Está en la página 1de 10

LICDA.

CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO


DERECHO CIVIL IV
UMG

FINALIDAD DE LOS CONTRATOS

CONTRATO:

Para Rubén Contreras. Un contrato es un negocio jurídico bilateral, constituido por el acuerdo pleno,
consiente y libre de voluntades de dos o más personas particulares, iguales ante la ley, que fundado en una
causa lícita produce efectos jurídicos idóneos para crear, modificar, transmitir o extinguir obligaciones de
naturaleza patrimonial.

Néstor De Buen Lozano define el contrato como un acuerdo espontáneo de voluntades, que persiguen fines
distintos, adecuado a la ley y a las buenas costumbres, generalmente consensual y excepcionalmente formal,
para la creación y transmisión inmediata, diferida o condicionada, temporal o permanente, de derechos y
obligaciones de contenido patrimonial.

Finalidad del contrato:

Las finalidades propias del contrato civil son: la creación, modificación, transmisión y extinción de las
obligaciones.

1. Creación: en los contratos, unas veces se cran derechos personales y otras, derechos reales.

Ejemplo: Derechos personales: un ejemplo claro de derechos personales puede ser el derecho que
posee un vendedor en un contrato de compraventa. Este contrato exigir al vendedor la cantidad de
dinero acordada al comprador. Por otra parte, en este ejemplo el comprador posee también un
derecho personal frente al vendedor de exigir el cumplimiento de lo pactado.

Modificación: las partes pueden cambiar, por mutuo acuerdo, cualquiera de los pactos que hubieren
establecido en el contrato, excepto aquellos que la ley impone. Las modificaciones contractuales unas veces
determinan la perdurabilidad de la obligación originaria, y otras dan lugar a su extinción y al nacimiento de una
obligación nueva.

Cuando las partes estipulan un contrato de cierta duración en el tiempo, se considera de manera tácita que,
éstos lo hacen teniendo en cuenta las circunstancias existentes en el momento de estipulación o las que se
puedan prever normalmente, siendo esta condición necesaria para que siga existiendo ese contrato. Sin
embargo, las circunstancias pueden variar y de esa forma también van a cambiar las necesidades de las
partes que han celebrado un contrato, por lo que se puede recurrir a la modificación y así poder llevar a cabo
las acciones necesarias para mejorar las condiciones del negocio jurídico celebrado.

2. Transmisión: La transmisión de las obligaciones se refiere a traspasar a otra persona la posición como
acreedor o deudor, siguiendo la voluntad del cedente o transmitente o por un hecho propio al que la
legislación le atribuye esa capacidad de sustitución.

Esta se da en todos los contratos en los que las partes convengan sesión de derechos, subrogación o sesión
de deudas. Cesión de derechos – Subrogación - Cesión de deudas

3. Extinción: Ocurre en todos los contratos en los que las partes convengan rescisión, compensación total,
novación o remisión de las obligaciones.

Rescisión: La rescisión en términos legales consiste en dejar sin efecto un contrato o una obligación, es la
ineficacia sobrevenida de un negocio jurídico, al cual no le falta ninguno de sus elementos esenciales ni hay
vicio en ellos. De acuerdo a esto, la rescisión puede darse por alguna causa sobreviniente durante la
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
aplicación, ejecución y desarrollo del acto que conlleva el contrato. En otras palabras, rescindir es la acción
que busca impedir las consecuencias de un acto y cuyo objetivo es poner término a lo convenido.

Compensación: es la confrontación de dos obligaciones líquidas, y exigibles, consistentes en dinero o cosas


fungibles de la misma especie y calidad, para extinguirlas totalmente si su monto es idéntico, o hasta el
importe de la menor si fuere de diferente cuantía. Es un medio de extinción propio de las obligaciones
reciprocas de dar, no puede ocurrir en las obligaciones de hacer, ni tampoco en las de no hacer.

Novación: consiste en que, habiendo una obligación válida y vigente, es decir, pendiente de cumplimiento, los
mismos contratantes, mediante un segundo acuerdo de voluntades, modifiquen de manera sustancialmente
profunda dicha obligación, con el ánimo de ser vinculados en la nueva forma pactada.

La novación es la modificación o extinción de una obligación a consecuencia de la constitución de una nueva


obligación que extingue a la anterior.

Ejemplo: cuando se busca ampliar la hipoteca, es decir negociar nuevamente con el banco sobre las
condiciones de la hipoteca.

