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La manufactura de los objetos de concha del conjunto habitacional de Atetelco,


Teotihuacan, México.

Clara Paz Bautista


Introducción
Los ornamentos elaborados con exoesqueletos calcáreos, es decir con conchas y caracoles
de origen marino, fueron de los objetos más apreciados en Teotihuacan. Se consideraron
como bienes de prestigio y como indicadores de estatus social; su circulación fue
restringida entre los distintos grupos jerárquicos, debido al su valor simbólico y a la
importancia en la cosmovisión teotihuacana.
En este trabajo se lleva a cabo el estudio de los objetos de concha, recuperados en las
exploraciones realizadas en el conjunto residencial de Atetelco, en los años 1997 y 1998.
Mediante el análisis tipológico, la identificación taxonómica, el estudio de las huellas de
manufactura y la reproducción experimental de objetos, se pudieron determinar las
manufacturas de estos ornamentos.
La arqueología experimental tiene como base, el hecho de que una herramienta particular,
utilizada de una manera específica, debe producir rasgos característicos y diferentes entre
sí. (Velázquez y Melgar 2006: 23). Por medio del análisis de huellas de manufactura,
impresas tanto en los ornamentos arqueológicos, como en las piezas experimentales, se
pueden precisar los artefactos y las técnicas empleadas en la producción de los objetos de
concha.
Como parte de las investigaciones sobre tecnología, pueden identificarse procesos técnicos
–también llamados cadenas de operación-, que son la serie de pasos que se siguen desde
que el material está intacto hasta que el objeto se encuentra totalmente terminado. En cada
una de las fases de estas secuencias de actividades, los productores deben enfrentarse a
diversas dificultades relacionadas con variables y constantes, restringidas por factores
ambientales, históricos, sociales, y culturales (Lemonnier, Schiffer, Leroi-Gourhan; Citados
en Velázquez y Melgar 2006: 21-23).


Proyecto “Técnicas de manufactura de los objeto de concha del México prehispánico” , Museo del Templo
Mayor del INAH.
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1. El Proyecto “Técnicas de manufactura de los objetos de concha del México


prehispánico”
El objetivo de este proyecto, es determinar las transformaciones generadas por las
diferentes técnicas y/o materiales, por medio del análisis de las huellas de manufactura. Las
huellas en los experimentos son estudiadas a través de la Microscopia Electrónica de
Barrido (MEB), que es la técnica mas adecuada para el estudio de las huellas de trabajo,
debido a que se pueden caracterizar los rasgos que los artefactos dejan en los objetos de
concha. Con la MEB se puede observar la morfología (topología, rugosidad, porosidad y
tamaño), ya que se logra aumentar hasta 300,000 veces el tamaño las huellas, además de
que se lleva a cabo el análisis de composición elemental de los objetos. (Velázquez 2005:
5-7).
La elaboración controlada de diversos experimentos, realizados con distintos moluscos
actuales, ha generado un amplio banco de información del proyecto, que permite la
comparación de éstas huellas de trabajo, con los rasgos que presentan los objetos
arqueológicos. La obtención de ambos tipos de huellas, se hace mediante acetatos
reblandecidos con acetona, que se presionan en el área que presenta las marcas y al secarse
queda el negativo, posteriormente estos polímeros son cubiertos con una capa delgada de
metal, para ser observados al Microscopio Electrónico de Barrido (MEB). Los materiales
que se pueden estudiar con MEB, deben ser conductores de electrones o tener un
recubrimiento de metal para poder observar las superficies y caracterizar los rasgos dejados
por las herramientas.
El MEB funciona por un haz de electrones, el cual es generado de un filamento, que hace
incidir el material analizado. Dando como resultado varios tipos de electrones y rayos X
característicos. El MEB detecta los electrones secundarios de las superficies analizadas y
los electrones retrodispersos que se generan a mayor profundidad de las áreas observadas.
El microscopio utilizado en este análisis es de marca Joel, modelo JSM-6460 KV, se utilizó
a una potencia de 20 KV, una apertura de haz de 44 a una distancia de trabajo de 10 mm,
en modo de alto vacío. Se obtuvieron 4 imágenes de cada muestra a 100X, 300X, 600X y
1000X., las cuales se describieron y midieron sus rasgos, para poder compararlos con las
huellas dejadas en los objetos experimentales. Este microscopio se encuentra en la
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Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH y a cargo del Ingeniero


