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TEMA 1.

- CONCEPTO Y FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL


1.- Dualismo del Derecho patrimonial privado español. 2.- La Legislación
mercantil: delimitación. 3.- Contenido del Derecho mercantil
El Derecho mercantil no siempre ha existido; en algunos ordenamientos
jurídicos anteriores, como el derecho Romano, existían Instituciones
mercantiles como los contratos de fletamento, sin embargo, no existía una
regulación específica, sino que el Derecho civil regulaba todas las obligaciones
y contratos.
El Derecho mercantil nace en la Baja Edad Media, en un momento de paso de
una economía agraria a un sistema económico que empieza a estar basado en
el comercio. En este momento aparece la figura del “mercader” que con el
tiempo se agrupan en gremios, estos mercaderes en sus negocios jurídicos
necesitan un ordenamiento propio.
En aquel momento a la hora de auto regularse se encontraban con distintas
fuentes:
Primero el Derecho civil-romano, este derecho planteaba un problema y es que
estaba escrito en latín, lengua que se desconocía de forma general y por otra
parte los textos conocidos de la época eran fragmentarios e insuficientes.
Segundo el derecho eclesiástico-canónico, este derecho no sólo no regulaba el
comercio sino que lo prohibía.
Tercero el derecho elaborado por los señores feudales que estaba basado en
normas de carácter totalitario y que restringía el comercio.
Ante este vacío legal los mercaderes comienzan a regularse creando sus
propias pautas de conducta, se auto regulan llegando a crear costumbres.
Estas costumbres se aplicaban además por unos tribunales específicos los
“Cónsules”, que eran comerciantes designados por los propios comerciantes.
El Derecho mercantil nace por tanto para regular necesidades específicas de
unas personas: los comerciantes (“lex mercatoria”).
En la actualidad, aunque ha perdido aquel carácter subjetivo de sus orígenes,
sigue siendo un derecho especial: el derecho del empresario y de los actos de
comercio.
En la actualidad, en algunos países únicamente existe Derecho civil, sin
embargo, en otros países como Italia, Francia y España coexisten el Derecho
civil y Derecho mercantil.
De hecho, la Constitución Española en el art.149 se refiere a la legislación
mercantil y a la legislación civil y por tanto nuestra Constitución consagra la
existencia de ambos ordenamientos. El hecho de que existan un Derecho civil y
otro mercantil, plantea la cuestión de cuándo se aplica uno y cuando se aplica
otro.
Nuestro Código de comercio no tiene un único criterio válido para distinguir
cuándo un empresario en civil o mercantil, ni tampoco para determinar cuándo
un contrato tiene una u otra naturaleza. En ocasiones, se hace referencia a la
intervención de un empresario mercantil.
En algunos casos la cuestión parece más clara ya que hay contratos que sólo
están regulados en uno u otro Código. Por ejemplo los fletamentos sólo están
regulados en el Código de comercio.
En todo caso, aunque no siempre sea claro distinguir el terreno civil del
mercantil, lo que está claro es que el Derecho mercantil es el derecho de los
profesionales de la economía y este carácter profesional determina una serie
de características:
1. El Derecho mercantil es derecho privado del comercio (también existe un
derecho público del comercio, pero no es Derecho mercantil).
2. El Derecho mercantil requiere un régimen mucho más riguroso en
cuanto a plazos y cumplimiento de obligaciones.
3. El tráfico mercantil se caracteriza por la necesidad de fluidez en las
relaciones. Por tanto, nuestro Código establece como regla general la libertad
de forma. Por tanto son válidos los contratos mercantiles verbales. Únicamente
con carácter excepcional, el Derecho mercantil impone la forma escrita o
solemne, por ejemplo: debe hacerse por escrito la adquisición de un buque
mercante.
4. El Derecho mercantil parte de la igualdad entre los contratantes por eso
establece reglas normalmente dispositivas, sin embargo, existen excepciones,
por ejemplo: es imperativa la normativa sobre protección a los consumidores,
contaminación marina, normativa contable y las indemnizaciones y
responsabilidades frente a terceros.
5. El Derecho mercantil se caracteriza porque continuamente están
apareciendo figuras contractuales nuevas, carentes de regulación jurídica y que
se regulan por la autonomía de la voluntad, completándose su régimen jurídico
por el recurso a la analogía y a la jurisprudencia.

4.- El Derecho mercantil internacional


La actividad comercial, desde sus orígenes tiende a ser internacional. Este
carácter se ha consagrado hoy en día, a través de empresas multinacionales y
la colaboración de los Estados para crear marcos jurídicos que permitan la
actividad comercial transnacional e internacional.
La contratación mercantil internacional plantea problemas de seguridad
jurídica: derecho aplicable, competencia judicial, normativa distinta en los
diversos países, que intentan solucionarse creando un marzo jurídico
armonizado.
Esto se consigue a través de diversas vías:
1- Convenios internacionales
2- Prácticas y usos comerciales
3- Modelos de contrato y de condiciones generales de la contratación.
4- Clausulados estándares consagrados en la práctica internacional (x ej
Incoterms)
En la elaboración de un régimen jurídico uniforme para la actividad comercial
internacional, destaca la preocupación de Naciones Unidas, a través de
UNCITRAL y UNIDROIT.
- UNCITRAL: Convenio de Viena de 1980 sobre compraventa
internacional de mercaderías)
- Principios Unidroit (1995, 2004, 2016) sobre los contratos comerciales
internacionales.

Uncitral y Unidroit no tienen capacidad normativa, elaboran “proyectos” de


Convenios internacionales, leyes modelo (que ofrecen a los Estados) y guías
legales, guías jurídicas…en diversas materias relacionadas con el Derecho
mercantil internacional (arbitraje, insolvencia, compraventa, garantías
mobiliarias, medios de pago…)
Además, con independencia de su entrada en vigor son utilizadas por los
particulares en sus contratos.

5.- El Derecho mercantil y la Unión Europea.


El Derecho de la Unión Europea es especialmente importante en el ámbito del
Derecho mercantil por cuanto un objetivo básico de la Unión Europea es
precisamente el de instituir un mercado interior único regido por el principio de
libre competencia. Si el Derecho mercantil comprende actualmente las normas
que han de regir la actuación de los operadores económicos en el mercado,
unas normas como las comunitarias que tienen como uno de sus objetivos
fundamentales la instauración de un mercado de libre competencia, tienen que
afectar directa y necesariamente a la legislación mercantil.
De hecho, según Tratado Constitutivo UE, ésta tendrá competencia exclusiva
para el establecimiento de las normas sobre competencia para el
funcionamiento del mercado interior (TFUE art. 3.1. b).
En suma, por tanto, las normas de la Unión Europea, son una parte
fundamental del Derecho mercantil vigente en España, por cuento tratan de
instaurar un mercado único regido por el principio de libre competencia y en el
cual ha de protegerse especialmente a los consumidores, asimismo, un
objetivo básico de la UE es la protección medioambiental (preservar, reparar,
sancionar.
En virtud del Tratado de Adhesión a la UE tanto los Tratados de las CCEE
como los actos emanados de las instituciones comunitarias antes o después de
la adhesión (acervo comunitario), son aplicables en España según resulta, en
particular, del art. 2 del Acta de Adhesión, incluida en el Tratado.
La armonización o unificación del Derecho mercantil se ha hecho básicamente
a través de numerosos Reglamentos UE y Directivas UE
6- LOS JUZGADOS DE LO MERCANTIL
Los juzgados mercantiles se crearon a raíz Ley Concursal 8/2003, de 9 de julio
y entraron en funcionamiento el 1 de septiembre de 2004.
Los Juzgados de lo Mercantil son unos juzgados especializados, dentro del
orden civil, en la resolución de conflictos sobre las materias de carácter
predominantemente mercantil que la ley les encomiende, así como en lo
relacionado con la materia concursal.
El Juzgado de lo Mercantil es competente para conocer de cuantas cuestiones
se susciten en materia concursal, en los términos previstos en su Ley
reguladora y sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 85.6 L.O.P.J
(competencia de los Juzgados de Primera Instancia para conocer en el orden
civil de los concursos de persona natural que no sea empresario en los
términos previstos en su Ley reguladora) y, en aras de la unidad del
procedimiento, de otras materias pertenecientes a diversas disciplinas
consideradas de especial trascendencia para el patrimonio de las partes en
concurso.
Tienen su sede en la capital de provincia y tienen jurisdicción sobre la misma,
aunque pueden establecerse juzgados de lo mercantil que extiendan su
jurisdicción a dos o más provincias de una misma comunidad autónoma.
Competencias:
Concurso de acreedores. Inluyendo las acciones sociales que tengan por
objeto la extinción, modificación o suspensión colectivas de los contratos de
trabajo en los que sea empleador el concursado, así como la suspensión o
extinción de contratos de alta dirección, sin perjuicio de que cuando estas
medidas supongan modificar las condiciones establecidas en convenio
colectivo aplicable a estos contratos se requerirá el acuerdo de los
representantes de los trabajadores. En el enjuiciamiento de estas materias, y
sin perjuicio de la aplicación de las normas específicas de la Ley Concursal,
deberán tenerse en cuenta los principios inspiradores de la ordenación
normativa estatutaria y del proceso laboral.
Los juzgados de lo mercantil conocerán, asimismo, de cuantas cuestiones sean
de la competencia del orden jurisdiccional civil, respecto de:

OTRAS COMPETENCIAS
a) Las demandas en las que se ejerciten acciones relativas a competencia
desleal, propiedad industrial, propiedad intelectual y publicidad, así como todas
aquellas cuestiones que dentro de este orden jurisdiccional se promuevan al
amparo de la normativa reguladora de las sociedades mercantiles y
cooperativas.
b) Las pretensiones que se promuevan al amparo de la normativa en materia
de transportes, nacional o internacional.
c) Aquellas pretensiones relativas a la aplicación del Derecho marítimo.
d) Las acciones colectivas previstas en la legislación relativa a condiciones
generales de la contratación y a la protección de consumidores y usuarios.
e) Los recursos contra las resoluciones de la Dirección General de los
Registros y del Notariado en materia de recurso contra la calificación del
Registrador Mercantil, con arreglo a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria para
este procedimiento.
f) De los procedimientos de aplicación de los artículos 81 y 82 del Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea y su Derecho derivado, así como los
procedimientos de aplicación de los artículos que determine la Ley de Defensa
de la Competencia.

7-FUENTES DEL DERECHO MERCANTIL, LEYES MERCANTILES Y USOS


DEL COMERCIO.
El Derecho mercantil está sometido al principio de la legalidad de manera que
la ley es la fuente principal.
El Art 2 del Código de Comercio señala que los actos de comercio se regirán
por las disposiciones del propio Código en su defecto por los usos de comercio
y en su defecto por el Derecho civil:

Artículo 2
Los actos de comercio, sean o no comerciantes los que los ejecuten, y estén o
no especificados en este Código, se regirán por las disposiciones contenidas
en él; en su defecto, por los usos del comercio observados generalmente en
cada plaza, y, a falta de ambas reglas, por las del Derecho común.
Este art en principio parece que estaría recogiendo una jerarquía de fuentes
distinta al Código civil en la medida en que antepone una costumbre a la ley sin
embargo en realidad el Código de comercio lo que hace es consagrar que el
Derecho mercantil es especial y por tanto debe regirse por sus propias reglas
bien sean leyes, costumbres o jurisprudencia. El Derecho civil por tanto no
recoge una jerarquía de fuentes, sino que recoge una jerarquía de
ordenamientos.
El art 2 tiene una excepción en el art 50 del Código de comercio según el cual
los contratos mercantiles en cuanto a capacidad de los contratantes requisitos
de validez, excepciones, plazos de prescripción de acciones y causas legales
de incumplimiento se regulan por la ley mercantil y en su defecto por la ley civil.
Debe tenerse en cuenta –por el carácter básicamente dispositivo de la
legislación mercantil- la autonomía de la voluntad; y la jurisprudencia, esto es,
la doctrina jurisprudencial que de modo reiterado establezca el TS al interpretar
y aplicar estas fuentes del Derecho cumplirá la función de complementar el
Ordenamiento Jurídico.
Asimismo, deben tenerse en cuenta las resoluciones de la Dirección General
de los Registros y del Notariado.
a) Ley mercantil
En cuanto a la ley como frente del Derecho mercantil la norma más importante
es el Código de comercio.
El primer Código de comercio en España se promulgó en 1829 (conocido como
Código de Sainz de Andino).
El segundo y actualmente en vigor es el Código de 22 de agosto de 1885 este
Código fue inspirado en el Código de comercio, de 1829 que a su vez
reproducía el Código de comercio Napoleónico. Era un texto de contenido
amplio, que pretendía recoger toda la normativa mercantil (empresario
individual, sociedades, contratos, …, prescripciones).
Este Código en la actualidad resulta desfasado, nuestro Código no regula
instituciones nuevas como la contratación electrónica, pero es que tampoco
reguló Instituciones que ya existían en la época.
Además, España ha tenido que adaptar su legislación mercantil a los
Convenios internacionales ratificados y a la normativa de la Unión Europea.
Por todo ello, nuestro Código de comercio en gran parte está derogado y ha
sido actualizado por una amplísima nueva normativa mercantil, constituida por
normas de diverso rango (por ejemplo, la ley de sociedades de capital. La ley
de mercado de valores entre muchas otras, Ley de Marcas, Reglamento del
Registro Mercantil.).

b) Usos de comercio
El uso de comercio aparece reconocido como fuente subsidiaria o de
segundo grado del Derecho mercantil (con las excepciones del artículo 50 C de
c) La costumbre es la repetición efectiva de un comportamiento con el
convencimiento de que es jurídicamente obligatorio.
El artículo 1.3 párrafo 2 del Código civil señala que: “los usos mercantiles que
no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad tendrán la
consideración de costumbre”.
En este artículo se hace referencia a dos tipos de usos.
a) Usos interpretativos, que son los que sirven para integran la voluntad de
las partes y su aplicación se produce precisamente porque pueda estimarse
querida por ellas, no son fuente del Derecho
b) Usos normativos, son fuente del Derecho
La costumbre para ser alegada ante los tribunales, debe ser probada (no se
aplica el principio iura novit curia).
Aun cuando el Derecho mercantil es en sus orígenes consuetudinario, en la
actualidad el uso o costumbre mercantil ha perdido importancia, ante la
proliferación de Derecho escrito.
No obstante, conserva su importancia en la contratación internacional (donde
se facilita su prueba por ejemplo a través de las Reglas y Usos uniformes de la
Cámara de comercio internacional).
c) Las condiciones generales de la contratación como pretendida nueva
fuente del Derecho mercantil
El Derecho mercantil en la actualidad se caracteriza en gran parte por ser el
Derecho de las operaciones comerciales en serie (bancos, seguros,
transportes)
Estos contratos están sometidos normalmente a las llamadas condiciones
generales de la contratación, condiciones estándar, impuestas por un
empresario, a las que la otra parte no puede sino aceptar o rechazar en bloque.
Por ello, se ha planteado si las condiciones generales de la contratación son
una nueva fuente del Derecho mercantil. En este punto, hay que distinguir dos
supuestos.

1) Condiciones generales establecidas por un empresario particular: no son


fuente del derecho mercantil, ya que no proceden de un poder normativo
2) Condiciones generales establecidas por una Administración pública (por
ej. Orden del Ministerio de Fomento de 1 de agosto de 2012 por la que se
establecen las condiciones del transporte de mercancías por carreteras). Estas
condiciones pueden ser imperativas o supletorias de la autonomía de la
voluntad, pero proceden de un poder normativo y son fuente del Derecho
TEMA 2.- LA EMPRESA
1.- Significado de la empresa para el Derecho mercantil.
El Derecho Mercantil tradicionalmente se ha definido aquella rama del Derecho privado
que regula los empresarios mercantiles y los actos de comercio. Sin embargo, este
concepto, que es el del C.Com., está desfasado en la actualidad, ya que el Derecho
Mercantil actualmente es el derecho de la empresa, de los empresarios y de la actividad
empresarial, por tanto, la empresa es el eje central de todo el Derecho Mercantil. De
hecho, la Constitución Española no hace referencia al empresario sino a la empresa.

Puede definirse como: Es una específica modalidad de “riqueza” productiva, constituida


de un bien o unidad productiva en funcionamiento resultante de la materialización de la
iniciativa creadora del empresario, de la proyección patrimonial de su labor organizada
de los distintos factores productivos, facultades, poderes y técnicas jurídicas.

2- El concepto de empresa
La empresa aparece como objeto de derecho y como actividad a proteger, pero pese a su
importancia en el Derecho Mercantil no existe un concepto jurídico de “empresa”, ni
siquiera está claro al menos en el derecho positivo si una empresa puede ser objeto de
negocios jurídicos. Según la jurisprudencia, la empresa entendida como una unidad
puede ser objeto de diversos negocios jurídicos, tanto inter vivos como mortis causa.
Sería necesario simplemente un único contrato.

En cuanto al concepto de empresa, durante años la jurisprudencia consideraba que era


un patrimonio separado de la persona. Sin embargo, en el Derecho español esta teoría
no es válida, por eso aparece un nuevo concepto de empresa que es el de “unidad
productiva en funcionamiento”. Para que exista un negocio jurídico sobre una empresa
es necesario que esa empresa esté en funcionamiento o en condiciones de empezar a
producir de inmediato y además es necesario que el comprador dedique esa empresa a la
misma actividad a la que se estaba dedicando.

3.- La transmisión de la empresa: la compraventa de empresa


A) Concepto.
La compraventa de empresas es un negocio ATÍPICO, que simplemente está
mencionado en el C.Com. ¿Por dónde se regula? Por tanto, está regulado en primer
lugar por lo pactado por las partes al contratar (la autonomía de la voluntad) en su
defecto se aplicaría por analogía el régimen de la compraventa. Esto nos lleva a
plantearnos si es un negocio civil o mercantil.

Para algunos autores, la compraventa de empresas es siempre mercantil y ello por los
siguientes datos:
1-Porque está nominado en el C.Com. y no en el C.C.
2-Porque el objeto de la compraventa es una actividad empresarial.
3-Porque ambas partes son empresarios.
4-Porque sería aplicable el art. 325 C.Com. por el cual es mercantil la compraventa de
bienes muebles cuando se compra para revender con ánimo de lucro en la reventa o para
explotar comercialmente el objeto de la compra.
Pese a estos cuatro criterios algún sector jurisprudencial (alguna sentencia) considera
que será civil o mercantil dependiendo de que la empresa vendida tenga una u otra
naturaleza.
La compraventa de empresas en todo caso, sea Civil o Mercantil, está sometida al
principio de libertad de forma (al no estar regulada y tener que aplicar el art. 51
C.Com.) ya que se consagra tanto en el C.C. como en el C.Com.
En la práctica se recomienda por razones de seguridad jurídica la forma escrita e incluso
solemne y agregar un inventario con todos los elementos que hay que entregar.

B) Obligaciones de las partes


Según la jurisprudencia la compraventa de empresas es un contrato complejo que
incluye para el vendedor una obligación de entrega, de hacer y de no hacer. En cuanto a
la obligación de entrega, en primer lugar, hay que tener en cuenta que el vendedor
tendrá que entregar lo que esté expresamente pactado (si yo no he querido incluir un
elemento preciso, no habrá obligación de entregarlo) y según los tribunales todo aquello
que se derive de la buena fe contractual.

También hay que tener en cuenta que, aunque hay un solo título, debe haber una
pluralidad de modos, ya que cada uno de los elementos de la empresa se transmitirá en
función de su naturaleza jurídica (cada entrega sujeta a su régimen jurídico especial).
UN TÍTULO  PLURALIDAD DE MODOS/ENTREGAS (TRANCE
TRADITORIO)
En cuanto a la obligación de hacer consiste en que el vendedor debe procurar
razonablemente colaborar con el comprador para que éste consolide la clientela
informándole de todo lo necesario al respecto. En todo caso, el vendedor (o
transmitente) ha de entregar todos los elementos esenciales, materiales e inmateriales,
de la empresa necesarios para que el adquirente pueda continuar con normalidad la
actividad empresarial en las mismas condiciones jurídicas y niveles de productividad o
rentabilidad que el empresario cedente.

Por último, la obligación de no hacer, consiste en que el vendedor debe abstenerse de


hacer la competencia al comprador. Esta obligación no tiene unos límites temporales o
espaciales en concreto, sino que depende de lo razonablemente 3exigible en cada caso
(el juez decide a la vista de los hechos), pero sí es cierto que puede dar lugar a una
indemnización económica por esa pérdida del beneficio esperado.
OBLIGACIÓN DE HACER: Transmitir conocimiento de la empresa para que el nuevo
adquirente esté en situación de poder proceder a una adecuada explotación de la
empresa.
OBLIGACIÓN DE NO HACER: No hacer la competencia (es temporal, hasta que se
consolide razonablemente la actividad empresarial de adquirente). Su incumplimiento
dará lugar a la correspondiente indemnización por pérdida de la clientela y expectativas
de beneficios.
OTRAS OBLIGACIONES: El vendedor está obligado al saneamiento de la misma
(responde por vicio o evicción)

Hay que señalar que la jurisprudencia se ha ocupado de dos cuestiones relacionadas con
la compraventa de empresas:
1-Qué ocurre con los contratos que tuviera pendiente esa empresa: En este punto los
contratos se transmiten o no en función de lo pactado entre las partes con
consentimiento (el doble acuerdo) o notificación a la otra parte contratante (no requiere
consentimiento del tercero, basta con comunicar). Sin embargo, por Ley se transmiten
los contratos de trabajo y los contratos de seguro obligatorios.
Respecto a los libros de contabilidad se entiende que el transmitente, si bien los ha de
conservar durante seis años desde el último asiento debe ponerlos a disposición del
adquirente al que le asiste un derecho de exhibición fundado en la buena fe (la buena fe
respecto a los libros de contabilidad).

2-Qué ocurre con las deudas y créditos que tuviera esa empresa: Estos créditos se
transmiten o no dependiendo de lo pactado con dos excepciones…
- Deudas con la Seguridad Social.
- Deudas con Hacienda.
En ambos casos son asumidas solidariamente por comprador y vendedor.

4.- El arrendamiento de empresa.


