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Análisis bioantropológico de restos óseos faunísticos.

Proyecto Extra Calidad,


Fase I. Soacha, Cundinamarca

Por: Andersson Andrés Corredor Osorio

Introducción

En este documento se exponen los resultados del análisis del material


arqueofaunístico recuperado durante la fase de excavación de Rasgos e Individuos,
además de contextos particulares de obra como perfiles, cajas y paredes provenientes
del proyecto Extra Calidad, Fase I en el municipio de Soacha, Cundinamarca.

La etapa de laboratorio se enfocó principalmente en tres objetivos. El primero de ellos


se orientó en la implementación de medidas básicas para el tratamiento y
conservación del material óseo recuperado en campo. En segundo lugar, los análisis
se centraron en realizar la caracterización taxonómica, teniendo en cuenta su contexto
arqueológico y evidencias morfológicas diagnósticas que fueran de ayuda para
categorizarlas, a partir, del análisis morfológico comparativo de los elementos
recuperados con guías y láminas estandarizadas.

Por último, se desarrollaron análisis con el fin de determinar el estado de conservación


y los procesos tafonómicos de la muestra recuperada.

Limpieza del material


Antes de realizarse cualquier actividad de limpieza y/o análisis, todo el material
recuperado en campo fue registrado en una base de datos elaborada para tal fin,
posteriormente fue retirado de su contenedor de aluminio, bolsas y/o cajas con el
objetivo de secar el material a temperatura ambiente el tiempo necesario para su
posterior manipulación.

En esta etapa se siguieron dos parámetros de limpieza, considerando el estado de


conservación de huesos y dientes:

Primero, se llevó a cabo la limpieza en seco de los materiales más frágiles utilizando
pinceles de cerdas suaves para evitar un mayor deterioro o destrucción de las piezas.
Segundo, se realizó la limpieza de los restos esqueléticos en buen estado utilizando
una solución de agua y etanol (50 / 50). Finalmente, y antes de llevar a cabo el
análisis, los materiales se dejaron secar a temperatura ambiente durante tres días
aproximadamente en canastas plásticas.
Culminado el proceso de limpieza, los restos óseos se guardaron en bolsas plásticas
limpias y debidamente rotuladas, con el fin de mantener la muestra organizada y
preservada.

Metodología para el análisis de restos óseos faunísticos


Como primera premisa, fue indispensable conocer y seleccionar las variables a tener
en cuenta para el momento de analizar el material, considerando las características
del mismo y las condiciones que tenían los fragmentos como consecuencia de su
exposición a diferentes grados de humedad y demás agentes naturales a los que
fueron expuestos. Por lo tanto, se decidió centrar el análisis en dos categorías
generales: tafonomía y taxonomía.

El primer paso en el proceso de análisis de los elementos óseos, fue dividir el material
en diagnóstico y no diagnóstico de manera preliminar. Cada categoría tuvo una técnica
y un enfoque de análisis diferente que se centraba en evidenciar secciones en el
hueso que nos logren relacionar esa pieza con alguna referencia ósea ya
estandarizada. El material no diagnóstico fue revisado con el fin de evaluar algún tipo
de acción tafonómica (cortes, fracturas, tratamiento térmico). Posteriormente cada
pieza fue contada para ser ingresada al inventario general.

Por otro lado, el material diagnóstico fue analizado a partir de variables tales como
lateralidad e igualmente acciones tafonómicas. Posteriormente, se evaluó el estado de
conservación y finalmente se determinó el nivel taxonómico alcanzado en el análisis.
Este llegó generalmente al de familia.

Para el análisis de este material óseo se tomó en cuenta la metodología de Peña y


Pinto (1996), Hillson (2005), Etxeberria (1994) y Correal & Van der Hammen (1997),
además del Atlas de osteología de los mamíferos domésticos elaborado por López
(2008). Los datos, resultado del análisis, se ingresaron a una base de datos con el fin
de crear un soporte digital y dado el caso elaborar gráficos o ecuaciones.