Químico José Antonio Alba Medina.
2. Los objetos de concha de Atetelco
Este material, anteriormente fue estudiado por David Andrade, en esta investigación, se él
propone la existencia de un taller especializado en la manufactura de discos para orejeras;
tomando como indicadores, varios fragmentos con evidencias de exposición al fuego, que
fueron hallados dentro de una fosa funeraria, los cuales se encontraban asociados con
huesos y pizarra también quemados y junto con punzones y cinceles. (Ortega y Andrade
1999).
Los contextos en que fueron recuperados los objetos de concha son 2 distintos: uno de
ellos, corresponde a capas de relleno o derrumbe ya sea de cuartos o patios que
constituyeron el conjunto residencial, durante las diferentes épocas de ocupación. El otro
contexto esta relacionado con la actividad funeraria, en donde los materiales malacológicos
se localizaron dentro de fosas mortuorias (Entierro 15, 17 y Entierro 43) y asociados directa
e indirectamente con las osamentas y objetos cerámicos y líticos principalmente (Fig. 1.
Plano Atetelco/Ent. 15, 17 y 43)

Fig. 1. Plano del conjunto residencial de Atetelco, muestra la ubicación de los entierros 15, 17 y 43.

2.1. Clasificación del material malacológico


La clasificación se basa en la tipología establecida por Lourdes Suárez y modificada por
Adrián Velázquez. (Suárez 2002 ; Velázquez 1999).
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De acuerdo a su función específica, los objetos malacológicos de Atetelco, se clasificaron


como ornamentos, se agruparon en 5 categorías distintas, que son: incrustaciones,
orejeras, pectorales, pendientes y pulseras, todos pertenecen a la familia xenomorfa, en
la que se incluyen los objetos que no presentan la forma natural de la especie. Las
subfamilias agrupadas son: geométricas (tipos cuadrangular, rectangular y disco) y no
geométricas (tipos irregular y sin umbo).
Así mismo, se estudiaron los fragmentos con evidencias de trabajo, que indican la
utilización de desechos de talla, de piezas con defectos de manufactura, y de objetos
fracturados o reutilizados; tanto en rellenos constructivos, como en enterramientos. En esta
colección también están presentes los objetos que no tuvieron transformaciones culturales,
denominados objetos no trabajados, estas piezas, se localizaron igualmente, como parte del
relleno constructivo y del contexto funerario
El total de los objetos y fragmentos clasificados es de 149, algunos de ellos están completos
o les falta una pequeña porción, pero en términos generales la mayoría del material se
encuentra fragmentado, aunque en buen estado de conservación; ya que el nivel de
degradación no es elevado, se observaron pocos objetos con pulverulencia, solo 2 objetos
presentaron laminación y costras oscuras por contacto con materia orgánica.
Incrustaciones
Dentro de esta categoría se agruparon 5 piezas, todas se agruparon dentro de la familia
xenomorfa, subfamilias geométrica y no geométrica. Una incrustación se clasificó dentro
del tipo cuadrangular, otra en el tipo rectangular, 2 se agruparon como discos (con
perforación y sin perforación) y otra más tiene forma irregular. 4 de estos objetos se
manufacturaron con la especie Pinctada mazatlánica y solo 1 con Unio sp., que es un
pelecípodo que tienen su hábitat en agua dulce.
4 de estas incrustaciones se encontraron en contextos de relleno (capa II, capa III y capa
VIII) y otra estaba asociada al Entierro 43 (Fig. 2).
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Fig. 2. Diferentes tipos de incrustaciones, manufacturadas con la especie Pinctada mazatlánica y Unio Sp
(Especie de hábitat dulceacuícola). Entierro 43.