El arrendamiento de empresa puede definirse como aquel negocio jurídico en virtud del
cual se cede la explotación de una empresa a persona distinta de su titular por precio y
tiempo determinado.
Es uno de los negocios más frecuentes sobre una empresa y uno de los que ha generado
más problemática jurídica e incluso cierta jurisprudencia. El principal problema jurídico
es determinar cuándo nos encontramos ante un arrendamiento de empresa y cuándo ante
un arrendamiento de local con instalaciones (mobiliario, accesorios, etc). Es una
cuestión que no es meramente teórica, sino que afecta al régimen jurídico aplicable a
ese contrato.
Otro de los problemas que ha planteado este contrato es su validez, ya que la empresa,
el objeto sobre el que recae, es un bien productivo y en una interpretación restringida de
la legislación civil no está contemplado el arrendamiento de cosas productivas. Sin
embargo, el arrendamiento de empresa, por su utilidad práctica y por su frecuencia, fue
el primer negocio sobre una empresa (entendida como un todo) que se admitió por la
jurisprudencia. En este contrato se aplican las mismas obligaciones que en la
compraventa (dar, hacer, no hacer, deuda, etc), sin embargo, se añaden dos reglas
específicas:

1-El arrendatario tiene la obligación de mantener la empresa en funcionamiento hasta el


término del contrato.
2-La empresa es un bien productivo y por tanto tienen especial importancia los
aumentos o disminuciones de su valor. Por eso se establecen de forma casi unánime en
la jurisprudencia que si al término del contrato hay un incremento del valor (hay
plusvalías) el arrendador entregará una proporción al arrendatario y a la inversa en caso
de pérdidas, le indemnizará. Son obligaciones naturales derivadas de la buena fe
contractual, por tanto, será exigible salvo que se haya expresamente excluido.

TEMA 3.- EL EMPRESARIO MERCANTIL


1-CONCEPTO Y CLASES DE EMPRESARIO
El concepto de “comerciante” o empresario mercantil se recoge en el artículo 1 C de c:
según el cual: Son comerciantes a efectos de este Código”:
-Los que teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a él
habitualmente (criterio objetivo)
- Las compañías mercantiles e industriales que se constituyeren con arreglo a este
Código (criterio subjetivo)

Aquí se incluye el empresario persona física y el empresario persona jurídica, que


normalmente suelen ser sociedades.
Junto a este criterio, existen otros para clasificar a los empresarios mercantiles:

 Según sean personas físicas o jurídicas (Art. 1 del CdC):


► Empresario individual
► Empresario persona jurídica
 Atendiendo a la dimensión de la empresa:
► El CdC no recoge esta distinción
► El RRM distingue por el volumen de facturación la posibilidad de presentar las
cuentas anuales (balance, pérdidas y ganancias y memoria, etc..) de forma normal o
abreviada. Se habla de grandes, medianos y pequeños empresario (PYMES)
► El Estatuto de los Trabajadores, según la representación sindical, distingue a las
empresas según el número de trabajadores (delegados de personal y comités de
empresa)
 Atendiendo a su vinculación a una Administración pública:
► Público (art. 128.2º CE)
► Privado
► Mixto
 Atendiendo a la localización de su establecimiento:
► Establecido
► Ambulante
2- EL EMPRESARIO INDIVIDUAL
Para que una persona sea empresario mercantil, el Código de comercio establece dos
requisitos:
- Capacidad legal
- Habitualidad
La jurisprudencia de forma unánime añade un tercer requisito: la actuación en nombre
propio.

Requisitos:
- En cuanto a la capacidad para ser empresarios, el C de c no establece ningún
requisito especial, sino que se remite a la capacidad de obrar civil (mayoría de edad y
libre disposición de los bienes). Con una excepción: el artículo 5 del Código de
comercio.
“Los menores de dieciocho años podrán continuar, por medio de sus guardadores, el
comercio que hubieren ejercido sus padres o sus causantes. Si los guardadores
carecieren de capacidad legal para comerciar, o tuvieren alguna incompatibilidad,
estarán obligados a nombrar uno o más factores que reúnan las condiciones legales,
quienes les suplirán en el ejercicio del comercio”.
- Realizar habitualmente actos de comercio. El C de C señala expresamente quese
trata de una actividad habitual y no esporádica. Se presume que existe habitualidad
según el artículo 3: existirá la presunción legal del ejercicio habitual del comercio,
desde que la persona que se proponga ejercerlo anunciare por circulares, periódicos,
carteles, rótulos expuestos al público, o de otro modo cualquiera, un establecimiento
que tenga por objeto alguna operación mercantil. Debe realizarse una actividad
empresarial (producción, transformación, comercialización.) mercantil (se consideran
civiles la artesanía, agricultura, actividades pecuarias, ganaderas, pesca y similares. No
es necesario para la consideración de una persona como empresario mercantil, la
existencia de una sede física (si bien existe alguna peculiaridad de régimen jurídico para
el empresario ambulante).
La actividad empresarial puede realizarse personalmente o a través de otras personas.
- Manifestada al exterior. Se ofertan bienes o servicios en el mercado para que
sean consumidos o utilizados por terceras personas. El autoconsumo no es actividad
empresarial. El empresario debe realizar en su nombre la actividad empresarial.

Además, para ser empresario mercantil es necesario no estar en uno de los supuestos de
prohibiciones e incompatibilidades establecidos por el Derecho. Las prohibiciones e
incompatibilidades pueden ser:
-Según el tipo de comercio o la parte del territorio a la que afecten. Pueden ser:
. Absolutas: afectan a todo tipo de comercio en todo el territorio nacional
. Relativas: afectan a un determinado tipo de comercio o bien a todo comercio en una
parte del territorio nacional Según las personas a las que afecten. Pueden ser:
. De derecho público: afectan a cargos públicos
. De derecho privado: afectan a particulares
Las prohibiciones se recogen en el artículo 13 C. de c.
No podrán ejercer el comercio ni tener cargo ni intervención directa administrativa o
económica en compañías mercantiles o industriales:
• Las personas que sean inhabilitadas por sentencia firme conforme a la Ley
Concursal mientras no haya concluido el período de inhabilitación. Si se hubiera
autorizado al inhabilitado a continuar al frente de la empresa o como administrador de la
sociedad concursada, los efectos de la autorización se limitarán a lo específicamente
previsto en la resolución judicial que la contenga.

• Los que, por Leyes o disposiciones especiales, no puedan comerciar.


Las incompatibilidades se recogen en el artículo 14:
No podrán ejercer la profesión mercantil por sí ni por otro, ni obtener cargo ni
intervención directa administrativa o económica en sociedades mercantiles o
industriales, dentro de los límites de los distritos, provincias o pueblos en que
desempeñen sus funciones:
-1.º. Los Magistrados, Jueces y funcionarios del Ministerio Fiscal en servicio activo.
Esta disposición no será aplicable a los alcaldes, Jueces y Fiscales municipales, ni a los
que accidentalmente desempeñen funciones judiciales o fiscales.
-2.º. Los jefes gubernativos, económicos o militares de distritos, provincias o plazas.
-3.º. Los empleados en la recaudación y administración de fondos del Estado,
nombrados por el Gobierno.
Exceptúanse los que administren o recauden por asiento, y sus representantes.
-4.º. Los Agentes de Cambio y Corredores de Comercio, de cualquier clase que sean.

-5.º. Los que por leyes o disposiciones especiales no puedan comerciar en determinado
territorio.

Para completar el estatuto jurídico del empresario individual debe tenerse en cuenta la
Ley 14/2013 de 27 de septiembre de apoyo a los emprendedores y su
internacionalización
Se consideran emprendedores toda persona física o jurídica que desarrolle una actividad
empresarial o profesional; crea la figura del emprendedor de responsabilidad limitada
Empresario o profesional persona física que para adquirir esa condición debe inscribirse
como tal en el Registro Mercantil Obligaciones:
En la inscripción debe hacer constar su activo no efecto a limitación de responsabilidad
La inscripción se hará mediante acta notarial
Debe hacer constar su condición en toda su documentación
Deberá formular (auditar) y depositar en el RM sus cuentas anuales
► La limitación de la responsabilidad consiste:
 La acción de los acreedores por deudas empresariales no alcance a su vivienda
habitual (alteración arts. 1.911 CC y 6 C de C)
 Requisitos:
► Valor de la vivienda ≤ 300.000 € (x 1,5 en poblaciones de > 1.000.000
habitantes)
► Inscripción de la limitación en el RP
 Excepciones:
► No haber sido condenado por fraude o negligencia grave o declarado culpable en
concurso
► No incluye las deudas anteriores a la adquisición de tal condición

3-REQUISITOS. EL EJERCICIO DEL COMERCIO POR PERSONA CASADA


En el supuesto de un empresario mercantil casado, el principal problema jurídico que se
plantea es el ámbito de responsabilidad patrimonial.
Está claro que el patrimonio del empresario va a responder; la cuestión es si responde
también el patrimonio de los cónyuges e incluso el del cónyuge del empresario
mercantil.
La respuesta va a dependen del régimen económico del matrimonio.
Los artículos 6 a 11 del Código de comercio, establecen el régimen legal aplicable
supletoriamente en caso de gananciales.
Artículo 6
En caso de ejercicio del comercio por persona casada, quedarán obligados a las resultas
del mismo los bienes propios del cónyuge que lo ejerza y los adquiridos con esas
resultas, pudiendo enajenar e hipotecar los unos y los otros. Para que los demás bienes
comunes queden obligados, será necesario el consentimiento de ambos cónyuges.
Artículo 7
Se presumirá otorgado el consentimiento a que se refiere el artículo anterior cuando se
ejerza el comercio con conocimiento y sin oposición expresa del cónyuge que deba
prestarlo.
Artículo 8
También se presumirá otorgado el consentimiento a que se refiere el artículo 6 cuando
al contraer matrimonio se hallare uno de los cónyuges ejerciendo el comercio y lo
continuare sin oposición del otro.
Artículo 9
El consentimiento para obligar los bienes propios del cónyuge del comerciante habrá de
ser expreso en cada caso.
Artículo 10
El cónyuge del comerciante podrá revocar libremente el consentimiento expreso o
presunto a que se refieren los artículos anteriores.
Artículo 11
Los actos de consentimiento, oposición y revocación a que se refieren los artículos 7, 9
y 10 habrán de constar, a los efectos de tercero, en escritura pública inscrita en el
Registro Mercantil. Los de revocación no podrán, en ningún caso, perjudicar derechos
adquiridos con anterioridad.
Artículo 12
Lo dispuesto en los artículos anteriores se entiende sin perjuicio de pactos en contrario
contenidos en capitulaciones matrimoniales debidamente inscritas en el Registro
Mercantil.

Para completar la pregunta, ténganse en cuenta los regímenes económicos


matrimoniales y, en especial el de gananciales (artículos 1.315 y ss. del Código civil).

4. Los empresarios colectivos. La sociedad mercantil


El art. 1, párrafo 2 del C.Com. señala que son empresarios mercantiles junto al
empresario individual, las compañías mercantiles que se constituyan conforme al propio
Código. En este párrafo se hace referencia al empresario mercantil como persona
jurídica. En este C.Com. se hace referencia en concreto a lo que el legislador consideró
en aquella época lo que era el supuesto normal, que sea una sociedad mercantil la que
realice sociedades mercantiles.
En la actualidad esta no es la única posibilidad ya que tanto las fundaciones como las
asociaciones pueden excepcionalmente, y con determinados requisitos, realizar
actividades empresariales. Incluso sería posible que una sociedad civil realizara
actividades mercantiles.

A) El empresario social y el contrato de sociedad


Las sociedades mercantiles tienen su origen de conformidad con el C.Com. en un
contrato, el llamado “contrato de sociedad”. Este contrato se define en el art. 116
C.Com. como aquel negocio jurídico por el cual dos o más personas se obligan a aportar
conjuntamente bienes o servicios con ánimo de repartir las ganancias.

Es un concepto que coincide con el art. del C.Civil sobre contrato de sociedad. Los arts.
116 ss del C.Com. recogen por tanto el origen de la sociedad (de la persona jurídica) y
recogen una serie de reglas aplicables a todas las sociedades mercantiles. Estos artículos
deben ser complementados por el Reglamento del Registro Mercantil y por algunas
leyes mercantiles especiales, en concreto la “Ley de Sociedades de Capital”, la
“Normativa sobre Mutuas” y la “Legislación Cooperativa”.

Según el C.Com., una sociedad mercantil surge de un contrato, es decir, en un acuerdo


de voluntades, de dos o más personas. Esta regla general tiene dos excepciones:

1.- En caso de SOCIEDADES ANÓNIMAS O LIMITADAS UNIPERSONALES


surgen de una declaración de voluntad unilateral por la cual una persona cede parte de
su patrimonio para la constitución de una futura persona.

2.- SOCIEDADES PÚBLICAS: En este caso tienen su origen en un acto administrativo


por el cual la AP correspondiente por el procedimiento legalmente establecido decide
afectar una parte del patrimonio al nacimiento de una persona jurídica.

Pese a estas dos excepciones, el supuesto normal es que las sociedades surjan del
contrato de sociedad, por eso tanto la doctrina como la jurisprudencia se han ocupado
especialmente de este contrato. Como el C.Com. sólo lo define, los tribunales han ido
perfilando su régimen jurídico.

El contrato de sociedad, como todo contrato, debe tener tres elementos esenciales:
1.- Consentimiento: Debe recaer sobre TODO el contenido del contrato, como cualquier
contrato, debe ser incondicionado y debe estar exento de vicios, ya que de lo contrario
podría marcar la nulidad de la futura sociedad. El consentimiento debe de prestarse por
persona que tenga capacidad suficiente; ni en el C.Com. ni en ninguna Ley mercantil se
concreta cuál es esa capacidad.

2.- Objeto: Está constituido por las obligaciones de los socios, que van a venir marcadas
por los estatutos de la sociedad y en su defecto por la Ley. Si se trata de una Sociedad
Capitalista, los socios por Ley solo están obligados a aportar al patrimonio común, ni
siquiera el de la empresa puesto que aun no ha nacido. Si son Sociedades Personalistas,
el C.Com. marca mayores obligaciones para el socio.

3.- Causa: Consiste en poner conjuntamente bienes o servicios con ánimo de repartir las
ganancias. Se ha identificado tradicionalmente con el ánimo de lucro, esta finalidad
lucrativa se señala expresamente en el art. 116 C.Com. y nos llevaría a que una sociedad
que no tuviera ánimo de lucro nunca pudiera ser mercantil. Sin embargo, el legislador
español desde hace ya años ha regulado diversas figuras mercantiles que por Ley no es
necesario tener ánimo de lucro (x ej la agrupación de interés económico o la Sociedad
Anónima Deportiva).
El contrato de sociedad tiene las siguientes notas características:
► Plurilateral (excepción de la sociedad unipersonal)
► Organizativo: necesidad de la colaboración de los socios en el desarrollo de la
actividad
► Constitutivo de un fondo patrimonial común
► Las obligaciones de cada socio con la sociedad son independientes, lo que
implica, con carácter general:
 No se aplica la exceptio non adiplendi contractus
 El incumplimiento la imposibilidad de cumplir de un socio no supone la
resolución del contrato
 La nulidad de las obligaciones de un socio no implica la nulidad de la de los
demás

B) Formas sociales típicas


El artículo 122 del C.Com. señala que por regla general las sociedades mercantiles se
constituirán adoptando alguna de las siguientes formas:
- Sociedad Colectiva.
- Sociedad Comanditaria Simple.
- Sociedad por Acciones.
- Sociedad Anónima.
- Sociedad de Responsabilidad Limitada.

Este artículo plantea en primer lugar la cuestión de si sigue o no en vigor, y ello porque
la Unión Europea solo ha regulado tres modelos societarios: la S.A., S.L. y S.
Cooperativa. Son tres modelos que existían en la mayoría de los países de la UE (eran
comunes) y en la mentalidad del legislador europeo son los más operativos. Sin
embargo, en ningún caso se prohíben que en los distintos estados miembros existan
otras normas sociales.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que el artículo 122 C.Com. recoge los modelos
sociales que se conocían en aquel momento, pero a ese listado hay que añadir otras
sociedades que se han ido creando por Ley y que cada vez son más frecuentes, por
ejemplo, la Sociedad Cooperativa o la Sociedad de garantía recíproca. También hay que
tener en cuenta que los distintos modelos sociales en ocasiones pueden presentar
especialidades, por ejemplo, la Sociedad Laboral (anónimas o limitadas), las Sociedades
Profesionales, las Sociedades Bancarias o las Sociedades Deportivas.
Por último, el artículo 122 C.Com. tradicionalmente ha planteado si sería posible que al
amparo de la autonomía de la voluntad, puesto que estamos ante particulares, las
personas que van a constituir una sociedad creasen su propio modelo societario. A favor
se ha argumentado el tenor literal del artículo 122 C.Com. Sin embargo, en contra hay
un principio básico que es el de seguridad jurídica, una sociedad mercantil por
definición va a participar en el tráfico mercantil contrayendo obligaciones y
responsabilidades y, por tanto, los terceros deben poder conocer las reglas del juego de
esa sociedad. Como máximo, el C.Com. permitiría que los socios/futuros socios
regulasen sus relaciones internas de forma distinta a la legal. E incluso en estos casos en
algunos modelos sociales serían nulas o nulos esos pactos si no se inscriben en el
Registro Mercantil.

En el supuesto de que llegara a inscribirse en el Registro Mercantil o de Cooperativa


una Sociedad “atípica” se aplicaría el régimen de la sociedad colectiva.

Los modelos sociales que existen en España pueden reconducirse a tres grandes grupos
o clases:
1.- Personalistas:
Son aquellas en las que la persona del socio es importante para la sociedad y para los
demás socios.

2.- Capitalistas:
Son aquellas en la que lo importante es el capital que aporta el socio (Comanditaria por
Acción, S.A., Sociedad de responsabilidad limitada)

3.- De base mutualista:


Son aquellas en las que para recibir los servicios de la sociedad es necesario ser socio de
la misma. Son la mutua de seguros, la mutualidad de previsión social, cooperativas y
sociedades de garantía recíproca.

C) La personalidad de las sociedades.


El C.Com. y todas las leyes societarias coinciden en que una sociedad mercantil
regularmente constituida tiene personalidad jurídica. Con la inscripción registral surge
una persona nueva con su propio nombre, su domicilio y su nacionalidad y además con
su propio patrimonio. Por tanto, por las deudas de esa persona jurídica responderá el
patrimonio de esa persona, con independencia de que en algunos casos además por Ley
o por los Estatutos respondan los patrimonios de los socios. Esta personalidad jurídica,
en esa diferenciación con las personas de los socios, justifica el éxito de la sociedad
mercantil. Aunque la personalidad jurídica está reconocida por Ley y por la
jurisprudencia, lo cierto es que durante años, sobre todo tras la Ley de Sociedades
Anónimas de 1951 en la práctica comienzan a producirse numerosos abusos y fraudes al
amparo de una sociedad mercantil.
Para evitar estos fraudes la jurisprudencia empezó a aplicar la teoría del levantamiento
del velo, que permite indagar qué personas están detrás de una sociedad mercantil y, en
su caso, imputar responsabilidades. El levantamiento del velo no supone necesariamente
que se extinga la sociedad.

D) Formalidades de constitución: las sociedades irregulares


En el periodo que lleva a la constitución de una sociedad mercantil, se distinguen tres
etapas:
1.- Negocio jurídico fundacional (contrato de sociedad).
2.- Documento público.
3.- Inscripción en el Registro conveniente, que normalmente es el Registro Mercantil.

Sin embargo, no siempre que se inicia la fundación de una sociedad se llega a la


constitución real de la misma. El C.Com. de 1885 no contempla ninguna patología en el
proceso constitutivo de una sociedad mercantil (demasiado hicieron con preverla), pero
en la práctica se evidencia que es necesario un régimen jurídico que contemple estas
situaciones. Este régimen se ha ido creando por la jurisprudencia a lo largo de siglos y
en la actualidad, al menos en parte, se encuentra recogido en alguna Ley Societaria. En
concreto, la jurisprudencia española ha regulado dos figuras distintas:
Sociedad irregular es aquella sociedad que se ha constituido bajo una forma mercantil
(no civil) en la cual se ha hecho un contrato o un negocio jurídico fundacional válido.
Este negocio/contrato se ha recogido en escritura pública pero NO SE HA INSCRITO
EN EL REGISTRO CORRESPONDIENTE (en el mercantil o en el de cooperativa).
Esta “sociedad” no ha llegado a nacer y, por tanto, no tiene capacidad ni jurídica ni de
obrar, de manera que según el C.Civil y el C.Com. todas las obligaciones que se
hubieran contraído en nombre de esa futura sociedad recaerían exclusivamente sobre
aquellas personas que las hayan contraído.
La sociedad irregular plantea el problema de que no es algo oculto, sino que estas
sociedades actúan en el tráfico mercantil normalmente con una apariencia societaria, por
tanto, ha estado contrayendo obligaciones y el derecho considera necesario proteger a
los terceros de buena fe. Por eso según la jurisprudencia, en caso de sociedad irregular
se va a aplicar el régimen de la sociedad colectiva (una que no se utiliza nunca), en este
régimen por las deudas de la empresa responde el patrimonio de la empresa y el de
todos los socios, si bien de forma subsidiaria.

Únicamente no se aplica el régimen de la sociedad colectiva cuando la sociedad


irregular (esa apariencia societaria que no está inscrita) tiene un objeto social civil. En
este caso responden solidariamente el patrimonio de la sociedad y el patrimonio
personal de los socios.

En la práctica, uno de los problemas que plantean las sociedades irregulares es cuándo
nos encontramos con una sociedad “en formación” y cuándo con una sociedad
“irregular”. El C.Com. no contempla plazo alguno para inscribir a la sociedad (no lo
dice), sin embargo, en alguna ley mercantil posterior se establece un plazo de TRES
MESES desde que se otorga la escritura pública. Según la jurisprudencia se considera
QUE UNA SOCIEDAD ES IRREGULAR CUANDO SE ACREDITE QUE LOS
FUNDADORES NO TIENEN INTENCIÓN DE INSCRIBIRLA EN EL REGISTRO, y
en todo caso se presume irregular cuando haya transcurrido un año a contar desde el
otorgamiento de la escritura pública. Esta presunción admite prueba en contra.

