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La coma

La humilde coma es el signo de puntuación más frecuente y más difícil de usar


en nuestro idioma. Denota la pausa más corta dentro de la expresión escrita,
más breve que el punto y coma, que el punto y que los dos puntos. Sus reglas
de uso, caóticas por largo tiempo, comenzaron a metodizarse a partir de la
publicación en 1742 de la Orthographía de la Real Academia. Las normas
vigentes datan, en su mayor parte, de mediados del siglo XIX.

Por su extensión y complejidad, resulta imposible explicar en una sola columna


el tema completo del empleo de la coma. Esto nos obliga a limitar nuestro
estudio, a resumir sus normas más importantes y a anotar los errores más
comunes. Quienes tengan interés en adentrarse en el tema pueden consultar,
en grado ascendente de profundidad, a la Ortografía de la lengua española
(Real Academia Española, Editorial Espasa Calpe, S. A., Madrid, 1999),
al Diccionario panhispánico de dudas (Real Academia Española y Asociación
de Academias de la Lengua Española, Santillana, Bogotá, 2005), y a la
monografía Dónde va la coma (Fernando Ávila, Editorial Norma, S. A., Bogotá,
2004). Este último autor ha elaborado un sistema integral interesantísimo de
cómo emplear la coma.

Destacaremos en primer lugar, aunque luego volvamos a ella, “la coma


criminal” por su importancia y el abuso que de ella se hace. Debe su nombre al
desaparecido lingüista peruano Alfredo Valle Degregori.

La coma criminal

Nos sabe engatusar y engañar; por eso, actúa con total libertad. Se escabulle
en nuestros textos y confunde la comprensión de los lectores… Nos referimos
a la coma criminal.

La coma criminal es aquella que se ubica entre el sujeto y el verbo o entre el


verbo y el objeto. Es una pausa que no debemos graficar, pues corta la
secuencia natural de una oración.

Coma criminal entre el sujeto y el verbo


– Cuando no hay información entre comas (inciso):
– Cuando después del sujeto va información entre comas (inciso):

Coma criminal entre verbo y objeto


– Cuando no hay información entre comas (inciso):

– Cuando después del verbo va información entre comas (inciso):

– Cuando el sujeto es una oración que empieza con quien, el que, donde,
adonde, como, cuando y cuanto:
Como toda regla, esta también tiene una excepción: Según el Diccionario
panhispánico de dudas, cuando el sujeto es una enumeración que se cierra con
etcétera (o su abreviatura etc.) aparece necesariamente una coma delante del
verbo de la oración:

Como señala la Ortografía de la lengua española, la coma criminal no puede


ser confundida con los vocativos. Los vocativos se refieren al interlocutor y se
emplean para llamarlo o dirigirse a él de forma explícita:
Como vemos, no es tan difícil erradicar este uso incorrecto de la coma.
Recordemos que es un signo de puntuación sumamente importante para todos
los redactores y, sobre todo, para los lectores. Así que evitemos caer en las
redes de la coma criminal.

Vamos ahora con los principales usos de la coma (están incluidos supuestos
de la coma criminal:

1. Enumeraciones. La coma separa los componentes de una enumeración, ya


sea de palabras, frases u oraciones. Ahora bien, si el último componente se
une al anterior mediante una conjunción (y, e, o, u, ni), no se pone coma.
Ejemplos:
«El juicio se ajusta a los principios de oralidad, publicidad, contradicción,
inmediación, celeridad y concentración» (Art. 3 del Código Procesal Penal).
«Los jueces de los tribunales superiores de tierras y los de los tribunales de
jurisdicción original deben reunir las condiciones requeridas por la ley, cumplir
con los deberes y gozar de los derechos establecidos por la Constitución de la
República Dominicana, la ley de Organización Judicial, la ley de Carrera
Judicial, la presente ley y sus reglamentos» (Art. 5, Párrafo I, de la Ley 108-05
de Registro Inmobiliario).
2. Incisos: Se le llama «inciso» a la expresión que se intercala en otra con
autonomía gramatical para explicar algo relacionado con esta. Son frases
incidentales «que cortan o interrumpen momentáneamente la oración», nos
dice Manuel Seco en su Diccionario de dudas de la lengua española. En caso
de incisos, se utilizan dos comas, denominadas comas explicativas o comas
circunstanciales por Fernando Ávila, una delante del comienzo del inciso y otra
al final, excepto si el inciso se encuentra al final de la oración. Ejemplos:
«Los bienes inmuebles, aunque sean poseídos por extranjeros, están regidos
por la ley dominicana» (Art. 3 del Código Civil).
«La presente ley de Registro Inmobiliario… se complementa de reglamentos y
normas complementarias, que son aquellos que la Suprema Corte de Justicia
dicte de acuerdo a las características y necesidades particulares del medio en
el cual se aplica» (Principio VI de la Ley 105-08 de Registro Inmobiliario).
3. Vocativos. El vocativo va seguido de una coma, si está al principio;
precedido de una coma, si está al final; y entre comas, si se encuentra en
medio de una oración. Ejemplos:
«Quisqueyanos valientes, alcemos…» (Himno Nacional).
«Sí, señor».
«Marchemos, hijos de la patria, que ha llegado el día de la gloria» (La
Marsellesa).
4. Subordinadas que anteceden una oración principal. Se pone coma al
final de la subordinada. Ejemplo:
«En caso de que se ordene un peritaje dentro de un proceso judicial ante esta
jurisdicción, el juez designará un perito oficial y las partes podrán nombrar… los
peritos que estimen convenientes…» (Art. 65 de la Ley 108-05 de Registro
Inmobiliario).
5.Enlaces. Los enlaces como además, en tal caso, por tanto, en cambio, en
primer lugar, es decir, esto es, o sea, no obstante, sin embargo, etc., se
separan con comas. Por igual, ciertos adverbios o locuciones
como generalmente, por lo general, en definitiva, cuando desempeñan la
función de modificadores oracionales.

Hay otros usos de la coma que son menos comunes, tales como la «coma
elíptica», que reemplaza el verbo en la oración del mismo nombre; la «coma
bibliográfica», utilizada para separar los distintos elementos de una bibliografía,
y la «coma decimal», que separa los números enteros de los decimales en casi
todo el mundo.
En cuanto a los errores en el uso de la coma, el primero que hay que evitar es
la llamada «coma respiratoria». La coma es un signo de ortografía o
puntuación, no una guía de respiración para los lectores, entre quienes, por
demás, pueden existir formas muy disímiles de leer un texto en voz alta. En
otras palabras, la presencia de una coma en un escrito no responde siempre a
la necesidad de hacer una pausa en la lectura (verbigracia: «No, señor»; «Sí,
señor»); y viceversa, en la lectura de un texto, hay pausas breves que no
deben marcarse mediante comas.
Los gramáticos modernos prefieren usar la coma con frugalidad. La nueva
norma, según Álex Grijelmo (La gramática descomplicada, Taurus, Madrid,
2006), válida tanto para la dietética como para la gramática, es: «cuanto menos
comas, mejor». «La coma», continúa diciendo Grijelmo, «debe usarse sólo
cuando es imprescindible para delimitar el significado exacto que deseamos
transmitir. Siempre que consideremos opinable una coma escribiremos mejor
omitiéndola». En igual sentido ha escrito José Antonio Millán (Perdón,
imposible, RBA Libros, Barcelona, 2005): «En general, y en caso de duda, es
mejor un texto con pocas comas que otro con abundancia de ellas». Y luego:
«Cuando una persona poco culta quiere hacer alarde de puntuación, las comas
suelen ser las primeras en sufrir… por exceso».
La prosa jurídica está sujeta a las mismas normas de puntuación y de uso de la
coma que la prosa en general, aunque se admite la necesidad de puntuar con
rigor y cuidado a fin de evitar ambigüedades en el texto. Por lo general, sin
embargo, la sobreutilización de la coma en los textos jurídicos —o «comiosis»,
como la hemos llamado— no encuentra justificación en pruritos de precisión
idiomática, sino que se debe al desconocimiento de las normas básicas de la
puntuación.

