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LA VELOCIDAD DE LA LUZ

La velocidad de la luz en el vacío es por definición una constante universal de


valor 299.792.458 m/s[ (suele aproximarse a 3·108 m/s), o lo que es lo mismo
9,46·1015 m/año; la segunda cifra es la usada para definir al intervalo llamado año luz.

Se simboliza con la letra c, proveniente del latín celéritās (en español celeridad o rapidez), y
también es conocida como la constante de Einstein.

El valor de la velocidad de la luz en el vacío fue incluida oficialmente en el Sistema


Internacional de Unidades como constante el 21 de octubre de 1983, pasando así el metro a
ser una unidad derivada de esta constante.

La rapidez a través de un medio que no sea el "vacío" depende de su permitividad eléctrica, de


su permeabilidad magnética, y otras características electromagnéticas. En medios materiales,
esta velocidad es inferior a "c" y queda codificada en el índice de refracción. En modificaciones
del vacío más sutiles, como espacios curvos, efecto Casimir, poblaciones térmicas o presencia
de campos externos, la velocidad de la luz depende de la densidad de energía de ese vacío.

Velocidad constante para todos los marcos de referencia


Es importante observar que la velocidad de la luz no es un límite de velocidad en el sentido
convencional. Un observador que persigue un rayo de luz lo mediría al moverse paralelamente
él mismo viajando a la misma velocidad como si fuese un observador estacionario. Esto
conllevaría a consecuencias inusuales para la velocidad.

La mayoría de los individuos están acostumbrados a la regla de la adición de velocidades: si


dos coches se acercan desde direcciones opuestas, cada uno viajando a una velocidad de
50 km/h, se esperaría (con un alto grado de precisión) que cada coche percibiría al otro en una
velocidad combinada de 50 + 50=100 km/h.

Sin embargo, a velocidades cercanas a la de la luz, en resultados experimentales se hace claro


que esta regla no se puede aplicar. Dos naves que se aproximen una a otra, cada una viajando
al 90% de la velocidad de la luz relativas a un tercer observador entre ellas, no se percibirán
mutuamente a un 90% + 90%=180% de la velocidad de la luz. En su lugar, cada una percibirá a
la otra aproximándose a menos de un 99,5% de la velocidad de la luz. Este resultado se da por
la fórmula de adición de la velocidad de Einstein:

donde v y w son las velocidades de las naves observadas por un tercer observador, y u es la
velocidad de cualquiera de las dos naves observada por la otra.

Contrariamente a la intuición natural, sin importar la velocidad a la que un observador se


mueva relativamente hacia otro observador, ambos medirán la velocidad de un rayo de luz
que se avecina con el mismo valor constante, la velocidad de la luz.

La ecuación anterior fue derivada por Einstein de su teoría de relatividad especial, la cual toma
el principio de relatividad como premisa principal. Este principio (originalmente propuesto
por Galileo Galilei) requiere que actúen leyes físicas de la misma manera en todos los marcos
de referencia.
Velocidad e índice de refracción

La velocidad con que la luz se propaga a través de un medio homogéneo y transparente es una
constante característica de dicho medio, y por tanto, cambia de un medio a otro.
Debido a su enorme magnitud la medida de la velocidad de la luz c ha requerido la invención
de procedimientos ingeniosos que superarán el inconveniente que suponen las cortas
distancias terrestres en relación con tan extraordinaria rapidez. Métodos astronómicos y
métodos terrestres han ido dando resultados cada vez más próximos. En la actualidad se
acepta para la velocidad de la luz en el vacío el valor c = 299,792,458 m/s. En cualquier medio
material transparente la luz se propaga con una velocidad que es siempre inferior a c. Así, por
ejemplo, en el agua lo hace a 225 000 km/s y en el vidrio a 195 000 km/k.

Reflexión de la luz

Igual que cualquier otra onda la luz, cuando llega a la superficie de separación de dos medios
distintos, parte se refleja, volviendo al mismo medio aunque cambiando de dirección, y parte
pasa al segundo medio donde se refracta y absorbe parcialmente. La reflexión de la luz se
produce cuando, al incidir contra un obstáculo, experimenta un cambio de dirección o de
sentido volviendo por el mismo medio que se propagaba. Si la superficie presenta
irregularidades ⇒ reflexión difusa. Si la superficie es lisa y pulimentada (espejo, metal) ⇒
reflexión especular. Se cumplen las dos leyes de la reflexión.

