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J.R They Best
J.R They Best
Corrección:
Bitty O
Rosmery Gutierrez
Revisión General:
Grimshaw Reaper
Maquetación:
Klaus Rlhdn
J. R. WARD THE BEAST
Traducción:
1 Klaus Rlhdn 38 Sabik
3 Sandra 40 MGC
4 Silyam 41 Sandra
5 Silyam 42 Konu
8 Sabik 45 MGC
9 MGC 46 MGC
10 Bitty O 47 MGC
11 Konu 48 MGC
12 Devi R 49 Devi R
13 Sandra 50 Devi R
14 Sabik 51 Manu
15 Devi R 52 Manu
16 Marhiela 53 Devi R
17 Tashachan 54 Konu
18 Sabik 55 Silyam
19 Alix 56 MGC
25 MGC 62 Sabik
26 Alix 63 MGC
28 Devi R 65 Alix
29 Devi R 66 Alix
30 Devi R 67 Alix
31 MGC 68 MGC
32 MGC 69 MGC
33 MGC 70 Sandra
35 Marhiela 72 Marhiela
36 Konu 73 MGC
Ahstrux nohtrum (n.) Guardia privado con licencia para matar que es nombrado para ese puesto por el Rey. Puede
ser hombre o mujer.
Ahvenge (v.) Acto de mortal retribución típicamente llevado a cabo por el ser querido de un macho.
Attendhente (n.) Elegida que sirve a la Virgen Escriba de una manera particularmente cercana.
Black Dagger Brotherhood – La Hermandad de la Daga Negra (pr n.) Guerreros vampiros altamente entrenados
que protegen a los de su especie contra la Sociedad Lessening. Como consecuencia de la selección genética de su
raza, los Hermanos poseen una inmensa fuerza física y mental, así como una extraordinaria capacidad regenerativa
–pudiendo recuperarse de sus heridas de una manera asombrosamente rápida. Normalmente no están unidos por
vínculos de parentesco, y son introducidos en la Hermandad mediante la propuesta de otros Hermanos. Agresivos,
autosuficientes y reservados por naturaleza, viven separados del resto de los civiles, manteniendo apenas
contacto con los miembros de otras clases, excepto cuando necesitan alimentarse. Son tema de leyenda y objeto
de reverencia dentro del mundo de los vampiros. Sólo pueden ser muertos por heridas muy serias, por ejemplo, un
disparo o puñalada en el corazón, etc.
Blood Slave – Esclavo de sangre (n.) Hombre o mujer vampiro que ha sido subyugado para cubrir las necesidades
alimenticias de otro vampiro. La costumbre de poseer esclavos de sangre fue suspendida hace mucho tiempo, y
recientemente fue prohibida.
Cohntehst (n.) Conflicto entre dos machos compitiendo por el derecho de ser el compañero de una hembra.
Doggen (n.) Constituyen la servidumbre del mundo vampírico. Tienen antiguas tradiciones conservadoras sobre
cómo servir a sus superiores y obedecen un solemne código de comportamiento y vestimenta. Pueden caminar bajo
la luz del sol pero envejecen relativamente rápido. Su media de vida es de aproximadamente unos quinientos años.
Exhile dhoble (pr. n.) El gemelo malvado o maldito, es el que nace en segundo lugar.
El Fade (pr n.) Reino atemporal donde los muertos se reúnen con sus seres queridos para pasar juntos el resto de
la eternidad.
First Family – Familia Principal (pr n.) Compuesta por el Rey y la Reina de los vampiros y su descendencia.
Ghardian (n.) Custodio de un individuo. Hay varios grados de ghardians, siendo el más poderoso el de una hembra
sehcluded, también llamado whard.
J. R. WARD THE BEAST
Glymera (n.) El núcleo social de la aristocracia, equivalente aproximadamente al ton del período de la regencia en
Inglaterra.
Hellren (n.) Vampiro macho que se ha emparejado con una hembra. Los machos pueden tomar a más de una hembra
como compañera.
Leelan (adj. n.) Adjetivo cariñoso que se traduce como el/la más querido/a.
Lessening Society (pr. n.) Orden u organización de asesinos reunida por el Omega con el propósito de erradicar las
especies vampíricas.
Lesser (n.) Humanos sin alma, miembros de la Lessening Society, que se dedican a exterminar a los vampiros.
Permanecen eternamente jóvenes y sólo se les puede matar clavándoles un puñal en el pecho. No comen ni beben y
son impotentes. A medida que transcurre el tiempo, su piel, pelo y ojos, pierden pigmentación hasta que se vuelven
completamente albinos y pálidos, hasta los ojos empalidecen. Huelen a talco de bebés. Cuando ingresan en la
Sociedad –introducidos por el Omega– se les extrae el corazón y se conserva en un tarro de cerámica.
Lheage (n.) Un término respetuoso que usan los que son sometidos sexualmente refiriéndose al que los domina.
Needing period – Período de celo. (pr n.) Período de fertilidad de las mujeres vampiro. Suele durar dos días y va
acompañado de un fuerte deseo sexual. Se produce, aproximadamente, cinco años después de la transición
femenina y, posteriormente, una vez cada diez años. Durante el período de celo, todos los machos que estén cerca
de la hembra responden, en mayor o menor medida, a la llamada de la hembra. Puede ser un momento peligroso ya
que puede provocar conflictos y reyertas entre machos que compitan, especialmente cuando la hembra no está
emparejada.
El Omega (pr n.) Ente místico y malévolo que quiere exterminar a la raza vampírica por el resentimiento que tiene
hacia la Virgen Escriba. Existe en un reino atemporal y posee enormes poderes, aunque no el de la creación.
Pheursom o Pherarsom (adj.) Término que se refiere a la potencia de los órganos sexuales del macho. La
traducción literal sería algo como «digno de penetrar a una mujer».
Princeps (n.) El rango más alto de la aristocracia vampírica, sólo superado por los miembros de la Familia Principal
o por las Elegidas de la Virgen Escriba. Es un rango que se tiene por nacimiento, sin que pueda ser concedido con
posterioridad.
J. R. WARD THE BEAST
Pyrocant. (n.) Término referido a la debilidad crítica que puede sufrir cualquier individuo. Esta debilidad puede
ser interna, como por ejemplo una adicción, o externa, como un amante.
Rythe. (n.) Rito por el que se intenta apaciguar a aquel/lla cuyo honor ha sido ofendido. Si el rythe es aceptado, el
ofendido escoge arma y golpeará con ella al ofensor, que acudirá desarmado.
The Scribe Virgen – La Virgen Escriba. (pr n.) Fuerza mística consejera del Rey, guardiana de los archivos
vampíricos y dispensadora de privilegios. Existe en un reino atemporal y tiene enormes poderes. Se le concedió el
don de un único acto de creación que fue el que utilizó para dar vida a los vampiros.
Sehclusion (n.) A petición de la familia de una hembra el Rey puede conferirle este estado legal. Coloca a la
hembra bajo la autoridad exclusiva de su whard, que generalmente es el macho mayor de la familia. Su whard tiene
el derecho de determinar su forma de vida, restringiendo a voluntad toda interacción que ella tenga con el resto
del mundo.
Shellan (n.) Vampiro hembra que se ha emparejado con un macho. Las mujeres vampiros no suelen emparejarse con
más de un compañero debido a la naturaleza dominante y territorial de estos.
Symphath (n.) Subespecie del mundo vampírico caracterizada, entre otras peculiaridades, por su habilidad y deseo
de manipular las emociones de los demás (con el propósito de un intercambio de energía). Históricamente, han sido
discriminados y durante ciertas épocas, cazados por los vampiros. Están cercanos a la extinción.
The Tomb – La Tumba (pr n.) Cripta sagrada de la Hermandad de la Daga Negra. Utilizada como emplazamiento
ceremonial así como almacén para los tarros de los lessers. Las ceremonias allí realizadas incluyen iniciaciones,
funerales y acciones disciplinarias contra los Hermanos. Nadie puede entrar, excepto los miembros de la
Hermandad, la Virgen Escriba, o los candidatos a la iniciación.
Trahyner (n.) Palabra usada entre machos que denota mutuo respeto y afecto. Traducida libremente como
«querido amigo».
Transition – Transición (n.) Momento crítico en la vida de un vampiro en el que él o ella se transforman en adulto.
Después de la transición, el nuevo vampiro debe beber sangre del sexo opuesto para sobrevivir y, a partir de ese
momento, no pueden soportar la luz del sol. Suele producirse a la edad de veinticinco años. Algunos vampiros no
sobreviven a este momento, especialmente los machos. Previamente a la transición, los vampiros son débiles
físicamente, sexualmente ignorantes e incapaces de desmaterializarse.
Vampire – Vampiro (n.) Miembro de una especie distinta a la humana. Para sobrevivir deben beber de la sangre del
sexo opuesto. La sangre humana los mantiene con vida, aunque la fuerza que les otorga no dura mucho tiempo. Una
vez que superan la transición, son incapaces de exponerse a la luz del sol y deben alimentarse obteniendo la sangre
directamente de la vena. Los vampiros no pueden transformar a los humanos con un mordisco o a través de una
transfusión, aunque en muy raras ocasiones pueden reproducirse con miembros de otras especies. Pueden
desmaterializarse a voluntad, pero para ello deben estar calmados, concentrados y no llevar nada pesado encima.
Son capaces de borrar los recuerdos de los humanos, siempre que dichos recuerdos no sean lejanos. Algunos
vampiros pueden leer la mente. La esperanza de vida es mayor a los mil años, y en algunos casos incluso más larga.
Wahlker (n.) Un individuo que ha muerto y vuelto a la vida desde el Fade. Se les otorga un gran respeto y son
reverenciados por sus tribulaciones.
Capítulo 1
que daño estético en la región testicular de un tío, árboles jóvenes que eran los
hijastros feos y deformes de los arces y robles más maduros y la hierba larga y
marrón de finales de octubre con la que podías tropezar como una putilla si
tratabas de correr.
Fue el campus del Club de los Poetas Muertos. Suponiendo que todos se
habían largado después de la película que se rodó en 1988 y nadie había tocado una
jodida cosa desde entonces.
Suponiendo que alguien hubiese añadido talco de bebé a todas las apestosas
cabezas de pescado.
Eso es demasiado para manejar, incluso para ellos, así que su pequeño…
regalo… de la Virgen Escriba le iba a venir muy bien.
dragón, a menos que se las arreglara para mantener sus niveles de energía
correctamente y moderara sus emociones, se armaría una buena.
Literalmente.
Esto último era más por discreción que por afecto. Mierda, sabía que esas
ratas sin cola nunca iban a ningún sitio sin dos cosas: media docena de sus
evolutivamente inferiores, codependientes nocturnos y jodidos colegas y sus putos
teléfonos móviles. Tío, YouTube era un dolor de culo total cuando querías mantener
en secreto tu guerra contra los no-muertos. Durante casi dos mil años, los vampiros
que luchaban contra la Sociedad Lessening del Omega no tenían a nadie más en el
negocio, a excepción de los combatientes que participaban, y el hecho de que los
humanos no pudieran manejar sus competencias básicas sobre arruinar el medio
ambiente y decirle al otro qué pensar y decir eran sólo unas de las razones por las
que los odiaba.
Puto internet.
1
6 mts.
J. R. WARD THE BEAST
Y así es como todo el mundo había terminado aquí, con sus pelotas entre la
maleza, esperando la cuenta atrás en sus relojes V-sincronizados para atacar a las
00:00.
Cristo, no podía recordar la última vez que estuvo tan excitado. Y no quería
pensar en el porqué. De hecho, ¿Cuánto tiempo había estado evitando pensar en
ello?
—Rhage.
Su nombre fue susurrado en voz tan baja que le hizo mirar a su alrededor
porque no estaba seguro de si su subconsciente había comenzado a hablar con él.
Nop. Era Vishous, y por la expresión de su hermano, Rhage hubiera preferido
2
16 mts
3
32 mts
4
Paso de baile donde te arrodillas en una pierna y giras alrededor.
J. R. WARD THE BEAST
tener desdoblamiento de personalidad. Esos ojos de diamante brillaban con una luz
terrible. Y esos tatuajes alrededor de la sien no ayudaban.
Oh, mierda no, pensó Rhage. Nop, no me estás haciendo esto ahora, hermano
mío.
—Rhage.
—Rhage.
Una fría sensación de terror recorrió las venas de Rhage, haciendo que su
temperatura bajara a fondo, y sin embargo sacudió la cabeza de nuevo. —Que te
den, Vishous. En serio.
5
Es el nombre comercial del "minoxidil", para regenerar el cabello en los hombres con calvicie y ayudar
el crecimiento del cabello en las mujeres con cabello fino
6
Actor estadounidense que trabajo en películas de terror de bajo presupuesto.
J. R. WARD THE BEAST
Cuando el corazón de Rhage se detuvo, miró hacia abajo a ese rostro que
había conocido durante tantos años, desde la localización de los tatuajes y los
labios apretados hasta el recorte en sus cejas negras... y la inteligencia radiante
que se solía expresar mediante un filtro de espada samurái-sarcasmo.
Rhage miró hacia otro lado, porque tenía que hacerlo. Era eso o su cabeza
explotaría. —No voy a dejar a los hermanos. No va a pasar. Podrías estar
equivocado, eso lo primero.
Sí y ¿cuándo fue la última vez que eso sucedió? ¿Siglo diecinueve? ¿Siglo
Diecisiete? ¿Nunca?
Bueno, y había una cuarta también. Y la cuarta razón... era mala, tan mala
que no podía retenerla por más de una fracción de segundo, la requerida para el
pedazo de mierda que se le venía a la mente.
—Rhage…
—Bueno, está bien, —Dijo Rhage entre dientes mientras se inclinaba hacia
adelante en sus caderas. —Entonces, ¿qué pasa si muero? Tu madre le dio a mi
Mary la gracia final. Si voy al Fade, Mary simplemente se encuentra conmigo allí.
No tienen que preocuparse de que vaya a estar separado de ella por siempre. Ella y
J. R. WARD THE BEAST
—Ella se las arregló para darme un puto alter ego de T. Rex. Eso es un buen
punto de credibilidad.
—Lo que sea, V, —susurró. —Si eres tan inteligente, preocúpate por tu
propia vida.
7
Comedia musical.
8
Película: La noche más oscura.
J. R. WARD THE BEAST
y que se metía en la estrecha cinturilla de sus pantalones que llegaban al suelo. Sin
nada de maquillaje en ella. Ni perfume.
Pero eso sería como tocar la Mona Lisa o rociar un rosal con un spray de
Febreze9.
Había unas cien mil maneras para detallar los atributos físicos de su
compañera y no solo con una frase, más bien un libro entero se acercaría más para
describir su presencia.
Ella era un reloj de muñeca deseado, carne asada cuando uno se moría de
hambre y una jarra de limonada cuando tenía sed. Ella era su capilla y su coro, la
sierra en su pasión por los viajes, la biblioteca para su curiosidad y cada amanecer
o al atardecer que haya existido ni existiría nunca. Con una mirada o una mera
sílaba de una palabra suya, tenía el poder de transformar su estado de ánimo,
dándole vuelo incluso mientras sus pies se quedaban en el suelo. Con un solo toque,
podría encadenar su dragón interior o hacer que se corriera incluso antes de que se
pusiera duro. Ella era todo el poder en el universo fundido en un ser vivo que
respira, un milagro que se le había concedido a pesar del hecho de que había estado
durante mucho tiempo sin merecer otra cosa que su maldición.
Mary Madonna Luce era la virgen que Vishous le había dicho que iba a venir
por él y ella era más que suficiente para convertirlo en un vampiro que temía a
Dios.
En esa nota...
Y sus demonios eran solo algo más difícil de tratar que sus hermanos.
9
Ambientador.
J. R. WARD THE BEAST
Dotada de personal por supuesto, era el gasto más grande... y con noticias
como lo que acababa de llegar a través de ese teléfono antiguo, Mary estaba muy
agradecida por jodidas prioridades de Marissa.
El chillido que su silla soltó mientras se inclinaba hacia atrás le hizo hacer
una mueca de dolor a pesar de que estaba acostumbrada al ruido.
10
Compañía de telecomunaciones.
J. R. WARD THE BEAST
que estaba sucediendo sin embargo, todo lo que podía escatimar era una con el
valor de un minuto de la respiración profunda patentada por Rhage.
Más bien de su variedad de yoga que le hacía inflar sus pulmones en tres
separadas partes, manteniendo el oxígeno dentro y a continuación liberarlo
despacio con tensión en los músculos.
Mary se puso de pie y tuvo que conformarse con meter casi dos… cosas en el
cajón de la compostura: una, Metió su blusa de seda de nuevo en su cinturilla y pasó
los dedos por el pelo, que estaba dejando crecer y dos, ella cambio su careta de
Halloween, congelándola para tener un semblante afectado, cálido y no como si
estuviera volviéndose loca por su propio trauma del pasado.
Cuando ella entró en el vestíbulo del segundo piso, el olor de la mezcla del
chocolate y el azúcar para hornear, la mantequilla y la harina anunciaba que la casa
estaba en pleno apogeo de La Noche de Toll House,11 y por un momento loco, se
sentía como si quisiera hacer estallar un montón de ventanas y dejar entrar el aire
frío de octubre para limpiar los olores de la casa.
Las instalaciones de Lugar Seguro habían comenzado como una casa de tres
pisos, con cuatro paredes y techos del siglo XX, que tenían toda la gracia y
distinción de una caja de pan. Lo que sí tenía eran dormitorios y cuartos de baño en
abundancia, una cocina útil y suficiente privacidad para que el mundo humano nunca
fuera a conseguir un soplo de que los vampiros estaban usando la cosa en medio de
ellos. Y luego vino la expansión. Después de que Wellsie la shellan de Tohr muriera
y él hiciera un regalo en su nombre para la instalación, el anexo Wellesandra había
sido construido por artesanos vampiros en la parte trasera. Ahora tenían una sala
comunitaria, una segunda cocina que era lo suficientemente grande para comer
todos juntos y otras suites adicionales para las hembras y sus crías.
11
Preparados de la marca Nesttle para hacer galletas.
J. R. WARD THE BEAST
La puerta del ático no hizo ningún sonido cuando Mary la abrió porque les
habían echado WD-4012 a las bisagras un par de noches antes. Las escaleras sin
embargo, sonaban todo el tiempo mientras las subían, los viejos tablones de madera
sonaban y chirriaban incluso aunque se aseguraran de que sus pies no aterrizaran
demasiado fuertes.
Ella fue a la que estaba cerrada y llamó. Cuando un "¿Hola?" le llegó suave,
ella empujó los paneles y se inclinó.
La niña que estaba sentada en una de las dos camas individuales trabajaba
los enredos de la cabeza de una muñeca con un cepillo que le faltaba algunas
cerdas. Su largo cabello castaño estaba recogido en una cola de caballo y su
vestido suelto estaba hecho a mano en un material azul, muy gastado, pero con
costuras que habían permanecido fuertes. Sus zapatos estaban desgastados pero
sin embargo, atados con cuidado.
— ¿Bitty?, —Dijo Mary un momento antes de que sus ojos color marrón
pálido se levantaran. —Ella no lo está haciendo bien, está ella.
12
Marca comercial de lubricante.
13
La Muerte.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 2
posiblemente no duraría ya que los asesinos trataron de cerrarse detrás del tipo,
aislarlo y crear una segunda línea contra el resto de los hermanos.
Ah, y P. D14, cuando alguien te dice que vas a morir ésta noche, ¿qué tal si no
corres de cabeza hacia un triple dígito de tu enemigo? Tú jodido mamón.
Callarse la boca al respecto hubiese sido como poner una bala en el propio
tío.
Por supuesto, diciendo que algo había funcionado tan jodidamente bien.
Porque iba a mandar a ésta zorra fuera de este campo de batalla aunque
fuese lo último que hiciera.
V retuvo su fuego hasta que estuvo a menos de diez pies 15 del alcance de su
primer objetivo, era esto o correr el riesgo de golpear a uno de sus hermanos o a
otro de sus guerreros. El lesser que tenía de diana era uno con el pelo oscuro, ojos
14
Post- data.
15
3.05 mts.
J. R. WARD THE BEAST
oscuros, y el tipo de agresión que encontraría en un oso pardo: torpe con una gran
cantidad de carretes de saliva. Una bala golpeó en la cuenca del ojo derecho y el
bastardo fue bueno como césped sobre el terreno.
No hubo que apuñalar a la cosa de vuelta al Omega. Vishous saltó por encima
de él todavía moviéndose, pero ya sin poder desplazarse, un pedazo de carne, y
disparó al siguiente. Identificando a un asesino rubio a unos cuatro metros y medio
a la izquierda, revisó rápidamente la periferia para asegurarse de que la
Hermandad no estuviese en apuros. Entonces, usando su detonador dedo
enguantado, se cargó al tipo que se parecía al Rod Stewart 16 de 1980.
Del número tres al infinito. V golpeó todo lo que era seguro sacar fuera,
asegurándose de que no se cruzaba ni un pelo o perjudicaba el fuego amigo sin
dejar de ser eficaz. A unos ciento treinta y siete metros del videojuego más
tarde, había llegado tanto al refugio como al peligro: la primera de las residencias
en la que ellos habían planeado originalmente para tender una emboscada. La
maldita cosa era una cáscara ahuecada con un montón de escondites que sólo un
tonto asumiría estaban vacíos, y tuvo la precaución de controlar sus seis cuando
regresó abajo al lado del edificio de ladrillo, pasando por debajo de las ventanas,
saltando por encima de arbustos bajos.
Tan pronto como llegara hasta Rhage, iba a tener los labios hinchados como
una maldita reina de belleza.
16
Cantante, músico, compositor y productor británico de rock.
17
Hijo de Puta.
J. R. WARD THE BEAST
Era la zona, y como suele suceder algo se apoderó de él más que nada tan
pronto como comenzó a luchar. Pero con Rhage bajo su piel, en el culo, y jodiendo
su cabeza, la mierda llegaba tarde a la fiesta.
Como por ejemplo, tres figuras corriendo lateralmente a través del teatro
del combate hacia la salida. Sí, seguro podrían ser lessers que se meaban en sus
calzoncillos y desertaban, excepto por una cosa: La sangre del Omega en sus
cuerpos era un jodido localizador GPS, y tener que decirle a ese tipo de jefe que
eras un afeminado fuera de un combate como este, garantizaría el tipo de tortura
que hacía que el Infierno se pareciese a vivir de prestado en la casa de alguien.
Maldita sea, no podía dejarlos ir. No cuando podrían acabar llamando a los
polis y añadiendo otra capa de SGM20 en ésta casa de la risa.
18
En el original catch 22. Una situación en la que un resultado o solución deseada es imposible de
alcanzar debido a un conjunto de reglas o condiciones inherentemente ilógicas
19
What The Fuck: Que Mierda.
20
Segunda Guerra Mundial.
J. R. WARD THE BEAST
El siguiente paso fue pisar el esternón del tipo y poner una pistola en su
cara. Contemplando la santa mierda y escupiendo lo que estaba pasando, esto se
llevó todo el autocontrol de V para no cortar la garganta del chico, y luego ir como
Jason Voorhees24 terminando con el par que todavía estaba en la carrera. Había
tenido que hacerlo además con humanos. Tenía verdadero trabajo que hacer, pero
noooo, estaba una vez más limpiando el culo a estas ratas sin cola para que el resto
no se alterasen porque los vampiros caminaban entre ellos.
—Tuviste un mal viaje, tonto del culo, —murmuró V—. Mal viaje. Todo esto
es sólo un mal puto viaje. Ahora huye rápido con Papá y Mamá.
21
La autora hace un símil con la forma en que Appel pone el nombre a sus productos.
22
Pedazo de Mierda.
23
Estadounidense, director, productor, escritor, actor y compositor de cine famoso por ser el director
de las dos nuevas películas de star trek y dirigir el Episode VII de star Wars.
24
Protagonista multihomicida de la serie de terror Viernes 13.
25
Departamento Policial Caldwell.
J. R. WARD THE BEAST
Vishous tomó la delantera con otro salto e interceptó a Frick y Frack 26. Y
sabes, la mera presencia de V materializándose de la nada, fue suficiente para
romper a través de su pánico, el par se paró en seco como si fuesen perros
encadenados que se habían quedado sin eslabones de acero, tirándose hacia atrás
en sus zapatos y arremolinando sus parkas Buffalo Bills27 a juego.
Apagando las luces de ellos mentalmente, les cacheó, limpiando sus bolsillos
y sus memorias a corto plazo al mismo tiempo, entonces les inculcó que huyesen
poniendo cuidado una vez más, rezando para que uno u otro tuviese una enfermedad
cardiaca no diagnosticada que apareciese de repente bajo la tensión y lo matase
descaradamente.
El asesino salió de la última ventana por la que había pasado por debajo, y
¿sin el crujido del marco? V hubiese acabado agujereado. El instinto más que la
formación tenía su brazo moviéndose fuera y alrededor antes de que fuera
28
consciente del movimiento, su dedo índice apretó una libra de plomo a la derecha
en la cara del hijo de puta, nubes de sangre negra explotaron la parte posterior del
cráneo como botellas de tinta que caían desde una gran altura.
26
Dos patinadores suizos que llegaron a USA en 1937 y se unieron al Ice Follies show, una comedia de
patinadores sobre hielo.
27
Equipo de fútbol americano de Jersey.
28
0.45 kg.
J. R. WARD THE BEAST
No había tiempo para quitarles las armas a ninguno de los dos o para
apuñalarlos de vuelta al Omega.
—Jesucristo —murmuró V.
No había nadie de sobra en una situación que podría haber tenido tres a
cuatro compinches.
29
0.2 km2
J. R. WARD THE BEAST
¿Lo único que no estaba bajo control? Su hermoso rostro para –los-libros-
de-historia se retorció con el gruñido de un monstruo, la rabia asesina dentro de él
ni siquiera parcialmente encadenada. Y esto podría haber sido casi aceptable.
Vishous trabajó tan rápido como pudo, apuñalando vísceras, cabezas, hasta
que el hedor saturó el aire libre, incluso con el viento soplando en la dirección
opuesta. Pero tenía que compensar el campo de tiro en constante rotación de
Rhage, permanecer fuera del mismo rango, porque mierda sabía que no tenía
confianza en que el hermano podría diferenciar entre objetivos.
Algo.
Vishous se acercó más, pasando por encima de los cadáveres animados sobre
la tierra, cubriendo la espalda de Rhage cuando la rotación continuó. — ¡Rhage!
— ¡Rhage!
—Estás fuera de aquí —Ladró V. —Me estás jodiendo de verdad con ésta
mierda...
Justo en el centro del pecho de Rhage porque, hola, era el objetivo más
grande fuera de una de las puertas de esa jodida residencia en el campus.
Rhage dejó escapar un gruñido y sus dos brazos golpearon al cielo, que
patentó, compresión autonómica en los gatillos en esas manos vaciando esos
cargadores: ¡Bang, bang, bang, bang! hasta el cielo, hasta el paraíso, como si Rhage
estuviese maldiciendo de dolor.
A diferencia de los chicos del Omega, un impacto directo como ese podía
noquear a cualquier vampiro, incluso a un miembro de la Hermandad. Nadie se
alejaba de esa mierda, nadie.
Capítulo 3
Cada vez que Mary se reenfocaba en la carretera, apretaba con más fuerza
el volante. Y el acelerador.
30
1.62km2
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Necesitas ayuda?
—No gracias.
Bitty estaba claramente decidida a salir del coche por su cuenta, aunque
tardó un poco más de lo que podría haber sido de otra manera. Y el retraso era tal
vez intencional. El qué-es-lo-siguiente después de ésta muerte era casi demasiado
terrible de contemplar. Sin familia. Sin dinero. Sin educación.
Cinco minutos más tarde, habían pasado a través de unos cuantos puestos de
control y bajado por el hueco del ascensor, con lo cual salieron a una
impecablemente limpia recepción bien iluminada y a una zona de espera que olía
exactamente igual a las que había en los hospitales humanos: a imitación de limón,
perfume desvanecido y un poco a la cena de alguien.
31
Autor de la ley del reflejo condicionado, que simplificando, dice que a un cierto estímulo le
corresponden ciertas respuestas.
J. R. WARD THE BEAST
Buenos tiempos.
—Es por allí —dijo con urgencia la hembra—. Por las puertas dobles. Voy a
desbloquearlas. El puesto de enfermería está justo delante. Ellas la llevarán dentro
directamente.
La enfermera en cuestión tenía el pelo negro corto, ojos azules a juego con
su uniforme y una cara como la de Paloma Picasso. —Te llevaré con ella.
Mary siguió detrás de Bitty, guiando a la niña ahora por los hombros,
mientras iban por un pasillo y luego por otro hacia lo que era obviamente, la sección
de la UCI32 del lugar: las habitaciones de hospital normales no tenían paredes de
cristal con cortinas en el interior. No había demasiado personal alrededor. No
había pizarras con estadísticas intermitentes detrás del puesto de enfermería.
Cuando Bitty vaciló, Mary se inclinó hacia abajo. —No voy a dejarte.
32
Unidad de Cuidados Intensivos.
J. R. WARD THE BEAST
Y de nuevo, eso era algo que Mary se estaba diciendo a sí misma. La chica
nunca había parecido particularmente preocupada sobre si el personal de Lugar
Seguro estaba o no a su alrededor.
—Vamos, Bitty —dijo con voz ronca—. Vamos a sostener su mano. Ella querrá
saber que estás aquí.
Mary se inclinó hacia delante y tomó la mano suave y fría. —Hola, Annalye.
Bitty ha venido a verte.
— ¿Cómo?
— ¿Mahmen?
Todas a la vez, las alarmas comenzaron a saltar con renovado pánico, los
sonidos estridentes cortando a través de la frágil conexión entre madre e hija,
trayendo al personal médico hacia la cama con ímpetu.
— ¡Mahmen! —Bitty la agarró con las dos manos—. ¡Mahmen! ! ¡No te vayas!
Mary se vio obligada a apartar a Bitty fuera del camino cuando Havers
empezó a dar órdenes. La chica luchó contra el agarre, pero luego se derrumbó
mientras gritaba, estirando sus brazos hacia su madre, su pelo enmarañándose.
—Tenemos que irnos, —dijo Mary, tirando del cuerpo de Bitty de nuevo
hacia la puerta—. Vamos a esperar fuera.
—Oh... joder.
completo de pánico. Lucha por todas partes. Ninguna parte ha cubierto. Se agotaba
el tiempo. Butch vino corriendo hacia ellos con la cabeza gacha, su cuerpo
transportando su culo y algo más, mientras disparaba un par de cuarentas
alrededor de sí mismo, bombeando rondas de modo que los asesinos en serie
chocaban con el suelo y se colocaban en posición fetal para evitar ser conectados
con el plomo. El ex policía se deslizó con los pies por delante, sus armas en pie y
pateando, sus piernas de bulldog y su torso arando una parada en la hierba espesa
de color marrón.
El destello de luz fue tan brillante, tan repentino, que se preguntó quién
demonios estaba perdiendo el tiempo apuñalando a un asesino de vuelta al Omega.
— ¡Jodeeeeeeeeeeeeer!
Ambos irrumpieron en una carrera en cuclillas, con las cabezas gachas, sus
piernas rasgando a través de una zona abierta mientras saltaban por encima de
lessers retorciéndose y cambiando su rumbo para convertirse en objetivos más
difíciles. Cuando llegaron al edificio abandonado de aulas más cercano, uno-
después-del-otro dieron la vuelta a la esquina y entraron a cubierto, V tomó la
delantera y Butch la parte posterior.
Capítulo 4
No hay dolor.
No había dolor del disparo en el pecho de Rhage. Y ese fue su primer indicio
de que esa mierda era crítica. Las heridas que duelen tienden a no ser del tipo que
te dejan en estado de shock. ¿Ninguna sensación? Probablemente una buena
indicación, junto con el hecho de que le habían arrancado sus shitkickers y que el
golpe estaba justo en el esternón, él estaba en peligro mortal.
Sangre en su boca, espesa por la garganta… una marea creciente que iba en
contra de sus esfuerzos por conseguir oxígeno para sus pulmones. Escuchar se
había reducido a una versión amortiguada de sí mismo, como si se hubiera relajado
en una bañera y el nivel del agua hubiera llegado a lo largo de ambos oídos. La vista
iba y venía, el cielo nocturno por encima de él se revelaba y ocultaba como si las
cosas fallaran y se reiniciaran de nuevo. La respiración era más y más difícil de
aspirar, un peso amontonándose sobre su pecho, primero como una bolsa de lona,
después un futbolista, ahora una furgoneta territorial.
¡Mary!
Se suponía que Mary sería capaz de dejar la tierra con él. Se suponía que le
permitirían seguirlo cuando entrara en el Fade. Eso era parte del arreglo que había
hecho con la Virgen Escriba: Él mantendría su maldición, su Mary sobreviviría a la
leucemia, y como su compañera era infértil por su tratamiento contra el cáncer,
ella podría quedarse con él durante todo el tiempo que quisiera.
Del mismo modo que oyó la voz de Vishous en la cabeza, la cara del hermano
se disparó en su visión, sustituyendo a los cielos. La boca de V se estaba moviendo,
esa perilla desplazándose a su alrededor mientras enunciaba sus palabras. Rhage
intentó apartar al macho, pero sus brazos no estaban escuchando a su cerebro.
La última cosa que necesitaba era que alguien más muriera. Aunque como
hijo de la Virgen Escriba, V probablemente era el menos propenso a preocuparse
por algo tan vainilla como una rueda dentada. Pero mientras Butch, el número tres
de la troika, llegó en una fracción de segundo y empezó a aullar, ¿también? Ahora,
había un tipo sin permiso de paso por el pasillo del Grim Reaper.
¡No! Les ordenó Rhage. Díganle a Mary que la amo y dejarme en paz antes de
que empiece…
Así como el sentimiento de que este esfuerzo era una pérdida de tiempo de
mierda. Si se estaba muriendo, el dragón estaba tomando su lugar en la mesa de
juego.
A pesar de que su fuerza vital decaía, hizo todo lo posible por irse con el
flujo mientras los desgarros y rasguños se acumulaban en su cuerpo. Incluso si
hubiera tenido la energía, la lucha contra ese momento era un esfuerzo inútil, y le
puso las cosas más fáciles. Aun así, mientras su mente y su alma, sus propias
emociones y consciencia retrocedían, era inquietante que no supiera si era la
muerte, o la transformación que le iba asentando hacia atrás.
Sólo en este caso, tenía la sensación de que no iba a ser llevado de vuelta
hacia abajo.
Y era divertido. Todas y cada una de las entidades que tenían consciencia y
conocimiento de su propia mortalidad se preguntaban de vez en cuando, sobre el
cuándo y dónde, el cómo y el porqué de su desaparición. Rhage había sido culpable
de esa mórbida deriva de su pensamiento creído, especialmente durante su período
pre-Mary, cuando había estado solo con nada más que un catálogo de sus fracasos y
debilidades para hacerle compañía durante las horas densas y desiertas de la luz
del día.
Dada la naturaleza de su trabajo, nada de eso era una sorpresa. Vale, tal vez
la parte de la preparación de las clases, pero eso era todo.
J. R. WARD THE BEAST
Iba a echar de menos a sus hermanos. Jesús… eso dolía más que el asunto
de la bestia. Y se iba a preocupar por todos ellos, y el futuro de la monarquía de
Wrath. Mierda, iba a echar de menos ver a Nalla y a L.W.33 crecer. Y a los gemelos
de Qhuinn nacer, ojalá vivos y bien. ¿Sería capaz de verlos desde el Fade?
El terror le golpeó, pero fue difícil contener la emoción mientras sentía que
se debilitaba aún más. Para calmarse, se dijo a sí mismo que la Virgen Escriba no
mentía. La Virgen Escriba era todopoderosa. La Virgen Escriba había determinado
la balanza necesaria para salvar la vida de su Mary y les había dado un gran regalo
para contrarrestar el hecho de que su shellan no pudiera tener hijos.
Ningún hijo, pensó con una punzada. Él y su Mary nunca tendrían hijos de
ninguna forma posible.
Y tenía que tener fe en que cuando fuera hacia esa puerta al Fade, y
cruzara a través de ella hacia lo que fuera que hubiera el otro lado, ella sería capaz
de encontrarle.
Todo esto era el por qué la muerte suponía una tragedia, pensó. Era la gran
separación, y a veces golpeaba sin avisar, un ladrón vicioso robando a la gente la
moneda emocional que les llevaría a la quiebra por el resto de sus vidas.
33
Little Wrath.
J. R. WARD THE BEAST
últimamente, distancia a la que él había tomado por sentado que tenía tiempo y
espacio para corregir.
Mierda. Debería haber hablado las cosas con ella, excavando a fondo para
descubrir dónde estaba el problema, reparándolo juntos de modo que una vez más
fueran almas unidas.
El problema era, se dio cuenta con pavor, cuando su corazón finalmente paró
de latir en su pecho, que todo lo que deseabas haber dicho pero no lo habías hecho,
todas las piezas perdidas de uno mismo que aún tenías que dar, todos los errores
que habías metido bajo la alfombra en la apariencia de una vida que es muy
ajetreada, eso se paró también. Un paso dado a medias, nunca completado, era el
peor arrepentimiento que una persona podría tener.
Sólo quizá no lo aprendiste hasta que todas las cosas que nunca te habías
preguntado sobre tu muerte ocurrían realmente. Y sip, aquellas cuestiones sobre
las que te habías preguntado, el cómo y el por qué, el dónde y el cuándo, resultaban
ser bastante jodidamente irrelevantes cuando te ibas del planeta.
El Fade venía por él. Y sólo podía rezar porque su Mary Madonna fuera
capaz de encontrarle en el otro lado.
— ¡Madre! —Su voz se hizo eco, rebotando entre las paredes—. ¡Dónde
cojones estás!
—Joder.
— ¿De qué demonios estás hablando? —Oh, y sí, sabía que se suponía que no
tenías que preguntarle, pero que le jodan—. ¿Qué se supone que significa?
—Sólo sálvale, eso es todo. Sácalo del escenario del conflicto para que
podamos operarle y te dejaré que te pudras en paz.
Vale, ahora sabía por qué los humanos con problemas con sus madres salían
en los programas de entrevistas de Lassiter. Cada vez que V estaba cerca de ésta
hembra, caía en un caso de psicosis materno-filial inducido.
Hubo una larga pausa, y se preguntó si ella se habría dormido o algo así y
tío, la odió. Ella era tan malditamente desertora, apartándose del mundo,
secuestrándose a sí misma hasta aquí como un recluso de mal humor porque nadie le
estaba besando el culo como ella quería.
Te jodes.
Para ti.
— ¿Crees que estoy preocupado por él y Mary? Bien. Me tragaré esa mierda
también, porque ahora mismo no parece que te vayas a levantar, mucho menos
acompañar a una no-entidad a quien tú sacaste del continuo tiempo a través de la
división entre el Fade a un tiempo determinado por la elección de una hembra.
Joder. Ahora que había dicho eso en voz alta, realmente tenía que
preguntarse si esa cosa que abultaba en la cama podía en realidad cumplir la
promesa que había hecho en lo que parecían los viejos tiempos, a pesar de que
había sido hacía solo tres años.
Déjame. Me cansas.
—Te canso. Sí, porque tienes tantas putas cosas que hacer aquí. Jesucristo.
Vishous se marchó por la puerta que había abierto de un empujón. Con cada
paso que daba, esperaba que ella le llamara para que volviera, que dijera algo más,
que pusiera un aguijón en su pecho que sería casi tan letal como el que Rhage había
recibido abajo. Cuando no lo hizo, y la puerta se cerró directamente tras él, cerca
de golpearle el culo, pensó que debería haberlo jodidamente sabido.
Sus ojos fueron hacia los pájaros que le había traído, y la bandada se
encogió ante él, arrastrando las patas hacia un conjunto de ramas en la parte
posterior del árbol blanco, acurrucados juntos como si fuera a romperles el cuello
uno a uno.
Esos pichones habían sido una rama de olivo de un hijo que en realidad nunca
había sido querido, sino que tampoco se había comportado bien. Su madre
probablemente no había gastado en ellos mucho más que un vistazo y qué sabes,
que había ido más allá de ese breve destello de debilidad conciliadora también,
para volver a las costas de su enemistad ¿Cómo podría no hacerlo?
La Virgen Escriba no había ido a ellos cuando casi habían asesinado a Wrath.
Ella no había ayudado al Rey a mantener su corona. Beth había estado cerca de
morir dando a luz y había tenido que renunciar a tener más hijos en el futuro para
sobrevivir. F.F.S.35 Selena, una de las Elegidas de la propia Virgen Escriba, había
34
Línea de juguetes de autos y camiones.
35
For Fuck's Sake: Para joderse bien.
J. R. WARD THE BEAST
muerto y había roto el corazón de un maldito buen macho ¿y cuál fue la respuesta?
Nada36.
Girando su cabeza alrededor, V miró a la puerta que ella había cerrado con
su voluntad. Estaba encantado con que sufriera. Y no, no confiaba en ella.
36
En español en el original.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 5
El agua que corría entre las manos de Mary estaba fría, y aun así le quemaba
la piel, probando que los finales opuestos del termómetro podían coexistir al
mismo tiempo.
Mary se centró en su reflejo. Sip. Se veía tan mal como se sentía: De alguna
manera, en los últimos treinta minutos, se había formado bolsas negras bajo las
cuencas en las que se habían hundido, y su piel estaba pálida como el azulejo sobre
el que estaba de pie.
¡La maté!
Mary tuvo que cerrar los ojos y recomponerse otra vez. Cuando los abrió de
nuevo, intentó recordar qué estaba haciendo. Oh. Bien. Había una pequeña pila de
toallas de papel en un estante, del tipo pliegue sobre pliegue, y cuando iba a tomar
una y salpicó de agua todas las demás, pensó que era extraño que Havers, que era
tan preciso con respecto a sus instalaciones, promoviera semejante desorden. Oh…
lo pilló. El dispensador en la pared de la puerta estaba roto, la parte inferior
colgando.
J. R. WARD THE BEAST
¡La maté!
— ¿Bitty? —Cuando eso salió fuera como nada más que un croar, se aclaró la
garganta. —Bitty.
Después de que se secara las manos, se volvió hacia los urinarios. —Bitty,
voy a entrar si no sales.
La chica abrió el panel central, y por alguna razón, Mary supo que no
olvidaría la señal de esa pequeña mano curvándose alrededor, agarrando y no
dejando marcharse cuando ella salió.
Ella había estado llorando ahí dentro. Sola. Y ahora esa chica estaba siendo
forzada a mostrar su rostro, estaba tratando de hacer exactamente lo que la
propia Mary había luchado desesperadamente.
—Aquí, déjame… —Cuando la voz de Mary se secó, regresó por las toallas
de papel y humedeció una en el lavabo que había usado. —Esto ayudará.
Lo siento tanto.
Dios, esa mirada marrón pálido era intensa. —Van a llevarla a… bueno, van a
incinerarla.
— ¿Qué es eso?
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Eso la dolerá?
Mary se aclaró la garganta otra vez. —No cariño. Ella no sentirá nada. Es
libre… está en el Fade, esperándote.
Las buenas noticias eran que al menos Mary sabía que eso era cierto. A
pesar de que se había criado como católica, había visto a la Virgen Escriba por sí
misma, así que no, no estaba engañando a la niña, ni compasivamente. Para los
vampiros de hecho había un cielo, y encontrarían, real y verdaderamente a sus
amados allí.
El último trozo era sólo un hábito, suponía ella. Como una pretrans, Bitty
podía tolerar cualquier cantidad de luz que el sol pudiera lanzar sobre ella. Y la
verdad era que sólo quería conseguir alejar a la chica de toda la muerte de aquí.
La maté.
—Me gustaría poder volver más tarde. Cuando me despierte ésta noche.
Bitty miró por encima de su hombro. — ¿Por qué no puedes volver? Es tan
extraño. Quiero decir, puedo recordar todo de ella. Es como… es como si mis
recuerdos estuvieran en una habitación por la que pudiera pasear dentro. O algo
así.
Mary frunció el ceño, pensando que era una forma demasiado madura de
comentar para alguien de su edad.
Fuera en el pasillo, Mary quiso ponerle una mano sobre su pequeño hombro,
pero se contuvo. La niña estaba tan auto-contenida, de la forma en que un libro lo
sería en medio de una librería, o una muñeca en una línea de objetos de colección, y
era difícil de justificar el romper los límites.
—No.
Ésta pesadilla en el lugar de trabajo era algo a lo que Mary iba a tener que
enfrentarse ella sola.
Una entrada a la I-87 apareció tan pronto como llegaron al lado del centro
del puente, y el intermitente sonó fuerte en el interior de la camioneta. Yendo
hacia el norte, Mary permaneció en el límite de velocidad y fue sobrepasada por un
par de camiones de dieciocho ruedas de ochenta por sesenta y cinco. De vez en
cuando, las luces marcaban las zonas de fusión por encima en un ritmo que nunca
duraba mucho tiempo, y el poco tráfico que había no había disminuido más a medida
que continuaban hacia adelante.
Cuando llegaron a casa, Mary decidió que iba a intentar dar algo de comer a
la niña. Bitty no había tomado la Primera Comida, así que tenía que estar muerta de
hambre. Después quizá una película hasta el amanecer, algo tranquilo. El trauma
estaba muy fresco, y no sólo el tema sobre perder a su madre. Lo que le había
pasado a Havers había tenido que estar sacando el tema de todo lo que había
venido de antes… el abuso doméstico, el rescate donde Rhage, V y Butch habían
matado al padre para salvar a Bitty y a su madre, el descubrimiento de que la
madre estaba nuevamente embarazada, la pérdida del bebé, los siguientes meses
persistentes en los que Annalye nunca se había recuperado del todo…
— ¿Señorita Luce?
— ¿Sí? —Oh, Dios, por favor pregúntame algo que pueda responder
decentemente. — ¿Sí, Bitty?
— ¿Qué…?
Oh, Dios.
—Oh, Bitty, lo siento — negó Mary. —He debido perder la cuenta de las
salidas. Yo…
Bueno, sabía la respuesta a eso… todos los casos hipotéticos que habían
estado corriendo en su cabeza sobre lo que iban a hacer cuando se bajaran del
coche eran cosas que implicaban el lugar donde Mary vivía con Rhage, el Rey, los
Hermanos, los luchadores y sus compañeras.
A pesar del caos de todos los disparos, la maldición y las carreras locas de
un lado a otro, el sonido atronador que cruzó a través del campus abandonado fue
el tipo de cosa que conseguía la atención de uno.
Caída libre.
Assail agarró un puñado de pelo aún marrón, metió el cañón en esas fauces
tan abiertas y apretó el gatillo, volando la parte posterior del cráneo,
incapacitando el cuerpo de tal manera que cayó sobre él como un peso muerto
retorcido. Apartando el cadáver animado se puso en pie.
Su movimiento en vertical fue lo que lo hizo, los ojos del dragón se fijaron
en él y se estrecharon en ranuras. Entonces con otro rugido, el asesino fue hacia
él, golpeando sobre el suelo, aplastando asesinos bajo sus enormes patas traseras,
sus garras delanteras curvadas hacia arriba y listo para atacar.
— ¡Joder!
maleza, sin ninguna protección significativa. ¿El edificio más cercano? A dos
kilómetros. Al menos.
Con una maldición, corrió más rápido que nunca, machacando los músculos de
sus piernas, pidiendo más y más.
Era una carrera que la bestia debía ganar… una victoria que era inevitable
cuando un paso de cinco pies trataba de escapar de un par de piernas que podrían
cubrir veinticinco en un solo salto. Con cada segundo, ese golpeteo se hacía más y
más fuerte hasta explosiones de aliento caliente golpeando la espalda de Assail,
sobrecalentándole a pesar del frío.
El mordisco vino tras el gran rugido, esas mandíbulas chasqueando tan cerca
de la nuca de Assail que se encogió a pesar de que eso redujo el paso. Demasiado
tarde para salvarse sin embargo. Levantado en vilo. Fue levantado en vilo,
arrancado de la tierra en mitad de un paso… ¿solo que por qué no había más dolor?
Sin duda si la bestia lo hubiera atrapado por los hombros o el torso, estaría
siendo torturado con… no, espera, lo tenía por la chaqueta. La cosa lo tenía por la
chaqueta de cuero, no por la piel, una banda de constricción cortándole a través de
los pectorales y levantándolo por las axilas, sus piernas colgando, su arma
disparando cuando sus manos se convertían en puños. Bajo él, el paisaje se inclinó
como si estuviera en un sube y baja, los lessers huyendo, los Hermanos luchando,
los arbustos y árboles altos lanzándose a su alrededor mientras él lo sacudía todo.
El crujido fue algo que repercutió por todo su cuerpo y lo dejó tan inútil
como un bebé desatendido, toda la respiración perdida, su visión desenfocada. Pero
no había tiempo si quería vivir. Enroscándose, él…
Esas balas de cuarenta milímetros no hacían nada para frenar a la bestia allí
abajo, rebotaban en las escamas púrpuras como si fueran guisantes arrojados
contra un automóvil. Pero la carga de plomo del rifle de caza causó un aullido de
dolor y un retroceso.
Assail utilizó su brazo bueno para levantarse del suelo, y sus piernas de
nuevo comprometidas con admirable aplomo. Sosteniendo su extremidad lesionada
contra el pecho, tiró tan fuerte como pudo, los restos de su chaqueta aleteando, su
estómago dando vueltas, su corazón acelerado.
¡BOOM!
Cualquier parte, cualquier parte… tenía que llegar a cualquier parte fuera de
ese puto alcance… y rápido. Fatal, su cuerpo no estaba escuchando. Incluso cuando
su cerebro estaba pidiendo a gritos más rapidez, todo lo que podía hacer era
tambalearse como un zombi…
Sin aviso, Assail fue arrojado como la basura que era, y aterrizó sobre un
suelo con un rebote que le hizo vomitar otra vez. La puerta se cerró de golpe,
después todo lo que escuchó fue la pesada respiración de su primo. Y la suya propia.
— ¿Fuiste tú?
V bajó la mirada hacia sí mismo. — ¿Tienes algo en contra del cuero negro?
— ¡Mierda!
—No idiota, viene por nosotros —V asintió hacia una ventana nublada. —
Maldita sea.
El aire fresco nocturno disipó el olor a humedad, pero fue casi un alivio dado lo que
se había precipitado al acceder.
No había ningún sitio donde huir. La criatura estaba de pie sobre el edificio,
preparado para atacar a lo que se había convertido en su fiambrera. No había
ningún sitio donde ponerse a cubierto. Ninguna defensa capacitada para resistir.
—Vete —le dijo Assail al Hermano mientras esos enormes ojos de reptil se
entrecerraban y la boca del cañón explotaba con una exhalación caliente y fétida
como un contenedor de basura en verano. —Dame tu arma. Lo distraeré.
—Tú nos diste ésta localización. Nos diste la cabeza del Fore-lesser. No voy
a dejarte joder, gilipollas.
La hembra humana de quien se había enamorado y había tenido que dejar ir.
Porque ella no podía soportar su estilo de vida, y él estaba demasiado enganchado
para pararlo, incluso por ella.
Capítulo 6
El tazón en el que vertió las cosas era de color crema con anillos
concéntricos amarillos ribeteando el borde. Sacó una cuchara limpia del cajón y dio
la vuelta al mostrador de la gran tosca mesa de corte.
Bueno, al menos una comida sencilla como ésta no era susceptible de ser
contraproducente. Y tan pronto como Bitty lo hubiese tomado, Mary iba a ir a
buscar a otro miembro del personal para atender a la chica y luego conseguir un
poco de asesoramiento para sí misma.
37
Marca de sopa enlatada, hecha a base de caldo de pollo y con la pasta en forma de estrellas.
38
Esclerosis Múltiple.
39
Marca de galletas saladas, tipo crackers.
J. R. WARD THE BEAST
Cuando ella regresó de los armarios con la caja de galletas saladas, Bitty
estaba probando el sabor, y Mary se sentó enfrente de la mesa para no molestar a
la chica.
Ella se comió una. Y entonces se dio cuenta de que no había comido nada
hacía tiempo y tenía hambre también…
—Sí.
—Lo tengo.
—Sí.
Mary cerró los ojos. Annalye nunca había mencionado ninguna relación. No
les había revelado nada en el papeleo o nombrado un familiar cercano. Y la hembra
se había dado cuenta de que su estado se deterioraba, por lo que si había un
hermano en alguna parte, seguramente ella le habría hablado a alguien sobre él y
esto se habría anotado en el expediente.
—No. —Bitty miró fijamente su sopa—. Pero él vendrá por mí. Eso es lo que
hace la familia. Lo leí en ese libro.
J. R. WARD THE BEAST
Mary tenía algún vago recuerdo de un libro para niños sobre los diferentes
tipos de familia: biológico, adoptado, con los abuelos, así como aquellos que
resultaban de los donantes de esperma, donantes de óvulos, la FIV 40.
