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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE TECAMACHALCO

CARRERA:
AGRICULTURA SUSTENTABLE Y PROTEGIDA

MATERIA:
FRUTICULTURA SUSTENTABLE

TAREA:
IMPORTANCIA DEL CULTIVO DE GUAYABA

NOMBRE:
PEREZ DORANTES JOSE MANUEL

DOCENTE:
ING. ABRAHAM JUAREZ DE LA CRUZ

GRADO Y GRUPO: 4-“A”

NUMERO DE LISTA: 16
CUATRIMESTRE: SEPTIEMBRE- DICIEMBRE 2023
I. IMPORTANCIA DEL CULTIVO

1.1 Contexto mundial (países productores)


La guayaba Psidium guajava L. es uno de los frutos más conocidos y estimados
para el consumo fresco, por ello es cultivada ampliamente en los países tropicales
del mundo. Cabe destacar que este cultivo se caracteriza por su elevada
adaptabilidad a diferentes pisos altitudinales y tipos de suelos; por tanto, factores
determinantes al momento de escoger las variedades que garantizarán una fruta
de buena calidad. Es un cultivo originario de América y actualmente se encuentra
muy difundido en todo el mundo, pertenece a la familia de las Myrtáceas.
Asimismo, la guayaba es considerada una fruta de importancia comercial en más
de 60 países, muy utilizada en la agroindustria y para consumo fresco debido a
sus propiedades nutricionales; pues, se considera una fuente importante de
vitamina C, con muchos beneficios para la salud de los consumidores.
Tienen potencial para la elaboración de pectinas y aceites con sus semillas. El
potencial industrial deriva de sus aptitudes para pulpas, puré, polvo para
reconstituir como néctar, mermeladas, jaleas y dulce. El jugo de guayaba se
utiliza principalmente en jugos y néctares, también existe demanda en la industria
de alimentos para bebés.

Cuadro1. Importancia del cultivo de guayaba en el contexto mundial.


ESTADOS SUPERFICIE (HA) RENDIMIENTO (TON/HA) PRODUCCIÓN (TON)

PAKISTAN 11.641,00 4,78 458.000,00

BRASIL 4.357,00 10,88 352.000,00

INDIA 1.129,00 4,83 340.000,00

MEXICO 10.534,00 5,17 302.000,00

EGIPTO 6.065,00 5,39 241.000,00

COLOMBIA 149,00 5,67 156.000,00

MALAISA 532,00 3,15 142.000,00


TOTALES 34.407,00 39,87 2.075.000,00

1.2. Contexto nacional (estados en nuestro país que son productores)


A nivel nacional, la guayaba se produce de manera comercial en 16 estados,
aunque se considera que existe producción silvestre no contabilizada en por lo
menos otras 11 entidades del país. De cualquier forma, cabe señalar que el
cultivo de la guayaba se concentra en tres estados: Aguascalientes, Zacatecas y
Michoacán, los que durante el periodo de 1990-1997 han contribuido con el 90%
de la superficie cosechada a nivel nacional y con el 94 por ciento de la producción
total del país.
El consumo percápita es de 2,3 kilogramos. Cabe señalar que la disponibilidad del
producto en el mercado es casi todo el año, la producción se concentra en los
meses de agosto a marzo, siendo los meses de mayo y junio los de menor oferta.
La mayoría de las familias lo consumen en fresco como fruta de mesa o para
refrescos caseros. Esto significa que cerca del 87% de la producción nacional se
consume directamente en fresco, de los cuales el 65% se concentra en la central
de abastos de México, 20% en la de Guadalajara, 10% en Monterrey y el 5%
restante en otros centros.
Las ventas a industriales y tiendas de autoservicio se realizan también a través de
los intermediarios. Se ha generalizado la idea de que la industria solo consume
fruta de segunda calidad, que es la de menor precio y es poco importante la
apariencia, lo cierto es que, para el caso de guayaba enlatada, entera o en
mitades, se requiere de fruta de la más alta calidad, de mejor apariencia y de
tamaño homogéneo.