. E) La mercantilidad de las sociedades


El C.Com. sólo considera como empresarios mercantiles a las sociedades que se
constituyan bajo alguna de las formas establecidas por el propio C.Com. o por alguna
Ley mercantil especial. Este criterio marca en principio la mercantilidad de la sociedad
Según este primer criterio, son sociedades mercantiles la Sociedad Anónima (S.A.),
Sociedad Limitada (S.L.), Sociedad Colectiva (S.C.), Comanditaria Simple,
Comanditaria por acciones, Mutuas y la Cooperativa.
Además por Ley tiene carácter de sociedad mercantil (o parece que lo tiene) la
agrupación de interés económico
El carácter civil o mercantil va a marcar el Estatuto jurídico aplicable a la sociedad. El
C.Com. sin embargo incurre en contradicciones ya que en un primer momento considera
que todas esas sociedades, siempre que estén regularmente constituidas conforme al
Código, TIENEN NATURALEZA MERCANTIL. Sin embargo, a lo largo del
articulado se deja ver la idea, de que una sociedad puede ser civil o mercantil en función
del objeto social (la actividad en la que se dedique la empresa.
En algunas leyes mercantiles, como la Ley de Sociedades de Capital (la que regula la
S.A., Soc. Com. Acc y S.L.), se señala expresamente con carácter imperativo que la
S.A., S.L. y Sociedad comanditaria por acciones siempre son mercantiles.

F) La nacionalidad de las sociedades.


El criterio general para determinar cuándo una sociedad tiene nacionalidad española se
recoge en los arts. 15 del C de C y 28, según los cuales, para considerar a una sociedad
como española se exige un doble criterio:
 Que se haya constituido en territorio español (art. 15 del CdC)
 Que tenga domicilio social en territorio español (art. 28 CC)
► Por tanto se consideran extranjeras:
 Las sociedades constituidas fuera de España
 Las sociedades constituidas en España pero domiciliadas en el extranjero
Sin embargo, un criterio distinto se establece en el artículo 8 LSC, según el cual:
“Serán españolas y se regirán por la presente ley todas las sociedades de capital que
tengan su domicilio en territorio español, cualquiera que sea el lugar en que se hubieran
constituido”.

5.- La responsabilidad del empresario


El empresario mercantil, como toda persona, por regla general está sometido al sistema
de responsabilidad civil subjetiva de los artículos 1.902 y ss. del Código civil.
Es una responsabilidad ilimitada, tanto en el ámbito contractual como extracontractual y
que se extiende a actos propios y a actos de sus dependientes en el ejercicio de su
profesión.
Pese a esta regla general, en los últimos años se va estableciendo en muchas ocasiones
un sistema de responsabilidad objetiva. Esta responsabilidad objetiva:
- Se basa en el principio de asunción del riesgo empresarial
- Pretende proteger a las víctimas, sin perjuicio del derecho a repetir del
empresario
- No se presume, debe ser impuesta por ley
- Está limitada cuantitativamente
- Va unida a un sistema obligatorio de seguro de responsabilidad civil

TEMA 4ª.- EL ESTATUTO DEL EMPRESARIO


1.- Consideraciones generales
El empresario mercantil se ve sometido a un estatuto jurídico especial que consiste
básicamente en: 1) existencia de un instrumento de publicidad específico (Registro
Mercantil, Registro de sociedades cooperativas) así como la obligación de llevanza de
una contabilidad conforme al régimen establecido.
El estatuto jurídico del empresario mercantil se encuentra muy unificado con el
empresario civil (por ej procedimiento concursal) pero aun así, dentro del mismo
régimen jurídico se establecen diferencias si interviene un empresario mercantil.
Asimismo, se somete a la normativa sobre concentración de empresas y defensa de la
libre competencia.

2.- El régimen de la competencia: La defensa de la libre competencia. a.Conductas


prohibidas
La libre competencia es un principio económico basado en la ley de la oferta y la
demanda como factores que han de regular por sí solos el mercado. Se puede decir que
existe libertad de competencia cuando la iniciativa privada, en conjunción con esos
indicativos económicos, determinan la situación de equilibrio en el mercado.
El artículo 38 de la Constitución Española dice que se reconoce la libertad de empresa
en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su
ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía
general y, en su caso, de la planificación.
Como norma básica está regulada en Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la
Competencia, modificada por Real Decreto-Ley 7/2021, de 27 de abril; la Ley ha sido
desarrollada por Real Decreto 261/2008, de 22 de febrero, por el que se aprueba el
Reglamento de Defensa de la Competencia.
Se prohíben las siguientes conductas:
1. Conductas colusorias.
1. Se prohíbe todo acuerdo, decisión o recomendación colectiva, o práctica concertada o
conscientemente paralela, que tenga por objeto, produzca o pueda producir el efecto de
impedir, restringir o falsear la competencia en todo o parte del mercado nacional y, en
particular, los que consistan en:
a) La fijación, de forma directa o indirecta, de precios o de otras condiciones
comerciales o de servicio.
b) La limitación o el control de la producción, la distribución, el desarrollo técnico o las
inversiones.
c) El reparto del mercado o de las fuentes de aprovisionamiento.
d) La aplicación, en las relaciones comerciales o de servicio, de condiciones desiguales
para prestaciones equivalentes que coloquen a unos competidores en situación
desventajosa frente a otros.
e) La subordinación de la celebración de contratos a la aceptación de prestaciones
suplementarias que, por su naturaleza o con arreglo a los usos de comercio, no guarden
relación con el objeto de tales contratos.

2. Son nulos de pleno derecho los acuerdos, decisiones y recomendaciones que, estando
prohibidos en virtud de lo dispuesto en el apartado 1, no estén amparados por las
exenciones previstas en la presente Ley.

3. La prohibición del apartado 1 no se aplicará a los acuerdos, decisiones,


recomendaciones y prácticas que contribuyan a mejorar la producción o la
comercialización y distribución de bienes y servicios o a promover el progreso técnico o
económico, sin que sea necesaria decisión previa alguna a tal efecto, siempre que:
a) Permitan a los consumidores o usuarios participar de forma equitativa de sus
ventajas.
b) No impongan a las empresas interesadas restricciones que no sean indispensables
para la consecución de aquellos objetivos, y
c) No consientan a las empresas partícipes la posibilidad de eliminar la competencia
respecto de una parte sustancial de los productos o servicios contemplados.

4. La prohibición del apartado 1 no se aplicará a los acuerdos, decisiones, o


recomendaciones colectivas, o prácticas concertadas o conscientemente paralelas que
cumplan las disposiciones establecidas en los Reglamentos Comunitarios relativos a la
aplicación del apartado 3 del artículo 81 del Tratado CE a determinadas categorías de
acuerdos, decisiones de asociaciones de empresa y prácticas concertadas, incluso
cuando las correspondientes conductas no puedan afectar al comercio entre los Estados
miembros de la UE.

5. Asimismo, el Gobierno podrá declarar mediante Real Decreto la aplicación del


apartado 3 del presente artículo a determinadas categorías de conductas, previo informe
del Consejo de Defensa de la Competencia y de la Comisión Nacional de la
Competencia.
La Comisión Nacional de la Competencia o los órganos competentes de las
Comunidades Autónomas conocerán en los términos que la presente Ley establece para
las conductas prohibidas, de los actos de competencia desleal que por falsear la libre
competencia afecten al interés público.
Artículo 4. Conductas exentas por ley.
1. Sin perjuicio de la eventual aplicación de las disposiciones comunitarias en materia
de defensa de la competencia, las prohibiciones del presente capítulo no se aplicarán a
las conductas que resulten de la aplicación de una ley.
2. Las prohibiciones del presente capítulo se aplicarán a las situaciones de restricción de
competencia que se deriven del ejercicio de otras potestades administrativas o sean
causadas por la actuación de los poderes públicos o las empresas públicas sin dicho
amparo legal.
Las prohibiciones recogidas en los artículos 1 a 3 de la presente Ley no se aplicarán a
aquellas conductas que, por su escasa importancia, no sean capaces de afectar de
manera significativa a la competencia. Reglamentariamente se determinarán los criterios
para la delimitación de las conductas de menor importancia, atendiendo, entre otros, a la
cuota de mercado.

d) El control de las concentraciones económicas


A los efectos previstos en esta Ley se entenderá que se produce una concentración
económica cuando tenga lugar un cambio estable del control de la totalidad o parte de
una o varias empresas como consecuencia de:

a) La fusión de dos o más empresas anteriormente independientes, o


b) La adquisición por una empresa del control sobre la totalidad o parte de una o varias
empresas.
c) La creación de una empresa en participación y, en general, la adquisición del control
conjunto sobre una o varias empresas, cuando éstas desempeñen de forma permanente
las funciones de una entidad económica autónoma.

2. A los efectos anteriores, el control resultará de los contratos, derechos o cualquier


otro medio que, teniendo en cuenta las circunstancias de hecho y de derecho, confieran
la posibilidad de ejercer una influencia decisiva sobre una empresa y, en particular,
mediante:
a) derechos de propiedad o de uso de la totalidad o de parte de los activos de una
empresa,
b) contratos, derechos o cualquier otro medio que permitan influir decisivamente sobre
la composición, las deliberaciones o las decisiones de los órganos de la empresa.
En todo caso, se considerará que ese control existe cuando se den los supuestos
previstos en el artículo 4 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores.
La Ley regula los supuestos que no tendrán la consideración de concentración

e. Normativa europea
Reglamento (CE) n.º 139/2004 del Consejo, de 20 de enero, sobre el control de las
concentraciones entre empresas
Reglamento (CE) n.º 139/2004 del Consejo, de 20 de enero de 2004, sobre el control de
las concentraciones entre empresas y
Reglamento (CE) n.º 1/2003 del Consejo, de 16 de diciembre de 2002, relativo a la
aplicación de las normas sobre competencia previstas en los artículos 81 y 82
Directiva (UE) 2019/1

3. El régimen de la competencia: La represión de la competencia desleal. a.Marco


legislativo y concepto b.La prohibición de la competencia desleal c.La defensa
jurisdiccional de la competencia leal

La Ley de defensa de la competencia de 2007 contempla multas y otras medidas


cautelares.
Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal tipifica conductas de competencia
desleal y señala que contra los actos de competencia desleal, incluida la publicidad
ilícita, podrán ejercitarse las siguientes acciones:
1.ª Acción declarativa de deslealtad.
2.ª Acción de cesación de la conducta desleal o de prohibición de su reiteración futura.
Asimismo, podrá ejercerse la acción de prohibición, si la conducta todavía no se ha
puesto en práctica.
3.ª Acción de remoción de los efectos producidos por la conducta desleal.
4.ª Acción de rectificación de las informaciones engañosas, incorrectas o falsas.
5.ª Acción de resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados por la conducta
desleal, si ha intervenido dolo o culpa del agente.
6.ª Acción de enriquecimiento injusto, que sólo procederá cuando la conducta desleal
lesione una posición jurídica amparada por un derecho de exclusiva u otra de análogo
contenido económico.

2. En las sentencias estimatorias de las acciones previstas en el apartado anterior,


números 1.ª a 4.ª, el tribunal, si lo estima procedente, y con cargo al demandado, podrá
acordar la publicación total o parcial de la sentencia o, cuando los efectos de la
infracción puedan mantenerse a lo largo del tiempo, una declaración rectificadora.
4.- El Registro Mercantil. a.Características y funciones b.Los efectos de la inscripción y
de la falta de inscripción c.Actos inscribibles

El Registro Mercantil está regulado en el RD 1784/1996,de 19 de julio, por el que se


aprueba el Reglamento del Registro Mercantil.
Es un ente público que depende de la Dirección General de los Registros y del
Notariado y, a través de ésta, y en cuanto a su organización territorial, del Ministerio de
Justicia.
Los registros mercantiles están organizados territorialmente por provincias (uno para
cada capital de provincia, además de Ceuta, Melilla, islas y excepcionalmente por
provincias se podría crear o habilitar más de un Registro Mercantil).
El Registro Mercantil, además de las oficinas provinciales, cuenta con una sede central
en Madrid. En ésta se lleva el “Registro Mercantil Central”, que tiene dos funciones:

1.- Coordina las actividades de los Registros territoriales.


2.- Le corresponde la llevanza de la sección “denominaciones de sociedades”. Es el
competente para otorgar el certificado de no coincidencia o confusión del nombre
cuando se va a constituir una sociedad mercantil. (Ejemplo: El Corte Chino).

El Registro Mercantil tiene carácter taxativo, en el sentido de que solo se pueden


inscribir ciertos actos y ciertas personas.

Tiene atribuidas las siguientes funciones:


1.- Inscripción y publicidad de las personas y actos legalmente previstos.
2.- Legalizar los libros de los empresarios mercantiles cuando sea legalmente
obligatorio.
3.- Depósito de los libros contables de los empresarios cuando sea legalmente
obligatorio.
4.- Nombramiento de expertos independientes en los supuestos legalmente establecidos.

5.- Publicidad de las decisiones concursales de especial trascendencia.


De todas estas funciones, la función original y la que sigue teniendo mayor
trascendencia es la de publicidad de los empresarios mercantiles. Es una actividad
exclusiva pero no excluyente. No es excluyente porque el RM no es el único registro de
carácter público en el cual se inscriben determinados empresarios mercantiles o
determinados actos de comercio. El Registro Mercantil coexiste con otros registros que
también sirven para consulta de los particulares, por ejemplo, el Registro de Sociedades
Cooperativas (RSC) tanto estatal como autonómicos (las cooperativas se inscriben en el
RSC, no en el RM).

Se organiza en base al principio de folio personal (con excepciones).


El Registro Mercantil puede ser consultado por cualquier persona sin tener que acreditar
interés legítimo.
Será obligatoria la inscripción en el Registro Mercantil de los siguientes sujetos:
• a) El naviero empresario individual o social
• b) Las sociedades mercantiles.
• c) Las sociedades de garantía recíproca.
• d) Las cooperativas de crédito, las mutuas y cooperativas de seguros y las
mutualidades de previsión social.
• e) Las sociedades de inversión colectiva.
• f) Las agrupaciones de interés económico.
• g) Las cajas de ahorro.
• h) Los fondos de inversión.
• i) Los fondos de pensiones.
• j) Las sucursales de cualquiera de los sujetos anteriormente indicados.
• k) Las sucursales de sociedades extranjeras y de otras entidades extranjeras con
personalidad jurídica y fin lucrativo.
• l) Las sociedades extranjeras que trasladen su domicilio a territorio español.
• m) Las demás personas o entidades que establezcan las Leyes.
Podrán también inscribirse las sociedades civiles, cualquiera que sea su objeto, aunque
no tengan forma mercantil.

El contenido del Registro Mercantil puede ser consultado a través de internet o bien
solicitando información al propio Registro Mercantil, y es una copia simple o
certificación. El Registro se organiza como un registro personal, se abre un folio a cada
empresario. Como complemento al Registro Mercantil existe un libro de Sucursales.

Además, junto a los registros de consulta privada existen otros registros también de
origen público (gestionados por los poderes públicos o bien creados por ellos) que
sirven para control por parte del Estado, no de los particulares, por ejemplo: el Registro
de Entidades de Crédito (REC), el Registro de Empresas Navieras (REN), el Registro de
Matrícula de Buques (RMB) y el Registro de Matrícula de Aeronaves (RMA).
Los registros de consulta privada tienen además carácter constitutivo (RM y RSC) de
manera que las sociedades no llegan a tener personalidad jurídica hasta que no se
formaliza la inscripción en el RM, por tanto, en el caso de las sociedades mercantiles
(SA, SL, Colectiva, Cooperativa…) la inscripción en el registro es OBLIGATORIA.

Sin embargo, en el caso del empresario o persona física aun cuando no es obligatorio
con carácter general SÍ PUEDE INSCRIBIRSE. Existen excepciones a ese carácter
voluntario en que está OBLIGADO o DEBE inscribirse:
1.- Si un empresario individual está obligado a presentar cuentas consolidadas estaría
obligado a inscribirse en el RM.
2.- En caso de un empresario individual naviero está obligado a inscribirse en el RM.

El empresario individual, cuando no está inscrito, por el principio de tracto sucesivo,


no puede inscribir ningún acto jurídico que le afecte. El empresario individual no
inscrito puede ser declarado en “CONCURSO DE ACREEDORES” ya que en este caso
el juez competente de oficio ordenará mediante Auto la inscripción de ese empresario.
Así mismo el empresario no inscrito está obligado a legalizar sus libros y tampoco está
exonerado/eximido de la obligación de depositar los libros contables. Si el empresario
individual se inscribe, en la hoja abierta al empresario debe recogerse su NOMBRE,
DOMICILIO, SUCURSALES (si las hubiera), PODERES QUE TUVIERA
OTORGADOS y ESTADO CIVIL, y si estuviera casado los datos de inscripción del
matrimonio en el Registro Civil (para ver el régimen económico del matrimonio).

Volviendo a la función principal del RM es la PUBLICIDAD. Todas las demás


funciones se establecen con base en la finalidad de publicidad legal y seguridad jurídica
que supone el RM. Y para conseguirla el RRM establece los llamados PRINCIPIOS
REGISTRALES

Principios registrales
• El Registro Mercantil como instrumento legal de publicidad se rige por una serie
de principios, todos ellos muy relacionados que se recogen en el Reglamento del
Registro Mercantil (RRM) y que han sido matizados por la DGRN (Dirección General
de los Registros y del Notariado). Estos principios son, entre otros, los siguientes:
• 1-Titulación pública: La inscripción en el Registro Mercantil se practicará en
virtud de documento público. La inscripción sólo podrá practicarse en virtud de
documento privado en los casos expresamente prevenidos en las Leyes y en este
Reglamento.
• En caso de documentos extranjeros, se estará a lo establecido por la legislación
hipotecaria. También podrá acreditarse la existencia y válida constitución de
empresarios inscritos, así como la vigencia del cargo y la suficiencia de las facultades
de quienes los representan, mediante certificación, debidamente apostillada o legalizada,
expedida por el funcionario competente del Registro público a que se refiere la
Directiva del Consejo 68/151/CEE o de oficina similar en países respecto de los cuales
no exista equivalencia institucional.
2- Legalidad: Los Registradores calificarán bajo su responsabilidad la legalidad de las
formas extrínsecas de los documentos de toda clase en cuya virtud se solicita la
inscripción, así como la capacidad y legitimación de los que los otorguen o suscriban y
la validez de su contenido, por lo que resulta de ellos y de los asientos del Registro.

3-- Legitimación: El contenido del Registro se presume exacto y válido. Los asientos
del Registro están bajo la salvaguarda de los Tribunales y producirán sus efectos
mientras no se inscriba la declaración judicial de su inexactitud o nulidad.
La inscripción no convalida los actos y contratos que sean nulos con arreglo a las Leyes.

4.- Tracto sucesivo: Para inscribir actos o contratos relativos a un sujeto inscribible será
precisa la previa inscripción del sujeto.
Para inscribir actos o contratos modificativos o extintivos de otros otorgados con
anterioridad será precisa la previa inscripción de éstos.
Para inscribir actos o contratos otorgados por apoderados o administradores será precisa
la previa inscripción de éstos.

5.- Principio de publicidad: Supone que el contenido del RM debe ser público de forma
que pueda ser conocido por todos, además al estar protegido por las presunciones de
legalidad y exactitud su contenido es oponible a terceros y puede ser utilizado a su favor
por tercero de buena fe. La publicidad del RM puede obtenerse consultando
directamente el contenido. También puede conocerse al menos en parte a través del
BORME (Boletín Oficial del Registro Mercantil).
La publicidad material del registro supone que su contenido es oponible a terceros de
buena fe. En su aspecto negativo: La falta de inscripción no podrá ser invocada por
quien esté obligado a procurarla

5.- La contabilidad mercantil. a. Generalidades b.La contabilidad formal c.La


contabilidad material d.Derechos sobre la contabilidad ajena
Arts. 25 y ss Código de comercio como norma básica: plan general contable, LSC.
Todo empresario deberá llevar una contabilidad ordenada, adecuada a la actividad de su
empresa que permita un seguimiento cronológico de todas sus operaciones, así como la
elaboración periódica de balances e inventarios. Llevará necesariamente, sin perjuicio
de lo establecido en las Leyes o disposiciones especiales, un libro de Inventarios y
Cuentas anuales y otro Diario.
La contabilidad será llevada directamente por los empresarios o por otras personas
debidamente autorizadas, sin perjuicio de la responsabilidad de aquéllos. Se presumirá
concedida la autorización, salvo prueba en contrario.
Las sociedades mercantiles llevarán también un libro o libros de actas, en las que
constarán, al menos, todos los acuerdos tomados por las Juntas generales y especiales y
los demás órganos colegiados de la sociedad, con expresión de los datos relativos a la
convocatoria y a la constitución del órgano, un resumen de los asuntos debatidos, las
intervenciones de las que se haya solicitado constancia, los acuerdos adoptados y los
resultados de las votaciones. Cualquier socio y las personas que, en su caso, hubiesen
asistido a la Junta general en representación de los socios no asistentes, podrán obtener
en cualquier momento certificación de los acuerdos y de las actas de las Juntas
generales.
Los administradores deberán presentar en el Registro Mercantil, dentro de los ocho días
siguientes a la aprobación del acta, testimonio notarial de los acuerdos inscribibles.
Los empresarios presentarán los libros que obligatoriamente deben llevar en el Registro
Mercantil del lugar donde tuvieren su domicilio, para que antes de su utilización, se
ponga en el primer folio de cada uno diligencia de los que tuviere el libro y, en todas las
hojas de cada libro, el sello del Registro. En los supuestos de cambio de domicilio
tendrá pleno valor la legalización efectuada por el Registro de origen.

Será válida, sin embargo, la realización de asientos y anotaciones por cualquier


procedimiento idóneo sobre hojas que después habrán de ser encuadernadas
correlativamente para formar los libros obligatorios, los cuales serán legalizados antes
de que transcurran los cuatro meses siguientes a la fecha de cierre del ejercicio. En
cuanto al libro de actas, se estará a lo dispuesto en el Reglamento del Registro
Mercantil.

Cada Registro Mercantil llevará un libro de legalizaciones.


Libros:
El libro de Inventarios y Cuentas anuales se abrirá con el balance inicial detallado de la
empresa. Al menos trimestralmente se transcribirán con sumas y saldos los balances de
comprobación. Se transcribirán también el inventario de cierre de ejercicio y las cuentas
anuales.