—Bitty.
— ¿Sí?
Cuando sacó fuera su teléfono y vio quién era, pensó, ¡oh, Dios! — ¿Butch?
¿Hola?
—Fuera de control.
Esos ojos de color pardo claro se elevaron hacia ella. — ¿Qué va mal?
—Nada. Yo solo... Voy a traer a Rhym para que esté contigo. Ella se va a
sentar aquí y ¿tal vez las dos pueden tomar el postre?
40
Fecundación In Vitro.
J. R. WARD THE BEAST
—Estoy bien. Voy a subir y hacer la maleta, así estaré lista para el tío.
Mary negó con la cabeza. —Bitty, antes de que hagas eso, ¿tal vez tú y yo
deberíamos intentar encontrarlo primero?
Justo cuando se preguntaba dónde diablos se suponía que debía ir desde allí,
la pregunta fue contestada. A través del prado, la bestia se destacó entre los
edificios abandonados como algo salido de una película de SyFy Channel41.
Mientras corría hacia el dragón, ella puso dos dedos en la boca y sopló con
fuerza.
El rugido que siguió era algo que ella conocía muy bien. La bestia estaba lista
para su Happy Meal42, y toda esa cosa de la recolocación de la viga fue su manera
de entrar en el recipiente.
Mary tropezó con algo…, oh Dios, era un lesser al que le faltaba un brazo… y
ella siguió su camino, dando otro silbido. Y un tercero…
41
Canal de TV, característico por emitir programas relacionados con la ciencia.
42
Comida Feliz.
J. R. WARD THE BEAST
La bestia miró atrás a lo que ahora eran tan sólo cuatro paredes de ladrillo
y no mucho más, y un gruñido curvó su labio negro de dientes afilados que le habría
dado una gran inseguridad dental blanca. Pero al igual que un pastor alemán llamado
para acercarse a su entrenador, la maldición de Rhage se apartó de su trabajo de
deconstrucción y brincó hacia ella.
Estirando sus manos hacia arriba, ella recibió la gran, inclinada cabeza con
suaves palabras de elogio, poniendo su mano sobre su mejilla circular, dejándole
respirar su aroma y escuchar su voz. En su visión periférica, vio a dos personas
escaparse del arruinado edificio… haciendo que una persona que era físicamente
capaz corriese rápido, y otro que estaba sobre un fuerte hombro obviamente,
herido.
El dragón se hizo cargo a partir de ahí, girando hacia los tiradores al mismo
tiempo que se las arreglaba para envolver la cola en torno a Mary y meterla contra
su flanco. Y luego se pusieron en movimiento. El viaje era duro, como un toro
mecánico sufriendo subidas de tensión, y ella se aferró a una de las púas más
grandes para salvar su vida.
Gracias Dios por esa protuberancia ósea. Porque lo que sucedió después
involucraba una gran cantidad de "Retuércete y Grita”.
Primero fueron los gritos. Terrible, una pesadilla de gritos de los que
debería haberse cubierto los oídos para bloquearlos… excepto que ella no se
atrevía a soltarle y arriesgarse a lanzarle libre…
Algo que era vagamente redondo y tenía una cara en un lado y una mata de
pelo rubio en el otro botó como una pelota de básquet a través de la alta hierba
que había sido aplastada bajo las enormes patas traseras del dragón ... patas…
garras... lo que sea.
El paisaje parecía vacío sin nada en movimiento, nada más que edificios
estáticos, en descomposición, árboles sin hojas y sombras oscuras que se
quedaban donde siempre se veían. Los Hermanos debían seguir todavía en el
campus; imposible que se marchasen sin Rhage. Pero no cabía duda de que estaban
viendo el gran dragón detrás de un buen refugio. ¿Y en cuanto a los asesinos? El
equilibrio del enemigo ya se debía haber acabado, o ser incapacitado, o ser comido.
Divertido, ella habría pensado que las cosas iban a ser duras, pero eran
suaves y flexibles, un fino intercalado de capas que se desplazaban con los
movimientos del dragón y mostraban todos los colores del arco iris en la parte
superior de una base púrpura.
Luego se puso las manos en las caderas y miró hacia arriba. —Está bien tipo
grande, hiciste un gran trabajo. Gracias. Estoy orgullosa de ti—. Cuando la bestia
entusiasmada bajó su cabeza, ella le acarició el hocico—. Es hora de irse sin
embargo. ¿Puedes dejar que Rhage vuelva?
Esa gran cabeza se revolvió en el aire, la negra sangre de los lessers que
había consumido parpadeó como aceite recubriendo su garganta y el pecho.
Chasqueando sus mandíbulas dos veces, los dientes y colmillos bloqueados con un
sonido como dos SUVs golpeándose uno con otro, rejilla contra rejilla. El rugido que
vino después fue uno de protesta.
— ¿Rhage? —Repitió.
—Rhage.
— ¡Oh Dios…!
43
Recreational Vehicle: Especie de Caravana acondicionada como ambulancia.
44
Técnico de Emergencias Médicas.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 7
La buena noticia era que la unidad quirúrgica estaba golpeando los frenos y
Jane había venido con Manny después de haberse trasferido desde su propio
vehículo. Tan pronto como los cirujanos hicieron saltar las puertas delanteras de la
pequeña caravana, tocaron el suelo y comenzaron a correr con bolsas de lona llenas
de equipo médico.
Mary negó con la cabeza y luchó en contra de ser arrastrada hacia atrás. —
Está muriendo.
Dios, deseaba poder cubrir las orejas de Mary mientras hablaba, pero ¿no
es como si ella no supiera lo que estaba pasando?
Mierda.
— ¿Qué están haciendo? —Balbuceó Mary contra él— ¿Qué van a hacerle?
45
Un tubo plástico estéril que se inserta dentro de la cavidad torácica y actúa como una sonda
drenando líquido, en este caso sangre para darle espacio a los pulmones.
46
Se inserta una aguja de unos 20 cm de longitud, alrededor del corazón para drenar la sangre que está
acumulada en el pericardio presionándolo y no le permite latir correctamente.
J. R. WARD THE BEAST
— ¡Rhage!
Ehlena estaba justo ahí con las palas, ¿pero qué tan bueno era eso en caso
de hemorragia masiva? Infiernos, incluso si el tubo a tórax y la aguja hacían su
trabajo ninguno arreglaría el trauma en el corazón. La única posibilidad verdadera
de supervivencia era conectar al hermano a una máquina de derivación 47 así Jane
podía hacer su magia y reparar cualquier agujero que hubiera en un ambiente sin
movimiento y con menos sangre.
Abruptamente todo se puso en cámara lenta cuando Rhage abrió sus ojos,
arañó una respiración… Y volteó su cara hacia Mary.
Será mejor que cumplas la jodida promesa, pensó hacia el cielo. Será mejor
que te pongas los pantalones de hombre grande y cuides de esos dos.
47
La á ui a a túa o o u o azó e te o, desvía el flujo de sa g e deja do el o azó se o
mientras este es reparado, y al mismo tiempo redistribuye la sangre al resto del cuerpo, actúa similar a
un Bypass, pero en el corazón.
J. R. WARD THE BEAST
V movió los ojos a su compañera, Jane solo negó con la cabeza y su sangre
corrió fría.
Jesucristo, no.
Hey V, el Hermano había dicho en un punto, ¿alguna vez vas a afeitar esa
alfombra de baño alrededor de tu boca? ¿O vas a seguir viéndote como un servicio
público afligido y rechazado para: qué no hacer con una navaja?
Y daría la bola que le quedaba para tener cualquier parte de eso cerca de
nuevo. Incluso solamente como un adiós.
El tiempo era demasiado finito: No importaba cuanto tuvieras con aquel que
amabas, cuando llegaba el final, no era ni de cerca suficiente.
48
Franquicia de restaurantes de comida rápida, especializada en cocina Tex-Mex (Texas-México).
J. R. WARD THE BEAST
Mary miró arriba hacia Manny. Doc. Jane. Ehlena. Luego encontró los ojos
de los Hermanos. John Matthew. Blay y Qhuinn.
— ¡Te voy a encontrar! —Le dijo— en el otro lado, Rhage ¿Me escuchas? ¡Te
voy a encontrar en el otro lado!
Oh mierda, si ella dejaba el planeta… ¿Qué iba a pasar con la niña? ¿Quién
iba a cuidar tanto como ella a los nuevos huérfanos?
Ella empezó a empujarlo por sí misma, pero no pasó nada, él era demasiado
pesado y ella no podía conseguir un buen agarre sobre su torso.
Dios, ella sentía que la herida debía ser del tamaño de una tumba.
—Arréglalo…
Era como si la gravedad no tuviera poder sobre mí, había dicho él, y aun así
me aplastaba al mismo tiempo. Luego cerrarías tus ojos y mi corazón se detendría.
Todo lo que podía pensar, era que en algún momento en el futuro, ibas a verte así
para siempre. La única cosa que sabía ciertamente es que nunca iba a ser el mismo,
y no en una buena manera… porque iba a extrañarte más de lo que iba a importarme
nada más en mi vida.
Aun así, aquí estaba Mary… luchando por mantenerlo con vida.
No se atrevía a quitar las palmas para saber que pasaba bajo ellas. —
¿Rhage? ¿Rhage te quedas con nosotros?
J. R. WARD THE BEAST
El calor se volvió tan intenso que irradiaba sobre sus manos y calentaba el
aire que respiraba mientras se inclinaba sobre su compañero. Luego, se sintió
paralizada como si la bestia estuviera rondando…
Sin advertencia, Rhage abrió su boca e inhalo una bocanada gigante de aire,
alzando su torso del suelo tirándola a ella sobre su culo en el suelo. Mientras sus
manos volaban el tatuaje fue descubierto y era…
— ¡Rhage!
Excepto que antes de que ella pudiera llegar a él, se puso a toser con
grandes espasmos, su cabeza hacia adelante, su distendido abdomen tensándose,
apretando su mandíbula.
— ¿Qué está mal con él? —Dijo Mary mientras se impulsaba hacia adelante
así no hubiera nada que pudiera hacer por él. Infernos, los médicos parecían igual
de confundidos y ellos era los que tenían el título de D.M49 después de su
nombres…
Con un último tirón algo salió volando de su boca, ella agarro el pedazo de
plomo por reflejo, mientras Rhage abruptamente empezaba a respirar con
profundas y fáciles inhalaciones como si nada hubiera estado mal con él.
49
Doctor en Medicina.
J. R. WARD THE BEAST
—Estoy justo aquí —Ella alisó su pelo hacia atrás— Y también lo estás tú.
— ¿Mi Mary?
Y luego, por Dios sagrado, ella lloraba tan fuerte que quedo tan ciega como
él, pero no importaba, de alguna manera la bestia había hecho el trabajo y…
—Mary yo…
Con eso la movió con suavidad fuera de la línea de fuego y vomito todo sobre
las Shitkickers de Vishous.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 8
Mientras Rhage arrojó sus galletas por todo el lugar, su cerebro no era más
que huevos revueltos.
¿Eh? Pensó Rhage, antes de dejarlo ir. Lo único que realmente le importaba,
aparte del hecho de que ahora podía respirar y hablar de nuevo, era su Mary.
Levantando su brazo, buscó el contacto con ella otra vez, y ella agarró su mano de
inmediato, abrazándolo, aguantando, reconfortándolo y dándole energía.
No, eso no era exactamente correcto. No tenía idea de cómo se las había
arreglado para pasar de estar de pie delante de la puerta del Fade, haciendo
frente estupefacto y de forma consciente a la posibilidad de que estaba muriendo
a de alguna manera regresar de golpe a su propio cuerpo y escuchar la más
J. R. WARD THE BEAST
perfecta voz clara como el día de su Mary, sin las radio interferencias del miedo y
el dolor.
Tenía a la bestia…
—Lo siento por estar enfermo. —Dios, el apagón visual post-fiesta era
horrible, pero se echaría una asquerosa siesta cualquier noche y dos el domingo,
como dirían los humanos—. Lo siento.
Con una explosión de la memoria, todo volvió a él. La discusión con V, lo del
vagabundo saliendo volando hacia el campo.
50
Recrational Vehicle. Especie de Caravana acondicionada como ambulancia.
J. R. WARD THE BEAST
El viaje lo agotó, pasó la mayor parte del camino vomitando partes de lesser
y asfixiándose en el nauseabundo sabor de la sangre negra. Y fue divertido: Por lo
general, le enfurecía sufrir ésta parte de las secuelas y estaba listo para sufrirlo
hasta que acabase. ¿Ésta noche? estaba tan jodidamente agradecido de estar vivo
que no le importó tener la peor gripe estomacal del mundo / intoxicación
alimentaria / mareo prolongado.
Maldita sea, Vishous siempre tenía razón. Excepto que Rhage de alguna
manera había vencido la predicción y regresado del Fade: Por alguna razón, por
algún milagro, estaba de regreso y no creía que fuese porque la Virgen Escriba le
había hecho un favor. Ella ya había hecho un depósito de boleto-ganador en su
cuenta existencial cuando había salvado a su Mary y además, durante el último par
de años, de todos modos la Madre de la Raza había estado tan fuera de contacto
como esa vieja familiar excéntrica que olvidaste. Muchas gracias.
Así que ¿su hermano se había equivocado? La respuesta corta a eso era sip,
considerando que Rhage estaba actualmente acostado en una cama de hospital en
lugar de en alguna nube en el cielo.
Él frunció el ceño. —Blanco. Todo era blanco, pero no había ninguna fuente
de luz. Fue raro.
La exhalación que lanzó duró toda una vida para él. —Dios, necesitaba
escuchar eso.
— ¿Por qué me suena como una confesión? —Él forzó una risa—. Sólo estoy
bromeando.
—No es tan importante como tú. —Ella se movió hacia arriba y lo besó en la
boca—Nada es tan importante como tú.
El problema era que chismorrear toda esa orientada confesión parecía tan
egoísta teniendo en cuenta que él había muerto solamente hacía una hora: Era como
correr hasta alguien que había tenido un mal accidente de coche y querer
51
Enfermedad de Reflujo Gastro Esofágico. Acidez estomacal.
J. R. WARD THE BEAST
explicarle cómo su noche se había fastidiado también porque tenían una multa por
exceso de velocidad y una rueda pinchada.
Excepto Dios, ¿cómo podría decirle que había luchado tan duro para salvarlo
no a causa de ellos y su relación, o incluso de sus Hermanos y la tragedia que su
pérdida habría sido para la casa entera, sino a causa de alguien completamente
diferente? Incluso si esa otra persona y todos sus problemas eran una discutible
causa noble. Incluso si esa tercera parte era una niña recién huérfana en el mundo.
Esto parecía que era una traición a ellos dos y su vida en común. Cuando
habías encontrado el verdadero amor, cuando te habían concedido ese don, no
podías tomar decisiones de vida o muerte basadas en las situaciones o problemas
de otra persona. A menos que fuera tu hijo, por supuesto, y el cielo sabía que ella y
Rhage nunca, nunca tendrían hijos.
lentamente y a esos hijos de puta con las narices de goma, las malas pelucas y los
tontos del culo zapatos flexibles se desvanecieron en el fondo.
No había duda de que ellos regresarían. Pero no podía preocuparse por eso
en este momento.
Y sabes, la visión de toda esa piel suave, sin pelo sobre todos aquellos
gruesos y pesados músculos no era malo tampoco.
—Eres tan grande, —le dijo mientras estiraba su brazo y no era capaz de
rodear su torso.
La risa que retumbó a través de él era un poco forzada. Pero siguió con, —
¿Sí? Cuéntame lo grande que soy.
Ella supo que esa pronunciación baja y lenta era totalmente consciente de a
dónde había ido la cabeza de su macho y efectivamente, mientras miraba aún más
por su cuerpo cubierto por una manta, cada centímetro de él estaba claramente
ordenándole trabajar, experiencia cercana a la muerte o no.
Cuando Rhage rotó sus caderas, ese engrosamiento delator bajo las sábanas
le dio un derrame cerebral que le hizo morderse el labio inferior, y Mary sintió que
su cuerpo respondía con una oleada de calor. Dios, odiaba la extraña distancia que
había surgido entre ellos, esa sutil desconexión que había estado sintiendo desde
hacía un tiempo: De alguna manera, a pesar de que su amor no había disminuido,
parecían haber perdido el contacto con el otro a pesar del hecho de que se dijeron
52
30.48 centímetros.
J. R. WARD THE BEAST
todos sus TA53 en todos los momentos adecuados, y que durmieron en la misma
cama, y no imaginaron estar en otro sitio con nadie más.
Aunque pensando en ello, ¿cuándo fue la última vez que había tomado la
noche libre, cualquiera de ellos? Rhage había estado tan ocupado con la guerra y los
ataques a Wrath y su trono y desde que Bitty y su madre habían llegado a Lugar
Seguro, Mary había tenido una continua preocupación profesional que no la había
dejado aun cuando técnicamente estaba fuera de su turno. Infiernos, la
preocupación por Bitty y Annalye se había pegado a ella, incluso mientras dormía.
Demasiado tiempo, pensó Mary. Había pasado demasiado tiempo desde que
ella y Rhage se habían centrado el uno al otro correctamente.
Así que sí, a pesar de que era una tirita que sin duda, era temporal y a pesar
de que se encontraban en un lugar público, y sip, sin tener en cuenta el hecho de
que Rhage había muerto antes…
Mary coló su mano debajo de las sábanas y movió su palma lentamente por el
nervado estómago de su macho.
53
Te Amo.
54
marca de utensilio de limpieza, tipo mopa atrapapolvo.
J. R. WARD THE BEAST
Mary miró el equipo médico que estaba todo alrededor de su cama y quiso
maldecir. Hablando sobre señales luminosas en una pantalla. — ¿Qué hay de tus
máquinas? Las cosas están empezando a ponerse realmente alteradas.
—Está bien, —dijo Rhage a la enfermera con una sonrisa—. Estoy bien,
confía en mí.
—Sí, oh. —Rhage tenía el nervio colosal para tumbarse como un león a punto
de ser alimentado. Incluso hizo un guiño en dirección a Mary—. Así que, ¿crees que
tal vez podamos desconectarme por un rato?
Ehlena rió y negó con la cabeza mientras reiniciaba la máquina. —De ninguna
manera. No hasta que no hayas tenido un poco más de tiempo de estabilización bajo
las correas.
Rhage se inclinó hacia Mary y susurró, —Te quiero de vuelta bajo mi correa.
Eso es lo que necesito.
55
Operating room, quirófano.
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Qué?
Cuando Mary no hizo ningún movimiento, Rhage empezó a ciegas por las
máquinas, golpeando un ordenador en un soporte que parecía que costase más que
una casa.
Lo siguiente que supo, que él la había levantado hacia arriba y sobre sus
caderas, colocándola bien sobre su erección. Y sip, en cuanto su peso apareció para
registrarse, el bip-bip-bip comenzó a acelerarse de nuevo.
—Puedes volver a engancharme de nuevo tan pronto como esté hecho, —le
informó—. Y a pesar de que esto va a ser un sacrificio, si sólo quieres hacerme una
paja, me conformaré mientras te espero para un poco más tarde. Pero he estado
cerca de la muerte ya una vez ésta noche, no hagas a tu hellren morir por la
espera.
Ella sacudió la cabeza a pesar del hecho de que él no podía verla. —No
aceptas un no por respuestas, ¿verdad?
— ¿Cuando se trata de ti? —Rhage se puso serio, sus ojos azul Bahamas
mirándola sin ver, su bello rostro cada vez más sombrío—. Eres mi fuerza y mi
debilidad, mi Mary. Entonces, ¿qué dices? ¿Quieres hacer mi noche completa? Y
debo recordarte... morí en tus brazos antes.
Mary se echó a reír, y mientras caía hacia delante sobre él, escondió la
cabeza en su cuello. —Te amo tanto.
Capítulo 9
Acechar desde las sombras no era el curso normal para Xcor, hijo de nadie.
Podría no haber sido descendiente del Bloodletter, como había creído alguna
vez, pero ciertamente había sido criado por el más cruel de los guerreros, y las
lecciones brutales que habían sido impartidas en el campamento de guerra por esa
mano envuelta en un guante de pinchos habían sido bien aprendidas.
Atacar antes que ser atacado había sido la primera y más importante de
todas las demás reglas. Y había permanecido como su principal principio operativo.
Había veces sin embargo, cuando una cierta neutralidad de acción era
requerida, tanto como los instintos internos argumentando lo contrario, y mientras
se refugiaba detrás de una carcasa de coche quemada en la peor parte de las
entrañas de los callejones de Caldwell, se refrenó a sí mismo. Más adelante, de pie
justo fuera de la luz producida por las sucias farolas de treinta años de edad, tres
lessers estaban intercambiando artículos; un par de mochilas siendo entregadas
por una simple riñonera.
Más bien lamentable. Pero allí donde había una escasez en la calidad, había
una abundancia de cantidad. Y los asesinos habían encontrado un nuevo negocio
riesgoso, como si no tuvieran. No obstante, este trío en particular no iba a ir más
lejos en su empeño de traficar drogas. Tan pronto como terminaran con su pequeño
traspaso, iba a asesinarlos…
El trayecto fue duro, aunque no a partir del terreno desigual, sino más por
el frío cortante y la velocidad. No mucho tiempo después, otra salida fue tomada y
la velocidad se redujo de tal manera que se podía levantar la cabeza e identificar
una sección sub urbana de moradas que se encontraba al norte de la ciudad. Esa
área poblada no duró demasiado. Pronto, una zona más rural se presentaba a sí
misma.
J. R. WARD THE BEAST
Esa era la única explicación. Y mientras pensaba en lo que tenía que haber
sido su estrategia de ataque, estaba envidioso que a ellos se les hubiera concedido
el regalo de ésta batalla. Cómo deseaba que hubiera sido para él y sus soldados…
en las ráfagas de viento frías, rastreó los sonidos que estaban a favor del viento y
probó el aire. Era un ser humano.
echarlo a un lado. Al tercero lo capturó por el pelo justo mientras este intentaba
encerrarse en el carro en el lado del conductor.
Xcor miró por encima del hombro. Eso era diferente, que la Hermandad
dejara un lío como este para que los seres humanos lo encontraran. A pesar de que
el campus estuviera abandonado, muy pronto, un Homo Sapiens al azar de la
variedad juvenil violaría el desordenado paisaje. Justo como había hecho el que
estaba en ese techo.
Algo debió haber ocurrido durante el transcurso del combate. Una lesión
crítica, tal vez, eso imposibilitaría limpiar, al menos en el corto plazo.
Ni siquiera tuvo tiempo para un último pensamiento de tan decisivo que fue
el golpe en la cabeza.
— ¿En dónde están chicos?, ¿En serio?, —Dijo en voz baja—. Hijos de puta.
¿Dónde están?
Excepto que nada vino hacia él. Nadie contraatacó. Nadie corrió fuera de un
edificio o desde detrás de un árbol con una pistola tirando. Todo lo que había eran
partes de asesinos y torsos en la tierra, el viento frío golpeándolo en la cara, y un
montón de tranquilidad.
Mantuvo sus ojos sobre Tohr, y tan pronto como el guerrero estuvo dentro
del rango, V apunto con su arma directamente a ese pecho revestido de cuero. —
Detente. Justo ahí.
Tohr se detuvo en seco. Levantó las palmas de sus manos. — ¿Qué demonios
estás haciendo?
Tohrment gruñó. —No decides eso. Jódete V, ese hijo de puta es mío…
—La matanza puede ser tuya, —dijo Butch—. Pero lo llevaremos de vuelta
con nosotros primero. Hablaremos con el bastardo, obtendremos la información,
entonces es tuyo Tohr. Nadie más que tú lo matara.
— ¿Lo hice? ¿Está consciente de que tienes una daga en tu mano? ¿No? —A
medida que su hermano miró hacia abajo con cierta sorpresa, V negó con la cabeza.
—No creo que sea el único con la brecha en la cabeza. Tú te quedas con
nosotros Tohr. El policía tiene esto.
El Hermano no había alejado la daga todavía. Y eso estaba bien. Tan pronto
como Xcor se fuera, V iba a asegurarse de que el impulso asesino de Tohr tuviera
un buen uso.
V no movió un músculo hasta que vio que la maldita cosa se dirigía fuera de
la propiedad pisando el acelerador.
—No es que no confíe en ti, —le dijo a Tohr—. Sólo que no…
V no tenía ni idea. Y eso no era bueno. Lo único de lo que estaba seguro era
que el paisaje había cambiado abruptamente en alguna manera sutil aunque
innegable, una ola de amortiguación que se extendía a lo largo de los cuerpos
muertos como una sombra que había sido arrojada por el campus.
Capítulo 10
Cuando Rhage deslizo sus manos por los muslos de Mary, podía estar ciego,
pero sabía exactamente como de magníficos eran los de su shellan mientras se
sentaba a horcajadas sobre él, equilibrando su peso en las palmas de las manos que
apoyaba sobre sus pectorales.
Dios, esas palabras y más que eso, su voz. Eso lo hizo pensar en la primera
noche cuando la conoció. Había sido aquí abajo, en el centro de entrenamiento,
justo después que la bestia había hecho su aparición. Había estado ciego también,
caminaba por el pasillo en busca de una sesión de ejercicios para distraerse del
aburrimiento de la recuperación. Ella había ido con John Matthew y Bella, como
intérprete SLA56 del chico que necesitaba comunicarse.
Por supuesto que no había planeado que iba a ser el amor de su vida, pero la
vinculación había tenido otras ideas, y gracias a Dios por eso.
56
Lenguaje de Señas Americano.
J. R. WARD THE BEAST
Rhage sonrió de una manera tan amplia que sus dientes delanteros
rechinaron ─Bien por mi… espera ¿Qué? ¿A dónde vas? ─incluso con sus protestas
Mary no dejaba de apagar todos los aparatos.
El sonido que él emitió fue parte ronroneo y parte gemido. Su toque incluso
destilaba a través de las mantas, era suficiente para poner en marcha su corazón,
hervir suavemente su sangre, sobrecalentar su piel con un delicioso cosquilleo.
─Eres tan hermoso ─dijo ella con voz ronca─. Oh, Mírate Rhage.
podía disfrutar de llevarlo sobre sus rodillas sabiendo que era la única que tenía la
capacidad de hacerlo.
Esto era bueno para ellos, esta conexión sexual que chisporroteaba era
importante en este momento. Especialmente mientras ella bombeaba su eje y
apretaba la punta. Rápido, más rápido. Hasta que jadeo y el dulce sabor de la
anticipación rasgo a través de su cuerpo y su cabeza dio vueltas como una peonza.
─Ven aquí, acércate ─cuando lo hizo, le susurro algo al oído. Su risa lo hizo
sonreír.
─Si ─él arqueo su cuerpo de nuevo, rodando sus caderas para que su
erección siguiera deslizándose sobre su mano─. Por favor, te rogare si quieres.
Amo rogarte por estas cosas.
Con una loca maldición, Rhage se corrió tan fuerte que vio las estrellas, su
erección palpito contra la mano de Mary y su semen hizo un desastre en las
57
Es la palabra más extensa en el diccionario Oxford y su pronunciación es muy difícil tiene 9 letras y 12 silabas.
J. R. WARD THE BEAST
Dos puertas más abajo del loco vocabulario inducido por el orgasmo de
Rhage, Layla estaba sentada en su cama de hospital, una gigantesca bola de hilo a
un lado y en el otro la bufanda más larga de la historia del mundo se extendía hasta
el suelo. ¿Y en medio? un vientre que estaba tan hinchado por los gemelos que
estaba llevando que se sentía como si alguien hubiera doblado un colchón y atado a
su torso.
Cuando hizo otro giro al final de una fila, sonrió al recordar la sugerencia de
Blay. Tejer había ayudado a su madre Lyric a sobre llevar el reposo que había
pasado con él. Y había demostrado ser un gran consejo, era muy calmante escuchar
el click, click de las agujas y sentir el suave hilo entre los dedos, y los avances se
podían medir de manera tangible. Sin embargo, en este punto tendría que cortar la
cosa en segmentos o dársela a una jirafa.
Después de todo ver maratones de Real Amas de casa 58, sin hacer nada más
productivo era insostenible, no importaba que Lassiter dijera lo contario.
Ahora ¿Terapia de pareja con Dr. Jenn59? Eso era una historia diferente.
Por supuesto, no aprendía nada para su relación, ya que no tenía un macho al que
pudiera llamar como suyo. No, tenía una obsesión enfermiza en la que se había
58
Reallity Show que documenta la vida de varias amas de casa de distintas regiones de EE.UU.
59
Reallity de televisión transmitido por VH1.
J. R. WARD THE BEAST
estrellado y quemado, lo que era una buena cosa. A pesar de la pérdida, que en
primer lugar no debería haber buscado, le había causado un inimaginable e
injustificable dolor.
─Basta ─murmuro mientras cerraba los ojos y paraba las agujas─. Solo
para.
Nunca podría tener el amor que Qhuinn y Blay compartían pero al menos
tenía a los bebés, ellos eran de ella y ella suya. Eso tenía que ser suficiente y lo
era. No podía esperar para sostenerlos, cuidarlos y verlos crecer. Suponiendo que
sobreviviera al parto. Suponiendo que ellos lo lograran.
─ ¿He terminado?
Sí, lo había hecho, tenía treinta minutos para estirarse, caminar y dar un
paseo.
J. R. WARD THE BEAST
Empujo las agujas hasta la base de la bola de hilo y estiro los brazos y las
piernas, flexiono los dedos de los pies, los bajo de la cama y apoyo su peso sobre
ellos. El embarazo y la forzada inactividad habían dado lugar a una cierta debilidad
en los músculos que no podía detener por mucho que se alimentara de Qhuinn y
Blay, de modo que había aprendido a ser cautelosa cada vez que se ponía de pie.
Al otro lado del pasillo, un par de machos altos y orgullosos estaban parados
con idénticas expresiones de tensión surcando sus caras. Y por idénticos quería
decir exactamente iguales. Eran gemelos.
─No me hicieron nada ─dijo ella─, en realidad creo que si hubiera dicho
Boo, abrían echado a correr.
Z miró por encima del hombro ─Creo que deberías volver a tu habitación.
El Hermano con suavidad pero con firmeza, la tomo del brazo y la llevo de
vuelta a través de la puerta hasta su cama ─Ahora no puedes, vendré cuando lo
puedas hacer. Tenemos algunos visitantes no anticipados y no estoy tomando ningún
riesgo con ustedes.
─ ¿Quiénes son?
Era como vivir con una docena de hermanos. Mandones, sobre protectores.
Aunque vacías.
J. R. WARD THE BEAST
Quien quiera que fueran esos soldados dudaba que los Hermanos
permitieran que se quedaran más tiempo del estrictamente necesario, al menos se
basaba en la reacción de Zsadist.
Capítulo 11
Como una erupción del mal impregnaba el aire, Vishous se quitó el guante
revestido de plomo y levantó su brillante palma. Cerrando sus ojos y
concentrándose porque su vida, y las vidas de sus dos hermanos de hecho,
dependían de eso. Envió hacia sí mismo una serie de impulsos almacenados, excepto
el mhis que se amplió sólo un poco del panorama general del campo, una pequeña
sección, midiendo no más que la distancia entre dos pulgadas60 delante de su cara y
dos pulgadas detrás de los cuerpos de Phury y Tohr.
No tenía idea de si esto iba a funcionar, pero mierda, sabía que tenía que
funcionar, el ambiente se había convertido en una profunda sombra de
malevolencia. Infiernos, incluso con el mhis en su lugar, su piel se erizó con una
advertencia diciéndole coooooooooooooooooorre.
Y eso fue cuando el Omega mismo apareció cerca de unas ciento cincuenta
61
yardas más adelante.
60
5.08cm.
61
137.16 mts.
62
Productos de blanqueo y limpieza.
J. R. WARD THE BEAST
La lluvia empezó a caer desde el cielo, las gotas frías golpeaban el pelo y la
nariz de V, como también en sus hombros y en el dorso de sus manos. A pesar de
que las gotas le cosquilleaban la piel, no hizo ningún movimiento para limpiarlas o
refugiarse y francamente, lo podría haber hecho sin el recordatorio de cómo
exactamente de endeble era su ilusión óptica. ¿Qué la lluvia entrara? Infiernos,
podrías hacer estallar un periódico sobre su cabeza y obtener un mejor resultado
como paraguas.
Mierda.
Un bajo gemido sonó por el campo, el sonido tejiendo dentro y alrededor del
vacío, descomponiendo edificios sin generar eco.
J. R. WARD THE BEAST
Y entonces el Omega extendió sus palmas hacia arriba. Una brisa golpeo a V
en la espalda y tiro su pelo hacia su cara y sus ojos, tirando hacia adelante su
chaqueta también, hasta que el cuero comenzó a aletear y tuvo que reunir la cosa
contra su cuerpo.
Todos a la vez, los restos de la masacre, todas las piezas y manchas de los
asesinos, el líquido viscoso color sombra, yendo hacia sí mismo, convirtiéndose en
un maremoto que se dirigió a su amo, a su casa, a su núcleo.
¡Mierda!
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 12
—Dije…
—Sí, sí. —El tipo sacó la aguja a través de la piel una vez más y tiró hasta
que el hilo negro estuvo tenso—. Lo has dejado perfectamente claro. Lo único que
voy a decir de nuevo es que al SARM63 le importa un carajo si eres un vampiro o un
ser humano, y dejando una herida abierta de seis pulgadas64 en la pierna es la
definición de estupidez.
—No tan rápido, amigo. ¿Y puedes dejar de retorcerte? Siento que estoy
trabajando con un pez en el agua.
63
Staphylococsus Aureos Resistente a la Metilicina: Es una bacteria.
64
15.24 cm.
J. R. WARD THE BEAST
—No es necesario.
— ¿Te importaría decirle a tus chicos que salgan de nuevo por un minuto?
— ¿Por qué?
Ehric habló.
El Dr. Manello miró su nombre. —Bata antigua. Y los viejos hábitos son
difíciles de dejar, ¿cierto?
A medida que los ojos del ser humano se reunían con los de él, Assail frunció
el ceño. —Lo que sea que quieras decir…
— ¿Es un sí?
—Y puedes cortar ese tono superior, idiota. Estoy casado con una de tu
clase, ¿de acuerdo? Y discúlpame por pensar que puede que no desees ser regañado
por tu adicción a las drogas en frente de una audiencia incluso si están o no
relacionadas contigo.
— ¿En serio? —El hombre se quitó sus brillantes guantes azules y puso sus
codos sobre las rodillas, inclinándose—. Estás inquieto en mi mesa como si tuvieras
un caso de urticaria. Tienes sudor frío, y no porque estés con ningún dolor. Tus
pupilas se dilatan. Y estoy bastante seguro de que si te doy tu abrigo, lo primero
que vas a hacer es inventar una excusa para ir al baño y utilizar el resto de la coca
que se encontraba en el vial que saqué del bolsillo interior en el pecho. ¿Cómo lo
estoy haciendo? ¿Leyendo tu mente correctamente? ¿O vas a mentir como un hijo
de puta?
en el acelerador que era lo que se hacía cuando tenías, ohhhhhhh, unos veinticinco
minutos de verdadera oscuridad a la izquierda y al menos treinta y siete millas65 de
manejo para cubrir. Y realmente no quisieras renunciar a la posible evidencia
asesina a un lado de la carretera.
Aun así, lo peor de lo peor, él y Tohr, con quien V había insistido en viajar de
vuelta, podrían detenerse y desmaterializarse directo a las escaleras de la mansión
en un nanosegundo: Butch había enviado mensajes de texto para informar que
había llegado al centro de formación de manera segura con Xcor. Así que nadie
tenía que preocuparse por Tohr actuando sobre una idea brillante que implicaba
derramamiento de sangre y una bolsa de plástico con el nombre del Bastardo en él.
Vishous miró al otro lado del asiento delantero. Tohrment había estado en
silencio desde que ambos habían conducido fuera del recinto unos veinte minutos
después de que el Omega desapareciera.
Cuando Tohr no dijo nada más, V pensó, Siiiiiiii, claro que no ibas a matar al
hijo de puta.
—Bueno, y luego está el hecho de que dejaste que Lassiter condujera en ese
momento. —V dijo secamente—. Eso me habría asustado de igual manera.
—Lo sé.
65
59.55 km.
66
112,65 km / hs.
J. R. WARD THE BEAST
Con el impulso de matar a un lado, Tohr había planteado una buena maldita
pregunta ¿dónde diablos iban a poner a su prisionero? Había un montón de salas de
interrogatorio en el centro de entrenamiento. El problema era, que eran de la
variedad de mesa y silla, el tipo de cosas que habían sido utilizados, por ejemplo,
para hablar con Mary, John Matthew, y Bella la primera vez que habían estado en
la instalación.
Todavía.
Capítulo 13
Cerrando los ojos, hizo una mueca al pensar de nuevo en la herida de bala, la
sangre que había estado escupiendo, que horrible…
—Hola, preciosa.
Mientras hablaba, levantó la cabeza. Sus ojos azules medio cerrados eran
tan llamativos que quería mirar en ellos para siempre.
—Hola, —susurró.
— ¿Debería?
— ¿Qué vista?
Hizo un sonido hrrumph. — ¿Acaso importa? Estás aquí y puedo oírte muy
bien. Puedo sentirte también. —La grande y ancha palma de Rhage le frotó el
hombro. —Oye, tengo una idea. Vamos a subir a nuestra habitación y después de
cancelar mi suscripción al Club del Afeitado de un Dólar, podríamos irnos al jacuzzi.
Después de un baño y medio, podríamos meternos en la cama y ver qué pasa. Te
debo al menos un buen paseo creo recordar… y luego están los intereses. Ohhhh,
cuantos intereses, tengo mucho que compensar.
Con un gruñido de dolor, agarró el mando de los botones del control y elevó
el ángulo superior del colchón para poder sentarse debidamente.
—Háblame.
—Cielos, ¿estoy llorando, verdad? —Una pasada rápida de las palmas de las
manos por sus mejillas y las encontró húmedas—. Guau. Sí, lo siento por eso.
Fue la primera respuesta del macho vinculado a cualquier cosa que molestara
a su shellan y antes de que pudiera evitarlo, susurró—, la muerte ya ha ocurrido, en
realidad.
— ¿Eh?
Por alguna razón, volvió de nuevo a esa noche, hace más de dos años, cuando
Rhage, V y Butch habían ido y matado a un hellren homicida para que Bitty y
Annalye pudieran vivir.
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Por qué?
Rhage palmeó el aire entre ellos como si estuviera tratando de tocarla y ella
puso su rostro entre sus manos, dejándole sentir sus mejillas y su mandíbula, los
lados de su garganta.
Mary bajó los ojos, a pesar de que técnicamente no había ninguna mirada
que evadir. —No siempre. Dios, no siempre.
—Dime Mary, no pretendo ser exigente, pero realmente tienes que hablar
conmigo.
sabiendo que no estaba sola cuando murió. Que... que ella había estado conmigo en
el inicio de mi vida y yo había estado con ella al final de la suya. —Mary respiró
estremeciéndose—. Quiero decir que Bitty es joven... Tiene tantos años por
delante para lidiar con todo, ¿sabes? Y lo que ha sido importante para mí como
adulta, tiene algún parecido con algo que sería importante para ella más adelante.
De todas maneras yo no me hubiera imaginado lo que iba a ocurrir.
— ¿Qué pasó?
Mary se cubrió la cara con las palmas de sus manos mientras los recuerdos
cortaban a través de su conciencia como un cuchillo.
Mary se secó los ojos y dejó caer los brazos en señal de derrota. —Eso es lo
que me digo. No es que realmente ayude…
—Oh, Dios, en serio... verte sufrir de esa manera, fue uno de los peores
momentos de mi vida…
—Tal vez algún día pueda. Infiernos, di el día y la hora y ahí estaré.
J. R. WARD THE BEAST
—Así que sé que todavía faltan doce horas para el atardecer, —dijo ella—,
pero me gustaría ir a trabajar ¿ésta noche? Solo un poco sin embargo y solo si
estás…
—Oh, Dios, sí. Bitty te necesita. — ¿Se preguntaba si quedaría algún Alka
Seltzers? —Estoy bien.
— ¿Estás seguro?
—No. —Miró hacia donde venía el sonido de su voz y cogió una de sus manos
entre las suyas con urgencia—. Mary, no te cuestiones a ti misma. Escucha, vas a la
guerra a tu manera y lo peor que un soldado puede hacer es tener su confianza
frita antes de golpear el campo. No todo va a terminar en victoria, pero tienes que
empezar poco a poco cada vez, a sabiendas de que tu formación y tus instintos son
sólidos. No hiciste nada malo. No has hecho daño a propósito a Bitty. Por supuesto
que no eres responsable de que su mahmen eligiera ese momento para ir al Fade… y
de hecho, hay una gran cantidad de pruebas que sugieren que la mujer se fue
J. R. WARD THE BEAST
porque sentía que su chica estaba en buenas manos. Tienes que creer todo esto, de
lo contrario, te vas a quedar atascada en un punto muerto que no va a ayudar a
nadie.
Nah. Ni siquiera cerca. ¿Pero cómo iba él a sacar a relucir todos sus errores
hasta ahora, cuando ella tenía verdaderos problemas a los que hacer frente con la
niña? Era un gilipollas egoísta, pero no mucho más que un saco de mierda.
En realidad, no, pensó. Era aún peor que eso. De hecho, había oído cada
palabra que el hermano le había dicho y había salido a luchar de todas formas,
plenamente consciente de lo que se espera de él en el campo de batalla si el tipo
estaba en lo cierto.
Oh, mierda.
Por desgracia estaba lejos de ella otra vez, su parte interna flotando frente
a él mientras su cuerpo se quedaba dónde estaba.
¿Qué demonios le pasaba? Tenía todo lo que quería en la vida y ella estaba
en sus brazos en este preciso momento. Había tenido un susto de muerte y había
pasado por ello. Había tanto por lo que vivir, por lo que luchar, por lo que amar.
¿Así que por qué iba a hacer algo así? ¿Por qué habría corrido hacia un
ataúd asegurado-con-garantía? ¿Y por qué se estaba distanciando de ella otra vez?
Bueno, había una explicación. Algo atado con un gordo y gran lazo psicótico.
J. R. WARD THE BEAST
Maldita sea, era como si hubiera ganado la lotería, solo para descubrir que
era alérgico al dinero o algo así.
— ¿Rhage?
—Nah. Todavía estoy lleno. —La arropó contra él—. Yo podría querer mucho
más de esto sin embargo.
Capítulo 14
—Justo aquí…
—Ya sé.
—Te dije que fueras al Doctor. Cuando te desmayaste aquí la otra noche…
A pesar de que cualquier neuro consulta al chico sería difícil de leer porque
usualmente estaba viendo doble. Y el entumecimiento y hormigueo eran una
elección de estilo de vida en sus ojos.
—Uh-huh.
—No sé qué es lo que estaba viendo. Estaba oscuro y antes de que sigas
discutiendo, ¿recuerdas el Día de los Inocentes de éste año?
J. R. WARD THE BEAST
—Okay, es Octubre, por una cosa. —La mueca que hizo era tan de él—. Y sí,
esa fue una buena.
—Para mí no lo fue.
Dougie había decidido que sería divertido tomar su auto y luego enviarle
una fotografía truqueada de la cosa enroscada alrededor de un árbol. ¿Cómo se
concentró por tanto tiempo para realizar el trabajo? Era todo un misterio. Pero se
veía tan real, que ella llamó a la compañía aseguradora.
Pisando el freno, paró enfrente de un árbol entero que había caído sobre el
camino. Checó el reloj rápidamente y maldijo. Incluso pensando que el tiempo había
pasado, no iba a volverse loca en el Golf y correr el riesgo de tener que llamar al
AAA y pagar por una grúa.
—Rodéalo.
Jo miró hacia las ramas de arriba. Odiaba ser una pesimista, pero tenía que
preguntarse si alguna de las mamonas iba a caer en caída libre y matarla. — ¿Por
qué dejé que me metieras en esto?
—Porque me aaaaaaaaaamas.
J. R. WARD THE BEAST
Y aun así como que era eso. Ella conoció a Dougie y a su tropa drogada
durante una reunión, y ellos la acogieron cuando necesitaba desesperadamente un
sitio para dormir. El arreglo había sido de quedarse en el sofá temporalmente, pero
entonces un dormitorio se abrió en su departamento, y un año después, estaba
viviendo la versión de mitad de los veintes de una casa de fraternidad. Con un
montón de chicos recalcitrantes. De los que parecía que ella estaba a cargo.
—Nos estamos acercando —él puso sus manos sobre su cabeza como si
hubiera explotado. Fue un viaje corto. —Quiero decir, partes de cuerpos por todos
lados, y el olor. Peor que el de nuestro refrigerador. Quiero decir, estamos
hablando de cadáveres, Jo. ¡Muertos! Excepto que estaban moviéndose. Y luego
entonces…
— ¡Viste el material!
—Soy mejor que esto. —Dijo ella mientras negaba con la cabeza. —
Engáñame una vez, culpa tuya. Engáñame dos veces…
— ¿Estás seguro de eso? Porque cuando les texteé ésta mañana, dijeron que
había sido un mal viaje. Nada más.
—Son idiotas.
Al mismo tiempo que llegaban a la inclinación, ella sonrió y decidió que quizá
tenía que replantearse. No hubiera encajado con los tipos tengo-un-palo-en-el-culo
de la sociedad en la que sus padre estaban tan metidos, pero con la misma ficha,
holgazanear con un montón de drogados buenos para nada tampoco era su cosa.
—Ya verás —Anunció Dougie mientras corría hasta la punta—. Sólo mira.
Jo se le unió y movió la cabeza hacia lo que sí, okay, lo que sea de abajo.
Dougie dejó caer los brazos. —No, no, esto está mal. No.
—Creo que finalmente rompiste tu cerebro Dougie. Pero eso es lo que pasa
cuando lo alimentas con doce chutes de dietilamida de ácido lisérgico 68 en un
periodo de seis horas. Al menos creíste que fue real ésta vez, al contrario de la
cosa de auto-conoce-árbol que hiciste para mí.
Mientras Dougie corrió hacia abajo, ella lo dejó ir, aguardando y tratando
de imaginar como el lugar se había visto cuando era operativo. Era difícil de pensar
que su madre había asistido a clases en esos edificios. Dormido en ellos. Tenido su
primer baile con su padre en uno de ellos.
Gracioso, el pasado había sido tan inaccesible como el presente era ahora
con ambas personas que la habían adoptado. Los tres nunca habían encajado, y
aunque estar por si sola era difícil a veces, había sido un alivio dejar ir todos esos
exhaustivos intentos de fingir un lazo que nunca se materializó.
Cuando ella ahuecó sus oídos y pretendió que no podía oírlo, Dougie se
apresuró hacia ella con el mesiánico celo de un predicador. Tomando su mano, la
jaló a un descenso detrás del aleteo de su chaqueta del Ejército.
Ella se dejó arrastrar sobre una sección del prado admitidamente aplanada.
Pero un montón de césped largo horizontal y crecimiento interrumpido era
68
Droga más conocida como LCD.
J. R. WARD THE BEAST
No estaba segura de cómo explicar todo. ¿Pero qué era lo que tenía claro?
Realmente no iba a darse un calambre en el cerebro tratando de reconciliarlo todo.
—Yo estaba ahí —él apuntó al edifico de ladrillos más alto—. ¡Justo ahí! Así
es como obtuve el material.
—Jo, hablo jodidamente enserio —él giró sobre su eje en un círculo—. Bien,
explica esto. ¿Cómo quedó todo aplastado aquí? ¿Huh?
Ella le dio algún tiempo para saltar alrededor con todo tipo de qué-hay-de-
esto y qué-hay-de-aquello, y entonces tuvo suficiente. —Mira, de verdad lo siento,
pero me voy. Puedes venir conmigo o ir en Uber a casa. Tu decisión. O espera. Sin
teléfono. ¿Supongo que eso significa caminar?
69
fue un guionista y director de cine estadounidense, conocido por ser el creador de numerosas
películas de terror.
J. R. WARD THE BEAST
Dougie alzó sus brazos. —Aw, vamos, Jo, déjame enseñarte por allá…
Capítulo 15
Algún tiempo después, Mary despertó luego de una larga siesta, y sonrió a
su compañero completamente dormido. Rhage estaba apagado como una luz, sus
ojos cerrados, una ceja rubia contrayéndose, la mandíbula triturando como si
estuviese soñando tal vez con un argumento o un juego de billar. Su respiración era
profunda y regular, y sí, él estaba roncando. No como una moto sierra sin embargo.
O un Mustang sin silenciador acelerando en un semáforo rojo. O incluso algo
parecido a la rutina de tejón herido de Butch… lo cual era algo que tenías que oír
para creer.
No, los sonidos que su hombre dejaba escapar eran más como una cafetera
70
Krups justo cuando estaba terminando un ciclo de elaboración de la bebida, el
tipo de cosas que burbujeaba en el fondo, ofreciendo un ritmo reconfortante de
golpeteo con el que podía dormir si quería o quedarse y escuchar si se estuviese
cociendo de nuevo. Ahora que lo pensaba, sus ronquidos eran probablemente la cosa
más tranquila de él, teniendo en cuenta lo pesado que eran sus pisadas, que tan
fuerte era su risa, y lo mucho que hablaba, sobre todo si estaba dándoles a sus
Hermanos un tiempo difícil.
Todo aquello era solo una parte de lo que amaba de él. Siempre era tan vivo.
Muy vivo, de la mejor manera.
Gracias a Dios.
Teniendo en cuenta lo cansado que tenía que estar, él era capaz de dormir
cuatro o cinco horas. Probablemente sería mejor que ella se fuese y volviera
cuando estuviese despierto.
70
Marca de máquinas de café.
J. R. WARD THE BEAST
—Me dirigiré a Lugar Seguro por un momento, —dijo en voz baja—. Quédate
con él. Hazle saber que vuelvo pronto o sino ¿me puede llamar?
Sí, los hombres vinculados tendían a saltar a conclusiones que eran solo un
poquiiiiiiiito exageradas.
Una versión más cariñosa del resoplido que la bestia siempre le daba
reverberó fuera de la garganta de Rhage.
Y oh, qué ducha era. De vez en cuando, se preguntaba si los sonidos o los
olores iban a despertar a Rhage, pero cuando se estaba secando, entreabrió la
puerta y descubrió que aparte de haber vuelto la cara hacia el baño, permanecía
fuera de combate.
La última cosa que esperaba ver era a toda la Hermandad de pie afuera de
la sala de recuperación de su hellren.
Por otra parte, debería haberlo sabido. Todo el mundo estaba allí, desde V a
Butch a Phury y Z... Blay y Qhuinn... Tohr y John Mathew... incluso Wrath y
Rehvenge. Era como estar de pie en frente de un equipo de fútbol... que estaba
formado por luchadores profesionales... con el contacto completo de la ingeniería
del juego.
Por Dios, ¿había hecho algo malo? Era difícil saber ya que Wrath, con su
pico de viuda y sus gafas de sol, siempre se veía molesto.
J. R. WARD THE BEAST
—Gracias, Mary, —dijo el Rey mientras daba un paso hacia adelante con su
perro guía George—. Gracias por salvar la vida de nuestro hermano.
¿Una espada?
Y de repente, se sintió mal. Muy mal. Debido a que no había salvado a Rhage
para estos maravillosos hombres que lo querían. No lo había salvado por sí misma,
tampoco.
Dios, ¿por qué?... ¿por qué ese momento tenía que estar contaminado con
todo el drama con Bitty? Mary fue a alejar la espada. —Realmente, yo no puedo…
Uno por uno, los Hermanos llegaron a ella, abrazándola con fuertes tirones,
aferrándose a ella hasta que su columna vertebral se dobló y sus pulmones no
podían expandirse. Algunos de ellos le hablaron al oído, diciendo cosas que
resonaban no solo a causa de las palabras que fueron elegidas, pero por el respeto
J. R. WARD THE BEAST
Secándose los ojos, ella negó con la cabeza una vez más. —Me das
demasiado crédito.
Z fue el último en venir, y cuando abrió los brazos por alguna razón las
bandas de esclavos que habían sido tatuadas alrededor de su garganta y las
muñecas destacaron para ella.
Ella sabía exactamente a lo que se refería, a todas las sesiones que ellos
habían tenido al lado de la caldera en el sótano de la mansión, él hablando acerca
del terrible abuso que había sufrido a manos de su Mistress, ella escuchando y
ofreciendo comentarios solo cuando se detenía por un largo tiempo o la miraba por
J. R. WARD THE BEAST
—Imposible.
Cuando todos y cada uno de ellos la miraron, era esa clase de cosas que te
hacían agradecer que les gustaras.
Chico, era pesada, pensó mientras la elevaba más allá de su hombro. Casi tan
pesada como el peso que sentía en su corazón.
