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Resumen
En el presente documento se explora la movilidad intergeneracional en educación desde una perspectiva regional. La
pregunta central es ¿cuál es la relación entre el logro educativo y el parentesco en las familias de las áreas rurales
dispersas? Además, se estudia la relación entre el género y el logro educativo. Para abordar el tema se emplea la
Gran Encuesta Integrada de Hogares – GEIH, 2020 con corte en marzo. Los resultados son una primera
aproximación a las medidas clásicas de movilidad intergeneracional, a través de las betas estimados en siguientes
estudios se podrá calcular la medida de movilidad intergeneracional para los sectores rurales dispersos estudiados.
Clasificación JEL:
Aspectos subregionales de la movilidad social en Antioquia
Introducción
escolaridad entre generaciones y el ingreso. Los cambios en este indicador pueden llevar
diagnosticar dos retos: las dificultades frente a la igualdad de oportunidades y la relevancia de las
características intrínsecas de los individuos. Por otro lado, se sabe que la movilidad social puede
la meritocracia. Estas distorsiones aseveran más las desigualdades propias de los contextos
estudiados. Mientras tanto, las consecuencias de las desigualdades sociales son ampliamente
debatidas y más teniendo en cuenta que el concepto de movilidad social se inició relacionando la
situación de los hijos frente a la de sus padres, con su origen en la sociología y desde entonces se
1
Carlos Eduardo Doval Gutiérrez: Estudiante del programa de Economía, Universidad De Medellín, Colombia.
Dirección electrónica: carlos.doval@outlook.com
ha disputado entre economistas y sociólogos las formas de medirla: los primeros prefieren las
horizontal” (es decir, el paso de miembros de un grupo social a otro grupo, ubicado en el mismo
nivel social) y la “movilidad social vertical” (es decir, el traslado a otro sector social o clase).
Lo que nos ocupara entonces en el presente estudio es la movilidad social vertical, partiendo de
la premisa de que esta permite al individuo (o las familias), subir por la escalera social, mejorando
de esta manera su bienestar con respecto a las condiciones socioeconómicas iniciales o anteriores.
Lo cual repercute en el bienestar social en general, igualando las oportunidades de competir por
parte de todos los individuos de la sociedad, y dando incentivos para el trabajo a las personas que
Para entender mejor el concepto de movilidad social, (Mallarino, 2005) dice que de movilidad
social se habla en ciencias sociales por los menos desde el primer tercio del siglo XX. Y que el
análisis de ésta, se debe evaluar en qué medida los canales de acceso a las distintas capas
jerárquicas de una sociedad están abiertos o cerrados. La noción está relacionada con la equidad
social y también con la justicia social, en la medida en que se examina si el tránsito por dichos
canales está abierto y garantizado a todos los individuos de una sociedad. Esto supone entonces,
que no existan condiciones objetivas que impidan que, si un miembro de la sociedad, por sus
méritos propios, pretende acceder a esferas sociales diferentes de las cuales partió, lo pueda hacer.
del individuo, tal como el nivel de ingresos o patrimonio, existen algunos otros aspectos, de más
difícil valoración, pero que sin duda son condicionantes o, al menos, variables importantes para
Sobre estos temas, Pierre Bourdieu nos da luces para entender conceptos como el de capital
social2 y cultural, para él, las clases sociales tienen, además de características puramente
vestir, etc. Pero es entonces la educación y la cultura los principales medios de reproducción social,
interiorización de prácticas culturales cotidianas, esto implica que la reproducción social se logra
a través de distintos tipos de capital (económico, social, cultural, entre otros), y estos se encargan
de mantener la estratificación social tanto en un eje económico como en un eje social o cultural.
