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PROTOCOLO RESTOS ÓSEOS Elaboró: Laura Vanessa Giraldo

ÁREA DE ARQUEOLOGÍA
Fecha Junio 17 de 2019

PROTOCOLO DE MANEJO DE RESTOS ÓSEOS HUMANOS EN CONTEXTOS


DE ARQUEOLOGÍA DE RESCATE PARA EL PROYECTO:
“Puerta de Hierro, Palmar de Varela y Carreto Cruz del Viso”

Al hallarse material óseo humano dentro de las excavaciones arqueológicas asociadas al proyecto se
procederá de acuerdo al siguiente protocolo con el fin de evitar cualquier posible daño, alteración o
pérdida de información asociada al contexto funerario:

I - Fase de Campo: rescate y recolección.


1. Una vez ubicado el sitio donde se presume están sepultados los restos se debe acordonar el área
circundante utilizando cinta de seguridad para evitar el acceso a personas ajenas al rescate.

2. Se debe excavar el sitio de manera sistemática y por niveles hasta descu brir completamente el
esqueleto, retirando cualquier tipo de residuos orgánicos que se encuentren adheridos a las
estructuras óseas, pueden utilizarse brochas y cepillos de cerdas suaves y de diferentes tamaños,
no se recomienda el uso de instrumentos metálicos como los odontológicos (Sanabria, 2008).

3. No se debe retirar el cuerpo del sitio hasta tanto no haya sido expuesto en su totalidad, de igual
forma ninguna de sus partes deberá ser halada con fuerza pues se corre el riesgo de causar
fracturas postmortem (Ibíd.).

4. Antes de remover los restos se debe medir su longitud total, en caso de que algunas partes del
cuerpo se encuentren esparcidas se debe medir y dibujar el área aproximada de su distribución;
si se trata de restos óseos muy deteriorados es recomendable tomar todas las medidas in situ,
previniendo que durante la recuperación o transporte los huesos se puedan alterar (Ibíd.).

5. Debe eliminarse la mayor parte de tierra adherida a los huesos inmediatamente después
de su exposición, tanto porque se pueda agrietar o incluso desintegrar el hueso al secarse,
como porque será difícil su extracción en el laboratorio (Ubelaker, 2007).

6. Es fundamental recuperar la totalidad de estructuras óseas asociadas a la tumba o sitio. En ninguna


circunstancia debería un esqueleto permanecer expuesto y sin protección, debido al riesgo de
sufrir daños irreparables.

7. Realizar los registros de campo necesarios (fotográficos y planimétricos) y diligenciamiento de


fichas de campo, así como las anotaciones detalladas en el diario de campo que eviten la pérdida
de algún tipo de información relacionada a la tumba y el contexto en general.
8. Deben registrarse la situación, disposición, posición (Sprague ,1968), orientación, y profundidad a
la que se encuentra el esqueleto, junto con una medición completa de los huesos, objetos y de la
propia fosa (Ubelaker, 2007)1.

9. El embalaje de los restos óseos debe realizarse preferiblemente en bolsas individuales, rotulando
cada bolsa de acuerdo a su contenido, sitio del que proceden, además de datos básicos como
fecha y nombre de quien embala y excava la muestra.

10. Una vez removido el cuerpo del sitio se debe continuar excavando hasta encontrar un nivel estéril
o piso de la tumba, éste procedimiento permitirá confirmar que no existen otras evidencias
asociadas a la tumba.

11. Deberán recogerse muestras de la tierra de debajo y alrededor de los esqueletos. El análisis
de la composición química y acidez del suelo puede explicar la conservación, erosión u otros
estados de los huesos. Estas muestras pueden contener partículas importantes como cálculos
renales o granos de polen, demasiado pequeños para ser detectados durante la excavación
(Ubelaker, 2007).

12. En caso de hallarse entierros secundarios el registro debe además contener datos como la
posición de los huesos, articulación: (1) completa, en la que la totalidad de los huesos están en
posición correcta, o (2) parcial, en la que sólo algunos huesos están en posición correcta para de
esta forma establecer el número mínimo de individuos (Ibíd.).

II - Fase de Laboratorio: Análisis y tratamiento de estructuras óseas humanas.

1. Limpieza del material:

Debe hacerse con agua y cepillos suaves. Los cepillos y otras herramientas se deben seleccionar
de acuerdo con el estado de conservación del hueso.

Ha de tenerse cuidado de no dañar la superficie externa, ya que podría afectar a la determinación de


la edad y al diagnóstico de patologías. Los pequeños fragmentos no deberán lavarse, sino
cepillarse cuidadosamente en seco. Si se lavan en un fregadero, debe colocarse una fina malla sobre
el desagüe para evitar pérdidas inadvertidas de dientes o pequeños huesos (Ubelaker, 2007).