— ¿Dónde lo colocaste?
—En el campo de tiro. —V echó un vistazo a Tohr, que estaba fuera del
alcance de escucha—. Y tenemos un horario de guardia alterna. Él está atado a mi
satisfacción…
No.
Maldita sea, debería haber sabido no poner a ese idiota de guardia. Pero al
menos Payne no había salido del rango… y eso era algo que V no necesitaba
comprobar. Su hermana era el tipo de guerrero en el que confiaría no solo con su
propia vida, la vida de sus Hermanos y su compañera, pero sino que se aseguraría
que su prisionero no estornudara sin su permiso.
—No. Por supuesto que no. —Lassiter se paseó por al lugar donde se
guardaban los materiales—. Está bien, sí. Múltame. Era una malteada de fresa… y
yo solo vine por una camisa limpia y volveré. Relájate.
V dio una dura calada. Era eso o hacerle al hijo de puta una llave al cuello.
Mientras, el ángel sonrió y lanzó un beso por encima del hombro, al menos la
perra no bombeo su paquete.
— ¿Puedo matarlo? —Murmuró V hacia Wrath—. Por favor. Solo una vez. O
tal vez dos veces.
—Ponte en la fila.
—Roger a eso.
A veces, las emociones eran demasiadas, incluso para el más lógico de los
combatientes. A excepción de él por supuesto.
—Así que, Assail está dos cuartos más allá, —dijo V—. Por si estás listo para
hablar con él.
—Llévame allí V.
Una vez más, por lo general habría sido Tohr haciendo el deber, pero V se
acercó y empujó al Rey hacia adelante, dejando a los Hermanos reasumir varias
poses y sentadas mientras esperaban a que Rhage despertase.
Después de que se habían alejado, el Rey dijo en voz baja, —Entonces, ¿Qué
sabes de Rhage y su pequeño y prematuro concurso de disparo? —Cuando V
J. R. WARD THE BEAST
maldijo, Wrath negó con la cabeza—. Dime. Y no finjas que no sabes algo de
mierda. Tú fuiste el último en hablar con él.
—Sí.
—El Omega. —Hombre, no le gustaba incluso decir ese nombre. Pero, ¿al
igual que había disfrutado hablar del deseo de muerte de Rhage? —Sí, el hermano
de mi madre se hizo cargo de la limpieza. Si su trabajo diario como ser la fuente de
todos los males en el mundo no funciona, tiene una segunda carrera como conserje
esperando por él.
— ¿Algún problema?
—Quiero saber si todavía está ahí arriba. —La aristocrática y cruel cara de
Wrath consiguió apretarse—. Ir en contra de asesinos es una cosa, pero vamos a
necesitar un compañero con el serio poder para hacer frente a frente al Omega… y
J. R. WARD THE BEAST
—Sí. Eso también. —V dio otra calada para conseguir juntar su mierda—
.Pero ya sabes, si quieres que hable con ella o…
Antes de que sus problemas con su madre le hicieran aún más gruñón de lo
que por lo general era, llamó a la puerta.
Bueno, bueno, bueno, pensó cuando vio Assail sentado con las piernas
cruzadas en la cama del hospital. ¿Mucho detox71?
El macho estaba sudando como si fuera una cena de pollo bajo una lámpara
de calor, sino también temblando como si su cuerpo estuviese en un baño de hielo.
Había círculos del color del aceite del cárter en ambos ojos, y sus manos seguían
yendo a su cara y antebrazos, cepillando alguna clase de pelusa o cabello que no
existía.
— ¿P—p—perdón?
—Me escuchaste.
V miró a los primos gemelos en una esquina y los encontró como un respaldo
recto-e inmóviles como un par de cañones. Y casi tan cálidos y difusos.
71
Dietas desintoxicantes.
J. R. WARD THE BEAST
—Quiero darte las gracias por trabajar con nosotros anoche— dijo el Rey—.
Entiendo que tus heridas ya están cosidas.
—S—s—sí.
—Oh, por el amor de Dios. —Wrath miró a V—. ¿Quieres conseguirle a este
mamón su droga de elección? No puedo hablar con él si está todo deseoso por su
pecado. Es como si tratara de conseguir que alguien se concentrara a través de un
ataque epiléptico.
Era patética la forma en que los ojos del hijo de puta se clavaban y
desorbitaban. Pero V sabía lo que se sentía… cómo necesitabas el quemar que no
querías, cómo se convertía en todo lo que podías pensar, como te desvanecías al no
tenerla.
Gracias a Dios por Jane. Sin ella, estaría caminando ese tramo roído y
siempre vacío todavía.
Mierda, cuando el pobre diablo se acercó, estaba claro que las manos de
Assail temblaban demasiado para aferrarse a nada.
Torciendo la parte superior negra, V volteó la botella e hizo una línea por el
interior de su propio antebrazo.
Assail tomó esa mierda como un martinete, esnifando la mitad en una fosa
nasal, la mitad en la otra. Luego se dejó caer sobre la cama del hospital como si
tuviera una pierna fracturada y su goteo de morfina finalmente le hubiese dado
una patada. Y sip, desde un punto de vista clínico, era un triste comentario sobre el
estado del HDP que un estimulante como la cocaína le estuviese ayudando.
Assail se frotó la cara y luego dejo caer los brazos a los costados.
—Qué.
— ¿Por qué te preocupa? —La voz de Assail era aflautada, como si estuviera
agotada—. O has decidido que una dictadura, en lugar de una democracia, es más
adecuada para tu personalidad…
Excepto que el macho dijo entonces con una voz curiosamente muerta —No
sé. De verdad... no sé qué voy a hacer.
—A veces. —El Rey sonrió de nuevo con esos colmillos—. En cualquier caso,
quiero tu ayuda… y me la vas a dar. De una manera u otra.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 16
A medio camino hacia Lugar Seguro, Mary decidió que terminaría con una
cirugía de reemplazo de rodilla. Mientras tomaba la salida de la ruta norte, apretó
los dientes y golpeó el embrague que era duro como piedra, del clásico y
restaurado GTO morado brillante de su marido, también conocido como su orgullo y
su alegría. La luz de su vida después de ella. Era la cosa más valiosa que él poseía
después de haberle regalado su Rolex Presidencial de oro72.
Había aprendido eso por las malas cuando se había detenido al pie de la
colina de la mansión y casi se saca los dientes delanteros contra el volante por
culpa de los tirones y saltos.
Por supuesto, no contaba con el hecho de que el embrague era como tratar
de atravesar una pared de ladrillos con su pie cada vez que necesitaba pasar los
cambios. O que los engranajes estaban tan firmemente calibrados que si no tenías
el gas en el momento exacto, todos esos caballos debajo del capó se volvían
salvajes.
72
Marca y modelo de reloj
73
Término usado para referirse a automóviles con motores de gran potencia principalmente
manufacturados en Estados Unidos.
74
Automóvil con un cuerpo más largo de lo normal
J. R. WARD THE BEAST
—Mary.
— ¡Hola Mary!
—Ha estado arriba con Bitty —dijo suavemente la que tenía el pelo rizado.
—Estoy segura de que lo habrá —Mary sacudió su cabeza—. Odio esto para
ella.
—Todas lo odiamos.
En el tercer piso, encontró a Rhym dormida en una silla acolchada que había
sido puesta al lado de la puerta de Bitty. Cuando el piso crujió, la otra trabajadora
social se movió.
Rhym siempre le había recordado a ella misma hasta cierto punto. Era el
tipo de hembra que tal vez no era la primera persona que notabas en una
habitación, pero nunca fallaba en estar ahí cuando alguien la necesitaba. Ella
estaba en el extremo alto en cuanto a estatura, un poco en la parte delgada. Nunca
usaba maquillaje, usualmente usaba su cabello hacia atrás. Sin un macho del que
alguien haya escuchado hablar.
— ¿Son las seis y media? —Mary miró la puerta cerrada—. ¿Cómo estuvo
durante el día?
Rhym solo sacudió su cabeza —No habló de nada. Solo empaco su ropa en su
maleta, juntó su muñeca con su viejo tigre de juguete, y se sentó al pie de su cama.
Eventualmente salí porque pensé que solo estaba despierta porque yo estaba ahí
dentro con ella.
—Por favor. —Rhym estiro sus brazos he hizo sonar su espalda—. Y si está
bien para ti, iré a casa a dormir.
Mary miro las persianas que aún estaban abajo por el día. —Creo… —como si
lo hubiese ordenado, los paneles de acero que protegían el interior de los rayos del
sol comenzaron a subir—. Sip.
Rhym se puso de pie y pasó los dedos por su cabello rubio y marrón. —Si
necesitas algo, si ella necesita algo, solo llámame y vendré. Ella es una niña especial,
y yo solo… quiero ayudar.
— ¿Si?
Rhym frunció el ceño — ¿Tío? No, no menciono nada de eso. ¿Tiene un tío?
Con un gesto, la hembra bajo las escaleras, y Mary espero hasta que el
sonido de sus pasos desapareciera en caso de que Bitty solo estuviera dormitando.
Poniendo sus manos en su cadera, Mary bajó su cabeza. Por alguna razón, el
impacto del silencio de la habitación, sus modestas y ligeramente desgastadas
cortinas y ropa de cama, la delgada alfombra y los muebles que no combinaban, la
golpearon como si fueran golpes físicos.
Pero vamos, los problemas que se avecinaban tendrían que ser resueltos con
mucho más que un sistema de calefacción en perfecto estado.
Si, sabía que la vida era jodidamente difícil. Había aprendido esa lección
bastante bien. Pero al menos había tenido una niñez marcada con todas la cosas
tradicionalmente buenas que querías para poder recordar cuando fueras mayor. Si,
su padre había muerto tempranamente también, pero ella y su madre habían
compartido navidades y cumpleaños, graduaciones del jardín de infantes y la
escuela primaria y secundaria. Tuvieron pavo los días de acción de gracias y ropa
nueva cada año y buenas noches de sueño donde la única preocupación que podía
haber causado insomnio era sí obtendría las calificaciones para aprobar el año, o en
el caso de su madre, sí tendrían el dinero suficiente para ir dos semanas de
vacaciones al Lago George o solo una.
Pero al menos Lugar Seguro se había creado justo a tiempo. ¿La idea de que
los recursos no estuvieran disponibles para Bitty cuando más lo necesitaba? Era
suficiente para que Mary se sintiera enferma del estómago.
Moviendo sus piernas hacia un lado, pestañeo un par de veces y sip, seguía
ciego luego del ejercicio de parpados. Lo que sea, se sentía fuerte y estable,
físicamente por lo menos, y mientras tomara las cosas con calma, lograría llegar a
la ducha perfectamente.
—Finalmente joder…
Todos sus hermanos estaban ahí, sus olores y voces, sus risas aliviadas, sus
palabrotas y burlas, exactamente lo que el doctor le había recetado. Y mientras lo
abrazaban y palmoteaban su trasero desnudo, tuvo que contener la emoción.
¡Crack!
¡Crack!
La buena noticia es que el doble golpe hizo que su visión se aclarara un poco,
la ceguera desapareciendo lo suficiente para que pudiera distinguir las manchas
borrosas de los cuerpos y ropas de sus hermanos.
Rhage espero a que los demás empezaran a hacer preguntas. Cuando nadie lo
hizo, supuso que V ya les había contado sobre el tema de la visión. A menos que…
bien, todos lo vieron correr antes de tiempo en el campo y esa clase de mierda era
motivo para una golpiza.
—Luego —V exhalo algo de humo Turco—. Recupera bien todos tus cilindros
primero. Y luego te asignaremos.
Sin embargo, mientras caminaba por el lugar sagrado de Fritz, sintió que
debía hacer una ofrenda o algo así para no meterse en problemas con el
mayordomo. Y en esa nota, decidió que no cocinaría. Iba a tomar cualquier cosa que
ya estuviera lista y no comenzar a pensar independientemente con la estufa o la
despensa.
75
Marca de limpiador.
J. R. WARD THE BEAST
Un cuchillo serrado y una tabla para cortar después, junto con la cafetera,
el azucarero y un pequeño cartón de crema de leche, y ya estaba listo para hacer
negocios. Mientras el café se filtraba, se puso a rebanar, haciendo montañas de
piezas listas para enmantequillar hacia la derecha. Las rosquillas las puso en una
línea al estilo Henry Ford 77 así podría procesarlas en la tostadora y llevarlas hacia
la zona Phillie.78
Cuando el café estaba listo, saco la cafetera, vacío todo el azucarero en ella
y siguió llenándola con toda la crema de leche que pudiera. Luego tomo un sorbo de
prueba.
Perfecto.
76
serie televisiva de drama y horror, cada temporada se hace como una miniserie independiente, con un
grupo de personajes y escenarios distintos, y una trama que tiene su propio comienzo, parte central y
final.
77
Cconsiderado el pionero en el uso de las cadenas de producción que hicieron posible la producción en
masa
78
Referencia al queso Philadelphia.
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Cuando llevaba casi dos mil calorías de su atracón, la realidad de lo solo que
estaba realmente lo golpeo.
Pero la habitación podría haber estado llena con sus hermanos y aun así se
sentiría igual.
Y se acercaba.
79
Boxeador estadounidense.
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Capítulo 17
Había una gran cantidad de cálculos a tener en cuenta cuando uno tenía una
adicción.
Tenía varias.
Sin duda tenía suficiente para una vida sencilla, incluso a la luz de la
reciente crisis financiera internacional. ¿Así que todavía tenía que seguir en el
negocio de las drogas? Por otra parte, a la velocidad que estaba inhalando polvo por
su nariz, estaba en peligro de convertirse en su mejor cliente.
¿Por qué demonios no había hecho una foto de ella? Cuando había estado
aquí, en ésta misma casa, cuando la había protegido con su propia vida, ¿por qué no
había cogido su teléfono, enfocado en su dirección y hacer una instantánea? Un
simple momento, una fracción de segundo, era todo lo que necesitaba. Pero no, no lo
había hecho, y ahora, aquí estaba, en una encrucijada, sin nada que atesorar de ella
salvo lo que estaba en su mente.
De hecho, estaba en Florida, donde el mar lamía la arena dulce y las noches
eran un suave misterio incluso durante el jodido octubre.
Pero él había cumplido su petición. Tenía que dejarla ir. Dejarla ser libre de
él y ese estilo de vida ilegal en la que ambos habían participado.
Con un gruñido, se tapó la cara con las manos y la recordó en su mente. Sí,
oh, sí, podía recordar su pelo oscuro y su cuerpo esbelto, su piel y sus ojos oscuros
con una cierta claridad. Pero con el paso de tiempo... al principio se preocupó por si
se olvidaba de algún matiz y ahora por si era algún detalle más grande y
significativo.
Además, le debía la vida a Vishous; de eso estaba más que seguro. Tan inútil
como era su existencia, ahora no estaría sentado en ésta silla, en ésta mansión de
cristal sobre el río Hudson, alimentando su rutina con cocaína, a menos que el
Hermano le hubiera arrojado sobre su hombro y echado a correr como un demonio.
J. R. WARD THE BEAST
Dos veces.
Assail empujó su silla con el pie de tal forma que pudiera mirar por las
ventanas más allá del río. Un repique sutil sonó desde el rincón de la habitación
donde había un reloj viejo francés. En el fondo, a lo largo de la parte trasera de la
casa, pudo escuchar a sus primos moverse en la cocina.
Cuando decidió utilizar su teléfono móvil, todo lo que tuvo que hacer fue
meter la mano en el bolsillo de su rallada chaqueta de cuero. Se había olvidado de
quitar la destrozada ropa a pesar de que su casa estaba aislada contra el frío de
las noches de octubre. Por otra parte, todo lo que le había preocupado al llegar a
casa fue encerrarse en privado para así poder ponerse al día con su pequeño
problema.
Algo correcto.
Estaba empezando a sentir que ya era la hora. Y tal vez estaba usando una
página del libro de Marisol porque ahora era la única manera de que pudiera estar
cerca de ella.
A pesar que lo que estaba a punto de hacer bien podría llegar a ser
peligroso. Así al menos no se aburriría.
J. R. WARD THE BEAST
—Hola, querida —dijo cuándo la llamada fue respondida por una mujer—. Sí,
necesito alimentarme, gracias. Ésta noche sería preferible, sí. Y te he echado de
menos también. De hecho, y mucho. —Se relajó un poco mientras ella se tragaba
sus mentiras—. De hecho, en tú casa principal, por favor. No, la casa de campo no
se ajusta a un hombre como yo. En primer lugar estaba de acuerdo debido a la
presencia de tú hellren, pero ahora que se ha ido a la cama, no me veo capaz de
hacer más concesiones. Lo entiendes.
Hubo una larga pausa, pero sabía que iba a ceder. —Gracias, nalla. —entonó
de manera uniforme—.Te veré muy pronto, oh, lleva algo rojo. Sin bragas. Eso es
todo.
—Estoy dentro.
80
Música ambiental usada en oficinas, ascensores, etc.
J. R. WARD THE BEAST
Esas cosas dejaban caer sus hojas como si estuvieran en una constante
muda, y su TOC81 no la dejaría relajarse hasta que el suelo estuviese limpio. Por
otra parte, no tenía que hacer abdominales en el gimnasio.
El plan, el "favor", que estaba haciendo para su jefe era permanecer allí
hasta que le llevo tres contratos con firmas para poder escanearlas y enviarlas por
correo electrónico a brokers 82 de varios compradores. Por qué no podía introducir
las cosas en la máquina él mismo y hacer un pequeño PDF era un misterio.
Mirando arriba por encima del borde del número de escritorio, se concentró
en las puertas de cristal ahumado que daban al exterior. La oficina se situaba en un
centro comercial de alta gama que tenía un salón de belleza donde el corte
empezaba en cien dólares, y eso sólo para los hombres, una tienda que mostraba
dos piezas de Barely-There en su ventana, una tienda de vidrio y porcelana china
que brillaba incluso en días grises, y para finalizar, una joyería que las esposas
trofeo de Caldwell parecían aprobar.
Aunque realmente, donde tenía que ir. A casa con Dougie y la mala excusa
que había una fiesta.
81
Trastorno Obsesivo Compulsivo.
82
Es un individuo o institución (agente de bolsa) que organiza las transacciones entre un comprador y
un vendedor para una comisión cuando se ejecute la operación.
J. R. WARD THE BEAST
Todo eso mientras se preguntaba qué pensaría si supiera quiénes eran sus
padres.
Ese pequeño secreto era lo que la calmó cuando él había entrado la mañana
del lunes y le susurro que había estado fuera con una divorciada el viernes y una
entrenadora personal el sábado y luego tuvo un almuerzo con otra persona el
domingo.
Su verdadera identidad era la armadura que usaba para luchar contra él. En
una guerra que ella había iniciado y él desconocía por completo.
Estallo en carcajadas.
El tipo que hablaba a la cámara era como un personaje de Drácula LEGO, con
un punto en medio de la frente y caninos puntiagudos, incluso el vello facial parecía
que había sido pintado en lugar de afeitado, por Dios, que eso debería ser una
camisa con cuello Elvis. La piel del hombre era demasiado blanco, el pelo demasiado
oscuro, sus labios rojos recién salidos de una barra de labios MAC83. ¿Y esa voz?
Era parte evangelista, parte neo Victoriana, casi a lo Bram Stoker84.
—…criaturas de la noche…
¿Cómo la versión Nueva York de The Walking Dead? Ante la duda, agarrame
del tobillo y asustame.
—…Asechando víctimas…
83
MAC o M·A·C Cosmetics es una empresa y marca de productos de maquillaje y cosméticos.
84
Novelista y escritor irlandés, conocido por su novela Drácula (1897).
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La historia que conto comenzó sin nada especial, sólo un pandillero con sus
banda, tiroteando a los rivales en los callejones. Pero luego la cosa dio un giro
hacia Dracu-landia, con el chico describiendo la forma en que entro corriendo en un
restaurante abandonado, y de ahí en adelante, las cosas se pusieron raras.
—solo que su mierda era real. —Está bien, a Vlad claramente no le gustó eso,
pero Julio estaba en su discurso—. Y tenía una cara muy jodida, el labio superior
estaba jodido. Me iba a matar. Tenía una...
85
Diario Mensajero de Caldwell.
J. R. WARD THE BEAST
búsqueda del bueno de Julio. Huh. Que esperabas. Hubo un artículo escrito en
diciembre del año pasado relacionado con pandillas y la actividad en el área del
centro. Julio fue portada en todo aquello. Incluso tenía una foto de él mirando la
parte trasera de un coche patrulla del DPC, con los ojos bien abiertos y la boca
desfigurada como si tratase de hablar desesperadamente con el fotógrafo.
De hecho, Bryant había conseguido al tipo y su esposa una casa hace unos
seis meses. Suponiendo que ella estuviera en lo cierto.
Así que en realidad no se había dado tanta prisa. Había ido a su propio
ritmo, incluso cuando ella se había estado pudriendo allí.
De una manera triste que no le gustaba pensar, vivía por estos pequeños
momentos. Se alejó de ellos. Manteniendo penosamente la esperanza de que iba a
suceder de nuevo.
Jo desvió la mirada, y ésta vez, cuando ella tiró, él dejo marchar los
contratos. Sabía por el tono de su voz. Era una de sus ligues.
—Oye.
— ¿Qué?
—Jo —Cuando ella lo miró, inclinó la cabeza hacia un lado y entrecerró los
ojos—. Deberías usar el rojo más a menudo. Encaja con tu pelo.
—Gracias.
Capítulo 18
Las notas en los archivos de clientes de Lugar Seguro aún eran todas
escritas a mano. Parte de ello era por costo; computadoras, redes y archivamiento
confiable era caro, y con el personal como prioridad, derivar fondos en dirección
de información tecnológica no era una misión crítica. Pero por otra parte estaba el
hecho de que Marissa, su audaz líder, era de la vieja escuela y realmente no le
gustaba que las cosas importantes se mantuvieran en una forma que ella no pudiera
sostener en sus manos.
Tal vez en un siglo más desde ahora la jefa podría confiar un poco más en
Bill Gates.
Y era algo agradable, reflexionó Mary. Más humano, de alguna manera, ver
las diferentes caligrafías, diferentes tintas, diferentes maneras en las que las
personas escribían mal de tiempo en tiempo. Era el equivalente visual a una
conversación, todos trayendo algo único de sí mismo a los registros, algo opuesto a
las entradas tipeadas hechas con palabras uniformes, revisadas ortográficamente.
Hacía sin embargo, que la búsqueda de una nota en particular fuera más
difícil. Pero de nuevo, releer todo desde el principio ayudaba a notar cosas que
podrías haber perdido antes.
Después que terminó de leerlo todo de nuevo, Mary tuvo que echar la
espalda hacia atrás y frotarse los ojos. Como muchas víctimas que temían por sus
vidas, la Mahmen de Bitty había ido por atención médica sólo una vez, cuando su
hija estuvo tan lastimada, que no había manera que el proceso natural de sanación
pudiera encargarse de las heridas. Los rayos X le dijeron el resto de la macabra
historia, mostrando años de huesos rotos que se habían sanado por sí mismos. En
ambas.
— ¿Señorita Luce?
A Mary la atacó el deseo casi irresistible de decirle a Bitty que fuera por
un suéter.
— ¿Señorita Luce?
—Éstos son tus archivos, cariño. —Mary tocó los sobres manila—. Tuyos y de
tu Mahmen. Acabo de leerlos de nuevo. No… no veo nada acerca de tu tío. No hay
mención de él aquí. No estoy diciendo que no exista, sólo…
—Mi Mahmen se puso en contacto con él. Está viniendo por mí.
— ¿Cómo hizo eso tu madre? —preguntó—. ¿Le escribió? ¿Lo llamó? ¿Puedes
decirme cómo lo contactó? Tal vez puedo darle seguimiento.
—Su nombre es… —Bitty miró hacia el escritorio. Hacia las carpetas—. Es…
Era físicamente doloroso mirar a la chica tratar de salir con algo que
probablemente terminaría siendo un nombre inventado. Pero Mary le dio espacio,
esperando contra cualquier esperanza que hubiera alguna solución mágica para todo
esto, algún hermano que estuviera de hecho vivo afuera en el mundo, y que fuera
tan bueno como Bitty merecía.
Mary cerró los ojos por un momento. No podía ayudarse a sí misma. Ruhn era
parecido a Rhym, por supuesto. Sólo un pasó lejos del nombre de la supervisora de
admisiones, una distancia que fácilmente fue cruzada por una joven mente
buscando un rescate para una horrible situación.
— ¿Terminamos?
—Sí.
—Hablar no traerá a mi mahmen de vuelta. Señorita Luce. —Su voz era tan
grave, parecía que debía de haber salido de la boca de un adulto—. Hablar no va a
cambiar nada.
—Me voy ya. Estaré arriba en el ático. Por favor déjeme saber cuándo mi tío
venga.
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—Maldición. —Suspiró.
Un bebé gimiendo.
Antes de que incluso estuviera a medio camino del primer piso, Beth, la
reina, entró lagrimeando a la habitación, su pequeño hijo colgando bajo uno de sus
brazos como un saco de patatas y su mano libre alzada mientras sangraba sobre sí
misma.
— ¡Oh, mierda! —Rhage dijo al mismo tiempo que salía disparado sobre sus
pies descalzos hacia el fregadero, donde estaba ella—. ¿Qué pasó?
Su vista no era tan aguda como había sido antes, pero parecía que había un
montón de rojo en el frente de su camiseta. Y podía oler la sangre por todos lados.
— ¿Puedes tomarlo? —Dijo ella sobre los gritos de L. W.—. Por favor, sólo
tómalo.
Yyyyyyy así fue cómo terminó sosteniendo al primer y único hijo varón de
Wrath por debajo de las axilas como si el bebé fuera un aparato explosivo con un
contador yendo rápido.
—Ah… —dijo mientras el niño pateaba sus pequeños pies y lloriqueaba justo
enfrente de la cara de Rhage—. Um… seh, ¿quieres ir a la clínica con esto?
Moviendo la bolsa gritona del ADN de Wrath hacia un lado, trató de ver qué
era lo que estaba pasando. ¿Era su mano? ¿Su dedo? ¿Muñeca?
—Hey, ¿puedes quedarte con él por un minuto? Doc. Jane está en el Pit,
acabo de mandarle un texto. Correré hacia allí y haré que le eche un vistazo. Sólo
serán dos segundos.
Rhage cerró fuertemente los ojos y caminó hacia su silla en la mesa. Pero
después de dos pasos, pensó en la caída de Beth y se imaginó a sí mismo aplanando
al niño como un panini87. Siendo precavido, procedió a ir de punta-talón, punta-
talón, como si balanceara un jarrón de cristal en la punta de su cráneo. En cuanto
estuvo dentro de rango, aparcó en la silla y paró al niño en sus pies de panecillo. L.
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Atleta jamaicano especialista en pruebas de velocidad.
87
Sándwich de origen italiano.
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W. no era lo suficientemente fuerte para sostener su cuerpo, pero ese grito era
todo rock and roll.
—Tu mahmen está volviendo. —Por favor, Querida Virgen Escriba, deja que
la hembra vuelva antes de que se vuelva sordo—. Sip. Está volvieeendo.
Rhage miró alrededor del par de muy sanos pulmones y rezó para que
alguien, quien fuera, viniera corriendo.
Okay, si la definición de locura era hacer la misma cosa una y otra vez…
Rhage puso a L. W. sobre su pecho para que el bebé pudiera ver sobre su
hombro. Y luego el palmeó la mano plana sobre la sorprendentemente robusta
espalda. Una vez. Y otra. Y otra vez…
Éste era el futuro, pensó Rhage. Éste era el destino que vino a descansar a
su pecho.
Wrath estaba vivo en éste niño. Y lo estaría en el hijo del niño. Y en el hijo
después de eso.
Más que nada, Beth le había dado esto. Ellos lo compartían. Ellos lo habían…
hecho.
Capítulo 19
—Buenas noches, —dijo ella tomando una pose sexy—. Me vestí de rojo, tal
como tú deseabas.
Uno podía decir mucho sobre su falta de pedigrí o de que fuera una
cazafortunas, pero era una hembra hermosa, todo su largo cabello negro caía sobre
un cuerpo tipo busto-cintura-cadera de Marilyn Monroe. Llevaba aquel vestido
escotado, a juego con sus zapatos Loubou’s88 talla seis, era el sueño nocturno de
cualquier pene.
88
Louboutin es un diseñador de moda francés especializado en calzado femenino.
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— ¿Te gusta? — dijo ella, levantando sus brazos y haciendo un círculo lento.
Como supuso, él rió, revelando sus largos colmillos. —Esto va a ser aún mejor
para ti.
Naasha se deslizo hacia él, pero no del todo, sentándose en un antiguo sofá
francés amarillo que tenía más almohadas que el espacio de asiento.
—No.
—Si piensas que esto es una falta de respeto, no sabes nada de mí. Estaré
más que feliz de irme.
89
1.83 mts.
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—No. —Ella corrió desde el sofá, hasta quedar tan cercana de él que podía
ver los poros en su lisa cara—. No te vayas.
—Ponte de rodillas. —Antes de que ella pudiera decir algo, él señalo sus
pies—Sobre tus rodillas. Ahora.
—Eso es, buena chica. —Él rozó su mejilla con sus nudillos. Entonces agarró
un mechón de su cabello y dobló su cabeza atrás—. Abre tu boca.
— Él es fuerte…
Ella gimió un montón de palabras sin sentido, tan perdida que su cerebro
obviamente había tomado vacaciones. Y en cierta forma, él envidió la experiencia
erótica que ella tenía. Para él, esto era nada más que una expresión de sus bajas
necesidades, un entrenamiento físico con el placer y la sangre como un premio
anónimo.
Esto no significaba que estuviera al filo del placer como ella. Pero al menos
podría usar esta debilidad como beneficio para Wrath.
Ésta era una foto de Assail, de la espalda y la cabeza de una hembra morena
doblada sobre un sofá. El mensaje era corto y al grano: Estoy en eso.
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La adicción al sexo era un problema potencial, pero parecía que Wrath había
tomado la decisión correcta con el hijo de puta. Assail se veía bien, tenía dinero, y
era un bastardo total con el linaje de sangre correcto. Era perfecto para plantarlo
en medio de la glymera.
La pregunta era que iba a hacer con lo que descubriera. Y cuánto tiempo iba
a ser un buen chico y seguiría las reglas del juego.
—Ningún cambio.
Vishous miró y sacudió la cabeza ante el ángel. — ¿Qué estás haciendo aquí?
¿Y por qué trajiste una silla de jardín?
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Juego que consiste en armar combinaciones que como mínimo, deben estar formadas por tres cartas
iguales (del mismo valor) o por tres cartas consecutivas del mismo palo.
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No parecía que el ángel le hubiera oído, o tal vez no le importaba nada más
para hacer una evaluación de su dedo en el gatillo, incluso si hubieran tenido
formación médica.
— Nah, lo tengo.
Él tenía sus sospechas sin embargo. Era muy posible que la conmoción
hubiese causado un accidente isquémico cerebro vascular debido a un coágulo de
sangre que bloqueaba un vaso.
Después de que V hubo guardado sus juguetes e hizo las notas en el archivo
digital de su teléfono, dio un paso hacia atrás y se quedó mirando a la cara fea del
macho. A falta de ser capaz de hacer una serie de pruebas, había tenido que
depender de su propia observación y a veces, incluso con el equipo de trabajo, nada
podía suplir la propia extrapolación de un médico por lo que podía ver.
—Maldita sea
— ¿Estás bien?
Y sin embargo, se alegró de que el hijo de puta estuviera allí. Incluso si Xcor
era poco más que un mueble.
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Capítulo 20
Beth Randall, compañera del Rey Ciego, Wrath hijo de Wrath, sire de
Wrath, Reina de los vampiros, se dirigió de nuevo a la puerta principal del Pit, a
pesar de que Doc. Jane todavía estaba poniendo el vendaje en su recién cocida
mano.
—Estaré bien…
—Yo lo haré…
—¿Cuál es la urgencia?
Beth salió del Pit con el rollo de cinta aun colgando de su mano, y terminó el
trabajo mientras cruzaba el patio, mordiendo con sus dientes la tira y suavizando
la cosa pegajosa que había sido envuelta alrededor de la palma de su mano.
Dirigiendo sus pasos a la gran entrada de la mansión, ella esperó a que se abriera la
puerta del vestíbulo poniendo la cara delante de la cámara.
No tenía idea de por qué exactamente era que se disculpaba, por lo que
entró rápidamente por el comedor vacío y se abrió paso en…
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Actriz estadounidense de cine y televisión. E los Cazafa tas as hizo de Janine Melnitz, una
secretaria.
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—Nada. —La sonrisa que apareció en ese hermoso rostro parecía vacía. —
Hice que parara de llorar.
—Sí. —Extendiendo la mano, ella tomó una servilleta de papel desde la mesa.
—Aquí.
Y entonces recordó más tarde, después que la bestia había salido y que él
había tenido que acostarse en el dormitorio subterráneo de su padre para
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—Sí, lo somos.
Ella casi había muerto al dar a luz a L.W. Y con el fin de salvar su vida, es
que habían tenido que extirpar su útero. No había más niños biológicos para ella, y
sí, eso era una decepción, pero cada vez que miraba la cara de su hijo, estaba tan
agradecida de él, que el hecho de que ella no tendría la oportunidad de ganar la
lotería otra vez no parecía mucha perdida en absoluto.
Tal vez era la niña, y ellas podrían intentar hablar sobre eso otra vez. Pero
probablemente no…
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Marca comercial de un medicamento antiácido efervescente
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Mary se echó hacía atrás, y cruzó los brazos sobre su pecho, pensó, ah, así
que esto no era una visita social.
—Sí.
—Te lo juro, Marissa, no tenía idea de que iba a ser así de malo.
—Bien, tal como sabes, las cosas no fueron como esperaban que lo hicieran…
—Espera, espera. —Marissa puso sus palmas en frente. —¿Qué? No, estoy
hablando de Rhage recibiendo un disparo en el campo de batalla. Y tú salvando su
vida en frente de los Hermanos.
—Oh, bueno, sí. Pero con todo lo que está pasando con Bitty, ¿cómo podría
no venir? Y además, he pasado todo el día con Rhage, asegurándome de que
estuviera bien. Mientras él seguía durmiendo en la clínica, yo quería venir a ver
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como estaba ella. Dios…la idea de que hice las cosas peores para ella me hace
sentir horrible. Quiero decir, estoy segura de que sabes lo que pasó.
Mary agitó una mano de forma casual. —Estoy bien. Él está bien…
—Oh, mi Dios… ¡no! ¿Me estás tomando el pelo? Eres la mejor terapeuta que
tenemos—Marissa sacudió la cabeza. —Y no me atrevería a decirte cómo hacer tu
trabajo aquí. Pero está bastante claro que necesitas veinticuatro horas, y por
mucho que desees estar allí con la niña en tu capacidad profesional, tú serás más
eficaz si has tenido algo de relajo y descanso.
—Bueno, eso es un alivio. —Ella se echó hacia atrás. —La parte en que no me
despides, lo es.
—Por supuesto que sí. Solo que estoy muy preocupada de Bitty. Está en un
tiempo de crisis, ¿sabes? La pérdida de su madre no es solo una tragedia que la
deja en un orfanato, es un gran punto de disparo para todo lo demás. Yo
solo…Realmente quiero asegurarme de que está bien.
Cuando se hizo un periodo de silencio, Mary miró hacia arriba y encontró que
su jefa la miraba fijamente con una expresión inescrutable.
—¿Qué?—.dijo Mary.
Mary abrió la boca para negarlo. Entonces apagó las cosas y Marissa alzó las
cejas.
Como si la jefa supiera que ganó con sus argumentos, Marissa se puso de pie
y sonrió un poco. —Siempre tendrás esa devoción por tu trabajo. Pero es
importante que Lugar Seguro no sea tu vida.
—Absolutamente.
El viaje a casa tomó su tiempo, pero eventualmente, ella puso el muscle car
en su espacio en el patio, entre el Hummer II de Qhuinn y el Porsche 911 Turbo de
Manny.
Mirando por encima de la imponente mansión de piedra gris con sus gárgolas,
como Lassiter las llamaba, sus innumerables ventanas y sus inclinadas tejas del
techo, se preguntó qué pensaría Bitty del lugar, y pensó que la niña probablemente
se sentiría intimidada al principio. Pero tan intimidante como parecía en el exterior,
la gente en el interior la haría parecer como si fuera una acogedora y cálida
pequeña casa de campo.
A través de los adoquines y junto a la fuente que había sido secada por el
invierno. Subió los escalones de piedra. Entró en el vestíbulo, donde puso su cara en
la cámara de seguridad y esperó.
Beth fue la que abrió las amplias puertas, y ella balanceaba a L.W. en su
cadera. —Oh, Hola…estaba a punto de llamarte.
—Hola, pequeño. —Mary acarició la mejilla del niño y le sonrió, porque ¿cómo
no hacerlo? El bebé era una tina de ternura, con un absoluto encanto. —¿Necesitan
algo, chicos?
Dijo mientras entraba en el gran vestíbulo para que L.W. no cogiera frío, se
detuvo cuando vio la expresión de Beth. —¿Está todo bien?
Mary cruzó el piso de mosaico y tomó las escaleras al trote. Cuando llegó a
su dormitorio, abrió la puerta, y fue golpeada con una ráfaga de aire congelado.
—Aquí.
Estaba vestido con pantalones de chándal tan grandes como siempre, pero
todo en él parecía haberse encogido.
—¡Rhage! —Ella corrió a través del baño y se agachó junto a él. — ¿Qué está
mal? ¿Necesitas a Doc. Jane?
—No.
Con una maldición, ella acarició su cabello hacia atrás. —¿Estás adolorido?
—Rhage, —dijo ella con más fuerza. —¿Qué demonios te ha pasado? ¿Quién
te golpeó?
Sus ojos trazaron sus razgos, y luego lo alcanzó con sus dedos, tocándolo
con suavidad. —No enloquezcas. Me lo merecía, y él hizo que mi vista regresara
antes de lo habitual.
Rhage rozó el labio inferior de Mary con su pulgar. —Me encanta la forma
en que me besas.
—Mira, aprecio los cumplidos, pero necesito saber qué está sucediendo—,
dijo ella poniendo su palma de la mano sobre la de él. —Tú estás claramente
molesto sobre algo.
—Mi Mary, —gimió mientras lamía el camino hasta ella. —Cada vez
contigo…es nuevo. Nunca es lo mismo y siempre mejor que el último beso…el último
toque.
Sus manos fueron a la deriva hacia abajo, de manera que ella pudo sentir el
peso de ellas sobre su pecho. Y luego de una manera lenta, él alejó su chaqueta,
arrancándola de sus brazos, haciéndola sentir su camisa de seda y su sujetador de
encaje y toda su piel debajo de la ropa con claridad. Salvo que una parte de ella
habló. ¿Su conciencia, tal vez? Porque seguro que se sentía como si ella había
dejado algo por hacer cuando él la necesitó.
Como si ella no pesara nada, la levantó del duro suelo de mármol y la movió
hacia un lado, dejándola en la alfombra de piel de felpa que se encontraba frente a
la bañera de hidromasaje. Dejando su espalda contra la suavidad, ella miraba como
sus ojos viajaban por su garganta hasta sus pechos…y más abajo hasta sus caderas
y sus piernas.
—Mi Mary.
Se quedó así, acariciando con sus pulgares hacia atrás y hacia adelante
sobre su abdomen inferior.
Capítulo 21
Quizás su pequeño podría tener ojos azules y pelo rubio, pero el increíble
carácter e inteligencia de su mahmen. O puede que su pequeña podría tener el pelo
castaño de Mary, sus ojos verde azulados y ser un petardo.
Ya sea porque el hijo de puta viniera de esa forma por qué la Virgen Escriba
lo quiso o porque Rhage se ocuparía del problema él mismo.
Inmortalidad en la Tierra.
Y todo porque él y Mary se amaban. Todo porque una noche hace años y
años, y después décadas y siglos, ella había venido al centro de entrenamiento con
John Matthew y Bella, él había estado ciego y confuso, y ella le había hablado.
— ¿Rhage?
Sacudiéndose, fue hacia abajo y puso sus labios en su vientre. —Te amo.
Con manos rápidas, le quito los pantis y abrió sus muslos. Mientas puso sus
labios en su sexo, oyó cómo gemía su nombre, estaba determinado a chuparla y
succionarla: la amaría incluso aunque no tuviera a sus hijos. Le rendiría culto como
un macho vinculado debería. Acariciarla, sostenerla, ser su mejor amigo, su amante,
su más firme defensor.
Un negro y pequeño hueco en su corazón por lo que podría haber sido. Que
debería haber sido. Que nunca, nunca pensó que podría importar pero de alguna
manera siempre lo echaría de menos.
Nunca jamás hablaría con ella sobre esto. Por supuesto no se había
presentado voluntaria para el cáncer, quimio o la infertilidad. Nada de eso fue su
decisión, estaba lejos de ser un problema de culpabilidad. Así que de ninguna
manera expresaría en voz alta su dolor.
Pero si, ésta era la ansiedad que había estado sintiendo. Ésta era la
distancia. Ésta era la fuente de su rabia. Durante el pasado sin importar cuánto
tiempo, había estado viendo a sus hermanos con su descendencia, viendo la cercanía
de las familias, envidiando lo que ellos tenían y enterrando la mayoría de las
emociones hasta que salieron inesperadamente en la cocina con L.W.
Más bien como una ebullición que ha ido creciendo hasta que no podría ser
contenida por más tiempo.
Rhage se dijo a si mismo que debería estar aliviado por no estar loco o
maniaco hasta el punto de la inestabilidad mental. Y más al punto, ahora que se
había dado cuenta lo que estaba pasando, podría dejar todo esto atrás para ambos.
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—¿Qué?
Rhage dejó caer su cabeza en su cuello y comenzó a moverse otra vez. —Oh,
Dios, Mary...Mary...
El no paró. No por muchísimo tiempo. Lo cual era algo que los machos
vampiros podían hacer. Solo se mantuvo en su orgasmo, llenándola hasta rebosar y
todavía continuaba hasta que sus liberaciones venían tan juntas, que ellos se
corrían en tan solo un pulsante latido.
Cuando acabo, calló quieto y se dejó caer, pero entonces apuntaló su peso
con sus codos así podría respirar.
Rhage se empujó así mismo hacia atrás un poco más para poderla mirar a los
ojos.
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—Te ves tan triste —lo acarició siguiendo sus cejas. La tristeza moldeando
su perfecta boca. Los moretones en su mandíbula—. Es siempre mejor si hablas con
alguien.
—Ojala pudiera estar ahí dentro contigo —dijo mientras abría el agua
caliente.
Mientras la movía debajo del chorro, cogió su cara con sus manos y la miró
directo a los ojos. —No tienes nada de qué preocuparte. No ahora ni nunca, por lo
menos no sobre mí. Te quiero hasta siempre y vuelta, y nada más importa mientras
eso sea verdad.
Lo observó irse. Y pensó que era increíble cómo alguien podía tranquilizarte
y al mismo tiempo hacerlo incluso peor.
Momentos después, hubo una serie de clics como barras moviéndose fuera
de sus agujeros, y después el pesado panel abriéndose ampliamente. Beth estaba al
otro lado, L.W. en su cadera, su pelo en una trenza sobre su hombro, esos viejos
vaqueros azules y un brillante jersey azul la misma definición de hogareño. ¿Lo que
no era agradable en lo más mínimo? El increíble brillo tenue de las piedras
preciosas incrustadas en las paredes de más allá.
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Mary nunca había estado en las habitaciones privadas antes. Pocos podían,
aparte de Fritz, quien insistía en hacer la limpieza aquí arriba el mismo. Pero Mary
había oído que toda la suite había sido decorada con piedras preciosas del tesoro
del Viejo País y esto claramente era cierto.
—Hey —la reina sonrió incluso mientras L.W. agarró un poco de su pelo por
encima de su oreja y dio un tirón. —Okay, ow. Vamos a intentar otra cosa para
deshacernos del rizo, ¿vale?
Capítulo 22
Usualmente, Rhage tenía algo en su boca durante las reuniones con el rey.
Los Tootsie Pops eran sus favoritos, pero para cambiar, tenía un paquete de
Starburst93, o tal vez algún Chips Ahoy!94, los de la antigua escuela que venían en
paquete azul, crujiente, no duro y sin nueces. Su estómago no aguantaba nada como
eso, a causa de la mierda de la bestia.
Pero al menos su visión estaba aún mejor de lo que había sido luego de que V
le hubiera golpeado.
A medida que las persianas bajaron por el día, tomó lugar en la esquina de la
puerta doble mientras que sus hermanos se instalaron en sus lugares habituales
alrededor de la habitación: Butch y V en uno de los sillones franceses, los dos
instalándose en posiciones casi idénticas, tobillo sobre rodilla; Z contra la pared en
la mejor posición defendible con Phury justo a su lado; John, Blay y Qhuinn,
agrupados cerca del fuego. Rehvenge, por su parte, estaba frente al escritorio
adornado de Wrath, siendo el líder de los symphaths y uno de los asesores más
cercanos del rey, y Torh estaba sentado en el lado de la mano de la daga de Wrath,
debido a su posición como líder de la Hermandad, algo así como un teniente.
Lassiter no estaba cerca, y Rhage supuso que el ángel estaba viendo TV en alguna
parte. Y Payne, ¿qué la había llevado a no asistir a este tipo de cosas?
Probablemente estaba viendo a Xcor.
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Caramelos masticables cúbicos con sabor a fruta.
94
Galletas con pequeños trozos de chocolate.
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Porque Dios sabía que la hembra podría manejarlo por sí misma, y a cualquier
macho del planeta.
—Con el debido respeto, Xcor tiene una custodia seria —dijo Butch—.
Veinticuatro siete.
El policía abrió la boca, para luego cerrarla y asintió—. Sí, tengo razón.
Qhuinn cruzó los brazos sobre su pecho. —En lo personal, me importa una
mierda si él está como Hannibal Lecter, no lo quiero cerca de la clínica…
—No sin arrastrar el culo de Havers para una tomografía. Pero no quiero
cruzar la ciudad, solo para averiguar de lo que estamos muy confiados, y sí, Jane y
Manny están de acuerdo con mi conclusión.
—Nop. Podría estar despierto ahora, o estar un mes así, o quedar en estado
vegetal. En realidad no hay forma de saberlo. ¿Y si despierta? Dependiendo de la
gravedad del accidente cerebrovascular, podría estar afectado cognitivamente,
físicamente jodido, o completamente normal, o algo parecido entre esos extremos.
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Wrath se inclinó hacia un lado y tomó a George para subirlo sobre su regazo.
Como una nube de pelo rubio con penacho en el aire, el rey tomo una pieza de su
boca antes de hablar.
—Qhuinn tiene razón. No podemos mantenerlo allí, sobre todo si los nuevos
aprendices están llegando. Por una parte, ustedes idiotas, van a necesitar del
campo de tiro, pero más al punto, estamos seguros como la mierda que no queremos
que cualquiera de esos pequeños hijos de puta se despierte muerto al final de la
clase porque el premio mayor despertó y consiguió salir fuera de su jaula. La
pregunta ahora es, ¿dónde llevarlo? Quiero tenerlo lo suficientemente cerca como
para que podamos tener respaldo inmediato, pero tenemos que sacarlo de ésta
propiedad.
Y ahí comenzó la discusión, la cual Rhage no podía seguir. La verdad era tan
crítica como la situación de Xcor y la mayor parte de su cerebro estaba de nuevo
en el cuarto de baño con su Mary y deliberadamente recordó lo bien que se sentía
estar sobre ella, lo increíble de sus gemidos, cuanto le gustaba estar dentro de
ella.
—…los bastardos tiene que estar buscándolo por toda la ciudad —dijo
alguien—buscando un cuerpo o una marca de quemadura…
Vishous cortó lo que decía—. Tengo dos teléfonos celulares que tome de él.
Uno tenía una contraseña de jardín de niños y entré en él sin problemas. No había
nada, salvo detalles sobre el tráfico de drogas y todos sabemos en donde terminó
eso. La otra unidad murió a penas rompí su código, y supongo que fue Xcor, ya que
los bastardos tienen precauciones rudimentarias en su lugar.
Wrath habló sobre el macho—. Quiero a todos fuera del centro por las
siguientes tres noches. La desaparición de Xcor sacará a los Bastardos de su
escondite. Tenemos a uno de los suyos. Y los quiero a todos.
—El omega podría hacer más —Agregó Wrath—. Eso es una mierda segura
Butch tomó la palabra—. Cuando se trata de los lessers, creo que nos
estamos enfocando en el síntoma, no en la enfermedad. Tenemos que hacer que el
Omega salga. Quiero decir, esa es la profecía de Dhestroyer, ¿verdad? Se supone
que es el único que puede hacerlo, pero no podría haber absorbido a todos en el
campo. De ninguna jodida forma.
¿En su lugar? Una porción entera de nada95, como Qhuinn habría dicho.
No, pensó. Él estaba aquí. Lo sintió en su propia sangre, que es lo que sucede
cuando alimentas a alguien, un eco de ti mismo estaba en ellos y era algo así como la
captura de un reflejo en un espejo a través de la distancia.
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En español en el original.
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Con el corazón palpitante y su cabeza dando vueltas, sabía muy bien que su
instinto no estaba mintiendo. Xcor estaba aquí en algún lugar del centro de
entrenamiento. ¿Lo habían capturado en el campo de batalla? ¿Había sido herido y
ellos lo trajeron como lo habían hecho con su soldado?
—Mira, no le digas a Fritz sobre esto, ¿de acuerdo? Pero lavar la ropa
despeja mi cabeza, y a veces es lo que necesito para relajarme.
J. R. WARD THE BEAST
Qhuinn sonrió por una fracción de segundo—. De hecho, vine a verte. Estaba
pensando que Layla podía disfrutar de una visita de regreso a su habitación normal.
—Ah, sí. Ese es el punto, Qhuinn. —Doc. Jane cambio su carga, pero no la
mirada verde bosque—. Sé que hemos tenido un tranquilo periodo de viento en popa
con el embarazo, y espero que ésta tendencia continúe. Pero no podemos correr
ningún riesgo, y cada noche que pasa, estamos cada vez más cerca del gran
momento…
Layla parecía ida entre ambos. Y se sintió como una hipócrita mentirosa
cuando dijo, —Me siento más segura aquí.
—Podemos mover algo del equipo a la casa —sugirió Qhuinn—. Tú sabes, las
cosas de seguimiento, ese tipo de cosas. Además, no será por mucho tiempo.
Doc. Jane sacudió la cabeza como si no pudiera creer que había oído bien.
—Lo sé. —Los ojos dispares de Qhuinn estaban fijos en los de la doctora—.
Soy plenamente consciente de lo que está en juego. Y tú también.
Doc. Jane abrió la boca. Luego vaciló —Escucha, voy a dejar esto en mi
oficina. Encuéntrame allí, ¿de acuerdo?
A medida que la doctora se alejaba, Layla miró a Qhuinn — ¿Quién más está
aquí abajo?
Sus cejas oscuras se apretaron tanto, que su ceño fruncido era evidente. —
¿De verdad? ¿En serio?
—Mierda, no, no te disculpes —Echo su pelo oscuro para atrás y por primera
vez, ella consiguió un buen vistazo de las bolsas negras bajo sus ojos—. Todo el
mundo está… tú sabes, esto es la guerra. Es tan jodidamente estresante.
La verdad era que había deseado el tiempo con él. Y era una traición,
independientemente de lo mucho que había tratado de pintarse a sí misma como la
víctima.
— ¿Layla?
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Estás bien?
—No. Quiero decir, sí, sí, lo estoy. —Ella puso sus manos en la parte baja de
su espalda y se estiro—. Solo estoy cansada. Es el embarazo. Pero todo está bien.
Cuando la puerta se cerró detrás de él, ella sabía lo que haría. Iba a ir a
hablar con los otros Hermanos, si es que no lo había hecho ya. Y pronto, muy
pronto, descubriría que ya no sentía la presencia de Xcor. Ya sea porque fuera
reubicada, o porque ya no estaba.
Poniendo su cabeza entre sus manos, intento respirar y se encontró con que
era imposible. Tenía la garganta apretada, sus costillas estaban como barras de
hierro, sus pulmones ardían. Seguía diciéndose que conseguir sentirse mal, no iba a
ayudar. Desde luego, no sería bueno para ella o el embarazo.
A menos que, ¿de esa forma lo habían capturado? Oh, querida Virgen
Escriba, ¿trajo a sus soldados aquí con armas? ¿Ese había sido el caos de la noche
anterior?
Algún tiempo después, dejo caer los brazos y miro la puerta del baño.
Estaba a cien kilómetros de distancia. Pero tenía que hacer pis, y tal vez un poco de
agua fría en la cara le ayudaría a volver en calma.