Cuadro 2. Importancia del cultivo de guayaba en el contexto nacional


ESTADOS SUPERFICIE (HA) RENDIMIENTO (TON/HA) PRODUCCIÓN (TON)
AGUAS CALIENTES
4.200,00 62.897,00
ZACATECAS
2.953,00 49.480,00
MICHOACAN
11.964,00 174.585,00
ESTADO DE MEXICO
10.430,00
GUADALAJARA

TOTALES
1.3. Contexto estatal (municipios productores)
En Zacatecas, se produce guayaba en los municipios de Apozol, Huanusco,
Jalpa, Juchipila, Moyahua de Estrada, Nochistlán de Mejía, Tabasco y Villanueva.
La guayaba se caracteriza por su bajo aporte calórico y por su elevado contenido
de vitamina C, que es hasta siete veces superior al de la naranja.
II. FENOLOGIA DEL FRUTO

Estado A: Yema Estado B: 02 Estado C: 11

Estado D2: 15 Estado D4: 19 Estado E1: 51

Estado E2: 55 Estado E5: 59


Estado E3: 57
Estado F: 65 Estado G: 67 Estado H1: 71

Estado I 1: 78 Estado J: 81 Estado K: 89

III. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMATICOS DEL CULTIVO


3.1 Requerimientos edaficos del cultivo
a). Textura
No es muy exigente en cuanto a suelo ya que se puede establecer en una gran
variedad de texturas, pero prefiere suelos francos, limosos y franco-arcillosos.
b). Drenaje
El terreno debe tener buen drenaje, aunque se ha visto creciendo
espontáneamente en terrenos con alto nivel freático, lo que indica su tolerancia a
una mayor humedad con respecto a otras especies frutales.
c). Acidez o alcalinidad (pH) del suelo
Tolera un pH de hasta 9.4, aunque el rango de esta especie es de 4.5 a 8.2 con
un optimo de 6.3
d). Conductividad eléctrica (salinidad)
Tolera un nivel considerable de sales, principalmente altas concentraciones de
cloruros (hasta 7% CI)
e). Capacidad de intercambio catiónico (CIC)
La CIC es una propiedad fundamental para conocer la fertilidad de un suelo ya
que representa la capacidad de éste para retener o adsorber cationes. Esta
capacidad del suelo es lo que le permite retener los elementos necesarios para
nutrir a las plantas, que de otra forma estarían en la solución del suelo expuestos
a perderse con facilidad.
f). Materia orgánica (requerimiento de humus)
El nitrógeno y el potasio son muy importantes para el crecimiento foliar, la
floración y el desarrollo de frutas, mientras que el fósforo es vital para el
desarrollo de un sistema fuerte de raíces, especialmente en las primeras etapas
del desarrollo de la planta. El calcio, el magnesio, el manganeso, el zinc y el boro
también son importantes en las diferentes etapas de desarrollo de los brotes,
floración y fruición.
g). Microorganismos (MOO`S)
Las frutas y hortalizas frescas y mínimamente procesadas son susceptibles a la
contaminación por bacterias patógenas tales como, Escherichia coli, Listeria
monocytogenes y Salmonella, entre otras, las cuales causan severos daños a la
salud humana y a la economía de los países en donde se detectan.
3.2 Requerimientos climáticos
a). Temperaturas
La temperatura media anual óptima es de 23 a 28 oC, aunque el rango oscila
entre 15 y 35 oC, con una óptima para fotosíntesis de 25 a 30 oC. Arboles
jóvenes pueden ser destruidos a –2 oC y árboles viejos –3.3 oC. La temperatura
máxima letal es de 45 oC; la temperatura umbral mínima para desarrollarse es de
9.2 oC en la brotación, de 14.8 oC en la etapa de brotación-botón floral, de 10 oC
para la etapa botón floral inicio de floración y de 8.4 oC para la etapa inicio de
floración-inicio de cosecha. Para la obtención de frutos consistentes es
determinante la presencia de días despejados durante la formación y maduración
del fruto. El árbol no puede resistir el intenso calor del día de los valles interiores
de California. Se dice que son más productivos en áreas con distintivo período
invernal que en el trópico característico. Los guayabos también pueden producir
chupones de la raíz si las heladas matan los brotes a nivel del suelo.
b). Humedad
El rango de humedad relativa debe oscilar entre el 37 y 96%. Un exceso de
humedad durante la etapa de maduración puede llegar a provocar la pudrición de
los mismos.
Bajo condiciones de temporal requiere un mínimo de 600 a 1,000 mm de
precipitación. Es más resistente a la sequía que la mayoría de los frutales
tropicales. Es un árbol que desarrolla tanto en climas húmedos como en secos,
pero que prefiere atmósfera seca.
IV. MANEJO AGRONOMICO
4.1 Propagación
El cultivo de guayaba por esquejes garantiza una excelente alternativa para la
adaptabilidad, resistencia a plagas y precocidad del ciclo productivo
Propagación por esquejes.
Se cortan esquejes de coníferas de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de un árbol de
guayaba saludable. Los recortes deben ser flexibles y no deben romperse cuando
se doblan. Retire todas menos las dos hojas superiores. Sumergir la parte inferior
de los esquejes en hormona de enraizamiento y plántelos en tierra húmeda para
macetas. Un recipiente de 1 galón (4 L.) puede contener cuatro esquejes.