Acciones tafonómicas
Las acciones tafonómicas se dividieron en dos: no antrópicas o naturales y antrópicas.
No antrópicas o naturales
Las acciones no antrópicas o naturales se deben principalmente a las condiciones del
medio ambiente en el cual se encuentra la pieza ósea. Estas debilitan los elementos y
afectan su buen estado de conservación. Se pueden clasificar en:

1. Humedad: Se relaciona directamente con las características específicas del


suelo en el cual se encuentra el elemento óseo y varía según grados de afectación.
2. Raíces: Bioturbación causada por el crecimiento de las raíces de plantas
(principalmente gramíneas) causando fracturas pequeñas a medianas del hueso,
según el grosor y tipo de raíz.

3. Actividad animal: Bioturbación causada por la intervención de animales,


principalmente roedores y perros, que provocan fracturas o destrucción completa del
elemento óseo. Generalmente se presentan marcas causadas por el contacto de los
dientes con las superficies óseas (paralelas y pequeñas, según el agente provocador)
y pequeñas o grandes astillas con fracturas agudas.

4. Mineralización: Debido a los componentes del suelo, los elementos óseos


pueden modificar su estructura física y generarse procesos acelerados de
mineralización, evidenciada por la compactación del hueso, además de su dureza y en
algunos casos superficies un poco pulidas.

Antrópicas

Las acciones antrópicas se deben a los procesos, principalmente de caza,


procesamiento (despresar, cortar y pelar) y consumo del animal que producen marcas
en los huesos, además del desecho y reutilización de los mismos. Se caracterizan en:

1. Cortes: Durante la caza y el procesamiento de los animales, el contacto de los


artefactos líticos (principalmente de corte y raspado) dejan marcas en los huesos que
pueden ser parciales (para el desmembramiento o tasajeo de las porciones cárnicas
crudas) o completas (para la extracción de la médula ósea), según la intencionalidad.
Éstas permanecen en el registro arqueológico y son evidencia fehaciente de la
intervención humana sobre los restos fáunicos. Las marcas suelen ser paralelas y
transversales.

2. Alteración térmica: Durante la cocción de los alimentos, el tiempo de exposición


de los restos al fuego y la temperatura alcanzada por el mismo modifica la estructura
del elemento óseo (coloración, textura, humedad). Para fines de este análisis se
analizó la variable según el índice propuesto en texto de Etxeberria (1994). Los restos
con estas características se han evidenciado mezclados con ceniza y suelo
termoalterado, lo que podría indicar que posiblemente en el desecho eran arrojados al
fuego directo, lo que aceleraba su carbonización o incineración.

3. Trabajo del resto óseo: Siendo algunos de los elementos óseos, principalmente
los huesos largos, tan compactos, las comunidades usaban estos con el fin de
reutilizarlos como herramientas. Para ello se pulía muy bien la superficie o en algunos
casos se realizaban pequeños lascados con el fin de generarle un borde activo lo
suficientemente resistente y eficiente. Entre las herramientas sobre hueso se destacan
punzones, cortadores, perforadores y agujas. De igual manera puede presentarse la
fabricación de cuentas de collar de forma tubular o de disco y aerófonos (flautas).

Categorización taxonómica

El análisis taxonómico se realizó a partir de la comparación con guías osteológicas


estandarizadas de variadas especies con los fragmentos recuperados, a partir de las
cuales, se observaron patrones tales como el tamaño del hueso (proporciones, carillas
articulares, agujeros nutricios, entre otros) entre otras características morfológicas, con
el fin de establecer patrones que ayudaran en la clasificación taxonómica. Por lo tanto,
se tomaron como antecedentes importantes para este análisis, las investigaciones
arqueológicas realizadas en el sector como la de Correal en Nemocón y Sueva (1979)
y Aguazuque (1990) y junto a Thomas van der Hammen en los abrigos rocosos de
Tequendama (1977), Ardila en Chía (1984), Pinto en Galindo (1990), Rivera en Neusa
(1992) y Groot en Checua (1992), en las cuales los elementos óseos de fauna jugaron
un papel importante en la interpretación de los sitios, otorgando información necesaria
para conocer los grupos de especies más comunes en los registros.