Humedad. Había humedad, una abrupta humedad entre sus muslos. Se llevó
las manos a la parte delantera de su camisón mientras miraba hacia abajo.
Y comenzó a gritar.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 23
Arriba, en su casa de cristal, Assail tomó una ducha que duró casi toda una
vida.
Los paneles negros habían bajado sobre las ventanas, por lo que estaba
oscuro, nada más que los interruptores de luz brillantes con sus pequeñas cabezas
de color melocotón le orientaban. El agua estaba abrasadoramente caliente, y
cuando dejó caer la cabeza hacia atrás, barrió su cabello plano sobre su cráneo. Su
cuerpo estaba en un estado pos alimentación, pos malditamente flotando, incluso su
adicción estaba calmada.
A pesar de que esto último se debía probablemente a las tres líneas que
había esnifado, tan pronto como había llegado.
Tachen lo de probablemente.
Cuando había tratado de venir al Nuevo Mundo, no había hecho el viaje solo.
Sus primos, Ehric y Evale, habían viajado con él, y habían demostrado ser
ayudantes firmes y leales a lo largo de sus esfuerzos de negocios. Manteniéndose
con él y nunca le habían fallado, e iba a necesitarlos una vez más.
Assail podía sentirlo tan seguro como un aroma en el aire nocturno. Sólo que
no sabía qué era aún. Sin embargo, tiempo y sexo, iban a arreglar eso.
Durante un breve tiempo, las cosas no habían sido así. En ambos casos. Pero
ese tiempo había pasado.
En su habitación, se puso entre sus sábanas de seda desnudo e hizo una nota
mental para cambiarlas al caer la noche. Aunque no era tradicional para un hombre
de su posición, se había acostumbrado a atender sus propios baños y vestiduras,
cambiar sus sabanas, lavar su ropa. Había un extraño consuelo en hacerse cargo del
cuidado de cosas tan simples, un comienzo y final para cada tarea de la que
derivaba una cierta satisfacción.
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Y así era como solía pasar los días mientras sus primos dormían abajo.
Limpiando. Fregando suelos y lavabos, inodoros y mesones. Pasando aspiradora.
Puliendo. Era una manera productiva para quemar el nerviosismo por la cocaína.
El Hermano Vishous no perdía el ritmo. Lo que era más bien una de sus
características más predominantes. — ¿Qué pasó? ¿Recibiste algo?
Una risa oscura entró en la conexión. —Con un hombre como tú, estoy
seguro de que lo fue. Y esperamos que la folles regularmente hasta que empiece a
hablar.
—Pervertido.
—Cómo.
El hecho de que eso no fuese una pregunta, sino una demanda no fue una
sorpresa. —Ella estaba hablando de las conquistas sexuales que había disfrutado.
Evidentemente, tú fuiste uno de ellos, cuando ella era más joven y dejó en claro
que había hecho la conquista, por así decirlo.
J. R. WARD THE BEAST
—Está dando una cena en la víspera y deberé asistir con mis primos. Voy a
tratar de descubrir más en ese momento.
—Si seguimos con esto hablare contigo más de lo que hablo con mi propia
mahmen.
—Sí.
J. R. WARD THE BEAST
—Hola.
—Ah, hola. —Él cerró la puerta—. Pensé que tal vez estarías descansando.
En el incómodo silencio que siguió, se acordó de otra noche que parecía una
eternidad atrás, cuando él había entrado en ésta habitación después de haber
llegado al límite con una mujer humana. Mary había estado viviendo con él, y le
había matado verle así después… demonios, lo había matado volver a ella de esa
manera, también. Pero en ese momento, había sido un caso urgente, ya sea dando a
su cuerpo un poco de sexo o haber montado a Mary poniéndola en riesgo de que la
bestia saliera mientras se encontraba en su interior. Después de todo, su Mary le
había excitado tanto y tan rápido que su maldición había amenazado en surgir con
su sola presencia, y había estado aterrorizado de hacerle daño. Miedoso de
revelarle aquella parte de su naturaleza. Convencido de que su indignidad
emergería y arruinaría todo.
Así que había vuelto aquí y había tenido que mirarla a la cara, sabiendo lo
que había hecho con otra.
Corte hacia la noche que había aprendido que ella se estaba muriendo, era el
peor recuerdo de toda su vida. Divertido, esto se sentía de la misma manera en
algunos aspectos. Un ajuste de cuentas que no quería, pero no que podía hacer nada
para evitar.
J. R. WARD THE BEAST
—Hablé con Beth, — dijo ella con gravedad—. Me dijo que te sentaste con
L.W. cuando ella estaba arreglando sus manos.
Rhage cerró los ojos y quiso maldecir. Especialmente cuando se produjo una
larga pausa, como si le estuviera dando la oportunidad de explicarse.
Por lo que hacía que su verdad pareciese especialmente cruel e injusta. Pero
ella no iba a dejarlo ir, cambiar de tema, o empujar esto a un lado. Eso no era el
estilo de su Mary, no cuando se trataba de cosas como ésta.
Rhage tomó una respiración profunda. Quería ir hacia ella junto a la cama,
pero tenía que caminar alrededor, el nudo y la quemadura en su cráneo necesitaba
algún tipo de expresión física o iba a comenzar a gritar. O a golpear paredes…
Sólo tenía que encontrar la manera de expresar esto para que no sonara
como si estuviese culpándola a ella. O catastróficamente infeliz. O…
— ¿Rhage?
Mary había cambiado de posición, y ahora estaba sentada con los pies
colgando fuera del colchón alto. Ella estaba eclipsada por el tamaño de la cama,
pero necesitaban un colchón del tamaño de un campo de fútbol, él era tan grande,
que no podía estirarse en algo más pequeño.
—Fue porque... —Mary se quedó mirando a sus pies. Luego volvió a mirarlo—.
¿Es porque quieres tener tu propio bebé, Rhage?
—Te amo.
—Te has sentido así por un tiempo, ¿no es así? Es por eso que las cosas han
sido un poco diferentes entre nosotros.
—Sé que lo hiciste. Lo que no esperabas era ser el que tuviese el pozo hueco
en medio del pecho.
—Beth me dijo algo más. —Mary esperó a que levantara la mirada, y cuando
lo hizo, se secó una lágrima. —Ella dijo que Vishous vino a ti antes del ataque. Ella
dijo... que te dijo que ibas a morir. Que trató de conseguir que abandonases el
campo, pero que no lo hiciste.
Era extraño, sin embargo. Estaba de pie y luego estaba abajo en el suelo,
con las piernas debajo de él colapsándose en malos ángulos, con el torso siguiendo
su ejemplo en una caída descuidada de los brazos y los hombros. Pero eso era lo
que sucedía cuando un guerrero perdía su lucha, no era más que un arma tirada al
suelo por una mano, una daga suelta de una palma, una granada liberada, no lanzada,
en el aire.
Siguió diciendo las palabras una y otra vez. No había nada más que pudiera
hacer.
Hecho una mierda absoluta, se llevó las manos a la cara y habló en sus
palmas. —Sólo necesitaba... para estar cerca de ti otra vez. Como siempre lo fue.
J. R. WARD THE BEAST
Como debe ser. Como tiene que ser para mí. Pensé que tal vez si estuviese en el
otro lado, y vinieses a mí, podríamos…
—Sí.
Cuando ella inhaló profundamente, estaba claro que sabía exactamente qué
se refería a ese momento cuando había vuelto a ella después de la otra hembra.
Pero se recuperó rápidamente.
—Sí.
— ¡Dios, no! —Rhage dejó caer sus manos y negó con la cabeza tan fuerte
que la cosa casi se salió su columna vertebral—. ¡Joder, no! Nunca. Nunca. Prefiero
estar contigo y nunca tener niños que… quiero decir, Jesús, no está ni siquiera
cerca.
Ella asintió con la cabeza, pero no lo estaba mirando a él. Ella volvió a
centrarse en sus pies mientras flexionaba los dedos de los pies, luego los separo,
luego los dobló debajo y los movió hacia arriba.
Capítulo 24
Mary se consideraba a sí misma una feminista total. Sí, era cierto que la
mayoría de los hombres podían levantar más peso muerto que la mayoría de las
mujeres, y eso era una realidad entre ambas razas, humanos y vampiros, pero
aparte de eso la disparidad física en gran medida, era absolutamente
insignificante, no había absolutamente nada en su opinión que los machos pudieran
hacer mejor de lo que las hembras podían.
Así que fue en un abrir de ojos que se encontró a sí misma sintiéndose como
un fracaso total, de hecho, estaba simplemente en la posición en la que todos los
hombres estaban.
Las entidades que habían nacido con órganos sexuales masculinos no podían
tener hijos, y ella tampoco podía. ¿Ves? Totalmente iguales allí.
Y eso era doloroso en la más extraña manera de ser. La sensación era fría;
era un vacío frío justo en el centro de su pecho. O tal vez fuera más abajo, a pesar
de que la metáfora de tener la nada en su útero se parecía un poco a las películas
de Lifetime Movies96.
Pero así era como eso se sentía. Un espacio hueco. Una caverna.
96
Es un canal de películas que en general se basan en historias y eventos verdaderos.
J. R. WARD THE BEAST
—Lo siento, —se oyó a si misma decir entre dientes. Incluso cuando eso no
tuviera sentido.
Oh, hey, mira, había venido y estaba arrodillándose delante de ella, con las
manos sobre sus rodillas, con sus ojos verde azulados mirándola fijamente como si
estuviera a punto de expirar ante la idea de haberle hecho daño.
—No, no es donde estamos, porque rechazo todo esto. No voy a permitir que
esto me afecte o a ti…
—¿He mencionado últimamente lo mucho que odio el cáncer? —Ella dejó caer
su brazo, consciente de que estaba hablando por encima de él, pero incapaz de
detenerse—. Realmente, realmente, realmente odio putamente esa jodida
enfermedad. Estoy muy contenta de que los vampiros no lo contraigan, porque si
alguna vez terminaras con alguna versión de ella, en serio odiaría el universo por el
resto de mi inmortal existencia…
—Mary, ¿escuchaste lo que dije? —Él tomó su mano y la puso de nuevo sobre
su rostro—. No voy nunca a pensar en esto otra vez. No voy a dejar que esto se
interponga entre nosotros. No va a suceder…
—Pero tú puedes elegir qué hacer con respecto a tus emociones. Eso es lo
que siempre dices, puedes elegir como reaccionar ante tus pensamientos y tus
sentimientos.
—Sí, salvo que de algún modo ese no parece ser un plan factible en este
momento.
Dios, por qué no había más personas que les dieran un rodillazo en las
pelotas a sus terapeutas, se preguntó ella. Esa santurrona pila de mierda de
J. R. WARD THE BEAST
¡Oh! y P.D. Todo esto era su culpa, porque era la única con la carencia de
óvulos fértiles…
—Mary, mírame.
Sus ojos se dispararon a los de ella. —Sí, pero por aquel entonces no iba a
volver a verte Mary. Ese fue el balance, ¿recuerdas? Jamás habrías tenido
conocimiento de que nosotros nunca podríamos estar juntos otra vez pero yo sí.
Durante el resto de mi vida, hubiera sabido que estabas en el planeta, sana y salva,
y simplemente no podría verte, tocarte, reír contigo otra vez. Y si corría a ti, ibas
a caer muerta en el acto. —Él se frotó la cara—. ¿Qué no seas capaz de tener
críos? Es la razón por la que estamos juntos. No es una maldición, Mary. Es una
bendición. Es lo que nos salvó.
—Sabes que eso es verdad. Sabes que eso es el balance. —Él se sentó y
tomó sus manos—. Sabes que por eso tenemos todo y nada. Nos diste nuestro
futuro, precisamente porque no puedes llevar a mis hijos e hijas.
A medida que sus ojos se encontraron una vez más y se sostuvieron, ella
comenzó a decir Lo siento otra vez. Pero él no lo aceptaría. —No, no estoy oyendo
eso Mary. Lo digo en serio. No estoy jodidamente escuchando eso. ¿Y sabes qué?
No cambiaría ni una sola cosa. Ni una sola.
A medida que Rhage la miraba, su mirada era como el sol, una fuente de
calor, vida, y amor. ¿Incluso con todo lo que ella no podía darle? Él todavía de
alguna manera se las arreglaba para mirarla como si fuera para él todo lo que
importaba, eso era exactamente lo que tenía frente a él.
La vida no tenía que ser perfecta, para que el amor verdadero existiese en
ella.
—No cambiaría ni una sola cosa. —Mientras decía esas palabras se sintió...
libre —. Nada. No cambiaría nada.
—Bueno, no lo hago. —Él acarició su camino hacia arriba por sus pantorrillas,
tirando de sus piernas para que ella lo mirara—. No lo hago en absoluto.
Mary tomó una respiración profunda, y luego esa sonrisa emergió, sus labios
curvándose en las esquinas, esos ojos suyos iluminándose. — ¿De Verdad?
—Realmente.
Rhage se puso de pie y se sentó junto a ella, reflejando su pose excepto por
sus piernas que eran tan largas que las plantas de sus pies estaban apoyadas en el
suelo. Tomando su mano, la toco con su hombro una vez. Dos veces. Hasta ella se rió
tontamente y le toco de regreso.
—Es gracioso, estaba pensando que eso era un montón de basura. —Él negó
con la cabeza—. Es sorprendente cómo todo depende de cómo lo enmarques.
— ¿Qué eres tú? ¿Acaso estás casado con alguna terapeuta o algo? —A
medida que ellos se reían un poco, ella se encogió de hombros—. Sabes, nunca había
pensado acerca de niños. Estaba ocupada tratando de atravesar la universidad, y
luego mi mamá se enfermó. Luego me enfermé. En el momento en que podría haber
empezado a preguntarme acerca de ellos, ya era demasiado tarde para mí, y no
había allí en mi mente ningún habitáculo para cualquier tipo de pérdida. Supongo
que porque siempre supe que el cáncer iba a volver. Lo sabía. Y estaba en lo cierto.
—Lo hice. —Excepto que entonces su Mary frunció el ceño—. Quiero que me
prometas algo.
J. R. WARD THE BEAST
—Cualquier cosa.
Ella volteó su mano, trazando las líneas que cruzaban su palma. —Me alegro
de que estemos hablando, lo digo en serio, era inevitable que esto fuera a pasar, y
realmente, en retrospectiva, no sé por qué no lo anticipé mejor. Y a pesar de que
esto es algo difícil para los dos, estoy muy contenta de que esto esté sobre la mesa
y estoy feliz de que te sientas mejor. Yo solo… deberías ser consciente de que algo
como esto no va a ser arreglado con una sola conversación.
—Creo que lo que estoy tratando de decir aquí es que no quiero que te veas
sorprendido o te sientas mal si tus sentimientos de decepción regresan. La próxima
vez que veas a Wrath y L.W, la próxima vez que Z entre sosteniendo a Nalla,
probablemente vas a conseguir esas punzadas de remordimiento de nuevo.
Ella volvió a sonreír. —Touché. Pero, ¿por favor habla conmigo? No me voy a
romper, y prefiero saber dónde te encuentras.
—Uno nunca sabe lo que la vida le va a arrojar. —Ahora, fue ella la que se
encogió de hombros—. Y supongo que esa es la buena y la mala noticia.
Porque Dios sabía que los pequeños vampiros eran casi imposibles de
adoptar. Eran demasiado raros, demasiado preciados.
Mary negó con la cabeza después de un momento. —No, no creo que me pase.
Mi instinto maternal se expresa a través de mi trabajo. —Ella lo miró—. Sin
embargo me hubiera gustado ser padre contigo. Eso habría sido muy divertido. Tú
serías un padre maravilloso.
Rhage le tomó la cara entre sus manos, y sintió que todo el amor que sentía
por ella corría a través de él. Aborrecía que ella sufriera por esto. Habría hecho
absolutamente cualquier cosa, algo, para impedir que supiera algo sobre el dolor.
—Oh, mi Mary, habrías sido una madre maravillosa. —Él le acarició el labio
inferior con su pulgar—. Pero no eres menos hembra a mis ojos. Tú eres, y serás
siempre, la pareja más perfecta sobre la faz de la tierra, y lo mejor cosa que me
ha pasado.
A medida que sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez, ella sonrió. — ¿Cómo
es posible... que siempre me hagas sentir tan hermosa?
Él la besó una vez, y luego otra vez. —Sólo estoy reflejando lo que veo y sé
que es verdad. No soy más que un espejo, mi Mary. Ahora ¿me dejarás que te bese
de nuevo? Mmmmm...
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Capítulo 25
—Creo que lo estás haciendo bien. Clínicamente, todo está donde tiene que
estar. No sugeriría que tomaras voleibol de playa, pero no creo que estirar las
piernas dos veces al día por aquí abajo aumente el riesgo de parto prematuro. Sin
embargo, realmente no quiero que te mudes a la mansión.
Cerrando los ojos, Layla se dijo a sí misma que debía creer en la sanadora.
Doc. Jane nunca se había conducido con alguien equivocadamente, y la hembra sabía
de lo que estaba hablando.
—No hay nada por qué alarmarse —Doc. Jane le dio una palmada y se
levantó—. Así que no hay nada que decirle. Hey, adivina qué, tengo dos regalos de
Navidad adelantados. Ya sé que es un día de fiesta humano, pero ¿te importa si los
saco y te los muestro?
—En efecto, por favor hazlo —Layla emitió un gruñido cuando se sentó y
cerró las mitades de la bata a través de su enorme barriga—. ¿Qué son?
—Quédate aquí.
En cuanto la doctora desapareció por una puerta lateral, Layla movió las
piernas fuera de la mesa de examen y se quedó mirando la máquina de ultrasonido.
Incluso aunque no había nada que se mostrara en el monitor, se imaginó lo que había
visto allí. La vida dentro de ella. Las dos vidas.
—¡Ta-da!
—Incubadora neonatal. —Doc. Jane hizo como Vanna White 97, mostrando las
características de los equipos, los cuales más bien parecían una amplia gaveta de
97
personalidad de televisión y actriz estadounidense, mejor conocida como la co-presentadora desde 1982 del
concurso de televisión Wheel of Fortune.
J. R. WARD THE BEAST
—Oh... rayos. —Doc. Jane comenzó a rodar la cosa fuera—. Lo siento mucho.
Es el médico en mí.
—No, ¡no! —Ella levantó las manos hacia delante—. Estoy simplemente… no,
está bien. Honestamente, la seguridad ante todo, no conseguiré un moisés en
absoluto si ellos no lo logran después del nacimiento.
Doc. Jane puso una mano sobre la tapa. —Se trata de un equipamiento de
última generación, Layla. Estoy encantada porque todos nosotros queremos a esos
dos fuera y seguros, para usar términos de Butch.
Doc. Jane se puso seria. —Hay riesgos, Layla. Pero voy a hacer lo imposible
por asegurarme de que tengas a esos dos bebés de forma segura.
J. R. WARD THE BEAST
En su lugar, se oyó decir, — ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Hay… algún otro
aquí abajo? Es decir, ¿aparte de Luchas y yo?
Layla pasó las manos sobre su vientre. —El negocio de la Hermandad nos
afecta a todos. Y realmente molesta la idea de que sólo porque soy una hembra de
alguna manera “no puedo manejarlo”. La protección está bien, pero el aislamiento
total es un insulto.
Doc. Jane maldijo. —Mira Layla, entiendo de dónde provienes. Pero si estás
preocupada por tu seguridad, no lo estés. El macho está en coma en este momento,
y V dice que lo estarán moviendo al caer la noche. Así que tú y Luchas estarán
perfectamente seguros. Ahora, necesita comer. Voy a llamar a Fritz. Y no estés
preocupada por esos bebés. Lo estás haciendo genial…
Doc. Jane sacudió la cabeza con arrepentimiento, como si supiera que ella no
iba a lograr salir de la habitación sin divulgar cierta información. —Fue golpeado en
la cabeza. Y lo más probable es que ha tenido uno o más traumas cerebrales.
Poniendo la cara entre sus manos, negó con la cabeza ante la terrible
realidad en la que se encontraba. Y también porque Doc. Jane tenía razón. ¿Si Xcor
sobrevivía a sus heridas?
Despacio.
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J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 26
—Oh qué bueno, carne asada, —dijo mientras Fritz apareció detrás de él
con una bandeja.
La verdad, es que era una “gran bandeja”. Y sí, era carne asada, como toda
una carne asada para él.
—Oh, uno hace lo que puede. —El Hermano palmeo al doggen en el hombro y
envió al pobre hombre al otro lado del salón. —Mierda, lo siento.
Por alguna razón, recordó cuando él tomó su primer danesa, sólo una, pensó
durante su primera comida ese viernes en TGI en Lucas’ Square. Rhage había
ordenado, como cuatro platos de comida o algo así, y ella se había preparado para
que se le revolviera el estómago. En lugar de ello, había tenido los modales de
Emily Post98 en la mesa, todo prolijo y ordenado, a partir de los bocados que cargó
en el tenedor, los pequeños trozos que corto, a la forma en que se detenía entre
cada bocado para limpiarse la boca.
98
Escritora estadounidense famosa por escribir sobre etiqueta.
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rosa con volantes ir y venir, Z elegía pequeños bocados de su plato para alimentar
con su mano a la niña y Bella le secaba la regordeta barbilla. De vez en cuando, los
padres cruzaban miradas sobre la cabeza de la pequeña y se hablaban o sólo
compartían una sonrisa.
Mary miro con el ceño fruncido las bandas de esclavos que habían sido
tatuados en las muñecas y el cuello de Z. Parecían tan oscuras contra su piel
bronceada, una mancha permanente del mal.
Por Dios, y ¿Estaba preocupada por todo lo que había sucedido en su propia
vida? Sí, ella había tenido que cuidar de su madre cuando murió. Sí, había tenido
una enfermedad. Sí, había perdido su capacidad de tener hijos. Pero eso no era
nada comparado con lo que Zsadist había pasado, o lo que Bitty había sufrido.
Sí, su infertilidad los había salvado a los dos, pero eso no quería decir que
fuera una perdida…
—Hey.
Ahora mientras lo miraba, sus ojos azul verdoso estaban ardiendo —Nah,
son solo palabras. Y no tengo nada planeado después del trabajo de ésta noche,
así queeeeeee…
Rhage envió a Mary después que la Primera Comida terminara, de pie en los
escalones a la entrada de la mansión, agitado mientras ella y su Volvo desaparecían
por la colina y el mhis. Después de que se fuera, se quedó allí por un momento,
respirando el aire frío.
Era obvio que todo el trabajo pesado con que estaba lidiando era demasiado
para ella, pero ¿cómo no lo sería? Diablos, cuando se dirigieron juntos al comedor,
él mismo se preparó para otra arremetida de su propia mierda emocional. Pero era
evidente que había llegado a la raíz de su problema, su tratamiento, o cual fuera el
término, y había sido capaz de llegar a un lugar diferente. Al ver a sus hermanos
con sus pequeños no había sido perturbador; así que en realidad había sido capaz
de ayudar a Mary cuando se hizo obvio que estaba teniendo un ataque de nervios.
Mirando hacia atrás se había sentido increíble. El estar allí cuando ella lo
necesitaba. Se había sentido jodidamente bien.
Cuando se dio vuelta hacia el frente de la mansión, era una máquina mortal.
Uno por uno, los guerreros atravesaron la puerta escondida bajo las
escaleras hacia el túnel subterráneo. Mientras caminaban hacia el centro de
entrenamiento, estaban en formación, rompiéndola sólo para pasar a través del
armario de suministros y de la oficina. En el pasillo, Doc. Jane y Manny estaban
esperando con un equipo de camilla y de soporte vital, y ninguno de los médicos dijo
una palabra mientras todos iban al campo de tiro.
Lassiter había estado en guardia todo el día, y a pesar de que el ángel caído
necesitaba la luz del sol para sobrevivir, no mostraba ningún signo de agotamiento o
pérdida de foco mientras permanecía de pie sobre el cuerpo inmóvil de Xcor.
Ciertamente había conseguido que la maratón de Punky-maldita- Brewster99 de la
semana pasada fuera más perdonable.
99
Fue una sitcom estadounidense que trata sobre una niña llamada Punky Brewster, criada por su padre
adoptivo cuando su mamá la deja abandonada en un centro comercial.
J. R. WARD THE BEAST
El viaje por el pasillo fue rápido, y luego llegaron a la puerta de acero que
daba a la zona de aparcamiento, con John Matthew y Blay manteniendo las puertas
abiertas y haciendo guardia. Había una ambulancia con identificaciones humanas
aparcada junto a la acera, y Rhage lanzó un gruñido de alivio cuando la camilla que
llevaba el culo de Xcor fue puesta dentro del vehículo y cerrada tras ellos. Cuando
él, V y Butch tomaron asiento como pudieron entre todos los estantes y el equipo,
Z se puso al volante, y Manny ubicado en el asiento del pasajero en caso de una
emergencia médica.
El viaje a través del sistema se hizo eterno, pero por otra parte, no era
como si pudieran incorporarle velocidad a ésta situación. Y debido a la forma en
que el complejo se diseñó, debían recorrer tooooooodo el camino hasta la carretera
principal, seguir derecho, e ir toooooodo el camino alrededor de la base de la
montaña, hasta la carretera que conducía a la mansión.
Después del viaje, que en realidad solo fueron diez minutos más o menos,
Rhage no pudo soportarlo más y se inclinó hacia delante para mirar a través del
parabrisas delantero. Un montón de pinos iluminados por los faros. Más de la
carretera en mal estado por delante. Nada más.
—No se siente bien. —Se encogió Rhage—. Sin embargo, las necesidades y
toda esa mierda.
—Lo bueno es que tienes más de una mesa. —Butch aplaudió el hombro de
su amigo—. Eres un jodido enfermo.
—No, soy un buen chico católico. Voy por ese camino y mi cuerpo se va a
incinerar en el acto, y no de cera caliente.
—Marica.
—Pervertido.
Capítulo 27
Tan pronto como Mary entró en lugar seguro, Rhym se acercó a ella —Hola,
Bitty ha estado preguntando por ti.
—Me voy a retirar ¿está bien? —la hembra se tapó la boca mientras
bostezaba—. De hecho está dormida, después del baño se puso su camisa de dormir
y se fue a la cama, la compruebo cada hora o así y parecía estar tranquila.
—Bien. Y si, por supuesto. Me hago cargo desde aquí. Muchas gracias por
estar con ella todo el día. Sentía que era lo correcto de hacer.
¿Alguna posibilidad de que quieras hablar sobre algo? ¿La madre que
perdiste? ¿Él bebé que murió? ¿Tu maniático padre? Porque eso sería genial.
Agregó Mary para sí misma.
—Sí.
Mary miro alrededor, luego camino parándose al lado de la ventana que daba
al patio delantero. Oscuro, tan oscuro. Parecía más una noche de julio cuando
estaba húmedo y caliente en lugar de frío y ventoso.
Pivoteando para hacerle frente a la chica dijo —Bitty, tengo que ser
honesta contigo. No estoy segura de que sea una buena idea.
— ¿Por qué?
—Bueno, por una cosa —Mary escogió sus palabras muy cuidadosamente—.
La casa ha estado abandonada durante todo el tipo que has estado aquí. No estoy
segura de su condición, si fue saqueada o sufrió daños en el techo. En cuyo caso, no
estoy segura de lo que podamos encontrar.
—El lugar no importa, no hay salida para lo que recuerdo. Esta conmigo a
cada minuto y en mis sueños durante el día.
La niña hablo de una manera objetiva, no era que extrañara un cepillo, podía
ser que estuviera hablando sobre el horario de servicio de lavandería o lo que se
sirvió en la cocina.
En cierto nivel no podía creer que estuviera dirigiéndose a una niña de nueve
años de edad de esa manera, pero Bitty ciertamente no se expresaba como alguien
de su edad.
—Lo sé —Mary dijo con tristeza—. Escucha voy a ir hablar con Marissa.
—Gracias.
Tan pronto como la alarma había sonado, después de la puesta del sol, se
había levantado de la cama y con una zapatilla había entreabierto la puerta de tal
manera que cuando se recostara podía ver una parte del corredor a través de la
grieta. Y por supuesto los Hermanos lo habían movido rápido, justo como imagino
que harían. Cuando escucho el sonido de muchos pasos pesados, se levantó y se puso
a un lado para poder ver sin ser notada.
Eventualmente salieron por el pasillo con Xcor tumbado boca abajo sobre
una camilla, una manta lo cubría desde la parte superior de la cabeza hasta la punta
de los pies. Cuando pasaron, tuvo que presionar las manos sobre su boca. Tantas
maquinas estaban conectadas a él que claramente eran lo que lo mantenía con vida.
Y luego estaban los Hermanos, todos y cada uno completamente armados. Sus
macizos cuerpos cubiertos con dagas mortales y armas de fuego.
Todo eso solo habría servido para confirmar su propia culpa, por lo que se
quedó donde estaba. Escuchándolos caminar por el pasillo hasta la zona de
aparcamiento. Cuando la última puerta se cerró y fue bloqueada, se dijo así misma
que tenía que dejarlo ir.
Se dijo con fuerza, que Xcor era el enemigo. Nada más y nada menos.
—Por favor —se levantó nuevamente y fue hasta la puerta abriéndola de par
en par—. Entra.
J. R. WARD THE BEAST
Era muy triste pero al menos ahora estaba alrededor, algo que durante
mucho tiempo había sido una imposibilidad.
Por otra parte, ser torturado por los lessers le había costado más que uno o
dos dedos.
Cuando atravesó la puerta, Layla permitió que se cerrara sola y una vez más
volvió a la cama. Se levantó el camisón y se alisó el pelo. Como Elegida, era más
apropiado recibir a un visitante en las ropas blancas tradicionales pero por una
parte ya no encajaba en ninguna y por otra el hermano de Qhuinn y ella ya habían
prescindido de cualquier formalidad.
—Creo que es bastante impresionante venir hasta aquí de nuevo —dijo él con
voz monótona.
—Estoy contenta con la compañía —A pesar de que ella no le dijo por qué—.
Me siento enjaulada aquí.
Nunca antes había estado tan agradecida por la disfunción de alguien, pero
su reticencia le proporcionaba algo de privacidad mientras trataba de controlar sus
emociones aunque suponía que no reflejaba bien su carácter.
100
1.22 mts.
J. R. WARD THE BEAST
—Has sido muy bendecida, al igual que él. Por eso estoy muy agradecido.
Era la misma conversación cada noche. Por otra parte ¿Qué más tenían que
ese digno discurso educado?
Capítulo 28
Chirriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiido.
— ¿Estás seguro de que estarás bien solo aquí durante el día? —Exigió V.
—Siempre puedo salir a la luz del sol y colmarme. Y antes de que seas una
perra sobre que ese pez muerto sobre la mesa será momentáneamente dejado
desatendido, tengo maneras de mantenerle el rastro.
—Me sorprende que estés dispuesto a hacer esto. Sin tiempo Warner.
—Nadie más que su mano izquierda lo aceptaría, ¿me estás tomando el pelo?
—Dijo otro.
—Hey, Lass, ¿cuándo fue la última vez que estuviste en una cita? —Alguien
más, dijo arrastrando las palabras—. ¿Fue antes de las Guerras Púnicas101, o justo
después?
—Lo que sea. Mis estándares son demasiado altos para ustedes bola de
pendejos.
Con ese estamento, Rhage se quedó mirando esa cara fea como un culo, y se
imaginó esos parpados abriéndose. ¿Estaba el Bastardo despierto? Y no como en
salto-fuera-y-ataque, pero en la conciencia en medio del coma.
101
Fueron una serie de tres guerras que enfrentaron entre los años 264 a. C. y 146 a. C. a las dos
principales potencias del Mediterráneo de la época: Roma y Cartago
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Espera? ¿Qué?
Después de que todos menos Z y Phury salieran, Vishous cerró las barras y
volvió a cerrar todo. Luego todos se detuvieron por un momento. La malla de acero
fino que se envolvía alrededor de la barrera y se soldaba en su lugar impediría a
Phury y Z conseguir salir. Y no era esa una bola fácil de digerir.
—Señores, tengo que ayudar a Mary por un rato. ¿Nos vemos en el centro?
V asintió. —Hazte cargo de lo que necesites. Avisa cuando estés listo para
entrar en el campo y te voy a dar un informe de situación y una misión.
Ni ahora ni nunca.
Una simple reunión para doce, pensó Assail mientras era presentado en la
sala amarilla—limón que había disfrutado tanto la noche anterior.
En un smoking perfectamente equipado, por así decirlo. Uno que era tan
caro como el de Assail.
—Cariño, —le dijo ella, sosteniendo sus manos pálidas hacia fuera. En sus
dedos, diamantes brillaron y parpadearon con tanto encanto y falta de calor como
su propietaria—. Llegas tarde. Hemos estado esperando.
—Estos son mis primos, Ehric y Evale. ¿Tal vez nos presentaras a tus otros
invitados?
Las hembras se acercaron una por una, y eran un lote predecible, arregladas
y bonitas en vestidos que habían sido construidos precisamente para sus cuerpos y
las joyas que habían sido adquiridas o heredadas para adornar la carne preciosa de
las hijas nobles. Dos rubias. Otra de pelo negro. Tres con cabellos de color marrón
con vetas. Y una con el pelo blanco y espeso.
Para él, eran simplemente variaciones de un tema del que se había aburrido
más de cien años antes y era muy posible que si bien hubiese estado en el Viejo
J. R. WARD THE BEAST
Los ojos de Throe eran agudos como dagas. —Un retorno a mis raíces.
Cuando el mayordomo abrió un par de puertas dobles para revelar una mesa
de comedor tan resplandeciente como cualquier set de realeza, humano u otra
cosa, Naasha enlazó su brazo con el de Assail.
Por lo general, habría estado poco impresionado por tal flagrante, Soy-una-
chica- tan traviesa-acércate, y habría comentado de manera apropiada. Pero tenía
otras prioridades.
Después de todo, los orgasmos eran tan buenos como cualquier otra moneda
y estaba bastante seguro de que Naasha y sus "mejores amigas" eran libres para
comprar en ese sentido.
J. R. WARD THE BEAST
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 29
—Muchas gracias por venir. Estaba, ah, esperando que pudiésemos hablar
de...
Había estado en un traje gris oscuro hoy. Con una camisa de color blanco
brillante y una pajarita azul-gris y negra que en él, era lo más cercano de verse
geek como sus zapatos Gucci eran.
— ¿Jo?
102
Azúcar sin refinar.
103
J. R. WARD THE BEAST
—Claro. Por favor. Ah gracias. Quiero decir, eso es genial. Buena suerte. —
Mierda—. Lo siento.
—Oh, no. —Se apartó el pelo hacia atrás—. No tenía intención de traerte
aquí de manera fraudulenta—. Excepto que prácticamente lo había hecho.
—No, Dios no. Esto es… esto es realmente acerca de un artículo que
escribiste hace casi un año, en diciembre. ¿Acerca de Julio Martínez? Fue
detenido en aquel entonces en el centro como parte de una lucha callejera.
Las cejas de Bill aparecieron encima de las gafas. —El miembro de la banda.
Cuando se encontró con los ojos entrecerrados de Bill, todo el mundo y todo
lo demás en el café desaparecieron; los sonidos del vapor siseando y gente
bebiendo café, la charla, las idas y venidas, todo ello paso al olvido.
Bill miró hacia otro lado. —Sabes, creo que voy a conseguirme el latte.
Bill volvió con una taza alta que era más una jarra de cerveza que otra cosa
que colocaras en un latte, y cuando se sentó de nuevo, pudo darse cuenta de que él
había aprovechado el tiempo para aclarar su mente.
—Sí.
—Dios, no. No quiero que mi editor piense que estoy loco, pero si busqué en
línea, y vi los videos. Pasé unos tres días sin hacer nada más que ver esas cosas
durante toda la noche. Mi esposa estaba convencida de que había perdido la
J. R. WARD THE BEAST
cabeza. Setenta y dos horas más tarde, no estaba muy seguro de que no lo hubiese
hecho.
—No, no lo haces.
— ¿Brownswick?
—Sí, esa es —Jo se frotó la nariz a pesar de que no le picaba. —Me llevó allí
en la mañana para mostrarme los restos de algún tipo de pelea o algo así. No había
ninguna, al menos no exactamente. Y no iba a perder más tiempo en el tema, pero
estaba aburrida en el trabajo ayer por la noche. Entre a internet, hice un poco de
averiguaciones, un poco de lo que tu hiciste. Y así es como he encontrado las cosas
de Julio.
—Maldita sea.
Mientras esperaba a que Rhage llegara a Lugar Seguro, paseaba por la sala
de estar delantera, esquivando los acogedores sofás y sillas tapizadas,
enderezando un dibujo de lápiz enmarcado por uno de los niños, tirando de las
cortinas de vez en cuando a pesar de que su hellren iba a enviarle un mensaje de
texto cuando llegara.
A pesar del hecho de que estaba sola por toda definición convencional, su
cabeza estaba llena de nombres y verbos, adjetivos y adverbios.
El problema era que estaba buscando evitar otro desastre como el que había
pasado en la clínica de Havers, y por desgracia, no siempre podías decir dónde
estaban las minas. Y lo que iba a tener que decirle a Bitty no era…
— ¿Sra. Luce?
—Has bajado.
La niña tenía el abrigo negro más feo que hubiese visto nunca. Era dos tallas
más grande, rellena de plumas hacia abajo, y descosiéndose en diferentes costuras,
penachos blancos y grises escapando alrededor. Claramente, la cosa se había hecho
para niños de edad de doce a quince, y sin embargo Bitty había rechazado uno
nuevo, aunque había abrigos nuevos y donados para elegir en todo tipo de colores y
estilos en el pasillo de atrás.
—Siéntate. —Bueno, tal vez necesitaba trabajar en su tono. Pero estaba tan
frustrada con la situación que estaba a punto de gritar—. Gracias.
—Es mi hellren. —En ese mismo momento, su teléfono dejó escapar un ¡Bing!
—Y él está aquí.
En ese sentido, esperaba que no estuviese aquí para decir que la cosa había
sido arrasada hasta los cimientos. O saqueada. Probablemente debería haber
comprobado el mensaje de texto primero.
Sólo los miembros del personal tenían autorización para desbloquear cosas,
y Mary incluyo un código en el teclado a la izquierda de los pesados paneles. Hubo
un ruido metálico y un cambio, y entonces fue capaz de abrir el camino hacia la
salida. Moviéndose a un lado, esperó a que Bitty pasara, y luego cerró y volvió a
bloquear la puerta.
Gracias a Dios que parecía que había mantenido todas sus armas ocultas.
J. R. WARD THE BEAST
Bitty trastabilló por los escalones, sus pies tropezándose con obstáculos
que sin duda estaban en su cabeza, y ciertamente no en el hormigón. Mantuvo la
cabeza en alto sin embargo, a pesar de que su mirada se mantuvo al nivel del suelo.
Lo que era una total batalla perdida, pero muy considerado de su parte.
Por alguna razón, la voz de Rhage hizo que el centro del corazón de Mary
silbara mientras él decía gentilmente, —Hola. Encantado de conocerte.
Bitty se quedó mirando a sus zapatos, su cara ilegible. Lo que era más o
menos su procedimiento operativo estándar, como los Hermanos dirían.
—Está bien. Entonces. —Mary miró a través del césped—. Vayamos al Volvo…
—Ahh…
Cuando miró su rostro, ella tomó una respiración profunda. Por supuesto. Él
tenía armas en el maletero, que estaba dispuesto a utilizar, además de las que
estaban debajo de su chaqueta y no era como si hacer la transferencia de armas
letales al Volvo iba a ayudar a lo largo de ésta rareza.
104
2.04 mts.
J. R. WARD THE BEAST
—Está bien. —Mary asintió hacia el GTO—. Bitty, ¿estás lista para venir con
nosotros?
Cuando Mary dio un paso adelante, la niña arrastro los pies detrás,
manteniendo la distancia.
—Así que este es mi auto, —dijo Rhage cuando llegaron al coche—. Voy a
desbloquear esto de aquí, y Mary te puede ayudar en la parte de atrás, ¿de
acuerdo? Sólo tengo dos puertas, lo siento.
Mary esperó a que Rhage abriese las cosas y diese la vuelta al otro lado
antes de incluso intentar poner a Bitty en la parte trasera. ¿Tal vez a la niña le
gustaría sentarse en el frente? Excepto que entonces estaría junto a Rhage.
Sujetando la mitad superior del asiento delantero hacia adelante, Mary miró
por encima del hombro. —Vamos, Bitty… Incluso me sentaré…
Mierda.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 30
Rhage estaba dispuesto a esperar aquí toda la noche si eso era lo que se
necesitaba para que la niña se decidiera, pero su compañera tenía un punto. Ésta
era una zona segura, relativamente hablando. Lo cual era decir que era mucho
mejor que ese foso de lessers que habían atacado en esa escuela de formación,
pero ni cerca de segura como el interior de la casa.
105
368.8 kilos.
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Bitty?
Más tarde, Rhage podría reflejar que esa fracción de segundo fue uno de
los dos momentos decisivos en su vida. El otro fue cuando escuchó la voz de Mary
por primera vez.
Rhage parpadeó. Y tuvo que tomar un momento para asegurarse de que había
oído la pregunta correctamente. —Ah, sí. Sí, este coche es mío.
—Oh sí. Sexy, quiero decir, caliente… er, los buenos muscle cars siempre
son niñas. Es por eso que tienes que cuidarlas como lo merecen.
— ¿muscle cars?
—Así es como se llaman. Ella es un GTO. Cuando la recibí, era una ruina, pero
la he rehecho, la traje de vuelta a la vida. Es vieja, pero volará las puertas fuera de
cualquier Porsche en el camino.
Bitty retrocedió, y sí, él tuvo una idea de qué tan frágil era, lo poco que
había sido expuesta.
Bitty asintió y apretó las palmas de las manos a ambos lados de su cabeza
como si su cráneo estuviese en peligro de estallar fuera de su columna vertebral.
Por encima del ruido, ella gritó, —Pero, ¿dónde están los caballos?
— ¡¿Qué?!
El hecho de que Bitty terminara de pie junto a él era todo lo que a Mary le
importaba.
Sí, deseaba que de algún modo ella hubiese hecho la conexión. No es que le
gustara admitir tal cosa. Después de todo, ¿qué podría ser más egoísta y feo que
sentirse decepcionada de no conseguir ser la salvadora? Pero eso fue un mero
pensamiento pasajero. Más que nada, se hundía en su propia piel por el alivio de
que Bitty estuviese teniendo una conversación por lo que parecía ser la primera vez
desde que había llegado a Lugar Seguro.
Rhage levantó los brazos, se apoderó del capó, y lo cerró con suavidad. Él
seguía hablando mientras conducía a Bitty a la puerta del lado del pasajero abierta,
y cuando llegó, le disparó a Mary un rápido encogimiento de hombros de, ¿estamos
bien por aquí?
—Puedes venir con nosotros —dijo Bitty—. Si eso te hace sentir mejor.
Mary miró hacia atrás y adelante entre los dos. — ¿Puedes... ah, puedes
incluso llegar a los pedales? Es tan poderoso…
—Bitty va a hacerlo muy bien. Voy a conseguir bloques para las ruedas si no
puedo conseguir que el asiento se acerque lo suficiente.
—Él dice que las chicas pueden hacer lo que sea —dijo Bitty mirando a
Rhage—. Él dice que las niñas son poderosas.
—Sí. — Asintió Rhage—. Es por eso que los más rápidos y mejores coches
son…
Todo lo que Mary podía hacer era un poco más de ida y vuelta con la cabeza,
mientras que ambos esperaban claramente su bendición.
Espantando a Rhage fuera del camino, ella puso el asiento del pasajero
delantero en su posición y entró. —No estoy diciendo que sí, pero si la haces
conducir, voy a venir absolutamente con ustedes dos.
— ¡Sí!
Con una maldición, Mary cerró la puerta y podría haber jurado que Rhage
estaba malditamente saltando alrededor del coche. Pero entonces tuvo que
volverse seria.
Capítulo 31
—Maldita sea.
Como todos los asesinos mantenían sus jarrones juntamente con ellos
después de sus inducciones, la única conclusión era que el Omega se había llevado
todos los corazones con él cuando se había ido de Feliz Limpieza sobre el campus la
anteanoche.
J. R. WARD THE BEAST
Hijo de puta.
Acodando su cabeza hacia la derecha. Miró hacia afuera a través de los dos
o tres conjuntos de ventanas, en no tan mal estado, hacia el tramo de asfalto
detrás del edificio.
brazo de un hombre, uno podría haber jurado que, basado en su efecto, ella estaba
a punto de develar una nueva y maravillosa adquisición, tal vez una pintura al óleo o
una estatua de mármol, un coche de alguna época anterior o un servicio de plata de
ley.
Naasha fue la primera en entrar, y cuando ella giró alrededor, con sus
brazos extendidos como si fuera antes que nada la gran vista, sus ojos buscaron los
suyos. Detrás de él, había una agitación emocionada de las hembras y un destello
de excitación de sus primos.
Assail pasó a través de las jambas. Contra la pared junto a la puerta, había
una serie de estaciones de maquillaje, sin duda para que las hembras se
refrescaran después de las sesiones, y también una serie de clavijas para colgar la
ropa. Había dos puertas hacia la izquierda ambas pintadas del mismo color gris
oscuro de la piedra, una con la palabra Hembras escrita en cursiva, la otra con
Machos en letras de molde.
106
Termino en francés que proviene de “Chignon Du Cou” para describir el famoso peinado recogido en un moño
que deja la nuca liberada de cabello, también conocido como rodete
J. R. WARD THE BEAST
Cuando el chirrido de los goznes anunció que alguien había seguido las
instrucciones, tomó tres pasos hacia ella. En cercana proximidad ahora, observó
sus labios de rubí abrirse una fracción y sus pechos impulsarse con anticipación.
Él le sonrió.
Y entonces todo lo que Assail tuvo que hacer fue asentir y Evale siguió con
el programa, dando la vuelta y amortiguando los gemidos y gruñidos de la hembra
con su más bien grande anatomía.
—Permítenos disfrutar…
y acariciándose unas a las otras. Cuerpos tendidos sobre las plataformas, cabezas y
brazos entrelazándose con piernas y pechos.
—No me digas que eso fue alguna clase de puritanismo fuera de lugar.
—Ese no fue el caso la noche pasada. —Throe se inclinó hacia abajo y sonrió,
revelando del mismo modo sus caninos. —Creo que tú has disfrutado bastante de tu
tiempo en el salón.
Throe se echó hacia atrás, calculó estrechando sus ojos. —Para un macho de
negocios, pareces curioso acerca de muchas cosas que no te conciernen.
En el fondo, alguien se vino duro y Assail miró por encima. Ehric y Evale
habían cambiado las cosas alrededor, el par penetrando doblemente el bien usado
sexo de Naasha. Uno por debajo de ella, a su espalda, el otro montándola por
encima. Una hembra se había sumado y la señora de la casa estaba chupando de un
par de senos voluptuosos y rosados pezones.
Cuando los ojos del macho se abrieron con sorpresa, Assail empujó ese
cuerpo hacia atrás contra la pared de piedra, sosteniéndolo en su lugar por la
garganta.
Throe comenzó a jadear, en gran parte de la misma forma que Naasha. Pero
se congeló en el lugar como si estuviera sorprendido igualmente por las acciones de
Assail y su reacción.
Assail permitió que sus piernas descansaran hacia los lados, dejando así al
descubierto la excitación detrás de sus finos pantalones. — ¿Estás seguro?
Assail se incorporó y se ajustó la chaqueta. Aquel era uno que iba a ser
divertido de quebrar. Y tal vez en el proceso, aprendería que era exactamente lo
que Throe estaba haciendo allí.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 32
Mientras Bill Elliot aparcó el Lexus detrás de un anodino edificio de los años
setenta, Jo abrió la puerta de su lado y salió lentamente. Dilapidación era el
nombre del juego. Todo tipo de putrefacción, escombros y cosas rotas saturaban el
flanco de las aulas, como el acné en la cara plana de una desconocida adolescente.
—Nosotros podemos dar un rodeo desde aquí hasta la parte central del
campus. —Bill estaba ocupado envolviendo alrededor de su cuello la bufanda que se
había sacado en el I’ve Bean—. Y así me puedes mostrar dónde ocurrió todo.
— ¿Vienes?
107
Dwayne Johnson, actor y Luchador estadounidense.
108
Comedia de situación estadounidense estrenada por la cadena CBS.
J. R. WARD THE BEAST
Sus pies barrieron las hojas húmedas fuera del camino, pero no hicieron
nada por los elementos caídos. A aquellos los pasaron por arriba. Y cuando llegaron
al final del asfalto, no había ninguna diferencia real entre la cantidad de cosas
caída en el césped delantero versus la playa de estacionamiento.
— ¿En qué año…? —Preguntó Jo mientras se ponía las manos en los bolsillos
del abrigo—. ¿…Se graduó tu madre? Eso es…
¡Caray! No tenían linternas. Sólo sus teléfonos. Por otra parte la luna sobre
sus cabezas era muy brillante, con nada más que el ocasional jirón de una nube para
marcar la oscuridad de los fríos cielos.
—Ochenta.
Bill se volvió hacia ella. —Había olvidado que trabajas para una compañía de
bienes raíces.
—En ningún sitio importante. —Ella echó un vistazo hacia él—. ¿Cómo sabías
dónde aparcar?
J. R. WARD THE BEAST
Bill procedió por delante de ella, y Jo continuó un poco más lejos, a una
cierta distancia, antes de que tuviera que detenerse y mirar detrás de ella.
109
The Statal Univerity of New York: Universidad Estatal de Nueva York.
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Estás bien? —Bill extendió una mano, entonces se distrajo por lo que ella
había notado—. ¿Qué es eso?
—Estoy bien, y ni idea. —Se puso de pie por sí misma y se cepilló los
pantalones—. ¿Soy yo o esto se siente como un episodio para adultos de Scooby
Doo?
Bill tomó su celular y tomó un par de fotos con la ayuda de su flash. Cuando
comprobó lo que había sido capturado, maldijo. —No, definitivamente tenemos que
volver durante el día.
Bill meneó la cabeza. —¿Tiene tu amigo Dougie…creo que dijiste que ese era
su nombre, recursos?
—Tal vez esto fue hecho por un vehículo de cuatro ruedas. —Bill se dejó
caer hacia abajo, también—. Derrapando.
—Pero ¿qué pasa con el techo? —Jo cabeceó hacia la desnuda parte superior
de las cuatro paredes—. Eso no fue arrancado por el viento, ha habido un poco de
lluvia recientemente pero nada ni siquiera remotamente cerca de un tornado. Y ¿en
cuánto a una explosión? Nada está carbonizado y no hay olor a humo, que es lo que
esperarías encontrar si hubiera sido una bomba.
En cuanto Bitty hizo la pregunta desde la parte posterior del GTO, Mary se
inclinó hacia delante en su asiento, no es que el cambio de posición hiciera nada
para cambiar al terreno baldío que estaba mirando.
Rhage negó con la cabeza mientras la miraba a través del techo. —El GPS
dice que esta es la dirección correcta.
—Ahí está la cama de hiedra —La niña se enterró en su abrigo—. Esa que
mahmen plantó. Y el manzano. Y…
— ¿Qué hicieron ustedes chicos, con el cuerpo del padre? —Soltó Mary—.
Nunca se me ocurrió preguntar.
— ¿El sol?
—Sus radiografías lo prueban. —En cuanto Rhage miró por encima, Mary
negó con la cabeza—. Una gran cantidad de huesos rotos, y no es que ella fuera a
Havers cuando ocurrieron. Havers dijo que eran porque era una pretrans, los
lugares de curación siguen apareciendo hasta que llega a su madurez. Él dijo... que
estaban por todas partes.
Un gruñido sutil la hizo mirar hacia arriba. El labio superior de Rhage había
revelado sus colmillos, y su expresión agresiva tenía que ver sobre todo con la
protección.
Mary dio a Bitty todo el tiempo que ella necesitaba, manteniéndose a cierta
distancia con Rhage hasta que la niña se acercó.
—Creo que mis cosas se han ido. —Bitty se encogió de hombros en esa
grande y vieja parka—. No tenía muchas cosas.
—Tenía la esperanza... —La pequeña volvió a mirar hacia dónde la casa había
estado—Tenía la esperanza de que pudiera traer un poco de mi ropa vieja y libros
para ir con mi tío. No quiero ser una carga para él. No quiero conseguir que me
envíe lejos.
— ¿Estás segura que estás lista para irte? —Preguntó Rhage—. Podemos
quedarnos si lo desea.
—No —Bitty se encogió de hombros otra vez—. Ya no hay nada para mí aquí.
Tan pronto como Rhage les dio la vuelta, los faros barrieron sobre el lote, y
Mary pensó para sí misma: En algún momento, esta pequeña va a conseguir tener
una buena noticia. La Virgen Escriba hablaba del balance todo el tiempo ¿Verdad?,
así que Bitty estaba, estadísticamente hablando, total y puñeteramente con
retraso.
