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Los fenómenos elementales de las psicosis y sus dilemas conceptuales.

Por: Alfonso Sarabia Romo1

“Corresponde al futuro decidir si en mi teoría hay mas delirio de lo que se querría, o si en el delirio

hay mas verdad de cuanto hoy están dispuestos a creer”. (Freud, 1911)

Para 1894 Freud había publicado su texto “La neuropsicosis de defensa”, siendo propiamente su

primera formulación sobre la paranoia. Este problema de la paranoia, Freud se lo había planteado

numerosas veces durante su correspondencia con Fliess durante los años 1895 – 1896, entre ellas

cabe destacar el Manuscrito K (1º de Enero de 1896), en donde su formulación teórica sobre la

paranoia aparece reconducida a los diferentes modos patológicos de defensa ya descubierto por

Freud – (Histeria, neurosis obsesiva, estados de confusión alucinatoria) y al mismo tiempo

diferenciada de ellos, recurriendo por primera vez al termino “proyección”.

Es hasta 1911 cuando se publica su tesis Acerca del mecanismo paranoico, expuesta por Freud en el

historial clínico sobre el Presidente Schreber, Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de

paranoia (Dementia paranoides descrito autobiográficamente) (1911 [1910]). Siendo este trabajo es

uno de los pocos donde Freud aborda la cuestión de la paranoia., y el más importante de su obra

sobre la cuestión de las psicosis.

Dicho historial, es redactado a partir de las Memorias del Senatspräsident del Superior Tribunal de

Dresde, Daniel Paul Schreber (1842 – 1911), publicado en 1903 bajo el nombre “Memorias de un

enfermo de nervios”. Es a fines de marzo del 1910 cuando se celebra el Congreso de Nurmeberg,

después de la clausura de los trabajos, que Freud y Jung pasan un día entero en Rothenburg, y es
1
Licenciatura en Psicología 1998-2003 (UASLP), Maestría en Psicología 2005-2007 (UASLP), Diplomado en Criminología,
Psicoanálisis y Derecho (UASLP) 2003, Diplomado Introducción a la Obra de Sigmund Freud (REAL) 2003, Diplomado Estructuras
Subjetivas (REAL) 2005, Diplomado Lecturas y recorridos de Jacques Lacan (AMPCS) 2005, Diplomado Psicoanálisis y
Criminología (UAZ) 2006, Psicólogo del Centro de Orientación Psicológica (COP-UASLP) 2002-2003 Psicólogo de la Procuraduría
General de Justicia (PGJ-SLP) 2005, Psicólogo del Centro Preventivo y de Readaptación Social No. 1 (CE.PRE.RE.SO) 2006,
Docente Psicología en la Universidad Marista Champagnat (2007), Docente Psicología en la Universidad Tangamanga (2008),
Docente de Pedagogía y Comunicación en la Universidad Mesoamericana.
verosímilmente entonces cuando Jung habla por primera vez a Freud de Schreber. Durante el

verano de 1910 Freud se fue a descansar, exhausto después de un año especialmente cargado a

Holanda, de allí partió luego en septiembre, para un soñadísimo viaje a Italia en compañía de

Ferenczi, fue ahí donde empezó a preparar su artículo sobre la paranoia, siendo las “Memorias”, el

único material con el que contó Freud, y que como según le cuenta a Jung en una carta, “no leyó ni

la mitad del libro”.

Por tanto, no tenemos a Freud hablando de Schreber, Schreber hablaría sobre su delirio en sus

Memorias, por otro lado la tesis sobre el mecanismo paranoico publicado por Freud, no es otra cosa

que Freud hablando de Freud.

En primera instancia, lo que nos encontramos en este trabajo de Freud, es la relación entre

homosexualidad y paranoia. En una carta a Jung del 17 de febrero de 1908 Freud presenta por

primera vez a Jung el nexo teórico entre homosexualidad y paranoia

“He estado en contacto con pocos casos de paranoia en mi práctica clínica, pero puedo decirle un

secreto…He encontrado regularmente una indiferencia de la libido por un componente homosexual

que hasta el momento había sido objeto de una participación normal o moderada…..Mi antiguo

amigo Fliess desarrolló un tremendo caso de paranoia después de haberse desprendido de su afecto

por mí, que era indudablemente considerable. Yo le debo esta idea a él”. CORRESPONDENCIA

FREUD /JUNG 17 FEB 1908

Esta carta revelaba la importancia que implicaba la amistad y ruptura de Freud con Fliess. Jung

entendió lo que tal acto significaba, por lo que contesto tres días después con una intervención que

adquiriría sentido entre los que sucedería entre ellos pocos años después: “La referencia a Fliess
ciertamente no es accidental y su relación me impulsa a pedirle poder disfrutar no como de una

amistad entre iguales sino como entre padre e hijo”.

Todo ello influiría a Freud a tomar la decisión de llevar el caso de Schreber por la vía de la

homosexualidad y no del incesto. Tomando como justificación el autoerotismo, como esencia de la

demencia praecox.