Remisión de las obligaciones: consiste en el perdón de la deuda otorgado expresamente por el acreedor, y
aceptado por el deudor. Solo se necesita del convenio expreso de los interesados, puede ser total o parcial.

INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS


LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
1. Antecedentes históricos

El Derecho Romano crea todas las instituciones del Derecho Civil, incluyendo a los contratos. Según la
concepción romana de la época clásica, contrato (contractus) es el acto lícito que, descansando en un
acuerdo de voluntades, se endereza a la constitución de un vínculo obligatorio. Presuponiendo siempre el
acuerdo, el efecto jurídico sólo en determinados casos depende exclusivamente del acuerdo mismo. En todos
los demás, tal efecto se supedita a la forma. Por otra parte, ya hemos dicho que hay actos lícitos que no se
fundan en el acuerdo, y crean, sin embargo, un vínculo obligatorio.

La sucesiva evolución se inclina más y más a exaltar el acuerdo (conventio, consensus), erigiéndolo en
requisito dominador. En el Derecho justinianeo, contrato es todo acuerdo capaz de constituir a una persona
en deudora de otra. Refiérase el acuerdo a otra suerte de negocios, ya que se encaminen a la constitución de
obligaciones o de derechos reales, y a la modificación o extinción de cualquier relación jurídica. Queda así
superada la concepción propia del ius civile, a tenor de la cual el contrato solo puede producir obligaciones.
En el derecho justinianeo parece predominar la valoración sobre la voluntad de las partes en todo tipo de
negocio, aplicándose preferentemente una interpretación subjetiva o individual.

Las instituciones de Gayo clasifican los contratos en reales, verbales, literales y consensuales. Y dice que el
Contrato es fuente de Obligaciones.

También es sabido que los romanos eran los maestros en la interpretación de los contratos, en determinar
cuál era la lex specdialis del caso concreto, el ius. Esta interpretación se dio tanto respecto de la ley y del
edicto, que quizá sea la más importante pero también respecto de los actos jurídicos, porque muchas veces
fue necesario precisar su sentido y alcance.

La forma presuponía la voluntad y como ésta solo podía emitirse mediante aquella, no cabía la posibilidad de
averiguar qué quiso decirse, menos aún porqué. Piénsese en una mancipatio, donde el que va a adquirir la
propiedad, en presencia de quien transmite, de cinco testigos y de una persona que sostiene una balanza,
toma un trozo de cobre y toca la balanza, luego de pronunciar las palabras rituales: “Afirmo que este esclavo
es mío de acuerdo con el derecho de los quirites y que lo he comprado con este cobre y esta balanza de
bronce”. O en una estipulación: ¿Prometes solemnemente darme tu camello? Prometo. Aquí no puede haber
ningún problema de interpretación y no cabe sino está la palabra pronunciada.

Con la aparición y desarrollo de los negocios no formales, se incrementó la necesidad de interpretar el


negocio para encontrar el verdadero sentido de la voluntad declarada. Sobre esto no existieron reglas fijas la
labor interpretativa osciló entre dar prioridad a las palabras o a la intención, haciendo una interpretación literal
o subjetiva, respectivamente. Sin embargo, es posible dar algunas pautas más o menos generales. Así en los
actos ínter vivos parece dominar la interpretación objetiva, la que tiene en cuenta las palabras en su sentido
propio según el negocio de que se trata, en los negocios mortis causa, como todo depende de la voluntad
unilateral del disponente, la interpretación debe tratar de establecer con precisión esa voluntad, por tanto,
será importante las palabras empleadas, pero el elemento decisivo será la voluntad, la interpretación objetiva
deberá ser complementada decisivamente por la subjetiva.

INTERPRETACIÓN:

Es la acción o efecto de explicar o declarar el sentido de una cosa, y principalmente el de textos faltos de
claridad.

Interpretación legal: Jurídicamente tiene importancia la interpretación dada a la ley por la jurisprudencia y por
la doctrina, así como la que se hace de los actos jurídicos en general y de los contratos y testamentos en
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
particular, interpretación indispensable para hacer que, como es justo, la voluntad de los interesados
prevalezca sobre las palabras.

Interpretar un texto consiste en atribuir un significado preciso a sus palabras. La interpretación de un texto es
fundamental, y especialmente en materia de contratos, porque de ello depende la posterior calificación
jurídica y determinación de los que el ordenamiento asigna a la manifestación de la voluntad comprendida en
sus términos. Tratándose de los contratos su interpretación tendrá en esencia que definir la causa, el objeto y
las manifestaciones de voluntad con integración de aquello que, no siendo esencial, falte a su perfección. El
problema de la incoherencia del contrato, en caso de que exista discordia entre las partes, se traslada al juez,
que aplicará las reglas imperativas conforme al principio de legalidad.

