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Disfunciones sexuales

Incluyen la eyaculación retardada, el trastorno eréctil, el trastorno orgásmico femenino, el trastorno del interés/excitación
sexual femenino, el trastorno de dolor génito-pélvico/penetración, el trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón, la
eyaculación prematura (precoz), la disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos, etc.

Las disfunciones sexuales son un grupo de trastornos heterogéneos, típicamente caracterizados por una alteración
clínicamente significativa de la capacidad de la persona para responder sexualmente o para experimentar placer sexual.

Eyaculación retardada 302.74 - (F52.32)


Características diagnósticas:

• Es el retraso marcado o la incapacidad para alcanzar la eyaculación (Criterio A).


• La dificultad suele aparecer durante la actividad sexual con una pareja.
• La definición de "retardo" no tiene límites precisos, puesto que no hay consenso acerca de qué constituye un
tiempo razonable para alcanzar el orgasmo o qué supone un retardo inaceptable para la mayoría de los varones
y sus parejas sexuales.

Prevalencia:

Es la queja sexual masculina menos frecuente. Sólo el 75 % de los varones refiere eyacular siempre durante la actividad
sexual, y menos del 1 % de los hombres referirá problemas para alcanzar la eyaculación de más de 6 meses de duración.

Factores de riesgo y pronóstico Genéticos y fisiológicos:

La pérdida de los nervios sensoriales periféricos de conducción rápida y la disminución en la secreción de esteroides
sexuales que se asocian a la edad pueden estar relaciona das con el aumento de la eyaculación retardada que aparece
en los varones de más de 50 años.

Trastorno eréctil - 302.72 (F52.21)


Características diagnósticas:

• La característica esencial del trastorno eréctil es el fracaso repetido para conseguir o mantener las erecciones
durante la actividad sexual en pareja (Criterio A).
• Se requiere una historia sexual detallada para confirmar que el problema ha estado presente durante un período
de tiempo significativo (es decir, unos 6 meses).
• Los síntomas pueden aparecer sólo en situaciones concretas que implican determinados tipos de estimulación o
de pareja, o pueden ocurrir de manera generalizada en todo tipo de situaciones, estimulaciones o parejas.

Prevalencia:

Existe un importante incremento asociado a la edad tanto en la prevalencia como en la incidencia de los problemas de
erección, en especial a partir de los 50 años.

Aproximadamente el 13-21 % de los varones con edades entre 40 y 80 años refiere problemas de erección frecuentes,
mientras que el 40-50 % de los varones de más de 60-70 años puede tener problemas de erección significativos.

Factores de riesgo y pronóstico:

Temperamentales. Los rasgos de personalidad sumisos pueden asociarse con problemas de erección en los hombres de
40 años o más. La aiexitimia (es decir, el déficit en el procesamiento cognitivo de las emociones) es común entre los
hombres diagnosticados de disfunción eréctil "psicógena".
Los problemas de erección son comunes en los varones diagnosticados de depresión y de trastorno de estrés
postraumático.

Modificadores de curso. Los factores de riesgo para el trastorno eréctil adquirido son la edad, el tabaquismo, la falta de
ejercicio físico, la diabetes y el deseo disminuido.

Trastorno orgásmico femenino - 302.73 (F52.31)


Características diagnósticas:

• El trastorno orgásmico femenino se caracteriza por una dificultad para experimentar el orgasmo o una marcada
disminución en la intensidad de las sensaciones orgásmicas (Criterio A).
• Para diagnosticar un trastorno orgásmico femenino, los síntomas deben experimentarse en todas o casi todas
las ocasiones (aproximadamente, el 75-100 %) de la actividad sexual (en situaciones y contextos concretos o, si
es generalizada, en todos los contextos), y debe tener una duración mínima de unos 6 meses.
• Si se considera que el trastorno orgásmico femenino se podría explicar mejor por otro trastorno mental, por los
efectos de una sustancia/medicamento o por una afección médica, no se haría el diagnóstico de trastorno
orgásmico femenino.
• También es importante tener en cuenta si las dificultades orgásmicas son el resultado de una estimulación sexual
inadecuada; en estos casos puede que sea necesario un seguimiento, pero no se haría un diagnóstico de
trastorno orgásmico femenino.

