d) Su postura frente a la consagración legal de la modalidad de mínima cuantía como
procedimiento residual en contraste con el establecimiento de la modalidad de licitación
pública como la regla general de selección del contratista, sustentando en máximo 2 párrafos, a modo de conclusión.
Finalmente, vamos a dar un punto de vista concreto y objetivo frente a dos
modalidades de selección, una la mínima cuantía y la otra la de licitación pública.
Dentro de la primera modalidad de selección que se estudió durante las unidades
anteriores, la cual corresponde a la mínima cuantía, desde mi perspectiva, al ser llamada modalidad de procedimiento residual, nos expone aspectos elementales dentro de la contratación, como modalidad de contratación ha ostentado gran importancia en las entidades públicas y eso es verdaderamente llamativo, ya que por medio de esta se pueden adelantar procesos que no superen el 10% la menor cuantía de cada entidad, lo que permite adquirir bienes o servicios en un menor tiempo y a un costo más bajo, pero a la vez dentro del proceso de contratación no se tienen en cuenta aspectos relevantes que se hace referencia a los riesgos que deberían tenerse en cuenta, donde se logra identificar un vacío debido a que no es una modalidad tan formal, en donde las entidades estatales no exigen garantías ni muchos requisitos importantes como experiencia.
Por otro lado, en cuanto a la modalidad de contratación bajo licitación pública, se
tienen en cuenta aspectos relevantes empezando por el reconocimiento de la regla general de selección del contratista, debido a que es la modalidad por excelencia de la selección de contratistas para obra pública y procesos de mayor cuantía. Se caracteriza por ser un procedimiento mediante el cual la entidad formula públicamente una convocatoria para que, en igualdad de oportunidades, los interesados presenten sus ofertas y seleccione entre ellas la más favorable, aspecto que desde mi punto de vista no es el mejor ya que en el proceso y criterios de escogencia entre calidad y precio, se va mejor por el lado de la que le garantice la mejor oferta. No es un acto, sino un conjunto de actos; un procedimiento integrado por actos y hechos de la administración y actos y hechos del oferente, que concurren a formar la voluntad contractual. En efecto, la licitación no es el contrato público que celebra la administración, el contrato sea de suministros, obras públicas, concesiones de servicio público, u otro, surge de la licitación.