(Bourdieu, 2004)
Partiendo de estas premisas, la denominada “Violencia simbólica” (Bourdieu, 2004), con la que
movilidad social, suponen un fracaso económico del modelo, en tanto impiden la competencia en
entre 2011 y 2018. Se sabe que hay grandes diferencias subregionales entre lugares como el área
metropolitana, en donde sus municipios miembros cuentan con altos indicadores de movilidad
2
La definición de capital social de Bourdieu es: “El agregado de recursos reales o potenciales relacionados con la
posesión de una red duradera de relaciones institucionalizadas de reconocimiento y aceptación mutuos” (Actes de
la Recherche en Sciences Sociales, 1980).
social, y Urabá, una subregión con retos en la mejora de sus indicadores de bienestar, por ello en
el presente trabajo se hace un especial énfasis en las distorsiones entre algunos espacios
Entre ellos, tenemos en cuenta los conceptos de pobreza y de pobreza multidimensional, esto
porque, como hemos dicho anteriormente, consideramos que bienestar individual y social, va más
allá de los términos meramente monetarios (que es lo que mide la pobreza), la pobreza
multidimensional nos permite hacer frente a una cantidad más amplia de desventajas y
vulnerabilidades a las que se enfrenta un individuo, así pues, la movilidad social se puede evaluar
o examinar, en la medida en que esas desventajas, tales como salud, educación, acceso a empleo,
l. Revisión literaria
Se utiliza el método
Los datos de Mínimos Se encontró una relación
empleados Cuadrados Ordinarios negativa entre educación
provienen de la (MCO) para de los padres e ingreso per
Encuesta Nacional identificar los cápita del hogar con la
de Calidad de Vida principales brecha educativa. los
(ENCV) de 2011. determinantes de la adolescentes cuyos padres
El número de brecha educativa para tienen un máximo de 10
observaciones que cada individuo de la años de educación,
logra capturar la muestra. Siguiendo la comparado con los
muestra total de la descomposición de adolescentes cuya máxima
ENCV es de Fields, se hace uso de educación alcanzada entre
Moyano, L. M., 92.188 y al una regresión los padres es de cero años,
Galvis-Aponte, seleccionar el múltiple para calcular tendrán una brecha
L. A., & Galvis– grupo etario de las contribuciones educativa menor en
8. Aponte, L. A. adolescentes entre relativas de la promedio en 1,5 años en un
(2014). 12 y 21 años las desigualdad factorial. escenario ceteris paribus.
observaciones Se calcula un índice Frente al ingreso per cápita
fueron 17.492. de movilidad social se encontró que ante un
Dentro de las (IM) a través es el aumento de una unidad en
variables porcentaje de la el log del ingreso per
estudiadas se varianza de la brecha cápita (cerca de una
encuentra la brecha educativa que es desviación estándar), la
educativa, el explicada por el brecha educativa
ingreso per cápita ingreso per cápita del disminuya en 0,18 años.
del hogar, número hogar y es el También se encuentra que
de hermanos, edad porcentaje de la los adolescentes que
del adolescente, varianza de la brecha residen en el área urbana
entre otras. educativa que es tienen en promedio una
explicada por la
(Estudio para variable que contiene brecha educativa menor en
Colombia) el máximo número de 0,62 años.
años de educación de
los padres. Tal que
= 1−
− .
Como muestra la Tabla 1, muchos de los autores (García, S., Rodríguez C., Sánchez F., Bedoya
J. G. 2015), (Esteban Nina, B., & Grillo, S. 2000), (Galvis-Aponte, L. A., Meisel-Roca, A., &
(Angulo, R., Gaviria, A., Páez, G. N., & Azevedo J. P., 2012) y (Londoño Vélez, J. 2011),
coinciden en afirmar que la herencia de los padres es una determinante importante de la movilidad
social, esto es, el nivel educativo de los padres suele ser transmitido sus hijos y, de la misma
manera, existe un vínculo entre el nivel de ingresos de ambos individuos o grupos de individuos.
Sin embargo, es de notar que también existen coincidencias a la hora de descubrir que existe una
relación positiva entre el nivel de ingresos y una mayor movilidad ascendente, es decir, a mayor
Existe algo común en la mayoría de los estudios, como es el caso de (García, S., Rodríguez C.,
Sánchez F., Bedoya J. G., 2015) y de ( Núñez, J., & Risco, C., 2004), y es la tendencia que se tiene
a la desigualdad, esto se explica en el sentido de que, la mayoría de los estudios, muestran una
lenta, o en su defecto, descendente movilidad para los decíles correspondientes a ingresos más
bajos como lo muestra (Esteban Nina, B., & Grillo, S. 2000), en algunos casos, aplica también
para los deciles con mayores ingresos, no obstante, el foco se hace en la población más pobre o
Según la bibliografía (Galvis-Aponte, L. A., Meisel-Roca, A., & Galvis–Aponte, L. A., 2014),
(Causa, O., y Johansson, Å., 2009) y (Angulo, R., Gaviria, A., Páez, G. N., & Azevedo J. P.,
2012.), es lógico que existan variaciones entre regiones de un mismo país, y aún más profundas
diferencias entre diversos países, en unos y otros, una variable puede tener mayor o menor peso
de acuerdo a las características particulares y al contexto del país o sector que se está evaluando.
