Está en la página 1de 5

Las cosas que me duelen y me dolerán hasta que Dios las sane….

Cuando todas eran más bonitas y nunca se refirió a mi con esas palabras.

Cuando sonreía en la calle con todos y apenas se encontraba conmigo cambiaba su rostro por
una expresión sería y de desgano.

Cuando los actos de los demás eran talvez cosas que yo hacía, pero jamás ví gritos ni insultos
por cerrar una puerta duro o por dejar caer unas monedas al suelo.

Cuando nunca le pusieron cuidado a un antojo, no vi que se esforzarán por cumplirme un


deseo… quiero pizza, quiero pizza … solo hasta que yo misma iba y la compraba.

Cuando sentía miedo por no poderle hacer un favor, conseguirle un número de teléfono o
encontrarle una llave, sabía que después de eso vendría un regaño y esa mirada de odio que
prefería no mirar pero que de solo recordarla me parte el corazón ¿Cómo alguien podría
mirarme con tanto odio y fastidio cuando yo solamente lo he amado?

Las veces que me sentí muy enferma y no hubo quien cuidara de mi, las veces que con mucho
malestar tuve que levantarme a preparar mis propias aromáticas o mi alimento…. Gracias a
Dios soy una mujer sana.

La vez que tuve gastroenteritis y me dijo que yo me la había inventado, Karen había acabado de
llegar a Guasca a vivir con nosotros, recuerdo esa tarde como me canalizaron porque estaba
deshidratada en ese centro de salud y pasé toda la tarde sola, porque supuestamente estaba
inventado, llamando la atención.

Las veces que olvidaba comprar cosas y ahí estaban esos ojos que miran con odio.

Por las veces que entré a hacer mercado sola, viendo parejas mercar juntas y yo siempre
estaba sola, siempre…es una estupidez pero cosas que causan dolor.

Por las veces que tuve infección urinaria y los dolores no me dejaban dormir y me tuve que ir al
centro de salud a mitad de la noche…sola.

Por la vez que tuve cálculos y a él le molestaba mi dolor, por las veces que se fue a San José a
trabajar mientras yo me retorcía del dolor sola en esa casa durante esos días, por la vez que se
enojo porque debía llevarme al hospital y preferí pedirle el favor a Sandra, por las veces que
me miró gritar del dolor y me decía que ya dejara tanto show, por la vez que preferí decirle a la
enfermera jefe que por favor le dijera que se fuera del hospital porque no soportaba verlo
sentado junto a mi, sin nisiquiera una palabra de aliento o una caricia….nada, ahí sentado,
molesto porque yo simplemente no lograba soportar el dolor. Preferí que se fuera a sentir que
estaba robando su tiempo con mis males, sin comprender la razón, siempre que se enfermaba
yo estaba para él.

Por las veces que me decía groserías mientras discutíamos, Malparida, hpta…nunca supe
porque debía usar palabras que me lastimaran si por más enojada que yo estaba siempre cuide
mi boca para no causarle heridas ( a excepción del día del chat de Yudy, que precisamente le
ofrecí excusas después)

Por las veces que nunca celebró mi cumpleaños a sabiendas que para mí esa fecha era
importante, por las veces que me tenía que inventar cosas cuando me preguntaban ¿Qué te
regalo Jhon? Y yo me inventaba un montón de cosas, no para no quedar mal sino para
apaciguar mi alma.
Por las veces que discutíamos y me empujaba del carro hacía el piso a empujones a gritos sin
importar que me pudiese pasar …

Por las veces que con comentarios me hirió y solo yo podía sentir un escalofrío que me recorría
toda, pero que yo callaba y no reclamaba para no aumentar el lío.

Por las veces que se quedó en la cama jugando con su teléfono (espero que ahora lo pueda
hacer a rienda suelta ) mientras yo estaba en la cocina preparando algo o lavando y me ponía a
imaginarme cómo sería tenerlo en frente sentado en una silla, hablando conmigo,
acompañandome a hacer el alimento mientras conversábamos de lo más pequeño de la vida,
mientras reíamos de bobadas ….me cansé de imaginarlo. Nunca llegó a abrazarme por detrás, a
darme un beso… no pasó

Por cada víspera de mis cumpleaños en los que por más de diez años, me imaginé de la manera
más ridícula que me tendría una sorpresa, pensaba de manera ingenua que mi regalo ya venia
por Amazon o por Aliexpress ya que yo sabía que él no salía y no por el costo del regalo sino
por la sorpresa y se llegaba el día… esa mañana me levantaba como todos los benditos días a
preparar mi desayuno ( porque tampoco se le ocurrió hacerlo nunca aunque fuera el día de mis
cumpleaños) y la sorpresa??nunca hubo sorpresa.