La aplicación del principio de buena fe como norma de lo anterior expuesto supone lo siguiente:

a. Hay que atender en primer lugar a los términos en que fue hecho y redactado.

b. La prohibición de tergiversar el sentido recto, propio y usual de las palabras.

c. Restringir los efectos que naturalmente se deriven del modo con que los otorgantes hubiesen explicado su
voluntad.

Cuando se concluye un negocio, que ata y liga a las partes, presupone la existencia de una propuesta y una
aceptación, que culmina en el acuerdo o perfección del acto. Es decir, que los mismos tienen certeza de lo
pactado y que ello debe cumplirse

La diferencia entre interpretar las normas jurídicas y los contratos, radica según la doctrina en el carácter
objetivo y en la cualidad dual. En el segundo caso, la tarea es más compleja, porque además de analizar tales
elementos, debe tratar de encontrar la concreta voluntad de las partes.

La buena fe, ha de servir para que se admitan conclusiones ajustadas a la ética, como las siguientes: Los
contratantes, al redactar el instrumento, quisieron proceder como personas honestas y no con el propósito de
crear confusiones; es un punto de partida y de llegada, en el entendido de que ha de ser lo más acorde con el
desenvolvimiento de las relaciones contractuales; las declaraciones de los participantes deben ser en el
sentido más conforme a la confianza.

En un contrato se interpreta la voluntad de los contratantes, pero al momento de conocer las voluntades, se
ha desarrollado varias teorías:

1. Teoría de voluntad real:

Se afirma que en la interpretación de los contratos debe procurarse desentrañar o determinar lo


verdaderamente querido por las partes, esto es, aquello que cada uno entendió que eran los derechos y
obligaciones nacidos del vínculo contractual.

Lo primero que debe señalarse es que aquello «verdaderamente» querido por los contratantes, en la
medida que no sea expresado, resulta inaccesible a terceros, con la consiguiente inseguridad jurídica que
se provoca.

2. Teoría de la declaración de voluntad: Lo importante es lo que las partes han expresado al momento
de contratar. La voluntad y su expresión conforman un todo inescindible, de tal manera que no puede
concebirse una sin la otra.
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
3. Teorías Ecléticas: Se han desarrollado otras teorías, llamada eclécticas o intermedias, en tanto
toman elementos de las desarrolladas en los puntos anteriores, procurando combinar la necesidad
de respetar la real intención de las partes creadoras del acto, con la seguridad y confianza que
deben prevalecer en las relaciones humanas para que pueda hablarse de un verdadero orden
jurídico.

La redacción clara y precisa de los acuerdos alcanzados por las partes en un contrato, es una de las
principales responsabilidades del abogado actuante. Cuando las obligaciones no quedan claras, y al
momento de ejecutar el contrato las partes entran en conflicto por la forma en que una u otra
interpreta el contrato, hay un procedimiento general de interpretación a seguir, definido por el Código
Civil Guatemalteco.

Lo más relevante de dichas normas, es lo siguiente:

1. Prevalece el criterio subjetivista, es decir, el de buscar la común intención de las partes.


2. Impera, asimismo, el criterio de la interpretación restrictiva, en el sentido de ni considerar comprendidos
en el contrato casos diferentes de aquellos sobre los que las partes se propusieron contratar.
3. Acepta el sistema de la interpretación sistemática, entendida en el sentido de que las cláusulas de los
contratos se interpretarán las unas por las otras, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del
conjunto de todas. Admite que cuando alguna cláusula se contradiga entre sí, de manera que sea
imposible su coexistencia, se esté a lo que sea más congruente con la materia o naturaleza del contrato,
En esto el Código Civil se acerca un poco a la interpretación objetiva.
4. Admite, en el caso de cláusulas ambiguas, la interpretación basada en usos y costumbres del lugar en
que el contrato se haya otorgado.
5. Establece el principio de que, en los contratos tipo, en caso de imposibilidad de interpretar algunas
cláusulas, se entenderán del modo que favorezca a la parte que no el modelo o formulario en el que fue
celebrado el contrato.
6. Instituye el principio de que, ante la imposibilidad de comprender el sentido del contrato no obstante el
empleo de los métodos de interpretación que contiene, la duda se resuelva en favor del obligado. De ahí
que, si la duda consiste en si el deudor queda obligado, se resolverá que no; y si consiste en si el deudor
quedó exonerado, se resolverá que sí. (Eso significa, a mi juicio el confuso artículo 1603, que dice:
“Tratándose de una obligación, debe estarse, en caso de duda, más por la negativa que por la afirmativa,
y viceversa, si se trata de una liberación”).
7. Admite el denominado principio de la defensa del contrato. Es decir, trata de que el contrato se mantenga
y pueda cumplirse, y por eso proporciona diferentes reglas para interpretarlo; y sólo en el caso de que de
ninguna manera pueda conocerse la intención o voluntad de las partes contratantes sobre el objeto
principal, la obligación carece de valor. Es decir, que en tal caso el contrato es nulo absolutamente. Se
toma como no celebrado.