Eso no suprime el hecho de que las variables que actúan sobre el problema suelen ser en esencia
problemática de la movilidad social, las condiciones de ingreso y de educación de los padres tiene
la “reproducción social” propuesta por Bourdieu, debido a que estos factores tienden a repetirse
movilidad social, generando un “efecto cinta de correr” en el que no existen incentivos para que
Varios autores, como (Esteban Nina, B., & Grillo, S., 2000), (Galvis-Aponte, L. A., Meisel-
Roca, A., & Galvis–Aponte, L. A., 2014), y (García, S., Rodríguez C., Sánchez F., Bedoya J. G.,
2015), dan cuenta de un dato preocupante y este es, la menor movilidad social de los deciles
correspondiente a la población más pobre (esto en un contexto de una baja movilidad social en
general), lo que aumenta la desigualdad de oportunidades y por supuesto viene de la mano con un
escaso acceso a derechos como educación de calidad, lo que hace que esta situación se convierta
en una especie de espiral. Además de las graves consecuencias económicas y sociales, (Londoño
Vélez, J., 2011) propone que esto también repercute en variables como la felicidad de los
Algo común en todos los autores que se revisaron es la importancia y la correlación que existe
entre la educación y el nivel de ingresos, propios y heredado por los padres, con la movilidad
social. El ítem del nivel de ingresos resulta ser problemático, pero explicativo de la mayor
movilidad social en las capas sociales superiores, dejando rezagadas a las capas inferiores en
movilidad social son muy heterogéneos entre las regiones del país, siendo las cabeceras
municipales, o las principales capitales del país, quienes presentan los mejores índices y sostienen
un promedio de movilidad social en el país que, según (Angulo, R., Gaviria, A., Páez, G. N., &
Los estudios asociados a la movilidad regional sugieren que una mayor prosperidad está
asociada a una mayor movilidad y coinciden en mostrar a Bogotá como la región con el mejor
coeficiente de movilidad y a Pacifico con el peor. Sin embargo, la región de Antioquia, la cual es
el caso de interés, presentó tanto en los resultados mostrados por García (2015), como por Galvis-
resultan preocupantes dado que Medellín y los municipios pertenecientes al área metropolitana
cuentan con una alta movilidad social, por tanto, los datos sugieren una amplia dispersión entre
subregiones.
Por otro lado, aunque el común denominador buscaba hallar un parámetro a través de un
modelo de regresión simple para determinar la movilidad, se pueden resaltar diversas discrepancias
metodológicas frente a este modelo. Esto llevo a que algunos trabajos tomaran vías alternativas o
comparativas para calcular la movilidad, como el uso de Mínimos Cuadrados en Dos Etapas en
Dos Muestras o el cálculo a través del coeficiente de correlación para explicar diferencias en la
Según el estudio de Causa, O., y Johansson, Å. (2009). La relación entre la movilidad social y
heterogeneidad económica y cultural de los países, se hace difícil poder decir que existe un solo
indicador que pueda mostrar un paisaje completo y detallado. Se evidenció que los países del sur
social, en contrapartida con los países nórdicos donde existe mayor movilidad. Uno de los grandes
aportes que se puede ver para estos países es el papel que juegan las políticas públicas impulsadas
por los países, para explicar las diferencias en cuanto a movilidad intergeneracional;
particularmente, las políticas más importantes son las relacionadas con la educación, el cuidado
infantil en edad temprana y en general las políticas redistributivas, todas ellas presentan una
relación positiva con la movilidad social intergeneracional de los diferentes países. Vale aclarar,
En el contexto más regional, tanto Núñez & Risco (2004), como Angulo, Gaviria, Páez, &
encuentra que existe una distribución desigual del ingreso, pero sin embargo presenta una mayor
movilidad social intergeneracional, situación que ha aumentado desde los años 90, y que en los
últimos años parece haberse detenido tal avance, cabe destacar, que, si bien se muestran superiores
a los colombianos, los índices chilenos de movilidad intergeneracional del ingreso siguen siendo
bajos según Núñez & Risco (2004), existiendo una persistencia en las condiciones socio
Para el caso mexicano, si bien sus indicadores de movilidad social toma valores intermedios,
según Angulo, Gaviria, Páez, & Azevedo (2012), ha presentado un aumento rápido y continuado
en los últimos años, sin embargo, es estudio no ahonda en mayor medida sobre cuales pudieran ser
las razones en materia económica, social o política que contribuyeron o apalancaron este aumento
en sus indicadores.
