciones tienen un impacto positivo en la salud mental, ya que
ofrecen un entorno para procesar emociones, recibir retroalimentación constructiva y encontrar apoyo
durante tiempos difíciles.

Sentido de pertenencia: Proporcionan un sentido de conexión y pertenencia a un grupo social o a una


persona en particular, lo que puede aumentar la sensación de identidad y bienestar.

Empoderamiento: Las relaciones cercanas pueden brindar un sentido de empoderamiento, aliento y


motivación para alcanzar metas personales y profesionales.

Reducción del aislamiento: Contrarrestan la sensación de soledad y aislamiento, ofreciendo compañía y


conexiones significativas que son esenciales para la salud emocional.

Compartir experiencias: Permiten compartir momentos significativos, alegrías y desafíos, lo que fortalece
los lazos emocionales y crea memorias compartidas.

Las relaciones cercanas proporcionan una serie de beneficios significativos que afectan profundamente
la salud emocional y psicológica:

Apoyo emocional y psicológico constante: En momentos de dificultades, estas relaciones brindan un


entorno seguro para expresar emociones, recibir consuelo y encontrar soluciones a problemas. El apoyo
emocional ayuda a reducir el estrés y a enfrentar desafíos de manera más efectiva.

Desarrollo de la autoestima y la identidad: Las relaciones cercanas ofrecen un reflejo de uno mismo a
través del reconocimiento y la validación por parte de los demás. Esta retroalimentación positiva puede
contribuir a fortalecer la autoestima y mejorar la percepción de uno mismo.

Reducción del riesgo de problemas de salud mental: La presencia de relaciones cercanas se asocia con
una mejor salud mental. Puede actuar como un amortiguador contra problemas como la depresión, la
ansiedad y el estrés crónico al proporcionar un soporte emocional y social.

Mayor felicidad y bienestar: Las personas con relaciones cercanas y de calidad tienden a reportar niveles
más altos de satisfacción y felicidad en sus vidas. La sensación de conexión y pertenencia aporta un
sentido de significado y propósito.

Promoción del crecimiento personal: Estas relaciones pueden desafiar a las personas a crecer y
evolucionar. La retroalimentación constructiva, la exposición a diferentes perspectivas y la resolución
conjunta de problemas fomentan el crecimiento personal.

Aumento de la resiliencia: Durante tiempos difíciles, el apoyo de relaciones cercanas puede fortalecer la
capacidad de afrontamiento y la resiliencia emocional, ayudando a superar adversidades.

Longevidad y salud física: Se ha demostrado que las relaciones cercanas están asociadas con una mejor
salud física y una mayor longevidad. Tener conexiones sociales sólidas puede reducir el riesgo de
enfermedades cardiovasculares, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la calidad de vida en
general.

En resumen, las relaciones cercanas ofrecen una amplia gama de beneficios que abarcan desde la salud
mental y emocional hasta la salud física. Proporcionan un espacio vital para la conexión, el apoyo y el
desarrollo personal, lo que contribuye significativamente al bienestar integral de las personas.

Cómo terminan las relaciones?

Los psicólogos suelen abordar el término de las relaciones desde varias perspectivas, considerando tanto
los aspectos emocionales y psicológicos individuales como las dinámicas interpersonales que pueden
influir en la finalización de una relación. Aquí hay algunas formas en que los psicólogos pueden explicar
el final de las relaciones:

1. Teoría del apego:

Los psicólogos a menudo consideran cómo los estilos de apego pueden influir en la finalización de las
relaciones. Las experiencias tempranas de apego pueden dar forma a la forma en que las personas se
relacionan en las relaciones adultas, y los estilos de apego inseguros pueden contribuir a la dificultad
para mantener relaciones a largo plazo.

2. Teoría de la inversión social:

Algunos psicólogos consideran que las personas evalúan constantemente el costo y los beneficios de
mantener una relación. Cuando los costos percibidos superan los beneficios, las personas pueden decidir
poner fin a la relación.