El Libro Diario registrará día a día todas las operaciones relativas a la actividad de la
empresa. Será válida, sin embargo, la anotación conjunta de los totales de las
operaciones por períodos no superiores al trimestre, a condición de que su detalle
aparezca en otros libros o registros concordantes, de acuerdo con la naturaleza de la
actividad de que trate.1. Todos los libros y documentos contables deben ser llevados,
cualquiera que sea el procedimiento utilizado, con claridad, por orden de fechas, sin
espacios en blanco, interpolaciones, tachaduras ni raspaduras. Deberán salvarse a
continuación, inmediatamente que se adviertan, los errores u omisiones padecidos en las
anotaciones contables. No podrán utilizarse abreviaturas o símbolos cuyo significado no
sea preciso con arreglo a la Ley, el Reglamento o la práctica mercantil de general
aplicación.

2. Las anotaciones contables deberán ser hechas expresando los valores en pesetas.(*)
Los empresarios conservarán los libros, correspondencia, documentación y justificantes
concernientes a su negocio, debidamente ordenados, durante seis años, a partir del
último asiento realizado en los libros, salvo lo que se establezca por disposiciones
generales o especiales.

El cese del empresario en el ejercicio de sus actividades no le exime del deber a que se
refiere el párrafo anterior y si hubiese fallecido recaerá sobre sus herederos. En caso de
disolución de sociedades, serán sus liquidadores los obligados a cumplir lo prevenido en
dicho párrafo.

El valor probatorio de los libros de los empresarios y demás documentos contables será
apreciado por los Tribunales conforme a las reglas generales del Derecho.

La contabilidad de los empresarios es secreta, sin perjuicio de lo que se derive de lo


dispuesto en las Leyes.
1) La comunicación o reconocimiento general de los libros, correspondencia y demás
documentos de los empresarios, sólo podrá decretarse, de oficio o a instancia de parte,
en los casos de sucesión universal, suspensión de pagos, quiebras, liquidaciones de
sociedades o entidades mercantiles, expedientes de regulación de empleo, y cuando los
socios o los representantes legales de los trabajadores tengan derecho a su examen
directo.

2) En todo caso, fuera de los casos prefijados en el párrafo anterior, podrá decretarse la
exhibición de los libros y documentos de los empresarios a instancia de parte o de
oficio, cuando la persona a quien pertenezcan tenga interés o responsabilidad en el
asunto en que proceda la exhibición. El reconocimiento se contraerá exclusivamente a
los puntos que tengan relación con la cuestión de que se trate.

El reconocimiento al que se refiere el artículo anterior, ya sea general o particular, se


hará en el establecimiento del empresario, en su presencia o en la de la persona que
comisione, debiendo adoptarse las medidas oportunas para la debida conservación y
custodia de los libros y documentos. En cualquier caso, la persona a cuya solicitud se
decrete el reconocimiento podrá servirse de auxiliares técnicos en la forma y número
que el Juez considere necesario.

TEMA 5.- LOS AUXILIARES DEL EMPRESARIO Y LOS CONTRATOS DE


COLABORACIÓN
1.- Concepto y clases
Dada la complejidad cada vez mayor de la actividad empresarial, el empresario
mercantil necesita de personas que colaboren en su actividad empresarial, bien
organizando la actividad empresarial o bien representándole en el mercado.

Los colaboradores del empresario pueden ser de muy distintos tipos y sus estatutos
jurídicos están regulados por una normativa dispersa (código de comercio, LCA, ET…).
Así cabe hablar de colaboradores:
- Permanentes o esporádicos
- Internos o externos
- Dependientes o independientes
- Generales o específicos
Todos ellos se caracterizan porque por estar dotados de un poder de representación del
empresario, por lo que pueden actuar en el tráfico económico obligando a aquel, dentro
de su ámbito de representación, en las operaciones y contratos que realizan con terceros.

El poder de representación puede venir dada por un apoderamiento expreso


(legitimación directa) o por una apariencia jurídica en el ámbito representativo.
La representación puede tener origen legal, convencional u orgánico.
Cuando se haga un apoderamiento convencional, la forma resulta esencial, si bien en
protección a terceros de buena fe se admite el apoderamiento aparente; no obstante, la
inscripción en el RM resulta obligatoria en algunos supuestos (por ejemplo, art. 94.5
RRM).

2.- COLABORADORES DEPENDIENTES.


Son las personas físicas que voluntariamente prestan sus servicios retribuidos por cuenta
ajena y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica,
denominada empleador o empresario. Están vinculados al empresario en virtud de una
relación laboral (un contrato de trabajo) y uno de sus deberes laborales básicos es el de
cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de sus
facultades directivas. Ello lo regula el Derecho Laboral.

Al derecho Mercantil sólo le interesa que estos estén dotados de un poder de


representación que les permita actuar en el tráfico económico en nombre y por cuenta
del empresario y vinculado a éste con las operaciones que en su nombre realicen
Pueden ser:
- Apoderados generales.
Tienen un poder de representación muy amplio, un poder general que les permite actuar
representando al empresario en todo lo relativo al tráfico de la empresa (factor, director
general, gerente...). En principio pueden realizar todas aquellas operaciones que
requiera el normal desarrollo de la actividad empresarial de que en cada caso se trate,
auque el empresario podrá establecer límites siempre que no sean de tal intensidad o
alcance que lleguen a desvirtuar ese carácter general.
· En las relaciones internas, si el apoderado se extralimita incurrirá en responsabilidad
frente al empresario y estará obligado a indemnizarle los daños que le haya ocasionado.
· En las relaciones externas, dichos límites no pueden ser oponibles a terceros de buena
fe (a los que contrataron con el factor sin conocer esos límites)
Por lo tanto, si el factor realiza alguna operación extralimitándose, la operación será
válida y obligará al empresario siempre que se trate de una operación propia del tráfico
de la empresa y que el tercero con quien contrato el factor haya actuado de buena fe.
Ahora, si dichos limites constan en el Registro Mercantil, hay una parte de la doctrina
que opina que sí serían oponibles a terceros de buena fe en virtud de la publicidad
registral.
- Apoderados singulares.
Tienen un poder limitado de representación que les permite actuar representando al
empresario en una parte determinada del tráfico de la empresa, por lo que únicamente
obligan al empresario cuando realizan operaciones propias del ramo que tienen
encomendado

Pueden ser:
- Dependientes: tienen encomendado el desempeño de todas las gestiones propias
de un determinado ramo de actividades de la empresa
- Mancebos: se encargan de realizar determinadas operaciones, En estos casos, la ley
presume que tienen el poder suficiente como para poder realizar las actividades conexas
a su tarea. Si el empresario quiere evitar esta presunción deberá darlo a conocer a sus
clientes haciendo algún tipo de publicidad (fáctica o legal)

- Viajantes de comercio.
Actúan fuera de los establecimientos comerciales del empresario y sin sujeción al
horario laboral de la empresa, y su labor consiste en promover o concertar
personalmente operaciones mercantiles por cuenta del empresario, sin asumir el riesgo
de las mismas. Estos sólo podrán considerarse auxiliares cuando estén facultados no
sólo para promover las operaciones, sino también para concertarlas personalmente como
representantes del empresario.

3- LOS COLABORADORES INDEPENDIENTES


Actúan desde una posición autónoma y no están jerárquicamente subordinados al
empresario, aunque en determinados aspectos tengan que actuar siguiendo sus
instrucciones
Son otros empresarios, cuya actividad consiste precisamente en distribuir o
comercializar productos y servicios de otros empresarios con los que están vinculados a
través de determinados tipos de contratos mercantiles (contrato de comisión, de agencia,
de franquicia...)
El instrumento jurídico de la mencionada cooperación son los contratos de colaboración
mercantil o de gestión de intereses ajenos en los que podemos destacar:
1º Las obligaciones que en ellos se asumen son fundamentalmente de hacer
2º Se distinguen dos tipos:
- Los denominados contratos de actividad o de medios que son aquellos en los que se
renumera la mera realización de una actividad con independencia del resultado obtenido
con ella.
- Los contratos de resultado, en ellos el objeto es la consecución de un determinado
resultado y por tanto la remuneración de la actividad desarrollada por el colaborador
dependerá de la consecución o no de dicho resultado. Estos contratos se desprenden del
esquema general del arrendamiento de obra regulado en los arts. 1.588 y ss del CC.
A veces la distinción entre uno y otro grupo es muy difícil debido a la variante y
equívoca terminología utilizada a la hora de denominar al empresario colaborador que
realiza estas operaciones (se habla de viajantes, representantes, agentes, corredores,
etc..) y a la utilización de figuras contractuales normalmente atípicas y mixtas. es.
4- PERSONAL DE ALTA DIRECCIÓN (REMISIÓN)
5.- EL CONTRATO DE COMISIÓN
Es el más regulado en el C de C (arts. 244 al 280) y su regulación es supletoria de los
restantes

Art. 244: se reputará comisión mercantil el mandato, cuando tenga por objeto un acto u
operación de comercio y sea comerciante u agente mediador del comercio el comitente
o el comisionista

De este concepto podemos extraer las siguientes características:


- Se trata de un mandato (art. 1.709 del CC), mediante el cual una persona
(comisionista) se obliga a realizar alguna cosa o prestar algún servicio por cuenta y
encargo de otra (comitente)
-Su carácter mercantil deviene de:
►La calificación como acto de comercio del “encargo” que el comitente hace al
comisionista (una cosa es el encargo y otra su ejecución en la que interviene un tercero)
►La condición de comerciante del comitente o del comisionista
-- La relación entre comitente y comisionista es instantánea y concluye con la
realización del encargo
-Es un contrato consensual y sinalagmático
- Es un contrato intuito personal

►Modalidades de comisión: el comisionista siempre actúa por cuenta ajena pero puede
hacerlo en nombre propio o en nombre del comitente (art. 245 del C de C)
Si actúa en nombre propio (art. 246 del C de C, representación indirecta), las
relaciones jurídicas se establecen entre el comisionista y el tercero, quedando a salvo las
obligaciones y derechos que “respectivamente correspondan al comitente y al
comisionista entre si”
Si actúa en nombre del comitente (art. 247 del C de C, representación directa), las
relaciones jurídicas se establecen entre el comitente y los terceros. El comisionista debe
demostrar la existencia de la comisión si el comitente la negare, si no lo consigue
quedará obligado para con los terceros
►Formación y celebración del contrato
Contrato consensual que se perfecciona por el mero consentimiento (expreso o tácito)
de las partes. Su celebración o eficacia no está sujeta a requisitos formales
El art. 249 presume el consentimiento tácito del comisionista cuando “ejecute alguna
gestión, en el desempeño del encargo”, que no sea rehusarlo
El art. 248 recoge la posibilidad de que el comisionista rehúse el encargo con la
obligación de comunicarlo al comitente el medio más rápido posible
Obligaciones en caso de rehusar el encargo:
►Custodiar y conservar con diligencia los efectos remitidos por el comitente
►Esta obligación finaliza al designarse nuevo comisionista o los tribunales se hayan
hecho cargo de los efectos a petición del comisionista
Consecuencias del rehúse tácito sin comunicación o de la falta de diligencia en la
custodia
►Responsabilidad de indemnización al comitente de los daños y perjuicios que le
ocasione

Prohibiciones del comisionista:


Concertar operaciones a precios más onerosos que los corrientes en la plaza, aunque
alegue que al mismo tiempo realizó operaciones similares por su cuenta (art. 258)
Dar un destino distinto a los fondos que recibió para ejecutar su encargo. En ese caso
pagará al comitente el interés legal del dinero además de los daños y perjuicios
ocasionados (art. 264)
Prestar o vender a crédito o a plazos. El comitente le puede exigir el pago al contado
(art. 270)
Además el comisionista tiene prohibido tener efectos de una misma especie
pertenecientes a distintos dueños sin forma de distinguirlos (art. 268)
El art. 267 le prohíbe “comprar para sí ni para otro lo que se le haya mandado vender,
ni vender lo que se haya encargado comprar, sin licencia del comitente”. Prohibición de
la “autoentrada del comisionista” (problemas del autocontrato)
Para vender efectos que puedan sufrir peligro de menoscabo y que por urgencia no
pueda solicitar la autorización del comitente, se le permite que lo haga con autorización
de los tribunales (art. 269)
►Extinción del contrato
El contrato es revocable unilateralmente por el comitente en cualquier estado del
negocio, con la obligación de comunicación y de asunción de las gestiones del
comisionista (art. 279)
No tiene el comisionista un derecho similar al anterior, por el contrario, una vez
aceptada, no puede denunciar o revocar la comisión
El contrato se extingue por muerte o inhabilitación del comisionista, pero no por las
del comitente, aunque podrá ser revocado por sus representantes (art. 280) (intuito
personae)

Comisión de garantía►Por regla general el comisionista no responde del


incumplimiento del contrato que surge de sus gestiones por parte del tercero
►Pero según el art. 272 si el comisionista percibe sobre una venta además de la
comisión ordinaria otra de garantía, corre de su cuenta los riesgos de la cobranza,
quedando obligado a satisfacer al comitente el producto de la venta en los mismos
plazos pactados por el comprador
►El artículo se puede generalizar a cualquier supuesto de comisión

6.- OTROS CONTRATOS DE COLABORACIÓN


6.1.- LA CONCESIÓN O DISTRIBUCIÓN COMERCIAL
6- EL CONTRATO DE CONCESIÓN
Es un contrato de colaboración entre empresarios para la distribución de productos o
servicios bajo una marca de prestigio. Es un contrato atípico configurado por la doctrina
y la jurisprudencia

Mediante este contrato un empresario denominado concesionario adquiere el derecho


a revender en una determinada zona los productos de una determinada marca que le
suministra otro empresario denominado concedente, actuando el primero en nombre y
por cuenta propia, pero de conformidad con las condiciones pactadas y bajo la
supervisión del concedente

Es frecuente en estos contratos:


 La cláusula recíproca de exclusiva
 La imposición al concesionario de un volumen mínimo de ventas y de servicios
posventa
 Que sean de duración indefinida, pero teniendo ambas partes la facultad de
resolverlo siempre con el correspondiente preaviso y mediando buena fe.

Como el concesionario actúa en nombre propio asume todos los riesgos de la


operación

- 6.2.- LA FRANQUICIA
Es un contrato atípico, que surge en la práctica a partir del contrato de concesión.
En la franquicia, la concesión comercial, se complementa con un pacto de exclusiva y
con la obligación del franquiciado de utilizar los signos distintivos y técnicas
comerciales del franquiciador

En este sentido:
 El franquiciador
► Cede sus signos distintivos al franquiciado
► Tiene derecho a inspeccionar las instalaciones del franquiciado para comprobar
que cumple con los requisitos de calidad exigidos
 El franquiciado
► Tiene la obligación de utilizar los signos distintivos del franquiciador
► Pacto de exclusividad: sólo puede comercializar los productos del franquiciador

El franquiciado se obliga a:
 Pagar la correspondiente compensación económica, que suele consistir en:
► Una cantidad inicial o derecho de entrada (franchise fee)
► Una cantidad periódica (normalmente anual) que consiste en un porcentaje sobre
las ventas (royalties)
 Aplicar los sistemas de comercialización del franquiciador y respetar su imagen
 Disponer de un adecuado stock de productos
 Observar las instrucciones del franquiciador, sobre todo las relativas a los
precios
 Suministrar al franquiciador información sobre la situación del mercado

6.3.- LA AGENCIA
Se regula en la Ley 12/1992 de 27 de mayo, régimen jurídico del contrato de agencia
(LCA), dictada como consecuencia de la Directiva 86/563/CEE

Concepto: art. 1 de la Ley 12/1992: Por el contrato de agencia, una persona natural o
jurídica (agente) se obliga frente a otra (empresario) de manera continuada y estable y a
cambio de una remuneración a:
► Promover actos u operaciones de comercio por cuenta ajena o promoverlos y
concluirlos por cuenta y en nombre ajeno
► Actuando como intermediario independiente
► No asumiendo, salvo pacto en contrario, el riesgo y ventura de las operaciones
► Diferencias con la comisión:
 La relación del agente con el empresario se califica de estable o duradera (en la
comisión se trataba de una relación puntual)
 El agente siempre actúa por cuenta y en nombre del empresario
 por lo que no asume los riesgos de la operación, salvo que se pacte una cláusula
de garantía

 Es un contrato intuito personal, pero el agente podrá actuar por medio de sus
dependientes con autorización del empresario y respondiendo de su gestión
 Puede desarrollar su actividad con varios empresarios, salvo pacto en contrario,
permiso de éstos y no exoneración de su responsabilidad
 Se trata siempre de un contrato remunerado
 Contrato consensual, pero las partes pueden obligarse a realizarlo por escrito
 Se puede pactar una prohibición de competencia del agente, siempre < 2 años
desde la extinción del contrato, que podrá extenderse a una zona geográfica y a un
grupo de personas y solo podrá afectar a la clase de bienes o servicios objeto del
contrato. Si el contrato de agencia duró menos de 2 años, la prohibición no puede
exceder de 1 año

6.4.- LA MEDIACIÓN O CORRETAJE


Es un contrato atípico, que no está regulado ni en el Derecho civil ni en el Derecho
mercantil.
No obstante, es un contrato consolidado en la práctica, que puede ser tanto civil o
mercantil.
Mediante este contrato, una persona se obliga a pagar a otra (corredor o mediador) una
remuneración, obligándose esta última a promover o facilitar la celebración de un
determinado contrato, en el caso de que le ponga en relación con un tercero con el que
concertarlo
El mediador o corredor sólo percibirá su retribución si como consecuencia de su
actividad se celebra el contrato objeto de la mediación, pero la jurisprudencia le
reconoce el derecho a ser retribuido si posteriormente se celebra el contrato entre las
personas promovidas por el mediador, pero sin su intervención (SSTTSS 21/05/1992 y
21/10/2000)
La remuneración suele consistir en un porcentaje del montante del contrato concertado

6.5.- EL FACTORING
Se trata de un contrato de colaboración en la gestión empresarial, difundido desde la
práctica norteamericana
No tiene regulación sustantiva en nuestro país, aunque la Orden de 14 de febrero de
1978 contempló por primera vez a las sociedades de factoring entre las entidades de
financiación no bancarias
Hay una gran variedad de modalidades en consonancia con la autonomía de la voluntad
de las partes, pero en general consiste en:
 Permitir a los empresarios que obtengan la colaboración de una empresa
especializada (factor), que les facilite, a cambio de una remuneración, una serie de
servicios, dentro de la amplia gama de la comercialización
 Asumir funciones de gestión de cobro.

Deben ser sociedades anónimas, que deben tener un elevado capital social, a partir de un
capital social mínimo obligatorio.

TEMA 6.- LA FINANCIACIÓN DE LA EMPRESA. EL SISTEMA


FINANCIERO. LOS CONTRATOS BANCARIOS. LOS TÍTULOS VALORES.

1.- La actividad bancaria. La contratación bancaria.


Los contratos bancarios son aquellos llevados a cabo por las entidades de crédito,
Se incluyen las entidades de crédito en sentido estricto (Bancos, Cajas de Ahorros,
Cooperativas de Crédito, Cajas rurales) como otras entidades de crédito (entidades de
dinero electrónico, ICO…)

Se clasifican en operaciones bancarias activas, pasivas y neutras o de gestión:


Operaciones activas: aquellas en las que el banco transmite una cantidad de dinero al
cliente
Operaciones pasivas: son aquellas en las que el banco recibe o capta el dinero del
cliente con el compromiso de restituirlo
Operaciones neutras o de gestión: la entidad de crédito presta diversos servicios a sus
clientes

2. DISCIPLINA NORMATIVA
Bajo la denominación común de “contratos bancarios” se engloban aquellos que regulan
las relaciones entre las entidades de crédito (en sentido estricto) y sus clientes.

Son contratos bancarios, el conjunto de operaciones mediante las cuales determinadas


entidades (que deben contar con la pertinente autorización administrativa y hallarse
inscritas en los registros correspondientes) ejercen, de manera habitual y con ánimo de
lucro, funciones de intermediación indirecta en el crédito, esto es, reciben dinero de
clientes a cambio de intereses, dinero que a su vez prestan a otros proporcionándoles
también a cambio de intereses, si bien, un interés inferior.
Características de los contratos bancarios;
a) Son contratos de empresa (los bancos desarrollan con ellos su actividad) y no se
discute su naturaleza mercantil, al ser siempre actos de comercio (art. 175 C de c;
artículo 1 C de c)
b) Normalmente se utilizan «contratos tipo» o contratos de adhesión.
c) Son onerosos y consensuales.
d) Se basan en la mutua confianza de las partes y en la autonomía de la voluntad
(art. 1.255 CC).
e) En su mayoría son atípicos. Para regularlos son insuficientes el C de C y el CC y
hay que acudir a normativa especial: normas dictadas por el Ministerio de Economía, el
Banco de España y el Sistema Europeo de Bancos Centrales (Banco Central Europeo).
Como excepción podría citarse como expresamente regulado el crédito al consumo (Ley
16/2011 de 24 de junio) que además no es actividad monopolizada por los bancos. –

El carácter atípico de la práctica totalidad de los contratos bancarios, lo que plantea el


problema de determinar cuál es su régimen jurídico.

Los contratos bancarios no se regulan en el C de C que sólo menciona algunas de sus


operaciones en su art. 175, aunque su carácter mercantil es generalmente reconocido por
intervenir el ellos una sociedad mercantil (Banco) y versar su contenido sobre la
actividad propia de estas entidades.

La contratación bancaria carece de reconocimiento legal expreso en nuestro


Ordenamiento jurídico, si bien, como contratos mercantiles que son están sometidos al
sistema y jerarquía del C de C. (arts. 2 y 50 C de C); asimismo, le resultan aplicables las
disposiciones generales sobre contratos del C de C (arts. 50 y ss) y del Código civil.

