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20 de noviembre de 2023
Actividad 1. “Estructura y comunicación celular”
Realizado por Miguel Domínguez Ortega
Laboratorio 1
A. ¿Qué significa que los neurotransmisores son de naturaleza hidrofílica? ¿Qué
moléculas de la membrana plasmática (hidratos de carbono, fosfolípidos o
proteínas) son las responsables del ambiente hidrofóbico? Relaciona estas dos
preguntas con el hecho de que la acetilcolina se una a receptores en la superficie de
la célula postsináptica en lugar de atravesar la membrana plasmática
directamente.
Los neurotransmisores, como podrían ser la acetilcolina (ACh), el glutamato (Glu) o la
dopamina (DA), se caracterizan porque son moléculas orgánicas de naturaleza
hidrofílica. Esto significa que dichas moléculas que son solubles al agua.
Cuando la señal del sistema nervioso llega a la célula muscular, se libera un mensaje
químico llamado en este caso acetilcolina como neurotransmisor en el espacio sináptico.
Seguidamente la acetilcolina se junta con los receptores nicotínicos de la célula
muscular permitiendo la entrada de sodio, realizando una despolarización en la
membrana muscular y liberando el calcio para así provocar una contracción muscular.
Figura 5:
Elemento 1 - Neurona presináptica
Elemento 2 - Célula postsináptica
Elemento 3 - Vesícula sináptica (almacena acetilcolina)
Elemento 4 - Acetilcolina
Elemento 5 - Receptores nicotínicos para la acetilcolina
Al ser los medicamentos antagonistas los únicos que poseen afinidad por el receptor de
acetilcolina, si llegase B a la contracción muscular, este interrumpiría la interacción e
inhibiría la función de un agonista, como por ejemplo la acetilcolinesterasa.
En este ejemplo, el antagonista alfa-bungarotoxina bloquearía los receptores de
acetilcolina, uniéndose de manera irreversible, inhibiéndose la función de la
acetilcolinesterasa, causando parálisis, fallo respiratorio e incluso la muerte.
La toxina botulínica es una sustancia neurotóxica sintetizada por una bacteria. Puede
actuar como un veneno provocando botulismo, enfermedad que se define por la
manifestación de diferentes síntomas vegetativos, como sequedad en la boca, náuseas
y vómitos. Además, puede provocar una parálisis muscular progresiva que puede ser
mortal. La industria médica utiliza la capacidad de esta toxina para provocar parálisis
muscular para el tratamiento de varios trastornos neurológicos. Además, también se
utiliza en la industria cosmética como remedio para las arrugas faciales.
Los carbamatos son un grupo de compuestos químicos que se derivan del ácido
carbámico. Estos compuestos funcionan como insecticidas al provocar la inactivación
reversible de la enzima acetilcolinesterasa, lo que provoca la muerte de los insectos
objetivo. Los repelentes de insectos son un tipo de insecticida a base de carbamato.
Los organofosforados, por otro lado, son un tipo de compuesto orgánico biodegradable
que contiene enlaces fósforo-carbono. Se utilizan para controlar plagas de insectos
persistentes que requieren un manejo a largo plazo. A diferencia de los carbamatos, los
organofosforados provocan una inactivación irreversible de la enzima
acetilcolinesterasa, lo que provoca un síndrome de intoxicación colinérgica grave.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Jeevendra Martyn, J.A. (2016). Fisiología y Farmacología neuromusculares.
España: Editorial Elsevier España, S.L.U.
Alberts y cols. (1996,2014). Biología Molecular de la célula. 3ª y 4 edición.
España: Editorial Omega.