En su tesis sobre el mecanismo paranoico empieza a hacer elaboraciones sobre el concepto del

narcisismo, que después publicaría de manera mas extensa en su trabajo “Introducción del

narcisismo” (1914). Sobre el narcisismo Freud escribe: “Consiste en que el individuo empeñado en

el desarrollo, y que sintetiza en una unidad sus pulsiones sexuales de actividad autoerótica, para

ganar un objeto de amor se toma primero a sí mismo, a su cuerpo propio, antes de pasar de este a la

elección de objeto en una persona ajena. Una fase así, mediadora entre autoerotismo y elección de

objeto, es quizá de rigor en el caso normal; parece que numerosas personas demoran en ella un

tiempo insólitamente largo, y que de ese estado es mucho lo que queda pendiente para ulteriores

fases del desarrollo”

Si bien, el desarrollo de esta formulación teórica permite explicar, que la fijación en el narcisismo

primario, es decir en una fase de autoerotismo, tiene una relación a la paranoia, no así con la

homosexualidad, es decir, hasta este punto, dicha elaboración teórica, no nos permite generalizar,

que en todo homosexual reside un comportamiento psicótico. Pero cobra un sentido distinto cuando

Freud aborda la cuestión de la emasculación en Schreber, quien explica, como a través de un

milagro divino mediante unos rayos habrán pasado unos “nervios femeninos” que producirán su

mudanza en mujer, y que por fecundación directa de Dios saldrán hombres nuevos de espíritu

shreberiano, y que por producto de un malentendido fundamental restauraran el orden del universo.
Esto afirma dos cosas, la idea de emasculación como idea delirante, lo que se traduce en la relación

entre transexualismo y psicosis, y en segundo lugar la relación indisoluble entre paranoia y poder.

En donde en el caso de Schreber, todo su sistema delirante es la representación de una lucha por el

poder, donde el mismo Dios es su verdadero antagonista. Schreber ha vivido largo tiempo. Con la

idea de ser el único hombre superviviente en el mundo, todos los demás eran almas de muertos y el

propio Dios en varias encarnaciones. La idea de ser el único en el mundo, de quererlo ser, el único

en medio de cadáveres, convirtiéndose el en un ente (pues su alma es lo único que sobrevira)

bastante poderoso, llevando ya consigo preparada la ideología del nazismo, representando un

peligro, cuando esta idea de poder se presenta en un delirio.

Por otra parte no podemos dejar de lado el contenido mítico – religioso del delirio de Schreber, gran

parte de la humanidad delira sobre la existencia de un Dios, o algo similar, sobre la existencia de un

alma, o algo similar, ¿podemos decir entonces que todo aquel que cree en ello es un psicótico?

Schreber delira en este sentido al igual que un sector muy vasto de la humanidad es decir es un

delirio coextensivo como dice Lacan (1953). Sin embargo, no podemos dejar de afirmar que todo

discurso religioso es un discurso psicótico.

Por el lado de los conceptos Proyección y Represión, Freud escribe:

“La proyección es un síntoma de la paranoia. Es una percepción interna es sofocada, y como

sustituto de ella adviene a la conciencia su contenido, luego de experimentar cierta desfiguración,

como una percepción de afuera. En el delirio de persecución, la desfiguración consiste en una

mudanza de afecto; lo que estaba destinado a ser sentido adentro como amor es percibido como

odio de afuera”.
Y al mismo tiempo dice:

1) la proyección no desempeña el mismo papel en todas las formas de paranoia, y

2) no ocurre sólo en la paranoia, sino también bajo otras constelaciones de la vida anímica.

Nos advierte también de que en la inteligencia de la proyección estamos frente a procesos

psicológicos más universales, y decide reservarse el estudio de la proyección -y, con este, el del

mecanismo de la formación paranoica de síntoma en general para otro contexto, aplicándose ahora a

buscar las representaciones que podamos formarnos acerca del mecanismo de la represión en la

paranoia.

Es decir, crea una contradicción temática, afirmando que la proyección es un síntoma particular de

la paranoia, pero no propio de la paranoia, que lo importante es el mecanismo de la represión en la

paranoia, pero ello no implica que la represión sea un mecanismo propio del paranoico, pues

también se da en la neurosis, operando de la misma forma, variando tal vez, solamente, la forma de

reconstrucción de lo reprimido.

Entonces habrá que preguntarnos, ¿que en este texto proyecta Freud?, ¿Qué es lo que esta reprimido

en el?

Hay algo que Lacan se pregunta en el seminario 23, en "El sinthome", que es: no debemos tanto

preguntarnos por qué los locos se vuelven locos sino por qué no nos volvemos todos locos.

Bibliografía.
Freud, S. (Las referencias son a Sigmund Freud Obras Completas 24 vols. 1ª ed. 1981, 13ª reimp.

2004. Ordenamiento, comentarios y notas de James Strachey, con la colaboración de Anna Freud.

Trad. José Etcheverry). Bs. As., Ed. Amorrortu.

 (1894) Las neuropsicosis de defensa. Vol. 3

 (1911 [1910]) Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia

paranoides) descrito autobiográficamente. Vol. 12

 (1914) Introducción del narcisismo. Vol. 14

Lacan, J. (1984). El seminario de Jacques Lacan: libro 3. Las psicosis 1955-1956. Texto establecido

por Jacques-Alain Miller; Trad. Juan Luis Delmant-Mauri y Diana Silvia Rabinovich. (13ª reimp.

2004).Bs. As., Ed. Paidós.

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