Prevalencia:

Las tasas de prevalencia encontradas para el trastorno orgásmico femenino varían mucho, entre el 10 y el 42 %,
dependiendo de múltiples factores (p. ej., la edad, la cultura, la duración y la gravedad de los síntomas).

La variabilidad en la forma de evaluar los síntomas (p. ej., la duración de los síntomas y el período de recuerdo) también
tienen influencia sobre las tasas de prevalencia. Alrededor del 10 % de las mujeres no experimenta un orgasmo en toda
su vida.

Factores de riesgo y pronóstico:

• Temperamentales. Un amplio abanico de factores psicológicos, como la ansiedad o la preocupación por el


embarazo, pueden interferir potencialmente con la capacidad de una mujer para experimentar el orgasmo.
• Ambientales. Existe una importante asociación entre los problemas de relación, la salud física y la salud mental,
y las dificultades orgásmicas en las mujeres.
• Los factores socioculturales (p. ej., las expectativas de rol de género y las normas religiosas) también son
influencias importantes a la hora de experimentar dificultades orgásmicas.
• Genéticos y fisiológicos. Hay muchos factores fisiológicos que pueden influir en la experiencia del orgasmo de
una mujer, entre los que están las afecciones médicas y los medicamentos. Patologías como la esclerosis
múltiple, la lesión de los nervios pélvicos secundaria a una histerectomía radical o la lesión de la médula espinal
pueden influir en el funcionamiento orgásmico en las mujeres.

Sin embargo, probablemente se produce una compleja interacción entre los factores psicológicos, socioculturales y
fisiológicos que influyen en la experiencia del orgasmo y en las dificultades orgásmicas en las mujeres.

Trastorno del interés/excitación sexual femenino - 302.72 (F52.22)


Características diagnósticas:

• Para que se cumplan los criterios del trastorno debe haber ausencia o reducción de la frecuencia o la intensidad
de, al menos, 3 de 6 indicadores (Criterio A) durante un período mínimo de 6 meses (Criterio B).
o Por ejemplo, en una mujer, el trastorno del interés/excitación sexual puede expresarse como una falta
de interés en la actividad sexual, una ausencia de pensamientos eróticos o sexuales, y una reticencia a
iniciar la actividad sexual y a responder a las invitaciones sexuales de una pareja.
• El malestar puede experimentarse como resultado de la falta de interés/excitación sexual o como resultado de
una interferencia significativa en la vida y el bienestar de la mujer. Si una ausencia de deseo sexual de por vida
se explica mejor por la identificación como "asexual" que la propia mujer hace de sí misma, no se diagnosticaría
un trastorno del interés/excitación sexual femenino.

Prevalencia:

La prevalencia del deseo sexual disminuido y de los problemas de excitación sexual (con o sin malestar asociado), tal y
como se definen en el DSM-IV o en la CIE-10, puede variar de forma marcada con relación a la edad, el entorno cultural,
la duración de los síntomas y la presencia de malestar asociado.

Cuando se requiere un malestar asociado al funcionamiento sexual, las estimaciones de la prevalencia son marcadamente
inferiores. Algunas mujeres mayores refieren menor malestar asociado al deseo sexual disminuido que las mujeres más
jóvenes, aunque el deseo sexual puede disminuir con la edad.

Factores de riesgo y pronóstico:

• Temperamentales. Los factores temperamentales incluyen las cogniciones y las actitudes negativas acerca de la
sexualidad y los antecedentes de trastornos mentales.
• Ambientales. Los factores ambientales incluyen las dificultades en la relación, el funcionamiento sexual de la
pareja, la historia del desarrollo, así como las relaciones tempranas con los cuidadores o los factores estresantes
en la infancia.
• Genéticos y fisiológicos. Algunas afecciones médicas (p. ej., la diabetes mellitus, la disfunción tiroidea) pueden
ser factores de riesgo para el trastorno del interés/excitación sexual femenino. Parece haber una importante
influencia de los factores genéticos en la vulnerabilidad para desarrollar problemas sexuales en las mujeres.