Por cada navidad viendo cómo todas sus hermanas de parte de sus parejas abrían regalos que
nunca llegaron para mí…pero se preguntarán y tú se los diste a él…era lo primero en quien
pensaba cuando me llegaba la prima de navidad en él…no se imaginan el gozo que me daba
decirle vamos que te quiero regalar algo, siempre me decía que él no necesitaba nada de mi y
en general íbamos a conseguir las cosas bajo su mala cara aunque él no se imagina la alegría
que yo sentía cuando le podía dar algo, era mejor que si yo compraba algo…. Tal vez hacía eso
para no tener que darme nada a cambio.

Por cada vez que me sentí cansada del trabajo pero que no me pude llegar a recostar porque
tenía que barrer y recoger todo para evitarle su enojo, tanto que se me volvió una obsesión
tener las cosas lo mejor posible para evitar los gritos.

Por las veces que me imaginé visitando pueblitos bonitos en navidad, viendo luces y
comprando cosas para la casa, pero nunca pasó, a él no le gusta la navidad.

Por las veces que quise celebrar su cumpleaños y preparaba pequeños detalles torta,
desayunito y cena especial…pero me los recibos como si fuese lo más ridículo del mundo.

Por las veces que despreciaba mi trabajo, era fácil, nada esforzado, me pagaban por ir a
descansar, solo lo de él era pesado y requería mucho esfuerzo, y por supuesto su trabajo era
todo eso pero yo también quería sentirme admirada en mi labor…no es fácil lo que yo hago.

Por las veces que me arreglé para verme bien, para salir a almorzar y me quedé esperando el
bendito cumplido.( No recuerdo que hubiese pasado ni una sola vez)

Por las veces que dejé de estar con mi hija por estar con él, acompañandolo a sitios o hacer sus
vueltas .

Por las veces que llegué de trabajar y en el camino me imaginaba que me iba a recibir bonito
( ahora sé que yo hacía eso, porque mi cerebro necesitaba protegerme de la verdad) y llegaba y
escasamente me saludaba y no me hablaba más.
Por las veces que me quise tomar una foto a su lado ( que orgullosa me sentía de ser su esposa,
no me importaba lo que la gente decía, para mí era un tipo sumamente trabajador,
emprendedor, guerrero, que se conseguía todo lo que quería) era mi orgullo, yo me sentía
grande con él a mi lado, pero no quiso esa foto conmigo, no quiso que la publicara, no quería
que me vieran con él…porque según él…no quería que pensaran que él era un cachón porque
yo andaba con muchos hombres y la Calera lo sabía… así o más cruel?

Por las veces que te supliqué que me contaras porque estabas raro conmigo y sufrí por más de
siete meses tu rechazo y jamás fuiste capaz de decirme es Carolina.

Por las veces que de manera desconfiada me dijiste que yo me acostaba con todos y que me
inventaba lo de los fines de semana para ir a la maestría…y que escuchaste vacío…obvio estaba
en los baños ….nunca creiste aún dudas .

Por las veces que con angustia había que comprar un detalle para tus sobrinos en navidad…
obviamente son tu familia, pero se te olvidó que a tu esposa también le hubiese gustado un
par de medias y es cierto con eso hubiese Sido muy feliz.

Por las veces que me dijiste que yo no daba en esa casa, ni un peso, espero que ahora seas
conciente que lo que yo daba en esa casa no solo era un muy buen aporte económico sino que
lo que hacía para que esa casa se mantuviera en pie era lo más importante.

Por las veces que estabas siempre tan pegado al dinero, a lo material a lo económico y se te
olvidó que un abrazo podría calmarme.

Porque siempre me callé para contarte un problema del colegio, una idea, una iniciativa , una
preocupación, para qué? Siempre terminabas descalificando lo que me pasaba como asuntos
sin importancia, solo lo tuyo era importante y siempre presté oídos para ellos.