Cubrir el recipiente con plástico transparente. Si es necesario, use palillos o
pajitas de plástico para sostener el plástico sobre las hojas. También puede cortar
una botella plástica de refresco o una jarra de leche por la mitad y colocarla en el
frasco. Colocar el recipiente en un lugar soleado donde las temperaturas estén
constantemente alrededor de 75 a 85 F. (24-29 C.) día y noche. Si es necesario,
use una estera térmica para mantener caliente la mezcla para macetas.
Buscar un nuevo crecimiento que aparezca en dos o tres semanas, lo que indica
que los esquejes se han enraizado. En este punto, retire el plástico. Regar
suavemente si es necesario para mantener la tierra para macetas ligeramente
húmeda. Trasplantar los esquejes enraizados a un recipiente más grande.
Colocar en una habitación cálida o en un área al aire libre protegida hasta que el
árbol esté lo suficientemente maduro para sobrevivir por sí solo.
Observación: Los árboles jóvenes de guayaba no tienen una raíz principal y es
posible que deban asegurarse o apoyarse para mantenerlos en posición vertical
hasta que estén bien establecidos.
Propagación por acodo
Este método no es aconsejable para el cultivo de guayaba, ya que es un proceso
largo y las plantas adultas forman raíces poco profundas, lo que las hace
vulnerables a los fuertes vientos. Sin embargo, esto dependerá de la descripción
y adaptabilidad de las variedades.
Cabe mencionar que se debe realizar en período lluvioso, las ramas
seleccionadas para la propagación deben tener un diámetro de 2,5 centímetros.
Luego, se les hace un anillo utilizando una navaja previamente desinfectada,
dejando expuesto los tejidos de conducción de la planta (floema y xilema).
Además, se sugiere aplicar una hormona enraizadora (producto comercial), luego
se protege con una envoltura plástica o saco de nailon cuyas medidas son 30 x
35 centímetros; por lo tanto, está debe contener un sustrato a base de suelo y
turba desinfectado.
Asimismo, la humedad del sustrato debe mantenerse, al tercer mes se tendrá el
acodo ya enraizado para ser trasplantado a una bolsa de polietileno.
Propagación por injerto.
Se recomienda la propagación por injerto, con el fin de obtener plantas con las
mismas características de las plantas originales. Así, el método de injerto más
usado es el de enchapado lateral.
En primer lugar, se deben elaborar semilleros provenientes de plantas de
guayaba sanas y con características agronómicas deseables. Ahora bien, la
planta seleccionada como patrón debe poseer ramas laterales cuyo grosor puede
variar entre 1 y 1,5 centímetros.
A continuación, se procede a injertarlas con el material deseado, para tal
propósito debe contarse con un jardín clonal que contenga el cultivar o los
cultivares de guayaba deseados. Así, se obtienen las yemas o estacas necesarias
para la injertación.
Es importante señalar que la obtención del material vegetativo de jardines
clónales debe garantizar la sanidad y autenticidad del material que se desea
reproducir; para posteriormente trasplantarlo al campo definitivo.
4.2. Establecimiento
El establecimiento de la plantación suele hacerse en primavera o en otoño,
acorde con las lluvias, o bien cualquier mes si hay la disponibilidad de riego.
4.2.1 Marco de plantación utilizado
El distanciamiento de siembra recomendado suele ser de 3.50 a 3.75 m entre
calle y de 3.0 m entre plantas.
Si la plantación se establece en zonas de ladera se deben realizar prácticas de
conservación de suelo como siembra al tres bolillo, curvas a nivel, terrazas
individuales, acequias de ladera, barreras vivas, etc.
4.2.2. Densidad de población
Densidad de 622 plantas por hectárea.
4.3 Manejo nutrimental
Los guayabos se alimentan mucho y necesitan un abono con alto contenido en
nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Una proporción equilibrada de NPK de 15-
15-15 es ideal para los guayabos. Sin embargo, también puede utilizar una
proporción NPK de 16-16-16 o 20-20-20 si su suelo es bajo en fósforo o potasio.
4.2.1. Fertilización de fondo (en la plantación)
Los suelos de la región Oriente de Michoacán (vertisoles y acrisoles) son de
regular fertilidad con fijación de fósforo, por lo que se sugiere aplicar al momento
de la plantación 500 gramos de Superfosfato de calcio triple en el fondo de la
cepa o bien, cuando se carece de lo anterior se deben aplicar de 10 a 12
kilogramos de estiércol de bovino o de gallinaza; ambos productos deben estar
bien secos y desmenuzados. Tanto el fertilizante como el estiércol no deben de
estar en contacto con la raíz, ya que puede ocasionar quemaduras a la planta; lo
anterior se evita mezclando el fertilizante o el estiércol con la tierra del fondo de la
cepa, agregando otra capa de suelo.
La fertilización de la guayaba varía en función del estado de desarrollo de la
planta. Para ello, se debe seguir la siguiente recomendación de fertilización anual.