En cualquier caso, el régimen jurídico de la mayoría de los contratos bancarios se ha


venido construyendo con el paso del tiempo a través de la doctrina, los usos de las
propias entidades de crédito y la jurisprudencia.
La ausencia de normativa específica ha propiciado que el derecho bancario –junto con
la necesaria protección de la clientela bancaria- se nutra preferentemente de
disposiciones de procedencia administrativa, siendo la técnica legislativa más empleada
la habilitación al Ministerio competente en economía para establecer las normas
precisas a que habrán de ajustarse las entidades de crédito en sus relaciones
contractuales con clientes, normas que luego son desarrolladas reglamentariamente por
el Banco de España, constituyendo así tanto el Ministerio como el Banco de España las
fuentes materiales de creación del Derecho contractual bancario.
Y en este sentido, cabe destacar la particular incidencia que tienen las Circulares
elaboradas por el Banco de España (CBE).
El problema se plantea porque no existe un acuerdo sobre si estas Circulares elaboradas
por el Banco de España deben ser consideradas como fuente del Derecho, en el sentido
que prevalezcan sobre lo pactado entre las partes, pues el art. 1.255 CC establece que
«Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público».
Además, hay que tener en cuenta tres elementos: 1º En los contratos bancarios
intervienen consumidores, lo que hace que le sean de aplicación toda su normativa
protectora. 2º Estos contratos son generalmente de adhesión y deben respetar la
normativa sobre condiciones generales de contratación. 3º El estricto control al que
están sometidas las entidades bancarias modula la normativa que le es de aplicación.
Por todo ello en su regulación debemos que acudir a las normas de ordenación,
supervisión bancaria y protección de la clientela. Entre ellas destacamos:
- Ley 10/2014, de 26 de junio, de ordenación, supervisión y solvencia de entidades de
crédito
- Ley 13/1994 de 14 de abril, de Autonomía del Banco de España.
- Ley 44/2002 de 22 de noviembre, de medidas de reforma del sistema financiero. -
Real Decreto 692/1996 de 26 de abril, sobre régimen jurídico de los establecimientos
financieros de crédito.
- Real Decreto 771/2011, de 3 de junio, por el que se modifica el Real Decreto
216/2008, de 15 de febrero, de recursos propios de las entidades financieras y el Real
Decreto 2606/1996, de 20 de diciembre, sobre fondos de garantía de depósitos de las
entidades de crédito.
Debe tenerse en cuenta, asimismo, la disciplina impuesta por los órganos reguladores
con la finalidad de conseguir la transparencia del mercado, puesto que el sistema
financiero se basa en la confianza de sus intervinientes y dicha confianza en los bancos
impone el conocimiento de las condiciones de funcionamiento del sistema, por tanto
estas normas imponen coactivamente a los bancos:
- La obligación de una exhaustiva información precontractual al cliente sobre las
ofertas de productos comercializados por los bancos.
- La imposición de un contenido mínimo y necesario en la documentación a entregar al
cliente.
- La posibilidad del cliente de acudir a la competencia
. - La Ley 22/2007 de 11 de julio, sobre comercialización a distancia de servicios
financieros destinados a los consumidores, que impone un riguroso régimen de
información precontractual
Asimismo, resulta aplicable a la contratación bancaria, la normativa de defensa de los
consumidores y usuarios, en concreto el Real Decreto Legislativo 1/2007 (TRLGDCU).
En particular todo lo referente a la nulidad de las cláusulas abusivas.
También es de aplicación, la Ley 7/1998 de 7 de abril sobre condiciones generales de
contratación aplicable a adherentes empresarios y consumidores, con los diferentes
controles que tienen que superar las referidas condiciones generales (control de
incorporación)

Como se indicaba, no se debe olvidar, la propia práctica bancaria, los denominados usos
bancarios que podemos definir como la forma habitual y reiterada de cumplirse en una o
más plazas una determinada relación jurídica establecida entre una entidad bancaria y su
cliente. Si bien hay que afirmar que el recurso a os usos bancarios tuvo su gran apogeo
en los siglos XIX y parte del XX, la aparición de la abundante normativa administrativa
bancaria de derecho imperativo y la protección del usuario han mermado
considerablemente el protagonismo de estos usos, que además tienen el inconveniente
de la demostración de la prueba de su existencia. Pero es necesario destacar la labor del
Servicio de Reclamaciones del banco de España (SRBE) que incluye en sus memorias
anuales un apartado de «buenas prácticas bancarias» en las que hace una relación de las
prácticas bancarias que considera correctas, contribuyendo a dotar de armonía y
uniformidad al sistema.
Hay también que destacar la Declaración Universal de Derechos de los Usuarios de
Servicios Bancarios y Financieros (Sevilla 2006, de carácter privado).

3. LA CUENTA CORRIENTE BANCARIA


El contrato de cuenta corriente bancario tiene su origen en la cuenta corriente
mercantil. La cuenta corriente mercantil es un contrato regulado en el C de C, por el
cual, dos empresarios mercantiles se concedían, recíprocamente, créditos, de manera
que, en una cuenta se iban apuntando las distintas concesiones de crédito y las
correspondientes amortizaciones. Este contrato se caracterizaba porque tenía una
duración determinada, de forma que, el saldo final no era exigible hasta la fecha de
cierre del contrato.
La cuenta corriente bancaria se asemeja a la mercantil en que hay concesiones
recíprocas de crédito y se diferencia de la mercantil en que las liquidaciones de cuenta
son automáticas.
La cuenta corriente bancaria es un contrato atípico.
Pertenece a las denominadas operaciones neutras o de gestión, por las que el banco
presta al cliente determinados servicios que no suponen ni la obtención ni la concesión
de crédito. A pesar de ser operación que normalmente sirve de soporte a otros contratos
bancarios tiene autonomía propia y se considera como contrato base regulador de las
relaciones banco-cliente, relación que suele ser duradera y que se documenta por la
apertura y mantenimiento por el cliente de una cuenta corriente en una oficina de la
entidad de crédito.

La cuenta corriente bancaria permite al cliente la obtención del llamado servicio de


caja, que le faculta para realizar un importante número de operaciones (retirada de
fondos, domiciliación de nóminas y pagos, libramiento de cheques, etc…) a través de
las ventanillas (presenciales o virtuales) y la caja del banco.

Para nuestra jurisprudencia se trata de «una figura atípica que encuentra su significado
o elemento causal, desde el punto de vista de los titulares de la cuenta, en el llamado
servicio de caja, encuadrable en nuestro Derecho dentro del marco general del contrato
de comisión; el Banco en cuanto mandatario ejecuta las instrucciones del cliente
(abonos y cargos) y como contraprestación recibe unas determinadas comisiones,
asumiendo la responsabilidad propia de un comisionista».

Es una figura contractual autónoma (la prestación del servicio de caja no se condiciona
a la existencia de otro contrato), pero en la práctica suele aparecer ligada a otros
contratos bancarios (depósitos, créditos, préstamos…).
En cuanto a su régimen jurídico –como todo contrato bancario- es un contrato atípico,
aunque se hace menciones a él en los arts. 175.9; 177 y 180 del Código de comercio.

En cuanto al cliente, una de las cuestiones que más ha planteado es la capacidad que
debe tener una persona para firmar un contrato de cuenta corriente. Según los tribunales,
sería exigible la capacidad de obrar civil, de manera que, los menores de edad no
emancipados no pueden abrir una cuenta corriente bancaria.

Los menores pueden ser titulares de una cuenta, pero no pueden disponer de la misma y
tampoco cancelarla. En cuanto a los emancipados, pueden abrir cuentas corrientes,
pueden disponer de las mismas y pueden cancelarlas, pero, en todo caso, siempre que
ello no implique cantidades importantes de su patrimonio. Si la cantidad es o no
excesiva lo decide la entidad de crédito y, en todo caso, el juez.

En cuanto a la titularidad de las cuentas corrientes bancarias, pueden ser únicas,


mancomunadas o solidarias. Si es mancomunada, es necesaria la firma de todos los
titulares para disponer de la cuenta; si es solidaria, cualquiera de los cotitulares puede
disponer de la cuenta. En todo caso, sean solidarias o mancomunadas, la
responsabilidad por el mantenimiento de la cuenta corresponde solidariamente a todos
los cotitulares y, en todo caso, para cancelar la cuenta corriente bancaria es necesaria la
firma de todos los cotitulares.
La cotitularidad de una cuenta corriente bancaria no presupone la copropiedad de los
fondos depositados en la cuenta.

La responsabilidad del banco es la propia es la propia del comisionista, pero tamizada


por el clausulado del contrato que es especialmente riguroso en cuanto a la
comprobación y cotejo de las firmas de las órdenes que ha de atender.
4- CONTRATOS BANCARIOS DE ACTIVO.
4.1- EL PRÉSTAMO BANCARIO
En este contrato, el banco (prestamista) concede al cliente (prestatario) una suma de
dinero determinada y éste se obliga a restituirla en los plazos y condiciones pactadas,
abonando además los correspondientes intereses y, otros conceptos, como las
comisiones de apertura y gastos.
Normalmente su concesión lleva consigo la apertura de una cuenta corriente en la que se
reflejan los movimientos. No está regulado en el C de C (atípico), que si regula el
préstamo mercantil; arts. 311 al 324) que sirve como normativa supletoria a la
autonomía de la voluntad de las partes.
Se trata de un contrato:
- Mercantil: puesto que siempre interviene una entidad de crédito en el ejercicio
de la actividad que le es propia.
- La práctica bancaria lo ha convertido en consensual puesto que tras la firma de
la correspondiente póliza de préstamo (art. 314 C de C) y como efecto de la misma se
ingresa la cantidad en la cc del cliente.
- Bilateral: una vez entregado el dinero, sólo surgen obligaciones para ambas
partes.
- Retribuido: el prestatario siempre se obliga al pago de los intereses pactados,
salvo supuestos muy excepcionales.
- Formal de hecho: los bancos suelen exigir la escritura pública (posibilita el
procedimiento ejecutivo). Algunos préstamos por exigencia legal deben constar en
escritura pública (el préstamo con garantía hipotecaria).
Obligaciones de las partes
Las obligaciones del prestatario son: devolución del principal; pago de intereses; pagos
de comisiones, gastos y tributos.
Devolución del principal. La obligación principal del prestatario es devolver el principal
del préstamo en los plazos pactados, siendo lo normal que se realice de forma
fraccionada en el tiempo y con arreglo al calendario de amortización, aunque puede
pactarse la devolución en un solo plazo. La deuda está sometida al principio nominalista
(se libera entregando una cantidad de dinero igual a la recibida).
Se puede pactar:
- Un periodo de carencia durante el cual queda en suspenso la obligación de
devolución del prestatario (esta carencia puede afectar también al pago de intereses).
- La posibilidad de anticipar total o parcialmente la obligación de restitución, en
este caso el cliente debe abonar una prima de anticipación o penalidad (comisión) por
amortización anticipada.
Apertura de crédito
Contrato por el cual el banco (acreditante) se obliga a poner a disposición de un cliente
(acreditado) por un plazo de tiempo la disponibilidad de un capital, como límite
máximo, obligándose a cambio de una contraprestación económica (comisión de
apertura + interés sobre lo dispuesto, aunque puede ser sobre el total) a entregar al
cliente las sumas que éste solicite o realizar otras prestaciones que permitan obtenerlas,
siempre que estén dentro de la cantidad y plazo pactados. (Es atípico).
Sus diferencias con el préstamo son:
- El objeto del contrato no es el dinero sino un derecho de crédito dinerario
(disponibilidad de dinero).
- El cliente puede disponer de la caja de la entidad bancaria como si fuera propia
sin previa entrega de fondos por su parte.
- La ayuda económica que obtiene el cliente se adapta a las exigencias de cada
momento, superando la rigidez del préstamo.
- La característica fundamental de este contrato es la idea del saldo fluctuante, es
decir la cuenta del crédito va cambiando de conformidad con las disposiciones del
cliente.
Modalidades:
- Apertura de crédito simple: La entidad de crédito concede al cliente la facultad
de disponer del crédito concedido, durante la vigencia del mismo, de una sola vez, en
uno o varios actos de disposición.
- Apertura del crédito en cuenta corriente. La entidad concede al cliente además
de la facultad de disponer del crédito, la posibilidad de ir reembolsando a la entidad las
cantidades dispuestas para que, dentro del límite pactado, pueda volver a disponer de
ellas.
- Apertura de crédito garantizada. Mediante aval que garantiza el cumplimiento de
las obligaciones del concedente. El aval se formaliza en la propia póliza de crédito. Lo
habitual es un aval personal (persona física o jurídica) y no bancario.
- Apertura de crédito sindicado. Lo conceden varios bancos sindicados y se suele
aplicar a grandes operaciones crediticias. Cada banco se obliga a conceder una fracción
del crédito.

4.3- EL DESCUENTO
Es una operación pasiva bancaria; consiste en e el descuento que hace un banco a otro,
de una deuda normalmente recogida en un título valor negociable. La entidad que acude
al redescuento lo hace con objeto de conseguir liquidez.
(Remisión)

5- LOS CONTRATOS BANCARIOS DE PASIVO. 5.1. EL CONTRATO DE


DEPÓSITO
El contrato de depósito está ligado a la actividad bancaria desde sus orígenes y es una de
las actividades que sólo pueden ejercer las entidades de crédito en sentido estricto. En
ellos el cliente (depositante) confía al banco (depositario) una suma de dinero de la que
pasa a ser titular asumiendo la obligación de restituir una suma equivalente, junto a los
intereses correspondientes, al requerimiento del cliente o al vencimiento de un plazo
previamente estipulado.
Caracteres:
- Atípico: carece de regulación específica y se integra mediante normas afines
(depósito mercantil y civil).
- Contrato real y unilateral (sólo genera obligaciones para el banco). Se
perfecciona con la entrega del dinero. Sólo crea obligaciones para la entidad de crédito
no para el cliente.
- El dinero objeto del depósito pasa a ser propiedad del banco que la aplica a sus
operaciones de activo e inversión.
- Depósito irregular, puesto que se permite al depositario disponer de la cosa
objeto ya que se constituye sobre una cosa genérica (dinero) e implica la devolución de
otro tanto de la misma especie y calidad (normalmente en un depósito no se quiere que
se use la cosa, sino que se custodie y me devuelvan la misma). El depósito de dinero es
siempre irregular.
- Suelen ir juntos los depósitos y la cuenta corriente, pero tienen distintas
finalidades:
o La finalidad de la cuenta corriente es la prestación del servicio de caja.
o La finalidad del depósito es la seguridad de los fondos del cliente.
- Tipos: Atendiendo al momento en que el banco está obligado a devolver la
cantidad depositada, se distinguen:
o Depósitos a la vista: ellos el cliente depositante puede exigir sin previo aviso y
en cualquier momento la restitución de la totalidad o de parte de las sumas depositadas
y de los intereses devengados.
o Depósitos a plazo fijo: la restitución del banco está condicionada al
cumplimiento de un plazo de tiempo prefijado, en ellos el interés a pagar por el banco es
superior. Hay fórmulas intermedias que consisten en someter la restitución a un
determinado preaviso por parte el depositante.
- Vinculación de los depósitos a la vista. En los depósitos a la vista se distinguen
los vinculados a un contrato de cuenta corriente y los documentados mediante libretas o
cartillas de ahorro. (Son nominativas e intransferible).
- Obligaciones del banco: La obligación principal del banco es mantener la
liquidez suficiente para poder atender las restituciones del cliente. No hay obligación
por parte del banco de la custodia en sentido estricto ya que su obligación no es de
guardar sino de mantener la posibilidad de disposición del cliente. El banco debe
proceder a la restitución de los fondos recibidos en las condiciones pactadas, que, en
aplicación del principio nominalista, el banco cumple restituyendo la cantidad que
recibió. La última obligación del banco es abonar los intereses pactados. Que es la
remuneración del cliente por ceder al banco la propiedad de esos fondos y la
disponibilidad sobre ellos.
- Defensa de depositantes: Hay normativa de defensa de los depositantes, muy
abundante en Europa, en Derecho español exige:
o La publicación de los tipos de interés (en especial de los tipos por descubiertos).
o Exigencia de folleto informativo con tarifas, comisiones y tipos.
o Exposición en los tablones de anuncios de las condiciones.
o Control previo de la publicidad de las operaciones y servicios
o Expresión del rendimiento efectivo de los depósitos mediante fórmulas
normalizadas (TAE) (Tasa Anual Equivalente que es el rendimiento real de un producto
financiero).

6- LOS CONTRATOS BANCARIOS DE GESTIÓN


Los contratos bancarios neutros o de gestión son aquellos que tienen por objeto la
prestación de un servicio bancario por la entidad de crédito, siendo remunerado por el
cliente mediante el pago de una comisión.
No están directamente vinculados a una actividad crediticia.
Como ejemplos puede hacerse mención de la mediación en la compa de valores (en
bolsa) y en otros productos de inversión (planes de pensiones, fondos de inversión..), el
contrato de depósito y administración de valores (es una modalidad de depósito
administrado), la transferencia bancaria, la cuenta corriente bancaria, contratos de
depósito (bienes, dinero, valores), el alquiler de cajas de seguridad, etc.
Los bancos también emiten cédulas hipotecarias, que son obligaciones nominativas, a la
orden o al portador, solicitadas para la realización de complejos inmobiliarios y que
tienen como garantía el inmueble que financian.
Las más relacionadas con la actividad propia de las entidades de crédito son las de
mediación en los pagos: giro, transferencia, crédito documentario y emisión de tarjetas.

1. TRANSFERENCIA BANCARIA
El cliente ordena a su banco que con cargo a la disponibilidad monetaria que en él
mantiene, abone una determinada cantidad en la cuenta de otra persona quien, a su vez,
es cliente del mismo o de otro banco y que verifique las correspondientes operaciones
contables de cargo y de abono en sus respectivas cuentas.
Modalidades:
- El traspaso: operación de traslado de dinero entre dos cuentas de un cliente en
una misma Entidad
- La transferencia interior: operación subjetivamente trilateral por transferencia de
la cuenta de un cliente a la de otro, ambas abiertas en la misma entidad
- La transferencia directa: operación subjetivamente cuatrilateral de traspaso de la
cuenta de un cliente a la de otro abierta en una entidad distinta. Esta es la modalidad que
sirve de paradigma a la regulación comunitaria y nacional.
La transferencia bancaria genera diversos tipos de relaciones obligacionales:
Relaciones entre ordenante y beneficiario (el pacto de pago):
1. a falta de pacto el beneficiario no está obligado a aceptar la transferencia como
medio del pago (en definitiva, es un pago hecho por la entidad por delegación y ésta es
un tercero, art. 1205 C.c.);
2. Ese consentimiento puede ser implícito (si en los documentos de la relación
contractual se han mencionado los nº de cta del beneficiario) o tácito (si el beneficiario
ha dispuesto de los fondos recibidos o ha aceptado los extractos de los saldos que le
envía la entidad). El TS ha atribuido efecto positivo al silencio del beneficiario si el
acreedor que la conoció no se opuso a ella (ubérrima bona fide en las relaciones entre
comerciantes, STS 16 de febrero de 2001);
3. La transferencia surte efecto de pago de la obligación, si hay pacto desde que la
entidad del acreedor abona el importe en su cuenta; si no hay pacto desde que el
acreedor tiene noticia del abono y no lo rechaza.
2. GIRO BANCARIO
A través del giro bancario, una entidad de crédito recibe de un cliente –o carga en su
cuenta- una suma cierta de dinero en un lugar geográfico determinado con el encargo de
prestar el servicio remunerado de entregarla, o ponerla a su propia disposición o a la de
un tercero, en una plaza bancaria distinta. A tal fin, el banco cursa las órdenes oportunas
a sus agencias o sucursales (operaciones de contabilidad interna), o a las de otro banco
con el que mantenga relaciones de corresponsalía. Nos encontramos claramente ante un
mandato de pago.

7-CRÉDITO DOCUMENTARIO.
Se encuadra en las figuras de intermediación bancaria en los pagos de operaciones
comerciales.
Opera fundamentalmente en las operaciones de compraventa internacional. .Siempre es
una operación neutra
La labor del banco es de garante de la operación, facilitando la relación de las partes al
cubrir con su solvencia el riesgo de la operación.
Se trata de un acuerdo que suscriben un banco (banco emisor) y su cliente (ordenante),
para que el primero, actuando a solicitud y de conformidad con las instrucciones del
segundo, se comprometa a pagar a un tercero (beneficiario) una cantidad determinada, o
a observar otras conductas solutorias (aceptar o pagar letras de cambio) una vez le
hayan sido entregados los documentos correspondientes a una relación subyacente entre
el ordenante y el beneficiario.
Como negocio jurídico atípico, surgido en la práctica bancaria internacional, aparece en
la práctica con numerosos contenidos; la Cámara de Comercio Internacional ha
elaborado las Reglas y Usos Uniformes para créditos documentarios.
Suele intervenir también otro banco, que es la entidad del beneficiario, que podemos
llamar banco receptor o banco intermediario, a través del cual el banco emisor realiza
sus pagos.
En función de las obligaciones que asume este banco distinguimos entre:
- Crédito confirmado: significa que el Banco que añade su confirmación a un
crédito se responsabiliza solidariamente con el Banco emisor del cumplimiento de las
obligaciones contemplada en el crédito respecto al pago, la aceptación o la negociación
de documentos y giros.
- Crédito no confirmado: corresponde cuando existe solamente la responsabilidad
del Banco emisor.
La relación subyacente suele ser una compraventa o una prestación de servicios entre
ordenante y beneficiario y los documentos a que nos referimos en el párrafo anterior
suelen ser títulos representativos de las mercancías y pólizas de seguros.
Se distinguen dos tipos básicos de créditos documentarios:
- Crédito revocable: es el que permite al banco modificar o revocar en cualquier
momento el crédito, sin necesidad de consentimiento del beneficiario.
- Crédito irrevocable: obliga al banco a cumplir con sus obligaciones siempre que
las partes del contrato de compraventa que da origen al crédito base cumplido con las
suyas.
Un crédito documentario será revocable o irrevocable según lo indique el propio crédito
documentario o la carta de crédito. Si no se indica nada, no está regulado y se aplican
las reglas y usos uniformes de la cámara de comercio internacional al que deben
remitirse las partes, crédito documentario será irrevocable.
El banco se convierte en garante de la operación y paga cuando se le exhiban los
documentos pactados entre comprador y vendedor (factura de venta, póliza de seguro,
conocimiento de embarque, etc), es habitual que el banco emita la denominada carta de
crédito, en la que hace relación de los documentos que se le han de exhibir.