La revisión literaria nos muestra que el contexto colombiano no es el más favorable para la
movilidad social, presentada indicadores, que, si bien han aumentado, no ha sido de gran manera
y siguen siendo bastante bajos, no solo comparados con países europeos, sino también en el
contexto regional latinoamericano, al menos, en lo que se refiere a los casos chileno y mexicano.
Además, se puede ver que en Colombia las dinámicas de reproducción social siguen siendo
oportunidades.
Cuando se habla de movilidad para una población dada, se estudia el cambio de la distribución de
Bonilla (2011).
A. Fuentes estadísticas
Las distintas metodologías requieren de información acerca de la educación de los padres. Dos
encuestas recientes del DANE, que cumplen con este requisito: las etapas correspondientes a los
dos primeros trimestres de la gran encuesta integrada de hogares (GEIH) y la encuesta de calidad
de vida (ECV). En este caso se hizo uso de la GEIH actualizada a marzo de 2020. Se filtraron los
datos para los centros rurales de Antioquia y se comparó el logró educativo de los padres contra el
de sus hijos.
La base de datos de la GEIH utilizada contó con 4152 datos, dentro de los cuales se evaluaba:
Uno de los índices más usados como indicador de la movilidad intergeneracional parte de un
modelo de regresión lineal, estimados por mínimos cuadrados ordinarios (MCO). En el esquema
, = + , ;+ ,
= ,
usar el número de años cursados (o aprobados) por los hijos y uno de los padres.
C. Análisis de regresión
Se emplearon dos análisis de regresión para probar las relaciones entre las variables Escolaridad
(ESC) y Logro educativo como dependientes y las variables Género y Parentesco como
independientes. En la primera regresión, donde se intentaba explicar ESC, se introdujeron
variables Género (Std. β. = 0,434, p < .001) y Parentesco (Std. β. = 0,458, p < .001), ambas
Logro educativo, se introdujeron, igualmente, las variables Género (Std. β. = 0,101, p < .001) y
Parentesco (Std. β. = 0,253, p < .001), ambas demostraron ser significativas. La variabilidad
explicada del modelo, a través del R2 Adj. fue de 0,013 y 0,03, respectivamente para el modelo 1
(ESC) y 2 (Logro). Se encontró que el mayor predictor, en ambos casos, fue la variable Parentesco,
Los resultados del R2 Adj. Sugieren que las variables independientes empleadas explican de
manera débil las variables dependientes modelo, sin embargo, por un lado, es coherentes que la
escolaridad dependa de muchas más variables y por otro, considerando que esta es una
de raíz unitaria. Se encontró que ambas variables que se rechaza las hipótesis nulas de que existe
raíz unitaria, más aún conociendo que mientras más negativo es el coeficiente de ADF más
fuertemente se rechaza la Ho. En nuestro caso, los coeficientes, tanto de la variable ESC como
Los residuos de los análisis de regresión 1 y 2 no contaron con un patrón preciso. En el caso del
modelo 1 los residuos estuvieron ubicados especialmente en el intervalo entre 5 y -5, mientras
tanto para el análisis d regresión 2 los valores estuvieron casi dispersos de manera homogénea,
rezago, seguidas de correlaciones que no son significativas. En este caso, tanto para ACF se
encontró que siguen un proceso de promedio móvil, que tienen picos en el primer rezago del ACF
y un PACF que disminuye exponencialmente. Se sabe que el número de picos indica el orden de
la media móvil.