3. Teoría de la satisfacción:

Los psicólogos exploran cómo la satisfacción en la relación, la percepción de equidad y la comparación


con estándares personales influyen en la decisión de terminar una relación. Cuando la satisfacción
disminuye significativamente, las personas pueden considerar el término de la relación.

4. Modelos cognitivos y emocionales:

Se analizan los procesos cognitivos y emocionales individuales que pueden contribuir al término de una
relación, como la atribución de causas a problemas en la relación, la gestión de expectativas y la forma
en que se manejan las emociones asociadas con la ruptura.

5. Dinámicas de comunicación y resolución de conflictos:

Los psicólogos estudian cómo la calidad de la comunicación, la capacidad para resolver conflictos y la
expresión de necesidades y preocupaciones influyen en el término de las relaciones. La falta de
habilidades para comunicarse efectivamente o resolver problemas puede conducir al deterioro y fin de la
relación.

6. Cambio en las circunstancias y la dinámica de la relación:

La evaluación de cómo los cambios externos (trabajo, ubicación geográfica, circunstancias familiares,
etc.) afectan la dinámica de la relación y contribuyen a la decisión de terminarla.

En conjunto, los psicólogos consideran una variedad de teorías y factores para comprender el final de las
relaciones. Estudian las dinámicas individuales y de pareja, así como los aspectos emocionales,
cognitivos y sociales que pueden influir en el proceso de terminación de una relación.

7. Procesos de adaptación y pérdida:

Los psicólogos consideran la ruptura de una relación como un proceso de duelo y pérdida. Utilizan
modelos de adaptación al estrés para comprender cómo las personas atraviesan las etapas de negación,
ira, negociación, depresión y aceptación después de una ruptura.

8. Teoría de la interdependencia social:

Este enfoque examina cómo los miembros de la relación evalúan la satisfacción, las alternativas
disponibles fuera de la relación y las inversiones hechas en la relación. Si perciben que hay mejores
alternativas o se sienten menos satisfechos, la relación puede terminar.

9. Evolución de las relaciones a lo largo del tiempo:

Los psicólogos estudian cómo las relaciones evolucionan y atraviesan diferentes etapas. Comprenden
que el inicio, la maduración y el declive son procesos naturales en las relaciones, y el término puede ser
parte de esa evolución.

10. Cambios en la identidad y el yo:

Se explora cómo las relaciones pueden influir en la identidad personal. Al finalizar una relación, las
personas pueden enfrentarse a una reevaluación de su identidad, roles y metas personales, lo que puede
influir en la decisión de terminar la relación.

11. Conexión con otras áreas de la psicología:

Los psicólogos también pueden integrar perspectivas de otras áreas como la psicología social, cognitiva y
clínica para entender mejor cómo las relaciones terminan y el impacto en la salud mental de las
personas involucradas.

12. Enfoques terapéuticos para la resolución de rupturas:

En el ámbito clínico, se emplean enfoques terapéuticos específicos, como la terapia de pareja o la terapia
cognitivo-conductual, para ayudar a las personas a procesar la ruptura, aprender habilidades de
afrontamiento y sanar emocionalmente.

Los psicólogos adoptan múltiples enfoques teóricos y terapéuticos para comprender y abordar el
término de las relaciones. Desde modelos de apego y dinámicas interpersonales hasta teorías de pérdida
y adaptación, su enfoque multidisciplinario ayuda a comprender las complejidades emocionales y
psicológicas que rodean la finalización de las relaciones.

13. Resiliencia post-ruptura:

Los psicólogos se centran en la capacidad de las personas para recuperarse y adaptarse después de una
ruptura. Exploran los factores que promueven la resiliencia, como el apoyo social, la autocompasión y la
reestructuración cognitiva.
14. Impacto en la salud mental:

Examinan cómo el término de una relación puede influir en la salud mental, incluyendo el riesgo de
depresión, ansiedad o estrés postraumático. Consideran estrategias de afrontamiento y apoyo para
mitigar estos efectos.