Resultados
El material óseo que compone la muestra analizada, representada en 1481 fragmentos
(328 elementos), presentó en general un buen estado de conservación, aunque
algunos elementos presentaron desgaste del periostio, debido a la exposición de estos
a la humedad, el cual, es el principal factor taxonómico natural o no antrópico
evidenciado.

En cuanto a los factores tafonómicos antrópicos, se presentaron de dos tipos durante


el análisis de los restos, principalmente de las astillas de hueso largo indeterminado,
los cuales, son Alteración térmica y Trabajo sobre el resto óseo:

Alteración Térmica

En esta categoría se encuentran 10 fragmentos de huesos largos los cuales


presentaron procesos de alteración térmica. Tres de estos pertenecen a un fémur de
un espécimen del género Cavia en regular estado de conservación hallado en el
Rasgo 2; los restantes 7 fragmentos corresponden a astillas de huesos largos
indeterminados identificados en el Rasgo 1 (Fotografía 1).
Fotografía 1. Muestra de elementos termoalterados.

Teniendo en consideración que los restos óseos presentan una coloración negra/café
y algunos agrietamientos leves, es posible considerar que estos fueron expuestos
directamente al fuego, aunque no por una cantidad muy prolongada de tiempo.

Trabajo sobre el resto óseo

Del total de los restos identificados, tres astillas de huesos largos indeterminados
presentaron secciones que parecen haber sido modificadas por el ser humano, con el
fin de darle un uso posterior a la ingesta de la carne del espécimen.

Del total de la muestra, 2 tienen características que lo asocian como perforadores que
en rasgos generales presentan una punta aguda que con el tiempo se hace “roma”
debido al uso. Son de forma alargada y eran usados para perforar materias blandas,
debido a que el hueso no presenta una dureza muy alta (Fotografía 2). Estos se
identificaron en los Rasgos 3 y 6.

De igual manera, en el contexto denominado Pared Nivel 3 se halló un posible


cortador o instrumento de tejido en regular estado de conservación (Fotografía 2).

Identificación de elementos óseos


El proceso de identificación de los 1481 fragmentos (328 elementos) provenientes de
excavaciones de rasgos, individuos, entre otros contextos, partió inicialmente con la
selección del material diagnóstico del no diagnóstico (representado principalmente por
astillas). Este grupo corresponde al 19,1% del total de la muestra, del cual se evaluó
su estado de conservación y acciones tafonómicas (Fotografía 3).
Fotografía 2. Elementos con modificaciones antrópicas. A la Derecha Punzón y a la Izquierda posible
cortador

Fotografía 3. Muestra de fragmentos indeterminados.

Por otro lado, los elementos diagnósticos, 80,9% del total de la muestra, corresponden
a las siguientes categorías taxonómicas:
 Familia Cervidae (Goldfuss, 1820)

Este grupo taxonómico congrega a las dos especies de venados identificados para el
altiplano cundiboyacense: Odocoileus virginianus (venado de cola blanca) y Mazama
americana. Es el segundo taxón que presenta mayor cantidad de fragmentos con 90,
siendo este 7,51% del total de elementos diagnósticos.

En rasgos generales se evidenció una gran diversidad de elementos óseos, entre los
que se destacan falanges, fragmentos de cráneo y variadas vertebras, además de
piezas dentales en buen estado de conservación (Tabla 1).

Elemento Nº de Fragmentos
Asta 1
Astrágalo 2
Axis 2
Calcáneo 3
Costillas 5
Escápula 3
Falange distal 1
Falange media 4
Falange proximal 9
Fémur 2
Frag cráneo 7
Frontal 1
Hueso largo indeterminado 1
Húmero 2
Ilion 1
Incisivo 1
Mandíbula 1
Maxilar 3
Metacarpo 5
Metacarpo rudimentario 1
Metatarso 1
Occipital 2
Premolares (1,2,3) 1
Primer molar superior 1
Primero molar superior 1
Pubis 1
Radio 1
Segundo molar superior 1
Tercer molar inferior 1
Tibia 2
V. Cervical 6
V. Indeterminada 5
V. Lumbar 7
Elemento Nº de Fragmentos
V. Torácica 2
Zigomático 3
Total general 90

Tabla 1. Elementos identificados Familia Cervidae

Sumado a la diversidad de elementos identificados, los contextos en los cuales los


restos óseos estuvieron presentes fueron variados, destacando la asociación de 21
fragmentos diagnósticos al individuo 1; al igual que 20 fragmentos diagnósticos al
Rasgo 6 y 13 fragmentos diagnósticos al Rasgo 3 (Tabla 2). Para cada uno de estos
contextos el Número Mínimo de Individuos de este taxón específico fue 1.

