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Omnipotencia ............................................................................................................ 21
Rebeldía .................................................................................................................... 22
Participación ............................................................................................................. 22
Ayuda-amar................................................................................................................... 41
EXTENSIÓN .................................................................................................................... 45
Bibliografía ....................................................................................................................... 47
Resumen de la antología “TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA”
Se pretenden lograr dos objetivos fundamentales:
Ofrecer una mirada objetiva de las actitudes básicas y de las técnicas de la
facilitación Rogeriana
Penetrar en el mundo de la psicoterapia que nos legó Carl Rogers, a través de los
ojos de algunos protagonistas seleccionados en esta antología.
Esta forma de trabajar con los demás tiene un poder extraordinario. Cuando la persona
comienza a sentir que no esta siendo encasillado, ni tampoco tratado en un ambiente de
jerarquía psicólogo(superior)-paciente(inferior), entonces el cliente comienza a hacer una
conexión genuina, se entrega.
No se pretende pintar la relación de ayuda con tintes budistas, tampoco la terapia deberá
ser dividida en categorías o estilos. No tiene un nombre ni una etiqueta, se trata de ser por
completo sincero a través de una verdadera compasión que puede irradiarse a los demás. No es
tanto crear nuevas teorías o categorías de comportamiento sino apreciar y manifestar la
simplicidad.
La tradición budista nos habla de la impermanencia, o naturaleza transitoria, de las cosas.
El pasado se ha ido y el futuro aún no ha llegado, de modo que trabajamos con lo único que hay,
con la situación presente. Esto nos ayuda a no categorizar y a no teorizar. Los seres humanos se
manifiestan a si mismos en el momento presente.
A veces, las personas se obsesionan con su pasado, y para comunicarnos con ellos es
necesario hablar de eso, pero es necesario orientarlos hacia momento presente (al principio, es el
ayudante quien orienta). Ya que en el pasado es donde esta la historia clínica, pero esa historia ya
esta muerta. En el mismo momento en que te sientas frente a una persona y la saludas, toda su
biografía está manifestándose.
El punto no es llegar conocer a la persona basándonos en su pasado sino quien es en este
momento, cual es su estado mental.
Cuando los pacientes sientan una sensación de plenitud que emana del terapeuta, se
sentirán atraídos enseguida. En general la insania se basa en la agresividad y el rechazo de sí
mismos o del mismo mundo.
Es importante que cuando el terapeuta entra en una habitación y se sienta frente a una
persona y su presencia irradia compasión, amabilidad y deseo de aceptarle, se están dando los
primeros pasos preliminares para la curación. Es necesario pensar lo mayor de la persona
inmediatamente hay contacto y a través de toda la ayuda.
El primer paso es que nosotros lleguemos a ser seres humanos genuinos, sin hipocresías
aprendidas. Luego podremos ayudar a los demás creando el clima apropiado. Es clima apropiado
deberá reflejar dignidad humana, estar físicamente ordenada. Ya que, en un entorno ordenado, la
persona puede animarse y relajarse. En el budismo tibetano y en el budismo zen, es importante
valorar el medio ambiente. Ambas tradiciones consideran que la atmósfera que rodea a una
persona es un reflejo de su individualidad y que debe mantenerse inmaculada.
Debe darse suma importancia al medio ambiente, ya que muchas aproximaciones
terapéuticas lo hacen a un lado.
El trabajo de terapia puede comenzar reconociendo al cliente, recibiéndolo como a un
huésped especial, que es y que merece, y ofrecerle una buena comida, es decir, crear al principio
una atmosfera ideal (aunque artificial) para los que estén gravemente enfermos hasta que puedan
recuperarse.
Podemos dar cierta dignidad a su vida, la base de su neurosis es que han experimentado
su vida como algo feo, lleno de resentimiento y suciedad, y cuanto mas resentidos se vuelven,
mas refuerza la sociedad esa actitud, así que la terapia debe basarse en el aprecio mutuo. Es
importante que el terapeuta cree una atmósfera en el que las personas se sientan bien venidas.
Ésa es la actitud que debe impregnar el ambiente.
Los locos son muy intuitivos y rápidos en detectar cualquier señal de hipocresía del
terapeuta, por lo que el profesional debe relajarse y adentrarse si miedo en una relación sin
jerarquía, alguien con quien hay un potencial de amistad genuina.