Indice de refraccion

La velocidad de la luz es una magnitud finita que tiene distinto valor según el medio en el que
se propague. En el vacío es donde la luz viaja a mayor velocidad. En cualquier otro medio esta
velocidad es menor. Un medio por el que se pueda propagar una OEM se caracteriza por su
íındice de refracción, n, una magnitud adimensional que se define como el cociente entre la
velocidad de la luz en el vacío, c y la velocidad en dicho medio, v. De la definición se deduce
que todos los medios, excepto el vacío, tienen un índice de refracción mayor que la unidad.

El valor de la velocidad de la luz en el vacío es una constante, introducida en el


Sistema Internacional de Unidades en 1983, y se define como la distancia que recorre
la luz en el vacío en 1/299792458 segundos. Su valor es independiente de la longitud de
onda y viene dado por:
vluz=c=299792458 m/s

Este valor se suele aproximar a 3·108 m/s.


A continuación estudiaremos:
 Qué es y cómo usar el índice de refracción para calcular la velocidad de la luz
en un medio distinto del vacío
 Dos experimentos clásicos para determinar la velocidad de la luz, el
de Roemer y el de Fizeau, así como las variaciones que introdujo Foucault

¿Empezamos?

Índice de refracción
El valor de la velocidad de la luz es constante en un mismo medio, sin embargo,
cuando se produce un cambio a otro medio transparente, el valor de la velocidad
también cambia, tal y como se pone de manifiesto en el fenómeno de la refracción. En
el caso de la luz es habitual usar el índice de refracción absoluto y el relativo para
cuantificar este cambio.

El índice de refracción absoluto n de un medio es un número adimensional que


relaciona la velocidad de fase de la onda en un medio de referencia, v0 , con la
velocidad de la onda en ese medio, v. En el caso de la luz consideramos como
referencia el vacío, v0 = c , quedando:
n=c/v

El índice de refracción absoluto de un medio nos sirve para calcular la velocidad de la


luz en él y cuenta con las siguientes características:

 Su valor en el vacío es n=1 para cualquier longitud de onda


 En cualquier otro medio, su valor depende de la longitud de onda y es una
propiedad característica de cada medio para dicha longitud de onda n(λ). Esto
implica que la velocidad de la luz en un medio distinto del vacío depende de la
longitud de onda
 Su valor es siempre mayor o igual que uno, pues c>v. A mayor n, menor es la
velocidad de la luz en ese medio
 Cuando un medio tiene un índice de refracción mayor que otro se dice que es
más refrigente
 Se puede relacionar con la permitividad relativa εr y la permeabilidad
relativa μr del medio según n=√εr⋅μr Y dado que, a las frecuencias de la luz,
normalmente μr = 1, nos queda n=√εr
El índice de refracción relativo de un medio respecto a otro es un número
adimensional que relaciona la velocidad de la onda en ambos medios. Su expresión
viene dada por:
n2,1=n 2/n 1=v1/v2=λ1/λ2

Donde:

 n2,1, n2, n1 : Índice de refracción del medio 2 respecto al 1, indice de refracción


absoluto del medio 2 e índice de refracción absoluto del medio 1
respectivamente
 v1,v2 : Velocidad de la onda en el medio 1 y en el 2 respectivamente. Su unidad
de medida en el Sistema Internacional (S.I.) es el metro partido segundo ( m/s )
 λ1, λ2 : Longitudes de onda en los medios 1 y 2 respectivamente. Su unidad de
medida en el S.I. es el metro

El índice de refracción relativo pone de manifiesto que cuando la luz pasa de un medio
a otro más refrigente, se propaga a menor velocidad y menor longitud de onda.