Leer Código Civil artículos1593 al 1604

LOS TIPOS DE INTERPRETACION DEL CONTRATO

La interpretación del contrato o de cláusulas contractuales es la labor de averiguación y comprensión


del sentido y alcance del consentimiento, es decir, de las declaraciones de voluntad de las partes
contratantes.
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
En todo negocio jurídico surge la necesidad de conocer la voluntad de quien lo ha realizado, y esa
función de conocimiento que se llama interpretación, lo mismo puede versar sobre textos o conversaciones,
verbales o escritas, en que la voluntad se exteriorice respecto de actos de quienes hayan intervenido en el
negocio, cuyo sentido en el orden jurídico es objeto de controversia, porque siempre es necesario descubrir la
voluntad que dio vida al negocio, para lo que sirve tanto la averiguación de la intención común de los
contratantes a través de los actos coetáneos o posteriores, como los signos reveladores de la voluntad de los
sujetos que han intervenido en el negocio directamente, atendiendo a los fines que los mismos debieran
perseguir, singularmente los que se refieren al fin económico.

Por ello aunque el Código Civil habla reiteradamente de la búsqueda de la intención de los
contratantes, no interesa en la interpretación indagar cuál fue la voluntad individual de cada uno de los
contratantes, sino la intención común, sobre la cual las partes coincidieron, independientemente de que cada
una de ellas persiguiera finalidades distintas a través del contrato; esta indagación no se puede encontrar en
una cláusula aislada de las demás, sino en el todo orgánico que constituye el contrato.

Una vez calificada la situación se determinan sus efectos conforme a las normas imperativas del tipo
negocial, es decir, con arreglo al precepto de autonomía privada o regla negocial que han creado, siendo uno
de los principios rectores de la interpretación del contrato el de la búsqueda de la intención de los
contratantes, con lo que, la intención común es la zona en que concuerdan el querer de las partes y para que
exista consentimiento contractual han de querer el mismo objeto, es decir, sus estipulaciones y efectos,
siendo una declaración unánime de la jurisprudencia que ha de prevalecer la voluntad declarada sobre la
interna, ya que así lo exige la buena fe y la seguridad del tráfico, a menos que se acredite evidentemente que
fue otra la voluntad de los contratantes. Aquí es donde se presenta en la práctica la dificultad de precisar esa
intención, y se han de examinar los medios para lograrlo.

1. Origen Histórico

La historiografía común identifica el pensamiento de los autores protestantes del norte de


Europa tales como Grocio, Domat y Pothier, como el punto de partida de la teoría general del contrato
basada en el consentimiento y el acercamiento consensualista a la teoría del contrato. La tesis,
respetando plenamente esa idea, trata de identificar el trabajo de los autores de la Escuela de
Salamanca, y particularmente los tratados elaborados por los jesuitas a lo largo de los siglos XVI y XVII,
como puntos clave del moderno concepto de contrato.

El acercamiento jesuítico combina un respeto radical de la voluntad de las partes y de la libertad


de contratar, con un marco de referencia moral, que podría ser útil para tener una orientación en las
discusiones actuales.

Con apoyo consistente en la doctrina jesuita sobre el contrato, la investigación trata de identificar
y analizar las principales discusiones de los académicos actuales sobre el contrato, proponiendo dos
problemas principales: la fragmentación de la codificación del derecho contractual - ampliamente
introducida por el derecho de las relaciones de consumo y la importancia del acercamiento constitucional
a la interpretación de los contratos.

Luego, el estudio trata de identificar los desafíos actuales de la teoría del contrato, con el fin de
enfrentar los cambios futuros, en la perspectiva de la armonización y unificación del derecho de los
contratos tal como es experimentada en la Unión Europea y en América Latina.
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
La primera, mucho más desarrollada, muestra un importante acervo formado por las directivas
europeas y las iniciativas académicas para proveer un marco común de referencia o aún un código
común de contratos.

