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DEFINICION DE TRIBUTO:
Son prestaciones que el estado exige (en el ejercicio de su poder de imperio y en virtud
de una ley) con el objeto de obtener recursos para cumplir con sus fines.
Es decir que una obligación cuya única fuente es la ley.-
SISTEMA TRIBUTARIOS:
CLASIFICACIONES DE TRIBUTOS:
ESPECIES DE TRIBUTARIAS:
1) IMPUESTO ( DEFINICION):
INDIRECTOS:
2) TASAS ( DEFINICION):
ELEMENTOS CARACTERIZADORES:
a) Tributo vinculado.
b) Contraprestación.
c) Que el servicio o actividad administrativa sea individualizada.
d) Carácter obligatorio de la demanda o recepción de la actividad.
e) Puede o no hacer un beneficio.
LEGISLADOR:
FALLO DE TASAS:
contribución especial de mejoras creada por ley, con el propósito de obtener los
recursos necesarios para el servicio de un empréstito destinado a la apertura y
pavimentación de un camino entre las ciudades de La Plata y Avellaneda hasta el
límite de la Capital Federal; dicha ley establecía que la financiación estaría
compuesta por el 30% de fondos públicos y 70% de propiedades linderas al
camino. Como fundamento de la acción promovida se sostiene que el mencionado
tributo es incompatible con los principios consignados en la Constitución Nacional
en protección de la propiedad privada, pues, absorbería íntegramente el valor de
las propiedades afectadas, sin tener en cuenta el valor de dichos bienes
El demandante sostiene que esta ley es inconstitucional: 1° porque establece una
verdadera confiscación, porque absorbe la totalidad del valor de los inmuebles
afectados; y 2° porque no toma en cuenta el valor de los bienes, sino el costo de la
obra a realizar, costo fijado arbitrariamente por la ley misma, con lo cual, según el
actor se viola el artículo 17 de la Constitución que declara inviolable la propiedad y
garante que ningún habitante de la Nación será privado de ella, sino en virtud de
sentencia fundada en ley.
Por su parte la Provincia negó que el costo del afirmado absorba el valor de la
propiedad, y sostuvo que, aunque fuera igual, no sería inconstitucional un
impuesto que solo importa el cobro de la valorización recibida por el inmueble.
Corte: La obra benefició a todos, por lo que afecta intereses públicos y no
particulares, cobrarlo como contribución de mejora es confiscatorio. A su vez la
Corte define “confiscatoriedad” como el monto que absorba una parte sustancial
de la propiedad. Las contribuciones especiales solo pueden cobrarse cuando haya
un beneficio particular y este no es el caso; no es razonable que el 70% sea
financiado por los propietarios de las viviendas linderas, debe existir un criterio de
razonabilidad.
SUBESPECIES:
FALLO DE PEAJES:
*FALLO HORVARTH*
respecto de la ‘tasa’ por inspección de seguridad e higiene, por entender que resultaban
inconstitucionales las normas que regulaban dicho tributo.
2.-) SENTENCIA DE LA CSJN: La CSJN resaltó los siguientes argumentos dispuestos
por el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de La Rioja:
En primer lugar, consideró que la vía elegida no era apta para lograr la solución
pretendida por la actora.
En segundo lugar indicó que el tributo por inspección de seguridad e higiene que
percibe la municipalidad de La Rioja pertenecía a la categoría ‘tasa’ ya que la prestación
del contribuyente era correlativa de una actividad estatal concreta que justificaba el
tributo.
Finalmente, rechazó la tacha de confiscatoriedad formulada por la actora. Al respecto,
señaló que la accionante no había aportado pruebas que demostraran que el tributo
impugnado absorbiera una parte sustancial de sus ingresos o patrimonio, sino que se
había limitado a denunciar que el importe del tributo había sido incrementado
significativamente en el año 2005 y a aducir que ello superaba el costo del servicio y
obstaculizaba insalvablemente su actividad.
Contra dicho pronunciamiento, la actora interpuso recurso extraordinario federal, que
fue concedido.
La CSJN remite a lo dispuesto en el antecedente “Laboratorios Raffo S.A. C/
Municipalidad de Córdoba”, donde se reafirma que al cobro de una ‘tasa’ debe
corresponder siempre la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio
relativo a algo no menos individualizado (bien o acto) del contribuyente. En autos no se
acreditó que el servicio relacionado con la ‘tasa’ en cuestión haya sido efectivamente
prestado a la actora.
Por ello, se declaró formalmente admisible el recurso extraordinario y se revoca la
sentencia apelada.
4) FALLO HORVATH.
-Pablo Horvath inicia un reclamo contra el Fisco Nacional para que se le restituyan los
importes pagados en el mes de Noviembre del año 1985 en concepto de "ahorro
obligatorio" impuesto por la Ley 23.256.
-El juez de primera instancia hizo lugar al reclamo y ordenó el pago de la suma pagada,
con los correspondientes intereses.
-Se apela. En la Cámara de Apelaciones se revoca el pronunciamiento del juez de
primera instancia, y se rechaza la demanda interpuesta por Horvath.
-Se interpone un recurso extraordinario y el caso llega a la Corte Suprema de Justicia de
la Nación.
La Ley 23.256 Impone la obligación de los contribuyentes a aportar sumas de dinero a
las cuentas del Estado, lo cual se denomina "ahorro obligatorio" o "empréstito forzoso".
La misma, toma como base para determinar los contribuyentes aportantes, la capacidad
económica resultante de la renta y el patrimonio de los mismos.
Este "ahorro obligatorio" cumple un requisito constitucional fundamental, que es el de
la temporalidad, por lo que, éste va a tener vigencia por dos periodos anuales.