Orejeras
Es la categoría de ornamentos que presentó el mayor número de fragmentos (121), se
clasificaron dentro de la familia xenomorfa, subfamilia no geométrica, tipo disco y grupo
inciso. Fueron manufacturados con la especie Spondylus princeps. La mayoría de éstos
presentan evidencias de exposición al fuego, en menor o mayor grado de incineración, en
este grupo no hubo ningún objeto completo, sin embargo se sabe que se trata de orejeras
por la forma, la especie utilizada y porque se han encontrado ornamentos similares, en
ambos lados del cráneo, como accesorios personales o de esculturas. (Entierros 10 y 11 del
PTQ y Entierro 2 del PPL). Los fragmentos se localizaron dentro de la fosa del Entierro 43,
que corresponde a un adulto joven, decapitado y quemado (Kanjou 2002: 115-128), este
enterramiento que pertenece a la fase Xolalpan tardío (500-600 d.C.) y se localizó en un de
los patios explorados (Fig. 3y 3a).

Fig. 3. Fragmentos de orejeras, elaboradas con la especie Spondylus princeps. Superficies anteriores del
lado izquierdo. A la derecha de muestran las caras posteriores. El aspecto oscuro que presentan es por la
exposición al fuego. Entierro 43.
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Fig. 3a. Orejeras encontradas en el Entierro 17. La cara posterior (derecha.) muestra la huella que dejó el
sujetador. Izq. Se observa la superficie anterior con la acanaladura circular, abajo a la izquierda y en el lado
derecho abajo se observa un corte que se le realizó al ornamento, que indica la reutilización del objeto.

Pectorales
Se trata de 2 objetos xenomorfos, geométricos, tipo círculo calado y perforado, que fueron
clasificados como pectorales, que se encontraron asociados con el entierro 17. Se
manufacturaron con la especie Pinctada mazatlánica, las valvas utilizadas en la elaboración
de estos ornamentos fueron desgastadas de la capa externa, para eliminar el periostraco,
pero también pulidas de la superficie interna, para descubrir el aspecto nacarado de esta
especie. Se cortaron o desgastaron de los bordes para obtener el círculo, así como los
calados al centro. Uno de ellos presenta 2 pares de perforaciones en los extremos de calado
y el otro solamente un par de horadaciones, también en los extremos del hueco calado (Fig.
4). Estos ornamentos son semejantes a los encontrados en algunas de las ofrendas de
Templo Mayor, conocidos como pectorales anáhuatl, que es uno de los atributos del dios
Tezcatlipoca (Velázquez 1999: 70).

Fig. 4. Entierro 17, pectorales tipo circular, calados y perforados. La especie con que se manufacturaron es
Pinctada mazatlánica. Estos ornamentos son similares a los pectorales anáhuatl, considerados como
atributos del dios Tezcatlipoca, entre los mexicas.
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Pulseras
Son 4 pulseras y 3 fragmentos xenomorfas, no geométricas, sin umbo, que fueron
manufacturadas mediante la técnica de calado. Se encuentran en muy mal estado de
conservación, presentan laminación y pulverulencia. Se elaboraron con la especie
Spondylus princeps, se encontraron asociadas al Entierro 15, explorado en el Patio 3,
constituido por un individuo femenino, de edad adulta (Kanjou 2002: 111-115), junto con
estos ornamentos se encontraron 1 cajete y 2 fragmentos de navajillas de obsidiana verde
(Fig. 5).

Fig. 5. Pulseras manufacturadas con la especie Spondylus princeps, Entierro 15.

Pendientes
Solo se clasificó 1 pendiente, xenomorfo, no geométrico, tipo irregular; se pudo identificar
la especie, pero que presenta un buen estado de conservación y huellas visibles de su
manufactura en la superficie posterior. Tiene 2 perforaciones cónicas y líneas incisas, es
posible que este objeto se haya elaborado con el labio un gasterópodo de grandes
dimensiones.
Fragmentos trabajados
7 fragmentos trabajados, con evidencias de desgaste de su capa externa o periostraco, el
mismo fragmento puede presentar uno o dos cortes y perforación. Los fragmentos que
presentan estas transformaciones son pelecípodos de las especies: Anadara grandis, Chama
echinata, Pinctada mazatlánica, Pecten diagénesis y Spondylus Princeps. (Fig. 6).
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Fig. 6. Fragmentos con evidencias de trabajo (cortes y perforación). Especies: Anadara


grandis, Chama echinata y Pecten diagensis. Hallados en contextos de relleno constructivo
y derrumbes.

