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Este ensayo analiza el uso legal del polígrafo (detector de mentiras) en Honduras. Actualmente, su uso no está expresamente prohibido por la ley hondureña, pero tampoco está regulado, lo que plantea riesgos para los derechos de las personas y su validez científica es cuestionable. El ensayo argumenta que Honduras debería regular claramente el uso del polígrafo para proteger los derechos individuales y evitar su aplicación indiscriminada.
Este ensayo analiza el uso legal del polígrafo (detector de mentiras) en Honduras. Actualmente, su uso no está expresamente prohibido por la ley hondureña, pero tampoco está regulado, lo que plantea riesgos para los derechos de las personas y su validez científica es cuestionable. El ensayo argumenta que Honduras debería regular claramente el uso del polígrafo para proteger los derechos individuales y evitar su aplicación indiscriminada.
Este ensayo analiza el uso legal del polígrafo (detector de mentiras) en Honduras. Actualmente, su uso no está expresamente prohibido por la ley hondureña, pero tampoco está regulado, lo que plantea riesgos para los derechos de las personas y su validez científica es cuestionable. El ensayo argumenta que Honduras debería regular claramente el uso del polígrafo para proteger los derechos individuales y evitar su aplicación indiscriminada.
Introducción. El uso del polígrafo, también conocido como detector de mentiras, es una técnica frecuentemente utilizada en Honduras como prueba en los procesos judiciales y en la contratación de personal. Sin embargo, ¿es legal su uso en este país? En este ensayo analizaremos dicha cuestión. Uso del polígrafo en Honduras. En primer lugar, es importante destacar que el poligrafismo es una técnica controvertida en muchos países, incluido Honduras, debido a sus limitaciones científicas y a las dudas sobre su efectividad a la hora de determinar la veracidad de una persona. Si bien es cierto que el polígrafo puede generar reacciones fisiológicas cuando alguien miente, también es susceptible a errores y a interpretaciones subjetivas. En Honduras, la legislación no prohíbe expresamente el uso del polígrafo, pero tampoco lo regula de manera específica. Por lo tanto, su uso se encuentra en un vacío legal, lo que abre la puerta a su utilización indiscriminada y sin regulación. Esta falta de regulación representa un riesgo para los derechos de las personas sometidas a la prueba, ya que no existen garantías de que se realice de manera precisa y justa. Además, el poligrafismo puede vulnerar derechos fundamentales como el derecho a la intimidad y a la presunción de inocencia. La realización de una prueba de polígrafo implica someter a una persona a preguntas invasivas y a una evaluación sobre su veracidad, lo que podría ser considerado una violación de la intimidad y una presunción de culpabilidad. En el ámbito laboral, muchas empresas en Honduras utilizan el polígrafo como parte del proceso de selección de personal, especialmente en sectores sensibles como la seguridad y la banca. Sin embargo, esta práctica está en contradicción con la Constitución de Honduras, que establece el derecho a la intimidad personal y prohíbe la discriminación en el empleo. Utilizar el polígrafo como requisito para acceder a un empleo implica una intromisión en la vida privada de los candidatos y puede crear un ambiente propicio para la discriminación y los abusos. En cuanto al ámbito judicial, el uso del polígrafo como prueba tampoco está claramente regulado. Aunque puede ser presentado como elemento de prueba en los procesos judiciales, su validez y confiabilidad no están respaldadas por estudios científicos sólidos. Expertos en la materia han señalado que la falta de precisión del polígrafo y la posibilidad de manipulación de los resultados hacen que no sea una prueba confiable para determinar la culpabilidad o inocencia de una persona. Quiere que decir que la exactitud del polígrafo no es precisa, y así mismo como puede confirmas una verdad y negar una mentira, puede tener el error de dar una verdad como falsa y una mentira como verdadera. En dados casos debería ser estrictamente regulado como antes lo mencionaba, y solo ser usado en caso de completa necesidad. Conclusión. En resumen, el uso del polígrafo en Honduras es legal en el sentido de que no está expresamente prohibido por la ley, pero su utilización no está regulada y está en contradicción con protecciones constitucionales como el derecho a la intimidad y la no discriminación. Además, su validez científica y confiabilidad están en duda. Es necesario que el Estado hondureño regule de manera clara y precisa el uso del polígrafo, estableciendo garantías que protejan los derechos de las personas y eviten su utilización indiscriminada y abusiva.
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