—Sólo tengo que esperar hasta que mi tío venga — dijo la niña mientras se
alejaban—. Él va a darme una casa.
Mary cerró sus ojos, más o menos como si se hubiera golpeado su cabeza
contra el salpicadero de Rhage. Y como si él le estuviera leyendo la mente, Rhage
se estiró y tomó su mano, dándole un apretón. Mary le devolvió el apretón.
—Así que déjame preguntarte algo, pequeña Bitty, —dijo él—. ¿Te gusta el
helado?
Cuando hubo una larga pausa, Mary se echó hacia atrás en su asiento y trató
de pensar en otra opción.
Mary tuvo que darse la vuelta de nuevo. Bitty estaba mirando hacia delante,
sus cejas súper altas, su carita la imagen de la sorpresa.
Rhage asintió. —Sip, es este dolor en el culo ¡oh, mierda!... quiero decir, lo
siento, no debería decir culo o mierda a tu alrededor, ¿debería? Y todas aquellas
otras malas palabras. —Se palmeo a sí mismo en la cabeza—. Tengo que recordar
eso, tengo que recordar eso. De todos modos, Lassiter es un ángel caído con el que
de alguna manera nos hemos quedado atascados. Él es como un chicle en la suela de
tu zapato. Excepto que no huele a fresa, que acapara el mando a distancia de la
T.V. y en forma regular piensas ¿Es esto realmente lo mejor que pudo hacer El
Creador con un inmortal? El tipo tiene el peor gusto en televisión, quiero decir, lo
único que lo redime es que no es adicto a Bonanza110 ¿Has tenido que ver alguna vez
doce horas seguidas de Saved By The Bell?111 Okay, bien, tal vez solo fueron
probablemente siete, y no fue como si pudieras ir y dejarlo, mi Dios te lo digo, sin
embargo es un milagro que me escapé con mi habilidad para ponerme los pantalones
en una pierna y que ésta todavía estuviera intacta…
La niña sonrió.
No fue algo así como una gran sonrisa, y tampoco se rió con exactitud pero
los lados de su boca, definitivamente estaban totalmente levantados.
— ¿Me dirás más?, —Preguntó Bitty cuando Rhage se detuvo para tomar un
respiro—. ¿Acerca de las otras personas con las que vives?
—Por supuesto. Absolutamente. Así que mi jefe, ¿el Rey? ¿Tú Rey? Él tiene
un golden retriever llamado George alrededor que le ayuda. Wrath es ciego, pero
siempre sabe dónde te encuentras en la sala. Tiene unos sentidos alocados, ese es
uno. Le gusta el cordero, y aunque intentará negarlo parece decidido a terminar
siempre sus vegetales. Como en las comidas, verás, sus platos tienen que tener
todo arreglado, con la carne, los carbohidratos y las verduras en el mismo lugar.
Porque, tú sabes, él no puede ver. En fin, puedo decirte que odia esas malditas
110
Serie de televisión norteamericana de tipo western/cowboy.
111
Serie de televisión estadounidense que narra la vida y peripecias de seis adolescentes en el instituto
Bayside.
J. R. WARD THE BEAST
verduras, pero se las come. Todo desde que tuvo a su hijo L.W. Little Wrath, tú
sabes. ¿Cuánto tiene ahora el niño? —Rhage miró por encima—. Mary, ¿Te
acuerdas?
— ¿Mary?
—En fin —él continuó mientras llevaba el dorso de la mano de ella a sus
labios para un beso—.Tenemos un gato llamado Boo. Llegó con la shellan de Wrath,
Beth, tu Reina. Y luego uno de nuestros doctores tiene un caballo de carreras
retirado Y no quiero ni pensar en Vishous poseyendo algunos jerbos. Pero no voy a
ir por allí, y no, absolutamente no voy a explicar aquello.
Mary se encontró cerrando los ojos mientras dejaba que las historias y su
voz de barítono la relajara. Por alguna razón, se acordó de un paseo diferente en
este coche, muy al principio de su relación, uno donde habían bajado las ventanas y
sonaba “DreamWeaver” y ella había tenido que sacar la cabeza por la ventana y
sentir el viento en su cara y su pelo mientras rugían por el camino.
Era agradable saber, incluso después de todo este tiempo, que él aún tenía
la capacidad para transportarla lejos.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 33
Assail hizo girar sus ojos. —“Endibiar” no es una palabra. La Endibia es una
hortaliza. ”Intenta” es la palabra que buscas. Y es la que sirve. A menos que tú
desees hacer referencia a las “endivias”112 de ésta noche.
Dejando el par para hacer lo que fuera que hicieran calóricamente hablando,
Assail procedió a dirigirse hacia su oficina. Cuando finalmente él se sentó detrás
de su escritorio, ajustó sus niveles de cocaína en primer lugar, y luego encendió su
ordenador, mientras que realizaba una llamada desde su dispositivo celular.
112
Refiriéndose a la forma del vegetal en comparación al sexo masculino.
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El Hermano Vishous respondió con, —Es oficial. Hablo contigo más de lo que
hablo con mi madre. No te emociones sin embargo, no puedo soportarla.
Hubo allí una larga pausa. Y entonces la voz del Hermano, que de por sí ya
era baja, tocó fondo por completo. —Qué es lo que quieres saber.
113
Hacienda agrícola de gran extensión que pertenece a un solo propietario.
J. R. WARD THE BEAST
—Por qué.
—Yo tengo mis contactos con mis proveedores del mercado negro que
podrían facilitar ese tipo de compras.
—No hay nada elevado acerca de las tumbas, ¿verdad? En cualquier caso,
consideren mi ofrecimiento. Ellos se pusieron en contacto conmigo por negocios
adicionales y yo decliné su amable y generosa oferta con respecto a ciertos polvos
y pociones. Pero eso todavía me mantuvo pensando que todavía podría haber algún
intercambio de dinero por bienes que Wrath me permita gestionar.
Maldita sea…
Después de hacer correr el agua, él tomó una toalla de mano que él había
lavado y doblado el día anterior y puso la cosa bajo la fría acometida. A
continuación, se limpió la sangre que fluía de su nariz, antes de aplicar la compresa
fría apresuradamente e inclinar la cabeza hacia atrás.
J. R. WARD THE BEAST
Él estuvo más bien algún tiempo con eso, todo el tiempo de pie delante del
espejo y cepillando las manchas en la fina camisa de algodón. OxiClean 114, decidió.
Él comenzaría por ahí, ya que la sangre tenía proteínas en ella. Luego recurriría a la
lejía antes de tirar la maldita cosa si tenía que hacerlo.
Comida portuguesa. Que había sido preparada por una auténtica mano
amante, aunque un poco beligerante.
Él cerró los ojos. La abuela de Marisol había preparado para él y sus primos
muchos alimentos antes de su partida y aquellos dos claramente habían hecho un
buen uso para sí mismos embazándola y frisándola cuidadosamente en empaques.
—¿Ya te has visto la cara? —Preguntó el macho mientras por allí había un
Bing. Tras abrir el frente con un diminuto estallido, él llevó un colmado plato para
sí mismo hacia la mesa—. Difícilmente eres acogedor.
114
Marca de blanqueador para la ropa, para eliminar sin tallar las manchas difíciles.
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—Adieu 115
, dijo Ehric.
Sus dos primos habían mirado las manchas, pero no habían dicho nada.
—¿Estás seguro de que eso no tiene nada que ver con una fuente de
disminución de ciertos alimentos congelados?
Él echó una mirada a Ehric. —Creo que te voy a emplear pronto de nuevo en
el submundo de Naasha. Te prefiero silencioso, incluso si el lenguaje carnicero de
tu hermano es como un cerdo en el matadero.
Assail procedió con facilidad hacia las escaleras, y esperó hasta haber
girado en la esquina, alejándose de ellos para masajear el dolor en su pecho.
A medida que Rhage esperaba por su Mary para que regresara a casa del
trabajo, él caminó en y entre medio de las mesas de pool en la sala de billares, el
taco en la mano, las bolas en juego sobre el fieltro, la mente... de regreso a ese
115
Adiós, en francés.
J. R. WARD THE BEAST
terreno baldío. Esa pequeña niña. ¡Hombre! Él pensó que el destino podía ser una
verdadera perra.
—Sí.
—¿Tú viste esa arma para elefantes que tenía Evale en Brownswick?
—¡Hey! —el ángel caído gritó desde uno de los sofás—. Estoy aquí, pendejos.
—No.
—¿Nunca?
116
Fue u a sit o estadou ide se de los 80 s ue t ata so e u a iña lla ada Pu k iada po su
padre adoptivo.
J. R. WARD THE BEAST
—¿Y qué?
—No lo hará.
—No. No, nada de eso. —Rhage frotó la punta de su taco con el pulgar,
transfiriendo la tiza azul a la yema de su dedo—. Yo sólo preguntaba. Ya sabes,
hipotéticamente. Acerca de otras personas.
—Mira, no quiero ser esquivo, pero vamos… tengo una relación odiosamente
horrible con mi madre y tuve a un sádico hijo de puta como sire. Eso de
madre/padre ha tenido solamente siempre malas connotaciones para mí. Además,
estoy castrado como para criar. ¿No es esa la forma en que se supone que se hace?
117
Aparato para esterilizar por vapor que consiste en un recipiente cilíndrico, de paredes resistentes;
metálicas, y con cierre hermético autoclave.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 34
Lo último que hizo Mary antes de salir por el día fue ir a su oficina y
comprobar Facebook en su computador.
Estaba decepcionada, pero eso era una locura. La parte lógica en ella sabía
que no había nadie que conociera a la chica. Pero, ¿escuchar a Bitty hablar con
tanta desesperación sobre un hipotético pariente? Eso la hizo querer que
sucediera un milagro.
Apagó todo, fue por su bolso y su abrigo y salió, haciendo una pausa en la
base de la escalera del ático.
J. R. WARD THE BEAST
Unos veinte minutos más tarde, estaba conduciendo colina arriba, pasando
por el mhis que cubría al complejo, yendo a un ritmo lento porque no quería salir del
carril o golpear a un venado…
— ¡Mierda!
— ¡Mary!
— ¡Maaaaary!
Poniendo sus manos en alto, dijo,—Estoy bien, estoy bien, estoy bien. De
verdad.
Eso hizo que todos se quedaran callados. Y luego se quedaron allí, mirándola
como si fueran a vomitar de forma sincronizada.
—De ningún lado. —Butch la tomó del brazo y empezó a tratar de ayudarla a
llegar al lado del pasajero—. Yo conduciré el resto del camino…
J. R. WARD THE BEAST
—No —Clavó sus talones al suelo y con mirada grave hizo contacto ojo con
ojo—. Butch. No hay nada de malo en mí. Quiero que ustedes cuatro tomen una
respiración profunda y tal vez pongan sus cabezas entre sus rodillas para que no se
desmayen. Estas cosas suceden, ambos reaccionamos a tiempo, así que vamos a
pasar esto por alto, o voy a llamar a Fritz y haré que todas sus habitaciones sean
pintadas de rosa. Justo después de poner olor popurrí en sus buros, y fotos de Elsa
y Anna118 en sus paredes.
Ella se acercó y abrazó a John. —Lo sé. Y lo siento si soy un poco mala. Han
sido un par de largas noches. Vamos, hay que ir por algo de comer.
Llenaban su espejo retrovisor con amor, pensó. Lo cual, nunca, nunca era
algo malo.
118
Protagonistas de la película animada Frozen.
J. R. WARD THE BEAST
Hubo un coro de está bien y da igual, y luego John Matthew puso su brazo
alrededor de sus hombros, le dio un rápido abrazo y todo el mundo a grandes
zancadas fue al vestíbulo.
Fritz abrió la puerta interior para ellos. —¡Saludos! ¿Cómo les va?
Todo parecía en la cima del lujo, y más la variedad de voces, era un conjunto
maravilloso, desde Z y Bella descendiendo por la escalera con Nalla, Wrath y
George caminando a través del mosaico con Tohr, y John Matthew y Xhex
envueltos en los brazos del otro.
Reanudo los besos mientras él miraba las escaleras. Sí, tan empinadas, tan
lejos… ¿y su dormitorio? Mierda, era como a quinientas millas119 de distancia. Más,
como cinco mil120.
Él terminó arrastrando los pies atrás, con las manos desesperadas por tocar
debajo de la ropa, pero no podía arriesgarse a ese tipo de contacto. Si tocara su
piel desnuda, el sería responsable de tomarla allí mismo en el piso de mosaico.
Aparentemente, la cosa estaba allí para dar cabida a los bancos de cajones
que estaban debajo de las pilas de estanterías.
¿En el momento? Era lo más cercano a Maytag 123 que Rhage pudo conseguir.
119
804.672 mts.
120
8.046.720 mts.
121
1.22 mts.
122
0.76 mts
123
marca de lavadoras.
J. R. WARD THE BEAST
Lo siguiente que supo es que ella estaba fuera de la plataforma, con sus
caderas empujándolo hacia atrás hasta que chocó contra el lado opuesto, de forma
que las latas de sopa rebotaron y rodaron por el suelo como si temieran por sus
vidas.
—Maaaaaaaary…
Ella todavía esperaba por él. Todavía lo necesitaba. Y había algo en ese
sentido que lo llenaba de una manera que había estado previamente desinflado.
Fue real y jodidamente impresionante ser querido así. Ser montado de esa
forma. Ser tomado así. Llegaron al mismo tiempo, sus caderas tensas y golpeadas,
hasta que de alguna forma terminó rodándola y montándola desde arriba. Gracias
por su chaqueta que le sirvió de amortiguación, como se vio después. Agarrando uno
de sus tobillos, el subió su pierna sobre su hombro y entró profundo, uniendo su
pelvis libremente cuando la golpeo en el suelo desnudo de la despensa, hasta que
llegaron a la esquina. Con un gruñido, él se arqueo, se aferró al borde del
mostrador, y se hizo de mayor agarre.
Y continúo.
Y continúo…
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 35
Sí, pensó Zypher, todos sabían eso. De hecho, habían comenzado aquí la
noche anterior, luego de que Xcor no regresara a su nuevo cuartel, el cual tendrá
que ser abandonado. Claramente, su líder había sido herido de gravedad en una
pelea, fuera de aquí o en otro lado, y solo podían asumir que él y su móvil habían
sido capturados ya sea por la Sociedad Lessening o la Hermandad de la Daga
Negra.
Y ese momento privado que hubo después que Xcor apuñaló a Throe y se
castigó por ello.
Mierda
Inclinándose hacia un lado, Zypher miro entre dos edificios. El brillo del
amanecer seguía creciendo, y si seguían esperando, correrían un destino similar al
del vehículo, y tal vez el del mismo Xcor.
El aire que lo recibió era frío, húmedo y olía a varias capas de moho y
descomposición. Pero la oscuridad opresiva que lo rodeaba era una buena noticia.
No tenían comida. Solo sus armas y municiones en sus espaldas, y este era
un refugio dudoso en el mejor de los casos.
En su larga historia como soldado, había tenido muchos días como el de hoy,
su cuerpo obligado a dormir sobre la marcha mientras el descansaba con un oído y
un ojo abierto. Y antes de todo eso, como un estudiante del Bloodletter, había
temido por su vida cuando el sol se levantaba y los aprendices eran obligados a
retirarse a la cueva del campamento hasta el anochecer.
Esto eran unas vacaciones comparado con lo que él y los otros habían tenido
que pasar.
Sin embargo los hábitos tardan más en morir que los mortales.
J. R. WARD THE BEAST
Y este tedio, unido a los siglos de crueldad, era poco recomendable para el
alma del macho.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 36
—Sí, por supuesto. Voy a darles el mensaje a los compradores antes de que
termine la próxima semana. Sí, el ensayo está previsto para el jueves a las ocho
a.m. ¿Sigue siendo conveniente? Bien. El gusto es mío.
“Me la has jugado bien, pero no por mucho tiempo. Deberías haber intentado
esto con alguien que no tenga habilidades de investigación.”
Mientras tanto, Bryant había estado fuera toda la mañana, pero él había
estado ocupado con su teléfono. Le había enviado quince mensajes de texto, solo la
mitad estaban relacionados con la oficina. Los otros habían tomado un tono
extraño: Quería saber por qué se había ido a las siete la noche anterior. Cuando le
había dicho que era libre de salir, él le había preguntado dónde había ido. Ella le
había dicho que se dirigió directamente a casa…
Bill rió con agudeza. —No me dijiste quienes son tus padres. Recepcionista,
mi culo.
— ¿Perdona?
Ella cerró los ojos y contuvo una maldición —¿Qué tiene eso que ver?
—Eso no es lo que…
Ese era un problema que tenía que resolver no por distracción, pero debía
ponerse los pantalones de chica grande y averiguar qué demonios quería hacer con
su vida.
Era Bill. Y pensó en dejar que la llamada entrara al correo de voz, pero
sabía que era infantil. Así que aceptó la llamada y dijo, —Solo puedo suponer que
llamas para pedir disculpas ahora mismo. ¿O necesitas mi puntaje de crédito? En
realidad no es tan malo, según recuerdo, pero eso no tiene que ver con mi capital,
solo si eres un asco como yo en el pago de facturas a tiempo.
El tipo tenía la gracia de aclararse la garganta. —Lo siento. Parece que salté
a algunas conclusiones injustificadas.
—Solo pensé… bueno, no importa lo que pensé. —Hubo una pausa—. ¿Todavía
quieres que nos veamos en una hora?
— ¿Jo?
Cuando una voz profunda dijo su nombre, saltó y dio la vuelta. Bryant estaba
apoyado en el mostrador frente a su escritorio.
Al mirar hacia arriba el hermoso rostro de su jefe, ella consiguió una idea
de exactamente porque podría estar en la búsqueda de excusas para no
permanecer en el trabajo. Y en realidad, los ojos dulces no llegaron muy lejos, y lo
hizo.
—Sí, ahí estaré —Dijo a Bill para luego cortar—. Hola, estás de vuelta
temprano.
— ¿Quién era ese? ¿Tú novio? —Bryant sonrió y estrechó sus ojos—. Nunca
me dijiste que tuvieras uno.
124
Solo en casa en España y Mi pobre angelito en Hispanoamérica, protagonizada por Macaulay Culkin.
J. R. WARD THE BEAST
Cuando ella se acomodó hacia arriba, él le tomo la cara entre las manos y la
besó profundamente. Cuando se separaron, se centró en sus labios, sintiendo esa
vieja quemadura con la que estaba tan familiarizado al desplegarse donde más lo
necesitaba un macho. — ¿Puedo simplemente decirte lo mucho que estoy deseando
volver a nuestra ducha antes de la Primera Comida?
— ¿Ahora?
Cuando ella le sonrió de forma agradable y lenta, consiguió solo avivarlo más
—mmmm…
Mary se dejó caer sobre su espalda. —No quiero arruinar esto con más de
mis pesadas cosas.
—Vamos, Rhage. Siento como que finalmente hemos conseguido poner las
cosas donde corresponden entre nosotros pero aquí estoy, de nuevo pensando de
más.
J. R. WARD THE BEAST
—Lo que sea. —Infiernos, después de las últimas… ¿Cuántas horas eran?
Ocho horas con ella, se sentía invencible con todo lo concerniente a ella— No estoy
preocupado.
—Cuando esa herida de bala te dio en… —ella sorbió su nariz, y parecía
determinada a hablar—. Cuando viniste de vuelta de la bestia, después de haber
estado afuera, y yacías allí en el suelo…
Pero ella no era una cobarde con sus emociones. Nunca lo había sido.
—Luche para mantenerte aquí. —Miró por encima de él—. Yo… le rogué a
Jane y Manny que hicieran algo, cualquier cosa que te ayudara.
—NoqueríadejaraBitty.
quería dejar a Bitty. Quería que te quedaras, de forma que pudiera seguir
ayudándola. Y lo siento, ¡oh, Dios! Rhage, lo siento tanto.
Rhage sonrió y le acarició la cara entre las palmas de las manos de nuevo. —
Entonces estamos bien. Tienes que saber mi Mary, tu compromiso con tu trabajo es
gran parte de lo que amo de ti, como el resto de… tu sabes, todo. No te malgastes
pensando en los porqués de lo que hiciste. Concéntrate en lo increíblemente
asombroso que es que estemos aquí, juntos, además que todo salió exactamente
como debería haber sido.
—Sip.
J. R. WARD THE BEAST
Se besaron, lento y dulce ésta vez. Y luego se echó hacia atrás y tomó un
largo momento solo para disfrutar de su pelo despeinado, sus ojos somnolientos, y
sus labios de color rojo rubí, que estaban así debido a lo que hizo con ella durante
horas.
—Sí, me gustaría.
— ¡Es verdad!
Capítulo 37
No era una niña humana de siete años pero no quería ponerse su blusa y
pantalón elegantes del uniforme para hacer un viaje por helado con Bitty. El
objetivo de esto era una excursión relajada y divertida, y de alguna manera
aparecer con un montón de cosas que necesitaban una limpieza en seco, no era
exactamente como decir Baskin-Robbins125, treinta y un sabores con virutas en la
parte superior.
—Esa camisa hawaiana… —se rió—. Se supone que era una broma.
Bueno, eso era cierto y hablando de la misión cumplida. La camisa estaba tan
lejos de parecer severa como pudieras creer: era por eso que la había comprado. La
cosa tenía un centenar de variaciones en verde azulado, verde y melocotón. Puesta
de sol en un patrón con fondo de palmeras que te destrozaban la retina.
125
Franquicia de heladerías, fundada en 1953.
J. R. WARD THE BEAST
—Es por eso que voy en vaqueros. —Ella hizo una mueca mientras se miraba
a sí misma—. A pesar de que ya no soy muy fan de ellos.
Ella llevó las manos a su pecho y jugó con uno de los botones de la camisa de
color rosa. — ¿A pesar de que me quedé dormida sobre ti?
—Esto no lo es. ¿Alguien de mi tamaño con todo este color? Soy como una
viviente, exhalante aura de una migraña.
—Gracias por hacer esto. Sé que has tenido que cambiar tu turno.
— ¿Por qué?
—Estoy aquí.
La pequeña niña estaba vestida con uno de sus otros atuendos, la parka
negra doblada en su regazo mientras se sentaba con la espalda recta en el sofá de
la sala.
— ¿De verdad viniste? — Preguntó Bitty a medida que se ponía de pie—. ¿De
verdad vamos?
—Vamos.
Bitty fue a las cortinas cerradas y las separó. —Oh, él trajo su coche.
—Síp, tal y como dijo que lo haría. Creo que descubrirás que mi hellren
prácticamente siempre hace lo que dice que va a hacer.
Había una caja de cartón en su escritorio, una que era del tamaño de una
caja de zapatos, sólo que más cuadrada en lugar de rectangular. Un sobre estaba
encima de ella, a pesar de que sabía lo que había en el interior antes de leer nada.
La nota era corta, pero amable. Mary la leyó dos veces, y luego levantó con
cuidado la tapa. En el interior, había una sencilla urna de bronce.
regresase a la clínica. Había sido un gesto muy amable; el tipo de cosas que te hacía
parpadear rápido y tener que tomar un par de respiraciones profundas.
Cuando la chica se puso de pie una vez más, Mary decidió esperar para
hablar acerca de la entrega. La niña merecía un viaje relajado fuera para tomar un
helado.
— ¿Has visto lo que había en tu escritorio? —Bitty alzó la vista—. ¿La caja?
Bitty bajó la vista al suelo. —Una mujer agradable las trajo. Estaba aquí
esperándote, así que las cogí. Las puse ahí arriba, porque no estaba segura de lo
que tenía que hacer.
—No lo sé.
—Para mi tío, — concluyó Bitty. —Pero no estaba segura de que sería capaz
de dormir con ellas arriba. Quiero decir... que es ella. Pero no.
—Está bien.
— ¿Sí?
Esos ojos marrones se posaron en ella por una fracción de segundo y luego
volvieron al suelo. —Muchas gracias.
Todo lo que Mary pudo hacer fue parpadear mientras Bitty seguía su camino
hacia la salida.
—Hola, —dijo abriendo la puerta del coche para ella—. ¿Estás lista?
— ¿Vainilla?
Click. —Gracias.
126
uniforme que llevan los camareros en la típica heladería americana de los años 50. Camisa y pantalón
blanco, chaleco a rayas rojas y blancas y gorrito
J. R. WARD THE BEAST
A Bitty le fascinó el lugar, sus grandes ojos dando vueltas como si nunca
hubiese visto nada igual, lo que era, por desgracia, completamente cierto.
Afortunadamente, sólo había unos pocos clientes humanos: una pareja que tenía
más de sesenta en la esquina, un padre con tres hijos en el centro en una de las
mesas más grandes, y un par de chicas adolescentes que estaban tomando selfies
frunciendo sus labios brillantes como aceite de motor y sus helados derritiéndose
a un lado en pequeños vasos de papel.
— ¡Oh! —Fue todo lo que parecía ser capaz de decir mientras miraba a
través de las tarrinas de helado en sus unidades de refrigeración cubiertas de
vidrio.
Y ¿podrías por favor, por favor, por favor, dejar de mirarme de esa
manera? La única crema batida que vas a poner va a ser en mi banana split.
—Todos los que quieras. —En efecto, ella batió sus pestañas—. ¿Qué
sabores? Y puedes probar las virutas, también. ¿Quieres?
La sonrisa de Mary fue fácil y relajada, le gustaba eso de ella. Estaba tan
segura de sí misma y su amor por ella que nunca rehuía, no importaba cuantas
mujeres se pusieran delante. —Estoy bien con chocolate y trocitos de chocolate en
un cono de galleta.
J. R. WARD THE BEAST
La niña le sorprendió al ponerse al lado. —Creo que... sí, ¿podría por favor
probar algunos?
No, espera, Bitty no se congeló. —Él no es mi padre. Pero sí, por favor.
Él no es mi padre.
Las palabras habían salido sin problemas y sin vacilación, como si Bitty
estuviese nombrando un destino en un mapa o señalando un libro en un estante.
Mientras tanto, Rhage se quedó allí parado cuando la mini muestra se preparó, y la
bandeja se puso en el mostrador, y el cono de galleta de Mary fue entregado en su
siempre tan ligeramente temblorosa mano.
Cuando sus ojos pudieron ver, era obvio que ella estaba preocupada por él, y
estaba un poco preocupado también. Se sentía como si un inocente le hubiese
golpeado en el estómago.
—… ¿mesa?
—No, no, está bien. Gracias. Vuelvo a pedir más y luego vamos a pagar.
ciudad de Caldwell sucediese una redada y tuviese que atravesar la puerta de color
rosa en busca de un camino escabroso, dejó la bandeja y le entregó una cuchara de
color rosa a Bitty.
—Creo que voy a empezar por aquí, —murmuró, cogiendo con la cuchara algo
que no se registró en su lengua en lo más mínimo.
Sí. Guau.
—… ¿Por favor?
—Creo…
—Roger a eso.
De Verdad.
Totalmente.
No lo había.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 38
El aire frío molestaba su masticada nariz, así que respiraba por la boca, Aún
sin el beneficio entero de su sentido del olfato, Supo cuando se acercó.
Assail rodó los ojos y miró sobre su hombro. — ¿Un arma? En serio.
—Eres un…
— ¿No ibas a jalar de ése gatillo? O ¿hemos avanzado desde entonces? Tal
vez porque te diste cuenta que tan increíblemente cobarde es poner una bala en la
espalda de un macho por lo demás inocente.
—Ella quería mostrarte sus juguetes. La semana que viene, deberá ser
alguien más.
— ¡Jódete!
El rubor que corrió de la garganta de Throe a sus mejillas fue visible a la luz
de la luna. Y el macho abrió la boca como si fuera a ofrecer una firme reprimenda.
Pero entonces sus relucientes ojos se sumergieron hacia abajo y persistieron en la
boca de Assail.
—Así que eso será. —Assail arrastró las palabras—. Arriba… o abajo.
El macho venía con una agenda, pero no había sido posible seguirla porque
había alguien más.
Debajo en el agua, un buque flotaba río arriba, empujado por alguna forma
de motor.
Tres veces…
— ¿…hola?
Cerrando los ojos, gesticuló algo de estar contento de que Marisol no podía
oír ni leer sus labios y alejó el teléfono de su oído. Al terminar la conexión, se
preguntó por qué continuaba torturándose a sí mismo llamándola y colgando así.
Al mismo tiempo que Vishous le daba una calada a otro liado a mano, y se
recargaba en los estantes llenos de jarras de lessers, observaba la luz de la
antorcha chasquear en la jodidamente fea cara de Xcor. Había empezado su
guardia al anochecer y enviado a Butch al centro a trabajar. En éste punto, era un
desperdicio de recursos tener a más de una persona haciendo de niñera del
bastardo.
Sip, archiva eso bajo de NJM1. El movimiento que había estado contrayendo
ése lado de Xcor había cesado durante el día y ahora la única interrupción del
estado de inanimación del pedazo de carne era el sube y baja de su pecho. El equipo
de monitoreo. El cual V había silenciado porque uno, podía ver las lecturas muy bien
y dos, el pitido incesante lo hacía querer masacrar a la mierda. Indicaban que, para
alguien en coma profundo, las funciones básicas de Xcor lo estaban haciendo
bastante bien. Y mientras tanto, la intravenosa estaba empujando fluidos y
nutrientes en sus venas, el catéter estaba drenando su vejiga y esa manta
electrónica mantenía su temperatura corporal alta.
Jane lo estaba esperando en el lado lejano de las barras de hierro con sus
mallas de acero, bolsas de deporte colgando de sus hombros, bata blanca y
uniforme quirúrgico azul locamente eróticos incluso cuando eran holgados como el
infierno, teléfono en mano mientras texteaba a alguien. Enfocada en su celular, su
pelo rubio corto caía al frente y oscurecía su rostro, pero podía decir que no tenía
puesto maquillaje y por alguna razón, tomó nota de sus uñas sin hacer.
Y entonces, por supuesto, ahí estaba ella en medio del campo de batalla,
partes de cuerpos de lessers por todos lados, armas y posiblemente caos
devastador tan cerca como el césped debajo de tus pies y su concentración entera
en salvar a su hermano.
J. R. WARD THE BEAST
—¿V?
La manera en la que ella dijo su nombre sugirió que podría haber tratado de
llamar su atención un par de veces.
—Xcor y yo hemos estado discutiendo. —al mismo tiempo que los dos
caminaban lado a lado por el corredor, sus sombras se adelantaban y se retraían al
pasar al lado de varias antorchas—. Es un fan de los Yankees, así que puedes
imaginar la charla golpeada. Hay terreno común sin embargo. El odia a mi madre
también.
— ¿Es eso? —Ella se ajustó una de las bolsas—. ¿Alguna otra conversación
para anotar?
Jane era la única hembra que realmente llamó su atención y la retuvo. Y sip,
si tuviera que aplicarle cera sicológica a la situación, probablemente era por su
resuelta pasión por su trabajo, mierda, su implacable compromiso a la excelencia, lo
hacía sentir un poco como si siempre estuviera persiguiéndola sólo para mantener
el ritmo.
En muchos niveles él era el típico predador: la caza era más eléctrica que la
captura y la consumación.
— ¿Hola? ¿V?
—Eres el mejor.
Cuando sus ojos se encontraron, ella puso sus manos en los bolsillos y se
echó atrás hasta que se reclinó en la estantería.
—Tú sabes, tengo que negar que tengo jodida la cabeza, pero…
Capítulo 39
Cuando Bitty hizo la pregunta desde el asiento trasero del GTO Mary miro a
Rhage. Iban de camino a casa con todos los tipos de helado en sus estómagos y la
mayor parte de la tensión del asunto de “padre” se había ido. Pero chico, había sido
un momento difícil para todos menos para Bitty. Ella no había prestado atención.
No había sido lo mismo para los dos adultos, no había nada como la inocencia
de un niño en un problema como ese. Pero al menos el resto de la salida había sido
un gran éxito.
Rhage parpadeo —Lo siento Bitty, debe haber sido muy duro.
Mary tuvo que contenerse de hacer una mueca de dolor y cuando Rhage
frunció el ceño lo sintió tomar su mano —Déjame preguntarte algo Bitty —dijo él.
—Está bien.
—Ah.
Las cejas de la niña se levantaron —Si, creo que lo haría pero no sé dónde ir
a la escuela para eso. Mi mahmen fue a la escuela en Carolina del Sur.
J. R. WARD THE BEAST
La chica se quedó en silencio y antes de que Mary pudiera decir nada más,
ella hablo de nuevo.
Mary se dio la vuelta una vez más y asintió mientras se encontró con los ojos
de la niña —Cualquier cosa.
—Sí, lo está.
—Es una historia muy, muy larga. Pero lo conocí y me enamore —Ella puso su
mano sobre el hombro de Rhage—. Y entonces sucedieron algunas otras cosas. He
estado en el mundo de los vampiros desde entonces. Mi vida está aquí con todos
ustedes y nunca volveré a esa vida.
Bitty frunció el ceño —Pero ¿Qué paso con tu familia? ¿Vinieron contigo?
— ¿Tienes hijos?
Bitty frunció el ceño por largo tiempo, luego miro a Rhage — ¿Y tú? ¿Tienes
hijos? Quiero decir ¿antes… bueno, de ella?
Rhage respiro hondo como si tuviera que hacer un esfuerzo para tener una
conversación normal —Ah sip, gemelos. Tenemos unos en nuestra casa, son
idénticos pero en realidad no se ven iguales.
— ¿Qué es eso?
—es una práctica que ha sido prohibida por el Rey. Es cuando una persona
tiene a otra en contra de su voluntad y la usaban como fuente de sangre. Zsadist
estaba lleno de cicatrices cuando se fugó y Phury su gemelo, que fue quien lo
rescató, perdió una pierna en el proceso. Pero todo salió bien, los dos están
apareados ahora y Z tiene la más maldi… Maravillosa niña en el planeta. Te
encantara Nalla. Es una cosita dulce.
Siguieron de largo un poco más y luego Rhage fue hacía Lugar Seguro, al
llegar a la acera puso el GTO en el parque y se aclaró la garganta.
—Bueno, Bitty.
— ¿Si?
Rhage acomodo sus enormes hombros para poder mirar hacia atrás a la niña.
—tengo que trabajar mañana en la noche, pero la noche siguiente descanso. ¿Vas a
venir a cenar con Mary y conmigo? Quiero cenar fuera.
—Bueno… no,
Yyyyy… esto era una razón más para amarlo pensó Mary.
—Absolutamente.
—Mmm-hmm.
—Yo también te amo, mi Mary —Rhage tiro de ella para otro beso y bajo la
voz—. Los baños son muy divertidos ¿Lo sabías?
Cuando una sonrisa apareció en su rostro y se quedó allí, ella levanto la ceja
— ¿Enserio?
—Creo que voy a tomar uno antes de la Última Comida. Ven a buscarme.
—Buenas noches…
—Gracias.
Y luego Bitty se había ido, subió al ático sin decir una palabra o mirarla.
127
Era un lugar donde los pasajeros pagaban peaje, cambiaban los caballos y comían comidas caseras,
su dueña Ruth graves era famosa por sus postres y en 1937 invento las galletas con chispas de
chocolate.
J. R. WARD THE BEAST
Bueno, por lo que paso a continuación V pensó que sus palabras quedaron en
el aire entre él y Jane.
¡Oh! Y P.D. Iba a golpear de nuevo a Rhage cuando lo viera a pesar de que
esto no era técnicamente su culpa. Todo lo que el tipo había hecho fue plantear la
cuestión que estaba claramente rodando su mente.
—Wow —Dijo Jane lentamente, se froto la nariz y tiro su pelo rubio hacía
atrás—. Eso es una sorpresa.
Y si, tal vez era extraño planteárselo solo hasta ahora, pero había sido claro
con Jane cuando se había comprometido, no podía tenerlos, biológicamente
hablando. Y un montón de mierda había pasado desde entonces.
Cuando V se rió, Jane también lo hizo y tuvo la impresión que a medida que
la tensión fluía de su cuerpo igual lo hacía el de ella. Su postura se fue relajando y
exhalo aliviado.
—Mira— dijo V. — L.W y Nalla, son tiernos y todo. Pero estoy interesado en
ellos porque son parte de la vida de Wrath y Z, no porque quiera algo así para
nosotros. A menos, lo sabes, que sea algo grande para ti.
— ¿Acabas de promocionarte?
—Tal vez ¿Me puedes culpar? —Ella se rió, exactamente como pretendía que
hiciera, V se puso serio de nuevo—. La adopción es difícil entre los vampiros pero
puede ser una opción.
—No eres un fenómeno debido a eso. Puedo decir lo que estás pensando.
V sonrió un poco pero luego sacudió la cabeza —No creo que haya nada malo
con nosotros en realidad, odio eso. Solo sentí la necesidad de decirlo.
J. R. WARD THE BEAST
Jane se acercó y puso las manos sobre sus hombros. Y fue gracioso:
normalmente no soportaba que la gente estuviera cerca de él. No por algún tipo de
horrible abuso, aunque la castración parcial que le hizo su padre no había sido una
fiesta, sino porque eso requería un montón de contacto y la cercanía era
demasiadas sensaciones para que su cerebro procesara.
—Eso depende de ti y de mi ¿Verdad? Así que ¿por qué estás tan ansioso?
Vishous la miro desde su mayor altura y aun así se sintió mucho más pequeño
—Siempre tienes sentido.
—No sé sobre eso. Pero trato de mirar todo desde todos los ángulos lógicos
tanto como puedo.
J. R. WARD THE BEAST
Su compañera negó con la cabeza —Sé a dónde quieres llegar con eso. No
eres como tus padres y ese es el camino equivocado. La pregunta es ¿Quieres ser
padre?
—Así que, vamos a quedarnos con eso y ¿si eso cambia? Vamos a hacer algo.
Lo mismo para mí.
—No quiero que nada en este planeta me odie tanto como odio a mis padres
—Dijo V.
—Muchas razones para apoyar esa posición —le susurro Jane mientras
acariciaba su rostro—. Lo siento mucho.
—No me digas que debo ir a hablar con Mary sobre eso ¿Está bien? No
estoy interesado en esa mierda.
—Sabes dónde está si la necesitas y no tengo que decirte que ella estaría
disponible para ti en cualquier momento que quieras preguntar —Jane le aparto el
pelo—. Y tengo que decir esto. Tan horrible como tu madre puede ser… ¿Sin ella?
Tú y yo no estaríamos juntos.
128
N.T: En el texto original aparece este error J.R Ward en la firma del libro comento este error en la
redacción y prometió que lo corregirán, como sabemos Jane mure a causa de un disparo por un lesser y
no a causa de un choque.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 40
—Okay, puede que haya pensado que estabas bromeando acerca de esto.
—¿Cuánto tiempo has estado esperando por mí? —preguntó ella mientras
ponía sus brazos alrededor de su cuello.
—Horas y horas.
—Oh, lo hice. —Él movió sus manos alrededor y acunó sus pechos,
colocándolos juntos mientras frotaba esos pezones con los pulgares, liberándolos
de espuma—. Sip.
—Años.
— ¿Me estás tomando el pelo? Llegué a casa hace unos diez minutos.
Y lucha no habría sido una palabra que él habría utilizado para describir lo
que había hecho en esos callejones. Más bien patrulla a pie.
Ningún asesino había estado fuera y alrededor, y esa no era una buena
señal. La pregunta era ¿desde dónde iba a venir la próxima ola de tropas del
Omega? ¿Quién iba a ser el nuevo Fore Lesser? Y ¿cuánto tiempo iba a durar el
periodo de calma?
J. R. WARD THE BEAST
Usando su fuerza superior, levantó a Mary desde el agua hasta que una de
sus rodillas estaba sobre una pila de toallas blancas al lado de su cabeza y la otra
pierna estaba completamente extendida y apuntalada en el suelo de la bañera de
hidromasaje. Mientras ella se equilibraba a sí misma sosteniéndose de la moldura
de la ventana sus pechos se balancearon hacia delante.
Demasiado goteo.
Su sexo.
—Todavía no mujer.
Que allí podría haber habido un poco más de salpicaduras sobre los bordes.
— ¡Rhage!
Con una última sacudida de su pelvis, se quedó inmóvil con una maldición. —
Mary, lo siento mucho.
Mucho más golpear la puerta hasta el punto en que estaba claro que había un
buen número de Hermanos por ahí. Y a medida que varios machos se mantuvieron
gritando su nombre, maldijo de nuevo.
Retirando su pene, el agua cálida del baño era una pobre meada como
sustituto para el núcleo de Mary, estaba de muy mal humor cuando se levantó y
pateó una pierna hacia fuera para poner un pie en el suelo de mármol.
Todas sus trescientas libras 129 fueron a caer de forma que su trasero quedó
sobre su cabeza, el agua sobre toda esa piedra lisa tornó al suelo del cuarto de
baño en una pista de patinaje sobre hielo. Brazos dibujando círculos en el aire, el
cuerpo contorsionando, algo en su columna vertebral crujiendo…
— ¡Rhage!
Por un momento, lo único que pudo hacer fue mirar hacia el techo mientras
recuperaba el aliento. Y luego la cara de Mary estaba en su línea de visión.
—Ouch. —Y luego estornudó por alguna razón… Oh, correcto, tenía burbujas
de jabón en la nariz… Y joder, eso dolió—. Digo, como... ¡realmente Ouch! —
Entretanto, el reparto de miles en el exterior estaba todavía batiendo la mierda en
su puerta. Y sí, había una gran cantidad de agua.
—No a menos que toda esta humedad debajo de mí sea sangre, —dijo con
sequedad—. ¿Podrías por favor ponerte una bata antes de que ellos tiren la puerta
abajo? Amo a mis hermanos, pero si tan sólo uno de ellos te ve desnuda, voy a
matarlo. Después de que consiga algo de tracción, quiero decir.
129
136.08 kg.
J. R. WARD THE BEAST
Cuando Mary estuvo segura de que Rhage estaba bastante bien, se puso de
pie y con cuidado se acercó a donde uno de los gruesos albornoces de felpa de
Rhage estaba colgando de un gancho. Ella supuso que a él le gustaría mejor que lo
usara, ya que olía a él, y tenía tanta superficie que la cubriría desde la clavícula
hasta el tobillo con sus yardas sobrantes.
Mary se echó a reír tan fuerte, que tuvo que alcanzar la pared y mantener
el equilibrio. —Oh Dios mío, necesito parar…
— ¡Desde luego! ¡Solo que tal vez no en la bañera con tanta agua!
— ¡Ya estoy yendo! Ya pueden parar de golpear. —Ella gritó por encima del
estruendo. Cuando llegó a la puerta, se encontró con que había sido bloqueada. No
había duda de que Rhage había puesto el cerrojo en su lugar, lo cual la hizo sonreír.
—Ese brazo está cruelmente mal, —dijo Butch—. Quiero decir, es como si
tuvieras un segundo codo.
En cuanto Mary miró por encima del hombro, retrocedió también. —Oh,
Rhage, tienes que conseguir poner eso en su lugar.
Rhage miró al grupo. —Sólo dame una tirita, estaré bien. ¿Ahora nos darán
un poco de privacidad?
Butch negó con la cabeza. —Okay, Uno, no, no te la daremos, porque ¿Dónde
crees tú que se ha estado yendo toda el agua?, y Dos tú estás de camino a la
clínica…
— ¡Está bien!
J. R. WARD THE BEAST
Rhage miró hacia abajo, como si no hubiera sido consciente de lo que había
estado haciendo. —Oh, mierda.
Él la miró, y bajó la voz. —No era así como imaginaba que terminaría la
sesión.
Levantándose sobre la puntas de sus pies, ella susurró, —Si eres un buen
chico, voy a jugar a enfermera y paciente contigo, justo después de que obtengas
tu yeso.
Capítulo 41
Mary había salido temprano para ir a Lugar Seguro a prepararse para una
reunión de personal, a pesar de que ella se había ofrecido para quedarse para el
corte130. Hombre, gracias a Dios que se había alimentado hace una semana de una
de las Elegidas y su cuerpo podría curar una fractura simple como esta en cuestión
de doce horas. Había oído que los seres humanos tenían que vivir con estos pesos
muertos de yeso durante semanas y semanas.
Qué locura.
Cuando llamaron a la puerta, dijo, —Adelante, Manny. Estoy listo para esto…
oh. Hey, V, ¿qué pasa?
Su hermano estaba vestido para luchar, con unas dagas negras atadas a su
pecho y un periódico doblado bajo el brazo por una de sus cuarenta gemelas. —
¿Cómo está ese brazo?
130
Buzz cut hace referencia a corte de pelo estilo militar, pero aquí se refiere a quitarle la escayola a
Rhage.
J. R. WARD THE BEAST
De verdad.
Sí, porque eso sería una locura. Especialmente porque estaba basando la
compatibilidad y el interés por parte de la chica en el hecho de que un par de conos
de galleta con chips de chocolate habían sido ordenados y consumidos la noche
anterior en el Bessie’s Best.
— ¿Cuál?
—Necesitan ir a hablar con Saxton. Él será capaz de decirles cuáles son los
requisitos para adoptarla. Creo que en los viejos tiempos, el Rey tenía que firmar
cada vez que la nobleza estaba involucrada y a pesar de que Bitty es una plebeya,
tú, como miembro de la Hermandad, eres aristócrata. Creo que mucho de eso tenía
que ver con problemas de herencia, pero de nuevo, Saxton sabrá los pormenores.
Bien, eso era un buen consejo, pensó Rhage. Ni siquiera había considerado
que pudiera haber trámites burocráticos, ¿Qué tan ingenuo podía ser?
Ah y sí, no era como si hubiera hablado de todo esto con Mary. O con Bitty.
J. R. WARD THE BEAST
Rhage silbó por lo bajo y le tendió la mano buena para tomar la cosa.
—Yyyyyy estamos de vuelta en problemas.
Negó con la cabeza mientras colocaba el papel de nuevo junto. —No a gran
escala sin embargo.
Rhage entrecerró los ojos. —La única forma en que va a pasar será
eliminando al Omega.
131
Personaje ficticio de los Cazafantasmas, es el físico nuclear y parapsicólogo del equipo.
J. R. WARD THE BEAST
Lassiter se situó entre las jambas con un impermeable amarillo que era del
tamaño de una carpa de circo, un paraguas abierto sobre su cabeza y un par de
botas de agua en los pies. Sus piernas estaban desnudas. Lo que no era una buena
señal.
—No, no quiero comprar un reloj —dijo Rhage—, así que ya puedes tener
todo eso cerrado, florecilla.
V miró por encima. — ¿Le metes eso por el culo o lo hago yo?
—Podemos hacer turnos. —Gritó Rhage por encima del canto—. Hey, ¿puede
venir un médico aquí?
Si tan sólo le pudieran quitar el yeso, haría que el ritmo descendente del
ángel fuera mucho más fácil. Además, el personal médico podría ayudar a limpiar
las piezas de Lassiter.
#Perfecto.
Cuando Mary llegó a Lugar Seguro, se quitó las capas de ropa en su oficina,
puso su bolso en el suelo junto a su silla y entró en su ordenador.
132
Referencia al paraguas.
133
Típico patito de goma amarillo que utilizan los niños a la hora del baño.
J. R. WARD THE BEAST
La verdad era que en algún momento de los últimos días, un cambio había
ocurrido en su corazón.
— ¿Sra. Luce?
—Por favor.
Bitty tuvo cuidado de cerrar la puerta sin hacer ruido y Mary tuvo que
preguntarse si esa era la consecuencia de ir de puntillas alrededor de su padre
durante tanto tiempo. Esta noche, la niña tenía el pelo en una cola de caballo y un
suéter azul encima del vestido que había llevado dos noches atrás. Sus zapatos
eran su otro par, los que eran de color marrón y le llegaban hasta los tobillos.
134
Marca de tarjetas de felicitación.
J. R. WARD THE BEAST
Cuando Bitty lo hizo, Mary dio la vuelta para estar fuera del escritorio y
estar frente a frente la una a la otra sin ningún obstáculo. Cruzando las piernas,
juntó los dedos.
La chica se quedó en silencio, con los ojos viajando alrededor de las paredes
de la oficina. No había mucho que ver a aparte de un par de dibujos realizados por
algunos de los niños y un mapa de Lago George que Mary tenía colgado porque le
recordaba a los veranos cuando había sido joven.
No fue una sorpresa cuando esa mirada vagó sobre la caja con la urna de
Annalye.
Mary tuvo cuidado de no mostrar sorpresa. —Bueno. Bueno, eso está bien.
Eso está perfectamente bien.
Bitty miró por encima. —Tenía miedo de que no fuera lo bastante joven, de
que hubiera algún tipo de límite de edad para alojarse aquí o recibir ayuda a través
de la clínica del sanador. Me dijo que estaba preocupada por si nos separaban.
Bitty se miró las manos. —Lo siento mucho. Es por eso que me dijo que no
hablara mucho y que jugara con esa muñeca. No quería que me fuera.
Lo que era preocupante, era lo pequeña que era la chica. Para unos ocho o
nueve años de edad, tenía buen peso corporal pero ese peso no era el adecuado
para alguien que tenía trece años, incluso si se tomara en cuenta el hecho de que el
J. R. WARD THE BEAST
—Sí. Lo sé.
—Mi mahmen y yo... nos cuidábamos la una a la otra. Teníamos que hacerlo.
—Es un graciosillo.
Bitty frunció el ceño y miró por encima. — ¿Así que tú eres realmente
humana? Pensé que no podías convertirte en vampiro.
—No lo soy. Es decir, lo fui. —Mary esbozó una sonrisa—. ¿Ves? Nada
puntiagudo.
—Gracias.
Los ojos de Bitty volvieron a la urna. —Así que ella está realmente ahí.
—Sus restos.
— ¿Qué pasa si no la entierro justo ahora? ¿Ella...va a estar mal? ¿Es eso
malo?
Mary negó con la cabeza. —No hay prisa. No es que esté al tanto de todo, no
obstante. Puedo comprobarlo con Marissa. Ella sabe todas sus tradiciones dentro y
fuera.
—Es sólo que no quiero hacer nada malo. Supongo... que soy responsable de
ella ahora, ya sabes. Quiero hacer lo correcto.
—Los ponemos en la tierra, o al menos, esa es una opción. Eso es lo que hice
con mi madre. La incineré y luego la enterré.
—Como la mía.
Hubo una pausa y se quedó callada, por lo que Bitty tuvo espacio para sentir
lo que fuera que estaba sintiendo. En el silencio, Mary observó fijamente a la chica,
tomando nota de los brazos como láminas delgadas y sus piernas, el pequeño cuerpo
debajo de las ropas.
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Qué es un cementerio?
—Es un lugar donde los humanos entierran a sus muertos y marcan las
tumbas con lápidas para que sepan dónde están los suyos. De vez en cuando, vuelvo
y pongo flores en su sitio.
Capítulo 42
—Por velar la salud de tu compañero durante las horas del día sin duda.
—Sin duda, lo hiciste dos noches atrás. Hiciste que mis primos disfrutaran
mucho.
—¿Celoso?
—Mientes.
La risa que ella dejo escapar era ronca y llena de una promesa de la que él no
tenía ningún interés. Lo que le importaba era volver a estar en ese sótano de ella, y
eso era literal, no es sentido figurado. Aunque si tuviera que follarla para llegar
allí, lo haría.
J. R. WARD THE BEAST
—Por desgracia, Throe no está ésta noche. —Ella se dio la vuelta en los
brazos de Assail de modo que su culo quedara contra su pelvis. —Estoy sola.
—¿Dónde ha ido?
Ella miró por encima del hombro, con una aguda mirada en sus ojos.
—Tengo apetitos en los que no puedes servirme querida. Por mucho que tus
mercancías me atraigan.
—Entonces, tal vez, ¿puedas llamar a tus primos aquí? —Volvió a frotarse
contra él. —Me gustaría darles la bienvenida de nuevo.
—No fornico con mis parientes de sangre. Sin embargo ¿te gustaría hacerlo
con ellos?
—Ellos tienen una forma de llenar a una hembra. Y tal vez soy demasiado
para que lo resuelvas por ti mismo.
Lo dudo, pensó. Pero sus primos aquí eran una buena idea.
Ella salió corriendo con una risita, como si le gustara que le dijesen que
hacer, y Dios, él no pudo evitar pensar en Marisol. ¿Si le hubiese dado órdenes así
a su precioso gato ladrón? Ella lo habría castrado y usado sus bolas como
pendientes.
—Necesito otro mes antes de que pueda pagar por eso, —murmuró. —Hasta
entonces, no voy a respirar.