Nº de
Etiquetas de fila
fragmentos
Individuo 1 21
Individuo 2 4
Individuo 4 9
Limpieza caja 6
Pared/Nivel1 1
Pared/Nivel2 2
Perfil área 3 3
Perfil área 3/ Prof.
6
Sup. 120 cm
Perfil Oriental 3
Rasgo 2 2
Rasgo 3 13
Rasgo 6 20
Total general 90

Tabla 2. Numero de fragmentos diagnósticos por contexto, Familia Cervidae.


Fotografía 4. Muestra de elementos diagnósticos, Familia Cervidae.

 Orden Rodentia (Bowdich, 1821)

Este grupo taxonómico agrupa a todos los animales mamíferos que se caracterizan
por tener solamente un par de incisivos en cada mandíbula, los cuales están
separados de los molares por un vacío. Estos tienen una distribución dental similar a
los miembros del orden Lagomorpha (conejos y liebres), pero estos tienen dos
incisivos adicionales en la mandíbula superior. 1

Durante la identificación de los restos óseos, se observaron algunos que si bien


compartían características distintivas, no poseían sectores diagnósticos identificables
por lo que se adjudicaron al Orden Rodentia. En total este grupo engloba 46
fragmentos (3,83% del total de diagnósticos), correspondientes a huesos largos
indeterminados y una sección de vertebra, identificados en el Rasgo 6 y asociados al
individuo 1, además de estar presentes en los contextos localizados en la zona
denominada Pared, Perfil Oriental y Limpieza caja.

 Especie Cavia sp.

Esta especie de mamífero roedor se caracteriza por presentar orejas con el trago y
antitrago atrofiados y el supratrago muy desarrollado, pieles anteriores con cuatro

1
Tomado de http://www.fao.org/docrep/x5052s/x5052S03.htm
almohadillas en las patas, además de contar con pelajes muy finos; características que
permiten que estas puedan adaptarse a varios ambientes.

Representa la mayor proporción de elementos diagnósticos, correspondiente a 1025


fragmentos (85,6% del total de diagnósticos), entre los que se destacan costillas,
cinturas pélvicas, huesos largos y piezas dentales, entre otras (Tabla 3). Se observó
una gran diversidad de elementos óseos diagnósticos (Fotografía 5 y Fotografía 6).

Elemento Nº de fragmentos
Atlas 3
Axis 3
Basioesfenoides 1
Bulla timpánica 15
Costillas 132
Coxal 13
Cúbito 47
Escápula 45
Fémur 89
Frag. cráneo 24
Frontal 42
Hueso largo indeterminado 27
Húmero 76
Incisivo 26
Mandíbula 95
Maxilar 95
Metatarso 8
Nasal 1
Occipital 3
Parietal 7
Pelvis 102
Pieza dental 70
Premaxila 18
Radio 21
Sacra 4
Temporal 1
Tibia 35
V. Cervical 5
V. Lumbar 10
V. Torácica 7
Total general 1025

Tabla 3. Elementos diagnósticos identificados, Especie Cavia sp.


Fotografía 5. Muestra de elementos diagnósticos, Especie Cavia sp.

Fotografía 6. Muestra de elementos diagnósticos, Especie Cavia sp.

Adicionalmente, se evidenció que los especímenes de esta especie se encontraron


todos los contextos excavados durante el desarrollo del proyecto. Se destaca la
asociación de 391 fragmentos con el Individuo 1 y 376 fragmentos en el Rasgo 3.
En el total de elementos analizados, el Número Mínimo de individuos de esta especie
fue 54, representado en 54 mandíbulas derechas en buen estado de conservación.