Material no trabajado
7 objetos no están trabajados, en este grupo se incluyen fragmentos de gasterópodos de la
especie Astrea olivacea, Fusinus dupetittohuarsi y Melongenea melongena, y pelecípodos
de la especie Chama echinata y Pinctada mazatlánica.

2.2. Identificación taxonómica y clasificación de los objetos. (Tabla 1. )

Especie Objetos completos Fragmentos Fragmentos Procedencia


o semi completos trabajados no
Anadara grandis 1 trabajados P. Panámica*
Astrea olivacea 1 P Panámica*
Chama echinata 1 2 P. Panámica*
Fusinus 1 P. Panámica*
dupetitthouarsi
Melongena 2 P del Caribe**
melongena
No identificado 1 pendiente
Pecten diagensis 1 P. Panámica*
Pinctada mazatlánica 4 incrustaciones P. Panámica*
2 pectorales
Spondylus princeps 4 pulseras P. Panámica
Spondylus princeps 121 fragmentos de P. Panámica
orejeras
2 orejeras
Unio sp. 1incrustación Dulceacuícola

•Provincia Panámica: Habitan más de 2000 especies de moluscos en aguas templadas. Inicia en California y continúa
hasta el Ecuador

** Provinvia del Caribe: Localizada al sur del Golfo de México, se extiende desde Florida hasta Brasil. Habitan en
aguas templadas y clima tropical cerca de 1200 especies malacológicas.
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2.3. El análisis de las huellas de manufactura.


Esta investigación se llevó a cabo mediante tres niveles de análisis: El estudio
macroscópico; tuvo como base, la observación a simple vista de los objetos, por medio de
la cual se pudieron determinar: desgastes, cortes perforaciones y acanaladuras realizadas en
los ornamentos.
Con el estudio de microscopia estereoscópica de bajos aumentos (de 10X hasta 30X), se
determinaron las áreas con las huellas dejadas por las herramientas empleadas. La
localización de éstas zonas, sirvió para obtener las muestras en polímero reblandecido con
acetona, que posteriormente fueron recubiertas con oro y analizadas en el Microscopio
Electrónico de Barrido.
La microscopia electrónica de barrido, es la técnica mas adecuada para definir las
herramientas utilizadas en la manufactura de los objetos de concha. Ya que aporta
información que permite caracterizar con detalle los rasgos que dejan las técnicas
empleadas. Cada herramienta utilizada, presenta huellas diferenciales entre sí y
dimensiones en micras para poder comparar estas marcas con las huellas en los
experimentos realizados.
Se obtuvieron un total 29 muestras de objetos arqueológicos, cada una fue analizada a
100X, 300X, 600X y 1000X, el total es de 116 micrografías analizadas, que corresponden a
superficies anteriores, posteriores, laterales, acanaladuras circulares y acabados de
superficie como el pulido y bruñido.
Gracias a la asesoría de Adrián Velázquez, en la identificación de las herramientas, se
pudieron señalar los artefactos empleados en la elaboración de incrustaciones, pendientes y
orejeras.
2.4. Los experimentos realizados
Los experimentos que permitieron la comparación con las huellas de los objetos
arqueológicos, fueron realizados con anterioridad por el proyecto “Técnicas de manufactura
de los objetos de concha del México prehispánico”; de estas experiencias se obtuvieron las
características de las huellas de trabajo, para confirmar o refutar los artefactos observados
en los ornamentos teotihuacanos.
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Se seleccionaron 6 experimentos (82, 160, 218, 370,434 y 444), realizados con las especies
Pinctada mazatlánica y Spondylus princeps, debido a que son las especies mas utilizadas
en la producción de los ornamentos de Atetelco (Fig. 7).

Fig. 7. Especies
actuales de Pinctada
mazatlánica y
Spondylus princeps.