2. Distinción Entre Normas De Interpretación Subjetiva E Interpretación Objetiva

Los arts. 1281 a 1289 del Código civil y 57 del Código de comercio establecen normas de
interpretación de los contratos. Los artículos del Código civil son aplicables a los contratos civiles y
también a los mercantiles, por la remisión del art. 50 del Código de comercio.

La interpretación en sentido propio se distingue de la integración, que persigue completar la


regla contractual con fuentes diversas de la voluntad en los casos en que existan lagunas (art. 1258 CC).
La interpretación busca establecer lo querido por las partes contratantes, la integración completar la
voluntad de las partes.

En las citadas normas existen criterios de interpretación subjetiva y de interpretación objetiva. El


fundamental artículo 1281 CC marca la pauta de la interpretación de los contratos: prevalece la común
intención de las partes: “Si los términos de un contrato son claros y no dejan duda sobre la intención de
los contratantes se estará al sentido literal de sus cláusulas.

Si las palabras parecieren contrarias a la intención evidente de los contratantes, prevalecerá


ésta sobre aquéllas”.

3. Interpretación Sistemática Del Contrato El Canon Hermenéutico De La Totalidad

Norma de interpretación contractual que se conoce en la doctrina como interpretación


sistemática o canon hermenéutico de la totalidad del contrato, por el cual se debe interpretar de forma
conjunta las cláusulas de un contrato. "La disposición contiene la regla de interpretación contractual
conocida en la doctrina como interpretación sistemática o canon hermenéutico de la totalidad, la cual
obliga a una interpretación conjunta de las cláusulas de los contratos, y ―"vale tanto para hallar la
voluntad común de los contratantes, como para resolver las dudas del intérprete" (LUIS DÍEZ-PICAZO y
ANTONIO GULLÓN, Sistema de Derecho Civil, Volumen II, página 81). Ahora bien, esta corporación de
justicia debe aclarar que tal regla opera cuando no sea posible sujetarse al sentido literal de las cláusulas
de un contrato para identificar la intención de las partes, debido a que sus términos son oscuros,
dudosos, ambiguos o contradictorios. (Sentencia de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de 20
de mayo de 2014. Romero Realty, Inc. y Rogelio Aristides Romero De La Guardia recurren en Casación
en el Proceso Ordinario que le sigue Lenín Sucre Benjamín).

4. La Interpretación Tecnológica O Finalista Del Contrato

Este elemento es denominado teleológico, pues, la teleología es la doctrina que atiende a las
causas finales. Así, la interpretación teleológica es denominada finalista ya que trata de desentrañar cuál
es la finalidad perseguida por la norma, en suma, cuál es el fin que pretende cada una de las
disposiciones de la ley.
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
Del texto literal de la norma se deduce que el elemento finalista es el criterio interpretativo por
antonomasia, ya que es el único desde el que puede desentrañarse el auténtico sentido de un precepto
legal.

Ha sido la dogmática alemana la que, en tiempos contemporáneos, ha estudiado, en


profundidad, la esencia de la interpretación teleológica. Para una reconocida doctrina la interpretación
finalista consiste, esencialmente, en realizar un análisis de la naturaleza de los hechos o de las cosas
que son el objeto de la regulación legal. Así, el exegeta puede, efectivamente, descubrir el verdadero
significado de la norma y a través de aquel desentrañar su auténtica finalidad.

La doctrina científica suele hablar de la ratio legis para referirse a la motivación por la cual la
norma se ha dictado o al resultado que la norma pretende alcanzar. Dicha ratio legis trasciende así,
cualquier coyuntura histórica o socioeconómica ya que el criterio teleológico otorga estabilidad a la tarea
interpretativa, debido a que no se circunscribe a la realidad histórica del momento de su promulgación -lo
que la doctrina denomina occasio legis-, ni se condiciona por el criterio sociológico que determina que las
normas deben interpretarse de acuerdo con la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas.

A los efectos de concretar cuál sea la finalidad de la norma se hace preciso diferenciar la ratio
legis de la mera voluntas legislatoris. Mientras que ésta no pasa de ser un hecho circunstancial histórico,
y por ello efímero, aquella presenta un carácter más estable, pues, considera la norma legal en su propia
racionalidad.

Por último, la interpretación finalista de las leyes debe tener en cuenta los valores y principios
que han inspirado su aprobación.