b). Fertilización mineral.


Fertilizantes de crecimiento mineral, procedentes de minerales orgánicos
presentes en la naturaleza. Tienen una alta cantidad de macronutrientes (NPK), lo
cual los hace ideales para que las plantas crezcan más rápido y vigorosas.
4.2.2 Fertilización de desarrollo o establecimiento
En el caso de las plantas jóvenes, los fertilizantes pueden ser aplicados en zanja
circular a lo largo de la periferia de la zona de la raíz. En el caso de las plantas
más viejas los fertilizantes pueden ser aplicados por un radio de 120 cm de la
base y en forma de tenedor en la ligera sin dañar las raíces. El abono orgánico se
puede aplicar como mantillo en la superficie. Foliar pulverización de potasio (en
forma de sulfato de potasio 1,0 a 2,0%), calcio (como nitrato de calcio, 1,0 a
2,0%) se ha encontrado eficaz en aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de
la fruta.
4.2.3 Fertilización de producción (etapa productiva)
Del cuarto año de establecida la plantación en adelante, los árboles entran a
producir constantemente, por lo que se sugiere utilizar el método del grosor del
tronco, que consiste en aplicar 220 gramos de fertilizante con la fórmula 10-10-10
por cada 2.5 cm de diámetro del tronco anualmente. También se recomienda para
sitios donde no se aplica estiércol, ni compostas o algo de materia orgánica el
tratamiento 90-80-80; y lo anterior se debe de aplicar al terminar la poda y
conjuntamente con el riego la mitad del nitrógeno, todo el fósforo y todo el
potasio. El resto del nitrógeno se aplica 60 días después de la primera
fertilización, en la etapa de amarre de fruto. Hay que tomar en cuenta que al
aplicar altas cantidades de nitrógeno, principalmente cuando no están
balanceadas con fósforo y potasio, se favorece el vigor del árbol y se incrementa
el rendimiento; sin embargo, la fruta no madura adecuadamente, pierde
consistencia, es menos dulce y puede caer prematuramente del árbol.
4.2.4. Uso de promotores de la floración (productos químicos)
Para establecer un buen plan de fertilización de árboles frutales, se proponen
estos productos que pueden ser interesantes porque colaboran en la floración.
Bloomax de Fertigrow (Aminoácidos y Boro): El abono corrector de las carencias
de Boro y Molibdeno Bloomax está hecho por Fertigrow en Almaría. Es un
producto perfecto para su aplicación tanto en fertirrigación como por vía foliar.
Bloomax sobre la planta favoreciendo la aparición precoz de polen y una mayor
viabilidad de la flor
4.4 Podas
Esta labor es fundamental ya que la producción tiene lugar en los brotes nuevos.
4.4.1. Podas de formación.
Esta poda se realiza cuando la planta alcanza una altura de 0,3-0,5m. Consiste
en realizar un corte en el brote terminal, con el fin de estimular la emisión de
brotes laterales, los cuales dan lugar a nuevos brotes de los que se seleccionan
unas tres ramas. A estas ramas se les debe realizar un pinzado dejando unos 6
pares de hojas. Este proceso se realiza hasta obtener una planta de 8 a 12 ramas
distribuidas de manera equilibrada.
Se debe tener en cuenta, que el guayabo florece a los 2-3 meses de su
trasplante. Es conveniente eliminar todos los brotes florales hasta que hayan
transcurrido unos 10 meses desde su trasplante. De esta manera, la planta
emplea toda su energía para desarrollarse vegetativamente.
4.4.2. Podas de producción
Esta poda se debe realizar tras la recolección. Consiste en eliminar todas las