Etiquetas de fila Nº de fragmentos


Individuo 1 391
Individuo 2 7
Individuo 3 18
Individuo 4 34
Limpieza caja 33
Pared/Nivel1 4
Pared/Nivel2 4
Pared/Nivel3 7
Perfil área 3 7
Perfil Oriental 28
Rasgo 1 2
Rasgo 2 35
Rasgo 3 376
Rasgo 6 79
Total general 1025

Tabla 4. Numero de fragmentos diagnósticos por contexto, Especie Cavia sp.

 Especie Didelphis marsupialis (Linnaeus, 1758)

Este grupo comprende todas las especies de marsupiales que actualmente habitan
el mundo, entre estos se destacan las zarigüeyas, llamadas en Colombia Chuchas
o Rabipelados, encontrados en registros arqueológicos en sitios tales como el Abra
IV, Nemocón IV y Tequendama, para el caso del altiplano Cundiboyacense.

En esta muestra, se identificaron dos fragmentos (0,08% del total de diagnósticos)


correspondientes a un calcáneo y una sección de mandíbula en buen estado de
conservación. Ambas se hallaron en durante la excavación del Rasgo 6 (Tabla 5).

Elemento y Nº de fragmentos
Contexto Total
Calcáneo Mandíbula
Rasgo 6 1 1 2

Tabla 5. Elementos diagnósticos identificados Rasgo 6, Especie Didelphis marsupialis.

 Especie Panthera onca (Linnaeus, 1758)

Este grupo de mamíferos carnívoros agrupa a los especímenes de felinos


denominados jaguares, los cuales, tienen una larga distribución desde el sur de
Arizona y Nuevo México (Estados Unidos) hasta el norte de Argentina y Brasil.
Del análisis efectuado a los elementos diagnósticos, se identificó una pieza dental
(0,08% del total de diagnósticos) correspondiente a un canino en regular estado de
conservación asociado al Individuo 1 (Fotografía 7).

Fotografía 7. Canino perteneciente a espécimen de la especie Panthera Onca.

 Clase Ave

Este taxón general agrupa a las más de 1900 2 especies de aves que se han
identificado en Colombia. Dada la gran cantidad de especies registradas y a los pocos
manuales osteológicos de aves colombianas, sumado al hecho que muchos de los
huesos se encuentran en regular y mal estado de conservación, se identificaron y
categorizaron como perteneciente a la Clase taxonómica Ave.

Durante el análisis de restos óseos, se identificaron 19 elementos (1,58% del total de


diagnósticos) entre los que se destacan 6 secciones de fémur, 4 de hueso
tarsometatarso (Tabla 6) (Fotografía 8), concluyéndose que el Numero Mínimo de
individuos para este taxón fue 1.

2
Tomado de http://www.proaves.org/listado-de-las-aves-de-colombia/
Fotografía 8. Muestra elementos diagnósticos, Clase Ave.

Elemento Nº de elementos
Escápula 3
Fémur 6
Hueso largo indeterminado 1
Húmero 1
Quilla 2
Tarsometatarso 4
Tibiotarso 2
Total general 19

Tabla 6. Elementos diagnósticos identificados, Clase Ave.

A pesar de que no representa un alto porcentaje del total de elementos diagnósticos


(1,58%) estos elementos óseos se han identificado en 5 contextos distintos, entre los
que destacan asociado al Individuo 1 y en el Rasgo 3 (Tabla 7).

Etiquetas de fila Ave


Individuo 1 10
Individuo 4 2
Pared/Nivel3 2
Rasgo 3 3
Rasgo 6 2
Total general 19

Tabla 7. Numero de fragmentos diagnósticos por contexto, Clase Ave.

 Clase Actinopterygii (Klen, 1885)


Este grupo hace referencia a todas las especies de peces óseos con esqueleto
interno, compuesto principalmente por piezas calcificadas y muy pocas de cartílago 3.
Son el grupo de peces más grande en la actualidad.

Debido a la amplia y diversa variedad de especies que componen esta Clase


taxonómica y a la capacidad que estas tuvieron a adaptarse a lo largo del tiempo a
diferentes ambientes, pueden encontrarse tanto en agua dulce (lagos, ríos) como
salada (mares y océanos).