Se emplearon ejemplares actuales de las mismas especies identificadas en el conjunto


habitacional. Los experimentos consistieron principalmente en desgastes de capas externas,
cortes y/o desgastes de superficie laterales, y acabados de superficies como el pulido y
bruñido. Las herramientas líticas fabricadas con basalto y obsidiana, que se utilizaron en las
experiencias, son parte se los recursos locales del Valle de Teotihuacan. El material foráneo
que se empleó, es el pedernal, que podría proceder de los Estados de Hidalgo o de Morelos.
Con esta materia prima, se fabricaron artefactos que sirvieron como pulidores, perforadores
y abrasivo. Estas herramientas también se emplearon en los objetos del Templo de la
Serpiente Emplumada (atuendos ceremoniales) y actualmente en los experimentos que se
llevan a cabo en el Taller, para hacer las reproducciones de los ornamentos del Templo de
Quetzalcoatl. (Fig. 8).

Fig. 8. Experimentos realizados. Desgaste, acanalado, pulido y bruñido.


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2.5. Tiempo, herramientas y materiales empleados en los experimentos. (Tabla 2.)

Técnica aplicada y especie Herramientas y materiales Tiempo

Desgaste capa externa Sp* Laja de basalto, agua 1:30 –2:00 hrs.

Corte superficies laterales Lascas de obsidiana con filo vivo 5 hrs. 14 min.
Pm**

Desgaste de rebordes Pm** Laja de basalto, agua 30 min.

Desgaste de capa interna Sp* Fragmento mano de basalto, agua 76 hrs. 36 min.

Acanaladura circular Sp* Lascas obsidiana y/o polvo de pedernal o 3 hrs. 20 min.
polvo de obsidiana
Pulido de superficie anterior Nódulo de pedernal 30 min.
Sp*

Bruñido de cara anterior Sp* Piel sin curtir 30 min.

•Spondylus princeps
** Pinctada mazatlánica

3. Resultados
El desgaste con basalto fue la técnica utilizada para eliminar el peristraco en los
pelecípodos, con los que manufacturaron los ornamentos. Las huellas que deja esta
herramienta se caracterizan por presentar bandas onduladas que alcanzan las 100 m o mas
de ancho. (Fig. 9).

Fig. 9. Micrografías a 100X de huellas producidas por desgaste con basalto en la capa externa de la
especie Spondylus princeps. Arriba: rasgos en el objeto arqueológico; abajo: las marcas dejadas en el en
el experimento con la misma herramienta.
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Las superficies laterales que se pudieron observar, muestran marcas de cortes, realizados
con lascas de obsidiana. Resultó difícil determinar las áreas con corte debido a que la
mayoría de los rebordes que dejó la separación de la porción por presión o por percusión la
superficie, fueron corregidos con desgaste de las superficies laterales. Los cortes con
obsidiana presentaron líneas rectas continuas y paralelas entre sí, que miden entre 1.5 a 3.5
m de ancho. (Fig. 10).
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Fig. 10. Líneas rectas continuas y paralelas entre sí, producidas por el corte con lascas de obsidiana.
Arriba: micrografía a 600X del objeto arqueológico. Abajo huellas realizadas con lascas de obsidiana en el
experimento también a 600X

En el caso de las orejeras, las superficies anteriores presentan una incisión circular,
elaborada por medio de la técnica de acanalado, mediante lascas de obsidiana y/o polvo de
obsidiana, polvo de pedernal. Las lascas dejan bandas irregulares de 4.6 a 18.6m, de
ancho, dentro de las cuales hay líneas de menor espesor, que van de 0.6 a 1.3m (Fig. 11).
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1.2 µm

13,7 µm

13.7 µm

1.2
µm

Fig. 11. Rasgos dejados por lascas de obsidiana, al llevar a cabo una incisión o acanaladura circular.
Arriba: objeto arqueológico y abajo experimento, ambos a 1000X.

La técnica de pulido se llevó a cabo en las superficies anteriores, por medio del un nódulo
de pedernal, con este instrumento se logran áreas lisas y brillantes, que hacen que las
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bandas que se hicieron con el basalto, se suavicen y se observe un a superficie cruzada por
varias líneas de 2 m y bandas mas pequeñas de 13 m de espesor. (Fig. 12).