Comprobación

n2,1=n2n1=[1]c/v2/c/v1=v1/v2=[2]f⋅λ1f⋅λ2=λ1λ2
[1]n=c/v
[2]v=f⋅λ

Método de Roemer
El astrónomo Olaf Roemer (1644 - 1710) de origen danés fue el primero en medir con
éxito, de manera aproximada, la velocidad de la luz. Para ello estudió las órbitas del
satélite Ío de Júpiter al pasar detras del planeta. La siguiente figura nos ayudará a
comprender, de manera simplificada, su método:
Método Roemer
El cono de sombra que crea el Sol tras Júpiter es atravesado periódicamente por Ío. Esto hace que,
desde la Tierra, Ío desaparezca y reaparezca cada cierto tiempo, oculto en dicha sombra. Las
posiciones en las que se ha dibujado la Tierra corresponden a la más cercana y a la más alejada de
Júpiter respectivamente, y ayudaron a Roemer a medir la velocidad de la luz por primera vez.
Roemer observó que, cuando Júpiter se hallaba a la distancia mínima de la Tierra, el
tiempo entre dos salidas sucesivas de la sombra era de 42 h y 28 minutos,
aproximadamente. Por contra, cuando la Tierra estaba en su punto más alejado el
periodo se incrementaba 22 minutos.

La conclusión era que el incremento de tiempo se debía al lapso de tiempo que


tardaba la luz en recorrer la distancia adicional. Dicha distancia, representada en la
figura por d , correspondía al diámetro de la Tierra alrededor del Sol, que en aquella
época no se conocía con total precisión. Esto, unido a las imperfecciones de sus
aparatos de medida, le llevo a calcular que la velocidad de la luz era de v=2.14·108 ( a
partir de una simple relación v = d/t siendo t = 22·60 segundos ) . Aunque imprecisa,
bastó para desterrar la idea de que la velocidad de la luz era infinita.
Imagen
Presta atención a la siguiente figura:

Imagen en espejo
La superficie azulada de la figura es un espejo que refleja todos los rayos de luz que llegan a él. Un
objeto luminoso, P, proyecta rayos que, al reflejarse, son percibidos por un observador como si
proviniesen de P': El cerebro sitúa su posición prolongando en linea recta, hacia atrás, los rayos que
le llegan. Por eso, decimos que P' es la imagen de P.
El objetivo principal de los sistemas ópticos es la formación de imágenes. Cuando
todos los rayos de un objeto puntual que pasan por el sistema óptico convergen en un
punto, decimos que dicho punto es la imagen del objeto. En el caso de los objetos no
puntuales, los distintos puntos de la superficie del mismo convergerán en distintos
puntos de la imagen formando una réplica del objeto original. La imagen puede ser
clasificada:

 Atendiendo a su orientación:
o Derecha : Tiene la misma orientación
o Invertida : Tiene la orientación contraria
 Atendiendo a su tamaño:
o Aumentada : Es más grande que el objeto
o Tamaño natural : Es tan grande como el objeto
o Disminuida : Es más pequeña que el objeto
 Atendiendo a la procedencia de los rayos:
o Real : Se forma por la intersección de los rayos convergentes que
provienen del objeto, tras pasar por el sistema óptico. En un espejo
aparecen delante y en un dioptrio detrás
o Virtual : Se forma por la intersección de las prolongaciones de los rayos
divergentes que provienen del objeto, tras pasar por el sistema óptico.
En un espejo están detrás y en un dioptrio delante
Tipos de imagen
Las dos figuras superiores ilustran claramente la diferencia entre imagen real y virtual. A la izquierda,
los rayos procedentes del objeto convergen, tras pasar por el sistema óptico, en el punto P', que se
considera la imagen de P. En el segundo caso, los rayos, tras pasar por el sistema óptico, divergen,
por lo que la imagen P' se forma a partir de la intersección de las prolongaciones de dichos rayos.
Las ilustraciones inferiores muestran, además, la diferencia entre imagen invertida/derecha y
aumentada/disminuida para objetos no puntuales.
En este nivel nos centraremos en el estudio de objetos simples que representaremos
en los ejercicios, normalmente, con forma de flecha. Así, aunque cada punto del objeto
es fuente de infinitos rayos, para determinar la posición de la imagen bastará, por lo
general, considerar sólo los rayos más importantes, que llamaremos rayos
significativos.

Eje óptico
También llamado eje principal, es el eje de simetría en torno al cual se sitúan el/los
dioptrio/s y/o el/los espejo/s.
Vértice óptico
También denominado centro óptico o polo, es el punto de corte del dioptrio o espejo
con el eje óptico. Se suele denotar por la letra O ya que constituye el origen de
coordenadas.

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