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1. La evaluación ABC
Cuando en una emergencia nos encontramos con un paciente que no responde de manera
aguda, el tiempo es esencial. Es imperativo determinar rápidamente si el paciente ha
experimentado un PCR. Una vez que se diagnostica el PCR, debemos entregar información
a los dueños del cuadro del paciente, sus posibilidades de sobrevida, los riesgos de la RCP
entre otras cosas.
Una gran cantidad de estudios experimentales y clínicos han demostrado que cuanto mayor
sea el intervalo entre el PCR y el inicio de las compresiones torácicas, es menos probable
que el paciente tenga un retorno de la circulación espontánea (RCE). Es por eso que, es
importante explicar rápidamente los conceptos básicos de la RCP y comenzar el soporte
vital básico de inmediato.
Si el PCR fue muy repentino, es comprensible que muchos propietarios estén preocupados
por la causa. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos será imposible hacer un
diagnóstico de la causa y es probable que solo se pueda determinar después de que el
paciente haya sido resucitado y se le puedan realizar exámenes complementarios.
Dado el bajo riesgo de realizar RCP y la naturaleza universalmente mortal del PCR, es mejor
explicar rápidamente que los estudios han demostrado un riesgo muy pequeño de lesiones
Campus San Joaquín. Av. Vicuña Mackenna 4860, Macul.
de la RCP que no amenazan la vida, pero que son la única opción para tratar de estabilizar
al paciente en PCR.
La sobrevida al alta de perros y gatos afectados por un PCR y tratado con RCP depende del
proceso de la enfermedad subyacente que condujo al paro. Los PCR debido a reacciones
farmacológicas perianestésicas o enfermedades subyacentes tratables, tienen tasas de
supervivencia hasta el alta de hasta un 50%. En cambio, la sobrevida en general hasta el alta
es de aproximadamente un 6 a 7% para perros y gatos. Si la causa del PCR fue
probablemente un problema agudo y reversible, como una reacción a un medicamento,
informe al propietario que la mascota tendrá una probabilidad de supervivencia de 50%. Si
no está seguro de la causa, o si el paciente tiene una enfermedad progresiva que
probablemente condujo al PCR, es mejor ser razonable y hacerle saber al propietario que
las posibilidades de supervivencia son bajas.
El diagnóstico rápido del PCR es crucial para una reanimación exitosa. Se debe obtener la
historia reciente del paciente al mismo tiempo que se realiza la evaluación ABC. Esto no
debería tomar más de 20-30 segundos. Como se discutió anteriormente, la evaluación ABC
por sí sola no debería tomar más de 10-15 segundos. Si se diagnostica el PCR durante este
historial inicial, se debe obtener permiso para comenzar la RCP de inmediato para
maximizar la posibilidad de un intento de reanimación exitoso, y el resto del historial debe
ser tomado por otro miembro del personal mientras se inicia la RCP. Una vez que se
diagnostica el PCR, se debe iniciar el Soporte Vital Básico (SVB) a menos que el propietario
haya solicitado expresamente que no se haga.
Cualquier problema reciente observado por el propietario puede ser útil para determinar la
causa del paro y afectar el tratamiento inicial. Mantenga al propietario centrado en los
problemas recientes que pueden haber precipitado el PCR en lugar de los problemas
crónicos que tienen menos probabilidades de ser relevantes. Preguntar sobre cualquier
cosa fuera de lo común que pueda conducir a la inestabilidad como signos
gastrointestinales, respiratorios o neurológicos. La identificación de la causa subyacente del
paro puede proporcionar información crítica que puede afectar el tratamiento tanto
durante la RCP como en el período posterior al paro cardíaco.
1.1.11. No reanimar
Para los pacientes con enfermedades progresivas irreversibles con altas tasas de mortalidad
o comorbilidades significativas, no reanimar es probablemente la mejor opción dada la baja
probabilidad de que la RCP tenga éxito si se produce un PCR. Sin embargo, algunos dueños
necesitan sentir que se hizo todo lo posible en caso de una crisis aguda. Explicar el
pronóstico para el paciente individual y establecer claramente que apoyará la decisión del
dueño hará que esta difícil elección sea algo más fácil.
