En enfermería es un componente esencial para evaluar la salud y el
bienestar de los pacientes. Durante este proceso, se observa y analiza la frecuencia, profundidad y patrón de la respiración, así como cualquier alteración que pueda afectar la función respiratoria. En primer lugar, se evalúa la frecuencia respiratoria, que se refiere al número de respiraciones por minuto. La normalidad varía, pero generalmente se encuentra entre 12 y 20 respiraciones por minuto en adultos en reposo. Una frecuencia respiratoria anormal puede indicar problemas subyacentes como insuficiencia respiratoria o enfermedades pulmonares. La profundidad respiratoria también es un aspecto clave de la valoración. Se observa si la respiración es superficial, normal o profunda, ya que cambios en este aspecto pueden indicar dificultades respiratorias. Además, se presta atención al patrón respiratorio, buscando regularidad o irregularidad en la respiración. La simetría torácica es otro elemento importante durante la valoración. Se observa si hay movimientos simétricos en ambos lados del pecho durante la respiración. Cualquier asimetría puede sugerir problemas pulmonares o pleurales. La valoración respiratoria incluye la observación del uso de músculos accesorios, como los músculos del cuello o intercostales, durante la respiración. El uso excesivo de estos músculos puede ser un indicativo de dificultades respiratorias. La coloración de la piel y mucosas también es evaluada, buscando signos de cianosis, una coloración azulada que puede indicar una falta de oxígeno en la sangre. Además, la saturación de oxígeno se mide mediante un oxímetro de pulso para obtener información adicional sobre la oxigenación del paciente. La auscultación pulmonar con un estetoscopio es esencial para identificar sonidos anormales como sibilancias, ruidos crepitantes o disminución de sonidos respiratorios, que pueden indicar problemas pulmonares.
*Estímulos que afectan la función respiratoria:
1. Hipoxia: Baja concentración de oxígeno en los tejidos, puede deberse a factores como altitudes elevadas, enfermedades pulmonares o problemas cardiovasculares. 2. Estímulos Químicos: Sustancias irritantes en el ambiente, como humo, contaminantes o vapores químicos, pueden afectar la función respiratoria. 3. Estrés o Ansiedad: Situaciones de estrés emocional pueden desencadenar cambios en el patrón respiratorio, como hiperventilación. 4. Dolor: El dolor torácico o abdominal puede influir en la frecuencia y profundidad de la respiración. 5. Temperatura Ambiental: Ambientes extremadamente fríos o calurosos pueden afectar la función respiratoria.
*Alteraciones de la función respiratoria:
BRADIPNEA: La frecuencia respiratoria es regular pero anormalmente lenta (menos de 12 respiraciones /minuto). TAQUIPNEA: La frecuencia respiratoria es regular pero anormalmente rápida (más de 20 respiraciones / minuto). HIPERNEA: La respiración es fatigosa aumento de la profundidad y frecuencia (más de 20 respiraciones/ minuto) Se produce normalmente durante el ejercicio. APNEA: La respiración cesa durante varios segundos. El cese persistente da lugar a una parada respiratoria. HIPERVENTILACIÓN La frecuencia y la profundidad respiratoria aumentan. A veces ocurre la hipocapnia. HIPOVENTILACIÓN La frecuencia respiratoria es anormalmente baja y la profundidad de la ventilación está deprimida. A veces ocurre la hipercapnia. RESPIRACIÓN DE CHEYNE -STOKES La Frecuencia y la profundidad respiratoria son irregulares, caracterizadas por periodos alternativos de apnea y hiperventilación. El ciclo respiratorio comienza con respiraciones lentas, poco profundas que gradualmente aumentan a una frecuencia y profundidad anómalas. El patrón se invierte; la respiración ralentiza y se vuelve poco profunda, llegando a su punto máximo en la apnea antes de que la respiración continúe. RESPIRACION KUSSMÁUL La respiración es anormalmente profunda regular y con frecuencia aumentada. RESPIRACION DE BIOT La respiración es anormalmente poco profunda en 2 o 3 respiraciones seguidas de un período irregular de apnea. *Consideraciones de enfermería en la valoración de la respiración: 1. Observación Continua: Realiza una observación constante del ritmo, la profundidad y el patrón respiratorio del paciente. 2. Entrevista: Obtén información detallada sobre la historia médica del paciente, incluyendo problemas respiratorios anteriores, exposiciones ambientales y hábitos de vida. 3. Monitorización de Signos Vitales: Controla la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la saturación de oxígeno. 4. Auscultación Pulmonar: Escucha los sonidos respiratorios con un estetoscopio para detectar posibles anormalidades. 5. Inspección de la Piel y Mucosas: Busca signos de cianosis (coloración azulada), especialmente en labios y lecho ungueal. 6. Registro de Datos: Documenta cualquier cambio en los patrones respiratorios, síntomas relacionados o intervenciones realizadas. 7. Colaboración Interprofesional: Trabaja en colaboración con otros profesionales de la salud, como médicos y terapeutas respiratorios, para asegurar una atención integral. La valoración de la respiración es esencial para identificar problemas respiratorios, iniciar intervenciones adecuadas y proporcionar un cuidado de enfermería efectivo.