ramas que han dado fruto, con el objetivo de estimular nuevos brotes florales.
4.4.3. Podas fitosanitarias
Esta poda consiste en la eliminación de aquellas ramas afectadas por plagas o
enfermedades o de las que se encuentren mal ubicadas.
4.4.4. Podas de rejuvenecimiento.
La mayor parte de las flores del guayabo se desarrollan entre el segundo y cuarto
nudo, por lo que el despunte tiene como objetivo estimular nuevos brotes, de
manera que la producción se concentre en el centro del guayabo.
4.4.5. Raleo de fruto
Consiste en eliminar todas las flores o frutos que se formen durante los tres
meses siguientes al trasplante y hasta completar diez. Esto garantizará que, en
esa etapa inicial, se forme una planta con mayor vigor, capaz de producir mejores
cosechas por un tiempo prolongado.
En la variedad de mesa se ralea dejando 1 a 2 frutos por floración, no más de 4
frutos por rama.
4.5 Manejo fitosanitario
4.5.1. Plagas
MOSCA DE LA GUAYABA (Anastrepha sp.; Ceratitis capitata)
Se trata de la plaga más perjudicial de la guayaba. Las hembras actúan
perforando el fruto para ovopositar. Como consecuencia, las larvas se alimentan
de la pulpa originando galerías, las cuales posteriormente dan lugar a zonas
necróticas.
Ciclo biológico de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata Wiedemann) El ciclo de
vida de C. capitata Wied depende de la temperatura, alcanzando su mayor
actividad en primavera- verano y otoño. La mosca en estado adulto puede vivir
hasta 3 meses y comúnmente habita entre el follaje de los árboles de fruta.
Para el control de esta plaga se recomienda el uso combinado de las siguientes
medidas:
1. Seleccionar variedades menos susceptibles a la mosca de la guayaba.
2. Eliminar las malas hierbas y el material vegetal afectado.
3. Cubrir los frutos con bolsas de plástico, con el fin de establecer una barrera
física.
4. Colocar trampas Mc-Phaill en lugares estratégicos.
Para el control biológico de esta plaga se realiza una suelta de machos estériles y
liberan parasitoides.
PICUDO DE LA GUAYABA (Conotrachelus psidii)
Se trata de la plaga más importante del guayabo después de la mosca de la fruta.
Las hembras del picudo originan daños al ovopositar en el interior del fruto. Sin
embargo, el daño más severo es producido por las larvas al alimentarse de la
pulpa y semilla, provocando necrosis alrededor de la parte afectada. Como
consecuencia, se produce la maduración prematura del fruto y finalmente la caída
del mismo.
El ciclo total duró 199 días distribuido así: huevo, 4 a 7 días; larva en el fruto, 42 a
56 días; larva en suelo, 90 días; pupa, 30 a 60 días. Los adultos emergieron entre
20 y 30 días en la época lluviosa y en laboratorio sobrevivieron hasta 435 días
después de su emergencia.
Para el control de la plaga se recomienda el embolsado de los frutos hasta la
recolección, la eliminación de frutos afectados antes de que la larva salga del
fruto y la aplicación de insecticidas en la época de mayor presencia de adultos.
-Control cultural: Se recomienda que cada semana se recolecten los frutos
afectados presentes en el árbol, caracterizando e identificando el daño sobre los
frutos recién formados. Los frutos con daño deben ser retirados en su totalidad de
los árboles y del huerto, y luego enterrados con previa aplicación de cal o de un
producto biológico entomopatógeno.
-Control biológico se recomienda el uso de hongos entomopatógenos (HEP)
(Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae), dirigidos al suelo y al follaje en