La reanimación a tórax abierto solo debe ofrecerse si hay atención post-PCR disponible en
un centro veterinario cercano. También es importante explicar al dueño del animal la
naturaleza invasiva del procedimiento. Numerosos estudios han demostrado que la RCP a
tórax abierto genera un mejor flujo sanguíneo y se asocia con una mayor sobrevida en
comparación con la RCP a tórax cerrado. Por lo tanto, si existen las condiciones, la
reanimación a tórax abierto debe iniciarse lo antes posible después de que se haya
diagnosticado el PCR, ya que cualquier retraso reduce la posibilidad de un resultado
exitoso.. Las indicaciones para la RCP con tórax abierto incluyen:
Primero abra la boca y saque la lengua para poder inspeccionar visualmente las vías
respiratorias hasta la laringe. Si el perro responde de alguna manera, deténgase de
inmediato para evitar ser mordido.
La palpación digital cuidadosa desde la cavidad oral hasta el área laríngea puede revelar
objetos extraños, masas o hinchazones que causan obstrucción de las vías respiratorias. Si
la vía aérea está despejada, continúe con la evaluación de la respiración.
Si la vía aérea está obstruida, elimine la obstrucción. Es crucial que la palpación digital sea
suave y que los objetos extraños en la laringe no se empujen más hacia las vías respiratorias.
Se pueden realizar tres tipos de evaluaciones para evidenciar que el paciente respira cuando
no vemos movimiento respiratorio en el tórax.
La respiración se puede evaluar mejor colocando una mota de algodón frente a la nariz
buscando movimiento del algodón. También se puede poner un portaobjeto de microscopio
y evaluar el empañamiento o no del vidrio.
Aunque poco estudiado en medicina veterinaria, varios estudios en medicina humana han
demostrado que la palpación del pulso es una prueba insensible y que requiere mucho
tiempo para el diagnóstico de PCR.
Debido a la baja probabilidad de lesiones significativas por RCP, las pautas actuales de RCP
veterinaria y humana no recomiendan la palpación del pulso antes de comenzar la RCP en
pacientes que no responden y no respiran.
La arteria recorre la cara medial del tarso y es palpable en la mayoría de los perros con una
presión arterial media mínima de 60mmHg. Si no se palpa el pulso pedio dorsal, se
recomienda realizar una evaluación de circulación adicional para confirmar la falta de pulso
en caso de que el paciente esté hipotenso.
En perros de raza grande no obesos con el pecho de quilla, como Greyhounds o Doberman
Pinschers, el latido del ápice puede palparse en el tórax en los espacios intercostales 4º a
6º en el tercio inferior del pecho. El sitio óptimo se puede identificar flectando el codo
caudalmente al nivel de la unión costocondral. El latido del ápice es más difícil de palpar en
perros de raza más grande sin quilla.
En gatos y perros pequeños, la palpación del latido del ápice o la auscultación es más
probable que tenga éxito que la palpación del pulso debido al pequeño tamaño de las
arterias periféricas y sus tórax más estrechos que facilitan la palpación del latido del ápice
y la auscultación.
En pacientes que respiran espontáneamente sin pulso palpable, la auscultación del corazón
y los pulmones está indicada para descartar lo siguiente:
- Choque severo
- Neumotórax
- Derrame pericárdico
Resumen
La Evaluación ABC tiene por objetivo el poder realizar una evaluación completa en un lapso
no superior a 15 segundos, determinando si el paciente se encuentra o no en PCR y si es
necesario iniciar una reanimación cardiopulmonar.
Se explica como evaluar la vía aérea, ya sea mediante la inspección visual y la palpación,
para asegurar que se encuentre permeable y si no lo está poder liberar la obstrucción ya
sea de un cuerpo extraño sólido o de un líquido como el vómito, succionándolo con una
bomba de aspiración.
Referencias
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