Terapeuta deberá tener paciencia, ya que las personas van cambiando lentamente, si se
emana salud se puede tener la seguridad de que eso tendrá un efecto en el paciente. El terapeuta
usará todos sus recursos internos para mantener al paciente y si no se reacción neuróticamente, el
cliente volverá e incluso se será, de algún modo, el mejor amigo. Es un proceso muy largo, pero
no debe de abandonarse, pues el método es sumamente poderoso.
Es importante que el consultor se dedique por completo a sus consultantes, que no trate
de liberarse de ellos, incluso si ya se ha curado. No considerar que esto es un trabajo medico
común.
Como psicoterapeuta se deberá prestar más atención al paciente y compartir su vida. Este
tipo de amistad es un compromiso a largo plazo. Es casi como la relación maestro-discípulo del
sendero budista.
3. LA PRESENCIA EN LA RELACIÓN DE AYUDA
El punto más elusivo de la práctica de la meditación es la capacidad de estar presente. La
presencia es como un rio que fluye, aunque metamos la mano en el agua del rio, la esencia del
rio fluye entre nuestros dedos, así también son las emociones que son arrastradas por la corriente,
son como troncos y ramas que llegan aparentemente bien etiquetadas, pero ¿Cuál es la esencia de
la energía antes de que la etiquete y la valore? Cuando intento descubrir la naturaleza de la
energía tropiezo con el rápido flujo de la corriente.
La presencia esta con nosotros, pero tiene un carácter elusivo; impide que logremos
instalarnos en el aquí y el ahora. Lo que es engañosamente simple, pero es en extremo difícil.
Dividimos la vida en una serie te acontecimientos etiquetados como grandes y pequeños, buenos
y malos, vivimos la vida concentrándonos, sobre todo, en los acontecimientos y personas a
quienes consideramos grandes e importantes. De este modo convertimos nuestra vida en una
serie de agujeros temporales, interrumpidos por ocasionales acontecimientos importantes.
Cuando se compara la situación presente con lo que debería ser, nunca se logra
estar a la altura de las pautas (expectativas) que se impusieron. El aquí y ahora es una
diciplina que ayuda a clarificar esa fricción entre la situación presente y la situación futura.
Este conflicto es mediado entre las preguntas ¿Qué debo sentir? & ¿Qué siento?
Estar aquí y ahora se logra más fácilmente escuchando que hablando. Para escuchar es
necesario tener una enorme capacidad de estar presente. Hay tres tipos de escucha ineficaz,
según Chógyam Trungpa:
- Una olla al revés: (todo cae, no se queda nada) Uno solo está presente en modo físico,
pero su mente divaga tanto que no queda lugar para nada de los que el otro diga.
- Una olla con un agujero en el centro (se queda algo, pero finalmente se derrama): Es
el que presta atención a lo que se esta diciendo, pero su mente sigue divagando y
entonces incapaz de entender.
- La olla esta sucia, contiene veneno: El sujeto que escucha tiene una mente poblada de
agresividad, celos y destructividad, de tal modo que los propios sentimientos se
mezclan con lo que se dice, y finalmente también incapaz de entender.
En contraste, la relación de ayuda evita las tres formas ineficaces de escuchar, pues
para escuchar de forma eficaz & eficiente es necesario tener una enorme capacidad de
estar presente.
Entendamos que cuando no sabemos estar aquí & ahora, toda la información que
recibimos esta contenida dentro de la estructura condicional de nuestras mentes, y por la tanto la
información es juzgada por nuestro conocimiento preconcebido. Así también las preguntas que
hacemos al cliente estarán condicionadas a la gama de respuestas que nuestra mente dualista está
dispuesta a aceptar. Por esto es necesario desaprender para poder escuchar realmente.
Escuchar es una forma de meditación, ya que la meditación es el ejercicio de estar
presente, entonces se puede meditar escuchando a otro.
Cuando escuchamos en presencia, automáticamente seremos mas sinceros y humildes
con el cliente, incluso cuando la respuesta no sea la mas propia para nuestra mente, pero es la
mas sincera. En la antología se revela como la respuesta sincera ayudo a esta persona suicida que
pregunto ¿Ve usted alguna razón para que yo siga viviendo?