A medida que sus faros iluminaron un edificio de techo plano, de una sola
planta que era largo como una manzana de la ciudad, y con paneles de revestimiento
de metal gris. Ella entró en el estacionamiento vacío y continuó hacia abajo, hacia
la entrada sin adornos. Cuando se detuvo en las puertas de cristal, la señal del
135
Volkswagen
J. R. WARD THE BEAST
Cuando Bill se detuvo junto a ella, bajó su ventana y se inclinó sobre otro
hombre. —Sígueme
El chico que salió del coche de Bill era una pequeña sorpresa. Seis pies 136, tal
vez más alto. Prematuro pelo gris, pero del tipo caliente, como Max de Catfish137.
Pesadas gafas oscuras, como si fuera desafiado ocularmente y teniendo un sentido
136
1.83 mts.
137
Catfish: Mentiras en la Red es un programa de televisión estadounidense de telerrealidad realizado
en formato de docudrama y emitido por el canal MTV. Trata sobre las verdades y mentiras de las
relaciones en línea.
J. R. WARD THE BEAST
del estilo como prerrequisito para salir con Bill. Su cuerpo era…Bueno, estaba
bueno. Hombros anchos, cintura estrecha, piernas largas.
—Me lo puedo imaginar. —Le dio una sacudida de manos y luego asintió con la
cabeza por encima de la entrada trasera. —Escuchen, chicos, hay un sello en ésta
puerta también. No me siento bien sobre esto.
—Y tengo que recoger algunos equipos, por eso me dieron esta autorización.
Solo por favor, no toquen nada, y nada de fotos, ¿Está bien?
Troy abrió la marcha, cortando a través del sello con un cuchillo cartonero
antes de insertar su tarjeta en un candado electrónico.
—Cuiden sus pasos, —dijo él mientas abría la puerta y encendía las luces.
Y cobre fresco.
Doblaron por la izquierda, Troy les llevó a una tercera opción, de pie, de
lado otra vez y pasando por una puerta mucho más angosta. En el lado opuesto, el
no encendió el interruptor de la luz, si no que algo que parecía una caja de fusibles.
Jo hizo saltar su cejas. Sí, sin duda tenía razón, pensó cuando vio las
piscinas de sangre coagulada, una vez en rojo brillante, ahora café con el paso del
tiempo. Había más de los cubos de yeso aquí y allá, y cuando ella cruzó y consiguió
una vista más cercana de todo, puso su mano sobre su boca y trago saliva.
—¿Recuerdas, hace casi dos años? Había una escena como ésta solo que con
diez veces más de sangre.
—Diez. Tal vez doce—Troy dio la vuelta y se agachó junto a una serie de
golpes a través de la sangre en el suelo, como si alguien trató de escapar, pero
resbaló y cayó. —No podemos estar seguros. Por su puesto. Este lugar ha estado en
el mercado durante un año o dos. El banco dejó de usar las cámaras de seguridad
hace cinco meses, cuando un rayo lo eliminó durante una tormenta en primavera. No
tenemos nada.
Troy asintió.
—¿Cuántos otros asesinatos en masa o rituales o lo que sea, han tenido lugar
en Caldwell en los últimos diez años? ¿Veinte años? ¿Cincuenta?
Capítulo 43
Cuando Bitty dijo esas palabras, Mary miró a la chica. Las dos estaban
paseando por una de las millas de carriles pavimentadas del cementerio de Pine
Grove. Desde arriba, la luna les daba iluminación más que suficiente para ver por
dónde iban, el reflejo de brillo plateado en la parte superior de las ramas
esponjosas de los pinos y también las ramas desnudas elegantes de los árboles de
arce y roble. A su alrededor, lápidas, estatuas y mausoleos salpicaban el poblado
prado y las orillas de estanques artificiales, hasta que casi se podía imaginar que
estuvieran caminando a través de una puesta en escena.
—Sí, lo es, —murmuró Mary. —Es agradable pensar que todo esto es para
los fantasmas de las personas enterradas aquí, pero creo que es más para las
personas que vienen a visitarles. Puede ser muy difícil, especialmente al principio,
venir a visitar a un familiar o un amigo que se ha ido. Es decir, después de que mi
madre muriera y enterrara sus restos en el suelo, me llevó varios meses poder
volver. Cuando por fin volví aquí sin embargo, en algunos aspectos era más fácil de
lo que pensaba, sobre todo debido a lo bonito que se ve todo esto. Ella está ahí.
Al bajar por la hierba, Mary tuvo cuidado de donde pisaba. —Aquí, sígueme.
Los fallecidos están en la parte delantera de las lapidas. Y sí, sé que es raro, pero
no me gusta la idea de pisotear a nadie.
—¡Oh! —Bitty miró hacia una hermosa lápida inscrita con una estrella de
David Judía y el nombre de Epstein. —Perdóna. Disculpa.
Las dos siguieron su camino más lejos, hasta que Mary se detuvo en una
lápida de granito de color rosa con el nombre Cecilia Luce tallado sobre ella.
—Hola mamá, —susurró ella, poniéndose de cuclillas para recoger una hoja
caída de la parte delantera de la lápida mortuoria. —¿Cómo estás?
J. R. WARD THE BEAST
Mientras pasaba sus dedos sobre el nombre grabado y las fechas, Bitty se
arrodilló en el otro lado.
—¿Qué es eso?
—¿La extrañas?
—¿Qué te dice?
Cuando una brisa fría rodó a través de ellas, Bitty deslizo un mechón de pelo
detrás de su oreja. —Que todo va a estar bien y que voy a tener una nueva familia
pronto. Eso es lo que me hizo pensar acerca de mi tío.
—Oh sí. Me gusta como se ve. Ella está con mi hermano pequeño, el que paso
a mejor vida.
—Lo sé. Los puso en su maleta. Ella dijo que quería asegurarse de que viniera
con nosotras si nos dijeran que podíamos ir.
—¿Mmm?
Mary cogió un palito de la tierra y lo inclinó hacia arriba y hacia abajo para
dar a sus dedos algo hacer. —Yo, ah, me hubiera gustado saber hasta qué punto le
preocupaba a tu madre los recursos de Lugar Seguro, Me hubiera gustado trabajar
muy duro para tranquilizarla. —Miró a la chica. —¿Está preocupada por algo de eso?
Bitty puso las manos en los bolsillos del abrigo y miró a su alrededor. —No lo
sé. Todo el mundo es muy agradable, tú especialmente, pero da miedo, ya sabes.
—Lo sé. Sólo habla conmigo, ¿de acuerdo? Si alguien te asusta. Te voy a dar
mi número de teléfono. Puedes llamarme en cualquier momento directamente.
—Sí, supongo que eso es lo que me preocupa. Tu madre no quería ser una,
cosa que es absolutamente respetable… pero el resultado final fue que las cosas
fueron mucho más duras para ella, y tú quieres hacer lo mismo. ¿Sabes lo que eso
significa?
Se podía decir que la cosa era presa del pánico, tropezando y resbalando
tratando de trepar lejos, en un lío de brazos y piernas, no tenía armas y nadie venía
a su rescate.
Y cuando el asesino cayó por enésima vez, sus pies tocaron por debajo de él
por lo que parecía como un carburador que finalmente no se levantaba de nuevo. Se
acababa de llevar su pierna al pecho y gemía, rodando sobre su espalda.
—Nooooooo…
Rhage apartó los brazos de la cosa fuera del camino y enterró su daga negra
en el centro de ese pecho ahora hueco.
Cuando nada se movió en las sombras al otro extremo del callejón, dio tres
pasos hacia atrás para que tener cubierta la puerta de un bloque de viviendas
abandonadas.
Su arrogancia natural le decía que podía manejar cualquier cosa, que esto
iría todo por sí mismo, pero algún vago malestar al que no podía poner un nombre le
había hecho regresar al pasado, activando una luz en el interior del cuello de la
chaqueta.
Capítulo 44
Tan pronto como Assail y sus primos entraron en esa mazmorra para sexo
de ella, ella comenzó a desprenderse de su vestido rojo, haciendo la alta costura a
un lado como si la cosa no valiese más que una servilleta de papel. Sin embargo, se
dejó sus zapatos de tacón alto y el corset.
Assail merodeó sobre ella, a cuatro patas por su cuerpo hasta que se sentó
en su pelvis, atrapándola. Estirando la corbata entre dos puños, él la miró.
—Eres tan confiada, —murmuró—. ¿Qué pasa si hago algo malo con esto?
Nadie podría oírte gritar o luchar, ¿verdad?
J. R. WARD THE BEAST
—Es una buena cosa que sea un caballero, pero no es así. —Se inclinó hacia
abajo con la seda—. Cierra los ojos, querida. Y no para dormir, no, ni para
descansar.
Golpe, uno-dos138
Él cubrió los ojos con la corbata, anudando la seda en su lugar. Luego miró
por encima del hombro y asintió a sus primos para que descendieran sobre ella.
Eran como siempre, más que serviciales, librándose de las camisas y los pantalones,
desnudándose antes de llegar a tocar y lamer, acariciar y penetrar.
138
Es un tipo de golpe en boxeo. Izquierda- derecha.
139
Marca de aceite para motor.
J. R. WARD THE BEAST
Las paredes del sótano y el suelo eran de piedra toscamente cortada, con
luces eléctricas añadidas a vigas de madera que lanzaban sombras tenues.
Lo cual era la razón por la que ella había sacado todo el equipo de aquí,
cuando había podido.
Tal vez como él, ¿ella se habría hecho sus propias sábanas para esas
plataformas con ropa de cama? Tal vez no. La hembra probablemente tenía una
criada de confianza.
Moviéndose rápidamente, Assail estaba casi sobre ellos cuando llegó a una
puerta final que estaba reforzada como la de la mazmorra de Naasha, a diferencia
de esas más endebles en las habitaciones de almacenamiento.
La cerradura principal sobre ella era nueva y brillante, y del tipo que
requiere una clave específica. En vano, dio unas palmaditas alrededor de la moldura,
en caso de que algo apareciese colgando de un clavo o un gancho, como algunos
solían hacer. Por desgracia no. Lo que sea que estuviese al otro lado era algo
valioso.
Era la despensa del mayordomo, pasó por todos los armarios con puertas de
vidrio llenos de platos, y el armario de la plata que estaba revestido en fieltro
verde y lleno de grandes provisiones de reluciente plata de ley.
No había nada.
El disco era plano y rojo, y había muchos números a los que girar de uno a
otro.
—¿Puedo ayudarle?
140
Thomas Chippendale, reconocido ebanista inglés que se inspiró en los estilos gótico, chino y Luis XV,
aunque dándole su toque personal que los distingue. Se sitúa entre 1725 y 1760.
J. R. WARD THE BEAST
—Tenía una deuda que pagar, es cierto. Pero ahora ya está saldada.
141
Comedia protagonizada por Ben Stiller, cuyo protagonista es un afamado modelo.
J. R. WARD THE BEAST
—Depende de ti. Soy una pendeja funda de gatillo fácil sin embargo, así que
sería bueno ver donde decides poner tus manos.
Vishous cacheó alrededor del torso de Throe y por sus piernas, dando un
buen toque en la entrepierna del tipo.
Cuando Throe emitió un chillido alto y agudo, el hermano dio un paso atrás,
pero mantuvo su cuarenta señalando al señor Neiman Marcus 142.
—Así que si no estás con Xcor, ¿qué haces aquí? —Exigió V—. Llevas
demasiada colonia y estás desarmado.
Cuando V enseñó sus colmillos, Rhage negó con la cabeza. —Es posible que
quieras replantear tu actitud. Mi hermano te está mirando como si quisiera
convertirte en confeti.
142
Lujosa tienda por departamentos en los Estados Unidos.
143
1mts
J. R. WARD THE BEAST
Rhage habló. —¿Por qué no te largas de aquí. Odiaría que un civil como tú
acabase lesionado aquí, en el campo de batalla.
—Real puta pena. —V levantó el cañón de su arma, así que estaba alineada
con la cabeza del macho—. Tic Tac.
Throe salió de allí justo cuando V descargó una ronda a unos sesenta
centímetros a la izquierda de donde el bastardo había estado de pie.
—Así que Assail va más allá de la llamada del deber. Voy a tener que
aconsejarle sobre su tanga, evidentemente.
—¿Ese es su nombre? Bueno sí. De todos modos, tengo los papeles juntos.
No tienes que hacer nada con ellos, pero está en tu escritorio en una carpeta.
Luego.
Siempre.
Y hola, la chica había aceptado solo ir a tomar un helado y luego a cenar con
ellos. Eso no significaba que ella estuviese aún interesada en tener una nueva
familia o algo así.
Capítulo 45
—Mi mahmen era todo lo que tenía también. Pero a veces no me sentía tan
cercana a ella. Es difícil de explicar.
—Solía hacer que se enojara conmigo a propósito. Sólo para que él no... Ya
sabes, fuera tras ella. —Bitty se encogió de hombros—. Yo era más rápida que él.
Tenía una mejor oportunidad.
Mary cerró los ojos y mantuvo su maldición para sí misma.—Lo siento mucho.
—Está bien.
—Siempre puedo volver —Ella quería tomar la mano de la niña, pero lo sabía
mejor—. Y está frío.
Bitty asintió, y juntas caminaron en torno a las tumbas, el suelo suave bajo
los pies hasta que llegaron a la calle. Cuando llegaron al Volvo, la niña vaciló.
Mary echó un vistazo mientras abría la puerta del lado del conductor. —
¿Quieres que tome el camino largo de vuelta a Lugar Seguro?
— ¿Cómo lo supiste?
Mientras ellas seguían la pista principal hacia las puertas de hierro del
cementerio, Bitty murmuró, —Nunca supe que Caldwell fuera tan grande.
Mary asintió. —Es una ciudad de buen tamaño. ¿Alguna vez has visto el
centro?
— ¿Podemos?
—Puedes apostarlo.
independientes, y más adelante, centros comerciales que eran nada más que señales
brillantes, estacionamientos vacíos, y espacios cerrados.
En lo alto de la rampa de salida. Dentro del poco tráfico que había a las diez
en punto de la noche. Y entonces allí estaban en el horizonte, como un tipo
diferente de salida del sol, los rascacielos de la ciudad salpicados de luces en
patrones al azar.
—Oh, mira eso. —Bitty se inclinó hacia delante—. Los edificios son tan altos.
Cuando mahmen me llevó sobre el río a la clínica, me hizo esconder debajo de una
manta. No pude ver nada.
—No
— ¡Oh, me encantaría!
—No —Mary rió—. Cada vez que conduzco por aquí por la noche, siempre me
invento historias acerca de por qué alguien se olvidó de golpear el interruptor
antes de irse. ¿Estaba corriendo para encontrarse con alguien para una cena de
aniversario? ¿Una primera cita? ¿El nacimiento de un bebé? Trato de hacer que
sean cosas buenas.
—O un periquito.
Yyyyyy esa fue la discusión tonta de como Mary hizo el gran bucle a través
del distrito financiero de Caldwell para conectar con una autopista de cuatro
carriles que las llevó de vuelta en la dirección desde la que habían llegado.
El Hannaford144 al que ella se estaba dirigiendo estaba a unas tres millas 145
de distancia de Lugar Seguro, y cuando se detuvo en su zona de aparcamiento, sólo
había unos pocas compradores rezagados que entraban y salían de su entrada
brillantemente iluminada, algunos con bolsas otros con carros, y los que todavía se
encontraban sin comprar y tenían las manos vacías.
—No lo sé.
—Síp, la hay.
Mientras estaban allí juntas, Mary pensó... Dios, ¿cuántas veces había
entrado y salido de una entrada como ésta, la cabeza repleta de listas de cosas
para comprar, o cosas por las que estaba preocupada, o planes que vendrían más
tarde? Nunca había pensado mucho acerca de lo genial que era que las puertas se
regularan a sí mismas, cabalgando ida y vuelta en sus diminutos rieles, ni
demasiado rápido ni demasiado lento, ya que su respuesta era desencadenada por la
gente.
144
Cadena de supermercados que opera en Nueva Inglaterra y el norte de Nueva York.
145
4.8 km.
J. R. WARD THE BEAST
A través de los ojos de Bitty, vio lo que había dado por sentado bajo una luz
totalmente diferente.
Bitty dio un paso adelante, y se rió cuando el cristal se separó para ella.
Luego retrocedió lentamente de vuelta. Se inclinó y agitó sus brazos hasta que se
separaron de nuevo.
Assail trató de tranquilizarla, ofreciéndole una sonrisa fácil. —Me temo que
estoy un poco perdido.
—He llegado más temprano. Pero no hay nada de qué preocuparse. ¿Están las
escaleras principales por ese camino?
J. R. WARD THE BEAST
—Gracias.
Las criadas, eran un poquito más que una lavadora/secadora que necesitaba
ser alimentada, al menos en términos de la jerarquía del personal. Ella tenía más
posibilidades de ser reprendida por interrumpir al mayordomo, a pesar de que
tuviera noticias que eran pertinentes para el hogar.
Assail indicó el sexo que estaba teniendo lugar. — ¿No es eso suficiente
para una justificación racional? Y si estás tan preocupado por mi presencia aquí,
habla con tu señora. Este es su show ¿no es así?
—Mira y aprende. —Los ojos de Throe brillaron con malicia—. Este hogar
está a punto de ser transformado.
—No me digas.
Capítulo 46
Layla se incorporó sobre los codos cuando Doc. Jane empezó a limpiar el
claro lubricante de su enorme vientre. Este examen programado previamente había
resultado ser muy oportuno, aun cuando ya había tenido uno, la doble verificación
era tranquilizadora.
—Síp, todo está bien. —La doctora sonrió mientras ayudaba a llevar las dos
mitades de la bata color rosa de nuevo en su lugar—. Lo estás haciendo muy bien.
—Sus niveles se han estado viendo estupendos. Lo que todos ustedes están
haciendo está funcionando muy bien.
J. R. WARD THE BEAST
Doc. Jane se sentó hacia atrás en su silla rodante y cruzó una rodilla sobre
la otra. —Me gustaría decirte que podemos predecir algo de lo que va a pasar, pero
no puedo. Lo que sí puedo decirte es que Manny y yo tenemos todo preparado, que
Havers estará en estado de alerta, y Ehlena ha ayudado en más de cien partos.
Estamos preparados para ayudar a que la naturaleza siga su curso, y cuando ellos
estén fuera, tengo dos incubadoras aquí, así como los equipos de asistencia
respiratoria que no se parece a nada a lo que yo haya visto antes. Entiendo, y me
alegro, que todos ustedes estén abiertos a cualquier persona ofreciendo una vena
si se llegara al caso. Y la buena noticia es que los bebés están monitoreados a la
perfección hasta este momento. Estamos preparados, y esa es la mejor posición en
la que podemos estar. Tengan en mente sin embargo, que aquí podría haber meses y
meses por recorrer. La marca de dos semanas a partir de ahora es sólo el mínimo
indispensable para la supervivencia. Estoy esperando que ellos se queden dónde
están por lo menos por otros seis meses.
Doc. Jane volvió a sentarse en su sillón. —Okay, así que ¿qué quieres
preguntarme?
—Entonces…
J. R. WARD THE BEAST
Doc. Jane asintió. —Ustedes dos están trabajando realmente muy duro.
— ¿Vive todavía?
—No voy a responder a eso. Lo siento Layla. Sé que debes sentir curiosidad,
lo entiendo. Pero no puedo ir por allí.
Doc. Jane tomó una respiración profunda. —No puedo. Lo siento. Ahora, ¿si
me disculpas? Es tiempo para que pueda conseguir algo de comer.
Doc. Jane tenía razón. Tenía que concentrarse en lo que estaba haciendo
aquí, comer bien, dormir bien, y asegurarse de que no fuera responsable de que
algo que estaba bajo su control saliera mal.
Además, era mejor para todos si dejaba ir sus cosas con Xcor.
En muchos niveles.
Cuando reasumió su andar oscilante, maldijo. ¿Por qué tenía que mantener la
misma conversación consigo misma una y otra vez?
puertas del garaje. En cuanto apagó las luces y el motor, recordó una noche
diferente cuando había venido aquí, todo tipo de caos reinante, especialmente
después de que Wrath había recibido un disparo en la puta garganta.
— ¿Estás listo para mí?, —Preguntó V mientras encendía uno de sus liados a
mano.
En ese justo momento, una de las puertas del garaje empezó rodar hacía
arriba, revelando un interior iluminado con una Van, un Range Rover negro, y un
lugar para el azote de Qhuinn.
Assail rió. —Por desgracia, también necesito algo. Pero de algo diferente,
sin embargo.
A medida que el macho se frotó la nariz, una vez, dos veces y otra vez, V
frunció el ceño cuando captó un olor en el aire. —Tienes un sangrado ahí, amigo.
Lo próximo que supo, es que Assail había tomado esa corbata de seda
perfectamente agradable, que era del color del interior de un melón y cubierta con
algún tipo de patrón, y se la llevó a su gran nariz. Debido a que era eso o la ruina de
esa lujosa y maricona camisa y chaqueta suya.
J. R. WARD THE BEAST
—Hazte para atrás, idiota. —Él empujó al tipo contra el SUV, forzó a su
mandíbula hacia arriba y asumió el control sosteniendo la corbata en su lugar—.
¿Con qué frecuencia ocurre esto?
A medida que Assail hizo algún tipo de sonido, V puso los ojos en blanco y
presionó la nariz del hijo de puta. —Lo que sea, ésta es tu noche de suerte. Soy
médico, y voy a echar una mirada ahí dentro en cuanto dejes de hacer la imitación
de un aspersor en un campo de golf. Y ya puedes callarte a menos que sea un
agradecimiento.
V puso los dedos del macho dónde habían estado los suyos. Luego se metió
en el Hummer y consiguió la navaja suiza que Qhuinn mantenía en los portavasos de
la parte delantera. De vuelta a su paciente, consiguió su teléfono, encendió su
linterna, y movió las manos de Assail fuera del camino.
146
personaje cómico ficticio creado e interpretado por el cómico estadounidense Paul Reubens.
J. R. WARD THE BEAST
Assail perdió la mirada hacia dentro del bosque sin centrarse en nada.
—Cuando estés listo, —dijo V—, llámanos. Vas a querer desintoxicarte bajo
supervisión médica y nosotros podemos hacer eso discretamente. Y no pierdas mi
tiempo o el tuyo negando la magnitud de tu problema o tratando de embellecer la
mierda que tienes hasta arriba. Te tienes a ti mismo como a un asqueroso parásito,
y si no consigues ponerte en la cima de todo esto, esto se va a poner encima de ti.
Tú tumba, en concreto.
— ¿Cuánto tiempo?
147
Hace referencia a que perdió uno de los cinco sentidos
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Dura la desintoxicación?
— ¿Cómo es eso?
— ¿Y?
Vishous exhaló una bocanada de humo lejos del macho. —Es por eso que
estoy aquí.
Capítulo 47
Marissa puso su copa de vino abajo y asintió con una sonrisa brillante. —Lo
siento. Salí temprano del trabajo, Butch me llevó a una cita.
— ¿Lo hiciste? —Marissa se inclinó para darle un rápido abrazo—. ¡Sabía que
podrías hacerlo! Eso es maravilloso. Hay tanto para ella por procesar.
—Sí. —Mary se echó hacia atrás. —Pero allí existe algo que quiero tener
controlado. Médicamente, es decir. No es una necesidad emergente ni nada por… es
sólo que ella tiene trece, no nueve.
J. R. WARD THE BEAST
Mary entró en detalle sobre todo, incluyendo lo que Bitty le había dicho
acerca de su mamá diciéndole que mintiera sobre su edad y la visita a la tumba y el
supermercado.
—Nadie la tenía.
Mary miró a la mesa del comedor de treinta pies de largo 148 con todas sus
galas. —Ella y su madre se mantuvieron en silencio por miedo. Y la cosa es que
estoy preocupada por la salud de Bitty. Sé que tuvo tratamiento en la clínica de
Havers para esa pierna rota y que allí desde ese punto se había puesto el trabajo
en marcha. Pero eso fue hace un tiempo atrás. Quiero que alguien le eche un
vistazo en algún momento pronto, y quiero traerla aquí a la clínica no donde Havers.
148
9 mts.
J. R. WARD THE BEAST
—Incluso podemos hacerlo mañana por la noche si Doc. Jane tiene algún
tiempo. Estaremos llevando a Bitty a cenar con nosotros.
— ¿Tú y Rhage?
—Es justo como el viaje a la heladería. A ella realmente le gusta él. —Mary
sonrió—. Lo llamó un perro grande y amistoso.
— ¿Cómo es eso? —Mary puso las manos en alto. —Admito que podría haber
tratado la situación con la muerte de su madre de una manera diferente si hubiera
sabido cómo.
—No está mal. —Cogió uno de los cargadores automáticos de la Glock fuera
de su acolchado con forma de cartón de huevo y corrió una rápida revisión sobre
ella, haciendo saltar la presilla, bombeando el gatillo, evaluando el peso y la mira—.
¿Cuántas conseguiste?
V abrió con un pop un segundo maletín de acero. —Hay otras ocho por aquí.
Dieciséis en total.
— ¿Cuál fue el precio? —demandó Butch mientras pilló otra arma y la puso
bajo el mismo patrón de ejercicios que la anterior.
—Diez mil. —V abrió una bolsa de lona de nylon negro y mostró las cajas de
municiones—. No hubo descuento, pero tampoco hay números de serie, y no
tendremos que preocuparnos por lidiar con legítimos canales humanos.
Rhage asintió. —Fritz tiene que estar en algún tipo de lista de vigilancia a
estas alturas.
Rhage tomó la bolsa de lona con la munición, y Butch tomó las dos maletas
así V podía cerrar y encender un cigarrillo. Estaban a mitad de camino a través de
los adoquines cuando V vaciló. Tambaleándose. Sacudió su cabeza.
Cuando Vishous asintió, Rhage tomó las maletas de Butch y se dirigió con la
carga detrás de la gran escalera hacia la puerta oculta que iba al túnel.
Desbloqueando la cosa al introducir el código, depositó la carga de metal y plomo en
el rellano y comprobó triplemente que todas las cosas estuvieran bloqueadas antes
de cerrar el panel otra vez. Con Nalla gateando, nadie tomaba ningún riesgo con
armas de fuego o municiones, incluso si ambas mierdas estaban separadas.
Los dos golpearon nudillos, y luego Rhage regresó a tratar de ver si era
capaz de ser un lector de labios.
“La magia del cine doce veces al día”. —Marissa tomó un sorbo de su copa de
vino—“Luego tenis con el can-can. Cacahuetes y bistec Filadelfia, bagel con crema
de queso de bagel”.
“—Pasta dental.”
“—Garaje de bahía, imitador del bikini de Navidad uvas nueces con Dr.
Pepper.”
—Oh sí. Sí. —Ella le sonrió y luego se sentó y miró a su plato vacío—. Lo
siento. Yo sólo…
Girando hacia él, se frotó la cara. — ¿Decirme que todo va a estar bien?
—Sire, —dijo un doggen detrás de él—. Hay una preparación especial para
usted.
A pesar de que estaba preocupado por su Mary, Rhage golpeó las palmas de
las manos y las frotó.
—Yo creo que se está comiendo a Jenny Craig y esa mierda está
simplemente mal. Los seres humanos no son alimentos.
— ¡Oh, vamos!, —Ladró cuando las risas explotaron en el aire—. ¿En serio?
Ustedes chicos son de seriedad. Verdaderamente.
Mary se echó a reír y lo único que salvó a sus hermanos fue que le echó los
brazos alrededor de su grueso cuello y lo besó.
—Esa es una buena. —Dijo contra su boca—. Vamos, tú sabes que lo es.
149
Es una compañía fundada en 1983 por Jenny y Sidney Craig dedicada a la pérdida, control del peso y
nutrición
J. R. WARD THE BEAST
Todavía se quejaba, pero hizo lo que su shellan le dijo que hiciera. Era
preferiblemente hacer eso a arruinar su apetito... por cometer asesinato.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 48
Jo cruzó los brazos sobre su pecho. Ahora que pensaba en eso, su voz tenía
una calidad aflautada que era como una especie de rejilla.
Sin duda era hora de seguir adelante decidió. Pulir su hoja de vida. Meterse
en Monster.com150 y el sitio web del CCJ. Hacer algo más.
Había pasado un buen año y medio de estar en la luna por estar encima de
este narcisista, viviendo de un guiño o una implicación de él, y doblándose la
espalda para hacer que su vida profesional y personal funcionase sin problemas y en
última instancia, dejando su libido en la puerta porque ésta tensión sexual de un
solo lado con este idiota era una apuesta más segura que tratar de encontrar un
tipo real por su cuenta.
— ¿Qué?
—Me escuchaste.
—Espera, ¿estás loca? ¿Vas a renunciar porque te dije que tu novio tiene
una esposa? ¿Cuándo ya lo sabías? El acercamiento fue aquí en esta oficina. Le
conociste…
—Esto no tiene nada que ver con Bill. Él y yo estamos trabajando en una
historia juntos —Okay, eso era una exageración—. Solo necesito más de lo que me
puedes dar.
—Será mejor que empieces a buscar una nueva recepcionista si quieres que
tenga tiempo para entrenarla.
150
Página web para buscar empleo.
J. R. WARD THE BEAST
Bajando la voz, ella dijo —Me tienes mintiendo a las mujeres con las que
sales para que no descubran la bolsa de basura que eres. Recojo tu limpieza en
seco. Hago tus citas para cortarte el pelo. He tomado tu coche para llevarlo a
reparaciones ¿cuántas veces? Y no he empezado con las quejas de tus asociados
del condominio por tus violaciones de ruido, tu chico de la piscina, tus problemas de
HVAC151 y el hombre insecto. Todo eso es poco profesional. Pero no te preocupes.
Encontraras a otra idiota. Los hombres como tú siempre lo hacen. Solo que esa no
voy a ser yo, nunca más.
Jo salió por las puertas de cristal y directo al sol de Octubre, el cual era
demasiado débil para mover mucho la temperatura, pero era lo suficientemente
brillante como para hacer que sacara sus Ray-Bans152.
Nunca había sido suyo, al menos no de su lado. ¿Y las cosas que había dicho
de Bill? Eso era sólo un reflejo de autoprotección porque ella era un buen lacayo y
él no quería que se escabullera.
Pero como ella había dicho, allí habría otra. Sin duda.
151
Sistema de calefacción centralizado.
152
Marca de gafas de sol.
J. R. WARD THE BEAST
—Me quedé dormida. ¿Dónde se han ido todos? ¿Está el torneo terminado?
Con un gran bostezo, ella se retiró el pelo hacia atrás. El enorme T.V sobre
la chimenea se encontraba en silencio, con alguna especie de película de Steven
Seagal de principio de los noventa que lo mostraba golpeando a un puñado de tipos
en una calle de la ciudad.
—Creo que eso era lo que estaban dando cuando caí rendida, —dijo ella sin
hacer nada mientras señalaba a la pantalla.
—En realidad, eso fue hace tres películas. —Rhage le acarició la mejilla—.
Se trata de una diferente, pero no te sientas mal. Todas tienen el mismo aspecto.
¿Vas a dejar que te lleve arriba?
—Lo sé. —Él puso el taco a un lado y le ofreció una mano—. La pregunta es,
¿vas a impedirme que te recoja?
Rhage la atrajo fuera del sofá y lo siguiente que supo fue que estaba en sus
fuertes brazos y estaba dando zancadas entre las mesas de billar. Afuera en el
vestíbulo, ella volvió a bostezar y se puso cómoda para el viaje.
—Lo tienes.
—Iba a traer tu cepillo y un vaso de agua. —Se puso las manos en las
caderas y bajo la mirada hacia ella—. ¿A menos que estuvieras decidida a hacerlo
en el fregadero?
—¿Mary?
Mirando por encima del hombro, entrecerró los ojos. — ¿Vas a saltar sobre
mí?
—Por favooooorrrr…
Rhage movió su mano hacia abajo entre sus piernas, agarrando la dura
longitud que había hecho una muy seria aparición en el frente de sus pantalones de
cuero. — ¿Quieres ver algo más? —Dijo arrastrando las palabras.
Mary alcanzó debajo de ella e hizo desaparecer sus pantalones, abriendo las
piernas mientras se recostaba y se acariciaba a sí misma.
Y era tan extraño. En momentos como este, a pesar de que era una locura,
parecía que los tres estaban allí juntos.
—La limpieza está próxima a la divinidad, ¿No es esa una expresión humana?
J. R. WARD THE BEAST
—Perfecto.
Hablando de la vista.
Paso un tiempo antes de que salieran, y para el final del mismo las piernas de
ella estaban tan flojas, que era una buena cosa que no tuviera que ir muy lejos.
Envuelta en la bata de Rhage se arrellanó en su bureau para sacar sus pendientes
de perlas, mientras él iba camino al armario, recogiendo la ropa que había dejado
tirada por todas partes para poner en el cesto de la ropa sucia.
Ella había tomado uno de los pendientes cuando se dio cuenta de la carpeta.
— ¿Qué es esto?
Capítulo 49
Cuando Rhage salió del armario, se estaba sintiendo realmente muy bien
acerca de la vida. Sí, claro, el policía se había impuesto en el billar de nuevo, pero
¿después de lo que su Mary le había preparado? Era el verdadero ganador.
Esa sesión en la ducha había sido una cosa totalmente olímpica, lo más alto
de una montaña, un record de velocidad sobre tierra. Saliendo él...
— ¿Qué es esto? Es decir... —Ella sacudió la cabeza—. Creo que sé lo que es.
Solo…
Mary cerró la carpeta y puso la mano sobre ella. Cuando no dijo nada más, él
maldijo.
—Lo siento. Tal vez debería haber hablado contigo primero acerca de mí
dirigiéndome a Vishous…
—Marissa piensa que estoy demasiado involucrada. Con Bitty, es decir. Eso
es lo que estábamos discutiendo antes de La Última Comida. Ella cree que estoy
cruzando las líneas profesionales, haciéndolo demasiado personal.
—Guau.
Rhage cerró los ojos, los recuerdos de esa horrible confrontación volvieron
a él. Por alguna razón, se acordó de la colcha en la habitación de huéspedes en la
que ella había estado durmiendo, esa colcha hecha a mano con sus bloques y
retazos de color. Mary había estado en la cama cuando había entrado. Y a pesar de
que ella había estado al otro lado, se había sentido como si estuviera en un mundo
aparte.
—Tenía tanto dolor que no podía imaginar traer a nadie conmigo. Estaba
bloqueada, cerrada, lista para ir a perder la batalla que realmente no estaba
interesada en continuar luchando. Te alejé muy fuerte. Pero viniste de todas
maneras. Viniste y... y en ti, vi un faro del que no pude alejarme.
No estoy bien.
—Ella realmente se abrió anoche, —ofreció Rhage—. Por lo menos, sentí que
lo hizo. No sabría, aunque…
Rhage miró la carpeta que Mary había atraído hacia su pecho y la sujetaba
ahí… de una manera que estaba seguro de que ella no era consciente.
—Mary.
Cuando por fin alzó la cabeza, sintió que estaba saltando de un acantilado.
¿Las buenas noticias? Si tenía que estar volando por el aire con alguien, no podía
pensar en nadie mejor que su shellan.
—No se supone que deba ocurrir para nosotros. Estábamos apenas hablando
sobre ello. No se supone que deba ser para nosotros. La cosa de paternidad.
— ¿Quién lo dice?
Mary abrió la boca. Luego la cerró mientras sostenía esos papeles aún más
cerca de su corazón.
¿Si por algún milagro fueron llamados por el destino para caminar a escena
por esa niña? Iba a estar allí sin dudarlo. Y sabía sin pedirlo que también su Mary
iba a estar.
Padres.
Sería un milagro.
J. R. WARD THE BEAST
Y mientras pensaba en todo eso, decidió, sí, era muy posible que pudiese
haber estado sublimizando todo el asunto de no tener hijos, auto medicándose una
desconocida agonía con buenas obras honestas que servían a aquellos que
necesitaban ayuda durante sus momentos más vulnerables.
Y sí, podría haber habido una ensoñación de vez en cuando acerca de traerla
a sus vidas.
A pesar de que había pensado que lo había escuchado decir que V tampoco
había encontrado nada.
J. R. WARD THE BEAST
—Dijo que no podía encontrar a nadie con ese nombre. Y ningún registro
detallado formal de Bitty, su madre o de una familia tampoco. —Rhage le secó bajo
sus ojos con sus pulgares, luego secó las lágrimas con su sudadera—. Ella realmente
está huérfana.
—Lo sé.
—Lo sé.
—Mucho. —Se rió en una corta ráfaga—. Creo que decidí que quería
adoptarla cuando ordenó aquel cono de galleta.
— ¿Qué?
—Larga historia. Pero sólo... se siente un poco como se supone que debe ser.
Mary, tomo una respiración profunda. Y luego maldijo. —Vamos a tener que
explicarle lo que... soy. Lo que tú tienes.
— ¿Por qué?
— ¿Quién lo es?
— ¿Asesoramiento?
J. R. WARD THE BEAST
—Un carbonero.
—Sí, o algo similar, una ardilla. Podría terminar como una ardilla púrpura
gigante que es, como, vegetariana. —Cuando Mary se echó a reír con más fuerza,
acaricio sus brazos—. ¿Qué tal un Cavalier King Charles Spaniel 153?
—Oh vamos…
Rhage levantó su dedo índice. —Está bien, en primer lugar, algo estuvo duro
ahí. Y sabes qué de primera mano. —Cuando se rió de nuevo, él asintió con la
cabeza—. Aja. Eso es. Y en cuanto a la identidad alter de la bestia… que tal un
enorme y purpura alope.
— ¡No existen!
—Tampoco existe.
—Entonces podría hacer que los sueños de los cazadores de Snape en todo
el mundo se vuelvan realidad. — Rhage sonrió—. ¿Quién nos podía rechazar
entonces? ¿Después de que haga un servicio público así?
153
Raza de perro pequeño, de temperamento activo y alegre. Su principal función ha sido la de mascota
de compañía lo que se muestra en pinturas del siglo XVI.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 50
Usualmente.
Había agonizado por esto desde su resolución después del ultrasonido. Había
corrido los “sis” y “nos” a través de su cerebro hasta que pensó que iba a volverse
loca.
Probablemente para mal. Porque así era como las cosas siempre iban para
ella en lo que a Xcor se refería.
como si alguien le estuviese haciendo cosquillas con una pluma. Sus pulmones
parecían inflarse solo parcialmente.
Quiten el “parecían”.
Con una maldición, descubrió que sus ojos se habían abierto por sí mismos, y
deseó haberse colocado cinta adhesiva para que pudiera mantener sus parpados
cerrados.
El sueño llegó con una ola gentil, sumergiéndola bajo la consciencia común,
liberándola de los dolores y las molestias, de la preocupación y el miedo.
De la culpa.
Hacia el Santuario.
Dado su embarazo, no era seguro para ella viajar al Otro Lado en su forma
física. De ésta forma sin embargo, cubrió la distancia con gracia y calma. Además,
incluso mientras abandonaba su cuerpo, podía sentir su carne bajo las sabanas y
era así capaz de monitorear continuamente su encarnación corpórea. Si algo fuese
a ocurrir, podía regresar en un parpadeo.
Respirando el dulce aire, pudo sentir una recarga pasando, y le recordó los
siglos que había pasado sirviéndole a la madre de la raza aquí arriba. En aquel
J. R. WARD THE BEAST
entonces, todo había sido blanco, sin formas ni variaciones de nada, ni siquiera
sombras arrojadas. Phury, el actual Primale, había cambiado todo eso sin embargo,
liberándola a ella y a sus hermanas para vivir vidas allá abajo, para experimentar el
mundo y a sí mismas como individuos en lugar de engranajes de un homogéneo todo.
Un rápido vistazo alrededor confirmó lo que había sido verdad no solo desde
su llegada a este momento, pero desde el momento desde que el Primale las había
liberado: Tan hermoso como el Santuario era, tanto como ofreciese en términos de
paz y tranquilidad, estaba tan vacío y abandonado como una fábrica inútil. Una mina
de oro sin ninguna otra vena para bombear. Una cocina con armarios vacíos.
El cambio sin embargo, era más la naturaleza del destino que nada más. Y
mucho bien había venido de eso, aunque tal vez no por la Virgen Escriba. ¿Quién
sabía cómo se sentía? Nadie le había visto por ¿cuánto tiempo?
Con una oración solemne, Layla entró en el templo de trazado y consideró las
simples mesas blancas con sus cuencos de agua, sus tinteros, sus rollos de
pergamino. En el espacio elevado, ningún polvo flotando en las vigas para nublar las
piscinas de lectura sagradas o para desdibujar los bordes de los objetos, y sin
embargo, parecía que la observación de la historia de la raza, que una vez había
sido un deber sagrado, era ahora un esfuerzo abandonado poco probable de ser
jamás reanudado.
En cierto modo, la falta de más registros de la historia era una muerte para
la raza.
Pero también era su renacimiento. Tantas cosas positivas habían salido del
cambio en los valores, con los derechos de las mujeres siendo reconocidos, y la
abolición de la esclavitud en la sangre, y la libertad para las Elegidas.
Y de hecho, su creador.
Caminando hacia adelante, se dirigió a una de las mesas y sacó una silla
blanca. Mientras se sentaba, arregló su ropaje y ofreció una oración porque lo que
estaba a punto de hacer iba a ser en servicio para un bien mayor.
Oh, dispara. Era imposible argumentar que lo que estaba a punto de hacer
no era puramente egoísta. Inclinando la cabeza, puso las manos en el cuenco,
ahuecando el recipiente con reverencia. Con toda la claridad que pudo reunir, se
imaginó la cara de Xcor, desde sus ojos entornados hasta su labio superior
deforme, de su pelo cortado a su grueso cuello. Se imaginó su aroma en la nariz, y
su imponente presencia física ante ella. Se imaginó a sus antebrazos veteados y sus
contundentes y callosas manos, su pesado pecho y sus piernas fuertes.
La imagen que recibió fue tan clara como si estuviera sobre su cuerpo
yaciente. Estaba tumbado debajo de las sábanas blancas en una camilla en el centro
de la sala de estantes, con los ojos cerrados, su piel pálida, con los brazos y las
piernas inmóviles. Máquinas sonaban a su lado, unas que reconoció por su propia
habitación en la clínica. John Matthew y Blay estaban sentados en el suelo de
piedra junto a él, las manos de John moviéndose mientras decía algo.
Layla obligó a la imagen cambiar de modo que pudiera ver lo que estaba
delante y detrás de donde yacía Xcor. Si proseguía más en lo que resultaba ser una
cueva, finalmente saldría en un vasto espacio ceremonial…
La Tumba.
Layla obligó a la imagen para que volviera a la de John y Blay, y oyó decir a
Blay, —… La presión está bajando. Así que no hay cirugía. Pero no se ve como si
estuviera despertando pronto.
cueva, las paredes de piedra alisadas por la mano o la naturaleza, o quizás una
combinación de ambos.
Enfocando hacia fuera, observó al paisaje convertirse cada vez más pequeño
hasta que captó el resplandor de la mansión.
Liberando los bordes del cuenco, vio como lo que se le había mostrado
desaparecía como si nunca hubiese pasado, el agua reanudando su carácter claro y
anónimo.
Mary se echó a reír y le dio otro apretón. Luego resumió sintiendo que su
cabeza iba a explotar. —Así que sí. De todas maneras ya sabes, nunca he prestado
mucha atención a ésta habitación antes. Es agradable.
Cuando Rhage puso la cabeza entre las rodillas, le frotó los hombros,
consolándose a sí misma mientras lo confortaba también. Probablemente no iba a
ayudar decirle que se sentía sofocada también. Y con un poco de náuseas.
—Así que... gracias por reunirte con nosotros. — Mary tomó la mano de
Rhage—. No voy a andar con rodeos. Rhage y yo hemos estado hablando, y nos
gustaría explorar la posibilidad de adoptar, o por lo menos, criar a Bitty. Antes de
que digas que no, me gustaría que tengas en cuenta que tengo un historial clínico…
— ¿Qué?
Marissa puso una mano sobre su corazón y se dejó caer en su asiento. —No
estás renunciando.
Espera, ¿eso era un "sí"? pensó Mary mientras su corazón daba un vuelco.
—Bitty tiene que opinar sobre esto, —dijo ella, tratando de mantener la
calma—. Ella es lo suficientemente mayor como para tener una opinión. Y sé que no
va a ser fácil el proceso de adopción o la crianza. Lo mismo ocurre con Rhage.
Supongo sin embargo, esto más o menos comienza contigo, ¿sabes?
J. R. WARD THE BEAST
—Estoy muy contenta de que estés detrás de nosotros, — dijo Mary más o
menos—Aunque no sé si seamos elegibles…
La elegante mano de Marissa cortó en rodajas a través del aire. —No estoy
preocupada en absoluto sobre ustedes siendo buenos padres. Y por favor no tomes
ninguna pausa de mi parte como insolidaria. Nunca he tenido que hacer nada como
esto.
Mary puso las manos en alto, todo whoooooa. —Espera, espera, tenemos que
tener una evaluación formal de los dos en primer lugar. Y tenemos que hacer aún
más la debida diligencia en la familia de su madre… y de su padre. Y tenemos que
preguntarle si siquiera está interesada en todo esto. Es muy pronto después de la
muerte de su madre. No quiero que piense que estamos desplazando a su familia de
sangre o tratando de reemplazar a alguien que nunca será reemplazado.
Necesitamos avanzar lentamente y ser flexibles y mantener la calma. También hay
un problema potencial.
—Él escucha a Mary. Eso. Hace. Quiero decir. —Hubo una pausa—. Mierda.
Mientras tanto, Rhage tomó una página del libro de Marissa y comenzó a
abanicarse. Luego colocó un brazo en la mesa de café, como si estuviera
preocupado de que estuviese a punto de desmayarse. — ¿Hace calor aquí? Siento
como hace calor, creo que voy a…
Mary se levantó y corrió hacia una de las puertas francesas. A medida que la
abría, decía, —Él tiene un poco de mareos a veces. Y sabes, cuando se siente
aliviado. Respira conmigo, mi amor. Respira conmigo.
Marissa se movió a través del cuarto y se sentó junto a Rhage. Mientras ella
agarraba una almohada caída y comenzaba a moverla hacia arriba y hacia abajo al
lado de ese hermoso y enrojecido rostro, se rió.
Capítulo 51
— Un secreto.
— Nueva.
—Ha habido una muerte de cierto renombre— anunció Assail— Parece que el
hellren de la amante de Throe ha muerto.
—Oh, en serio.
—Parece que no estoy paranoico aún. —Se reunió con Vishous a mitad de
camino a través del césped y chocaron palmas —Ya sabía que no estaba en este
mundo. La cuestión es cómo pasó y tengo la intención de averiguar.
—De acuerdo.
J. R. WARD THE BEAST
—Inteligente.
¡Poof! el Hermano se había ido, dejando nada más que una briza fría detrás.
A raíz de su partida Assail regresó a su casa. — ¿Caballeros? ¡Me voy!
—Lo haré.
Cerrando los ojos, Assail se desmaterializó y viajó disperso a través del río
hacia la propiedad del hellren de Naasha. Cuando volvió a formarse en la entrada
principal se dirigió directamente a la puerta y abrió sin golpear o timbrar.
— Pero tú si lo haces.
—Sí.
¿No era verdad como la mezcla iba junta de esa manera muy a menudo?
—Jodete.
— ¡Assail!
Abriendo los brazos aceptó la fragante, bien cuidada para hacer frente a lo
que fuera, que lo golpeó. Mientras sostenía Naasha cerca de su cuerpo, se encontró
con los ojos de Throe. Le lanzó un guiño y Assail trasladó deliberadamente su mano
hasta el culo de la hembra y apretó.
—He enviado a mis invitados lejos, parecía inadecuado tenerlos bajo este
techo mientras se están realizando estos menesteres—Más de eso de secarse las
mejillas—Estoy muy sola. Voy a necesitarte ahora más que nunca.
Throe habló. —No, voy a estar allí para apoyarle. Esto tiene que ser
privado.
Saxton era más adecuado para la regencia de la alta sociedad que para la
vida moderna en muchos aspectos, el espeso cabello rubio estaba rizado hacia
atrás en su cara, el traje hecho a mano para él por un experto, su abrigo de
cachemira y maletín Louis Vuitton suspendiéndolo entre polos opuestos de moda
Dandy y abogado trabajador.
Ah, Wrath. Sus dedos en el pastel, una buena cosa para todos que Assail
estaba llegando a creer.
—Siempre.
J. R. WARD THE BEAST
La atrajo hacia él, porque ella quería que lo hiciera. La besó suavemente de
modo que no corriera su barra de labios de color rojo mate, también porque ella
quería que lo hiciera.
—Mi querida— dijo mientras pasaba una mano sobre sus rizos peinados en
cascada.
—Dime.
Mientras ella hablaba, memorizó cada palabra que dijo: —Fui a saludarlo
antes de que sirvieran su Primera Comida, estaba recostado en su cama, tan
tranquilo pero estaba frío. Muy frío. Él se había ido. En su sueño, lo que es una
bendición.
Ella lo besó de nuevo, lamiendo su boca, él podía saborear a Throe sobre ella
y sentir el aroma del macho por todo su cuerpo.
—¿Estarás aquí cuando haya terminado? —Dijo con una pizca de mando.
Ella brilló positivamente a eso, era todo lo que podía hacer para no poner los
ojos en blanco. Luego ella estaba bailando fuera de la habitación, lista para ir a
buscar todo lo que iba a heredar.
Antes de que dejara del estudio, tenía que saber si alguien estaba
observando.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 52
Rhage se acercaba a un semáforo, pisó los frenos del GTO y miró por el
retrovisor. Bitty estaba en la parte de atrás mirando hacia adelante con una
expresión absorta, como si lo que él estuviera a punto de decir fuera la cosa más
fascinante que jamás iba a escuchar.
Por un momento, su corazón latió con fuerza. No podía creer que incluso
hubiera una posibilidad de que pudiera tener la oportunidad de... Concéntrate se
dijo. Había un largo camino frente a él antes de ponerse sentimental.
Rhage se dejó caer en el asiento del conductor. —Oh, Dios mío, escucha,
vamos a tener que trabajar en tu educación. ¿Has visto Tiburón?
— ¿No?
154
Primera película de la saga de Indiana Jones.
J. R. WARD THE BEAST
Mientras Bitty empezaba a reír Rhage extendió una mano hacia Mary. —
Sostenme, tengo que preguntar la grande.
Rhage miró por el retrovisor de nuevo. — ¿Por lo menos sabes quién es John
McClane?155
— ¿No?
— ¿Hans Gruber?156
— ¿Mmm no?
—¡Maaaaaaaaaaaaary, sostenme!
Mary se dio la vuelta. —Fritz es la fuerza más amable del planeta. Maneja el
personal y se encarga de todo y de todos en la casa.
—…Hay una sala de cine con nuestro propio mostrador de los dulces.
155
Protagonista de la pelí ula Du o de Mata i te p etado po B u e Willis.
156
Líde de la a da de i i ales de la pelí ula Du o de Mata i te p etado po Alan Rickman.
J. R. WARD THE BEAST
Cuando Mary le lanzó una mirada se encogió de hombros. —No hay que
subestimar la importancia de Milk Duds157 en la oscuridad. Bitty, dime ¿has comido
Milk Duds?
Cuando la niña sacudió la cabeza con una sonrisa, él levantó las manos —
Hombre, tengo cosas que enseñarte señorita.
Se pusieron en línea juntos, Bitty entre ellos. TGI Friday’s estaba más
adelante en la esquina. Mientras un grupo de seres humanos ruidosos salía por las
puertas, Rhage frunció el ceño.
—No.
157
Dulces de caramelo cubiertos de chocolate de la marca Hershey.
J. R. WARD THE BEAST
Mary sólo pudo sacudir la cabeza. Ella había pensado que se había
enamorado de Rhage antes. Pensó que lo amaba con todo su corazón. Pensó que era
su alma gemela, su centro, su no-vas-a-conseguir-nadie-mejor-que-él.
Cuando los tres comenzaron a caminar de nuevo, Rhage mantuvo una mano en
el hombro de Bitty como si para los dos fuera lo más normal del mundo, a pesar de
que Rhage tuvo que inclinarse hacia un lado y ambos chocaron un par de pasos antes
de ponerse a la par.
—¡Por aquí!
Antes de que nadie pudiera decir una palabra una rubia con el pelo corto y
un montón de maquillaje de ojos, vino con agua en una bandeja. Su expresión era
una mezcla de aburrimiento y cansada, hasta que vio a quien estaba sirviendo.
Cuando estuvieron solos, Rhage abrió su menú. —Está bien, ¿qué tenemos
aq…?
Rhage cogió su vaso de agua para tomar un poco —No sé lo que estás
hablando.
Agua. En. Todos. Lados. Mientras Rhage tosía y se golpeaba el pecho, Mary
tuvo que reírse. Desenrolló el paquete con el tenedor, cuchillo y la cuchara y
limpió un poco.
Rhage arrastró un soplido. —No sé... lo que ninguna que ustedes están
hablando.
Mary se inclinó hacia Bitty—Lo bueno es que hay sólo tres de nosotros.
