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Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Nombre: Paula Hidalgo. Paralelo: 8. Semestre: sexto

Prescripción de dieta y ejercicio según riesgo cardiovascular

Cálculo de riesgo cardiovascular:

Dieta

✓ Mediterránea

Desayuno:

• Yogur griego bajo en grasa con frutas frescas y nueces.

• Una tostada integral con aceite de oliva virgen extra.

• Una taza de té verde.

Merienda matutina:

• Una porción de frutas frescas, como una manzana o una naranja.

• Un puñado de almendras.
Almuerzo:

• Ensalada mediterránea con lechuga, tomate, pepino, cebolla, aceitunas y queso feta.
Aliña con aceite de oliva virgen extra y vinagre balsámico.

• Una porción de pescado a la parrilla, como salmón o sardinas.

• Una porción de arroz integral.

• Una rodaja de pan integral.

Merienda vespertina:

• Un yogur griego bajo en grasa.

• Un puñado de nueces.

Cena:

• Ensalada de espinacas frescas con tomates cherry, aguacate y nueces. Aliña con
aceite de oliva virgen extra y limón.

• Pollo a la parrilla con hierbas aromáticas y una porción de quinoa.

• Una rodaja de pan integral.

Merienda nocturna:

• Una porción de frutas frescas, como uvas o melón.

• Un puñado de almendras.

Consideraciones adicionales:

• Limitar el consumo de carnes rojas, embutidos, alimentos procesados y ricos en


grasas saturadas y trans.

• Aumenta el consumo de frutas, verduras, legumbres, pescado, nueces y aceite de


oliva, beber suficiente agua a lo largo del día.

• Reduce el consumo de sal y opta por especias y hierbas para condimentar tus
comidas, limitar alcohol y bebidas azucaradas.
Ejercicio

✓ Aeróbico

Frecuencia:

• Realizar ejercicio de forma regular, al menos cinco días a la semana.

Tipo de ejercicio:

• Enfocarse en ejercicios aeróbicos de intensidad moderada, como caminar, nadar,


andar en bicicleta o utilizar una máquina elíptica.

• Caminata rápida: se puede realizar al aire libre o en una cinta de correr. Se


recomienda realizar al menos 150 minutos de caminata rápida por semana.
• Ciclismo: comenzar con 20 a 30 minutos de ciclismo y aumentar la duración y
la intensidad con el tiempo.
• Natación: nadar regularmente puede ayudar a reducir la presión arterial y
mejorar la función pulmonar. Intenta nadar de 2 a 3 veces por semana durante al
menos 30 minutos por sesión.
• Aeróbicos de bajo impacto: las clases de bajo impacto en el gimnasio, ofrecen
un ejercicio cardiovascular efectivo sin poner demasiado estrés en las
articulaciones. Estas clases suelen incluir movimientos de baile y ejercicios
aeróbicos moderados. Participa en estas clases de 2 a 3 veces por semana
durante al menos 30 minutos.

• También considera incluir ejercicios de fortalecimiento muscular, como


levantamiento de pesas livianas o ejercicios con bandas de resistencia.

Duración:

• Comienza con sesiones de ejercicio de 10 a 15 minutos al día e incrementa


gradualmente la duración.

• El objetivo es alcanzar al menos 30 minutos de actividad aeróbica moderada la


mayoría de los días de la semana.
• También puedes dividir la actividad en intervalos más cortos si es necesario, por
ejemplo, tres sesiones de 10 minutos cada una.

Intensidad:

• El ejercicio debe ser de intensidad moderada. Esto significa que debes poder hablar
durante la actividad, pero no de manera muy cómoda.

• Evita el ejercicio extenuante o de alta intensidad, especialmente si tu médico te lo


ha recomendado.

Análisis

Para considerar la dieta y el ejercicio respectivo como primer punto se debe observar
al paciente que se trata, en este caso, es una paciente femenina de 59 años de edad que tiene
HTA, diabetes y es una fumadora activa, además de que el perfil lipídico se encuentra
alterado, lo que nos puede demostrar sobrepeso u obesidad y por consiguiente el
sedentarismo de la persona. Según el cálculo del riesgo tenemos un resultado del 32% el cual
demuestra que es muy alto teniendo que aplicar cambios de estilo de vida radicales que se
deben seguir con disciplina.

Como elección de dieta la mediterránea es una buena opción, al no restringirse en el


consumo de grasas totales, centrándose en alimentos como los vegetales, con pequeñas
cantidades de proteína, con más porciones de granos, frutos secos y verduras. Además de no
ser tan costosa tiene diferentes beneficios, al ser una dieta moderadamente hipocalórica puede
mejorar el perfil metabólico de personas con sobrepeso y prevenir que se pierda la grasa
magra, además según actualizaciones se ha podido demostrar que esta dieta en el control
glucémico en diabetes es la opción más efectiva. Por otro lado, los estudios demuestran que
al poder adherirse a este tipo de dieta aparte de controlar la enfermedad ayuda a que haya un
menor riesgo cardiovascular en personas con índice de RCV alto, en comparación con otras
dietas que reducen las grasas.

La inactividad física al ser un factor de riesgo para RCV modificable se puede aplicar
ejercicios aeróbicos debido a que promueven la salud cardiovascular al mejorar la capacidad
pulmonar, fortalecer el corazón y aumentar la circulación sanguínea. Al realizar estos tipos
de ejercicios por 30 a 60 minutos tiene efecto de disminución de la presión sistólica y
diastólica de 2-3 mmHg hasta de 10 mmHg si son disciplinados, lo cual prevendrá el riesgo
de enfermedad cardiovascular al exceder las cantidades mínimas de actividad física. Para que
haya una adherencia a la actividad se deben incluir hasta en los lugares de trabajo y el
personal de salud llevar también un mejor control del paciente.

Para finalizar, la elección de la dieta mediterránea es una buena opción para mejorar
el perfil metabólico, prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorar el control glucémico
en personas con diabetes. En cuanto a la actividad física, se destaca la importancia de realizar
ejercicios aeróbicos para no permitir una posible enfermedad cardiovascular que pueda
conllevar a elevar la tasa de mortalidad en personas con RCV muy alto.

Referencias bibliográficas:

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