En un momento en el que todo el mundo le daba nada más que una respuesta
piadosa basada en la simpatía, aquel hombre necesitaba con urgencia una respuesta
sincera a su pregunta.
Estar presente supone ser capaz de desechar todas esas intelectualizaciones cuando el
paciente se lanza en una dirección inesperada.
La charla puede ayudar como escaleras hacia la atura de la presencia, pero en si, la charla
nunca llegara al momento presente, pues la charla esta compuesta de un vaivén de pasado/futuro
en contraste, el escuchar en presencia, solo guarda silencio y escucha en forma pura,
agradeciendo la presencia del otro, agradecido que el otro tiene la buena voluntad de compartir
información sobre su vida.
El presente dual nos hiere porque que revela nuestro deseo de estar en otro lugar y en otro
tiempo, excepto en el ahora. Por esto la gente suele responde revocando sueños y fantasías que
ocultan todas sus frustraciones y decepciones profundas.
En la sociedad occidental constantemente se nos alienta a apartar la mente del presente.
Tenemos miedo del aburrimiento. Aprendemos a estar ocupados con desesperación, nos
dedicamos a hacer varias cosas al mismo tiempo. Nos sentimos mejor (no mayor) cuando
estamos ocupados. También preocuparnos por “el-que-diran” nos convierte en un ente de
angustia, en lugar de ser en el presente, en lugar de ser aquí & ahora. Aprendemos a vendemos, a
cuidar de nuestra imagen en lugar, simplemente, de ser.
5. MÉTODO DE ESTUDIO
Es la forma que usamos para llegar a la verdad de un misterio. La palabra método tiene
como raíz etimológica ‘metaodos’, es decir, el camino que se debe recorrer para llegar a la meta
deseada.
Cada área del conocimiento tiene su propia forma o método de acuerda con la
naturaleza del objeto de estudio, en el caso el objeto de estudio es de naturaleza
epistemológica y metodológica la cual se centra en la misma estructura de conocimiento en
sí y el proceso por medio del cual se logra, es decir, es como si tratáramos de conocer al
conocimiento: "El único instrumento de investigación gnoseológica de que disponemos es
la reflexión, ya que el conocimiento es un acto interno, un acto psíquico; y los actos
internos y psíquicos sólo son captables conscientemente por medio de la reflexión; no hay
otro medio”.
Es una paradoja hasta cierto grado, que la reflexión es como una vuelta de 180 grados
sobre su misma potencia cognoscitiva, lo que da por resultado una observación interior de la
corriente de la conciencia, es por lo tanto una reversión del pensamiento sobre si mismos, con el
cual el hombre conoce su propio ser. Partiendo de este antecedente podemos definir que este es
el método de la reflexión crítica.
Creemos que el método de la reflexión crítica, vigorizado y fortalecido con las
prescripciones del método fenomenológico, es el más adecuado para nuestro estudio.
En general, preferimos la significación etimológica a cualquier otra, pues pensamos que
ésa se debe conservar, y si aparecen realidades nuevas, deberán acuñarse vocablos nuevos para
designarlas.
Aspectos clave del método de la reflexión crítica:
Intuición: De ‘in-tueri’, ver en el in-terior, es decir la visión intelectual inmediata de la
naturaleza de una cosa que, por consiguiente, produce evidencia y fuciona como la ultima
instancia de validación y criterio último de verdad.
Epistemología: solidez y firmeza de nuestro conocimiento y a determinar las
posibilidades, significación y validez de sus contenidos en cuanto representan la naturaleza y
relaciones de lo real.
Método: De griego ‘meta’ & ‘odos’, vía, camino, sendero. Regulación ordenada de la
conducta con que se alcanza un fin. La técnica y las herramientas usadas para alcanzar un
objetivo.
Paradigma: Del latín paradigma, “patrón, ejemplo, modelo” Un estructura lógica o
conceptual que sirve como una forma de pensamiento dentro de un área dada de la experiencia.
realización científica universalmente reconocida que, durante cierto tiempo, proporciona
modelos de problemas y soluciones a una comunidad determinada.
Freud trabajó por más de 40 años, realizando hasta once análisis diarios, sin más
laboratorio ni aparato que oír y analizar a sus enfermos, tratando de interpretar sus
problemas y comprenderlos.
Otra bondad del método dialógico, que lo convierte en una de las mejores vías, si
no la mejor, para conocer al hombre, es su capacidad de auto corrección y perfectibilidad.