Vamos a necesitar todo el espacio de la mesa para sus platos.
Cuando la mesera volvió, ella sólo tenía ojos para Rhage y era divertido.
Mary recordaba haber estado insegura acerca de ese tipo de cosas en el comienzo
de su relación... especialmente a la luz de ese episodio. ¿Ahora, sin embargo?
Realmente no le molestaba. Rhage no había mentido. Estas mujeres podrían
literalmente tirar su Hey-cómo-estás delante de él, y él no tendría más interés
sexual en ellas de lo que tendría por un sofá.
— ¿Mi Mary?
Mary sonrió. —Voy a tener una ensalada Cobb de pollo a la parrilla por favor,
sin aguacate ni queso azul como acompañante, simplemente ranchera o algo por el
estilo sería genial
—Bueno, yo creo que voy a empezar con las alitas de pollo y patatas con
piel. A continuación, me gustarían los pinchos de pollo hibachi, el strip Nueva York,
con costillas a la barbacoa y el Memphis-rubbed, el strip medio hecho y voy a
terminar con la triple-stack Reuben, Oh, y yo creo que quiero la hamburguesa con
los todos americanos158. Medio hecha también. Ah y ranchera con las alas, por
favor. En un lado.
—No— Reunió los menús y se los entregó. — ¿Y dos coca-colas por favor?
¿Chicas?
A medida que la camarera se marchaba con los ojos abiertos como platos
Bitty comenzó a reír. —No vas a comer todo eso realmente, ¿verdad?
Mientras la conversación iba entre ellos, Mary sólo los observaba, el enorme
imposiblemente hermoso macho con la pequeña, pequeña niña, tan cómodos como
podría ser.
— ¿Mary?
158
Todos los quesos americanos: blanco, Mozzarella, amarillo.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 53
—Una costa que está clara de hecho, —murmuró, mirando a todas partes.
¿Malas noticias? se preguntó con una sonrisa. ¿Tal vez una relación perdida
hace mucho tiempo acababa de entrar con un golpe de suerte en el testamento?
Assail no perdió tiempo cuando cerraron esa puerta. Salió del estudio, volvió
a cerrar las cosas, y corrió hacia las escaleras a máxima velocidad. Cuando llego a
la segunda planta, fue por el pasillo más lejos de lo que había hecho antes, hacia la
suite de una gran habitación, cuya puerta estaba abierta. Al momento en que olio
astringente en el aire, supo que estaba en la habitación de su hellren y mira por
dónde, pero la cama había sido despojada, las almohadas apiladas en el centro del
colchón, la totalidad de ella luciendo muy gastado.
Una bocanada rápida le dijo que no era sangre, ni orina. ¿Pero que era la
sustancia?
Sus orejas no le dieron ninguna razón para estar preocupado, por lo que
abrió el camino y entró en la oscuridad. Usando la linterna de su teléfono para
caminar, se pegó a los lados de los escalones de corte basto, el aire húmedo y frío
punzando su pecho.
Sin comprobar para ver qué era exactamente dónde se estaba metiendo,
entró y se encerró adentro. En la oscuridad absoluta, hubo un sonido arrastrado de
pies en la esquina. Y un sonajero de...
¿Cadenas?
Assail señaló con el teléfono en esa dirección, pero el pequeño rayo alcanzó
no más que un par de pies. Alejando el teléfono, palmeó una de sus pistolas y dio
unas palmaditas alrededor de las vigas de madera al lado de la puerta.
El olor... el olor era de una vieja comida que había sido dejada en una
bandeja justo al alcance. Instalaciones, tales como estaban junto a él, un simple
agujero que se abría hacia la tierra. También había una manguera, como una que
podría encontrarse en un jardín, colgando de un gancho. Y un cubo.
J. R. WARD THE BEAST
—No te hare daño, —dijo Assail ásperamente—. Por favor, sabes… yo… ¿Por
qué estás prisionero aquí?
Aunque ya lo sabía.
—Mi querido macho, no debes temerme. —Hizo su voz más fuerte—. Estoy
aquí para rescatarte. —La cabeza del esclavo se levantó un poco. Y luego un poco
más.
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Quién...? —La palabra era tan aguda que apenas era una silaba.
—Soy Assail. —Se tocó el pecho—. Soy... nadie de importancia. Pero te voy a
salvar.
— ¿Por qué…?
Assail se inclinó para tocar el brazo del macho, pero el rechazo automático
del esclavo fue tan violento, que retiró su mano inmediatamente.
A cualquiera.
Las cadenas estaban ancladas a la pared por medio de un anillo que era
grueso como el pulgar de un macho y tan ancho como un cuello, lo cual estaba
atornillado a la piedra.
Cualquier bala iba a rebotar alrededor. Pero, ¿qué otra opción tenía?
Las cadenas sonaron mientras se movían por el suelo, del mismo modo, los
dientes del macho chasqueaban mientras gemía, habiendo algo de evidente dolor.
Cuando estuvieron tan lejos como fuese posible, Assail bajo el esclavo y se
puso delante, protegiendo el macho con su cuerpo. Luego apuntó y…
Agarrándose a la cosa, movió la herida que había hecho sobre el metal con el
perno y puso todo su peso y resistencia en la tracción. Gruñendo, haciendo
esfuerzo, estaba curiosamente desesperado mientras trataba de romper el agarre.
J. R. WARD THE BEAST
Quitándose la chaqueta del traje, deseo haber pensado tomar un abrigo más
adecuado, pero como solo se había estado desmaterializando, había asumido que no
habría necesidad de un abrigo más apropiado para el frío.
El esclavo fue el que abrió el camino de salida para los dos. Lo que le
permitió mantener su arma hacia arriba.
Sin sonidos. Con el visto bueno, el macho abrió totalmente y Assail traspasó
a paso rápido, su corazón tronando, con las piernas curiosamente insensibles incluso
mientras funcionaban adecuadamente.
destino, cualquier maldita cosa, que la gran área abierta no sólo estuviese vacía,
pero que se mantuviese de esa manera hasta que dirigiera una carrera loca hacia la
puerta principal.
La esclavitud de sangre había sido declarada ilegal por el rey, por lo que
podría muy bien ser una forma legal de apoderarse de esta viva y respirante
propiedad que nunca debió ser heredada. Pero Assail no iba a dejar al macho atrás
solo para poder presentarse con un montón de Hermanos, bajar al sótano, y
descubrir que Naasha había hecho desaparecer al esclavo a una fosa solo porque
alguien le hubiese avisado.
Simplemente deja que haya una manera de salir de ésta casa, pensó. Por
favor…
—Aquí vamos.
Capítulo 54
—Bueno, ciertamente era una noche oscura. —pensó ella en lo que parecía
hace siglos y dos segundos atrás—. Había estado haciendo un poco de trabajo en la
línea de ayuda. Ya sabes, para personas que necesitan de un pequeño consejo —De
acuerdo, esa era una línea directa de Prevención contra Suicidios, pero cambiar eso
parecía apropiado—Y había una persona que seguía llamando. Me encontré con él
con el tiempo, y mi vecina de al lado reconoció lo que era en realidad, un pretrans
atrapado en el mundo humano. Resumiendo, terminaron llevándome con ellos al
centro de entrenamiento de la Hermandad…
—Cuando llegué al final del pasillo. Y fue amor a primera vista para ambos.
J. R. WARD THE BEAST
Mary esquivo sus ojos con una sonrisa tan amplia que la mesa le golpeó la
cara. —Bueno, al principio me sentí abrumada. Había mucho de él como para dar una
vuelta, como tú sabes. Y no sabía dónde estaba ni quién era él, y yo no podía
entender por qué me estaba prestando tanta atención.
Mary trató de ocultar que estaba ruborizada tras tomar un sorbo de agua.
—Así que salimos, nuestra primera cita fue en realidad aquí, es este restaurante.
—Eso huele bien. —La niña se acercó más—. Sí, por favor.
Como los dos comenzaron a bailar sobre los platos, Mary pensó en aquellos
primeros días: Rhage pidiendo que dijera cualquier cosa en el pasillo del centro de
formación. Él reuniéndose aquí con ella, mirándola a través de la mesa como si
fuera la cosa más cautivante que hubiera visto. Él presentándose en su casa a las
cuatro de la mañana…
Mary cruzo sus brazos y los dejó sobre la mesa. Apoyándose le dijo a Bitty.
—Cuando él vino a mi casa la primera vez, no lo esperaba. Me desperté a las cuatro
de la mañana, y estaba abriendo una lata de café, me corté el pulgar bastante
profundo. Por supuesto, no lo supe hasta más tarde. Bueno, no sabía que era un
vampiro en ese momento en particular.
Bitty sacudió su cabeza. —Siempre olvido que eres humana. Que hizo… ¿te
sorprendió?
Mary rió en una explosión. —Lo podrías decir. Fue un tiempo antes de que
me enterara. Él terminó pasando el día conmigo. No podía salir por la luz del sol,
pero no podía decirme por qué y luego estaba…—Lo recordaba desapareciendo en
su cuarto de baño. Y reapareciendo ocho horas después, sin darse cuenta que había
estado ausente tanto tiempo—. Bueno, hemos tenido un montón de cosas por las
que pasar. Lo rechacé mucho.
Mary miró a Rhage. —Oh es una historia muy larga. Lo que importa es que
todo salió bien al final.
Oh, ella sabía exactamente qué decir, pensó Mary con una sonrisa.
—Te voy a dar la mejor parte de esto —dijo mientras tomaba un tenedor y
un cuchillo y comenzaba a hacer una evaluación quirúrgica de la enorme pieza de
carne—. La mejor, mejor, mejor.
No esperó una respuesta. Arrancó, y habría saltado por los escalones poco
profundos si hubiese estado capacitado. Querido Dios, esas cadenas, esas terribles
cadenas, repicaban y amenazaban con cortar el suministro de aire al cruzar la
distancia hasta el BMW 750i.
No había tiempo que perder. Libre del peso, salió disparado hacia el lado del
conductor, salto y arrancó el motor. La tentación estaba en apretar a fondo el
acelerador, pero no quería correr el riego de salir y llamar la atención para ser
atrapado. Salió con presteza, pero sin la velocidad excesiva, y pronto comenzó a
alejarse, la mansión desvaneciéndose en el espejo retrovisor a medida que
avanzaba por un largo y descendiente camino.
159
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J. R. WARD THE BEAST
Tomo su teléfono de nuevo y golpeó Siri una vez más. Cuando Vishous
respondió, Assail no pudo reconocer su propia voz. — ¿A dónde voy? Dime…
— ¿Dónde estás?
—No lo sé.
Assail hizo lo que se le dijo sin discusión, tirando del volante a la izquierda,
derrapando sobre el pavimento, cortando el coche al carril contrario.
—Dos millas160 más arriba, hay un centro comercial de primera clase. Hay
una oficina de bienes raíces, una peluquería, restaurantes, joyería. Ve a la parte
trasera. Voy a estar en el extremo final.
160
3 km
J. R. WARD THE BEAST
—Todo bien. Todo bien. —Assail volvió a mirar al macho otra vez—. Quédate
conmigo…
En los faros, en el otro extremo, una sola figura oscura estaba de pie con
los pies plantados.
—Tienes que…
Tuvo que secarse los ojos de nuevo, de hecho, estaba goteando todo el
lugar.
—Está bien. —El coche comenzó a moverse, los faroles quemando el interior
oscuro y Assail tratando de contenerse a sí mismo. —Vamos a estar… bien.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 55
Había dejado la luz del baño encendida con la puerta casi cerrada, como
tenía costumbre cada vez que trataba de dormir, y su mirada flotó hacia la
iluminación. Entonces miró hacia el reloj. Las once y treinta y cuatro pm.
Con un gemido, se incorporó más, pasó las piernas por un lateral, y notó que
sus tobillos estaban tan hinchados, era como si sus pantorrillas corrieran
directamente hacia abajo hacia sus pies.
¿Pero ahora qué hacía? ¿Cómo explicaría el por qué había mirado?
Poniéndose en pie, se colocó el camisón hacia abajo y empujó el pelo tras los
hombros. Con una maldición, dio un paso hacia adelante…
Estaba girando sobre sí para cerrar la puerta del baño, cuando volvió a
mirar…
—Espera, voy a llamar a doc. Jane —Ehlena pulsó el botón de llamada. —Solo
voy a conectarte a las máquinas, ¿vale?
Todo sucedía demasiado rápido. Los cables fijos en ella, los monitores
comprometidos, la doc. Jane entrando a la carrera. El ecógrafo llegando a la
habitación. Manny llegando. Qhuinn y Blay casi rompiendo la puerta cuando
entraron.
Tras sus ojos cerrados, se orientó lo mejor que pudo usando sus oídos y su
nariz. No estaba solo. Percibía el olor de uno… no, otros dos machos vampiros con
él. Lejos, estaban hablando en tono bajo… bueno, uno de ellos lo hacía. El otro no
decía nada que Xcor pudiera concretar.
Campus.
J. R. WARD THE BEAST
Con lo cual él había sido testigo de las secuelas de una gran batalla, una
pérdida devastadora para la Sociedad Lessening.
¿Por fin? Sí, debía de haber pasado algún tiempo que había estado
inconsciente. De hecho, se sentía como si hubiera estado tumbado en esa posición
durante un periodo prolongado.
—No, no nos quieren a los dos. Ella está de parto. Los pequeños están
llegando y es demasiado pronto.
¡Layla!
Sin pensar, los párpados de Xcor se abrieron. Los dos luchadores se habían
alejado y se estaban marchando, gracias a los Destinos, así que no le vieron.
—También estoy asustado —dijo el del pelo rojo. —Por ella, por Qhuinn. Y él
estará bien. No va a ir a ninguna parte.
J. R. WARD THE BEAST
El sonido de sus pisadas se redujo hasta que hubo un ruido metálico, como si
una puerta o tal vez algunas cadenas estuvieran siendo desplazadas. Y después
todo volvió a repetirse.
Estirando la cabeza, vio que estaba rodeado por vasijas de una u otra forma,
había frascos, tarros que llenaban estanterías desde el suelo al techo. ¿En una
cueva? Y también había equipos de monitorización controlando sus funciones
corporales que eran de naturaleza compleja y electrónica.
Poseyéndole.
Capítulo 56
— ¿Ha tenido una buena comida?, —dijo mientras ella presionaba algo en su
mano—.Ese es nuestro número de atención al cliente. Denos una llamada y háganos
saber cómo estaba su comida.
El guiño que le dio le dijo todo el infierno que necesitaba saber y más sobre
lo que al marcar esos dígitos obtendría, y seguro como la mierda que no iba a ser
una encuesta.
Fuera la noche se había vuelto aún más fría, pero su barriga estaba más que
llena de comida y estaba realmente feliz, fue increíble cómo ese tipo de estado de
ánimo creó su propio calor, independiente de las condiciones meteorológicas.
Infiernos, podría haber estado cayendo agua nieve y todavía habría mirado
hacia el cielo oscuro y se habría ido, ahhhhhhhhh.
Cuando ellos estaban a punto de dejar la acera para dirigirse por el coche,
una minivan se detuvo y una madre y su hija corrieron juntas para entrar en ella.
¡Hombre! Hablando acera del acervo genético. Las dos tenían el pelo castaño
idéntico, las colas de caballo gemelas, la misma longitud de corte de mandíbula que
la mamá. Ellas eran casi de la misma altura y ambas estaban vestidas con
pantalones vaqueros y camisetas. Las caras tenían la misma estructura ósea, desde
las mejillas redondas y frente plana a una nariz recta por la que imaginaba algunos
humanos preguntarían en los consultorios de cirugía plástica. No eran ni feas ni
hermosas. No pobres, pero tampoco ricas. Se reían sin embargo, exactamente de la
misma manera. Y aquello las hacía a ambas espectaculares.
—¡Mamaaaaaaá!
El hombre se dio la vuelta hacia la hija. —No puede ser, no voy a tocar esto
ni con un palo de diez pies161. Tú sabes que ella ha memorizado la película, y sí, la
línea correcta es, Ningún Siciliano puede rehusar ninguna solicitud en el día de la
boda de su hija.
Por un momento Rhage imaginó como sería ese viaje a casa y se encontró a sí
mismo en un gran y gordo apuro por hacer lo mismo. Llevar a Bitty a casa, eso era.
Y también discutir sobre el Padrino si ésa era la manera en que las cosas
iban. O como a qué sabía la plastilina.
161
3.05 mts.
J. R. WARD THE BEAST
Se sintió muy bien caminar con sus hembras de regreso al GTO, y aún mejor
conducirlas a lo largo de las calles obedeciendo las leyes de tránsito.
Permaneciendo en su carril. No tomando el cebo cuando un par de imbéciles en un
Charger162 se detuvo a su lado en un semáforo y bombearon el motor como si la
cosa fuera una extensión de sus penes y testículos.
Cuando sonó su teléfono celular, lo dejó pasar al correo de voz. Muy pronto
estarían en Lugar Seguro y él podría…
—Escucha, lo siento mucho. Hay un… —Se detuvo mientras miraba sobre su
hombro hacia la niña—.Tengo que volver a casa.
—Layla. —No quería entrar en ello. No con lo que Bitty acababa de pasar—.
Ellos necesitan un poco de ayuda. ¿Puedes conducir de vuelta? Tengo que
desmaterializarme en este momento.
162
Automóvil clásico, deportivo y muy potente.
J. R. WARD THE BEAST
—Será mejor que te lleve de vuelta a Lugar Seguro. Pero algún día tal vez
puedas.
Tomó a Rhage un momento para darse cuenta de que la niña estaba hablando
con él. Y mientras se encontraba con sus ojos que estaban muy abiertos y ansiosos,
una extraña sacudida corrió a través de él.
—Cuando quieras. Siempre voy a estar justo al doblar la próxima curva para
ti. —Él estiró un brazo hacia atrás y le rozó la cara con su mano—. Y vamos a tener
que ver El Padrino. Partes uno y dos. No tres.
Mary ya estaba fuera y viniendo hacia la parte delantera del auto. Ellos se
encontraron a la altura de la parrilla en medio de los faros, abrazándose por un
segundo.
—Lo haré. —Él tomó su cara entre sus manos y la besó de nuevo—. Conduce
con precaución.
—Siempre.
J. R. WARD THE BEAST
— ¿Fritz?
El viejo mayordomo se inclinó tan abajo que su papada casi golpea el suelo
pulido.
—Sería un gran alivio poder hacer algo para cualquiera. Uno se siente tan
impotente.
J. R. WARD THE BEAST
Detrás del volante del GTO, Mary sintió como si el tiempo hubiera corrido
hacia atrás, que de alguna manera ella y Bitty habían quedado atascadas en una
distorsión temporal dónde ellas estaban hacía dos noches atrás, en dirección a la
clínica a través del río.
— ¿Bitty?
—Háblame. Sé que hay algo que está pasando, y sí, podría irme por las ramas
o fingir que no lo he notado, pero creo que estamos más allá de eso. Espero que
estemos más allá de eso.
Y eso fue todo, Bitty comenzó a llorar, grandes sollozos que atormentaron
su pequeño cuerpo. Mary se detuvo, tenía que hacerlo.
Gracias a Dios que estaban en una buena parte de la ciudad, y en una sección
en la que había un montón de panaderías, pastelerías y tiendas de mascotas de
propietarios locales. Lo que significaba que un montón de lugares de aparcamiento
en paralelo en el lado derecho de la calle estaban vacíos.
su pecho. Extendiendo una mano, ella trató de tocar a Bitty, pero la niña se
encogió.
La niña giró dándole la espalda, las lágrimas corrían por su rostro. — ¡Pero yo
no! No la echo de menos en absoluto. ¿Cómo puedo no extrañarla?
A medida que Bitty se cubrió los ojos con las palmas de las manos y sollozó,
Mary la dejó ser, aun cuando esto la estaba matando. Y por supuesto, después de
una agonizante espera, la chica empezó a hablar.
—No tuve eso, lo que esa humana con su mahmen tenían. No he tenido…
apuestas y risas. No pude salir a cenar fuera, o tener una recogida amistosa en el
coche por mi padre. —Cuando ella sorbió por la nariz y se limpió las mejillas con la
parte superior de sus puños, Mary pescó dentro de su bolso y sacó un paquete de
pañuelos de papel.
Bitty tomó el paquete y luego pareció olvidar que lo tenía. — ¡Mi madre
estaba asustada, herida, y corría en busca de amparo, Y entonces ella estaba
embarazada y luego se enfermó ¡y murió! ¡Y no la echo de menos!
—Te tengo, —era lo único que podía decir. Una y otra vez.
J. R. WARD THE BEAST
Parecían haber pasado años hasta que Bitty tomó una temblorosa inspiración
y se echó hacia atrás. Y cuando rebuscó a tientas el paquete de pañuelos, Mary
tomó la cosa de ella y rompió el sello, desenrollando un pañuelo. Y otro. Después de
que Bitty se sonó la nariz y se dejó caer contra el asiento, Mary desabrochó el
cinturón de seguridad de la niña para darle un poco más de espacio.
—No conocía a tu madre del todo bien, —dijo Mary—. Pero estoy muy segura
que si ella hubiera podido tener ese tipo de momentos cariñosos y normales
contigo, los habría tenido en un latido del corazón. La violencia lo impregna todo
cuando está dentro del hogar. Tú no puedes escapar de ella a menos que te
marches, y a veces no puedes marcharte, así que eso lo tiñe todo. ¿No crees que
tal vez sea más bien que no extrañas el sufrimiento que ustedes dos tuvieron que
pasar? ¿Qué no extrañas el miedo y el dolor?
Bitty sorbió la nariz. — ¿Soy una mala hija? ¿Yo soy… mala?
—Por supuesto que sí. Y apostaré a que si piensas en ello, te darás cuenta de
que todavía lo haces.
—Estaba tan asustada todo el tiempo que ella estuvo enferma. —Bitty
jugueteó con los pañuelos—. No sabía lo que iba a pasar con ella y estaba realmente
preocupada sobre mí una gran parte del tiempo. ¿Eso es malo?
amigos eran libres de salir y beber, ir a fiestas y pasar un buen rato, ser jóvenes y
sin ataduras, sin cargas. Entretanto yo tenía que preocuparme de poner en orden la
casa, comprando alimentos, cocinando comidas y luego a medida que la enfermedad
progresaba, su limpieza, bañándola, consiguiendo cobertura cuando las enfermeras
no podían llegar debido al mal tiempo. Y luego murió. —Mary, tomó una respiración
profunda y sacudió la cabeza—. Todo lo que podía pensar después de que se
llevaron su cuerpo era… grandioso, ahora tengo que planear el funeral, lidiar con las
cosas de la cuenta bancaria y su testamento, limpiar su ropa. Eso fue cuando
realmente lo perdí. Solo me quebré y lloré, porque me sentía como la peor hija en la
historia del mundo.
— ¿Pero no lo fuiste?
—No. Era humana. Soy humana y el duelo es una cosa compleja. Dicen que
hay etapas dentro del mismo. ¿Alguna vez has oído hablar de eso? —Cuando Bitty
sacudió negativamente la cabeza, Mary continuó—.La negación, la negociación, la
ira, la depresión, la aceptación. Y todo eso es en gran medida por lo que la gente
tiene que atravesar. Pero hay tantas otras cosas mezcladas en el también.
Cuestiones no resueltas. Agotamiento. A veces hay un alivio que puede venir
acompañado con mucha culpa. ¿Mi mejor consejo? Cómo alguien que no sólo ha
recorrido este camino, sino que también ha ayudado a otras personas a pasar a
través de él, deja que tus pensamientos y sentimientos vengan, y cuando lo hagan,
no los juzgues. Puedo garantizarte que tú no eres la única persona que ha tenido
pensamientos que no les gusta o emociones que los hace sentir mal. Además si tú
hablas de lo que te está pasando, es absolutamente posible que te muevas a través
del dolor, el miedo y la confusión hacia lo que hay al otro lado.
— ¿Y qué es eso?
Bitty dio unas palmaditas en el pañuelo de papel sobre su rodilla. —No amo a
mi padre.
—Y no te culpo.
Bitty respiró hondo y exhaló largo y lento. — ¿Eso está bien? ¿Todo esto
está… bien?
Mary se inclinó y tomó las dos manos de la niña. —Lo está en un cien por
ciento, absoluta y positivamente bien. Lo prometo.
Los ojos de Mary no flaquearon. —Lo juro por la vida de mi marido ¿y lo que
es más importante? Entiendo completamente de dónde provienes. Lo entiendo
Bitty. Lo entiendo totalmente.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 57
Cuando por fin alzó la vista hacia las ventanas porque estaba perdiendo la
razón por la preocupación y se preguntaba por qué el viaje estaba llevándoles tanto
tiempo, frunció el ceño. A su alrededor, una niebla se había envuelto alrededor o
más bien, la visibilidad había disminuido como si hubiera niebla en el aire, a pesar
de que el testigo pálido de la nubosidad estaba ausente del panorama.
—Vas a estar a salvo aquí —se oyó decir Assail cuando llegaron hasta la
primera de la puertas del centro de formación—. Ellos harán lo posible para
cuidarte aquí.
J. R. WARD THE BEAST
Vishous tiró a la derecha hasta una puerta de acero. —He llamado antes.
No tuvo que terminar la frase. Esa puerta se abrió y apareció una camilla
junto con una hembra llamada Doc. Jane y otro Hermano empujándola desde atrás.
Assail reconoció al inmenso luchador con un nombre humano extraño también
conocido como Dhestroyer.
Assail se puso en pie y corrió alrededor para ayudar a sacar al hombre que
estaba temblando de miedo otra vez. — ¡Déjame entrar!, —Ladró—. ¡Él no te
conoce!
—M-M-Markcus.
—Está bien, —dijo Assail—. Ellos van a hacerte sentir mejor. Lo prometo.
Las cosas se movieron más rápido después de eso. Le pusieron una IV, le
realizaron las evaluaciones y luego estaban desplazándose para entrar en la
sofisticada instalación con sus salas médicas, sus disposiciones y toda clase de
gente.
Assail era consciente de que sus labios comenzaron a moverse y que estaba
hablando, pero no tenía idea de lo que estaba diciendo.
Algo debía haber tenido sentido y ser exacto, porque Vishous dijo, —Juro,
que ella merece morir si le hizo esto.
—Estoy en eso.
Assail se frotó la cara cuando el Hermano liberó cada uno de los cuatro
puntos, liberándolo del peso. Las bandas alrededor de las muñecas y los tobillos se
quedaron en su lugar, pero al menos las pesadas cadenas ya no estaban.
Capítulo 58
No está sucediendo, insistía su cerebro. Esto tenía que ser una especie de
sueño.
Su macho estaba sin embargo, apoyándolo con toda ésta mierda. La única cosa que
lo mantenía cuerdo era el fuerte brazo de Blay que estaba alrededor de su cintura.
— ¡No importa nada acerca de mí! Has dicho que el sangrado está parando…
—Ha frenado pero nos estamos quedando sin tiempo y te necesito tan
fuerte como sea posible cuando este ahí debajo.
Hubo una pausa. Qhuinn procesó las palabras que le había dicho
recordándolas una y otra vez en su cabeza. — ¿Qué hay de sus pulmones?
Necesitan otro par de noches…
Qhuinn se restregó la cara con ganas de vomitar. —Está bien, está bien.
Vamos a hacerlo.
—Shh, shh, shh. —Él continuó deslizando la mano sobre su cabeza para
calmar sus protestas—. Escúchame…no, escúchame. Escucha lo que te estoy
diciendo, no hay ningún fallo en esto y tu vida si importa. No puedo perder... No voy
a perderlos a ninguno, ¿vale? Está en las manos de la Virgen Escriba todo esto. Lo
que sea que suceda, es lo que está destinado a ser.
—Lo siento tanto... —Sus ojos se aferraron a él con las lágrimas que se
vertían fuera de sus ojos, mojando la blanca y fina almohada de debajo de su
cabeza—. Qhuinn, perdóname.
Le dio un beso en la frente. —No hay nada que perdonar. Pero tenemos que
hacer esto…
—Son nuestros pequeños. —Él miró sobre Blay—.Lo hemos hecho juntos y no
importa el resultado, estoy en paz, ¿de acuerdo? Lo hiciste lo absolutamente mejor
que pudiste, pero en este momento tenemos que seguir adelante.
— ¿Dónde está Blay? —Otra contracción la golpeó y ella apretó los dientes,
esforzándose por el dolor—. ¿Dónde está…?
J. R. WARD THE BEAST
De hecho, el dolor del impacto ya estaba con ella, emanando desde la parte
baja de la espalda en un zumbido constante y luego con un pico en las contracciones
que sacudía su vientre.
—Es el momento, —dijo Qhuinn, sus ojos desiguales llamearon con una
voluntad tan fuerte que se quedó momentáneamente tranquila.
Era como si estuviera preparado para ir a la guerra a muerte por ella y por
los pequeños.
—Lo que tú... —Layla se aclaró la garganta—. -Todo lo que haya que hacer
para salvar a los pequeños...
J. R. WARD THE BEAST
Se acordó de cuando esto le había pasado a Beth, lo que había tenido que
hacer para salvarse ella y L.W. ¿Y si resultaba que no podía tener más bebés?
Entonces que así fuera. Ella tendría dos.
Oh, querida Virgen Escriba, rezó mientras empezaba a llorar. Tómame. Deja
a los bebés y tómame a mí en su lugar.
Volvió la cabeza y miró a través de sus lágrimas a esas dos cunas neonatales
médicas que habían hecho traer puestas contra la pared. Ella trató de imaginarse a
los pequeños en ellas, pequeños pero vivos.
Pero no pudo.
De repente parecía que había gente por todas partes. Vishous había llegado,
con el rostro cubierto por su perilla con una máscara quirúrgica, su ropa de calle
oculto debajo de un traje de color amarillo estéril grande. Ehlena estaba allí.
Layla no tenía idea de quién dijo eso o incluso si había sido un hombre o una
mujer quien había hablado.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 59
Assail se sentó en una silla bastante cómoda en una habitación que estaba a
una relativamente agradable temperatura, y sin embargo sentía como si su piel
estuviese quemando sus huesos.
Él estaba dormido.
De hecho cada vez que Assail cerraba los ojos, veía esa celda, olía ese olor,
revivía la explosión en esa prisión subterránea.
¿Cuánto tiempo había sufrido allí? Nada más que siendo una comida a la que
acceder.
El horror de todo esto hacía que fuese difícil respirar, y Assail tuvo que
sentarse hacia delante en la silla.
Zsadist era un Hermano del que había oído muchas historias. Después de
todo, tal era la historia y el comportamiento de la reputación del guerrero, incluso
en el Nuevo Mundo, que había viajado por los oídos a través de todo el Viejo
Mundo.
Y sí, las cicatrices en la cara del macho eran algo que temer, la irregular,
vieja herida distorsionando su labio superior mientras sus ojos entornados
brillaban con malicia. De pie justo dentro de la habitación, con la cabeza casi
rapada y su enorme cuerpo, parecía ser exactamente lo que los chismes sugerían
que era, un sociópata que debía evitarse a toda costa.
Assail había aprendido sin embargo, que las cosas habían cambiado para él
en los últimos tiempos. Se había vinculado. Tenía una hija. Retractándose de la
rabia asesina que lo había definido desde que él también había sido retenido
contra su voluntad.
Assail podía imaginar que los recuerdos tal vez habían llegado para él.
Esas bandas de esclavo alrededor del cuello y las muñecas del Hermano
parecían negras como el mal que había puesto la tinta en su piel.
Estaba en la punta de la lengua decirle que no había nada que hacer. Pero
entonces una furia que se encrespaba trepó en su pecho.
J. R. WARD THE BEAST
Assail no era un salvador. Nunca lo había sido. Sus intereses siempre habían
sido los suyos y de nadie más. Tampoco era alguien que formase apegos, rápida o de
forma permanente.
163
30480 mts.
J. R. WARD THE BEAST
Con lo cual las arcas de Throe darían fruto y podría utilizar los fondos para
integrase a sí mismo en la glymera y configurar correctamente una estrategia para
quitar de en medio a Wrath de ese trono elegido ridículamente que se había creado
para sí mismo.
Assail, esa puta zorra sin embargo, había cambiado el orden, forzando la
mano de Throe de tal manera que las falsificaciones iban a ser necesarias.
Cualquiera de las dos eran una acción precoz, o corría el riesgo de que el
empalagoso cariño de Naasha pudiese ser transferido a su nuevo pretendiente,
desbaratando terriblemente los planes en toda la plaza del mercado, por así
decirlo.
Ese viejo hellren había dejado todo a un pariente lejano, un hombre cuyo
nombre Throe no reconoció.
—Naasha, mi amor, —dijo Throe con urgencia—. Necesito que seas sensata.
J. R. WARD THE BEAST
Esto pintaba tan mal. Ese abogado esperando fuera en el vestíbulo, sin duda
llegando a todo tipo de conclusiones que eran a la vez precisas y poco útiles. Ella
derrumbándose en la indignación. Él frustrándose cada vez más.
—Ahora, voy a traerlo de nuevo, ¿sí? —Cuando ella asintió con la cabeza, dio
un paso atrás—. Sé consciente de todo lo que tienes que perder. Eso puede ser
extraordinariamente clarificador.
—Tienes razón. —Ella tomó una respiración profunda—. Eres muy fuerte.
Pero ¿por qué había un dominante aroma a aire fresco a su alrededor? Aire
fresco y... algo más.
—Tal vez ella me deba permitir que termine esto ahora. —Saxton se
detuvo—. A pesar de que si lo prefiere, puedo llevarme los papeles y ustedes dos
pueden ir por ellos. Mi verbalización de las disposiciones, o no, no cambiará nada.
Saxton inclinó la cabeza. —Como desee. Estoy aquí para servir, o no, a su
mandato.
Saxton había llegado en un coche. Había visto al macho llegar desde arriba
en su dormitorio.
Capítulo 60
Pero tan pronto como el pensamiento lo golpeó, negó con la cabeza. ¿Quién
coño se habría imaginado que iban a tener dos bebés?
Blay tuvo que detenerlo, pero de nuevo su estocada hacia adelante era
ridícula. Como si él pudiera hacer algo para ayudar en todo esto. Ah, y como si
quisiera que la enfermera estuviera pensando en otra cosa que no fuera salvar a
ese niño.
Pero Ehlena le miró. —Si lo está. Él está vivo… sólo tenemos que mantenerlo
de esa manera.
Qhuinn no estaba conforme con nada de eso. ¿Cómo podría hacerlo cuando la
asistente le estaba intubándolo y dándole medicamentos haciéndole que se viera
como una especie de pequeño extraterrestre? Un pequeño, frágil y arrugado
extraterrestre, que nada tenía que ver con los bebés gordos de los humanos que
había visto de vez en cuando nacer por T.V.
La imagen de una mujer joven con el pelo rubio y los ojos, que tenían la
forma de los suyos y que habían cambiado de color desde la sombra precisa de los
de Layla hasta el verde azul de los suyos.
J. R. WARD THE BEAST
Con un grito animal de dolor, gritó al quirófano, gritando con una agonía que
no había sentido antes.
Había adivinado mal. Había sido un error. Había interpretado mal lo que
había visto.
Capítulo 61
Una vez en la oficina, se detuvo en seco. Tohr estaba sentado detrás del
escritorio, mirando a una pantalla de ordenador que tenían todo tipo de burbujas
de colores del arco iris que oscurecían la página principal DailyMail.co.uk.164
— ¿Cómo están?
—No lo sé. Han estado ahí lo que se siente como una eternidad.
—Lo sé. —Sus ojos se volvieron hacia el monitor. —Yo, ah... no se manejar
esto muy bien.
—Tohr, no creo que estés solo y si yo fuera ella estaría muy molesta si no
me dejaras apoyarte.
164
Página del periódico Daily Mail online.
J. R. WARD THE BEAST
El Hermano levantó la vista hacia ella, con sus ojos azules clavados en los de
ella. —Mary, ¿estoy cada vez mejor?
Cuando Tohr arrastró la silla, Mary corrió hacia la salida tirando para
abrirla.
No fue una sorpresa ver a toda la Hermandad reunidos una vez más en el
vasto corredor. Tampoco fue una sorpresa que todos y cada uno de los varones y
sus compañeras estuvieran mirando la puerta cerrada de la SO 165 principal. Era de
esperar que todas los Elegidas y la directrix Amalya, estuvieran en medio de ellos
entrando en pánico.
165
Sala de operaciones.
J. R. WARD THE BEAST
Cuando no hubo nada más por un momento, la gente comenzó a hablar, una
charla suave rompió el silencio.
Perder a un hijo, no importa qué tan prematuro fuera y sin importar las
circunstancias, era una agonía como ninguna otra.
las bolsas, que soplaba abiertas... y luego succionaban el líquido, que se enviaba a un
sistema de filtrado que lo limpiaba, re oxigenándolo y enviándolo de nuevo.
Sin pensar, gritó por encima del hombro, — ¡Payne! ¡Consigan a Payne joder…
ahora mismo!
Qhuinn y Blay estaban con ella, cada uno de los machos agarrando uno de sus
codos. Y mierda, V quería decir algo a los dos, ofrecerle algún tipo de... cualquier
cosa... pero no había nada que pudiera ayudar con simples palabras.
A medida que las sílabas de dolor llegaban en ondas, fue un shock para él
darse cuenta de que les había hablado, que era su voz la que estaba agrietada, que
J. R. WARD THE BEAST
él, el único macho del mundo que nunca pedía nada, fuera quien estuviera
suplicando…
Calor.
Sentía calor.
Qhuinn extendió un brazo y mierda, el macho temblaba tanto que era como
si estuviera de pie en un vibrador. Payne tomó la mano que le ofreció pero lo colocó
bajo su palma que brillaba intensamente para que la energía tuviera que pasar a
través de su carne para llegar a la del bebé.
—Necesito otro par de manos por aquí, —ladró Vishous. — ¡Tenemos que
mantener al papá de pie en el suelo!
Más tiempo, pensó Vishous. Mantenerlo durante más tiempo. Purgar el tuvo
seco si tiene que...
Pero Vishous no podía preocuparse de ellos. Él sólo mantenía sus ojos en los
bebés, en busca de signos de que su fuerza vital no aguantaría... que el gris volvería
y se agarraría con fuerza renovada a la muerte en señal en la pequeña cosa... que el
milagro sería más que corto, un respiro cruel...
Por qué no haces esto, Madre, pensó. Por qué no haces esto a estas buenas
personas.
Capítulo 62
— ¡Está viva! —Gritó él—. ¡Ambos están vivos! ¡Están vivos! Y Layla está
estable.
Después Rhage pensaría que fue una mala sincronización que todos
empezaran a celebrar justo después de esa pequeña actualización, pero a ¿quién
jodidos le importaba?
J. R. WARD THE BEAST
—Bueno, estamos bien justo ahora. Todos están bien, sólo necesitamos
mover a algunos pacientes por aquí.
Esos ojos verde bosque sostuvieron los suyos. —Tanto como podemos
estarlo ahora. Van a ser un par de noches largas, pero ese sistema de ventilación
de agua de Havers salvó ambas vidas. Le debemos eso.
Al mismo tiempo que Mary giró sobre sus pies, él la sostuvo en sus brazos.
Era tan malditamente bueno tenerla saltando sobre él, y levantarla del suelo.
— ¿Estás lista para darle una oportunidad? —Le dijo al oído—. ¿Estás lista
para ser una madre conmigo?
—Ven conmigo.
—Las damas primero —Dijo mientras sostenía abierta una de las puertas de
acero.
—Puedo encender algunas luces. —Murmuró, esperando por algo qué hacer.
—Estoy de acuerdo.
Y estaban solos.
Y entonces Mary hizo una pirueta y alguna clase de pavoneo que hizo a sus
ojos mirar su trasero y quedarse ahí.
—Eso es lo que ella quiere saber. —Mary sonrió de una manera que pareció
melancólica—. Eso es lo que Tohr quiere saber también. Eso es lo que quieren todos
y sí, está bien. Sólo ha pasado por mucho.
Mary asintió. — En el camino hacia aquí mientras conducía, hablé con una de
las trabajadoras sociales, la que Marissa asignó a nuestro caso, o petición de
adopción, como sea que lo estemos llamando. De alguna manera como que estamos
inventando el procedimiento a medida que avanzamos, pero ella va a hablar por
separado contigo y conmigo y luego con nosotros juntos. Acerca de dónde estamos
en nuestras vías. Cómo llegamos a la decisión de que queríamos adoptar. Cuáles eran
nuestros planes de ambas maneras, con y sin Bitty.
Dios, ¿qué en el mundo los había hecho pensar que esto iba a funcionar? Se
preguntó.
—No podemos pensar así. —Ella alzó su mano y la besó—. Sólo no podemos.
J. R. WARD THE BEAST
—Bien, asumamos que pasamos. Como sea que se vea. ¿Entonces qué?
—Bueno, vamos a ver qué es lo que ella quiere que hagamos, ¿ok? —Mary
echó su cabello atrás—. Y escucha, ahora que estamos hablando. Bitty ha pasado
por mucho y tanto recientemente. De verdad pienso que es mejor para todos si
empezamos como una relación de niño en hogar de acogida.
Rhage rió y jaló a su hembra por un beso. — ¿Has pensado acerca de dónde
puede quedarse en la casa? Quiero decir… si realmente pasa.
—Bueno, pienso que tal vez ¿podemos preguntarle a Trez si quiere cambiar
de cuartos con nosotros? Podemos estar arriba en el tercer piso en esas
J. R. WARD THE BEAST
habitaciones que él e iAm usan. Quiero decir, ambas suites tienes sus propios
espacios y baños, pero estaríamos cerca si Bitty nos necesitara.
—Mmm-hmm.
El mundo era algo así, vasto y vacío excepto por los que amabas, nada pero
una versión más cálida del espacio lleno con basura aleatoria que ponías ahí. El suelo
era tu familia, tus amigos, tu tribu de mentes parecidas. ¿Sin eso?
— ¿Rhage?
Pensó en lo que ella dijo acerca de esas reuniones con la trabajadora social,
él con su bestia, ella con su… situación inusual. Y entonces recordó estar tirado en
el campo de aquel campus abandonado, en el suelo, ella sobre él, su Mary peleando
por mantenerlo vivo incluso cuando el que tuvieran una salida como esa era un
milagro de hecho.
que prometas… —El centro de su pecho empezó a arder—. Si muero, tienes que
quedarte aquí con ella. No puedes dejarla atrás, ¿okay? Si me voy, tú te quedas. No
quiero que esa pequeña niña pierda otro par de padres. No va a pasar.
—Esperaré por ti. —Dijo él con la voz ronca—. Si muero, esperaré por ti en
el Fade justo como cualquier otro lo hace. Infiernos, cuidare de las dos desde las
nubes. Seré el ángel de ambas. Pero tú… tú tienes que quedarte aquí con ella.
Bitty, después de todo, iba a vivir más de lo que él podía. Esa era la manera
por la que rezabas y esperabas que funcionara. Niños sucediendo a sus padres,
tomando sus lugares, caminando en caminos futuros llevando las tradiciones y
lecciones que les habían sido pasadas para que las pasaran de nuevo.
Y esa era la verdad tanto como si hubieras dado a luz a tu pequeño o abierto
tus brazos a él.
Era como si estuviera una vez más tumbado ahí, jadeando por un respiro que
no alcanzaba del todo, sangrando dentro de su pecho, deslizándose lejos cuando su
cuerpo se quedaba ante ella.
—Sí. — dijo Mary fieramente—. Me quedaré. Por ella, por el tiempo que
viva, me quedaré con ella.
J. R. WARD THE BEAST
—Ella no puede saber. — soltó Mary mientras empujaba hacia tras un poco y
alzaba la vista—. Bitty no puede saber acerca de mí… al menos no hasta que tome
su decisión. No quiero que el miedo de estar sola coloree la decisión que va a tener
que hacer. Si ella quiere venir con nosotros, tiene que ser porque decida
libremente. Toda la muerte en su vida puede ser parte de eso, pero no puede ser
todo.
—De acuerdo.
—Lo que sea. Nada. No importa. Sólo baila conmigo aquí en la oscuridad.
Por alguna razón, lágrimas picaron sus ojos al mismo tiempo que empezaron a
moverse, balanceándose primero, el ritmo en sus pies sobre el suave suelo y el
susurró de sus ropas eran el único acompañamiento audible. Pronto, encontraron un
ritmo y entonces él estaba dirigiéndola en un vals, uno pasado de moda, propio vals
en el que él era mejor que ella.
Barriendo alrededor del espacio vacío, ella descubrió que una sinfonía había
comenzado a tocar en su mente, las cuerdas y las flautas, los timbales y las
trompetas dándole majestuosidad y poder a su danza.
Giraron y giraron hasta que ella estaba sonriéndole incluso mientras sus
lágrimas caían.
J. R. WARD THE BEAST
Ella sabía lo que él estaba haciendo. Sabía exactamente por qué le había
pedido hacer eso.
Capítulo 63
Vishous se quedó fuera del gimnasio, mirando a través de una de las puertas
de acero que tenían las ventanas de vidrio con malla de alambre corriendo a través
de ellas.
Él no bailaba.
Además, uno no podía bailar el vals con Rick Ross166 o Kendrick Lamar167.
Sacando uno de sus liados a mano del bolsillo trasero de sus pantalones de
cuero, lo encendió y exhaló mientras se apoyó con un hombro en la jamba y siguió
observando.
Uno tenía que respetar a esos dos, pensó. Yendo detrás de esa niña,
tratando de hacer que lo de la familia sucediera. Por otra parte, Rhage y Mary
estaban siempre en la misma página, nada agitaba su relación, todo siempre
perfecto.
166
Rapero afroamericano.
167
Rapero y cantautor estadounidense.
J. R. WARD THE BEAST
Ningún baile en la oscuridad para ellos, a menos que fuera del tipo
horizontal ¿y cuándo fue la última vez que eso había sucedido? Jane había estado
lisa y llanamente en la clínica, y lidiando con todo tipo de mierda.
Okay, eso era raro. A pesar de que no era de los que envidiaba eso, junto
con las tantas emociones, era sólo una jodida pérdida de tiempo y se encontró a sí
mismo deseando que fuera un poco más cercano a lo normal. No es que se
disculpara por su perversión o el hecho de que era predominantemente un tipo de
cabeza, no un tipo de corazón. Aun así, cuando permanecía así en el exterior
mirando hacia adentro a aquello que tenía su hermano, se sentía roto de alguna
manera no identificada.
Pero él sí deseaba…
En cómo Payne había sabido que hacer. Mierda, ¿si ella no lo hubiera
hecho...?
No sé cómo supe lo que tenía que hacer, le había dicho. O algo por el estilo.
Mierda
J. R. WARD THE BEAST
Mirando por encima del hombro, frunció el ceño. La fuente que siempre
había corrido con agua cristalina estaba allí todavía. Y cuando se acercó a su
cuenca, descubrió que la cosa estaba completamente seca, su piscina vacía como si
seguramente nunca hubiera estado llena.
Luego echó un vistazo al árbol que habían ocupado los pájaros cantores.
—Jodido...hijo de puta.
Cerrando los ojos, dejó que sus sentidos barrieran la sala, sondeando en
busca de pistas. Su madre acababa de estar aquí. Lo sabía en su sangre, algunos
remanentes de su fuente de energía quedaron en el espacio como un aroma que se
podía percibir incluso después de que se fuera. Pero, ¿dónde se había ido?
Ella que lo sabía todo, vio todo, había escogido deliberadamente un momento
de crisis en la Tierra, cuando todo el mundo que podrían haber tenido razones para
estar aquí arriba estaba ocupado en otra cosa.
Un sonido onduló a sus oídos, emanando desde algún lugar fuera del patio.
Siguiéndolo se dirigió a la puerta que estaba abierta en el interior del santuario y
miró a través de la verdeante tierra.
Aves.
En cuanto Layla oyó la voz masculina por encima de ella, se dio cuenta de que
sí, que tenía los ojos abiertos, y sí, ella estaba viva…
Sí, sus ojos estaban enrojecidos, y estaba pálido y un poco inestable, pero el
macho estaba sonriendo tan ampliamente que su mandíbula tenía que doler.
—Todo el mundo está bien, — dijo él—. Nuestra hija nos dio un infierno de
susto, pero ambos están bien. Respirando. Moviéndose. Vivos.
Sobre el gran hombro de Qhuinn vio al otro macho y deseó poder alcanzarlo,
y como si él fuera consciente de ello, se acercó también. Los tres terminaron con
un abrazo que los dejó tambaleantes y sin embargo, más fuertes también.
Los machos se hicieron hacia atrás y la forma en que Qhuinn miró a Blay la
puso nerviosa. — ¿Qué? —ella exigió—. ¿Qué está mal?
Blay tomó su mano. —Escucha, queremos que estés preparada, ¿de acuerdo?
Ellos son muy pequeños… son realmente muy pequeños. Pero son fuertes. Ambos,
Doc. Jane y Manny los verificaron, Ehlena también. Y tuvimos una videoconferencia
con Havers y él volvió a examinar todo con respecto a ellos. Van a estar aquí por un
tiempo con respiradores humificadores, hasta que sus pulmones maduren y puedan
respirar y comer por sí mismos, pero lo están haciendo muy bien.
Layla se encontró asintiendo mientras tragaba una carga de temor hacia sus
entrañas. Mirando a Qhuinn lloró otra vez. —Traté de mantenerlos dentro… Traté…
Ella puso sus manos en su estómago mucho más plano. — ¿Se llevaron mi
matriz?
J. R. WARD THE BEAST
Layla miró abajo hacia su cuerpo, sintiendo una oleada de alivio. Y también
tristeza por la reina. —Tuve suerte.
Antes de que se diera cuenta, estaba fuera del colchón, a pesar de que le
dolía, y a pesar del hecho de que estaba conectado a cerca de ciento cincuenta mil
libras168 de equipo médico.
Con su mente más enfocada que nunca, no prestó ninguna atención a nada
excepto tratar de conseguir llegar a los bebés: ni la forma en que los machos se
revolucionaron para tratar de organizar los monitores rodantes, o cuánto tiempo
tuvo que apoyarse en varios brazos y hombros, o la cantidad de dolor que su
abdomen le daba.
Las incubadoras estaban contra la pared, lado a lado, separadas por cerca
de tres pies169. Brillantes luces azules, estaban radiando sobre las diminutas
formas, y oh... Parcas… los cables, los tubos…
De repente ella se echó a reír. —Ellos se ven como minis Wrath. —Luego se
puso seria—. ¿Estás seguro…?
168
68.038 kg
169
91.44 cm.
J. R. WARD THE BEAST
—Doc. Jane quiere que les demos un poco de tiempo. ¿Mañana?, —dijo Blay—
. ¿Tal vez la siguiente noche?
—Esperaré, —A pesar de que eso sería lo más difícil que jamás haría—. Voy
a esperar por el tiempo que sea necesario.
Layla apretó la mano del macho. —Tus padres serán los únicos granhmen y
abuelo que estos niños conocerán. Es apropiado que uno de sus nombres esté
representado. Y para nuestro hijo tal vez, ¿podríamos presentar una petición al rey
para ponerle el nombre de un Hermano? Parece adecuado también, ya que su padre
es un miembro valiente y noble de la Hermandad de la Daga Negra.
Cuando Blay asintió, Qhuinn puso las palmas hacia arriba. —Sé bien cuándo
estoy vencido.
—Ella es asombrosa.
—Correcto también.
J. R. WARD THE BEAST
Y ellos hicieron ingresar notas resumidas en una base de datos, algo que a
Jane le gustaba pasar los domingos a la tarde cuando todo el mundo estaba en
silencio.
—Sé que los Hermanos se están muriendo para ayudar. Tuve que echarlos
fuera. Te lo juro, pensé que se quedarían aquí abajo por el tiempo en que esos
bebés se tardaran en entrar a la escuela.
—Roger a eso.
—Eres la mejor…
—Hey compañera.
170
Post Traumático.
J. R. WARD THE BEAST
Jane levantó la vista. Manny daba zancadas bajando por el corredor, con el
pelo mojado, su uniforme limpio, con los ojos alerta. — ¿Pensé que ibas a tomarte
libre las próximas seis horas?
—No puedo permanecer lejos. Podría perderme algo. ¿Vas a entrar ahí?
—Siempre.
Jane sonrió. —Es tiempo de la familia en este momento. Vamos a darles unos
minutos, ¿de acuerdo?
Manny le devolvió la sonrisa. —Choca esos cinco, Doc. Fuiste una cirujana del
infierno allí adentro.
—Todas las noches y todos los días, —dijo mientras deambulaban por el
pasillo, tomándose su tiempo por una vez.
—Oye, ¿quieres algo de comer? No puedo recordar la última vez que comí
cualquier cosa.
J. R. WARD THE BEAST
—Creo que tuve una barra de Snickers 171 el miércoles pasado, —murmuró su
amigo—. ¿O fue el lunes?