épocas de formación y desarrollo de frutos.
-Nematodos entomopatógenos (NEP): En los sitios de mayor daño e infestación
(focos) y preferiblemente en árboles con daño inicial de oviposición, se
recomienda la aplicación de NEP de los géneros Steinernema o Heterorhabditis.
Las estrategias de manejo del picudo de la guayaba evitan la aplicación de
insecticidas de manera generalizada. La implementación del manejo del insecto
con un enfoque específico por sitio reduce en un 30 % los jornales y productos
utilizados. También permite la reducción en un 82 % las aplicaciones de
insecticidas/ciclo productivo/ha. Se pasa de 22 aplicaciones/ciclo productivo/ha. a
4 aplicaciones /ciclo productivo/ha; así mismo la remoción de frutos afectados y
aplicación de componentes biológicos (hongos y nematodos entomopatógenos)—
reducen las poblaciones del insecto entre un 40 y un 60 %.
De esta manera se pueden reducir las pérdidas en producción entre 2.000 y 3.000
kg/ha/ciclo productivo.
PULGONES (Aphis gossypii y Myzus persicae)
Se trata de una plaga que afecta principalmente a brotes y hojas. Los daños son
provocados al succionar la savia de la planta, originando el debilitamiento de la
misma, además de deformaciones de hojas, clorosis y retraso en el crecimiento.
Por otro lado, los pulgones provocan daños indirectos ya que, al igual que la
mosca blanca, segregan melaza y son transmisores de virus.
Este insecto no necesita de un macho para reproducirse y las hembras se
reproducen por partenogénesis. Las hembras reproducen entre 4-5 ninfas
diariamente, durante un promedio de 15 días.
Las ninfas pasan por 4 instares y llegan a la madurez en un rango que va de los
4-20 días, dependiendo de la temperatura. Llegan a producir de 20 a 140
individuos si las condiciones son óptimas.
Las ninfas tienen un cuerpo blando, miden en promedio 1.2 mm de largo, son de
color amarillo a verde intenso con el tórax y la cabeza de color negro.
Los pulgones son insectos con aparato bucal succionador. Tienen un estilete
articulado que utilizan para succionar savia de las plantas.
Es importante recurrir a la realización de medidas preventivas para evitar la rápida
dispersión de esta plaga. Para ello se recomienda:
1. Eliminación de malas hierbas y restos del cultivo anterior.
2. Colocación de trampas cromáticas amarillas.
3. Colocación de mallas en las bandas del invernadero en su caso.
Si la presencia de esta plaga es severa, se recurre al control químico con
productos sistémicos.
Aphidius colemani se utiliza para el control de los pulgones Aphis gossypii y
Myzus persicae. También puede parasitar a Rhopalosiphum padi, pulgón que
utilizamos en las plantas refugio (PLANTAcontrol). A. colemani es una avispa
parásita. Una vez que ha localizado al pulgón lo perfora con su ovipositor
depositando un huevo en su interior. El adulto de A. colemani surge a través de un
orificio redondo y vuelve a parasitar unos 300 pulgones.
ÁCAROS
Esta plaga afecta principalmente a hojas, aunque también pueden afectar a flores
y frutos. Los daños se originan a causa de su alimentación, ya que al extraer la
savia de los tejidos provocan punteaduras de color amarillo en el haz de las hojas
y a lo largo de los nervios principales. Posteriormente, estas punteaduras se
tornan de color marrón y se abarquillan, obteniendo un aspecto polvoriento.
Finalmente, dichas hojas se desecan y caen. Es frecuente también encontrar
finas telarañas en el envés de las hojas afectadas.