8-LA TARJETA DE CRÉDITO


Es un instrumento de pago de bienes y servicios y, en algunos casos, de obtención de
crédito por aplazamiento.
Clases:
a) Tarjeta de Débito
Es una tarjeta que sirve para utilizar los fondos depositados en la cuenta corriente o de
ahorro a la que está asociada. Por eso, si se es titular de una tarjeta de débito, se deberá
ser también titular de la cuenta.
En un principio, las tarjetas de débito sólo podían utilizarse para sacar dinero en oficinas
y cajeros automáticos, así como para consultar saldos y movimientos de la cuenta. En la
actualidad, también pueden emplearse para realizar pagos en comercios. En ambos
casos (retirada del dinero o pago en establecimientos comerciales), la operación se
registra instantáneamente en la cuenta. Ésa es la principal diferencia con las tarjetas de
crédito.
Si se realiza un pago o se retira dinero en efectivo con la tarjeta de débito, la operación
se registra simultáneamente en la cuenta asociada, y por tanto el titular debe
preocuparse de tener dinero suficiente en ella. Si no hay fondos, la entidad bancaria, si
así lo decide libremente, podría anticiparle la cantidad necesaria para realizar el pago.
En ese caso se producirá un descubierto en cuenta y tendrá que devolver el anticipo y
abonar los correspondientes intereses, comisiones bancarias y gastos.
El límite lógico de una tarjeta de débito es el dinero que tenga la cuenta asociada. Sin
embargo, es muy común que por razones de seguridad, las entidades, de acuerdo con su
cliente fijen un límite diario, sobre todo para la retirada de fondos de los cajeros
automáticos.

b) TARJETA DE CRÉDITO
Las tarjetas de crédito son documentos intransmisibles que se consideran títulos de
legitimación y, por tanto, legitiman a sus titulares para la obtención de diversas
prestaciones.
Su finalidad es facilitar a su titular la obtención de bienes (entre ellos el dinero en
efectivo) o servicios sin necesidad de pagar inmediatamente por la prestación recibida.
El titular de la tarjeta, mediante su firma en la factura o ticket u otros procedimientos,
legitima a un acreedor (normalmente un establecimiento comercial adherido al sistema)
para reclamar de la entidad emisora de la tarjeta (normalmente un banco) el abono de la
cantidad adeudada, la cual posteriormente se cargará en una cuenta específica a tal
objeto. Se distinguen entre las bilaterales y las trilaterales.
En las bilaterales sólo concurren dos sujetos, el emisor de la tarjeta que es el titular de
los establecimientos en los que puede utilizarse y el titular de la tarjeta.
En las trilaterales intervienen, al menos, tres sujetos: el emisor de la tarjeta, el titular de
los establecimientos adheridos al sistema, en los que se facilita el pago mediante el uso
de la tarjeta y el titular de la tarjeta.
También podemos distinguir entre tarjetas no bancarias y bancarias.
- Las primeras adoptan la estructura bilateral, las emite un comerciante (emisor de la
tarjeta) que entrega a sus clientes (titulares de la tarjeta) y permiten a éstos comprar a
crédito en el establecimiento del emisor, debiendo saldarse la cuenta periódicamente
(normalmente mensualmente) mediante un cargo practicado en una cuenta corriente
bancaria debidamente identificada y asociada al negocio jurídico realizado entre el
titular y el emisor de la tarjeta.
- En las bancarias interviene una entidad de crédito: pueden ser indirectamente
bancarias o puramente bancarias.
En las tarjetas bancarias es obligación del cliente conservar en buen estado la tarjeta y
notificar inmediatamente cualquier circunstancia de robo, extravío, etc… Son
frecuentes las cláusulas de exoneración de responsabilidad del titular, por el uso
indebido de la tarjeta desde la notificación al emisor del robo, pérdida, etc… Salvo el
caso de dolo o negligencia. Para el caso de las operaciones indebidas que se realicen
antes de la notificación, generalmente se fija un tope máximo de responsabilidad, si bien
la validez de los mismos no es pacífica en la jurisprudencia.

9.EL TÍTULO VALOR: CARACTERES GENERALES


I- Los títulos valores: concepto y caracteres
El título valor se puede definir en nuestro derecho con una frase: el título valor es el
documento necesario para el ejercicio de un derecho literal y autónomo incorporado en
un documento.
Es una categoría de documentos sometido a una especial protección jurídica (celeridad
en los plazos, prevalece la solidaridad de los obligados, procedimientos judiciales
ejecutivos).
No existe una regulación general de los títulos valores, sino diversa legislación
específica regula los diversos títulos valores (LCCh, LSCapital, Ley Navegación
Marítima).
Es una categoría taxativa, sólo son títulos valores aquellos documentos a los que una
Ley otorga el carácter de título valor: acciones sociedades de capital, letra de cambio,
cheque, pagaré, carta de porte (en algunos casos), conocimiento de embarque, warrant.
Se caracterizan por tres notas:
1) Legitimación del derecho por la posesión
2) Literalidad en los títulos valores
3) Autonomía

II. Clasificación de los títulos-valores


A. Por la forma de creación de los títulos son singulares (efectos) o en serie (valores en
sentido estricto).
Los primeros se caracterizan por su individualidad.
Los segundos, llamados igualmente títulos en masa, se distinguen por su fungibilidad y
porque deben ser emitidos en emisiones numeradas. Teniendo todas las mismas
características, son intercambiables y corresponden todos al mismo negocio.
B. Por el sujeto que los crea, los títulos son públicos o privados. En el primer grupo
entran los títulos de deuda pública o los títulos emitidos por las diversas personas de
derecho público. Al segundo grupo corresponden los creados por las personas de
derecho privado.
C. Por el objeto del derecho incorporado, los títulos valores son personales, reales y
obligacionales.
Los títulos personales representan la participación del titular en una sociedad, razón por
la cual también se les llama títulos de participación.
Los títulos reales confieren al poseedor legítimo un derecho real sobre una cosa. Estos
títulos también reciben el nombre de títulos representativos de mercancías, para indicar
que las cosas a las cuales se refieren se encuentran incorporadas en los títulos.
Los títulos obligacionales incorporan créditos de carácter pecuniario. Son llamados
también títulos de pago. El hecho de que incorporen una promesa incondicional de
pagar una suma de dinero, es decir, que representen un crédito, ha dado lugar a la
denominación de títulos de crédito.
D. Por los efectos de la causa en la vida de los títulos, estos pueden agruparse en
causales y abstractos.
En los títulos causales, la causa esta deliberadamente expresada en el documento y no se
separa de él para ningún propósito.
En los títulos abstractos, la causa es desvinculada del título, aunque esté indicada en él,
y no tiene ninguna relevancia ulterior en la vida de éste (si bien es cierto que la
abstracción no es total).
E. Por su forma de circulación, con carácter general, los títulos valores se dividen en
nominativos, a la orden y al portador. Es la clasificación que lleva a cabo la propia ley.
Los títulos normativos o directos son aquellos que señalan como titular a una persona
determinada. Para la transmisión del título es necesario que se cumplan las reglas de
cesión de créditos.
Los títulos a la orden son los que señalan como beneficiario a una persona determinada
o cualquier otra que ésta indique. La transmisión de los títulos a la orden se verifica por
medio del endoso y por la entrega del documento. Este puede ser objeto de negociación
por medio distinto al endoso.
Los títulos al portador son aquellos que designan como titular al portador o aquellos en
que la falta de designación implica atribución al portador.
F. Por la forma de emitirse: en papel o en anotación en cuenta o en soporte informático.
Esta opción, inicialmente restringida a algunos títulos valores (a los que la ley
reguladora lo permitía), en la actualidad está generalizada, siendo excepcional los
supuestos en que no es posible.

10. El CHEQUE
El cheque es un título valor, literal y abstracto que incorpora una orden de pago que el
emisor (librador) da al librado (necesariamente una Entidad de Crédito –Banco, Caja de
Ahorros-).
Es un título valor de literalidad perfecta
Para que un cheque sea considerado como tal; debe reunir una serie de requisitos
intrínsecos que están recogidos en el artículo 106 LCCh, que son:

1º) La denominación cheque en el idioma empleado para su redacción.


2º) El mandato puro y simple de pagar una suma determinada en ↨€ o en moneda
extranjera convertible admitida a cotización oficial.
3º) Nombre de la persona que ha de pagar, que necesariamente ha de ser una entidad de
crédito
4º) Lugar de pago.
5º) Fecha y lugar de la emisión del cheque
6º) Nombre de la persona que emite el cheque, que es el librador
Estas 6 son menciones esenciales, de manera que sin ellas el cheque, no tendría validez.
Sin embargo, hay que tener en cuenta el artículo 107, que salva algunas de las
menciones anteriores. Y establece las siguientes reglas:
1º S ino se indica el lugar de pago, se entiende como tal el domicilio del librado
(Entidad de Crédito).
2º Sino se indica el lugar del libramiento, el domicilio del librador
Entre las menciones esenciales tiene una especial importancia, el lugar de emisión del
cheque y las fechas.

El lugar del libramiento es importante porque lo marca la competencia judicial y el


derecho aplicable al cheque.

La fecha marca el plazo para cobrar el cheque y también la validez del mismo, ya que
determina si en la fecha del libramiento, el librador tenía o no la capacidad para
obligarse.

A la persona que ha de cobrar, el cheque se le llama TOMADOR O TENEDOR

La Ley Cambiaría señala que el cheque puede ser nominativo, a la orden o al portador.

Por otra parte, la Ley Cambiaria no contempla que se indique la fecha de vencimiento,
ya que el cheque nace vencido. Y ello porque la propia Ley establece unos plazos para
el cobro. En concreto 3:

1) Si el cheque es emitido en España y es pagadero en España, el plazo es de 15 días ( a


contar desde el día del libramiento)
2) Si se emite en España y es pagadero en Europa el plazo es de 20 días.
3) Si se emiten en España y es pagadero en un lugar no europeo, el plazo es de 60 días.

Junto a las menciones esenciales, en un cheque se pueden incluir todas las cláusulas que
el librador y el librado consideren convenientes; siempre que no sean contrarios a la
propia Ley Cambiaria.

En concreto la Ley prohíbe expresamente la Cláusula de intereses.


Si se incluye una cláusula de interés; se tiene por no puesta pero el cheque es válido.
.
El libramiento del cheque devenga el pago del Impuesto Patrimoniales y Actos jurídicos
Documentados. Sin embargo, el impago de este impuesto o el pagarlo de forma
incompleta, tiene consecuencias fiscales, pero no consecuencias cambiarias.

Circulación del cheque:


El cheque al portador se transmite mediante su entrega o tradición.
El cheque extendido a favor de una persona determinada, con o sin la cláusula «a la
orden», es transmisible por medio de endoso.

El cheque extendido a favor de una persona determinada con la cláusula «no a la orden»
u otra equivalente, no es transmisible más que en la forma y con los efectos de una
cesión ordinaria.

El endoso puede hacerse incluso a favor del librador o de cualquier otro obligado. Estas
personas pueden endosar nuevamente el cheque.
El endoso deberá ser total, puro y simple. Toda condición a la que aparezca subordinado
se considerará no escrita. Son nulos el endoso parcial y el hecho por el librado.
El endoso al portador equivale a un endoso en blanco.
El endoso al librado sólo vale como un recibí, salvo cuando el librado tenga varios
establecimientos y el endoso se haya hecho en beneficio de un establecimiento diferente
de aquel sobre el cual ha sido librado el cheque.

El pago del cheque y las acciones del tenedor:


Un cheque según la LCCh, es un breve aplazamiento de pago, por eso, cuando se emite
un cheque, la Ley parte de que el librador tiene fondos suficientes en la cuenta del
librador. Según la Ley cuando el tomador o el tenedor del cheque lo presenta dentro de
plazo, la entidad de crédito librado debe pagarlo (parcialmente si no hay suficientes
fondos en la cuenta)

Si el cheque se presenta fuera de plazo y hay fondos la Entidad de Crédito, puede pagar,
salvo que el cliente pasado el plazo legal haya revocado la orden de pago.

El tenedor podrá ejercitar su acción de regreso contra los endosantes, el librador y los
demás obligados cuando, presentado el cheque en tiempo hábil, no fuera pagado,
siempre que la falta de pago se acredite por alguno de los medios siguientes:

• a) Por protesto notarial.


• b) Por una declaración del librado, fechada y escrita en el cheque, con indicación
del día de la presentación.
• c) Por una declaración fechada de una Cámara o sistema de compensación, en la
que conste que el cheque ha sido presentado en tiempo hábil y no ha sido pagado.
El tenedor conserva sus derechos contra el librador, aunque el cheque no se haya
presentado oportunamente o no se haya levantado el protesto o realizado la declaración
equivalente. El tenedor puede reclamar de aquél contra quien se ejercita su acción
(solidariamente):
• 1.º El importe del cheque no pagado.
• 2.º Los réditos de dicha cantidad devengados desde el día de la presentación del
cheque y calculados al tipo de interés legal del dinero aumentado en dos puntos.
• 3.º Los gastos, incluidos los del protesto y las comunicaciones.
• 4.º El 10 por 100 del importe no cubierto del cheque y la indemnización de los
daños y perjuicios a que se refiere el último párrafo del artículo 108 cuando se ejercite
la acción contra el librador que hubiera emitido el cheque sin tener provisión de fondos
en poder del librado.

Cheques especiales:
El cheque es un medio de pago muy utilizado en la práctica. Por eso las Entidades de
Crédito han ido creando modelos especiales de cheque. En otros casos es la propia ley la
que ha creado tipos especiales de cheque.

Entre los de más relevancia jurídica destacamos 2:


1º Cheque conformado: se regula en el artículo 110 LCCh:
El librador o el tenedor de un cheque podrá solicitar del Banco librado que preste su
conformidad al mismo.
Cualquier mención de «certificación», «visado», «conforme» u otra semejante firmada
por el librado en el cheque acredita la autenticidad de éste y la existencia de fondos
suficientes en la cuenta del librador. El librado retendrá la cantidad necesaria para el
pago del cheque a su presentación hasta el vencimiento del plazo fijado en la expresada
mención o, en su defecto, del establecido en el artículo 135.

La conformidad deberá expresar la fecha, y será irrevocable.

2º Cheque cruzado: es aquel que solo puede pagar a una Entidad de Crédito o a un
cliente de una Entidad de Crédito

Se indica que es cruzado mediante unas barras paralelas en el anverso del cheque; puede
ser cruzado general o especial.
En general cuando se refiere a cualquier entidad de crédito; y es especial cuando se
especifica el nombre de una entidad de crédito concreta.

11.- EL PAGARÉ.
a. Caracteres generales. Elementos formales.
El pagaré es un título valor, literal y abstracto, emitido de forma nominativa directa que
integra una promesa de pago incondicional por el cual una persona se obliga pura y
simplemente a pagar una determinada cantidad en una fecha concreta a una persona o a
su orden.
No es una orden de pago a favor de un tercero como la letra de cambio, sino un
compromiso de pago, el emisor se compromete él mismo a pagar al tenedor del pagaré
cuando llegue el vencimiento.
Se regula en los artículos 94 y ss LCCh y supletoriamente resto de artículos de la LCCh
en cuanto sean compatibles.
Dos son las figuras intervinientes: el firmante y la persona a quién éste deberá pagar, es
decir el tomador o tenedor. También existen las figuras cambiarias del avalista,
endosante y endosatario.
Su función económica 1. instrumento de crédito (como la letra de cambio) 2. colocación
de capitales a corto y medio plazo (pagaré de empresa) 3. garantía de contratos de
apertura de crédito y de préstamo
Como instrumento de crédito, supone un aplazamiento de pago, bajo el mismo régimen
que la letra de cambio (a fecha fija, plazo fecha, a la vista, plazo visto).
El pagaré no ha de ser expedido en papel timbrado ni en un formato oficial, la ley deja
libertad para su forma y redacción mientras se cumplan los requisitos esenciales del art
94 y 95 LCCH.
Las entidades bancarias han diseñado un modelo normalizado para los pagarés que
deban cumplir función de giro
También las entidades bancarias ponen a disposición de sus clientes talonarios de
pagarés con formato parecido al del cheque y que se denominan pagares de cuenta
corriente, diferenciándose del cheque en que tienen que llevar impresa la palabra pagaré
ocupando la parte central del título y la indicación del vencimiento. En este caso la
Entidad de Crédito no es un librado sino un mero mandatario del librador para hacer
efectivo el pagaré s hay fondos en la cuenta corriente.
En definitiva, decir que no es obligatorio usar los pagarés de formato impreso que
entregan las Entidades de Crédito, se puede usar cualquier otro modelo o una simple
hoja de papel para extender un pagaré, siempre que cumpla los requisitos de la LCCH.
El pagaré deberá contener (menciones mínimas, art. 94 LCCh):

1.º La denominación de pagaré inserta en el texto mismo del título y expresada en el


idioma empleado para la redacción de dicho título.
2.º La promesa pura y simple de pagar una cantidad determinada en pesetas o moneda
extranjera convertible admitida a cotización oficial.
3.º La indicación del vencimiento mediante alguna de las fórmulas indicadas en la
LCCheque: a la vista, a plazo desde la vista, a fecha fija, a plazo desde la fecha (ver por
la LCCh)
4.º El lugar en que el pago haya de efectuarse.
5.º El nombre de la persona a quien haya de hacerse el pago o a cuya orden se haya de
efectuar.
6.º La fecha y el lugar en que se firme el pagaré.
7.º La firma del que emite el título, denominado firmante.
El título que carezca de alguno de los requisitos que se indican en el artículo precedente
no se considerará pagaré, salvo en los casos determinados en los párrafos siguientes:

a) El pagaré cuyo vencimiento no esté indicado se considerará pagadero a la vista.


b) A falta de indicación especial, el lugar de emisión del título se considerará como
lugar del pago y, al mismo tiempo, como lugar del domicilio del firmante.
c) El pagaré que no indique el lugar de su emisión se considerará firmado en el lugar
que figure junto al nombre del firmante.
Tendrán la consideración de cláusulas facultativas todas las menciones puestas en el
pagaré distintas de las señaladas en el artículo precedente.

En cuanto a transmisión igual que cheque (remisión)


c) La falta de pago
El tenedor siempre podrá ejercitar la acción cambiaria directa contra el firmante a través
del procedimiento cambiario, sin ser necesaria la declaración de protesto. También
podrá ejercitar la acción de regreso contra los endosantes y demás obligados siempre
que se pueda acreditar la falta de pago mediante el protesto notarial o declaración
equivalente, a no ser que el pagaré tenga la clausula “sin gastos”. En ambos casos es
necesario que se haya presentado el pagaré al pago en el lugar y plazo establecido.
Ambas acciones, la directa y la de regreso, se pueden ejercitar de forma simultánea, la
LCCH permite al acreedor proceder contra todas las personas que hubieran firmado,
avalado o endosado el documento de forma individual o conjunta, sin que le sea
obligatorio observar el orden en que se hubieran obligado.
El tenedor del pagaré puede reclamar al deudor:
1) El importe del pagaré no pagado.
2) Los réditos de la cantidad anterior devengados desde la fecha del vencimiento
del pagaré calculados al tipo de interés legal del dinero incrementado en dos puntos.
3) Los gastos de protesto, de comunicaciones y demás gastos ocasionados.
Tres años es el plazo de prescripción para que el tenedor pueda ejercitar una acción
cambiaria directa contra el firmante e interponer un juicio cambiario. Por el contrario,
para la acción de regreso contra los endosantes la prescripción de la acción se produce
al año desde la fecha del protesto o declaración equivalente.
Cuando la acción cambiaria de regreso la ejercite un endosante contra los demás, la
acción prescribe a los seis meses desde que este endosante hubiera reembolsado el
importe del pagaré.

También es posible la acción extra cambiaria contra el deudor, esta acción se denomina
causal. Ésta es la que corresponde al tenedor del pagaré sobre la base de negocio
original que ha servido de fundamento para la emisión del pagaré, es decir el negocio
subyacente al documento cambiario.
El acreedor no puede ejercitar contra el deudor las dos acciones de forma simultánea,
pero si que puede formular la demanda por acción causal de forma subsidiaria o
sucesiva.
El acreedor que haya perdido las acciones cambiarias y las causales todavía tiene, la
acción extra cambiaria denominada de enriquecimiento injusto, pudiendo actuar contra
el firmante, endosantes o avalistas.

TEMA 7.- EL CONTRATO DE COMPRAVENTA MERCANTIL

EL CONTRATO DE COMPRAVENTA MERCANTIL


El Derecho privado español se caracteriza porque contiene una doble regulación de las
obligaciones y contratos: tanto el régimen general de obligaciones y contratos como
numerosos contratos están regulados tanto en el Derecho civil como en el Derecho
mercantil.
La compraventa, es uno de ellos, y, de hecho, se encuentra doblemente regulado en el
CC y en el C de comercio, además de otras leyes mercantiles tanto civiles como
mercantiles.
La regulación que se haga de la compraventa, es especialmente importante, ya que
tradicionalmente ha sido y sigue siendo una de los principales instrumentos de la
actividad empresarial.
Para el CC es el contrato más regulado (art. 1.445 al 1.537), mientras el C de C le
dedica apenas 20 artículos (del 325 al 345), limitándose:
 A señalar las condiciones que deben concurrir para afirmar su mercantilidad
 Realizar una regulación parcial de la compraventa mercantil que necesariamente
debe ser completada mede comediante el recurso a las normas civiles (art. 50 el C de
De hecho, el Código de comercio no lo define, al estar definido en el artículo 1.445 del
Código CIVIL, según el cual es el contrato por el cual una de las partes se obliga a
cambio de un precio, a transmitir la propiedad de una cosa a otra persona.

2-REGULACIÓN
Según del C de C (art. 325) → Será mercantil la compraventa de cosas muebles para
revenderlas, bien en la misma forma que se compraron, o bien en otra diferente, con
ánimo de lucrarse en la reventa
El art. 326 completa al anterior con una fórmula negativa → No se reputarán
mercantiles:
1º Las compras de efectos destinados al consumo del comprador o de la persona por
cuyo encargo se adquieren
2º Las ventas que hicieren los propietarios y los labradores o ganaderos de los frutos o
productos de sus cosechas o ganados, o de las especies en que se les paguen las rentas
3º Las ventas que, de los objetos construidos o fabricados por los artesanos, hicieren
éstos en sus talleres
4º La reventa que haga cualquier persona no comerciante del resto de los acopios que
hizo para su consumo

El C de C sigue el criterio objetivo de los actos de comercio sin aludir a su condición de


comerciantes de sus intervinientes.
Junto al régimen del Código de comercio, hay compraventas ESPECIALES, sometidas
a una regulación específica: compraventa en comercio minorista (LOCM), venta
automática, venta en ferias o mercados…

Se trata de una regulación básicamente dispositiva (por lo que entra en juego la


autonomía de la voluntad), si bien con algunos aspectos imperativos (por ejemplo,
protección consumidores y usuarios).