15. Evaluación de las relaciones futuras:

Estudian cómo las experiencias pasadas de terminación de relaciones pueden influir en las relaciones
futuras. Examinan cómo las personas procesan la experiencia anterior y cómo influye en la forma en que
abordan nuevas relaciones.

16. Adaptaciones en terapia y asesoramiento:

Los psicólogos utilizan el conocimiento sobre el término de las relaciones para adaptar enfoques
terapéuticos y de asesoramiento. Ofrecen estrategias para el manejo de la ruptura y la reconstrucción
emocional.

17. Influencia de factores individuales y contextuales:

Analizan cómo los factores individuales (personalidad, historia personal) y contextuales (cultura, entorno
social) influyen en el proceso de terminación de la relación y en la forma en que las personas reaccionan
a ello.

18. Nuevas direcciones y crecimiento personal:

Consideran cómo la terminación de una relación puede abrir nuevas oportunidades de crecimiento
personal, autoexploración y desarrollo de habilidades para establecer relaciones más saludables en el
futuro.

19. Prevención y educación:

Buscan desarrollar programas educativos y de prevención para ayudar a las personas a comprender y
manejar mejor el término de las relaciones, fomentando habilidades de afrontamiento y resiliencia.

Estos enfoques de la psicología se enfocan en comprender los aspectos emocionales, cognitivos, sociales
y terapéuticos relacionados con el término de las relaciones, ofreciendo perspectivas integrales para
abordar este proceso complejo.

20. Patrones de apego y término de relaciones:

Los psicólogos exploran cómo los estilos de apego (seguro, ansioso, evitativo) pueden influir en la forma
en que las personas manejan el término de una relación. Por ejemplo, aquellos con un apego seguro
pueden tener estrategias más efectivas para afrontar la ruptura.

21. Terminación de relaciones en terapia:

En el contexto terapéutico, los psicólogos trabajan con individuos o parejas para explorar las causas
subyacentes del término de la relación, fomentar la comprensión y la aceptación, y desarrollar
estrategias para el crecimiento personal.

22. Ciclo de vida de las relaciones:


Se considera cómo el ciclo de vida de una relación (desde la fase inicial hasta el declive) puede influir en
el proceso de terminación y cómo las parejas pueden enfrentar diferentes desafíos en cada etapa.

23. Auto-reflexión y aprendizaje:

Los psicólogos alientan la reflexión sobre la relación terminada, ayudando a las personas a aprender de
la experiencia y a identificar aspectos que podrían mejorar en futuras relaciones.

El final de una relación puede ser un proceso complejo que se ve influenciado por una variedad de
factores psicológicos, emocionales y contextuales. Las relaciones pueden terminar de diversas maneras,
desde una separación gradual hasta una ruptura más repentina. Aquí se exploran algunas de las
dinámicas y razones comunes que contribuyen al término de las relaciones:

· Falta de comunicación y conflictos no resueltos

· Cambio en las circunstancias personales

· Infidelidad y falta de confianza

· Desalineación de valores o metas

· .Desgaste emocional o agotamiento

· .Patrones tóxicos o abusivos

· Falta de compromiso o crecimiento personal individual

· Desvanecimiento de la atracción y la conexión emocional

· Expectativas no satisfechas

· Presión externa o influencias sociales

· Falta de compromiso con la resolución de problemas

· Dificultades de comunicación

· Cambio en los roles o dinámicas de poder

· Fatiga relacional o complacencia

· Evolución personal y diferencias de crecimiento

· Falta de apoyo o reconocimiento:

· Incompatibilidad en la resolución de conflictos

· Falta de compromiso o esfuerzo por mantener la relación

· Falta de tiempo o espacio personal


· Decisiones unilaterales o falta de consenso

El término de una relación puede ser un proceso gradual que involucra una serie de factores y dinámicas
complejas. Cada relación es única, y el término de la misma puede ser el resultado de una combinación
única de factores específicos a esa relación y a las personas involucradas.

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