Uso incorrecto de la coma

1. Coma que divide el sujeto del predicado. Nos indica el Diccionario


panhispánico de dudas: «Es incorrecto escribir coma entre el sujeto y el verbo
de una oración, incluso cuando el sujeto está compuesto de varios elementos
separados por comas… Cuando el sujeto es largo, suele hacerse oralmente
una pausa antes del comienzo del predicado, pero esta pausa no debe
marcarse gráficamente mediante coma». Por consiguiente, sobran las comas
en los tres ejemplos que siguen:

«Los expedientes observados, serán retirados por el profesional actuante para


ser corregidos…» (Art. 31, Párrafo II, Reglamento General de Mensuras
Catastrales).
«El recurso jurisdiccional contra las decisiones del Tribunal Superior de Tierras,
se interpone por ante el Pleno del Tribunal Superior de Tierras competente»
(Art. 184 del Reglamento de los Tribunales Superiores y de Jurisdicción
Original de la Jurisdicción Inmobiliaria).
«El hijo concebido durante el matrimonio, se reputa hijo del marido…» (Art. 312
del Código Civil. Este ejemplo revela que la «comiosis» comenzó a afectar a la
legislación desde sus inicios en el siglo XIX. El texto original francés no lleva
coma: L’enfant conçu pendant le mariage a pour père le mari).

2. Uso con las conjunciones copulativas y disyuntivas. Agrega


el Diccionario panhispánico de dudas: «El uso de la coma es incompatible con
las conjunciones y, e, ni, o, u cuando este signo se utiliza para separar
elementos de una misma serie o miembros gramaticalmente equivalentes
dentro de un mismo enunciado». Por tanto, están de más las comas antes de
las conjunciones en los textos siguientes:

«Los embargos inmobiliarios, y los mandamientos de pagos tendentes a esos


fines son de la competencia exclusiva de los tribunales ordinarios…» (Art. 3,
Párrafo I, Ley 108-05).
«Ejecuta las sentencias penales dictadas por la Jurisdicción Inmobiliaria, y las
demás decisiones que sean susceptibles de ejecución forzosa…» (Art. 12.3 de
la Ley 108-05).
«El sorteo se realizará en un plazo no mayor de cinco (5) días a partir del
depósito de la demanda introductiva de instancia, o del escrito que da inicio al
proceso» (Art. 10, Párrafo I, del Reglamento de los Tribunales Superiores de
Tierras y de Jurisdicción Original de la Jurisdicción Inmobiliaria).
Es correcto poner coma antes de y en algunos casos, por ejemplo,
cuando abre o cierra un inciso: «Ejecuta las sentencias penales dictadas por
la Jurisdicción Inmobiliaria, en atribuciones contenciosas, y las demás
decisiones…».

3. Comas respiratorias. Ejemplo:

«El diagnóstico catastral es el acto administrativo por el cual, la Dirección


Regional de Mensuras Catastrales, determina si un inmueble ya registrado
reúne los requisitos indispensables para cumplir con el principio de
especialidad…» (Art. 148 del Reglamento General de Mensuras Catastrales).
Fuera del ámbito legislativo, cabe agregar otro error:
4. Coma en las fórmulas de saludo en cartas. Es un anglicismo ortográfico
que debe evitarse; en español se emplean los dos puntos. Es incorrecto
escribir «Querido amigo,» en lugar de «Querido amigo:».

Para terminar, vale la pena repetir una vieja anécdota que resalta la
importancia de la coma y del lugar donde se coloca. Cuenta José Antonio
Millán, en su obra citada, que una vez al emperador Carlos V del Sacro Imperio
Romano, Carlos I de España, se le pasó una sentencia para la firma cuyo
dispositivo expresaba: «Perdón imposible, que cumpla su condena». El
monarca, en un arrebato de generosidad, movió la coma una palabra hacia la
izquierda y la frase quedó así: «Perdón, imposible que cumpla su condena». Y
el simple desplazamiento por unos centímetros de la coma salvó a un pobre
hombre de años de cárcel. ¿Valorarán nuestros legisladores algún día la
trascendencia de la humilde coma?

https://verne.elpais.com/verne/2014/10/14/articulo/1413263770_000142.html

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