Asimismo, hay que tener en cuenta la posible aplicación, si el comprador tiene la


condición legal de consumidor, de la normativa protectora de éstos: LCCGG
contratación (Registro bienes muebles); Ley…

Y, en todo caso, deben tenerse en cuenta la aplicación del artículo 2 del Código de
comercio a todas las compraventas mercantiles.

3-PERFECCIÓN DEL CONTRATO


En cuanto a la perfección del contrato es un negocio jurídico consensual cuya
perfección se produce con el acuerdo en la cosa objeto del contrato y en el precio,
“aunque ni la una ni el otro se hayan entregado” (art. 1.450 CC).

Supuestos especiales de consentimiento pendiente de ratificar:


 Las arras
► Siempre serán confirmatorias (art. 343 del C de C), no se permite a los
contratantes desistir del contrato perdiendo las arras o devolviéndolas duplicadas, salvo
que se acuerde expresamente
► En el art. 83 del C de C se da un sentido parcialmente distinto a las arras en las
compraventas celebradas en ferias (art. 1454 CC)
 Condición suspensiva (art. 328 C de C)
► Compras de géneros que no estén a la vista ni pueden calificarse por calidad
conocida en el comercio → el comprador se reserva la facultad de examinarlos y
rescindir libremente el contrato si no le convienen
 Arts. 9 y 11 LOCM
► Obligación del comerciante de vender los artículos expuestos al público
► Prohibición de limitar la cantidad a adquirir por cada comprador

Respecto de la forma, como se ha indicado, como regla general se aplica el principio de


libertad de forma.

Excepciones (Ley de Ordenación del Comercio Minorista):


 Cuando la perfección del contrato no sea simultánea con la entrega del objeto o
cuando el comprador tenga la facultad de desistir del contrato, el comerciante deberá
expedir factura, recibo u otro documento análogo en el que deberán constar los derechos
o garantías especiales el comprador y la parte del precio que, en su caso, haya sido
satisfecha
 En todo caso, el comprador podrá exigir la entrega de un documento en el que, al
menos, conste el objeto, el precio y la fecha del contrato

4. CONTENIDO DEL CONTRATO


Obligaciones del comprador
1) Entrega de la mercancía
Formas de tradición: real; instrumental; simbólica; por ministerio de la ley; brevi manu.
Real → posesión inmediata; ficticia → posesión mediata (poner la cosa a disposición
del comprador)
Elementos circunstanciales: - Momento → el pactado o a las 24 horas (art. 337)
Lugar → el pactado o establecimiento del vendedor en cosa determinada –
Gastos de la entrega (art. 338)
No obligación del vendedor de entregar si no se ha pagado el precio

2)Saneamiento
Constituye un elemento natural que puede ser modificado o excluido salvo dolo (art.
345)
Evicción protege la posesión de la cosa por el comprador Vicios ocultos → posibilidad
de: 1º acción redhibitoria; 2º acción estimatoria.
Reclamación en 30 días (art. 342) Defectos en calidad o cantidad (art. 336): -
No podrá reclamar si al recibirlas las ha examinado a su contento - Si están embaladas
tendrá 4 días para reclamar - Puede optar por reclamar o rescindir - El vendedor puede
obligarlo a examinar las mercancías a su recibo

OBLIGACIONES DEL COMPRADOR


1) Pago del precio
Devengo (art. 332) → cuando las mercancías están a su disposición - Momento el
pactado (especialidades ley anti morosidad de 2004)
En tanto que los géneros vendidos estén en poder del vendedor, aunque sea en calidad
de depósito, tendrá éste preferencia sobre ellos a cualquier otro acreedor, para obtener el
pago del precio con los intereses ocasionados por la demora (art. 340)
La demora en el pago del precio de la cosa comprada constituirá al comprador en la
obligación de pagar el interés legal de la cantidad que adeude al vendedor (art. 341).

2) Hacerse cargo de la cosa comprada


Si rehusare sin causa justa recibirla, el vendedor podrá solicitar (art. 332): - El
cumplimiento del contrato depositando judicialmente las mercaderías. Gastos del
depósito → quien lo haya motivado - La rescisión del contrato Si el comprador se
demorase en la recepción de las mercaderías, el vendedor podrá solicitar el depósito de
las mismas

5-EL RIESGO SOBRE LA COSA VENDIDA


Determina para el caso de que el contrato ya sea perfecto y todavía no se ha entregado
la cosa, quien soporta los riesgos de su pérdida o destrucción por fuerza mayor o caso
fortuito
En principio las cosas perecen para su dueño y como para adquirir la propiedad se
exige la entrega de la cosa (teoría del título y el modo), parece lógico que, hasta no
realizada esta entrega, los riesgos de la cosa no se transmiten al comprador. Pero al
exigir el acto de entrega una colaboración de comprador hay casos en que los riesgos
serán para él: cuando injustificadamente no se haga cargo de la mercancía en el lugar y
momento pactado.

El art. 334 C de c. establece 3 normas específicas de asunción de los riesgos para el


vendedor:
-Cuando se trata de cosas genéricas que se compran por su número, peso o media o la
cosa vendida no fuere cierta o determinada con marcas y señales
-Si por pacto expreso o uso del comercio tuviere el comprador la facultad de
reconocer o examinar previamente la cosa
- Si la venta se ha realizado con la condición de no hacer entrega de la cosa hasta que
adquiera las condiciones estipuladas

6.- LA EXTINCIÓN DEL CONTRATO


Remisión

7.- COMPRAVENTAS ESPECIALES


1) Venta a plazos de bienes muebles
Se regula en la Ley 28/1998, de 13 de julio, de venta a plazos de bienes muebles
(imperativa y protectora del consumidor)
Ámbito de aplicación (art. 1): - Contratos de venta a plazos de bienes muebles
corporales no consumibles e identificables - Contratos de préstamos de financiación
Para que se aplique es necesario que el pago del precio se aplace por un tiempo superior
a tres meses, siendo indiferente que se pague de una sola vez o en plazos periódicos
No se aplica en los siguientes supuestos (art. 5 Ley):
- Bienes para reventa al público
- Ventas y préstamos ocasionales sin ánimo de lucro
- Préstamos hipotecarios o prendas sin desplazamiento
- Contratos de cuantía inferior a la determinada reglamentariamente (200 €)
- Contratos de arrendamiento financiero

Como peculiaridad de su régimen jurídico destaca el régimen del incumplimiento del


comprador (art. 10) falta de pago de 2 plazos o del último. El vendedor podrá: - Exigir
el pago pendiente (Tribunales → nuevos plazos o de alteración de los convenidos) -
Resolver el contrato con restitución del prestaciones y derecho del vendedor: a) 10% de
los plazos vencidos → indemnización por la tenencia b) Desembolso inicial →
depreciación comercial del objeto (≤ 1/5 precio). c) Indemnización → si hubiere
deterioro de la cosa vendida

2) Compraventa internacional de mercaderías


Está regulada en el Convenio de Viena de 1980 sobre compraventa internacional de
mercaderías.
Se aplica a aquellas compraventas internacionales, entendiendo por tal aquellas en que
comprador y vendedor tienen su establecimiento en distintos países, siempre que ambos
sean firmantes del Convenio.
El Convenio tiene carácter dispositivo.
La Convención no se aplica a las siguientes compraventas de bienes: - Para uso personal
o doméstico - Realizadas en subasta pública judicial - De valores mobiliarios y efectos
de comercio - De buques, aeronaves y electricidad. –A consumidores
Es una compraventa con expedición, lo que implica la vinculación con un contrato de
transporte

3) Compraventa en feria o mercado


Se regula en el art. 83 C de c: - Podrán ser al contado o a plazos - Las primeras se
cumplirán el día de su celebración o a las 24 horas siguientes (carácter esencial del
término) - Pasado este plazo sin consumarse se consideran nulas y las arras quedan a
favor de quien las haya recibido

4) Venta ambulante
Controladas por los ayuntamientos (RD 199/2010) competencia cedida CCAA La
LOCM regula sus aspectos sustantivos (arts. 53, 54 y 55): - Concepto (art. 53)
(parcialmente declarado inconstitucional STC 124/2003). Debe ser realizada por
comerciantes y fuera de un establecimiento comercial permanente - Obligación del
comerciante de tener en sitio visible sus datos identificativos, la autorización municipal
y la dirección para reclamaciones

5) Venta automática
Las realizadas en máquinas expendedoras → LOCM (arts. 49 a 52) - Las máquinas
deberán cumplir los requisitos técnicos - En las máquinas deberá figurar con claridad: 1º
Información del producto y comerciante (teléfono para reclamaciones) 2º Información
de la máquina: monedas que admite, instrucciones para obtener el producto,
acreditación del cumplimiento de la normativa técnica - Las máquinas deberán permitir
la recuperación automática del importe introducido en el caso de no facilitarse el
artículo - Si las máquinas están instaladas en empresas → responsabilidad solidaria

TEMA 8.- EL CONTRATO DE SEGURO.


1.- CONCEPTO Y CLASES- 2. RÉGIMEN NORMATIVO
Es el contrato por el cual obtenemos cobertura frente a un riesgo o un conjunto de
ellos y nos comprometemos a abonar a cambio la correspondiente prima.
Se regula por una norma general, la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de
Seguro y además, si existe, por la normativa especial que se aplica con preferencia a la
general (normativa especial en los contratos de seguro marítimo y aéreos, seguro de
viajeros, de circulación vehículos a motor, entre otros).
Por otro lado, la actividad de los aseguradores se regula por el Texto refundido de la
Ley de ordenación y supervisión de los seguros privados, aprobado por RDLeg. 6/2004
(parcialmente derogado), y la de los agentes o corredores de seguros por la Ley
26/2006, de 17 de julio, de mediación de seguros y reaseguros privados; y Ley 20/2015,
de 14 de julio, de ordenación, supervisión y solvencia de las entidades aseguradoras y
reaseguradoras
Además, algunos seguros concretos, tienen una normativa específica (por ejemplo, la
Ley de Navegación Marítima sobre seguro marítimo; seguro obligatorio circulación
vehículos motos), rigiéndose supletoriamente por la normativa citada.
Pueden señalarse como características del contrato de seguro:
- Su carácter aleatorio, ya que la prestación de una de las partes (asegurador) depende de
que se produzca o no un determinado siniestro, que las partes a priori ignoran si se
producirá o cuando se producirá.
- Es un contrato oneroso y bilateral.
- Es un contrato de ejecución continuada
- Con carácter general es un contrato de adhesión, si bien hay supuestos (los
denominados grandes riesgos) en los que prima la autonomía de la voluntad de las
partes.

3- PERFECCIÓN Y DOCUMENTACIÓN DEL CONTRATO DE SEGURO


Aun cuando el contrato de seguro se perfecciona con el simple acuerdo de voluntades,
la ley exige que se formalice por escrito para poder probar su contenido. El asegurador
está obligado a entregar al tomador del seguro la póliza o, al menos, el documento de
cobertura provisional.
Se prevén en la LCS ciertas especialidades para los supuestos de contratación a
distancia de un contrato de seguro. Así, el tomador de un contrato de seguro celebrado a
distancia que sea una persona física que actúe con un propósito ajeno a una actividad
comercial o profesional propia, tendrá la facultad unilateral de resolver el contrato sin
indicación de los motivos y sin penalización alguna, siempre que no haya sucedido el
siniestro, dentro del plazo de 14 días (30 días para los seguros de vida), contados desde
la fecha de celebración del contrato o desde el día en que el tomador reciba las
condiciones contractuales, si esta fecha es posterior. Lo anterior no es de aplicación a
los contratos de seguros de viaje o equipaje de una duración inferior a un mes, a
aquellos cuyos efectos terminen antes del plazo mencionado, ni a los que den
cumplimiento a una obligación de aseguramiento del tomador.
La formalización de un seguro supone el manejo de una serie de documentos que se
denominan elementos formales del contrato. No siempre todos entran en juego, pero
conviene saber en qué consiste cada uno, y qué consecuencias y validez tienen.

A) LA SOLICITUD DE SEGURO
La solicitud es el documento con el que se solicita la contratación de un seguro. En
dicho documento se recoge la voluntad de contratar un seguro, que el futuro tomador
dirige a la entidad aseguradora, y debe contener la descripción del riesgo a asegurar, con
el detalle que el asegurador necesite para conocer sus características y establecer, en
función de las mismas, el precio y condiciones bajo las cuales puede otorgarse la
garantía solicitada. Generalmente presenta la forma de un impreso facilitado por la
entidad aseguradora, conteniendo un cuestionario, muy diferente según el seguro de que
se trate, y que el tomador del seguro deberá cumplimentar y suscribir en todos sus
extremos.
Este documento es el soporte del deber del tomador según el cual, antes de la conclusión
del contrato, debe declarar al Asegurador, de acuerdo con el cuestionario que éste le
someta, todas las circunstancias por él conocidas y que puedan influir en la valoración
del riesgo (art. 10 L.C.S.).
La mencionada Ley dispone en su artículo 6 que la Solicitud de seguro no vinculará al
solicitante.

B) LA PROPOSICIÓN DE SEGURO
La proposición o propuesta de seguro es un documento emitido por la entidad
aseguradora tras la solicitud que formula el asegurado, en el cual el asegurador realiza
una propuesta de las condiciones en las que acepta la cobertura del riesgo propuesto.
El artículo 6 de la L.C.S. establece que la proposición de seguro por el asegurador
vinculará al proponente durante un plazo de 15 días.
El artículo 8 de la misma ley establece que el contenido de la póliza deberá recoger los
términos que figuraban en la proposición, y que el tomador tiene un plazo de un mes
para pedir la corrección de la póliza. Si vence este plazo sin reclamarlo, serán
definitivas las condiciones que figuran en la póliza.
La solicitud de seguro la realiza el tomador, mientras que la proposición de seguro corre
a cuenta de la entidad aseguradora. Asimismo, la solicitud de seguro no vincula al
solicitante y la proposición de seguro vincula al asegurador por un plazo de quince días.

C) LA PÓLIZA.
La Póliza de seguro es el conjunto de documentos que recogen las condiciones y
acuerdos que componen el contrato de seguro.
La póliza ha de estar firmada por la entidad aseguradora y el tomador del seguro, y
supone la culminación de un proceso que se inició con la solicitud y que pasa por la
estimación del riesgo por la entidad aseguradora y la proposición del seguro para
obtener del tomador su aceptación y su firma. Este ciclo queda totalmente completado
con el pago de la prima.
Los documentos que forman parte de la póliza son los siguientes:
Condiciones Generales: Las condiciones generales forman el conjunto de cláusulas que,
redactadas y predispuestas por la entidad aseguradora, van a regir en sus futuras
relaciones contractuales y que tienen como finalidad dar uniformidad a los contratos que
van a realizarse en masa. El contenido y forma de las condiciones generales debe
ajustarse a los requisitos establecidos por la L.C.S. dirigidos especialmente a la
protección de los consumidores.
Las CG nunca podrán tener carácter lesivo para los asegurados, han de ser redactadas de
forma clara y precisa. Además, se deberán destacar de modo especial las cláusulas
limitativas de los derechos del asegurado, que deberán ser específicamente aceptadas
por escrito.
Las condiciones generales son redactadas por cada entidad para cada uno de los
diferentes seguros, por tanto, su contenido variará en función de la modalidad de seguro
para la que se han elaborado.
Condiciones Particulares: Las condiciones particulares recogen las menciones concretas
que se establecen en el artículo 8 de la L.C.S., salvo lo relativo a la naturaleza del riesgo
cubierto, que viene establecido en las condiciones generales:
· Identificación de las partes contratantes (asegurador, tomador, asegurado y
beneficiario).
· Concepto en el cual se asegura (por cuenta propia o ajena en el caso del tomador),
designación de los objetos asegurados.
· Naturaleza del riesgo cubierto, describiendo, de forma clara y comprensible, las
garantías y coberturas otorgadas en el contrato, así como respecto a cada una de ellas,
las exclusiones y limitaciones que les afecten destacadas tipográficamente.
. Suma asegurada.
· Importe de la prima.
· Duración del contrato y vencimiento.
· Nombre del mediador.
· Derogaciones o ampliaciones, en su caso, a lo establecido en las condiciones
generales.
Condiciones Especiales y Cláusulas: Las condiciones especiales o cláusulas recogen las
modificaciones, ampliaciones o derogaciones de las condiciones generales de la póliza,
resultantes de los acuerdos particulares que se hayan convenido entre las partes. Su
variedad es enorme (cláusulas de derogación de aplicación de la regla proporcional;
cláusula de coaseguro; cláusula de exclusión de determinadas enfermedades como causa
de la prestación; cláusula de aceptación de riesgos excluidos o condicionados, etc.).

4.- ELEMENTOS PERSONALES: ASEGURADOR, TOMADOR DEL SEGURO,


ASEGURADO Y BENEFICIARIO
A) EL ASEGURADOR
Es la persona jurídica que, constituida y funcionando con arreglo a lo ordenado por la
legislación aplicable, se dedica profesionalmente a la asunción de riesgos ajenos,
mediante la percepción de un cierto precio llamado prima. Además de las funciones
reservadas al Consorcio de compensación de seguros, la actividad aseguradora, de
conformidad con la normativa vigente, está reservada a:
- Sociedades anónimas
- Cooperativas de seguros
- Mutuas de seguros
- Mutualidades de previsión social
B) TOMADOR DEL SEGURO, ASEGURADO Y BENEFICIARIO
El tomador del seguro es la persona, física o jurídica, que contrata el seguro con la
entidad aseguradora. Es decir, que firma la póliza y adquiere con ello las obligaciones y
derechos derivados del contrato; en particular, pesa sobre él la obligación de pagar la
prima.
El tomador del seguro, puede contratarlo por cuenta propia (entonces coincide con el
asegurado) o ajena, presuponiéndose, en caso de duda, que lo ha hecho por cuenta
propia. Por ejemplo, la persona que contrata un seguro sobre su propia vida o vivienda,
lo hace por cuenta propia, el inquilino de una vivienda en alquiler que hace el seguro de
la misma, actúa como tomador por cuenta ajena.
El asegurado es la persona física o jurídica que se encuentra expuesta al riesgo, en su
persona, sus bienes o su patrimonio. El asegurado es el titular del interés asegurable, es
decir, el que tiene un interés a la indemnización del daño.
Tanto en el seguro de Vida como en el de Accidentes, para caso de muerte, si son
distintas las personas del tomador del seguro y del asegurado, será preciso el
consentimiento de éste, dado por escrito, salvo que pueda presumirse de otra forma su
interés por la existencia del seguro.
El beneficiario es la persona o personas físicas o jurídicas designadas para percibir del
asegurador la prestación derivada del seguro contratado. Se regula en la Ley de Contrato
únicamente en los seguros de vida.
El tomador del seguro podrá designar beneficiario o modificar la designación
anteriormente realizada, sin necesidad de consentimiento del asegurador.
La designación de beneficiario podrá hacerse en la póliza, en una posterior declaración
escrita comunicada al asegurador, o en testamento. En los seguros de personas, si no se
ha realizado la designación expresa de beneficiario para el caso de fallecimiento del
asegurado, o no existiese una fórmula para determinarlo, por ejemplo, herederos legales,
hijos del matrimonio, etc., la prestación se incorporará al patrimonio del tomador.
En algunas modalidades de seguros aparece la figura de la víctima.

C) MEDIADOR
Agente o corredor que intermedia en la contratación del seguro: agentes y corredores de
seguros.

5- EL RIESGO Y EL INTERÉS
A) EL RIESGO
Si existe seguro es porque es necesario cubrir un riesgo. Riesgo significa "contingencia
o proximidad de un daño", con connotaciones de inseguridad y peligro. Se puede definir
también como "la posibilidad de que ocurra un daño económicamente desfavorable".
Los elementos de la definición de riesgo son: que sea posible, incierto y
económicamente desfavorable. Esta incertidumbre puede referirse no al hecho en sí,
sino a sus circunstancias, intensidad, momento, etc.
B) INTERÉS ASEGURABLE
Prácticamente, cualquier riesgo puede ser objeto de la actividad aseguradora. Sin
embargo, es necesario que exista un interés asegurable, por ejemplo el interés de una
persona sobre su patrimonio. La existencia de un interés asegurable es un requisito
fundamental para adquirir la condición de asegurado (ver art. 25 LCS).
Muy relacionado con este elemento se encuentra la suma asegurada. La suma asegurada
representa el límite máximo de la indemnización a pagar por el asegurador en cada
siniestro.
El concepto de "valor", juega un importante papel en los seguros contra daños: la suma
asegurada debe corresponderse con el valor del interés asegurado en el momento del
siniestro.
Para los casos en que no coincidan suma asegurada y valor del interés (infraseguro o
sobreseguro) se establecen en la LCS unos criterios correctores.
• Infraseguro: La compañía sólo cubre el siniestro en la proporción en que la
prima cubre el bien.
• Sobreseguro: Si se produce un siniestro la compañía no abona la indemnización
máxima, sino el valor de los bienes destruidos o dañados. En este caso se puede
proponer a la compañía una reducción de la suma asegurada y de la prima.

En los seguros de personas, la suma asegurada representa el límite máximo de la


obligación a cargo del asegurador. La suma asegurada en los seguros personales supone
exclusivamente lo que el asegurado acepta y espera cobrar, en el caso de que se
produzca alguno de los eventos señalados en la póliza.

CLASES DE SEGUROS
LOS SEGUROS DE DAÑOS
Bajo esta denominación se recogen todos los seguros cuyo fin principal es reparar la
pérdida sufrida, a causa de siniestro, en el patrimonio del tomador del seguro.
Los seguros contra daños pueden ser seguros contra daños en las cosas, seguros contra
daños patrimoniales y seguros contra daños patrimoniales de lucro cesante.