«El amor pleno es creador de distinción, reconocimiento y voluntad del otro en tanto que
otro»
La persona facilitadora hace eso, facilitar el flujo de información sincera y genuina entre
dos seres humanos, admitiendo y manifestando sus propios sentimientos, así también se realiza
la experiencia de la solicitud no posesiva y del amor por el otro y cunado su compresión del
mundo interior del otro esta impregnado de consideración.
Autenticidad, amor, empatía, estas tres actitudes que el que ayuda se esforzaba por vivir
durante la entrevista, figuran en el núcleo de todas las verdaderas relaciones
9. LA PERSONA QUE ES EL PSICOTERAPEUTA
El hombre siempre ha necesitado de alguien que le ayude a luchar con la inevitable de
lucha de enfrentar su incertidumbre. Ese alguien ha sido envestido por esa necesidad, con una
visión y potencia supra nórmales, en esto consistía la recompensa, pero también la carga.
La practica de la psicoterapia requiere de entrenamiento e investigación, lo cual es un
área de atención o incluso una subdisciplina dentro del vasto campo de la psicología en general.
Se han realizado pocos estudios profundos acerca de las características del psicoterapeuta
que se oponen o determinan la falta de resultados terapéuticos positivos en su trabajo.
A continuación, se presenta una descripción suficiente de las variables importantes, de la
cual los estudios futuros puedan derivar hipótesis acerca de la naturaleza de las contribuciones
subjetivas del terapeuta al proceso terapéutico.
Gratificaciones neuróticas en la práctica de la psicoterapia
El terapeuta esta expuesta a gratificaciones profunda y personalmente significativas.
Algunas son neuróticas o destructivas, en tanto otras, son mas “sinérgicas”. Las siguientes son de
las menos constructivas:
Intimidad unilateral
Wheelis (1958) sentía que él era un eficaz factor selectivo que funciona en determinar
quién será psicoanalista. Este factor se describe por el hambre de cercanía, un gran deseo de
intimidad afectiva y un mercado temor hacia ella. La psicoterapia ofrece un tipo de acercania de
gran intimidad en un solo sentido, de la cual el terapeuta se beneficia pues es impelido por su
ética y entrenamiento a preservarse de la implicación potencia. Encaja muy bien en las
necesidades de aquellos con una gran hambre de afecto, un fuerte deseo de intimidad y un gran
temor hacia el afecto en la intimidad.
Omnipotencia
Muchos que se sienten amenazados e impotentes en sus propias vidas encuentran en la
práctica de la terapia una especie de calma esplendida que tanto paciente como terapeuta se
esfuerzan en verla como un resultado de la benigna influencia del terapeuta. A menudo un caso
especial de omnipotencia es el mito del efecto curativo del afecto del terapeuta.
Muchos terapeutas pasan por la fase de creer que una gran dosis de afecto incondicional e
incuestionable por parte del profesional hacia el cliente es el agente curativo que puede producir
cambios profundos. Pero esto es una ilusión, mas que hacer cambios profundos, produce una
dependencia previsiva, pues cuando se ha trabajado durante años, el paciente se resiste a
cualquier cambio del terapeuta hacia una indecencia de este. El interés del terapeuta es que el
cliente se capaz de organizar su vida y alcanzar la planitud, no la dependencia.
Dominio de la contingencia
El terapeuta debe evitar usar al cliente como un “perro entrenado para guiar en el campo
de minas” de ciertas amenazas, de manera que puedan asegurarse de que es susceptible de
manejo. Pocos terapeutas reconocen esto. Es de cierta manera opuesto a la omnipotencia que
produce dependencia involuntaria al terapeuta, en este caso, el terapeuta “entrena” al cliente para
ser controlado y poder inyectar la psicoterapia, cuando el objetivo es que sea el cliente quien
toma el mando de su vida de sus propias contingencias.
Dar ternura
La terapia proporciona la oportunidad de dar ternura, compasión y afecto en una forma
completamente masculina. Los que son atraídos a este terreno tienen temores de sus propias
emociones, temores de que estos sentimientos representen debilidad y quizás afeminamiento.
Esto da lugar otra vez, a la tendencia de tratar al cliente como un hijo dependiente. En el
momento terapéutico, seguros en nuestra masculinidad de ser doctores y curadores, podemos dar
ternura y afecto sin que se despierten nuestras propias ansiedades.
Rebeldía
Sobre todo, en los terapeutas nuevos se da una inclinación por atacar el consorcio social o
al sistema establecido por gobiernos, que han producido sociedades neuróticas. Asi como
también hay una tendencia a proyectar impulsos sexuales o de libertad, lo cual explica que
muchos psicólogos son liberales. Pero esto no debe ser, incitar la rebelión con el cliente l puede
dejar peor de lo que estaba, lo correcto es ayudarle amarse y adaptarse a su sociedad mediante el
liderazgo de sí mismo.
Gratificaciones cinegéticas
En una relación verdaderamente sinérgica, aquello que mas contribuye a la realización de
uno de los participantes, es también la mayor realización del otro.
Participación
La oportunidad de explorar el enorme océano de la psicología de una persona da la
oportunidad de participar en la vida de los seres humanos. El terapeuta debe conocer cuanto
antes sus propios recursos, y su situación privilegiada respecto a la idea de la condición humana.
Crecimiento personal
Una buena relación terapéutica induce el crecimiento en ambos participantes. A
diferencia con la gratificación sinérgica, el potencial de crecimiento es infinito y el terapeuta es
un autentico participante de su trabajo con su paciente en donde ejerce una estimulación repetida
y tiene la oportunidad de aumentar su realización partiendo de su propio potencial.
Procesos psicológicos
Una gran proporción de psicoterapeutas psicólogos ingresaron en la disciplina de la
psicología debido a una fascinación por los procesos psicológicos. Todos nuestros conocidos
temas psicológicos se despliegan con una variedad sin fin y con exquisito detalle.
Crecimiento del paciente
Es una gran satisfacción para el terapeuta poder participar en el surgimiento de su
paciente.
Madurez del terapeuta
Características de un psicoterapeuta maduro:
Humildad
Hay que reconocer que es imposible conocer completamente la mente del paciente, y este es
quien decide compartir con poco de su vida. Pero es este poco lo que nos sirve para conocer la
enorme dinámica psicológica que incluso nos muestra nuestras propias áreas de trabajo.
Participación selectiva
El terapeuta maduro participa en forma verbal, aisladamente, pero con precisión. Una falla muy
común del terapeuta novato es que habla demasiado o muy poco) en momentos inadecuados
Encuentro
Genuina disposición para el encuentro con su paciente. Una disposición para estar ahí y ahora.
Conceptos de desarrollo
Reconocimiento de la cualidad dinámica del conocimiento, de la continua experiencia de
aprendizaje en el trabajo terapéutico.
Aceptación de la culpa
Si voy a ser una persona en evolución, cada antiguo paciente que vuelvo a ver es una
acusación; cada paciente de años anteriores será, en alguna medida, alguien que confió en mí y a
quien fallé según las normas de hoy. Si me desaliento o me autocastigo, estoy actuando una
culpa de tipo neurótico; pero si reconozco la legítima responsabilidad que tuve en el asunto, me
revitalizo en mi propio crecimiento.
La empatía es una especie de realidad virtual porque nos permite simular la realidad del
cliente en nosotros mismos, habilitándonos para poder comprender al otro.
Se piensa que la empatia no contiene acción. Asi lo expreso Hillary Clinton al decir que
el problema de la empatia es que no nos hace nada. La habilidad de leer la mente de otra persona
es algo poderoso, pero si la empatia termina ahí, entonces no sirve de mucho.
En realidad la empatia se pregunta en cada recodo de la relación: ¿Cómo puedo ayudar,
que puedo hacer, donde voy a ahora?
Saber cómo poner la empatía en acción es un arte que requiere práctica y, como todas las
artes, la respuesta empática requiere paciencia, determinación y flexibilidad.
El autor comparte una experiencia que tubo con un cliente llamado Gordon, quien tenia
problemas de ira y neurosis. Esta experiencia lo llevo a poner a prueba todo su conocimiento
sobre la empatia, que le ayudo a salir avante tanto a su cliente como el.
El psicólogo William james llamo al proceso de ser empatico “el modo arduo” pues la
empatía guía una relación y ofrecemos el apoyo y las señales que nos ayudan a no perder el
camino, podemos ver más claramente dónde ir y confiar en nuestra habilidad para continuar
nuestro andar, aunque el sendero sea empinado y estrecho.
También se habla de la acción de creer (incluso aquello que no sabemos si es verdad)
pues creer es una de las condiciones previas indispensable para alcanzar cualquier objetivo,
entocnes la empatia es sinónimo de fe.
Siete pasos fundamentales para expresar empatía
1. Haz preguntas con final abierto
Evitar preguntas cerradas, que son preguntas donde ya estamos forzando la respuesta,
como si obligáramos al otro a responder, lo cual es una forma de juicio. Mas bien, las preguntas
abiertas son sinceras y genuinamente buscan una verdad en el otro.
2. Avanza suavemente
Las emociones son buenas y necesariamente sentidas, pero eso no significa que nuestras
emociones tengan rienda suelta y actuaemos con el impulso de las mismas, mas bien se requiere
descubrir cual es la velocidad suficiente para avanzar con el ciente cuando nos esta transfieriendo
sus sentimientos, que tan rápido o tan lento debo ir?
3. Evita abrir juicio
Es una parte dificl en el camino a la empatia, se requiere desarrollar el arte de la palabra y
evitar señalar extremos o dualidades. El espíritu de “crece y supéralo” reamelmente socaba el
esfuerzo de la empatia, ya que sobaja y humilla al cliente.
4. Presta atención a tu cuerpo
Los investigadores lo llaman "sincronía psicológica", y es un recordatorio poderoso del
hecho de que nuestra mente (emociones) y nuestro cuerpo (reacciones físicas) están íntimamente
relacionados y son interdependientes. La empatía tiene un componente netamente físico
Mis reacciones físicas me dieron la pauta de su estado emocional; también evocaron
recuerdos de mis experiencias anteriores con la ira y mi comprensión, lograda a través de
muchos años de experiencia, de que sentimientos como la hostilidad y el resentimiento muchas
veces están relacionados con la angustia interior como consecuencia de la fatiga, la presión
emocional o los sentimientos de inseguridad.
Este conocimiento es poderoso; yo lo uso con sumo cuidado y precaución. Saber cómo
usar una mirada seria o impaciente puede ser devastador para quien se siente inseguro y
vulnerable.
Otra tentación que se tiene que superar en la relación de ayuda es que el terapeuta no
intérprete jamás los mensajes que le son confinados se busca entonces a alguien que le ayude a
uno a ver más claro que le escuché que le Oiga de ahí es donde se encuentra que reciba un
mensaje angustiado y envié otro un signo de vida para reanimar en uno mismo la llamita
vacilante que se iba extinguiendo. El que ha podido o qué podrá ser ese espejo cálido que no
refleja, sino que siente no tratará de comprenderle a uno como si fuera un problema, aunque sea
humano sino más bien de simpatizar de sufrir juntamente de alcanzar una empatía como dice
Roger insumo en suma de sentir con uno lo que uno siente uno de lleno en el Torbellino que va a
envolverle el con un pie en la orilla y el otro en el agua bien mojado también.
Resulta difícil ver, oír, y sentir es siempre un sentido interpretar unos mensajes
sensoriales la única salida posible es dejar al cliente la tarea de apreciar la exactitud de esas
interpretaciones.
Otra ayuda o formas que rechazaba Rogers es la tranquilización del cliente usted
mejorará su caso no es tan grave situación es tan banales como la suya las veo todos los días
tratar de disminuir la tensión a la cual se halla sometido al cliente minimizando la intentando
reducir la oración alisando la no ayudado jamás a nadie sino momentáneamente y en apariencia
la persona sigue prisionera de sus dificultades quizás más dividida aún o sintiéndose más
culpable por soportar tan mal una situación banal.
Ayuda-amar
El amor dentro del proceso terapéutico es una tiene un efecto impactante pronto doloroso
siempre preocupado por evitar el sufrimiento por aportar un rápido Consuelo tiene una
precipitación espontánea parece que no favorece la maduración lenta que la ayuda provoca
Mientras más implicados estemos de manera afectiva menor capacidad de asumir estas funciones
de ayuda la relación de ayuda es una relación diferente a la de la amistad o de cualquier otro
estrecho lazo afectivo podemos desarrollar sólidos lazos con nuestros amigos pero sí Tratamos
de ser a la vez orientador y amigo resulta probable que no hagamos nos hagamos mediocres tanto
con quien ayuda como amigo el terapeuta adopta una conducta más prudente evitando los
extremos de la reserva y de la súper implicación crea un lazo caracterizado por el calor el interés
las emociones simpáticas y 1° claro y nítidamente limitado de vinculación afectiva.
La ayuda no directiva es una ayuda definida como un rechazo de toda forma de autoridad
y de afecto tolerante estructurada de manera precisa que permite al cliente adquirir una
comprensión de sí mismo en un grado que le hace capaz de progresar a luz de su nuevo
orientación la ayuda psicológica es el resultado de un campo de expresión libre cuya conclusión
se conoce como comprensión de sí mismo la acción libremente emprendida en terapia, el cliente
tiene el campo libre para manifestarse porque ha podido desprenderse de sus mecanismos de
defensa y de su súper comprensiones ASUME al mismo tiempo la responsabilidad de toda la
entrevista la lleva como le parece la sus declaraciones no serán ni requeridas ni transformadas
sólo escuchadas y restituidas en su contenido afectivo y emocional.
Dentro de la perspectiva centrada en el cliente el terapeuta se convierte en la comadrona
del cambio no en su instigadora y ello gracias a ese acompañamiento de la prueba mediante es
enfoque centrado en el otro el que ayuda no puede hacer más que vivir ese momento con su
cliente vivir esa experiencia límite sin mentiras ni huidas ni buenas palabras ni buena conciencia
que el mal se ha asumido tal y como es pero para que el mal de vivir el sufrimiento de existir se
transforme en pena vivificante es preciso aprender a caer realmente a ver si realmente entierra
sin agarrarse sin contorsiones que la situación sea recibida aceptada absorbida dirigida podría
decirse y esto requiere una capacidad poco común para profundizar en las experiencias para
simbolizar las sensaciones cuando el cliente ha considerado los peores sentimientos sobre sí
mismo llega entonces a una toma de conciencia constructiva es decir la de que aunque todas sus
acusaciones sean ciertas no constituye sin embargo la totalidad de su ser.
El trabajo fundamental de Los profesionales de la salud en general y de los
psicoterapeutas en particular es lograr la plenitud como seres humanos e inspirar la en las
personas cuyos anhelos no son satisfechas cuando hablamos de plenitud humana no es solamente
que coma duerma camine y hable sino alguien que también experimenta un estado básico de
alerta.
La salud se considera como la ausencia de enfermedad, pero nosotros deberíamos
considerarla como algo más que eso ser sano o estar sano es ser en esencia completo con el
cuerpo y la mente sincronizados en un estado de ser bueno e indestructibles la salud empieza en
uno y de ahí se puede irradiar a los demás y así será Tejiendo y entrelazando y así nos permitirá
relacionarnos con nosotros mismos entre nosotros y con la gente.
Tradición budista nos habla de la impermanencia de naturaleza transitoria de las cosas el
pasado se ha ido el futuro Aún no llega de modo que trabajamos con único que hay con la
situación presente estos nos ayuda a no categorizar O no teorizar se trabaja con una situación
fresca viva con algo que siempre está presente de esta manera se está presente en lugar de estar
intentando conectarnos con acontecimientos pasados en ocasiones los seres humanos están
obsesionados con su pasado y quizás ser necesario para comunicarnos con ellos hablar de eso
pero no obstante en este caso es necesario orientarlos hacia el momento presente así pues nuestro
interés no es el de llegar a conocer a una persona basándonos en su pasado lo que nos importa es
tratar de descubrir su historia clínica por lo que ahora es ese es el punto.
Cuando los pacientes sienten la sensación de plenitud que emana de ti se sentirán atraídos
a seguirla Y entonces podrán salir de su habitación y se sentirán y se sentaran frente a una
persona y la presencia y radiara compasión amabilidad y deseo de aceptar el primer paso sería
que lleguemos a ser seres humanos Genuinos luego podremos ayudar a los demás creando un
clima apropiado para su curación.
16. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA: INVESTIGACIÓN Y TEORÍA RECIENTES
El autor elabora con cierto detalle todas las variables en la ecuación psicológica. Hay
mucha variedad en la forma de aplicar la terapia psicológica, pero en el orden humanista, hay
muchos principios bien reconocidos que forma parte de la plataforma Rogeriana.
Una hipótesis
Hay tres patrones de actitud en el terapeuta ayudan a provocar el cambio:
Tres condiciones esenciales en el terapeuta
Congruencia: En primer lugar, se supone que el crecimiento personal se facilita cuando
el psicoterapeuta es el que él es, cuando en la relación con el paciente él es genuino, se presenta
"sin fachada" o máscara y muestra abiertamente los sentimientos y las actitudes que en ese
momento fluyen en él.
Interés positivo incondicional: En cuanto a la segunda condición, mi hipótesis consiste
en que cuando el terapeuta experimenta una actitud cálida, positiva y aceptante hacia la realidad
del paciente, se facilita el cambio. Esto implica la disposición genuina por parte del terapeuta
para que el paciente manifieste todos sus sentimientos durante la terapia -miedo, confusión,
dolor, orgullo, odio, coraje, amor o valor
Empatía: La tercera condición esencial para el cambio es que el terapeuta experimente
una exacta comprensión empática del mundo interno del paciente; es decir, que sienta el mundo
de significados privados y personales del paciente como si fuera el propio mundo, pero sin
perder jamás la cualidad de "como si". Esto es la empatía, esencial para el cambio terapéutico.
Sentir el coraje, miedo o sentimiento de ser perseguido del paciente como si fuera propio del
terapeuta, pero sin que el coraje, miedo o sospecha de éste se encuentre ligado a ellos, es la
condición que intentamos describir. Cuando el mundo del paciente está claro para el terapeuta y
éste pueda moverse en él libremente, entonces puede comunicar su comprensión de lo que ya es
conocido por el paciente y expresar significados de la experiencia del paciente de los que éste
apenas se da cuenta.
17. QUÉ SIGNIFICA CONVERTIRSE EN PERSONA
Aunque en la segunda parte se incluyen algunas descripciones breves del proceso de
modificación que sufre el cliente, el objetivo principal fue describir la relación que
posibilita estos cambios. Este capítulo y los siguientes se refieren de manera mucho más
específica a la naturaleza de la experiencia del cambio que experimenta el cliente. .
Siento un aprecio especial por este capítulo: Fue escrito entre 1951 y 1952, en
momentos en que hacía grandes esfuerzos para permitirme sentir y luego expresar los
fenómenos que, a mi juicio; constituyen el núcleo de la psicoterapia. Acababa de publicarse
mi libro Psicoterapia centrada en el cliente, pero ya me sentía insatisfecho por el capítulo
referente al proceso terapéutico, que había sido escrito casi dos años antes. Quería
encontrar una manera más dinámica de comunicar lo que le ocurre al cliente.
Detrás de la máscara
«Si no consagramos una energía igual-sí, y una cantidad igual de dinero-- para liberar el
potencial de cada individuo, entonces el enorme desfase que hay entre el nivel de los recursos
energéticos físicos y el de los recursos humanos va a condenamos a una destrucción universal
bien merecida»:",
Se comprende por qué fueron sus interlocutores privilegiados los enseñantes, los
primeros responsables sociales de la formación. Aunque no sean los únicos interesados, figuran
en la primera línea de éstos, pero ¿puede ser su instrumento de acción la relación de ayuda tal
como el terapeuta se esfuerza por ponerla en práctica?
Resumamos las dificultades, las paradojas y la especificidad de esta relación de ayuda no
directiva, de orientación terapéutica, con objeto de analizar la
«transferencia» en educación.
Se necesitaría primeramente señalar en la psicoterapia existencial, así llamada porque
está centrada en la persona y sus dificultades actuales, porque acepta la angustia y los temores,
porque asume la imperfección y los límites tanto del que ayuda como del ayudado, porque se
muestra fundamentalmente respetuosa de la alteridad, de la diferencia, sigue siendo una vía larga
y difícil. Requiere un compromiso singular por parte de los dos miembros, confiándose uno y
otro, auténticamente, su vulnerabilidad, en donde uno se apoya sobre su fe, experimentada y no
libresca, dentro del dinamismo positivo inherente a cada ser humano, en donde el otro progresa,
seguro de su deseo-de ver más claro, de vivir mejor consigo mismo
Bibliografía
Gómez, M. I. (2012). TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA. Puebla: DPO, Instituto
Universitario Carl Rogers.