Fig. 12. Superficies cruzadas por varias líneas contenidas dentro de bandas. Rasgos característicos que deja
el nódulo de pedernal al frotarse en una superficie para realizar la técnica de pulido. Arriba huellas a 1000X
en el objeto arqueológico y abajo en el experimento.

Las micrografías observadas de las superficies bruñidas, muestran áreas cruzadas por
bandas rectas y redondeadas en distintas direcciones, su espesor va de 60 a 80 m, y otras
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bandas mas delgadas de 13 m y líneas rectas de aproximadamente 2 m. El bruñido se


llevó a cabo por medio de un trozo de piel sin curtir, frotándolo en el cara anterior, para
obtener mas brillo y un aspecto lustroso de la superficie (Fig. 13).

Fig. 13. Huellas que deja el bruñido de superficies que han sido desgastadas con basalto, pulidas con
pedernal y bruñidas con piel sin curtir. Arriba el objeto arqueológico y abajo el experimento a 100X.
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Con el estudio de las huellas de manufactura y los experimentos realizados, se ha podido


determinar algunas de las herramientas empleadas en la elaboración de los ornamentos de
Atetelco, particularmente los objetos conocidos como orejeras. Con esta información
podemos inferir las cadenas operativas, con las que proponemos los pasos seguidos desde
que el material malacológico no presentaba transformaciones, hasta que el objeto se
encuentra completamente terminado ( Fig. 14).

Desgaste de la capa externa de la valva para suprimir el peristraco, mediante


herramienta de basalto.

Desgaste de superficie lateral para obtener forma de disco, a través de laja de basalto.

Acanaladura o incisión circular en la cara dorsal, por medio de lascas de obsidiana.

Pulido de la superficie dorsal, con nódulo de pedernal.

Bruñido de la cara anterior, con piel sin curtir.

Baño de estuco pintado en la cara posterior, para unir el sujetador a la orejera.

Fig. 14. Cadenas operativas inferidas en la manufactura de orejeras producidas con la especie Spondylus
princeps

4. Conclusiones
Se pudieron determinar las técnicas utilizadas en la elaboración de los objetos
ornamentales, gracias al análisis de las huellas de manufactura y a la arqueología
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experimental, además de señalar las herramientas empleadas e inferir los procesos que
intervienen en la manufactura de las orejeras producidas con la especie Spondylus princeps.
(Fig. 15 y 16).

Fig. 15. Ilustraciones del proceso de producción propuesto para la elaboración de orejeras de Spondylus
princeps. Arriba: Desgaste de periostraco y de superficie lateral con laja de basalto, Abajo: marca de línea
circular para realizar acanaladura con lascas de obsidiana. Dibujos Víctor G. Alvarez A.
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Fig. 16. Ilustraciones de las técnicas de acabado inferidas en la manufactura de orejeras de Spondylus
princeps. Derecha: pulido de la superficie anterior con nódulo de pedernal. Izquierda: Bruñido de la cara
anterior con piel sin curtir. Abajo orejera con una ligera capa de estuco para unir el sujetador a la cara
posterior del ornamento.