Tanto en ACF como en PACF a medida que se avanza en los retrasos cae la medida, lo que indica
que no existe una asociación lineal entre las observaciones separadas por retrasos.
Por último, a través del test Breusch-Godfrey también se puede analizar la dependencia de la serie
de datos. El p-valor para los test de ambos modelos fueron <.05 por lo tanto habría una correlación
serial en el modelo.
Breusch-Godfrey test
Datos: Modelo 1
LM test = 256.82 df = 1 p-value < 2.2e-16
Breusch-Godfrey test
Datos: Modelo 2
LM test = 228.07 df = 1 p-value < 2.2e-16
Normalidad
Para discutir sobre la normalidad de los datos se realizaron dos test: Shapiro-Wilks y Jarque-Bera.
Por un lado, el test de Shapiro-Wilks plantea la hipótesis nula que una muestra proviene de una
distribución normal. Elegimos un nivel de significancia, por ejemplo 0,05, y tenemos una hipótesis
alternativa que sostiene que la distribución no es normal. En este caso, los datos de los residuos de
ambos modelos con un p-valor menor a 0,05 de 2.2e-16, específicamente. En ese sentido,
Mientras tanto, el test Jarque Bera nos permite comprobar si nuestra muestra de datos tiene la
asimetría y la curtosis de una distribución normal. En nuestro caso, considerando que la Ho indica
que existe normalidad y Ha que no existe normalidad y conociendo que el p-valor de la prueba es
menor a 0,05 entonces se rechaza la Ho y se acepta la Ha, por lo tanto, no existe normalidad en los
datos.
A través del análisis grafico del histograma para los residuos de los modelos se pueden contrastar
los resultados obtenidos en los test de normalidad. Se encontró que el modelo 2 se acerca más a
la normalidad. Tanto en el test Jarque Bera como en el histograma se puede ver su acercamiento.
Por un lado, a través del test Jarque Bera la Ho se rechazó con menos fuerza y a través del
histograma de los residuos se puede ver que su distribución se acerca más a la normalidad de los
Heterocedasticidad
este caso el p-value obtenido para el modelo 1 fue de 0.002437, es decir el p-value <0.05, por lo
que la hipótesis nula (Ho) de homocedasticidad se rechaza. De manera similar, p-value obtenido
para el modelo 2 fue de 5.359e-05, es decir el p-value <0.05, por lo que la hipótesis nula (Ho) de
homocedasticidad se rechaza.
Los resultados del análisis de regresión indicaron que las variables dependientes estudiadadas,
tanto Escolaridad como Logro educativo, estuvieron asociadas linealmente con la variable
moderadora, Género, y el parentesco. Sin embargo, como era de esperarse según el parentesco
ocupó un valor beta mayor en ambos modelos, por lo que fue más representativo. A pesar de ello,
los resultados sugirieron que las variables independientes empleadas explican de manera débil las
variables dependientes modelo. Por un lado, es coherentes que la escolaridad dependa de muchas
más variables, por lo que naturalmente los resultados del Adj. R2 esperados eran pequeños y por
otro lado, considerando que esta es una aproximación a partir de la cual se puede construir un
Angulo, R., Gaviria, A., Páez, G. N., & Azevedo, J. P. (2012). Movilidad social en
Baltazar, E. N., Astudillo, S. G., & Malaver, C. A. (2003). Movilidad social y transmisión de la
pobreza en Bogotá. Economía y desarrollo, 2(2). Causa, O., & Johansson, Å. (2009).
Bourdieu, P. (2004). Capital Cultural, escuela y espacio social. Siglo XXI Editores, Madrid.
Esteban Nina, B., & Grillo, S. (2000). Educación, movilidad social y" trampa de pobreza" (No.
012968). Fedesarrollo.
García, S., Rodríguez, C., Sánchez, F., & Bedoya, J. G. (2015). La lotería de la cuna: La
de Ciencias Económicas.
https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/univhumanistica/article/view/9501