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Según Serrano, Caiminagua, Et. Al. (2020, P. 4) nos comentan que las disfunciones
sexuales pueden presentarse tanto en mujeres como en varones, de igual forma puede
tener diversos factores de predisposición como son médicos, psicológicos o
biológicos. Así mismo se define a la disfunción sexual, como una alteración en el
interés sexual, la excitación, el orgasmo o el dolor durante la relación sexual, que
genera estrés personal y tiene impacto en la calidad de vida de la persona. Por otro
lado, este es un problema que suele afectar a 1 de 3 mujeres en algún momento de su
vida y en los varones se presenta alrededor del 10% y 25% entre los 40 y 70 años.
Según un estudio realizado por Santi (2019) sobre factores asociados a la disfunción
sexual en mujeres de 20 a 35 años en Cañete, Perú. Se tomó una muestra de 120
usuarias con vida sexual activa, donde las más comunes disfunciones sexuales
evidenciadas, fueron asociadas con el dolor, deseo, lubricación y excitación.
Es por ello que en cuanto la disfunción sexual asociada con los trastornos por dolor
nos referimos al dolor experimentado durante las relaciones sexuales que pueden ser
producidas en las zonas externas de la vulva, en la entrada de la vagina, al momento
de la penetración, ya sea con el pene, con juguetes sexuales o inclusive con los dedos.
Normalmente esto se debe a causas físicas, como puede ser la menopausia o algún
tipo de infecciones. Por otro lado, también se puede sentir dolor en la zona profunda
cuando se sufre de endometriosis o tumores pelvianos.
Según un estudio realizado por Molina & Tapia (2020) sobre la prevalencia y
caracterización de disfunciones sexuales masculinas en la ciudad de Cuenca,
Ecuador. Incluyeron una muestra de 114 varones donde como resultados obtuvieron
que el 53.5% sufre de disfunción eréctil en su mayoría leve, el 30.2% sufre trastorno
anorgasmia y el 29.1% presentó dispareunia masculina.
Así mismo en cuanto a la dispareunia, se puede definir como dolor en el pene durante
el acto sexual o después de este. De igual forma puede deberse a causas neurológicas
o psicológicas como ansiedad, depresión o estrés.
5. Referencias bibliográficas: