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Allan Hernández
Resumen
Abstract
Economic literature about income and consumption determinants has been positively
oriented to poverty measurement, hence there had been few attempts to analyze the
capabilities and potentialities of wealthiest people. From data collected by National
Bureau of Statistics and Census of Costa Rica in the Income and Expenditure Survey
2004, we make an ordered logit regression analysis of consumption on different
socioeconomic variables. The main outcomes show that, perhaps education is a
good factor to avoid the poorest classes of the consumption distribution, it does
not guarantee a place in the wealthiest ones; that wealth is highly concentrated in
the urban zone of Central Region, and that income of wealthiest families strongly
depends on a rent component.
metodológicos de su estimación, mientras que la así se diseñarán las distintas medidas de política
sección IV presenta sus principales resultados. relacionadas con el papel de la población en el
Por último, la sección V concluye. desarrollo y en los programas para combatir la
pobreza (vg., transferencias sociales, programas
de vivienda, entre otros).
Revisión de la literatura No obstante, la existencia de economías
de escala en el consumo de los hogares sugie-
En esta sección se pasa revista sobre la li- re precaución con respecto a la conclusión de
teratura relacionada con los determinantes del que familias más numerosas tienden a ser más
ingreso y el consumo, para luego realizar un vín- pobres. Esto por cuanto si bien los hogares po-
culo con la reciente literatura sobre el bienestar bres tienden a gastar una alta proporción de su
subjetivo. Aunque para el presente estudio no es ingreso en bienes rivales como la alimentación,
posible realizar un análisis comparativo entre igualmente comparten el uso de ciertos bienes
estas dos variables, se presentan los principales –enseres, utensilios y electrodomésticos–, lo que
resultados encontrados por esta nueva vertiente disminuye el costo por persona para un estándar
literaria, con el objeto de sugerir posibles exten- de vida dado (Lanjouw y Ravallion, 1995).
siones del trabajo para futuras investigaciones. Por su parte, la condición migratoria
La mayoría de la literatura realiza el aná- del jefe de hogar y su cónyuge son tomados en
lisis de los componentes del consumo –e ingre- cuenta bajo el supuesto de que, generalmente,
so– utilizando como unidad de estudio a los ho- los individuos en esta situación poseen bajos ni-
gares y no a los individuos, debido a que algunas veles de educación, y por lo tanto, cuentan con
variables de interés como el acceso a servicios menores probabilidades de encontrar trabajos
públicos, pertenencia a un determinado grupo con altas remuneraciones. El caso de la mi-
étnico, tenencia de vivienda propia, entre otras, gración nicaragüense a Costa Rica es un claro
son más propias de los hogares que de las per- ejemplo de ello.
sonas. En este sentido, la practica convencional Otras variables demográficas que se con-
ha sido incorporar como variables explicativas sideran son la zona y la región en la que reside
del consumo de los hogares, la edad y el géne- el hogar, ya que se supone que los hogares en
ro del jefe –así como de otros miembros–, la las zonas rurales tienen menor acceso a bienes y
educación del jefe y su cónyuge, los activos que servicios públicos (educación, salud, telecomu-
posee el hogar –tanto financieros como físicos–, nicaciones); tienen una mayor dependencia de
la infraestructura de la zona en la que reside el actividades del sector primario –las cuales pro-
hogar, entre otros (Appleton, 1995). En el pre- ducen poco valor agregado, y por ende, pagan
sente trabajo se tomarán solamente las variables salarios menos competitivos– y poseen otras va-
sociodemográficas del hogar, dejando de lado riables idiosincrásicas, como hogares numerosos
aquellas relacionadas con el ingreso y los activos y jóvenes, que reducen el consumo per cápita.
financieros. Por último, algunos autores incluyen el
Una de las variables típicas que se intro- sector económico en el que labora el jefe de ho-
ducen en este tipo de modelos es el tamaño del gar, debido a que el nivel de remuneración para
hogar, bajo el supuesto de que un hogar con un un individuo con las mismas capacidades varía
mayor número de miembros disminuye el con- dependiendo de si éste se encuentra ocupado en
sumo per cápita. De esta manera, se concluye sectores dinámicos o estancados de la economía
normalmente que las personas que viven en – sector servicios frente al sector agroindustrial
hogares grandes –y generalmente más jóve- para el caso de Costa Rica, por ejemplo.
nes–, son típicamente más pobres. En la última Si bien la literatura señala grosso modo
década ha habido un gran debate en relación los potenciales factores explicativos del consu-
con este aspecto, en aras de distinguir cuál es mo, esta lista no es completa y exclusiva, sino
la causa y cuál el efecto en esta intricada corre- que depende en gran medida del entorno so-
lación. La relevancia de este asunto radica en cioeconómico del país en el que se desarrolla el
que, dependiendo de la posición que se asuma, estudio, y de la pericia del investigador.
Ahora bien, no todas las variables que Por último, existen otros factores no
afectan el consumo lo hacen de igual forma para económicos que inciden sobre la felicidad. Por
el bienestar de las personas. Es por ello que la re- ejemplo, estar desempleado reduce la felicidad
ciente literatura económica se ha enfocado en el independientemente y más allá del efecto in-
análisis de los factores que inciden sobre el bien- greso que produce (Clark y Oswald, 1994). De
estar subjetivo reportado por los individuos, y no igual forma, otras características del individuo
solamente sobre su nivel de consumo. La mayo- y del hogar como la edad, el género, el estado
ría de estas investigaciones han estado orienta- civil, la educación, la religión, la confianza en
das hacia la estimación de funciones de felicidad, las instituciones del gobierno, el grupo étnico
en la que la felicidad –reportada subjetivamente de pertenencia, la calidad del ambiente, el sis-
sobre una escala ordinal o cardinal– es la va- tema político, entre otros, tienen algún grado
riable dependiente, y varias características so- de incidencia sobre la medida de felicidad sub-
cioeconómicas del hogar o el individuo –básica- jetiva reportada.
mente las mismas que se utilizan para explicar A pesar de que la comparación entre los
el consumo– se introducen como regresores. determinantes del consumo y la felicidad subje-
Dentro de los principales hallazgos de tiva es la tendencia en este campo, la encuesta
estos estudios se encuentra que la felicidad au- sobre la cual se basa el presente trabajo no posee
menta con el ingreso (consumo) absoluto pero ninguna pregunta que permita extraer alguna
no proporcionalmente y a una tasa decreciente. aproximación de bienestar subjetivo, por lo que
Se ha demostrado que el consumo y la felicidad el análisis se circunscribirá a la determinación
se encuentran positivamente correlacionados de los factores que afectan el consumo de los es-
en análisis de datos de panel pero no en series tratos sociales más altos, dejando abierta la inte-
de tiempo. Así, en Estados Unidos y Japón el in- rrogante de si estos individuos son efectivamen-
greso real per cápita ha aumentado en el tiem- te los más felices de nuestro país para futuras
po, pero el promedio de la medida de felicidad investigaciones.
ha permanecido constante (Kingdon y Knight,
2005). Una explicación para lo anterior se en-
cuentra en el hecho de que las aspiraciones se Metodología y Análisis de Datos
ajustan paulatinamente al nivel de ingreso, y a
que la felicidad varía positivamente con el in- Construcción de las variables
greso, pero negativamente con las aspiraciones
(Easterlin, 2001). Los datos provienen de la Encuesta de In-
Segundo, la felicidad depende del ingre- gresos y Gastos de 2004 (ENIG 2004) realizada
so relativo, definido sobre el grupo de referencia por el Instituto Nacional de Estadística y Censos
o el tiempo de referencia que la persona tenga de Costa Rica (INEC). Esta institución recogió
en mente (Kingdon y Knight, 2005). Es decir, una extensa y representativa muestra a nivel na-
la percepción de los individuos sobre su propio cional que constó de 4,231 hogares. Dicha encues-
bienestar depende del contexto, ya que las per- ta presenta información de variables tanto a nivel
sonas se comparan con sus pares, con indivi- de personas –ingreso, edad, educación, género,
duos de otros estratos o consigo mismos en el empleo, entre otros– como de hogares –consumo
pasado (Duesenberry, 1949). Esto es, la posición del hogar clasificado por bienes y servicios, tenen-
del individuo en la distribución de consumo o cia de vivienda propia, acceso a servicios públicos,
ingreso de su grupo de referencia parece gober- entre muchos otros–, lo que permite realizar un
nar la felicidad. Este fenómeno, que en la cul- análisis exhaustivo sobre los determinantes que
tura anglosajona se ha llamado “Keep up with inciden en el bienestar de las personas. No obs-
the Jonesses”, es un reflejo de la frustración y tante, tal como lo comentamos anteriormente,
la envidia que sienten los individuos cuando se no existe ninguna pregunta sobre bienestar sub-
sienten impotentes de alcanzar el mismo están- jetivo que permita realizar un análisis cruzado
dar de vida de sus pares, independientemente de sobre los factores que inciden sobre el consumo y
la razón que motive esta disparidad. aquellos que inciden sobre la felicidad.
Al igual que la mayoría de estudios reali- Categoría 1: hogares con un consumo equi-
zados en este campo, el presente trabajo utiliza valente en el menor 20% de la distribución,
una medida métrica monetaria del bienestar, el Categoría 2: hogares un consumo equivalente
cual se define como el consumo equivalente de entre el 20% y el 40% de la distribución,
los adultos en el hogar. En este aspecto, se sigue Categoría 3: hogares un consumo equivalente
fundamentalmente la metodología desarrollada entre el 40% y el 60% de la distribución,
por Zúñiga et al. (2006): Categoría 4: hogares un consumo equivalente
“Para construir el agregado de consumo entre el 60% y el 80% de la distribución,
se utilizó Deaton (1997). El consumo se puede Categoría 5: hogares un consumo equivalente
dividir en cuatro principales grupos: i) alimen- entre el 80% y el 90% de la distribución,
tos, ii) bienes no alimenticios, iii) bienes dura- Categoría 6: hogares un consumo equivalente
bles y iv) vivienda. Para utilizarlo como medida entre el 90% y el 95% de la distribución,
de bienestar requiere algunas modificaciones. Categoría 7: hogares un consumo equivalente
En cuanto a los alimentos es necesario también entre el 90% y el 100% de la distribución.
incluir el valor de los bienes que son producidos
en el hogar y son para autoconsumo así como Nótese el mayor detalle en la separación
lo recibido en especie. En el gasto de bienes no de los últimos estratos, con el objeto de obtener
alimenticios deberían excluirse los impuestos y una mayor precisión en la caracterización de di-
gastos relativamente infrecuentes, y el gasto en chos grupos. Este enfoque favorece la identifi-
salud y educación son puntos a discutir, entre cación de grupos específicos para la aplicación
otras modificaciones. También deberían incluir- de políticas de educación, salud y empleo, en
se el valor de uso (no de compra) de los bienes aras de mejorar la igualdad social y aumentar
durables, así como el costo de uso de la vivienda las posibilidades de los individuos en los estratos
para todos los individuos. 2” bajos y medios de ascender en la distribución de
Se utiliza una medida de consumo en consumo.
lugar de una de ingreso, ya que existen medi-
ciones más precisas para el primero –con el in-
greso existe el problema de la subdeclaración Análisis de datos
en los deciles más altos– y a que, de acuerdo
con la hipótesis del ingreso permanente, éste La mayoría de las variables que se señalan
refleja de una mejor manera el status de largo en la literatura como posibles determinantes del
plazo de los individuos. Lo anterior por cuanto consumo se incluyen como variables explicati-
según dicha hipótesis, los agentes económicos vas en el modelo de regresión que se propone. De
tienden a suavizar el consumo en el tiempo, ya esta manera, se considera el tamaño del hogar,
que toman sus decisiones basados en el ingre- la edad y educación del jefe, la región y zona de
so permanente que obtendrán durante toda su residencia, entre otros, como variables trascen-
vida y no en el ingreso corriente. Como conse- dentes. La descripción precisa de las variables
cuencia, la fluctuación del consumo es menor utilizadas en el modelo econométrico se presen-
a la del ingreso. ta a continuación en el cuadro 3.1.
Debido a que el interés primordial del tra- Por su parte, el cuadro 3.2, presenta el
bajo es realizar un análisis a nivel de estratos, el promedio y la desviación estándar de las varia-
consumo equivalente del hogar se ha segregado bles consideradas. De ésta es posible observar
en siete categorías distintas de la siguiente ma- que el tamaño del hogar disminuye conforme
nera: se asciende en la distribución de consumo, mos-
trando que si bien existen economías de escala
en el uso de ciertos bienes durables para hoga-
2 Zúñiga, Paola et al. (2006). Cambios en la distribu-
res con un mayor numero de miembros, la re-
ción del bienestar a la luz de diferentes mediciones
de bienestar, en Costa Rica a la Luz de la Encuesta ducción en el consumo per cápita es el factor
de Ingresos y Gastos de 2004. Instituto Nacional dominante. Así, los hogares de la sexta y sétima
de Estadística y Censos (por publicarse), pp 9-10. categoría tienen respectivamente en promedio
Cuadro 3.1
Descripción de las variables utilizadas en el modelo econométrico
Nombre Descripción
Tam_hog Numero de miembro del hogar.
Jefems Toma el valor de 1 si el jefe de hogar es mujer y no está casada o en unión libre, 0 de otra
manera.
Conyuge Toma el valor de 1 si el jefe de hogar tiene cónyuge, 0 de otra manera.
Conytr Toma el valor de 1 si el cónyuge del jefe trabaja, 0 de otra manera.
Edad_j Edad del jefe de hogar.
Edad_c Edad del cónyuge.
Educ_j Años de educación del jefe de hogar.
Educ_c Años de edad del cónyuge.
Phomb Proporción de hombres en el hogar.
Pmenores18 Proporción de miembros menores de 18 años.
Pmayores55 Proporción de miembros mayores de 55 años.
Urbano Toma el valor de 1 si el hogar vive en una zona urbana, 0 de otra manera.
Central Toma el valor de 1 si el hogar vive en la región central, 0 de otra manera.
Migr Toma el valor de 1 si el jefe de hogar o su cónyuge nacieron en el resto de Centroamérica, 0 de
otra manera.
Asalariado, Cuentaprop, Toman el valor de 1 si el jefe de hogar ostenta dicha categoría de ocupación. 0 de otra manera.
Patrono
Preceptores Proporción de miembros preceptores en el hogar
Prentasyalq Proporción del ingreso total del hogar que proviene de rentas y alquileres
Vivpropia Toma el valor de 1 si el hogar tiene vivienda propia (aunque todavía la esté pagando), 0 de otra
manera.
3.13 y 2.88 miembros, en contraposición con las pasa de 52 a 61%, y en el segundo caso pasa de
familias más numerosas de la primera y segunda 66% a 75%.
categoría –4.08 y 3.93 miembros promedio. Evidentemente, una razón por la que te-
Puede verse también que la proporción de ner cónyuge aumenta el consumo de los hoga-
los hogares en los que el jefe de hogar es una res, se debe al hecho de contar con un ingreso
mujer sola –no casada ni en unión libre– no pre- adicional (potencial) al del jefe de hogar. De esta
senta un demarcado sesgo hacia los estratos más manera, al analizar la distribución de la propor-
bajos, sino que aproximadamente se encuentra ción de hogares en donde el cónyuge del jefe tra-
alrededor del 30 - 32 % para las siete categorías. baja, se observa que ésta se asemeja a la de la va-
No obstante, independientemente del género del riable anterior. Es decir, creciente a lo largo de la
jefe de hogar, el tener cónyuge favorece un mayor distribución de consumo. Así, dicha proporción
consumo equivalente de los hogares. Ilustrativa- para los hogares en la sexta categoría (36%) tri-
mente, el 75% de los jefes de hogar en el 5% más plica a la de los hogares en la primera categoría
rico de la distribución de consumo tiene cónyu- (11%) y duplica a la de los hogares en la segunda
ge, en contraposición con el 61% de los jefes de categoría (19%). Sin embargo, un aspecto digno
hogar que se ocupan en la cuarta categoría. de destacar es el hecho de que la mayor propor-
Al analizar cuidadosamente dichas pro- ción de cónyuges incorporadas (os) al mercado
porciones en las siete categorías propuestas, es laboral se encuentra en la sexta categoría y no en
posible identificar dos cambios significativos, la sétima. Esto parece reflejar que los hogares en
tanto al pasar de la tercera a la cuarta catego- el 5% más rico de la distribución, no necesitan
ría, como al pasar de la sexta a la sétima. En el del ingreso proveniente del cónyuge del jefe para
primer caso, la proporción de jefes con cónyuge mantener el status de vida deseado.
Cuadro 3.2
Media y desviación estándar de las variables consideradas
por categoría de consumo equivalente
Fuente: Cálculos del autor de conformidad con la base de datos para las variables relacionadas con las personas en la ENIG
(2004), suministrada por el INEC.
Tal como se señala en la mayoría de los es- y 7.55 años de educación promedio, respectiva-
tudios revisados, la educación es uno de los prin- mente. Es decir, la gran mayoría de los hogares
cipales factores a considerar a la hora de analizar en el 60% más bajo de la distribución de consu-
el ingreso y el consumo de los hogares. Esta pre- mo cuentan con jefes que no han concluido la
misa se observa claramente en el cuadro 3.1 en educación diversificada.
donde se consideran los años de educación tanto Con respecto a la composición de los ho-
del jefe de hogar como de su cónyuge. Así, se en- gares, se han tomado en cuenta tres variables: la
cuentra que los hogares en la quinta categoría proporción de hombres en el hogar, la proporción
tienen un jefe con 11.4 años promedio de educa- de miembros menores de 18 años y la propor-
ción (poco más de secundaria concluida), para la ción de miembros mayores de 55 años. Si bien
sexta categoría dicha variable aumenta a 14 (paso la literatura considera que un mayor número de
por la universidad) y finalmente, es 16.2 (poco hombres en el hogar incide positivamente sobre
más de un grado de licenciatura) para la última su ingreso o consumo –debido a que se supone
categoría. Para el caso del cónyuge, esta variable que estos son mejor remunerados en el mercado
toma valores de 11.4, 13.8 y 15 para la quinta, que las mujeres (brecha de género)–, los datos
sexta y sétima categoría respectivamente. La si- de la encuesta no parecen arrojar evidencia al
tuación es mucho menos alentadora al otro lado respecto, ya que la proporción de hombres en los
de la distribución, en donde en promedio los jefes hogares más pobres es la misma que en los ho-
de la primera categoría cuentan con apenas 5.24 gares más ricos. Contrariamente, la proporción
años de educación (primaria incompleta) y los de de miembros menores de 18 años sí se diferen-
la segunda y tercera categoría cuentan con 6.35 cia en el sentido que señala la teoría. Esto es,
Cuadro 4.1
Modelo Logit Ordenado para el consumo equivalente de los hogares
Seudo R2 0.2280
Fuente: Cálculos del autor de conformidad con la base de datos para las variables relacionadas con las personas en la ENIG
(2004), suministrada por el INEC.
por debajo de 18 años y por encima de 55– ven 4.2 muestra el efecto marginal de las variables
reducidas sus posibilidades de consumo. sobre dicha probabilidad.
Finalmente y tal como comentábamos Es claro que el signo de los efectos es con-
anteriormente, una variable que caracteriza a gruente con el signo obtenido en los coeficien-
las familias de ingresos altos es la composición tes del modelo Logit Ordenado, aunque éstas no
de su ingreso, que a diferencia de las familias de tienen un impacto determinante (la mayoría de
ingresos bajos, depende menos de los ingresos las probabilidades se encuentran por debajo del
provenientes del trabajo y tiene un mayor com- 10%). Esta situación se presenta especialmente
ponente de renta. Al analizar la proporción de en la sexta y sétima categoría, que representan
los ingresos del hogar que provienen de rentas los grupos entre el 90 y el 95% y entre el 95 y el
y alquileres, claramente se observa su impacto 100% de la distribución, respectivamente.
positivo y significativo sobre el consumo del ho- Es evidente que el hecho de ser patrono y
gar. Igualmente, el hecho de ser patrono se pre- poseer ingresos provenientes de rentas y alquile-
senta como una característica muy importante res son factores determinantes para no ubicarse
para ubicarse en la cúspide de la distribución de en el 60% más bajo de la distribución. El impacto
consumo. de estas dos variables disminuye considerable-
Ahora bien, aunque muchas de las varia- mente para las últimas dos categorías, aunque la
bles tienen un impacto positivo sobre el consu- probabilidad asociada a ellas es la más alta en am-
mo equivalente, no todas lo hacen de igual for- bos estratos. De hecho, el efecto marginal de casi
ma sobre la probabilidad de ocupar cada uno de todas las variables en las dos últimas categorías –
los estratos definidos anteriormente. El cuadro salvo las dos mencionadas anteriormente- es casi
Cuadro 4.2
Efectos marginales de las diversas variables socioeconómicas
por categoría de consumo equivalente
Variables 0 – 20 % 20 – 40 % 40 – 60 % 60 – 80 % 80 – 90 % 90 – 95 % 95 – 100 %
Tam_hog 0.0106 0.0170 0.0051 -0.0191 -0.0095 -0.0027 -0.0013
Conyuge -0.0239 -0.0362 -0.0081 0.0409 0.0192 0.0054 0.0027
Conytr -0.0328 -0.0538 -0.0196 0.0602 0.0320 0.0094 0.0047
Edad_j -0.0016 -0.0026 -0.0008 0.0030 0.0014 0.0004 0.0002
Educ_j -0.0164 -0.0261 -0.0079 0.0294 0.0146 0.0042 0.0021
Educ_c -0.0140 -0.0224 -0.0068 0.0252 0.0125 0.0036 0.0018
Urbano -0.0376 -0.0583 -0.0159 0.0656 0.0322 0.0093 0.0046
Central -0.0407 -0.0615 -0.0143 0.0693 0.0330 0.0094 0.0047
Asalariado -0.0345 -0.0529 -0.0133 0.0597 0.0287 0.0082 0.0041
Patrono -0.0727 -0.1474 -0.1375 0.1139 0.1534 0.0583 0.0318
Prentasyalq -0.2502 -0.3989 -0.1212 0.4495 0.2239 0.0647 0.0322
Fuente: Cálculos del autor de conformidad con la base de datos para las variables relacionadas con las personas en la ENIG
(2004), suministrada por el INEC.
despreciable, lo que permite inferir que los indivi- Un hecho importante de destacar es que
duos en estos estratos representan una población si bien el modelo tiene un mayor ajuste en ge-
muy exclusiva con características intrínsecas. neral –compárese el nuevo seudo R 2 de 0.3520
con respecto al 0.2280 del anterior– algunas va-
riables pierden significancia. Tal es el caso, de la
Modelo Logit diferenciando aquellos en el proporción de miembros menores de 18 años y la
40% más alto de la distribución condición de asalariado.
Otro aspecto interesante es que cuando
Luego de un cuidadoso análisis del cua- solamente se considera la regresión en términos
dro anterior se nota que los efectos cambian de de pertenecer o no al 40% más alto de la distri-
signo, justamente cuando se pasa de la tercera a bución de consumo, la educación del jefe, las va-
la cuarta categoría, lo que podría indicar que la riables espaciales (zona y región) y la proporción
composición estructural de las familias que se del ingreso del hogar que proviene de rentas y
encuentran en el 40% más alto de la distribu- alquileres, muestran un impacto menor. Este
ción de consumo cambia sustancialmente con hecho sugiere claramente que conforme se as-
respecto a aquellas que se encuentran en el 60% ciende a lo largo de la distribución de consumo,
más bajo. las variables tradicionales pierden importancia
Cuando se atiende el cambio estructural en favor de otras menos convencionales y difí-
que parece indicar el viraje en el signo de los ciles de capturar en un modelo estadístico. De-
efectos del cuadro 4.2, y se realiza una regresión bido a que no existe una mejora sustancial en la
Logit estableciendo solamente dos categorías explicación del consumo, al pasar de un modelo
–aquellas familias por encima del 60% de la dis-
ordenado a un modelo binario, se mantendrá el
tribución y aquellas por debajo–, las variaciones
primero para todos los análisis posteriores.
en el impacto que ejercen los distintos factores
considerados son mínimas.
Puede notarse que en el nuevo modelo las Perfiles hipotéticos y su ubicación en la
variables de migración y cuenta propia cambian distribución de consumo
de signo con respecto al Logit Ordenado –mos- Una forma de caracterizar a los grupos
trando un signo más acorde con lo que establece que se encuentran en las diferentes siete cate-
la teoría– pero no son significativas con un nivel gorías definidas en la sección anterior, es a tra-
de confianza del 5%. vés de la construcción de perfiles hipotéticos y
Cuadro 4.3
Regresión Logit sobre el consumo equivalente de los hogares
diferenciando aquellos en el 40% más alto de la distribución
0.3520
Seudo R2
Fuente: Cálculos del autor de conformidad con la base de datos para las variables relacionadas con las personas en la ENIG
(2004), suministrada por el INEC.
Nota: La variable dependiente toma un valor de 1 si la familia se encuentra en el 40% más alto de la distribución, 0 de otra
manera.
Cuadro 4.4
Cambios en los perfiles hipotéticos controlando por la proporción del ingreso
proveniente de alquileres y rentas
Fuente: Cálculos del autor de conformidad con la base de datos para las variables relacionadas con las personas en la ENIG
(2004), suministrada por el INEC.
Nota: Cuando la variable es dicotómica se muestra un 1 si se tiene la característica y 0 si no.
Cuadro 4.5
Cambios en los perfiles hipotéticos controlando por categoría ocupacional
Fuente: Cálculos del autor de conformidad con la base de datos para las variables relacionadas con las personas en la ENIG
(2004), suministrada por el INEC.
Nota: Cuando la variable es dicotómica se muestra un 1 si se tiene la característica y 0 si no.
una diferencia sustancial entre los hogares cuyo Del cuadro 4.6 puede observarse que la
jefe es asalariado y aquellos cuyo jefe es patrono, educación es un factor importante para ubi-
ya que aunque estos tengan el mismo nivel de carse en los estratos medios y altos, sobre todo
educación y el hogar perciba la misma propor- en la quinta y sexta categoría. De esta manera,
ción de rentas y alquileres, las probabilidades so- un hogar cuyo jefe sea de la zona urbana, de la
bre el espectro de categorías son muy disímiles. región central, no migrante, que posea nivel de
El resultado anterior, sugiere analizar maestría y que no perciba ingresos provenien-
cuál es el efecto de la educación sobre las posi- tes de rentas y alquileres tiene una probabilidad
bilidades reales de que un hogar alcance cierto de 32.89% de estar en la quinta categoría, un
grado de movilidad social y ascienda a lo lar- 18.07% de estar en la sexta, y un 12.09% de es-
go de la distribución de consumo. Por efectos tar en la última. Cuando la educación del jefe
prácticos dicho análisis se realiza solamente de hogar se reduce a nivel de licenciatura las
para los años de educación del jefe. probabilidades disminuyen a 30.77%, 13.85% y
Cuadro 4.6
Cambios en los perfiles hipotéticos controlando por la educación del jefe
Fuente: Cálculos del autor de conformidad con la base de datos para las variables relacionadas con las personas en la ENIG
(2004), suministrada por el INEC.
Nota: Cuando la variable es dicotómica se muestra un 1 si se tiene la característica y 0 si no.
8.31%, respectivamente. Si el jefe tuviese nivel pobres, y cuál es la brecha con respecto a distin-
de bachillerato universitario, las probabilidades tos estándares de calidad de vida (línea de pobre-
serían 28.95%, 11.92% y 6.85%, mientras que za, necesidades básicas o capacidades sociales).
si tuviese sólo secundaria completa las mismas Raramente se parte de analizar cuáles son las
serían 19.27%, 6.02% y 3.10%. características de los grupos sociales que se ocu-
Nótese que cuando se reducen los años de pan en los estratos más altos de la distribución
educación del jefe, si bien es cierto se reducen de consumo, y en cuánto se diferencian éstos de
las probabilidades de ocuparse en los estratos sus contrapartes más pobres.
superiores, la caída no es tan dramática como En consonancia con la mayoría de estu-
cuando se disminuye la proporción de rentas y dios en este campo el presente trabajo estimó un
alquileres o cuando se cambia el status laboral modelo Logit Ordenado para siete categorías de
del jefe de asalariado a patrono. consumo, definidas asimétricamente (dando un
Un análisis de los anteriores perfiles per- mayor nivel de desagregación a los estratos más
altos). Para el agregado de consumo se utilizó
mite concluir que si bien la educación es un fac-
una medida métrica monetaria según la meto-
tor importante para no ser pobre, se encuentra
dología desarrollada por Zúñiga et al. (2006).
supeditada al hecho de ser patrono y poseer una
En cuanto a la composición del hogar se en-
alta proporción del ingreso proveniente de ren-
contró que, como para casi todos los países subde-
tas y alquileres, como determinante de la rique- sarrollados, el tamaño del hogar ejerce un impacto
za. Así por ejemplo, el primer perfil del cuadro negativo sobre el consumo de los hogares, ya que
4.6 muestra que un hogar cuyo jefe tiene nivel disminuye el consumo per cápita Sin embargo,
de maestría, es asalariado y no percibe rentas no sólo el número de miembros del hogar es im-
y alquileres, tiene apenas una probabilidad de portante, sino también su distribución por rango
12.09% de pertenecer al último estrato. Esta de edad. Así, es posible observar que tanto la pro-
misma probabilidad es de 30.42% cuando el porción de miembros menores de 18 años como la
jefe tiene menor educación –nivel de licenciatu- proporción de miembros mayores de 55, tienen un
ra– pero es patrono y percibe 10% de su ingreso signo negativo en el modelo de regresión, aunque
proveniente de rentas y alquileres. Esto demues- sólo la primera variable es significativa con una
tra, que la combinación “patrono-proporción de tolerancia de 5%. De igual forma, la proporción
rentas y alquileres” domina las probabilidades de de hombres en el hogar tiene un signo positivo –lo
ubicarse en la cúspide de la distribución. cual concuerda con lo esperado, ya que se supo-
Es posible deducir entonces, que si bien la ne que los hombres son mejor remunerados en el
educación es un factor que garantiza no ubicar- mercado laboral–, sin embargo, no es significativa
se en los estratos más bajos de la distribución de al mismo nivel de confianza.
consumo, no es suficiente para ocuparse en los Otro aspecto interesante de destacar es
estratos más altos. que los hogares más ricos son aquellos en los
que el jefe de hogar tiene cónyuge y éste trabaja;
aunque la mayor proporción de cónyuges tra-
Conclusiones bajando no se encuentra en la sétima categoría
sino en la sexta, lo que de alguna manera refleja
Tradicionalmente en los estudios sobre que los hogares más ricos no dependen del in-
bienestar se ha privilegiado el análisis de los de- greso del cónyuge para mantener el nivel de vida
terminantes que inciden sobre el consumo de las deseado. Por otro lado, llama la atención que la
familias con menores ingresos, con el objeto de proporción de hogares en donde el jefe de hogar
entender cuáles son las limitaciones (físicas, sico- es una mujer no presenta ningún sesgo hacia los
lógicas y sociales) que dichas familias enfrentan estratos más bajos, sino que parece uniforme a
y cuáles medidas de política se deberían empren- lo largo de toda la distribución.
der para revertir esta situación. De esta forma, En la mayoría de estudios se presenta la
podría decirse que el análisis convencional ha educación como uno de los factores más impor-
estado circunscrito a diagnosticar cuáles son los tantes para alcanzar movilidad social, lo cual se
recursos y capacidades que poseen las personas verifica en este estudio. Tanto la edad del jefe
como la del cónyuge, ejerce un impacto conside- Deaton, A. 1997. The analysis of households
rable sobre el consumo de los hogares. Así, para surveys: A microeconomic approach to
la sexta y sétima categoría, el jefe de hogar tie- development policy. World Bank and
ne respectivamente 14 y 16.2 años de educación Johns Hopkins University Press.
promedio, mientras que su cónyuge tiene 13.8 y
15 años. Al otro de la distribución la situación es
muy desalentadora ya que la gran mayoría de los Duesenberry, J. 1949. Income, savings and the
hogares en el 60% más bajo de la distribución theory of consumer behavior. Cambridge:
de consumo cuentan con jefes que no han con- University of Harvard Press.
cluido la educación diversificada, lo cual limita
mucho sus posibilidades de ascenso. Easterlin, R. 2001. Income and happiness:
Otro de los resultados dignos de destacar Towards a unified theory. The Economic
es el hecho de que existe una brecha considerable Journal.111. 465-84.
entre las posibilidades de consumo que ostentan
las familias de la zona urbana de la región cen-
tral, en relación con el resto del país. Ghandi, G. y J. Knight 2005. Subjective well
Dos variables que resultan determinantes being poverty versus income poverty
sobre la probabilidad de que una familia se ocu- a nd c apa bilit ies pover t y. Work ing
pe en los estratos más altos de la distribución Paper, Development Policy Research
de consumo, son la proporción del ingreso del Unity.
hogar proveniente de rentas y alquileres y la ca-
tegoría ocupacional del jefe (patrono o asalaria- Glewwe, P. y J. Hanan (2004). Economic growth
do). En este sentido, es posible observar que la and the demand for education: is there a
combinación “proporción de rentas y alquileres-
wealth effect? Journal of Development
patrono” asegura el éxito económico por encima
Economics. 74. 33-51.
de cualquier otra combinación de las variables
incluidas en el modelo.
Tal como se comentó con antelación, es XII Informe Estado de la Nación. 2007.
imposible concluir cuál es la correlación que Proyecto Estado de la Nación, Costa Rica.
existe en nuestro país entre el consumo y la feli- Disponible en www.estadonacion.or.cr .
cidad subjetiva reportada por los hogares, ya que
no existe ninguna medición directa o indirecta Lanjouw, P. y M. Ravallion. 1995. Poverty and
de ésta. Como recomendación, sería deseable
household size. The Economic Journal.
que el Instituto Nacional de Estadística y Censos
105. 1415-34.
incluya un módulo en la Encuesta de Ingresos
y Gastos para capturar estas percepciones, que
aunque subjetivas son de gran utilidad para el Runciman, W. 1996. Relative deprivation and
análisis del bienestar social y la implementación social justice. Berkeley: University of
de políticas públicas. California Press.