Trastorno de dolor génito-pélvico/penetración - 302.76 (F52.6)


Características diagnósticas:

El trastorno de dolor génito-pélvico/penetración hace referencia a cuatro dimensiones de síntomas que a menudo
presentan comorbilidad entre sí: 1) dificultades para mantener relaciones sexuales, 2) dolor génito-pélvico, 3) temor al
dolor o a la penetración vaginal y 4) tensión en los músculos del suelo pélvico (Criterio A).

• Las dificultades importantes para las relaciones/penetración vaginal.


• El dolor vulvovaginal o pélvico marcado durante las relaciones vaginales o los intentos de penetración.
• Las mujeres que han experimentado dolor de manera habitual durante las relaciones sexuales refieren
frecuentemente un marcado temor o ansiedad por sentir dolor vulvovaginal o pélvico antes, durante o corno
resultado de la penetración vaginal.
• La tensión o la contracción marcada de los músculos del suelo pélvico durante el intento de penetración vaginal.

Prevalencia:

La prevalencia del trastorno de dolor génito-pélvico/penetración no se conoce.

Las dificultades para mantener relaciones parecen ser un motivo frecuente de derivación a las consultas de disfunción
sexual y a los especialistas clínicos.

Factores de riesgo y pronóstico:


• Ambientales. Se han citado a menudo los abusos sexuales y el maltrato físico como factores predic tivos de los
trastornos sexuales por dolor —la dispareunia y el vaginismo—, definidos por el DSM-IV.
• Genéticos y fisiológicos. Las mujeres que experimentan dolor superficial durante las relaciones sexuales a
menudo refieren que el dolor se inicia tras una historia de infecciones vaginales. Incluso tras la resolución de las
infecciones y en ausencia de hallazgos físicos residuales, el dolor persiste.

El dolor durante la inserción de tampones o la incapacidad para insertar tampones antes de haber intentado ningún
contacto sexual es un factor de riesgo importante para el trastorno de dolor génito-pélvico/penetración.

Trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón - 302.71 (F52.0)


Características diagnósticas:

Al evaluar un trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón, debe tenerse en cuenta el contexto interpersonal. Se
requiere tanto un deseo de actividad sexual escaso/ausente como unos pensamientos o fantasías sexuales
deficientes/ausentes para diagnosticar este trastorno. Puede haber variaciones en la forma de expresar el deseo sexual
entre los distintos hombres.

La falta de deseo sexual y los pensamientos o fantasías eróticas deficientes/ausentes deben ser persistentes o
recurrentes, y deben durar como mínimo unos 6 meses.

Prevalencia:

La prevalencia del trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón varía en función del país de ori gen y del método de
evaluación.

Aproximadamente, el 6 % de los varones más jóvenes (con edades entre 18 y 24 años) y el 41 % de los mayores (con
edades entre 66 y 74 años) tienen problemas con el deseo sexual. Sin embargo, la falta de interés persistente por el
sexo, que dure 6 meses o más, afecta sólo a una pequeña proporción de hombres entre los 16 y los 44 años (1,8 'Yo).

Factores de riesgo y pronóstico:

• Temperamentales. Los síntomas del estado de ánimo y de ansiedad parecen ser importantes factores predictivos
del deseo reducido en los hombres.
• Ambientales. El uso de alcohol puede aumentar la aparición de un deseo reducido. También deben considerarse
los factores del contexto social y cultural.
• Genéticos y fisiológicos. Trastornos endocrinológicos, como la hiperprolactinemia, afectan al deseo sexual de los
hombres de una manera significativa. La edad es un factor de riesgo significativo para el deseo reducido en los
hombres.

Eyaculación prematura (precoz) - 302.75 (F52.4)


Características diagnósticas:

La eyaculación prematura (precoz) se manifiesta por la eyaculación que tiene lugar antes o poco tiempo después de la
penetración vaginal y se concreta con el tiempo de latencia eyaculatoria (es decir, el tiempo que transcurre antes de la
eyaculación) tras la penetración vaginal estimado para el individuo.