Jane frunció el entrecejo y miró hacia atrás y hacia adelante por el pasillo
vacío. — ¿Sabes? No tengo idea. Pensé que se había alejado para fumar, pero se
supone que ya debería haber regresado.
171
Chocolatina que tiene un relleno de nougat y mantequilla de maní con una cobertura de caramelo y
cacahuetes troceados, cubierto con chocolate con leche.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 64
En el santuario, Vishous siguió la llamada de los pájaros más allá de la zona
de baño y la piscina de espejo, por todo el camino hasta el borde del bosque. Por
un momento se preguntó si la intención no era atraerlo a la misma frontera, a pesar
de que a su entender, si había que pasar por ese tramo de árboles frondosos,
mierda hasta el escupitajo volvió por donde había entrado.
Y se detuvo.
Las voces de las aves a las que había estado siguiendo quedaron en silencio
mientras miraba a un solo lugar en el que ni siquiera había considerado terminar.
Allí, en uno de los setos de boj, ondeando como si fuera una bandera, estaba
un bloque de símbolos brillantes en el Antiguo Idioma. La misiva no estaba en
realidad encima de nada; el texto estaba flotando libre, fundiéndose en un orden
que presumiblemente tendría sentido a quien lo leyera pero sin embargo se movía
plegándose en un viento inexistente, como si las palabras hubieran estado cosidas
en una bandera y la hubieran puesto en un poste.
172
Nombre común del boxus que es un arbusto
J. R. WARD THE BEAST
Con una sensación de temor, se acercó a lo que él sabía que su madre había
dejado para él.
Los símbolos de oro cayeron en una serie de líneas rectas, que se podían
leer de una vez y entonces de nuevo. Y otra vez más.
Hay tiempo para todas las cosas y mi tiempo ha llegado a su fin. Me entristece mucho lo que ha
ocurrido entre nosotros y entre tu hermana y yo. El destino resultó ser más potente de lo que era mi
corazón, pero fue como debía ser.
Cuando hice uso de mi deber de llevar una existencia para la raza, este no fue el final que preví. Sin
embargo, esto puede ser difícil incluso para las deidades, diferenciar entre lo que quieren y lo que ha
de ser.
Adiós
No podía decidir si lo que sentía era el alivio, pena o... demonios, que no
sabía que mierda era. Y sí, tenía un repentino impulso de ir a buscar a Butch y
tener a su mejor amigo estirándole sobre un estante y dándole latigazos hasta que
la sangre derramada limpiara el desorden del interior de su cabeza.
173
Hijo mío, en la antigua lengua.
174
Pajaro.
J. R. WARD THE BEAST
Ninguno de ellos había estado mucho tiempo junto a sus padres y habían
estado bien. Eso había sido lo normal para ellos, de tal manera que las personas que
tenían un mahmen y un padre que funcionaban correctamente en sus papeles
siempre le había parecido como algo extraño.
—Mierda, —exhaló.
Quizás su mahmen lo último que lo hizo antes de que le diera una patada, si
se puede llamar así a su desaparición por muerte mortal, fue concederle su oración
y salvar la vida de la hija de Qhuinn.
O, mierda, eso era quizás su desagradable filtro retorciéndose con una mala
luz.
Capítulo 65
Teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que había sido, y sus planes para
la noche, tomó su teléfono, sus dedos volaron sobre la pantalla mientras les enviaba
un mensaje a sus primos.
—Un iPhone. —Él llevó hacia arriba el dispositivo—. Es... un teléfono celular.
—Me temo... —El macho se incorporó un poco más alto en las almohadas—.
Me temo que eso no me dice nada.
Por un momento, Assail trató de imaginar que ese pelo despeinado se había
ido, algunas libras en ese cuerpo, una cara rellena, que no luciera tan esquelética.
Markcus iba a llegar a ser bastante... atractivo, por así decirlo.
—Oh.
—Cuánto tiempo.
Hubo un silencio. Y luego Markcus dijo, — ¿Cómo sabías que estaba ahí?
—Mi sangre, está toda en el viejo país. Los abandone para venir aquí porque
quería... —La voz de Markcus se apagó—. Quería una aventura. Fui a esa casa para
solicitar un trabajo de obrero. La señora pasó por mi habitación una noche, y luego
me llamó a su presencia en el sótano. Me dio un poco de vino y...
Los ojos del macho parecieron nublarse, como si sus recuerdos fueran tan
oscuros y pesados que fueran capaces de robarle la conciencia.
A medida que el macho hablaba levantaba sus muñecas con sus tatuajes,
parecía tan impotente como cuando había estado encadenado en esa celda. — ¿Qué
voy a decirles? No somos nada más que gente común, tenía que trabajar por mi
pasaje en el barco al puerto de Nueva York. Pero todas las líneas de sangre tienen
orgullo. Y no hay... orgullo en esto.
Assail se restregó la cara con tanta fuerza que su pobre nariz zumbo. Lo
que le recordaba. Tenía que conseguir más coca antes de realizar sus funciones al
caer la noche.
Markcus negó con la cabeza mientras pasaba sus dedos sobre la banda en su
muñeca izquierda. — ¿Por qué… por qué harías eso?
—Voy a tener que dejarte por ahora, —Assail se oyó decir a sí mismo—.
Pero voy a volver antes de la aurora, y cuando suceda, te llevare a casa conmigo. Es
lo que haremos.
No, Assail pensó para sí mismo. Diría que es al revés, mi buen macho.
— ¿A qué hora dijiste que tenía que estar allí? —Preguntó Rhage.
—No pediré nada mientras este allí. No quiero tener aliento a café.
Acariciando su hermosa cara con las manos, le alisó las preocupadas cejas y
acarició la sombra de su barba.
—No —dijo mientras trataba de tirar de ella para que entrara con él—.
Estamos distrayéndonos. Déjame ir por tu ropa.
—Tienes razón. Además, cada vez que pienso a dónde voy me dan ganas de
vomitar.
El grito que salía del cuarto de baño era suficiente para darle un maldito
ataque al corazón. — ¡Rhage! Rhage, ¡¿Qué sucede?!
Mary se echó a reír y se dobló de tal forma que tuvo que sentarse en el
borde del Jacuzzi.
175
Plato fuerte.
J. R. WARD THE BEAST
Rhage se dio la vuelta e iba a salir pero no llego muy lejos en absoluto. Un
grupo de sus Hermanos se presentó en conjunto, los machos altos chocando las
manos entre sí y golpeando a Rhage en el culo.
— ¡Bum! —Rhage gritó al tiempo que golpeaba sus caderas—. Qué tal eso,
perra.
Tenía las palmas de las manos sudadas. ¿Cómo demonios iba a estrechar la
mano de la trabajadora social si estaba sudando tanto? Ella iba a tener que usar
una toalla para secarse.
Pero luego comprobó su Rolex de oro, el que le había dado a Mary, pero que
ella había insistido en que llevara para la buena suerte. No había tiempo para
preguntar, y en esa nota, no había tiempo para entrar por el asunto Bitty tampoco.
Galopo por la escalera, hasta que tocó el piso de mosaico y se dirigió hacia
la salida.
—Buena suerte.
la violencia, pero sabe que ellas no habrían sobrevivido de otra manera. Ella quiere
que tengan la niña. Tú y Mary.
Cuando Rhage sintió que toda la sangre fluía por su cabeza y terminaba en
sus zapatos, le gustaría haber tenido algo para aferrarse.
Lassiter puso el cuadrado de la tiza hacia abajo y lo miro con esos ojos de
color extraño. —Soy un ángel, ¿recuerdas? Y va a funcionar. Simplemente será un
poco difícil, vas a tener que mantener la fe. Tanto tú como Mary. Pero sucederá.
—No miento. Puedo joder con tu cuarto de baño. Pero nunca, nunca acerca
de esto.
Con una maldición por qué no fumaba o hacía bordado, miro a los hombres y
mujeres humanos, muchas de las cuales lo observaban y le mantuvieron la mirada y
luego dirigió la mirada al único otro vampiro en el lugar, no espera, había unos
pretrans en la multitud que no reconoció.
Sin embargo sabía quién era Rhym, La había visto en un montón de fotos del
trabajo de Mary.
Dios, ese olor a café le estaba haciendo asfixiarse. O tal vez eran sus
glándulas suprarrenales.
La hembra estaba un poco con los ojos abiertos mientras lo miraba pero era
común, y no, no era por ser arrogante. La gente tendía a hacer un poco de doble-
mirada la primera vez que se encontraban con él, y luego sí, por lo general
terminaban mirándolo de cerca, como si trataran de averiguar si era de verdad.
—Es un latte. Y no gracias, esto ya es mucho para mí. —Hubo una pausa y
ella abrió un pequeño cuaderno de notas—. Así que... Yo... escucha, tengo que ser
honesta. Nunca he estado en presencia de un Hermano antes.
—Ni siquiera cerca —murmuró en voz baja—. Por lo tanto, yo, ah, tengo
algunas preguntas. Si no te importa. Sé que Mary ha hablado contigo acerca de
todo esto.
Rhage miró a la trabajadora social. —El punto es que estoy dispuesto a dar
mi vida por esa pequeña niña. Estoy listo para levantarme al mediodía por ella si
tiene una pesadilla. Estoy preparado para darle de comer, vestirla, y enseñarle a
conducir. También estoy dispuesto a abrazarla cuando por primera vez le rompan el
corazón, y presentársela a su compañero si encuentra a alguien que ame. Quiero
ayudarla a que tenga una buena educación, y a seguir sus sueños, y estar allí para
recogerla cuando se tropiece. Entiendo que no va a ser todo cachorros y
unicornios, y que va a haber peleas, y tal vez incluso se enfade pero nada de eso va
a cambiar mi compromiso. Sabía que Mary era la que estaba destinada para mí
desde el momento en que la conocí, y supe la otra noche, con la misma claridad, que
Bitty es mi hija. Si me dejas tener la oportunidad de ser su padre. —Se echó hacia
atrás y extendió sus brazos—. Ahora, puedes preguntarme lo que quieras.
Capítulo 66
Considerando todas las cosas, debería haber estado con una tipo Miss
América: Era enorme, increíblemente alto, pero también fuerte, como si fuera un
atleta profesional del fútbol, no del tipo de baloncesto. Su cabello era rubio
natural, no se veían raíces que retocar o un trabajo profesional, apenas grueso,
sano y rubio.
Sus ojos sin embargo eran otra cosa. Totalmente otra cosa. Incluso desde el
otro lado de la concurrida cafetería, brillaban con un color azul similar a lo que uno
ve en las playas de las Bahamas, por lo que el color iridiscente, claro de un modo
tan claro que hacía que se preguntara si no era de contacto, porque ¿Cómo
demonios podían ser naturales?
Y PD., su ropa no estaba nada mal. Nop. Iba todo de negro, una camisa de
seda de muy buen corte y sus entallados pantalones, una chaqueta de solapas que
tenía como un traje pero suelto como un abrigo.
Era como si una estrella de cine hubiera vagado a I’ve Bean Waitin’, y por
un momento, Jo se preguntó si tal vez no lo había visto en la pantalla grande…
Cuando vio quién era, puso los ojos en blanco, pero aceptó la llamada de
todos modos. —Dougie, ¿qué pasa? No. No, no puedo. ¿Qué? ¡No! Mira, te lo dije,
me voy de mi trabajo, y no voy a ser capaz de prestarte dinero por un tiempo.
Bueno, puedo pedirle a uno de ellos. No. No. Está bien... bien, pero sólo los Fig
Newtons176. Vuelvo y si te has comido mis Milanos177 y tú y yo vamos a discutir. ¿Y
puedes conseguir empleo, por el amor de Dios?
Cuando colgó, una voz ronca, dijo. —Estoy de acuerdo contigo acerca de las
galletas.
Retrocediendo, ella puso su mano sobre su pecho. —Por Dios, Bill, me has
asustado.
— ¿Qué es eso de dejar a Bryant? —Dijo mientras se sentó con su café con
leche y desenrollo la bufanda solo como él solo podía hacerlo—. ¿Renunciaste?
—No es nada. —Bueno, aparte del hecho de que su jefe era un manipulador
y que ella le había permitido convertirla en su peón—. De Verdad.
Ella abrió la boca para aclarar las cosas, pero luego decidió, al diablo. —
Después que me fui de casa y de su… estilo de vida, ellos me dejaron sin dinero.
—Debe haber sido difícil hacerlo, dejar a tu familia quiero decir. Bueno, y
el dinero.
176
Rollo de masa rellena de pasta de higo.
177
Marca de pizza.
J. R. WARD THE BEAST
porque mi madre pasaba por una fase de querer un niño. Creo que pensó que los
bebés eran como carteras o algo. Después de que me tuvieron, me criaron las
niñeras, algunas de las cuales eran buenas, otras eran malas. Luego fui enviada a un
internado y la universidad, para el momento en que salí, de alguna manera tenía que
pretender cuando estaba con ellos. Fuera de esa casa tan grande, era yo misma.
En su presencia era una copia de ellos mismos. —Ella abanico el aire con la mano—
Era su aburrida y modélica pobre niña rica.
—Sea lo que fuere, les dije que no iba a volver y lo aceptaron, y eso fue
todo. Los cheques mensuales desaparecieron y honestamente no pasó nada. Estoy
lista, estoy dispuesta a trabajar duro, y tengo una educación. Lo haré por mi
cuenta, al igual que un montón de gente antes que yo.
—Dices que fuiste adoptada, ¿has pensado alguna vez acerca de buscar a
tu familia biológica?
—No, y todo está bien. En este punto, hey, mi educación paga en la Ivy
League. Si eso es lo peor que los dos pudieron hacer por el resto de mi vida, salí
bien en el reparto.
Bill sacó su teléfono como si estuviera listo para navegar por la red. —No,
no lo he visto todavía.
#Novuelvasadeciresootravez.
178
Curriculum Vitae.
J. R. WARD THE BEAST
Assail puso su mochila bajo la base del árbol que había estado cubierto
detrás, y entonces entró en la vista, enderezando su chaqueta y tirando sus puños.
Cuando golpeó la pasarela que conducía a la entrada principal, los mocasines
hicieron un sonido de recorte. Zsadist, que rastreó a su paso, no hizo ningún ruido,
permaneciendo en las afueras de la luz arrojada por las pequeñas luces en el borde
de las losas.
Cuando Assail llegó a la puerta, intento abrir. No hubo suerte esta vez;
estaba cerrada.
Tan pronto como el doggen se inclinó, Assail comprobó que no había nadie
más en el vestíbulo, entonces cuando el mayordomo se enderezó, Assail saco su
cuarenta.
De tal manera que el criado tenía la boca del cañón entre los ojos.
—S-s-s-siete.
—No se preocupe por él, —dijo en voz baja Assail—. Centrarse en mí.
—Looooo siento.
—A la calle. Le dije que a la calle. Voy a ser capaz de verle, porque hay una
farola allí. Y ¿qué pasa con su señora?
Una mirada a la cara del mayordomo, basto para entender que muy
probablemente iba a salvar su vida. —No le diré ni una palabra a ella. Ella y su
amante mataron a mi señor.
— ¿Cuál es su nombre?
—Soy Tharem.
J. R. WARD THE BEAST
—Tharem, quiero que vaya a la Casa de Audiencia del Rey después de esto.
Dígale todo lo que estaba pasando en ese sótano, lo que le hizo a él, lo que estoy
haciendo aquí. ¿Lo entiende?
Estaba claro que habían comprendido que había fuerzas mortales dentro de
la casa.
Y mientras tanto, el dulce olor del gas ya estaba flotando en el aire. Pronto
no habría más problemas.
La doncella palideció.
Assail señalo con la cabeza en dirección del iPhone, que vibraba sobre el
tocador de mármol al alcance de Naasha.
Cuando finalmente colgó, ella dijo, — ¿Dónde estás? ¿Dónde diablos estas…?
—El más grande. —Hubo una pausa, y Mary se inclinó sobre sus papeles—Y
puedes decirlo, no voy a decir nada raro, tengo que vivir con él, ¿recuerdas?
—No imagino lo que debe ser... —Rhym levantó las manos—. Bien vale.
Quiero decir, él es simplemente hermoso… Nunca he visto nada igual.
Mary tuvo que reírse. —Sé que es así. Y la buena noticia es que no le
interesa particularmente. Es consciente de ello, seguro, pero por todos los cielos,
si se tomara en serio las cosas, su cabeza sería tan grande que no podría caber en
su interior.
—Es eso…
Rhym se encogió de hombros. —El problema para mí, es el tiempo que dura el
período de notificación. Marissa y yo estamos de acuerdo, esto tiene que ser una
situación de adopción mientras Bitty se ajusta a cualquier relación que quiera tener
y una oportunidad de ponerse en contacto con él. Pero eso no puede durar para
siempre. ¿Un mes? ¿Seis meses? ¿Un año? Y ¿cómo hacemos las notificaciones?
¿Qué es lo justo?
—Lo que creas que es mejor, —dijo mientras intentaba mantener su mueca
de dolor para sí misma—. Pero tengo que decirte, no soy la mejor persona para
mediar en todo eso. Por mucho que intento ser objetiva, la realidad es... que la
quiero para nosotros.
J. R. WARD THE BEAST
—Las antiguas leyes no son muy útiles en este caso, aunque debería ver qué
hacen los humanos en estos casos. Cuando se trata de terminar con los derechos
paternales, está claro que hay un nivel estándar que debe cumplirse. Sin embargo,
¿Para otras relaciones y parientes más cercanos? Depende de las leyes estatales y
locales cómo se maneja todo. En consecuencia, voy a dejarlo en manos del Rey, que
es exactamente el tipo de cosas en que necesitamos que intervenga. Además,
debido al puesto de Rhage, si los dos lo solicitan podrían terminar con esto de
todas maneras.
Mary tomó una pluma y jugueteo con ella entre los dedos, como lo hacía
cuando iba a la Universidad. —La conozco desde que llegó a la casa. He sido su
principal asistente social todo el tiempo, como tú sabes, y honestamente ella fue
tan reservada y auto protectora, que pensé nunca podría llegar a ella. Soy
consciente de que todo esto de la adopción parece haber llegado simplemente
desde que su madre murió, pero la verdad es que Bitty ha estado en mi mente y en
mi corazón durante los últimos dos años. Me negaba a mirar demasiado de cerca sin
embargo. Sólo que como sabes, no puedo tener niños, ¿y cuando esa es tu realidad?
No quieres tocar esa puerta cerrada. Porque todo lo que hay en el otro lado, son
llamas que pueden quemar tu casa.
Ésta vez no pudo evitar hacer una mueca. Por otra parte, cuando alguien
pone tu pie dentro de la boca de un cocodrilo, tiendes a estremecerte.
—Todo lo que sea bueno para Bitty. —Ella sacudió la cabeza—. Y lo digo
honestamente. Si tenemos que dejarla ir, que así sea.
—Sí, por favor. —Hubo una pausa incómoda—. No entiendo muy bien lo de la
casi-inmortalidad, me supongo que lo llamaría así de saber que no es posible. Pero
con la Virgen Escriba cualquier cosa puede pasar. Y luego necesitaría preguntarte
sobre la bestia. Tengo que confesar que es la única señal de alerta para mí en todo
esto.
Mary se rió entre dientes. —Esa cosa es más que un gran oso de peluche de
color púrpura. Te lo prometo, no podría matar una mosca mucho menos a una mujer,
y ciertamente nunca a mí. Pero me estoy desviando. Mi historia comienza hace un
par de años atrás, cuando me diagnosticaron...
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 67
baño él miró fuera del cristal, como el dulce olor a gasolina ahora llegaba hasta el
segundo piso.
La cosa era modesta para las normas de Naasha, una piedra de dos o tres
quilates. Debajo donde se sentaba, había una serie de cajones delgados cada uno
con un par de las cerraduras con llaves de cobre.
Con una última mirada a la forma extendida, inmóvil de Naasha, Assail salió
con el Hermano. En el pasillo, los vapores eran bastante fuertes para hacer llorar
los ojos, y se hizo aún más fuerte cuando ellos descendieron.
J. R. WARD THE BEAST
Después de que la ató y le encendió el piloto por así decirlo, y bombeo fuera
varias ráfagas de fuego de color naranja.
— ¿Vamos? —Dijo.
Un gran ¡Zas! Se oyó cuando las cosas fueron capturadas por las llamas, al
cabo fue una carrera una vez que sucedió, y se sintió a sí mismo teniendo una
erección, una parte primordial que expresaba dominación y exigía la sumisión del
entorno estático de objetos inanimados. De hecho con cada explosión de poder,
parecía como la recuperación de una parte de sí mismo que había perdido en el
camino.
179
Empresa que dice ser la última fábrica en el mundo para producir papeles pintados impresos en
madera y tejidos para el hogar.
180
7.62 mts.
181
Waterford Crystal lleva el nombre de la ciudad de Waterford, Irlanda. Es una compañía que produce
artículos de lujo.
J. R. WARD THE BEAST
Tal vez este era el final, pensó mientras bajaba el cañón de su lanza llamas.
— ¿Hola? —Era su voz. Él cerró los ojos. Oh, esa voz, la hermosa voz de
Marisol—. Hola —exigió ella.
Probablemente Dhund.
J. R. WARD THE BEAST
Desde fuera del tsunami de llamas, una figura negra pasó como un rayo en
el ojo del huracán del infierno donde Assail estaba de pie.
—No vas a morir aquí — gritó el macho por encima del estruendo.
Lo último que oyó al apagarse las luces fue, —…Te sacare de aquí como
equipaje, maldito hijo de puta.
Por el amor a las Parcas, pensaba Assail, cuando todo se volvió oscuro y
silencioso. Los principios de los demás eran un puto inconveniente.
Capítulo 68
Su teléfono sonó con un ¡Bing! Justo cuando golpeó el segundo piso y vio que
el Rey estaba sentado al trono en su escritorio, en lugar de estar en la Casa de
Audiencias dónde debería estar.
— ¿Perdón?
—¿Recibiste el texto de V?
—Háblame.
Cuando se quedó sin nombres y verbos, descubrió que había vagado todo
alrededor y que terminó sentado en la silla al otro lado del trono, él y su hermano
separados por la extensión del escritorio, todas esas figuras talladas y símbolos
sagrados que marcaban la división entre sus puestos.
Y sin embargo sentía como si él y Wrath fueran uno y el mismo a medida que
el macho sonrió. —Lo tienes mi hermano. Cualquier cosa que necesites, es tuya. Y si
ellos quieren hacer una visita in situ 182 o como se llame, la trabajadora social es
bienvenida aquí. Tendremos a Fritz trayéndola.
182
En el lugar.
J. R. WARD THE BEAST
Rhage estaba exhalando una jodida carga de tensión cuando Butch y Phury
entraron. —Gracias, —dijo con voz ronca—. Muchas gracias.
—Has recorrido un largo camino desde ser aquel idiota que una vez conocí y
toleré.
Rhage desnudó sus colmillos —Lass, en serio, ¿podrías ser más molesto?
Excepto que era una mentira. Él no iba a hacer ni una mierda. El problema
con el enérgico hijo de puta titular de esa corona era que era imposible odiarlo
realmente. No cuando de una forma regular demostró que había un hombre
plantado debajo toda esa maldita jodida irritación.
Una mirada al par de caras sombrías, y Rhage maldijo en voz baja. Y no fue
el único.
El Rey maldijo. —Oh, por el jodido amor de Dios, ¿quemaste la casa de esa
perra hasta los cimientos?
Yyyyyyyyy ahora cada uno de sus tíos, girando sus ojos hacia él.
Fantástico.
183
Hace referencia a Stay Puft, el hombre malvavisco de la Película de los Caza fantasmas
J. R. WARD THE BEAST
—Lo hice por ti, tú pedazo de mierda. —Rhage chocó palmas con el
gilipollas—. Y gracias por tu apoyo. Ahora vamos a pasar a la siguiente crisis.
¿Alguno quiere dejar caer sus pantalones y admitir que está usando un Tanga? o
vamos a conseguir ponernos serios y empezar a compartir pedicuras.
Vishous puso las palmas hacia fuera. —Antes de hacer cualquier pregunta,
no sabemos más que eso. Fui a verla, encontré que toda su mierda se había ido, y
una misiva en el cementerio de las Elegidas. Dijo que iba a nombrar a un sucesor a
su debido tiempo. Eso es todo.
Rhage miró de un lado a otro, entre el par. La cara de Payne era una máscara
de No. Voy. A. Ir. Allí. Como si hubiera sido sobre alimentada con el drama ocurrido
184
Es una luchadora estadounidense de artes marciales mixtas y yudoca retirada.
J. R. WARD THE BEAST
hace unos doscientos años atrás y pasara totalmente de su madre. V era más de lo
mismo.
Desde que los bebés habían nacido, se sentía como su cuerpo estaba
mostrando el cambio por supuesto, no sólo por haber desechado fuera “el peso de
los bebés”, sino porque aparentemente había estado orinando al parecer
setecientos mil galones de agua.
Increíble.
¿Por qué nadie le había hablado de esto? Pero de nuevo, allí había habido una
gran cantidad de cosas más importantes de las que hablar.
— ¿Lyric, estás respirando mejor? ¿Sí? Sí, yo creo que lo estás haciendo.
Qhuinn y Blay habían sido tan generosos con sus venas, hasta el punto de
que estaba convencida de que los había sangrado hasta dejarlos secos.
Para ella quedaba un período de recuperación por delante sin embargo. Por
lo que entendía, a las mujeres humanas les tomaba mucho más tiempo, a pesar de
que sus embarazos eran más cortos, para la madres vampiro era menos en términos
de tiempo, pero aun así había todo tipo de cosas, hormonalmente hablando, y por
otra parte este cuerpo suyo necesitaba hacer recalibraciones.
Los visitantes eran buenos. Los visitantes eran un respiro de las preguntas
que zumbaban en su cabeza, preguntas sobre lo que tenía que hacer con respecto a
Xcor.
Y sin embargo, sonrió cuando la miró. —Hola, mahmen. Te vez muy bien.
Existían muy pocas. Sin embargo el color de los ojos era exactamente el
mismo. ¿Por qué no lo había notado con anterioridad?
—Ah no. No, por favor, y gracias. He estado preocupada porque pudiera
estar tomando demasiado de ellos.
Autumn fue con su macho hacia las incubadoras, y los dos permanecieron de
pie durante mucho tiempo mirando a los pequeñitos.
—Tohrment, necesito…
—Pero suficiente acerca de mí. —Se dio la vuelta con decisión—. Vamos a
cuidar de ti. Como dice Autumn, es un bálsamo poder ayudar a los demás.
Mientras que la hembra del Hermano sonrió y dijo algo, Layla se retiró a su
propia cabeza.
Esto no iba a poder sostenerse por mucho más tiempo, pensó mientras Tohr
comenzó a enrollarse la manga hacia arriba.
J. R. WARD THE BEAST
Capítulo 69
—Todo lo que digo es que creo que podríamos esperar un poco. Ya sabes...
Algo así como, ¿un par de años? Va a ser difícil para ti llegar a los pedales.
—Por favor, Mary, —se quejó Rhage —. Vamos, ¿qué es lo peor que puede
pasar?
Mary puso su cabeza entre las manos y negó con todo lo que tenía de un lado
a otro. Sabía cuándo había perdido y este era uno de esos momentos. El par no la
iba a dejar estar y podría darse por vencida en este momento. Eso cortaría con las
emisiones de efecto invernadero y el calentamiento global de todo el aire caliente.
— ¡Muy!
—Va a ir tan despacio, que caminar sería más rápido, ¿Correcto Bitty?
—Absolutamente.
Considerándolo todo, la noche había sido grandiosa, con ellos tres yendo a
O' Charley para cenar antes de que Rhage tuviera que irse a trabajar. Al parecer,
él había decidido que era absolutamente crucial para el desarrollo de Bitty como un
viviente y respirante vampiro ir a experimentar todos y cada uno de los
restaurantes de la ciudad y había establecido un calendario para las próximas
quince o veinte noches. ¿En él? Había lugares como WW Cousins. La
hamburguesería. Zaxby’s. La fábrica de queso. Pizza Hut. Texas Road house.
Bitty para no ser menos, había tomado el teléfono y había creado un sistema
de clasificación en la maldita cosa, el par pasó una buena media hora con sus
cabezas rubia y morena juntas, debatiendo los méritos relativos de los diferentes
criterios para algún tipo de punto del sistema.
Esto iba a ser una marcha Dickensiana a través de grasas trans y enormes
porciones.
¿Las buenas noticias? Bitty tenía que ganar peso, y este era un buen
remedio para eso como cualquier otro.
185
Síndrome del Intestino Irritable
J. R. WARD THE BEAST
—Está bien, pero voy a salir del coche. —Mary hizo crujir su puerta—. He
estado en dos cuasi accidentes en las últimas ¿cuánto tiempo? No, no voy a
arriesgarme a un tercero.
Mientras sostenía el asiento hacia adelante para Bitty, la nena se puso seria.
—No voy a hacerle daño. Lo prometo.
Bitty le dio un rápido abrazo, y sabes qué, eso era algo que detenía el
corazón de Mary cada vez que sucedía. Y luego la niña y Rhage fueron por el
asiento del conductor, hablando de esa manera rápida en que ellos lo hacían. El
rápido fuego cruzado de la charla le hizo girar a Mary la cabeza.
Parándose fuera del camino, muy muuuyyy fuera del camino, acabó apoyando
la espalda contra una construcción larga como un campo de futbol de una sola
planta, justo al lado de un cartel que decía: Solo Repartos. La noche era
inusualmente calurosa, tanto así que dejó su chaqueta caer abierta, y sobre su
cabeza, el cielo estaba nublado, como si Dios hubiera tirado una manta de lana
sobre la Tierra contra el frío de finales de octubre.
caballos de fuerza del motor o como fuera bajo el capó, y ella y Rhage estuvieron
cruzando por allí a cinco millas 186 por hora.
Dios se sentía tan bien animar. Por ver la maestría suceder. Por ser un
testigo de cómo la niña daba la vuelta al poderoso y musculoso coche alrededor del
otro extremo y empezaba de nuevo. Agitó locamente mientras pasaban una vez
más, su rostro radiante de felicidad mientras Rhage estaba sentado a su lado
aplaudiendo y silbando seguro como si Bitty estuviera corriendo un touchdown en el
super Bowl, metiendo la canasta final en el campeonato de la NCAA, y cruzando la
línea de meta del maratón de Boston, todo al mismo tiempo.
Aquí venían ellos una vez más, ganando velocidad, hasta que Bitty estuvo
cambiando a tercera en la recta.
Era… magia.
Era... familia.
186
8.05 km2
J. R. WARD THE BEAST
¿Qué? Como si fueras Tony Soprano187, tú pequeño punk, pensó a medida que
se acercaban a ella. Excepto, cuando vio que uno de ellos tenía una navaja
apuntando hacia abajo a su lado, se puso rígida.
¿Lo qué era peor? El chico que estaba armado se estaba crispando como si
estuviera en algo.
Para ese momento, Rhage y Bitty habían dado la vuelta y estaban haciendo
el camino de regreso hacia ella, y todo lo que Mary pudo pensar fue por favor solo
sigan adelante, saca a Bitty al infierno fuera de aquí.
Pero no. El GTO se detuvo a unos veinte pies 188 de distancia, sus faros
iluminando a Mary y a la manada de animales.
Mary comenzó a alejarse, pero no llegó muy lejos. Lo siguiente que supo fue
que el que tenía la navaja la había agarrado y la arrastró hacia atrás contra él,
poniendo esa hoja a su garganta.
187
Es el jefe de la familia del crimen DiMeo, interpretado por James Gandolfini, es un personaje ficticio
de la serie de HBO, Los Soprano.
188
6.10 mts.
J. R. WARD THE BEAST
Ni siquiera a medias.
De pronto, la luz brillando en sus ojos y todo por encima de ellos se volvió
más brillante, por un factor de ciento cincuenta mil kilovatios. Y Mary maldijo.
En cuanto Assail habló, mitigó el acelerador del Range Rover e hizo la señal
de giro con la mano hacia el carril derecho que continuaba bajando hacia la
península donde vivía. Junto a él, felizmente como los humanos decían, Markcus
estaba bastante silencioso, con los ojos pegados a ambas ventanas, tanto la que
estaba frente a él como la que estaba a su lado.
—Hay edificios mucho más altos en la ciudad. Más coches. Más... todo.
Bastante pronto llegaron a la casa, y Markcus quedó sin aliento. —Esto es…
tan hermoso.
—No hasta que los paneles estén de nuevo abajo. Deben observarse las
precauciones.
—Mis disculpas.
En la apropiada cocina, era obvio que Ehric y Evale habían hecho todo lo
posible para que su huésped se sintiera bienvenido: arreglaron la mesa, aunque
desviada con los tenedores en el lado equivocado de los platos; cocinando muchas
cosas en las que les fue mucho mejor; elaborando café… no, espera, eso era
instantáneo, pero todavía parecía muy viable a juzgar por su aroma.
De hecho, Assail pensó para sí mismo, el macho era algo más bien digno de
contemplar.
—Ya veremos acerca de ello compañero. —Ehric retrucó mientras ponía una
pila cargada de alimentos ante su invitado.
Assail se volvió hacia el fregadero. Con pasos que eran tan vacilantes como
habían sido los de Markcus, se acercó, abrió la parte superior del vial, y vertió la
cocaína dentro del desagüe.
—Abajo, —dijo con voz áspera mientras hacía correr un torrente de agua
del grifo—. Ustedes saben dónde se guardan mis bloques.
—Sí.
Lo último que hizo antes de irse de su casa de cristal fue mirar hacia atrás
a Markcus. El macho estaba comiendo lentamente, sus huesudas y esqueléticas
manos sosteniendo los cubiertos de plata esterlina que estaba usando con torpeza,
como si no les hubiera puesto utensilios para su uso en mucho tiempo.
Pero si, después de todo lo que había pasado, él tenía el valor para aferrarse
al cuadrilátero de la vida... entonces Assail podía también.
¿Assail?
La desintoxicación iba a ser algo así como esa llamarada que él tanto temía.
— ¿Assail?
Capítulo 70
Tan pronto como la luz brillante cegó a su agresor causando que perdiera a
su presa, Mary salió del agarre del chico y le dio un codazo en el estómago.
hacia el GTO.
fuerza contra el suelo como si estuviera tratando de darle tiempo para encender el
golpe justo mientras Bitty pasaba por encima al asiento del pasajero.
Rhage de alguna manera tuvo la fuerza para llegar y cerrar la puerta y Mary
cuando todos esos caballos empujaron para adherirse al asfalto y se preparó para
mientras Bitty gritaba y Mary luchaba por mantenerse estable, un gran rugido
prendió a través de la noche, tan cerca de ellas que realmente perturbó la tracción
Y a pesar de que fue solo con su visión periférica, Mary consiguió una imagen
totalmente clara del segundo en que Bitty vio cuando la bestia emergió del cuerpo
de Rhage.
Por desgracia los humanos, también conocidos como los bolos en posición,
estaban directamente en frente del GTO. Y así fue como el sueño de Mary de no
el volante hacia la derecha, evitó matar a uno o alguno más, una cortesía que
ninguno de ellos merecía, pero la mala noticia fue que golpeó un contenedor de
basura, chocando contra la cosa, haciendo que todo el impulso que tenían hacia
de segundo.
el sonido sibilante de pelotas salió del capó arrugado, se giró alrededor entrando
—Gracias a Dios…
Otro rugido rasgó la noche, y sip, por la ventanilla trasera vio que la bestia
Como si tuvieran muy claro que por improbable que fuera que un dragón se
Antes de que pudiera detener a Bitty, la chica estaba fuera del coche.
hacia adelante en sus potentes piernas y estaba todo Jurassic Park, las-cosas-
—Lo sé. Lo sé, pero eres un goloso. Te gustan más los asesinos…
—Bitty —murmuró sin apartar la mirada del dragón—. Te dije que volvieras
brazos hacia abajo y las cejas hacia arriba. Su expresión era cautelosa y nerviosa,
pero parecía decidida a ver por sí misma lo que estaba pasando con el dragón.
El mayor perrito faldero del maldito planeta, pensó Mary. Y esperemos que
Un minuto más tarde, Bitty se detuvo justo al lado de la cabeza del dragón,
justo al lado de esas mandíbulas rechinantes, justo al lado de los ojos de reptil que
— ¿Eso es un sí?
—Oh, eres tan suave. Eres mucho más suave de lo que yo creía.
extendidas hacia fuera. Con el fin de rascarle la barriga, Bitty habría necesitado
J. R. WARD THE BEAST
una escalera de seis pies 189 y Mary dos Xanax190 y una botella de vino, muchas
gracias, pero la chica lo hizo mejor, pasando por encima y poniéndose de puntillas
un maldito trago.
¡Bitty! ¡Mary!
Pero luego se dio cuenta de que dos pares de manos sostenían las suyas y
había dos hermosas voces que comenzaron a tranquilizarlo, bueno una lo estaba
barriga.
— ¿Cuándo puede volver? ¡Quiero volver a verlo! ¿Puedo jugar con él?
189
1.83 mts.
190
es el nombre genérico para Alprazolam, un sedante para el Sistema Nervioso Central.
J. R. WARD THE BEAST
descerebrados que habían agredido a su Mary. Y, oh bueno, había una manta sobre
Pero cuando te vengas a vivir con nosotros veré que puedo hacer.
Completo. Silencio.
departamento vertical.
realmente nos gustaría que consideraras venir a quedarte con nosotros. Puede
191
Hace un juego de palabras entre carp (carpa) y crap (estupideces, joder, mierda)
J. R. WARD THE BEAST
haciendo?
—Sí, me vas a tener... —Está bien, no podía hablar aquí—. Sí, sí, lo seré.
pareja alzándose justo a su lado… pero eso no era suficiente. Tiró de ella para que
Así que… ésta era su familia, pensó con un disparo repentino de orgullo.
La sonrisa que golpeó su cara le estiró las mejillas tanto, que supo que nunca
Y sin embargo, aquí estaba ahora, todo lo que había querido no sólo a su
Capítulo 71
A pesar de todo por lo que ella había pasado, la niña tenía los ojos y el
corazón abiertos a la perspectiva de un tipo completamente diferente de vida, lista
para cualquier cosa, excitada, feliz. Por otra parte, estaba con gente que la quería,
incluso si fuese demasiado pronto para hablar de ello.
temporal, no había ninguna razón por la que Bitty no pudiese mudarse. Además,
esto significaría que Doc. Jane y Manny podrían echarle un vistazo medico con más
facilidad y realmente no había nada para mantenerla en Lugar Seguro.
—¿Estamos aquí? —Preguntó Rhage—. Creo que estamos aquí. Bitty, ¿qué
ves?
—Cien habitaciones o así. Son espacios reducidos, pero nos las arreglamos
para hacer que funcione.
Mary apagó el motor, y tiró del freno de mano. Cuando volvió a mirar a Bitty,
la chica estaba mirando hacia la gran extensión de piedra. Acunada en sus brazos
justo contra el pecho, tenía las cenizas de su madre en esa urna.
192
Serie de televisión, telecomedia. Considerada serie de culto, muestra la vida diaria de una peculiar
familia compuesta por personajes típicos de terror, en tramas cómicas.
J. R. WARD THE BEAST
Este era otro capítulo. Uno que iba a ser mucho más estable y
emocionalmente de apoyo, pero que aun así iba a tener sus propios altibajos, sus
retos y triunfos, frustraciones y alegrías.
—Espera a entrar.
—Vamos, —dijo ella mientras Rhage cerraba la puerta del coche al lado de
él.
— ¿Maletas?
—Justo aquí, niño grande. —A medida que se las entregó a sus muy capaces
manos, se besaron—. ¿Qué tal si cojo tu brazo para ayudarte a navegar?
Mary tuvo que contener las lágrimas cuando el pecho desnudo de Rhage se
amplió a cinco veces su tamaño natural. Su orgullo por tener a sus dos hembras con
él mientras se acercaba a la residencia del Rey era una cosa de leyenda: Incluso
ciego y sin duda un poco dolorido, era fácil ver que estaba en el cielo.
J. R. WARD THE BEAST
— ¡No me importa el fútbol! ESPN mi culo. Lo que sea, dónde demonios está
¿Quién es el jefe?193
—¡Lassiter!
Con el sonido de su nombre, el ángel miró sobre las mesas de billar a donde
todos se encontraban. Y oh, cómo sonrío, tan amable, con esa expresión tan cándida
más asociada con los ángeles que con esas otras que solía poner al mundo.
Poniéndose de pie, se acercó, y sí, Mary estaba muy contenta de que estuviese
vestido con algo normal, sólo unos vaqueros y una camiseta Hanes 194 negra, su pelo
negro-y-rubio todo sobre sus hombros.
193
Original Who is the boss. Comedia estadounidense que se emitió en la BBC.
194
Marca de ropa para hombre, mujer y niños.
J. R. WARD THE BEAST
La chica tomó la mano que le ofrecía y apuntó hacia arriba a Rhage. —Él me
dijo todo sobre ti. Todo sobre todo el mundo… espera, ¿cómo sabes mi nombre?
¿Te ha hablado de mí?
Lassiter les miró a los tres y rozó la mejilla de la niña. —Mi pequeña, había
visto este momento desde la primera vez que me encontré con tu nueva mahmen y
tu padre.
La chica asintió mientras Lassiter se levantaba. Luego Rhage dejó una de las
maletas y los machos se palmearon los hombros, Lassiter con una mejor
coordinación ya que podía ver.
John estaba justo detrás de él, deslizándose por la barandilla en una nalga,
riendo mudamente.
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Marca de agua mineral
196
6.10 o 9.14 mts.
J. R. WARD THE BEAST
—¡Eres John Mathew! —Bitty contempló los dedos—. ¿Qué está diciendo…?
espera, ¿qué? —Entonces ella alzó la vista hacia el gigantesco luchador y dijo—
Necesito que me enseñes eso. Si voy a vivir aquí, necesitas enseñarme eso.
Bueno, eso encharcó a John Matthew. Sip. Hasta el punto que sus dedos no
parecían funcionar… el LSA equivalente a alguien tartamudo.
Y Por Dios, Bitty era increíble, tan simpática y amable… y valiente teniendo
en cuenta todo lo que había tenido que pasar.
Mary se frotó el centro de su pecho. Sí, pensó, estaba recibiendo aquí una
dosis de realidad de orgullo maternal y era mejor que un millón de vasos de vino.
Sin resaca además.
A pesar del aspecto que tenía, Bitty se separó y se fue derecha hacia el
macho marcado, su bien limpio vestido hecho a mano, ondeando bajo ese feo abrigo
negro.
Z hizo una breve parada al igual que todos los demás hicieron, algo como si
hubiese visto un fantasma. Y luego miró alrededor en lo que parecía ser una
confusión.
J. R. WARD THE BEAST
—Su nombre es Nalla, —dijo rudamente—. Mi hija es mucho más joven que
tú. A ella le gustaría tener una hermana mayor, si tú quieres enseñarle cosas.
Zsadist inclinó la cabeza hacia abajo, sus ojos amarillos brillantes. —Mis
condolencias por tu pérdida. Y bienvenida a nuestra casa a la que desde ahora
puedes llamar tuya también.
Bitty inclinó la cabeza hacia un lado y miró al Hermano. —Me gustas. Eres
agradable.
A pesar de que era una pequeña cosa en ésta enorme, gran mansión, con toda
ésta gente que nunca había visto en su vida. Había subido y llamado a todos por su
nombre, presentándose a sí misma y sonriendo y riendo. Había mantenido la urna de
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su madre con ella todo el tiempo, y de alguna manera eso le había parecido
conveniente, ni morbosa o macabra.
Su mahmen era una parte muy importante de ella y siempre lo sería y oh, su
Mary estaba siendo tan respetuosa con eso.
—No puedo creer que tengamos una niña —dijo mientras su shellan lo llevaba
al baño y le cargaba el cepillo con pasta de dientes—. Somos padres. Tenemos una
niña...
—Aquí vamos ya. —Mary suspiró—. Lo juro, Bella y yo vamos a tener que
meterlos a ti y a Zsadist en un grupo de apoyo.
Pero era un buen chico y se limpió los colmillos. Después, él y Mary tomaron
una ducha donde todo tipo de otras cosas sucedieron…
—Mmm-hmmm.
La besó en la cabeza. — ¿Por qué todas las mejores cosas ocurren cuando
estoy ciego? Te conocí cuando estaba ciego. Ahora... ella está aquí, y yo estoy
ciego.
Rhage miraba hacia la nada sobre sus cabezas cuando Mary bostezó con
tanta fuerza que su mandíbula crujió.
— ¿Mary?
—Mmm-mmm.
—Gracias, —susurró.
— ¿Por qué?
—Sin duda alguna nos has dado nuestra familia. —Maldita sea, le gustaría
poder verla. En lugar de ello, tuvo que conformarse con el recuerdo de su hermosa
cara… lo bueno es que había pasado mucho tiempo mirando a su shellan.
—Tienes una bonita manera de decir las cosas, lo sabes, —dijo ella con voz
áspera.
Cuando Mary se reacomodó en su pecho, Rhage cerró los ojos. —Te amo, mi
Mary Madonna.
— ¿De Verdad?
—Eso es tan dulce. —Él suspiró de nuevo—. Por Dios, lo siento por Bits sin
embargo.
Capítulo 72
— ¿Qué?
—Estás casado.
J. R. WARD THE BEAST
—Se lo señale. P.D. Lydia quiere que te invite a cenar este sábado en la
noche. Vendrá mi primo. Troy, lo recuerdas.
—Hecho.
Hubo una pequeña pausa, algo que no asociaba con el tipo que de alguna
forma se había convertido en su hermano mayor estas últimas semanas.
—El trabajo es bueno —apuntó ella—. La comida esta buena. Así queee…
—Y eso es todo.
—Su nombre es Dr. Manuel Manello. Era jefe de cirugía en St Francis. Pero
se hizo humo hace un año atrás, y nadie lo ha visto desde entonces.
—Parecen de color avellana ¿no crees? O tal vez son ojos color café.
—No lo sé.
—Está bien —dijo sin mirarlo—. Y gracias. Yo… Siempre me pregunte como
lucia mi sangre.
—Quién sabe. Parece que es todo lo que tu madre dio a luz. ¿Pero tal vez por
parte de tu padre? De todas formas, tal vez hay algún modo de encontrarlo. El
rastro podría estar frío, pero podríamos tener suerte.
—Tal vez por eso te volviste un poco loca con todo eso. Aunque lo admito, he
estado ahí contigo.
Capítulo 73
Cuando Rhage salió del baño, tenía un rostro bien afeitado, el cabello bien
seco, y una toalla alrededor de su cintura—. Mary…
— ¡Hijo de puta! —Gritó con todo sus pulmones—. ¿Me están jodiendo?
Tan pronto como dejó volar la Bomba J, todas las doce clases de risa
burbujearon dentro de la habitación, sus Hermanos, su shellan y su pequeña Bitty
filtrándose dentro, no mostrando ningún tipo de respeto como si la desfiguración
total de su vestuario fuera algo taaaaaaaaan jodidamente hilarante.
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Serie de TV americana que en Latinoamérica se conoció como Guardianes de la Bahía.
J. R. WARD THE BEAST
— ¡Una tabla de surf! ¿Medias de red? ¿Es eso un… un arpón? —Sacó la
cabeza de nuevo fuera de las jambas de la puerta—. ¿Dónde montón de locos,
encontraron siquiera un arpón en Caldwell?
El rodó sus ojos y apunto hacia Bitty. — ¿Y tú estás en esto también? ¿Et
tu, Brutus198 Bits?
Mientras Rhage lanzó la pesadilla fuera del closet pero dentro del
dormitorio, Vishous levantó la mano. —Ese fui yo. Pero he usado una bomba de
neumáticos y de hecho, la hice explotar primero.
—Nunca pasa de moda, —anunció Wrath—. Nunca. Incluso sin lo visual, esto
es algo que no tiene precio, como el shi… ah, Shitake. El hongo. Eso es.
—Promesas, promesas.
Rhage rodó los ojos una vez más cuando la multitud empezó a dispersarse, y
tuvo que luchar para conseguir llegar a su ropa, haciendo retroceder al… Oh Dios
Mío, ¿eso era un tarpon 199 disecado? ¡Por el amor de Dios!
198
Es una frase en latín que hace referencia a una escena de la tragedia Shakesperiana de Julio Cesar,
justa e te ua do B uto, el p opio hijo del Cesa lo apuñala. “ig ifi a Ta ié tú B uto
199
Especie de pez
J. R. WARD THE BEAST
Cinco minutos más tarde, salió vestido con la misma versión de traje negro y
a medida que se había puesto para ser entrevistado por Rhym.
—Oh, mis chicas. —Solo tuvo que detenerse un momento y mirarlas—. Oh,
mis hermosas mujeres. —Ambas se sonrojaron, y Mary fue la primera en apagarlo
cuando se puso de pie y extendió su mano a Bitty.
—Aquí están tus cintas —dijo su hembra, cuando ambas se acercaron con el
arreglo.
—Es tan largo, — dijo Bitty mientras caminaba entre ellos—. El túnel es
largo.
Junto a ellos, en una silla de ruedas y en traje y corbata, estaba Luchas una parte
muy importante de la familia, que a pesar de todo se mantenía tranquilo.
Aun así, todo se mantuvo oscuro, y nadie habló a fin de no agitar a los
pequeños.
A medida que la mahmen de Blay sorbió por la nariz y Qhuinn y Blay pusieron
sus brazos alrededor de ella, Wrath puso su mano sobre la otra incubadora.
Con su mano real, con la que sostenía la daga, sobre la incubadora del
pequeño macho, Wrath pronunció, —En reconocimiento del estatus de este joven
Sire como miembro de la Hermandad de la Daga Negra, se me ha solicitado que
confiera como Rey, un nombre de la Hermandad para este macho. He examinado la
petición y la he considerado apropiada. Por este medio, yo elijo el venerable
nombre de Rhampage.
J. R. WARD THE BEAST
Esto se hizo bien, pensó. Ésta era la manera antigua. La forma correcta. La
forma en que se conservaban las tradiciones.
Rhampage.
Con su hijo en sus brazos y su shellan a su lado, Wrath luego colocó las
sagradas cintas rojas y negras de la Primera Familia en los faldones de ambas
incubadoras.
Y entonces, uno por uno, todo el mundo hizo lo mismo, cada unidad familiar
acercándose juntas, Phury y Cormia con Z, Bella y Nalla yendo después de Wrath y
Beth, seguido por todos, desde V, Jane, Payne y Manny, a Rehv y Ehlena, hasta
John Matthew y Xhex.
Tanto amor.
Todo alrededor.
Las Elegidas fueron después, y luego Trez e iAm, y la Reina de iAm puso un
rubí del territorio en cada una de las cunas de los niños como una forma de
participar. Después de ellos, fueron los doggen, sus cintas más delgadas, pero no
menos importantes.
Ella entonces le había respondido a él con Nada, y había dicho esa palabra
una y otra vez.
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Era gracioso que hubiera escogido esa palabra en particular. Porque ella de
hecho, sobre todo en estos últimos años, le había dado absoluta y
positivamente…Todo.
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Capítulo 74
Entre la muchedumbre, Rhage le hizo señas para que fuera con él, y cuando
se abanicó echándose aire y sacudió su cabeza, él grito como un descocido a través
de Bitty. — ¡Mary!
Y más comida, más bebida, más risa, y más ovaciones… hasta las dos de la
tarde, y luego tres…
—Así que Bits, este es mi orgullo y alegría, —dijo él cuando condujo a la niña por un
vestíbulo fuera de la despensa—. Este es mi congelador de helado.
Dejándolo, Mary hizo el trabajo rápidamente sacando tres bowls, tres cucharas, y
tres servilletas, y solamente tuvo que sentarse y reírse del montaje luego que ella
puso todo sobre la mesa de roble. Tarareando para sí misma esperó para ver lo que
venía del frío, por así decirlo, sintiéndose agradecida con el perfeccionismo en la
organización de Fritz, de que todos los alimentos para la ceremonia de bautizo
habían sido preparados desde temprano.
Ella notó que Bitty no comía, Mary frunció el ceño. — ¿Estás bien? ¿O
comiste demasiado pastel?
Paso un momento antes que la niña hablara. — ¿Cómo llaman los humanos a su
mahmen? ¿Cuál es su nombre para una mahmen?
Mary poso sus ojos en Rhage quien se congeló. Entonces ella aclaro su
garganta. —Ah… les llamamos Madre. O Mamá.
— ¡Mmm-hmm!
Después de momento, la niña miro a Mary a los ojos. — ¿Por favor puedo
llamarte Mamá?
Su hellren le mostro los pulgares hacia arriba y articuló, Ve por ello Mamá.
Entre risas y gritos, Mary suspiró y pensó, Sí, de verdad los milagros
sucedían…
J. R. WARD THE BEAST
Fin