CUESTIONARIO:

1. ¿Cuál es la finalidad de los contratos?


Crear, modificar, transmitir o extinguir obligaciones
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
2. ¿En qué tipo de contratos se da la transmisión de las obligaciones?
En todos los contratos en los que las partes convengan sesión de derechos, subrogación o sesión de
deudas

3. ¿En qué tipo de contratos ocurre la extinción de las obligaciones?


Ocurre en todos los contratos en los que las partes convengan rescisión, compensación total,
novación o remisión de las obligaciones.

4. ¿Cuáles son las teorías para la interpretación de los contratos?


Teoría de voluntad real
Teoría de la declaración de voluntad
Teorías eclécticas

5. ¿Qué cláusula prevalece cuando dos o más cláusulas se contradigan entre sí en un contrato?
Prevalecerá la cláusula o las cláusulas que sean más conformes con la naturaleza del contrato y con
la intención de las partes

6. ¿Cómo deben interpretarse las clausulas ambiguas según el código civil?


Se interpretarán con arreglo a lo que el uso y la costumbre determinan en el lugar en el que el
contrato se haya otorgado.

7. ¿Qué sucede cuando en un contrato no puede conocerse la intención o voluntad de los contratantes
sobre el objeto principal?
En este caso la obligación carece de valor

8. ¿Qué es la buena fe en un contrato?


un criterio de conducta que se funda sobre la fidelidad del vínculo contractual y sobre el compromiso
de satisfacer la legítima expectativa de la otra parte.

Glosario:

1. Tergiversar: Es referente a dar una interpretación errónea o falsa a algo, a menudo con voluntad de
ello.
2. Subrogación: Puede definirse como sustituir o poner a alguien o algo en lugar de otra persona o
cosa.
3. Ambigüedad: Se define como un comportamiento, hecho, palabra o expresión que puede entenderse
o interpretarse de diversas maneras.
LICDA. CLAUDIA CRISTINA TORRES PONCIANO
DERECHO CIVIL IV
UMG
4. Proclive: Se refiere a que tiene inclinación o disposición natural hacia una cosa.
5. Casación: En un proceso penal es un tipo de recurso extraordinario que se debe presentar ante el
Tribunal Supremo para solicitar la impugnación contra una sentencia judicial. Mediante el recurso
de casación se puede solicitar la impugnación contra una sentencia en un proceso penal.
6. Servidumbre: es la denominación de un tipo de derecho real que limita el dominio de un predio
denominado fundo sirviente en favor de las necesidades de otro llamado fundo dominante
perteneciente a otra persona.
7. Gravamen: Se refiere al impuesto que se aplica sobre un inmueble, una propiedad o el caudal de
una persona.
8. Acueducto: Es un sistema o conjunto de sistemas de irrigación que permite transportar agua en
forma de flujo continuo desde un lugar en el que está accesible en la naturaleza hasta un punto de
consumo distante,
9. Indemnización: es el acto y la consecuencia de indemnizar, propiciar, por lo general a través de
dinero, el resarcimiento de un perjuicio o de un daño.
10. Testador: Se refiere a la persona que hace testamento.
11. Causante: Es aquella persona titular del patrimonio que va a ser repartido como consecuencia de su
fallecimiento.
12. Perdurabilidad: Se refiere a que dura en el tiempo.
13. Estipulación: Disposición de un contrato, tratado, testamento o cualquier otro documento similar,
público o particular, que expresa alguna condición.
14. Rescisión: es un concepto que hace referencia al negocio jurídico por el que se deja sin efecto,
mediante declaración judicial, un negocio, contrato o acto jurídico. También conocida como la acción
de nulidad de los contratos o negocios jurídicos, y en derecho notarial, como acción proforma.
15. Novación: se define como la modificación o extinción de una obligación jurídica o transmisión por
parte de otra obligación posterior.
16. Condonación: Se define como, anular, perdonar o remitir una deuda en todo o en parte, se dará por
extinguida una obligación por voluntad del beneficiario.
17. Lex Contractus: Ley rectora del contrato.
18. Erigir: Hacer que una persona, una institución u otra cosa pase a tener una función o una categoría
de especial importancia.
19. Mancipatio: Es un acto antiguo de adquisición de la propiedad. Anterior a la aparición de la moneda
por eso inicialmente antes de la moneda se utilizaron piezas de bronce
20. Osciló: Significa moverse alternativamente un cuerpo a un lado y otro de su posición de equilibrio
determinada por un punto fijo o un eje.

También podría gustarte