En el análisis de restos, se identificó un elemento (0,08% del total de diagnósticos)


correspondiente a una vértebra que pertenece a un espécimen de esta Clase, por lo
que el Número mínimo de Individuos es 1 (Fotografía 9).

Fotografía 9. Vertebra indeterminada, Clase Actinopterygii.

 Clase Gastropoda (Cuvier, 1767)

Los gasterópodos son moluscos asimétricos que superan en el mundo más de 75000
especies. Su cuerpo se divide generalmente en 2 regiones: el pie de la cabeza y el
manto (incluyendo la concha), la cavidad del manto y la masa visceral. En la mayoría
de los gasterópodos, el musculo conocido como pie es el órgano locomotor y con este
se arrastran y se adhieren a superficies4.

Gracias a su gran variedad de especies, han logrado adaptarse a diferentes nichos


ecológicos tanto de tierra firme, como acuíferos.

3
Tomado de http://www.ibiologia.unam.mx/peces/evolucion_%20ACTINOPTERYGII.html
4
Extraído de http://www.biologia.ucr.ac.cr/profesores/Camacho%20Yolanda/Malacologia/Charla6.pdf
De la muestra analizada, 11 fragmentos fueron identificados como de esta Clase
taxonómica (0,74% del total de diagnósticos) (Fotografía 10), los cuales, fueron
identificados en 5 contextos identificados en el desarrollo de las excavaciones. (Tabla
8).

Fotografía 10. Muestra fragmentos de concha, Clase Gastropoda.

Etiquetas de fila Nº de frag.


Individuo 1 1
Perfil área 3/ Prof. Sup. 120
1
cm
Perfil Oriental 2
Rasgo 2 5
Rasgo 6 2
Total general 11

Tabla 8. Numero de fragmentos diagnósticos por contexto, Clase Gastropoda.

 Clase Bivalvia (Linnaeus, 1758)

Este es uno de los grupos de seres vivos más diversos y poblacionalmente con mayor
distribución del mundo, encontrándose cerca de 50000 especies de las cuales 30000
son oceánicas (Gosling, 2003). Si bien sus cuerpos son muy suaves están protegidos
por estructuras pares llamadas valvas que sirven de protección contra depredadores y
como soporte para sus músculos y órganos.

Debido al mal estado de conservación de los 3 fragmentos de concha (0,25% del total
de diagnósticos) (Fotografía 11) encontrados durante la excavación del Rasgo 3, solo
fue posible considerar tales como de la clase general Bivalvia. No existe suficiente
información para caracterizar el Número mínimo de Individuos.

Fotografía 11. Numero de fragmentos diagnósticos por contexto, Clase Bivalvia.

Conclusiones
A partir del análisis general de los restos óseos de fauna identificados durante la
excavación de los variados contextos, se puede llegar a la conclusión que existió una
gran variedad de recursos de los cuales los grupos humanos se abastecían con el fin
de suplir sus necesidades alimenticias inmediatas. Si bien existió una mayor tendencia
al consumo de especímenes de la especie Cavia sp. (Cuyes), se evidenció un
consumo reducido de vendado y aves, entre otras especies menores.

Asimismo a partir de la identificación de herramientas sobre hueso, es posible


asegurar que se hacía uso de todo el espécimen, valorándolo no únicamente por su
valor cárnico, sino por su potencial en la elaboración de herramientas útiles para el
diario vivir, ya sea sobre hueso o sobre otros materiales como asta o diente.

Es indispensable relacionar el comportamiento de este material cultural, con los demás


elementos arqueológicos encontrados (cerámicos y líticos) para poder entender el
contexto general, así como darle una correcta interpretación. Para la especie Cavia sp.
el número de individuos fue 54 y para los restantes taxones fue 1.

Bibliografía
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los abrigos rocosos del tequendama: 12.000 años de história del hombre y su medio
ambiente en la altiplanicie de Bogotá. Bogotá: Fondo de Promoción de la Cultura del
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Díaz Merlano, J. M., & Puyana Hegedus, M. (1994). Moluscos del Caribe colombiano:
un catálogo ilustrado. Bogotá: Colciencias. Fundación Natura.

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