El régimen de "ahorro obligatorio" impone coactivamente a los contribuyentes
explicitados a abonar sumas de dinero a las cuentas estatales, pero también compromete
al Estado a la restitución posterior de los importes a los contribuyentes, con sus
correspondientes intereses.
Corte Suprema de Justicia de la Nación: Se plantea la inconstitucionalidad del régimen
de ahorro obligatorio impuesto por la Ley 23.256.
En cuanto a este tema, la Corte resume que la ley es válida desde el punto de vista
constitucional ya que fue una ley emanada del Congreso y que ha cumplido todos los
pasos para su promulgación, y dice: "El régimen de "ahorro obligatorio", instituido por
la ley 23.256, resulta en principio en un análisis integral del instituto, y en orden a las
impugnaciones del accionante-, válido desde el punto de vista constitucional, pues el
Congreso se encontraba facultado para establecerlo en virtud del Inc. 2 del Art. 67 de la
Constitución Nacional (texto 1853-1860).
Se plantea que, en tanto el contribuyente no invoque y pruebe que en el ejercicio en que
debió abonar el gravamen preestablecido cuestionado haya desaparecido o disminuido
sustancialmente la capacidad contributiva presumida por la ley, no va a tener aptitud
procesal para agraviarse con sustento en materia constitucional.
Establecen que, Pablo Horvath no debería haber planteado la inconstitucionalidad de la
Ley para que se le restituyan las sumas abonadas, sino que debería haber probado su
carácter confiscatorio en su caso en particular, que tiene como límite el 33% de la
totalidad de los bienes afectados, y que comprometería la garantía establecida en el
artículo 17 de la Constitución Nacional.
La confiscatoriedad se debe probar en su caso "concreto y circunstanciado", o sea, que
en el caso en particular se produzca una absorción por parte del Estado de una porción
sustancial de su renta.
Decisión: La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó por mayoría el fallo
apelado, es decir, el rechazo de la demanda.
CSJN, 03/09/1989.
4.-) SENTENCIA DE LA CSJN: La CSJN coincide con la visión del a quo en cuanto
coincide con el principio según el cual la validez de aquellas, como la de todos los
tributos, depende de un interés público que justifique su aplicación y que, la sola
circunstancia de que el contribuyente carezca de interés en el servicio estatal no basta
para eximirlo del pago de la tasa respectiva.
En disidencia el Dr. Augusto César Belluscio agrega que la excesiva latitud de la norma
impugnada al no discriminar debidamente los servicios cuya manutención solicita,
posibilita la eventual recaudación de los fondos para una finalidad ajena a la que
presuntamente le habría dado origen.
CSJN, 16/05/1956.
que nadie puede válidamente ir contra sus propios actos (nemo potest contra factum
venire); resultando que la protesta es un requisito indispensable para fundar la acción de
repetición de impuesto y debe ser expresa y concreta. Pero aún a pesar de esto, la
opinión de los Jueces que emanaron la sentencia giró en torno a la carga de la prueba, y
la comprobación efectiva de la no prestación del servicio. A tales efectos, el juez
Centanaro, interviniente en la segunda instancia de la causa, dijo: (..) la actora alega la
ausencia de las prestaciones cobradas por el GCBA y que en consecuencia los pagos
efectuados fueron sin causa. Afirma que dichos servicios han sido prestados por la
Administración General de Puertos; sin embargo, no acredita en el expediente dicha
afirmación, por el contrario (…) surge que los inmuebles en cuestión no se encuentran
dentro de las zonas dadas en concesión a la Administración General de Puertos (…).
Cabe recordar que las partes tienen la carga de aportar al proceso los elementos
necesarios a fin de convencer al juez que los hechos sucedieron en la forma que se
alega, quien no prueba los hechos que debe probar pierde el pleito, si de ellos depende
la suerte de la litis. A raíz de estos dichos, se entiende que el mentado Juez atribuye la
carga de la prueba referida a la ausencia de prestación a Central Puerto, por ser quien
alegó tal circunstancia fáctica en su demanda; que posteriormente la actora no acreditó
dicha afirmación con la prueba producida. Se entiende entonces que la parte actora
adolece de defectos para probar fehacientemente lo pretendido. No obstante no se hace
alusión a la doctrina de las cargas probatorias dinámicas. En consecuencia con lo
establecido en este punto, el juez Corti, que también intervino en la instancia de
apelación dice que: Es cierto que en el último párrafo de dicho informe (…) se niega
que la Ciudad hubiese realizado servicios y obras, pero se trata de una afirmación de
carácter dogmático, que no encuentra apoyatura en otras pruebas concordantes. (...)
Evaluada entonces a la luz de las reglas de la sana - 22 - crítica, la prueba producida en
autos es a mi juicio insuficiente para convalidar en los hechos la pretensión de la actora.
Una vez planteada la cuestión ante el Tribunal Superior de Justicia, se resolvió en forma
desfavorable para la parte actora. Al respecto de la cuestión de la carga probatoria, el
mentado tribunal se expidió diciendo que: Si bien nos referimos a un hecho negativo
(…), no existen razones que releven a dicha parte de la carga de la prueba, ya que la
regla según la cual “la negativa no debe probarse” sólo es válida cuando se refiere a la
mera negativa o desconocimiento, por parte del demandado, de los hechos afirmados
por el actor., supuesto distinto al de autos (…). Y tampoco se trata de un caso de
“prueba diabólica” o de imposible cumplimiento, ya que si bien el hecho negativo no es
susceptible de comprobación directa, la actora podría haber intentado acreditar hechos
positivos que permitan presumir el negativo (…), cosa que no hizo. Como se puede ver,
los criterios de la Cámara de Apelaciones y del Tribunal Superior coinciden respecto al
tratamiento de la carga de la prueba.-