Sin embargo faltan precisar y comprobar los instrumentos y materiales usados en algunas
de las cadenas de operación; como es el caso de las micrografías que indican el uso de
abrasivos como: el polvo de obsidiana o bien, el polvo de pedernal; para aceptar o refutar
uno u otro material es necesario llevar a cabo nuevos experimentos y la caracterización de
sus huellas.
Así mismo, existen dudas respecto al desgaste realizado en la cara anterior, ya que creemos
que se eliminó la capa interna de la valva, para hacer que el color naranja, característico de
la especie, se notara. Es muy posible que se llevara a cabo un desgaste con un una
herramienta pequeña de basalto, pero no existen evidencias de las bandas que deja este
instrumento, quizá porque fueron borradas al realizar acabados como el pulido y bruñido en
esta superficie.
Por otro lado y de acuerdo a las costumbres funerarias propias de los teotihuacanos, se sabe
que el común de la población era enterrada en las unidades residenciales, que el bulto
mortuorio se acompañaba con los objetos personales que indicaban la actividad que el
individuo tuvo en vida. (Cabrera 1999: 514-516). Por lo cual, se puede interpretar que en
Atetelco, hubo individuos que se dedicaron a actividades artesanales, quizá especializadas
en la producción de objetos de concha.
Hasta ahora, en Atetelco no se han detectado los espacios en donde se llevaron a cabo las
actividades de manufactura de los objetos de concha, no sabemos si los talleres estuvieron
en el mismo conjunto residencial, pero sí hay indicadores del trabajo en concha.
Es importante mencionar que las técnicas y herramientas utilizadas en la producción de
orejeras, incrustaciones y pendiente, demuestran semejanzas con los instrumentos y los
procesos empleados en la manufactura de los objetos de concha del Templo de la Serpiente
Emplumada (Indumentarias del Entierro 5 y 6).
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Lo anterior podría indicar que se trata de una tecnología conocida desde el inicio de la
construcción del basamento (fase Miccaotli, 150-200 d.C.) y que se siguió usando hasta la
fase Xolalpan tardío (500-600 d.C) en Atetelco.
Con lo cual podemos inferir que la tecnología empleada en el trabajo de concha, no fue
modificada por lo menos en 3 o 4 siglos que duraron las siguientes etapas cronológicas, de
la ocupación teotihuacana de Atetelco; que por el contrario, se fueron especializando
tecnológicamente cada vez mas y que, posiblemente el uso de abrasivos para facilitar la
realización de acanaladuras, así como el empleo de la piel en la técnica de bruñido, están
indicando una mejor solución tecnológica, en la producción específica de estos ornamentos
(orejeras tipo disco, manufacturadas con la especie Spondylus princeps).
Finalmente, se sugiere el estudio de todos los materiales malacológicos que se han
encontrado hasta ahora y los que puedan hallarse en las próximas excavaciones de este
conjunto residencial. También es importantes que el análisis de huellas de manufactura de
los objetos de concha, así como la identificación taxonómica de las especie utilizadas y la
clasificación tipológica de los ornamentos, junto con las investigaciones relacionadas con
materiales de obsidiana y los análisis de los objetos lapidarios, nos permitirán conocer mas
información con la cual, muestras interpretaciones se complementarán.
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Bibliografía
Cabrera Castro, Rubén
1999 “Las prácticas funerarias de los antiguos teotihuacanos”. En Prácticas Funerarias
en la Ciudad de los Dioses. Los enterramientos humanos de la antigua Teotihuacan. Linda
Manzanilla y Carlos Serrano editores, pp 503-539 UNAM IIA-DGAPA. México.

Kanjou, Youssef
2002 Identificación de poblaciones y definición de relaciones Interpoblacionales en el
enfoque biocultural aplicado a la población posteotihuacana. Tesis doctoral de
Antropología, UNAM, Facultad Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones
Antropológicas, México.

Ortega Cabrera Verónica y David Andrade Olvera


1999 Proyecto arqueológico Atetelco. Informe del análisis de los materiales
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Suárez Diez, Lourdes


2002 Tipología de los objetos prehispánicos de concha. 2ª. Edición CONACULTA-
INAH, Miguel Ángel Porrua, Librero-editor. México.

Velázquez Castro, Adrián


1999 La Tipología de los objetos de concha del Templo Mayor de Tenochtitlán.
Colección Científica, Serie Historia, INAH, México.

Velázquez Castro, Adrián


2005 Actualidades arqueológicas pasado y presente. Arqueología experimental. “La
investigación de la tecnología de elaboración de los objetos de concha a través de la
arqueología experimental”. Revista, Año 0, Dic/2005-Mar/2007. No 3. pp. 3-12 Edición
grupo Arqueofilos, IIA-UNAM. México, D.F.

Velázquez Castro, Adrián, Emiliano Melgar Tísoc y Anne Marie Hocquenghem.


2006 “Análisis de las huellas de manufactura del material malacológico de Tumbes, Perú”.
Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos IFEA. 2006, 35 (1) 21-35.

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