2. Los huesos han de dejarse secar a la sombra y a temperatura ambiente.

1
Situación. Deben medirse las distancias de cada hueso u objeto a puntos de referencia del borde de la fosa o de la estratigrafía natural
(Ubelaker, 2007).
Disposición. Este término se refiere a la configuración que adopta el cuerpo sobre el terreno. boca arriba, boca abajo, o de l ado
(Ubelaker, 2007).
Posición: la relación de los segmentos del cuerpo entre sí. La posición de un esqueleto se describe mejor con referencia a tres
componentes anatómicos:(1) las piernas, (2) los brazos, y (3) la cabeza: “extendida”, “semiflexionada”, “flexionada” y “muy
flexionada” (Sprague ,1968 citado en Ubelaker, 2007).
Orientación: la dirección en la que yace la cabeza en una línea que va desde el cráneo al centro de la pelvis” (Heizer 1958 citado en
Ubelaker, 2007)
Mediciones: Las medidas del esqueleto han de incluir la longitud y anchura máximas (Ubelaker, 2007).
3. Es de suma importancia no mezclar los restos de diferentes tumbas, por lo tanto el lavado y el
secado debe hacerse por separado.

4. Marcación:
Tan pronto como los huesos estén limpios y secos deben siglarse claramente con tinta indeleble.
El número de referencia del yacimiento debe rotularse en cada hueso en un lugar en que no oculte
ningún rasgo anatómico o lesiones evidentes (Ubelaker, 2007).

5. Los huesos rotos deben pegarse con pegamento Duco 6 o algún adhesivo similar (Ibíd.).

6. Inventario de estructuras óseas:


Es necesario establecer la cantidad de piezas óseas con las que se cuenta, razón por la cual se
deben disponer los huesos anatómicamente y clasificarlos de acuerdo a su ubicación en el cuerpo
y lateralidad, en caso de tratarse de piezas muy fragmentadas es necesario establecer su
correspondencia a una estructura ósea especifica ya que en el inventario no se tendrán en cuenta
las piezas óseas indeterminadas (de ser el caso se embalaran y etiquetarán de esta forma y serán
excluidos de cualquier análisis posterior).

7. Análisis estructuras óseas:


De ser posible se realizarán las estimaciones antropológicas pertinentes:

7.1. Determinación de sexo.


7.2. Estimación de edad.
7.3. Cálculo de la estatura.
7.4. Tipología y descripción craneal.
7.5. Indicadores ocupacionales
7.6. Patologías.

8. Datación:
La selección de muestras según Beta Analytic Testing Laboratory debe realizarse de la siguiente
forma.

8.2. Huesos – Un buen hueso cortical se obtiene de los huesos más largos del cuerpo (fémur,
tibia, húmero, mandíbula, placas craneales y, a veces, costillas). Los huesos esponjosos
como las rótulas, las cavidades óseas, las vértebras y huesos similares, no suelen
conservarse bien en condiciones adversas y pueden no contener colágeno suficiente para
la datación por AMS. Para huesos de pájaros y peces, por favor consulte al laboratorio para
determinar el tamaño de muestra requerido.

8.3. Dientes – En el caso de dientes humanos, preferimos incisivos o caninos enteros. Si se


envía un diente molar, éste debe conservar las cuatro raíces. En el caso de dientes de
animales, la cantidad de muestra depende del animal. Si la muestra es de un gran mamífero,
un diente es suficiente. Sin embargo, si la muestra procede de animales pequeños, consulte
con el laboratorio cuál sería la cantidad adecuada.
8.4. No enviar huesos pulverizados - Los huesos que han sido perforados o pulverizados antes
de su envío al laboratorio pueden no responder bien a un pretratamiento completo que
garantice la precisión de los resultados. NO recomendamos el envío de este tipo de
muestras. Los huesos que se hayan perforado o pulverizado antes del envío deben limpiarse
para eliminar cualquier contaminante adherido o invasivo presente antes de la perforación o
pulverización. Esto suele requerir tratamientos de abrasión física de la superficie y
tratamientos químicos.

Bibliografía

Krenzer, Udo (). Compendio de métodos antropológico forenses para la reconstrucción del perfil
osteo- biológico.

Ubelaker, H Douglas (2007). Enterramientos humanos: excavación, análisis, interpretación /.


Donostia : Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Beta Analytic Testing Laboratory. www.radiocarbon.com

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