La definición de duración puede aplicarse a varones de distintas orientaciones sexuales, puesto que las latencias
eyaculatorias parecen ser similares en los hombres de orientaciones sexuales diferentes y en distintas actividades
sexuales.

Prevalencia:
Las estimaciones de la prevalencia de la eyaculación prematura (precoz) varían ampliamente dependiendo de la definición
que se utilice.

A nivel internacional, más del 20-30 % de los varones de edades entre 18 y 70 años refiere preocupación acerca de la
rapidez con la que eyaculan.

Con la nueva definición de eyaculación prematura (precoz) (es decir, la eyaculación que tiene lugar antes de
aproximadamente 1 minuto desde la penetración vaginal), sólo el 1-3 % de los hombres sería diagnosticado de este
trastorno. La prevalencia de la eyaculación prematura (precoz) puede aumentar con la edad.

Factores de riesgo y pronóstico:

• Temperamentales. La eyaculación prematura (precoz) puede ser más común en los hombres con trastornos de
ansiedad, en especial con trastorno de ansiedad social (fobia social).
• Genéticos y fisiológicos. Hay una contribución genética moderada a la eyaculación prematura (precoz) de por
vida. La eyaculación prematura (precoz) puede estar asociada con polimorfismos en el gen del transportador de
la dopamina o con polimorfismos en el gen del transportador de la serotonina.

Disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos


Características diagnósticas:

• Las disfunciones sexuales pueden aparecer en relación con la intoxicación por las siguientes clases de sustancias:
alcohol, opiáceos, sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, estimulantes (incluida la cocaína) y otras sustancias (o
sustancias desconocidas).
• Las disfunciones sexuales pueden aparecer en relación con la abstinencia de las siguientes clases de sustancias:
alcohol, opiáceos, sedantes, hipnóticos o ansiolíticos y otras sustancias (o sustancias desconocidas).
• Los medicamentos que pueden inducir disfunciones sexuales son los antidepresivos, los antipsicóticos y los
anticonceptivos hormonales.

Prevalencia:

• La prevalencia y la incidencia de la disfunción sexual inducida por sustancias /medicamentos no están claras,
probablemente porque se tiende a no referir los efectos secundarios de tipo sexual que aparecen con los
tratamientos.
• Los datos acerca de la disfunción sexual inducida por sustancias/ medicamentos típicamente conciernen a los
efectos de los fármacos antidepresivos. La prevalencia de la disfunción sexual inducida por los antidepresivos
varía en parte en función de cada fármaco específico.

Desarrollo y curso:

La disfunción sexual inducida por los antidepresivos se puede iniciar ya tan sólo al cabo de 8 días después de comenzar
a tomar el medicamento.

Aproximadamente, el 30 % de los individuos con retraso del orgasmo leve o moderado experimentará una remisión
espontánea de la disfunción antes de los 6 meses. En algunos casos, la disfunción sexual inducida por los inhibidores de
la recaptación de serotonina puede persistir tras suspender el fármaco.
CIE-9-MC. El nombre de la disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos empieza con la sustancia específica
(p. ej., alcohol, fluoxetina) que se supone que es la causante de la disfunción sexual. El código diagnóstico se selecciona
de la tabla incluida en el grupo de criterios, que se basa en la clase de sustancia. Para las sustancias que no se ajustan
a ninguna de las clases (p. ej., fluoxetina), se utilizará el código "otra sustancia", y en los casos en que se considere que
una sustancia es un factor etiológico pero se desconoce la clase específica de sustancia, se utilizará la categoría "sustancia
desconocida".

CIE-10-MC. El nombre de la disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos empieza con la sustancia específica
(p. ej., alcohol, fluoxetina) que se supone que es la causante de la disfunción sexual. El código diagnóstico se selecciona
de la tabla incluida en el grupo de criterios, que se basa en la clase de sustancia y en la presencia o ausencia de un
trastorno concurrente por consumo de sustan cias. Para sustancias que no se ajustan a ninguna de las clases (p. ej.,
fluoxetina), se utilizará el código de "otra sustancia", y en los casos en que se considere que una sustancia es un factor
etiológico, pero se desconoce la clase específica de sustancia, se utilizará la categoría "sustancia desconocida".

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