Por las veces que te supliqué que cambiaras y me contestabas con un no me nace… y si no le
sirve pues ahí está la puerta…

Por cada vez que me echaste de tu casa si no me servía algo, o reclamaba que no me gritaras…

Porque sabías que me dañabas , sabías que me causabas un dolor tremendo, que me partias el
corazón y lo seguias haciendo, no importó cuánto supliqué para que te detuvieras…seguías
dañandome

Por las veces que teníamos que ir a Bogotá en la mañana a hacer una vuelta y yo sabía que iba
a recibir un insulto por la camiseta, el pantalón, los zapatos, miedo me daba que llegara la hora
de empezar a arreglarnos

Por las veces que me preguntaban porque no asistía a eventos o reuniones y metida la
cucharada avergonzandome diciendo que tú no me lo permitias, sin importar la forma en que
me sentía, aunque era cierto, dejé de ir para que no te sintieras incómodo, me quedaba en la
casa con gusto, siempre preferí estar a tu lado a pesar de todo.

Por la vez que me devolviste mi dinero y me lo echaste en el chocolate que estaba tomando, y
luego me tocó lavar billete por billete, así o más humillante?

Por las veces que me dijiste, pero ya tienes tu plata, porque no se larga? Y no tuve la valentía
de irme, esperando que más tarde te arrepintieras y me dijeras que te perdonara…jamás pasó.
Por las veces que yo barría mal, limpiaba mal, cocinaba mal y gritabas y hasta me rompiste la
escoba.

Por las veces que disfrutabas humillandome delante de la gente, tu tío, tus hermanas, nano…
quien fuera, para decirme cosas hirientes y humillantes y yo siempre callé, para que no faltarte
al respeto delante de nadie a pesar de lo que me estabas haciendo.

Por las veces que esperé a que me invitarás una cena o un vino, compartir algo juntos y nunca
fue…entonces yo llevaba el vinito para hacer algo diferente, pero te empezó a doler la cabeza y
te sentaba mal… ni modos ahí quedó mi idea de hacer algo distinto.

Por las veces que me equivoqué al usar el maps y en darte una indicación… por esas veces

Por las veces que caminé suelta de tu mano porque te daba pena mientras que yo me sentía la
más orgullosa del esposo que tenía y mientras caminábamos yo nunca dije nada, pero el pecho
me dolía, literalmente.

Por las veces que hice un reclamo o una pregunta y la respuesta siempre fue la misma…Diana
ahorita no me lo pele…pero nunca hubo un después para hablar y generalmente terminaba en
agresión física, mi cabello halado, mi cuello asfixiado, una cachetada, todo porque preguntaba,
si lo sé aveces de forma celosa pero muchas otras con razón.

Por las veces que me quedé con las ganas de hablar para solucionar algo, el diálogo nunca fue
para ti una alternativa, así que dejé pasar muchas pero muchas cosas que se repetían una y
otra vez, haciendo unas heridas que jamás se sanaron y que justamente quién tenía la
responsabilidad de sanarlas nunca le interesó .

Porque no se en que momento dejé que me convirtieras en el sifón de tus enojos y


frutraciones.

Por los millones de veces que quise abrazarte y me quitaste porque te sentías muy incómodo,
pero yo me quedaba con la pregunta…bueno y si este tipo no me consiente que espero yo?

Por las veces que dejé de comer sin que lo supieras para que tú pudieras tener una buena
porción, nunca me dolió hacerlo pero paso sin ton no son.

Porque soñé como idiota con casarme

Por los mil y un amantes que tengo en mi vida y existen en tu cabeza y existirán porque
siempre que discutíamos aprovechaste para decirme que yo soy una perra.

Por las veces que cogiste tus cosas y empacaste sin pensar en como me sentía, por las veces de
durabas dias sin hablarme y ni te imaginaste que yo hacía esfuerzos sobrehumanos para poder
trabajar sin llorar.

No sé, no sé porque nunca tuve fuerzas para irme…esperé a que cambiara? Tal vez con la idea
estúpida de que iba a pasar y no pasó, al contrario todo se puso peor, ahora prefiero estar
completamente sola en el frío de estas paredes, obviamente extrañándote tanto que la vida
me duele, pero me dolería más volver a dónde no se me quiere, no se me valora y menos se
me tiene en cuenta, me cansé de demostrar ser una buena mujer, con valores, principios y un
corazón de oro, sobretodo con ojos y sentimientos puros para un solo hombre, aunque nunca
lo creyó, siempre fue él y por mucho tiempo será él, aunque estoy segura que mi sanidad
vendrá y merezco ser feliz sola o acompañada pero feliz.
Aunque aún no gano la batalla, he decidido no repetirla, no lo merezco y nunca lo merecí,
ningún ser humano merece ser tratado así y más cuando ama con alma, vida y sombrero

Ya son varias noches en este ejercicio, no sé si sirva para algo pero me da fuerza para sanar y
verme recuperar…

También podría gustarte