SEGUROS CONTRA DAÑOS EN LAS COSAS


En los seguros contra daños en las cosas, el riesgo consiste en una destrucción o
deterioro de un bien concreto integrante de su patrimonio.
Los principales seguros de daños contra las cosas son:
• Seguro de incendio.
En el seguro contra incendios el asegurador se obliga, dentro de los límites establecidos
en la ley y en la póliza, a indemnizar los daños producidos por incendios en el objeto
asegurado.
• Seguro de robo.
Por el seguro de robo el asegurador se obliga a indemnizar, dentro de los límites
establecidos por la Ley y por la póliza, los daños derivados de la sustracción ilegitima
por parte de terceros de las cosas aseguradas. Se puede incluir también en el seguro
multirriesgo de la vivienda.
• Seguros de transporte. Mediante el seguro de transporte el asegurador se obliga,
dentro de los límites establecidos en la ley y en el contrato, a indemnizar los daños
materiales que pueden sufrir con ocasión o como consecuencia del transporte las
mercancías porteadas, el medio utilizado u otro objeto asegurado. Características:

SEGUROS CONTRA DAÑOS PATRIMONIALES


En este subtipo de seguros, la cobertura no se refiere a un bien concreto, ni siquiera a
una expectativa de incremento patrimonial, como sería el lucro cesante, sino a la
defensa de la integridad patrimonial del sujeto entendida tanto desde un punto de vista
activo (aumento o conservación del patrimonio) como pasivo (aparición de deudas
patrimoniales). Son los seguros contra daños más habituales en la empresa.
Los principales seguros patrimoniales son:
• Seguro de responsabilidad civil.
A través de este contrato de seguro el asegurador se obliga, dentro de los límites
establecidos por la Ley y por la póliza, a cubrir el riesgo del nacimiento, a cargo del
asegurado, de la obligación de indemnizar a un tercero los daños y perjuicios causados
por un hecho previsto en el contrato, de cuyas consecuencias sea civilmente responsable
el asegurado. El seguro del automóvil es un seguro que cubre los riesgos creados por la
conducción de automóviles en caso de causar un accidente o siniestro.
• Seguro de defensa jurídica.
Es el seguro por el que el asegurador se obliga, dentro de los límites establecidos en la
ley y en la póliza, a hacerse cargo de los gastos en que pueda incurrir el asegurado como
consecuencia de su intervención en un procedimiento administrativo, judicial o arbitral,
y a prestarle los servicios de asistencia jurídica judicial y extrajudicial derivados de la
cobertura del riesgo.
• Seguro de caución.
Por el seguro de caución el asegurador se obliga, en caso de incumplimiento del
tomador del seguro de sus obligaciones legales o contractuales, a indemnizar al
asegurado a título de resarcimiento o penalidad de los daños patrimoniales sufridos,
dentro de los límites establecidos en la ley o en la póliza. Todo pago hecho por el
asegurador deberá serle reembolsado por el tomador del seguro.
Las modalidades más importantes de este seguro son: El seguro de afianzamiento de
cantidades anticipadas para viviendas. Seguro de caución a favor de la Administración
Pública. Seguros de infidelidad, dirigidos a cubrir a una persona (asegurado) de las
pérdidas económicas derivadas de la falta de honradez de determinadas personas físicas
con las que se haya unido por vínculos laborales o profesionales.
• Seguro de crédito.
Por el seguro de crédito el asegurador se obliga, dentro de los límites establecidos en la
ley y en el contrato, a indemnizar al asegurado las pérdidas finales que experimente a
consecuencia de la insolvencia definitiva de sus deudores.
Características: Este seguro impone una serie de deberes legales, tales como la
información respecto a los créditos asegurados, la colaboración en la persecución
judicial, y la cesión del crédito con el objeto de facilitar la subrogación. La Ley de
contrato de seguro reglamenta los supuestos de insolvencia definitiva entre los que se
encuentran:
I. La quiebra.
II. El convenio judicial de quita.
III. El mandamiento de embargo infructuoso.
IV. El mutuo acuerdo.
Dentro del seguro de crédito encontramos el seguro de crédito ordinario, y también uno
muy recurrido en el ámbito empresarial, el seguro de crédito a la exportación.
El seguro de crédito a la exportación es un instrumento financiero que tiene por objeto,
por un lado, dotar de cobertura al exportador o a la entidad financiera frente a los
riesgos comerciales, políticos o extraordinarios a los que se enfrenta una operación de
comercio exterior, y por otro, aportar la asistencia técnica, de cooperación y fomento de
las exportaciones.
• Seguro multirriesgo del hogar u oficina.
Es el contrato de seguro a través del cual se cubren los daños causados a la vivienda, a
los bienes que se encuentran en ella, así como otros riesgos que pueden afectar a su
titularidad. Se caracterizan por incluir, en un mismo contrato una variedad de coberturas
que afectan a la titularidad de una vivienda, como son incendio, daños por agua, robo,
responsabilidad civil, pérdidas pecuniarias, defensa jurídica, etc. En estos seguros se
distingue entre continente y contenido del inmueble.
Para determinar la cobertura de este seguro hay que tener en cuenta dos conceptos:
– Continente: lo constituyen los elementos fijos del edificio o vivienda, es decir,
instalaciones, paredes, cañerías, instalación eléctrica, ventanas, suelos, sanitarios,
garajes y trasteros, así como la parte proporcional que corresponda de las zonas
comunes del edificio o la urbanización. No obstante, se deberá atender a lo dispuesto en
la póliza para saber si un elemento se considera continente o contenido.
– Contenido: conjunto de mobiliario y pertenencias que sean propiedad de los
asegurados. En la mayoría de las pólizas, en caso de siniestro, se valoran los bienes por
el valor que tenían en el momento anterior al siniestro, no por el coste que supone
comprarlos nuevos. Normalmente se imponen limitaciones al capital asegurado sobre
todo para dinero en efectivo, joyas y objetos de valor.

7-LOS SEGUROS DE PERSONAS


El contrato de seguro sobre las personas comprende todos los riesgos que puedan
afectar a la existencia, integridad corporal o salud del asegurado.
El contrato puede celebrarse con referencia a riesgos relativos a una persona o a un
grupo de ellas. Este grupo deberá estar delimitado por alguna característica común
extraña al propósito de asegurarse.
Los seguros de personas se caracterizan porque el objeto asegurado es la persona
humana, haciéndose depender de su existencia, salud e integridad al pago de la
prestación.

SEGURO DE VIDA
Por el seguro de vida el asegurador se obliga, mediante el cobro de la prima estipulada y
dentro de los límites establecidos en la Ley y en el contrato, a satisfacer al beneficiario
un capital, una renta u otras prestaciones convenidas, en el caso de muerte o bien de
supervivencia del asegurado, o de ambos eventos conjuntamente.

El seguro sobre la vida puede estipularse sobre la vida propia o la de un tercero, tanto
para caso de muerte como para caso de supervivencia o ambos conjuntamente.
Son seguros sobre la vida aquellos en que, cumpliendo lo establecido en los párrafos
anteriores, la prestación convenida en la póliza ha sido determinada por el asegurador
mediante la utilización de criterios y bases de técnica actuarial.
En los seguros para caso de muerte, si son distintas las personas del tomador del
seguro y del asegurado, será preciso el consentimiento de éste, dado por escrito, salvo
que pueda presumirse de otra forma su interés por la existencia del seguro.
Si el asegurado es menor de edad, será necesaria, además, la autorización por escrito de
sus representantes legales.

No se podrá contratar un seguro para caso de muerte sobre la cabeza de menores de


catorce años de edad o de incapacitados. Se exceptúan de esta prohibición, los contratos
de seguros en los que la cobertura de muerte resulte inferior o igual a la prima satisfecha
por la póliza o al valor de rescate.

La Ley de Contrato de Seguro establece que el tomador del seguro en un contrato de


seguro individual de duración superior a seis meses que haya estipulado el contrato
sobre la vida propia o la de un tercero tendrá la facultad unilateral de resolver el
contrato sin indicación de los motivos y sin penalización alguna dentro del plazo de 30
días siguientes a la fecha en la que el asegurador le entregue la póliza o documento de
cobertura provisional. Se exceptúan de esta facultad unilateral de resolución los
contratos de seguro en los que el tomador asume el riesgo de la inversión, así como los
contratos en los que la rentabilidad garantizada esté en función de inversiones asignadas
en los mismos. La facultad unilateral de resolución del contrato deberá ejercitarse por el
tomador mediante comunicación dirigida al asegurador a través de un soporte duradero,
disponible y accesible para éste y que permita dejar constancia de la notificación. La
referida comunicación deberá expedirse por el tomador del seguro antes de que venza el
plazo indicado en el apartado anterior.

SEGURO DE ACCIDENTES
Sin perjuicio de la delimitación del riesgo que las partes efectúen en el contrato, se
entiende por accidente la lesión corporal que deriva de una causa violenta súbita,
externa y ajena a la intencionalidad del asegurado, que produzca invalidez temporal o
permanente o muerte.
El tomador debe comunicar al asegurador la celebración de cualquier otro seguro de
accidentes que se refiera a la misma persona. El incumplimiento de este deber sólo
puede dar lugar a una reclamación por los daños y perjuicios que origine, sin que el
asegurador pueda deducir de la suma asegurada cantidad alguna por este concepto.
El tomador debe comunicar al asegurador la celebración de cualquier otro seguro de
accidentes que se refiera a la misma persona. El incumplimiento de este deber sólo
puede dar lugar a una reclamación por los daños y perjuicios que origine, sin que el
asegurador pueda deducir de la suma asegurada cantidad alguna por este concepto.
Si el asegurado provoca intencionadamente el accidente, el asegurador se libera del
cumplimiento de su obligación.
En el supuesto de que el beneficiario cause dolosamente el siniestro quedará nula la
designación hecha a su favor. La indemnización corresponderá al tomador o, en su caso,
a los herederos de éste.
Los gastos de asistencia sanitaria serán por cuenta del asegurador, siempre que se
haya establecido su cobertura expresamente en la póliza y que tal asistencia se haya
efectuado en las condiciones previstas en el contrato. En todo caso, estas condiciones no
podrán excluir las necesarias asistencias de carácter urgente.

SEGURO DE ENFERMEDAD
La LEY de Contrato de Seguro se limita a señalar sobre este seguro que cuando el
riesgo asegurado sea la enfermedad, el asegurador podrá obligarse, dentro de los límites
de la póliza, en caso de siniestro, al pago de ciertas sumas y de los gastos de asistencia
médica y farmacéutica. Si el asegurador asume directamente la prestación de los
servicios médicos y quirúrgicos, la realización de tales servicios se efectuará dentro de
los límites y condiciones que las disposiciones reglamentarias determinan.

SEGURO DE DEPENDENCIA
Por el seguro de dependencia el asegurador se obliga, dentro de los límites
establecidos en este título y en el contrato, para el caso de que se produzca la situación
de dependencia, al cumplimiento de la prestación convenida con la finalidad de atender,
total o parcialmente, directa o indirectamente, las consecuencias perjudiciales para el
asegurado que se deriven de dicha situación.
Se entiende por situación de dependencia la prevista en la normativa reguladora de la
promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de
dependencia.

8- EL REASEGURO
Dentro del estudio del contrato de seguro hay que hacer referencia a dos supuestos
que con frecuencia aparecen en la práctica, especialmente en los seguros de riesgos
empresariales. La Ley de Contrato de Seguro dedica los arts. 77 y ss a estos dos
supuestos, que son aparentemente similares, pero con naturaleza y finalidad distinta: el
reaseguro y el coaseguro:
a) El reaseguro se produce a voluntad de la compañía aseguradora y consiste en que una
aseguradora asume con otra compañía aseguradora los riesgos que ha asegurado a sus
clientes.
b) El coaseguro se produce cuando varias compañías aseguradoras cubren un mismo
riesgo. Puede ser a solicitud del cliente o a iniciativa de una/alguna de las aseguradoras.
Las aseguradoras respondan de forma mancomunada o solidaria frente al cliente.

TEMA 9: EL DERECHO CONCURSAL


1-INTRODUCCIÓN AL DERECHO CONCURSAL
El concurso de acreedores es un procedimiento regulado en el Real Decreto Legislativo
1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal.
Es un procedimiento judicial (auto-providencia-sentencia), en el que se parte de que una
persona con varios acreedores no puede hacer frente al cumplimiento de sus
obligaciones. Por medio del concurso se paralizan las acciones individuales de los
acreedores y se sustituyen por un procedimiento judicial basado en dos principios:
- Universalidad: se integran todos los acreedores con todos sus créditos frente al deudor
común y todos los bienes y derechos realizables de este último
- Igualdad: tratamiento paritario de todos los acreedores; CRÉDITOS
PRIVILEGIADOS (GENERAL-ESPECIAL), SUBORDINADOS Y ORDINARIOS

Este procedimiento que se inicia con una fase común, puede concluir de dos maneras:
1)Acuerdo entre el deudor y los acreedores a) Espera (aplazamiento de los pagos)
b) Quita (reducción de los créditos)
2)Liquidación ordenada del patrimonio del deudor

Instituciones preconcursales: La LC permite –con los requisitos y excepciones que


marca la normativa- que el deudor en insolvencia actual o inminente no declarado en
concurso puede comunicar al juzgado la apertura de negociaciones con sus acreedores
con la finalidad de obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio o para
alcanzar un acuerdo de refinanciación (AR) o un acuerdo extrajudicial de pagos (AEP).
1) Propuesta anticipada de convenio
2) Acuerdo extrajudicial de pagos
3) Acuerdo de refinanciación

Tendrá la consideración de concurso consecutivo –en los términos regulados en la LC-


el que se declare por causa de insolvencia a solicitud del mediador concursal, del deudor
o de los acreedores:
o Por la imposibilidad de alcanzar un acuerdo extrajudicial de pagos o un acuerdo de
refinanciación
o Por incumplimiento del plan de pagos acordado o manifestación por el deudor de no
poder cumplirlo.
o A consecuencia de la anulación o ineficacia del acuerdo extrajudicial o acuerdo de
refinanciación.

II- PRESUPUESTOS DEL CONCURSO


Puede ser declarado en concurso de acreedores cualquier deudor*, sea persona natural o
jurídica. Las entidades que integran la organización territorial del Estado, los
organismos públicos y demás entes de derecho público no podrán ser declarados en
concurso.
La declaración de concurso procederá en caso de insolvencia del deudor.
Puede solicitar la declaración de concurso el propio deudor (VOLUNTARIO) o
cualquier acreedor (NECESARIO).
Si el deudor fuera persona jurídica, será competente para decidir sobre la presentación
de la solicitud el órgano de administración o de liquidación.. Para solicitar la
declaración de concurso de una sociedad, están también legitimados los socios que sean
personalmente responsables de las deudas de aquella.
No está legitimado el acreedor que, dentro de los seis meses anteriores a la presentación
de la solicitud, hubiera adquirido el crédito por actos ínter vivos y a título singular,
después de su vencimiento

1-La solicitud de declaración de concurso presentada por el deudor deberá fundarse en


que se encuentra en estado de insolvencia. La insolvencia podrá ser actual o inminente.
Se encuentra en estado de insolvencia actual el deudor que no puede cumplir
regularmente sus obligaciones exigibles. Se encuentra en estado de insolvencia
inminente el deudor que prevea que no podrá cumplir regular y puntualmente sus
obligaciones.
2- La solicitud de declaración de concurso presentada por cualquier acreedor deberá
fundarse en alguno de los siguientes hechos externos reveladores del estado de
insolvencia:
1.º La existencia de una previa declaración judicial o administrativa de insolvencia del
deudor, siempre que sea firme.
2.º La existencia de un título por el cual se haya despachado mandamiento de ejecución
o apremio sin que del embargo hubieran resultado bienes libres conocidos bastantes
para el pago.
3.º La existencia de embargos por ejecuciones en curso que afecten de una manera
general al patrimonio del deudor.
4.º El sobreseimiento generalizado en el pago corriente de las obligaciones del deudor.
5.º El sobreseimiento generalizado en el pago de las obligaciones tributarias exigibles
durante los tres meses anteriores a la solicitud de concurso; el de las cuotas de la
seguridad social y demás conceptos de recaudación conjunta durante el mismo período,
o el de los salarios e indemnizaciones a los trabajadores y demás retribuciones derivadas
de las relaciones de trabajo correspondientes a las tres últimas mensualidades.
6.º El alzamiento o la liquidación apresurada o ruinosa de sus bienes por el deudor.
El deudor deberá solicitar la declaración de concurso dentro de los 2meses siguientes a
la fecha en que hubiera conocido o debido conocer el estado de insolvencia actual salvo
prueba en contrario, se presumirá que el deudor ha conocido que se encuentra en estado
de insolvencia cuando hubiera acaecido alguno de los hechos que pueden servir de
fundamento a una solicitud de cualquier otro legitimado. Debe acompañar los
documentos que indica el artículo 7 LC

Además, el artículo 8 le obliga a aportar la siguiente documentación contable y


complementaria:
1. Si el deudor estuviera legalmente obligado a llevar contabilidad, acompañará a la
solicitud de declaración de concurso, además, los documentos siguientes:
1.º Las cuentas anuales y, en su caso, los informes de gestión y los informes de auditoría
correspondientes a los tres últimos ejercicios finalizados a la fecha de la solicitud, estén
o no aprobadas dichas cuentas.
2.º Una memoria de los cambios significativos operados en el patrimonio con
posterioridad a las últimas cuentas anuales formuladas, aprobadas y depositadas.
3.º Una memoria de las operaciones realizadas con posterioridad a las últimas cuentas
anuales formuladas, aprobadas y depositadas que, por su objeto, naturaleza o cuantía
hubieran excedido del giro o tráfico ordinario del deudor.

2. Si el deudor formase parte de un grupo de sociedades, como sociedad dominante o


como sociedad dominada, acompañará también las cuentas anuales y el informe de
gestión consolidados y el informe de auditoría correspondientes a los tres últimos
ejercicios sociales finalizados a la fecha de la solicitud, estén o no aprobadas dichas
cuentas, así como una memoria expresiva de las operaciones realizadas con otras
sociedades del grupo durante ese mismo período y hasta la solicitud de concurso.

3. Si el deudor estuviera obligado a comunicar o remitir estados financieros intermedios


a autoridades supervisoras, acompañará igualmente a la solicitud de declaración de
concurso los estados financieros elaborados con posterioridad a las últimas cuentas que
acompañan a la solicitud.

3-ÓRGANOS DEL CONCURSO


1) Juez competente: Juez de lo Mercantil correspondiente al lugar donde tenga el
deudor su centro principal de interés (si es una sociedad se presume que es el domicilio
social); si el deudor es persona física no empresario, corresponde al Juez de Primera
Instancia
2) Administradores concursales: Órgano técnico de administración del concurso.
Entre sus competencias destacan la intervención o sustitución del concursado en la
administración y disposición de su patrimonio, delimitación de las masas activa y
pasiva, informe y propuesta sobre la calificación del concurso, informe y evaluación de
las propuestas de convenio, elaboración del plan de liquidación, e informe sobre la
conclusión del concurso.
La administración concursal es un órgano unipersonal (por causa justificada pueden ser
dos) designado por el Juez de lo mercantil entre los inscritos en el Registro Público
Concursal. Deben ser:
1.º Un abogado con experiencia profesional de, al menos, cinco años de ejercicio
efectivo.
2.º Un auditor de cuentas, economista o titulado mercantil colegiados, con una
experiencia profesional de cinco años.
3.º Una persona jurídica que incluya como mínimo a dos de los anteriores profesionales.

Además, puede ser necesaria la intervención de LA JUNTA DE ACREEDORES


Órgano deliberante y de expresión de la voluntad colectiva de los acreedores que sólo se
convoca y constituye en la fase de convenio, con el fin de debatir y, en su caso, aceptar
las propuestas de convenio.
Y el Ministerio Fiscal que interviene en la fase de calificación; y debe ser oído cuando
se van a ver afectados derechos fundamentales del concursado.

4-EFECTOS DEL CONCURSO (arts. 105 y ss LC)


1) Efectos del concurso de acreedores sobre el deudor (
- Facultades patrimoniales, dependiendo calificación voluntario-necesario
- Derechos fundamentales (deudor persona física; comunicación, residencia y libre
circulación) (
- Deberes del deudor y derecho de alimentos
- Persona jurídica; mantenimiento de órganos societarios
2) Sobre los acreedores
 Sobre las acciones individuales ejercidas contra el deudor
 Sobre los créditos
 Sobre los contratos (especial relevancia sobre los contratos laborales)
 Sobre las acciones perjudiciales a la masa activa

VIII- CALIFICACIÓN DEL CONCURSO


El concurso debe ser calificado, pudiendo ser culpable o fortuito.
La LC establece presunciones de culpabilidad.
1) El concurso se presume culpable, salvo prueba en contrario, cuando el deudor o, en
su caso, sus representantes legales, administradores o liquidadores:
1.º Hubieran incumplido el deber de solicitar la declaración del concurso.
2.º Hubieran incumplido el deber de colaboración con el juez del concurso y la
administración concursal, no les hubieran facilitado la información necesaria o
conveniente para el interés del concurso, o no hubiesen asistido, por sí o por medio de
apoderado, a la junta de acreedores, siempre que su participación hubiera sido
determinante para la adopción del convenio.
3.º Si, en alguno de los tres últimos ejercicios anteriores a la declaración de concurso, el
deudor obligado legalmente a la llevanza de contabilidad no hubiera formulado las
cuentas anuales, no las hubiera sometido a auditoría, debiendo hacerlo, o, una vez
aprobadas, no las hubiera depositado en el Registro mercantil o en el registro
correspondiente.
2) En todo caso, el concurso se calificará como culpable en los siguientes supuestos:
1.º Cuando el deudor se hubiera alzado con la totalidad o parte de sus bienes en
perjuicio de sus acreedores o hubiera realizado cualquier acto que retrase, dificulte o
impida la eficacia de un embargo en cualquier clase de ejecución iniciada o de
previsible iniciación.
2.º Cuando durante los dos años anteriores a la fecha de la declaración de concurso
hubieran salido fraudulentamente del patrimonio del deudor bienes o derechos.
3.º Cuando antes de la fecha de declaración del concurso el deudor hubiese realizado
cualquier acto jurídico dirigido a simular una situación patrimonial ficticia.
4.º Cuando el deudor hubiera cometido inexactitud grave en cualquiera de los
documentos acompañados a la solicitud de declaración de concurso o presentados
durante la tramitación del procedimiento, o hubiera acompañado o presentado
documentos falsos.
5.º Cuando el deudor legalmente obligado a la llevanza de contabilidad hubiera
incumplido sustancialmente esta obligación, llevara doble contabilidad o hubiera
cometido en la que llevara irregularidad relevante para la comprensión de su situación
patrimonial o financiera.
6.º Cuando la apertura de la liquidación haya sido acordada de oficio por
incumplimiento del convenio debido a causa imputable al concursado.

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