Para evitar la propagación de esta plaga se deben llevar a cabo una serie de
medidas preventivas:
1. Aumento de la humedad relativa
2. Manejo de material vegetal sano
3. Eliminación de malas hierbas y material infestado
4. Adecuado marco de plantación, de forma que no exista contacto entre plantas
consecutivas
5. Evitar exceso de abono nitrogenado
6. Uso de plantas cebo
7. Tratamientos químicos durante el invierno (en este periodo la plaga permanece
inactiva)
Si la infestación es severa, será necesaria la intervención química. Es
fundamental realizar aplicaciones alternando acaricidas con modo de acción
diferente para así evitar la aparición de resistencias.
4.5.2. Enfermedades
-Antracnosis
-Colletotrichum gloeosporioides
-Síntomas: Los síntomas se manifiestan en el fruto con la presencia de pequeñas
manchas hundidas y circulares en forma de anillos concéntricos de color pardo,
que van extendiéndose y profundizando hasta el interior del fruto. Normalmente,
los frutos afectados exudan un líquido rosado.
-Opciones de prevención (preventivas)
1. Utilización de material vegetal sano
2. Eliminación de material vegetal afectado
3. Eliminación de malas hierbas
4. Reducir las condiciones de humedad
5. Evitar heridas en la planta
6. Aplicaciones periódicas con fungicidas a base de cobre
-Opciones de control ( curativas)
-Realizar drenajes, para evitar que en condiciones de alta precipitación el agua se
estanque aumentando así la humedad relativa del cultivo.
-Poda fitosanitaria, eliminar las hojas cloróticas y las senescentes las cuales son
frecuentemente las hojas bajeras de la planta.
-Recolección de hojas senescentes, frutos enfermos y frutos caídos, pues son
fuente de inoculo.
-En el momento de la cosecha es importante evitar golpear la fruta o dejarla caer
al suelo, por tanto se recomienda cosechar fruto por fruto y envolver frutos en
papel para evitar el roce con otros frutos.
-Enfermedad de la costra
-Pestalotia psidii
-Sintomas: Los síntomas se manifiestan con manchas redondeadas de color
pardo y aspecto de costra que van cubriendo la epidermis del fruto, evitando así
que lleguen a madurar. Además, afecta a brotes y hojas llegando a causar
deformaciones y/o marchitamiento. En las flores aparecen manchas pardas en el
cáliz y en el pedúnculo, pudiendo provocar la caída de la flor o el estancamiento
de los ovarios.
-Opciones de prevención (preventivas)
El monitoreo en campo consiste en determinar la presencia de la enfermedad en
los frutos a partir de los 120 y hasta los 150 días de edad y consta de dos
acciones:
Semanalmente seleccionar 5 árboles al azar por predio, y en estos seleccionar
también al azar 20 frutos.
Determinar la incidencia de la enfermedad así:
Incidencia = N° de frutos con síntomas/ N° total de frutos evaluados x 100.
Una vez se confirmen los daños, se debe determinar los porcentajes de incidencia
y severidad, según escalas para valoración de daño en frutos
-Opciones de control (curativas)
Para prevenir el desarrollo de esta enfermedad es recomendable reducir la
humedad relativa del ambiente mediante el adecuado embolsado de los frutos y
realizar podas que faciliten la aireación y aplicaciones preventivas con fungicidas
a base de cobre.

4.5.3. Malezas
El control de arvenses (malezas) debe garantizarse desde el trasplante de la
guayaba, y mientras se establece y adapta, debido a que es allí cuando se
presenta mayor competencia por nutrientes, agua y luz. Cuando el cultivo ya se
encuentra establecido, se observará que la raíz tiene un efecto alelopático; inhibe
el desarrollo de las malezas en el plato, situación favorable, pues disminuye los
costos de mano de obra y facilita la fertilización edáfica. Dentro de las prácticas
recomendadas, se sugiere mantener una cobertura de arvenses nobles en toda el
área de cultivo y, en caso de presentarse malezas con una altura mayor a 40 cm,
realizar control con guadaña.
Las malezas constituyen un problema de competencia al cultivo, disminuyen la
eficiencia del riego y los fertilizantes, además que pueden ser hospederas de
plagas y enfermedades. Su control puede ser en donde existe la posibilidad de
entrar con maquinaria (con ayuda del tractor) con la desvaradora, o bien en
terreno más agreste con la utilización de guadaña y con la desmalezadora,
desbrosadora o güira. También se utilizan herbicidas sistémicos como el Faena
en dosis de 2 litros en 100 litros de agua, o bien de contacto como Gramoxone en
la misma dosificación que la anterior.
4.6. Riego
El riego debe ser por goteo, ya que resulta básico para una muy buena
producción.
Aunque es una especie rústica en cuanto a su desarrollo, se debe cultivar
exclusivamente con ayuda del riego y principalmente en la época de sequía, para
lograr buen crecimiento y adecuada calidad de fruta. El agua no debe faltar en las
etapas críticas de desarrollo de la planta, las cuales son: floración, brotación de
las partes vegetativas terminales, período de amarre del fruto y desarrollo del
mismo. Algunos autores indican que árboles en producción deben regarse por lo
menos cada 2 semanas y durante la época de estiaje el número de riegos deben
ser de 15 a 18, con una lámina de 1,080 mm. El agua de riego constituye un serio
problema en la región, por lo que se requiere de la optimización de este recurso a
través de un adecuado manejo, debiéndose determinar técnicamente la lámina e
intervalo de riego en cada una de las etapas fenológicas del cultivo; así como en
algunos casos la adopción de sistemas de riego presurizados (goteo,
microaspersión y subirrigación). También debe de complementarse con
revestimiento de canales que ayuden a evitar las pérdidas por conducción y
evaporación.
4.7. Cosecha
4.7.1 Indicadores de cosecha
Cuando cambia de color, de verde a amarillo (la guayaba roja) y de verde intenso
a verde claro (la guayaba blanca), está lista para ser recogida. También puedes
usar el olfato para saber si está a punto, cuando maduran suelen tener un olor
dulce. Otra forma de saber que están listas es apretarlas un poquito, si ceden al
tacto, están maduras.
Se realiza manualmente cuando los frutos están completamente amarillos; sin
embargo, algunos productores cosechan las guayabas en estado “sazón”, es
decir, cuando su color verde alimonado, considerando el manejo de la fruta y la
distancia a los centros de comercialización. Los intervalos de cosecha de fruta no
deben ser de más de 3 o 4 días, ya que esto previene la cosecha de fruta
sobremadura. Las frutas que han caído se desechan, también las frutas verdes no
se deben cosechar, ya que estas no desarrollan la calidad de las frutas maduras.
Esta actividad se realiza principalmente por la mañana, cuando la temperatura
ambiental es baja. Una vez cosechadas son colocadas en baldes de plástico, los
cuales se trasladan a un lugar dentro de la huerta donde se seleccionan y
clasifican. Estas operaciones se realizan manualmente con base en una
evaluación visual de tamaño y daños.
4.7.2. Métodos de cosecha
Se proponen procedimientos para ofrecer frutos de guayaba de buena calidad a
los consumidores, mediante técnicas adecuadas de recolección, selección,
clasificación, empaque y transporte, complementadas con un manejo apropiado
del cultivo. Se relacionan las principales causas de pérdidas en postcosecha de la
fruta y se enuncian operaciones de manejo del cultivo como la disminución de
altura de las plantas, el control de plagas y enfermedades y una cosecha
cuidadosa del fruto. Se indican los criterios para la selección de frutos según el
mercado, para su presentación, empaque y transporte a los sitios de consumo.
Referencias.
-Producción de Guayaba | Intagri S.C. (s. f.).
https://www.intagri.com/articulos/frutales/producci%C3%B3n-de-guayaba
-Lara R. E. A. 1988. Marco de referencia del cultivo de guayabo.Cuadernos de
Investigación. Dirección General de Investigación. Universidad Autónoma de
Zacatecas.Zacatecas, Zac.
-Mata B. I. y Rodríguez M. A. 1990. Cultivo y producción del guayabo. Editorial
Trillas, S. A. de C. V. México, D. F. U. A. A. A. N.160 p.
- El cultivo de la Guayaba. (s/f). Infoagro.com. Recuperado el 21 de noviembre de
2023, de https://www.infoagro.com/documentos/el_cultivo_guayaba.asp

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